[Kilian 21 años – Amira 16 años]
No entiendo cómo todo puede cambiar de forma tan rápida, en un momento me estaba besando con Joakim y al otro estoy en la espalda de Kilian mientras éste corre con todas sus fuerzas, los vampiros lograron entrar a la manada y están atacando. Cuando un vampiro se para frente al camino de Kilian, haciéndolo frenar, mi sangre se congela, porque lo recuerdo perfectamente, sé que es uno de los vampiros que nos atacaron en el centro comercial de Seattle.
Kilian me baja de su espalda, me pone detrás de él, irguiéndose en toda su altura, con una pose dominante que haría temblar a cualquiera, pero no al vampiro, que solo se burla de él. Cuando la pelea empieza Kilian enseguida se convierte en Tyr, y yo siento mucha frustración, porque sé que no puedo ayudar a Tyr, mi padre siempre me enseñó que, si en algún momento estaba en una situación similar a esta, nunca debía acercarme, porque podría distraer a quien me está defendiendo y así ponerlo en desventaja. Por eso, solo me dedico a mirar con impotencia como los dos pelean. Tyr es fuerte, muy fuerte, por algo es el próximo Alfa de la manada, y logra someter al vampiro, pero no cuenta con que una vampiresa venga a ayudarlo, miro con terror como ambos pelean por su vida, cómo Tyr quiere arrancarle la cabeza mientras la vampiresa le clava sus garras en los costados, haciendo que mucha sangre emane de su cuerpo, tan atenta estoy a ellos dos que no noto cuando el otro vampiro logra recuperarse y acercase a mí. Su sonrisa es espeluznante y me causa repugnancia, quiero correr, quiero gritar, pero mi cuerpo no funciona, solo me quedo para allí, mirándolo.
-¿Qué pasa que no te defiendes cachorrita? – se ríe, y esa risa me causa escalofríos, se acerca aún más a mí y noto cómo sus garras y dientes están fuera - Ahora cachorrita, voy a volver a oler tu delicioso aroma, y aún mejor, voy a probar tu deliciosa sangre – con una de sus manos logra cortar mi pulsera, haciéndome un feo corte en mi brazo, que enseguida comienza a sangrar. Ahora sí que siento miedo, porque todos los vampiros van a olerme, todos van a venir a atacarme y Kilian no va a poder con todos. Noto como las pupilas del vampiro se dilatan, y cuando siento que va a moverse para atacarme, Tyr lo saca de mi camino, mordiendo con las pocas fuerzas que le quedan, la cabeza del vampiro.
-¡Hijo! – escucho el grito de tío Einar y suspiro aliviada, él enseguida corre hasta donde Tyr lucha con el vampiro y entre los dos lo matan. El cuerpo de Tyr cae al piso y sus ojos se dirigen a mí, veo en ese mismo instante como éstos comienzan a cerrarse.
-¡Kilian! – Grito corriendo hacia él, varios soldados de tío Einar nos rodean y mi tío ya está arrodillado a lado de su hijo, quien comienza a transformarse en humano – Kilian – repito llegando a su lado, siento lágrimas correr por mi mejilla, enseguida estiro mi mano para tocar sus costillas, de allí no para de salir sangre.
-¡Llamen al médico! Que vaya inmediatamente a la mansión – dice mi tío – Ami, Amira – me llama, pero yo solo presiono con todas mis fuerzas la herida de Kilian - ¡Amira! – Me dice tomándome con sus manos por mis mejillas, haciendo que lo mire – Voy a llevarlo a la mansión, allí lo verá el doctor. ¿Tú estás bien? – yo solo asiento con mi cabeza – Que alguien acompañe a Amira a la mansión – dice cuando yo suelto a Kilian, sentándome en el piso. Veo como tío Einar toma a Kilian en sus brazos y yo reacciono rápidamente, levantándome de mi lugar, para comenzar a correr detrás de ellos dos, siento los pasos de algunos de los guardias corriendo detrás de mí.
-¡Oh por la Diosa! ¿Qué pasó? – pregunta tía Aitana, comenzando a subir las escaleras detrás de mí. Todos nos dirigimos al cuarto de Kilian, dónde tío Einar lo deposita en su cama, yo enseguida tomo una de las remeras de Kilian y comienzo a hacer presión en la herida de su tórax.
-Amira, cariño – intenta hablarme tío Einar, pero yo solo tengo ojos para ver la horrible herida que tiene Kilian, solo quiero que se cure y abra sus hermosos ojos – No sé bien que pasó, pero parece que los atacaron dos vampiros, cuando llegué una ya estaba muerta y el otro estaba casi muerto – le explica tío Einar a su familia.
