Este es un libro que voy a traducir para ustedes, yo NO soy la autora. Todos los derechos a @thefreakoffreaks. Por si te lo preguntas... @thefreakoffreaks me dio permiso como la única traductora de su obra el día 21/02/2014
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LEA'S POV
-Ahora, si nos disculpas River, tenemos que hablar con nuestra hija en privado.- Mi papá le dice a River, antes de mirarme y hacer un gesto con la cabeza apuntando las escaleras.
Oh maldito infierno.
No ahora, no podemos hablar ahora. Mis padres no pueden arruinarme el día después de todo lo que ha pasado; ellos no pueden. Si solo fueran un poco menos sobreprotectores, mi vida sería perfecta en este momento.
Un hermoso y mágico chico al que nunca pensé gustarle, me dijo lo contrario, que le gusto. Y ahora, mis padres pueden arruinarme mi estado de ánimo con su "charla en privado"
Con la cabeza inclinada mirando al suelo, sigo a mis padres, irritada. Este ha sido un día perfecto, y no quiero que destruyan eso. Aun subiendo la escalera, miro hacia atrás y veo como River y Brenda entran a la sala, la puerta se cierra detrás de ellos.
Vuelvo la cabeza al frente y miro el suelo de la escalera. Una vez que llegamos a la segunda planta, en vez de que mis padres caminen hacia mi habitación, se dirigen a la suya. Arrastro los pies dirigiéndome a una parte en la que no había estado.
He vivido aquí durante casi un mes, y todavía n he visto toda la casa. Después de un momento de silencio en el que solo se oía el golpe que hacían las suelas de nuestros zapatos contra el suelo, nos detenemos delante de una gran puerta. La puerta es de madera blanca, tiene flores y pájaros que cubren toda esta.
Mi padre gira el pomo de bronce que hay en la puerta (bueno, nunca se sabe, podría ser de oro. No me sorprendería que lo fuera), y abre la puerta. La maravillosa puerta es abierta y mis ojos vagan a través de la hermosa y glamurosa habitación.
-¿Esta es su habitación?- Pregunto, mi boca se abre, estoy en shock.
Mi madre pasa, y yo hago lo mismo. Los tres nos acercamos a la zona de estar, que está ubicada frente a la cama king size. En la zona de estar, hay tres sofás, acomodados alrededor de una pequeña mesa hecha de caoba. Por debajo de los sofás hay una hermosa alfombra de color dorado.
-Sí.- Responde mi padre, sentándose en el sofá grande.
Hace un gesto con la mano para que me siente frente a él. –Siéntate.- Dice.
Hago lo que me dice, y pienso en el problema que tengo con mis muy excesivamente protectores padres. Mi madre se sienta a mi lado y cruza su pierna sobre la otra.
Casi nunca tenemos "reuniones serias" como esta, pero cuando las tenemos, es porque tenemos que hablar sobre algún tema muy importante, o porque saben que estoy hasta el cuello de mierda.
En vez de seguir contemplando la elegancia de esta habitación, miro a mi padre y espero que comience a derramar todas las palabras que quiera.
-Lea.- Comienza, suspirando por la nariz. –Te dije que habría reglas si nos quedábamos aquí y te las dije. Te dije que quería que tuvieras tu mejor comportamiento posible.- Dice seriamente, provocando que tiemble muy ligeramente.
-Papá...- Lamento, pero el levanta las manos y hace un gesto como diciendo que me detenga.
-Déjame hablar, por favor.- Él dice, antes de poner sus manos sobre su regazo.
-Tú sabes que tienes una hora límite para llegar a casa, y eso no es nuevo. Sabes que no puedes estar fuera por más allá de cierto tiempo.- Y continúa, -Es un mundo inseguro y no quiero que estés hasta tales horas fuera de la casa.-
-Papá ¡Estaba a salvo! Solo estaba con River y sus amigos.- Tomo represalias.
Esto es tan injusto.
Entiendo que, siendo mis padres, quieren protegerme. Pero algunas veces deben de enfriar sus diablos.
-Y hay otro tema del que quiero hablar y creo yo, que es el problema.- Mi padre asiente y entrecierra los ojos. –River Parker.-
Tan pronto como dice su nombre, trago. Sé exactamente qué es lo que viene ahora, y no hay manera de que pueda detenerlo.
-Pensé que todos estábamos de acuerdo en que no tendrías ningún tipo de distracciones durante esta etapa de tu vida, en la que presentas tus exámenes para entrar a la Universidad.- Mi padre dice, lamiéndose los labios.
-¿Qué quieres decir? ¿Qué tipo de distracciones?- Me hago la tonta.
De ninguna jodida manera permitiré que mi padre piense que River es algún tipo de distracción. Mi padre siempre ha admirado la manera en que trato a los chicos –simplemente los evito a toda costa- y no voy a dejar que piense que mi vida está siendo dictada por un chico.
Porque no lo es. Mi vida no está siendo dictada por River Parker.
Sí, claro que lo es.
No. No lo es...