-¿Qué sucedió? – escucho la voz de tía Aila, pero no me giro a verla.
-Dos vampiros los atacaron – vuelve a explicar tío Einar.
-Amira, cariño, déjame ver – me pide tía Aila, yo desvío mis ojos de Kilian para verla, ella lleva sus manos hacia las mía y las intenta apartar, pero yo no me muevo.
-Ami, pequeña, deja que Aila lo cure – me dice tío Einar suavemente mientras me rodea mis hombros con uno de sus brazos y me aparta suavemente de Kilian, por más que no quiero alejarme de él, dejo que tío Einar mueva mi cuerpo.
-¿Esa sangre es tuya? – me pregunta Kenneth, pero no le respondo, solo miro lo que tía Aila le hace a Kilian.
-Ami, cariño, ¿estás herida? – escucho que me pregunta tío Einar.
-Papá, ¿por qué no habla? – escucho el miedo en la voz de Katia, y quiero decirles que estoy bien, pero no puedo, solo quiero que Kilian me diga que todo va a estar bien.
-Debe estar en shock. Vamos a llevarla a su habitación, allí haremos que la revisen – dice tía Aitana.
-No – susurro y desvío mis ojos de Kilian para mirarla, ella me sostiene la mirada por unos segundos y asiente con su cabeza.
-Está bien, no nos iremos de acá, pero necesito que me digas si estás herida.
-Solo el brazo – susurro y vuelvo mi mirada hacia Kilian, noto como alguien me toma el brazo para examinarlo, pero dejo de prestar atención.
-La herida es profunda y no para de sangrar – escucho el miedo en la voz de tío Einar.
-Buenas tardes Alfa, Luna – otra voz que no conozco se hace escuchar.
-Doctor, encárguese de Amira, yo acá tengo todo bajo control – asegura tía Aila.
Vuelven a intentar llevarme a mi habitación, pero yo me niego, no quiero dejarlo solo, él me salvó, realmente lo hizo y ahora yo voy a cuidar de él, como él cuidó de mí. Por eso es por lo que me sientan en un sillón y el doctor después de limpiar y examinar la herida, decide suturarme, diez puntos en el brazo, internamente reniego, porque si ya me hubiera transformado, ésta herida estaría cerrada hace rato y no perderían el tiempo conmigo. El doctor les da algunas indicaciones a mis tíos, indicaciones que yo no escucho y se retira. Al mismo tiempo que tía Aila se separa de Kilian y camina hacia mis tíos, ahora si presto atención a lo que sea que va a decir.
-Las heridas son profundas, pero no dañó ningún órgano, van a demorar en sanar porque las hizo un vampiro, pero va a estar bien. Tiene un par de costillas fracturadas que seguramente mañana ya estén sanas. Se debe haber desmayado por el cansancio, el dolor y la pérdida de sangre, pero va a estar bien – siento como si me sacaran 50 kilos de encima, ahora puedo respirar casi con normalidad.
-Gracias Aila – tía Aitana la abraza y se acerca a Kilian – chicos ¿podrían traer agua y toallas? Vamos a lavarlo – les pide a mis primos y ellos enseguida abandonan la habitación – Ami, pequeña – yo la miro por unos segundos – tú también tienes que higienizarte, estás llena de sangre.
-Cuando Kilian se despierte – casi no reconozco mi tono de voz, nunca le hablé a nadie así, es firme y no da lugar a réplicas. Tía Aitana mira a quienes están en la habitación, y el silencio se hace presente, hasta que suspira y asiente con su cabeza.
Al final, cuando los chicos llegaron con agua y toallas para higienizar a Kilian, entre todos me convencieron de que me duche rápidamente en el baño de él, y eso fue lo que hice, al salir me puse una de sus remeras y volví al sillón donde antes estaba sentada, que ahora está a un lado de la cama de Kilian.
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Hola holaaaa, vengo con otro capítulo.
Sé que quieren que suba más seguido, pero no quiero ponerme en ese compromiso y luego no poder subirles por una semana o más. Espero que me entiendan, para los que no saben, estoy en mi último año de la carrera de medicina, entonces estoy con guardias, yendo al hospital todos los días y tengo muy escaso tiempo para escribir, por lo que me da miedo subirles los capítulos adelantados que tengo y después fallarles a la próxima semana.
En fin, intentaré escribir más para poder subir otro capítulo, pero no prometo nada.
¡Nos leemos prontito!