-River Parker, es tu mayor distracción.- Mi papa habla y dice aquello como si fuera lo obvio.
Intentando ocultar mis sentimientos, pongo los ojos en blanco, dándole a entender que lo que acaba de decir es lo más estúpido que he escuchado en mi vida. –Papá, por favor.- Suspiro, queriendo evitar el tema a cualquier precio.
-Mis reglas siempre van a ser las mismas, nunca van a cambiar. La temporada de exámenes se acerca Lea, y no tienes permitido salir, ya lo sabes.- Él dice, y algo muere dentro de mí.
Ah, sí. Mi padre y yo hicimos un trato: "no-salir" consta en que no puedo salir en la temporada de exámenes.
Antes, ese acuerdo no significaba nada para mí, porque los chicos no existían en mi vida. Sin embargo, ahora siento como se quema mi interior al recordar ese pacto que hice, porque creo, que solo tal vez, River y yo pudimos tener la oportunidad de salir. Puede que él me quiere invitar a salir, tal vez.
¿A quién estoy engañando?
Incluso si River me invitara a salir, yo sería demasiado cobarde como para aceptar.
-Papá, River y yo no estamos saliendo.- Me apresuro a decirle.
Sus ojos miran los míos durante un largo tiempo, comprobando que este diciendo la verdad. Espero diez segundos y al ver que no piensa decir palabra alguna, hablo en su lugar, tratando de tranquilizarlo.
-Solo somos amigos, papá.- Afirmo –y es verdad, solo somos amigos, creo.
Sin embargo, una parte de mí, desea que seamos mucho más que amigos.
-Bueno, bueno.- Él dice, vacilante –tratando de creerme.
Mis padres y yo nos quedamos sentados en silencio por un par de minutos, los ojos de mi papá están conectados con los de mi mamá, y están "comunicándose a través del lenguaje corporal". Mientras tanto, miro intensamente el piso de la habitación, contando los cuadros que hay debajo de la alfombra.
Mis manos juegan con el dobladillo de mi camiseta, envuelvo y desenvuelvo el material alrededor de mis dedos. Esta vez se trata de una camiseta de My Chemical Romance que Marissa compro cuando estaba en su etapa gótica. Obviamente, ella me dio la ropa que ya no quiere, no es que me queje.
Gracias a Dios ya no tengo que usar la ropa de Georgia, de lo contrario, ella me podría estrangular.
-Bueno, bueno, Lea te puedes ir ahora. Duerme un poco, mañana hay escuela.- Mi madre me recuerda, empujándose a sí misma fuera del sofá.
Siguiendo su ejemplo, me levanto de mi asiento y camino alrededor de la mesa de centro y en dirección a mi padre. Doblo ligeramente, y paso mi mano por su cabello juguetonamente.
-Papá, gracias por ser un buen padre.- Le digo, antes de dejar caer mi mano.
Él se ríe, agita la cabeza y en su cutis aparece una gran sonrisa. –Buenas noches, querida.- Dice.
-Buenas noches.- Le devuelvo la sonrisa, luego me giro hacia mi madre, que se encuentra acomodando las almohadas que hay sobre la cama. –Buenas noches.- Le digo, alejándome de mi padre y caminado hacia la puerta.
-Buenas noches, cariño.- Ella me lanza una rápida sonrisa, antes de continuar con su trabajo.
Satisfecha de que esta reunión familiar ha terminado antes de lo que esperaba, alcanzo el pomo de la puerta, y tiro de este hacia abajo. Abro la puerta y salgo de la habitación.
Sin embargo, mis ojos se abren cuando casi choco con otra persona. Y esta persona es River. Obviamente él estaba espiando, lo vi cuando retrocedió, probablemente tenía su oreja pegada en la puerta de madera.
Tranquilo, River, tranquilo.
Con los ojos muy abiertos, lo miro, y él me mira con los ojos igual de abiertos, solo que también me mira con culpabilidad –él sabe que ha sido atrapado. Rápidamente, tiro de la puerta y la cierro detrás de mí, por ningún motivo mis padres pueden saber que River ha oído probablemente, la mayor parte de nuestra conversación.
Una vez que la puerta está bien sellada sobre su marco, mis ojos se vuelven a River, estoy confundida y sorprendida.
-¿Estabas espiándonos?- Le susurro, entrecerrando los ojos.
-No, sí, tal vez, sí, no lo sé.- Tose ligeramente. –Depende de cual sea la definición de "espiándonos"-
Avergonzado, se rasca la parte posterior de su cabeza.
-¿Estabas escuchando la conversación que tuve con mi familia?- Pregunto, y una sonrisa tira de las comisuras de mis labios.
-¡Shh!- Él dice, toma mi mano y me arrastra lejos de la habitación de mis padres. -¿Quieres que tu padre patee mi culo?-
-Mi papá no va a patear tu culo, River.- Le digo, rodando mis ojos –los latidos de mi corazón se incrementaron al sentir el tacto la suave mano de River.
-Bueno, eso es lo que pasara si se entera.- River habla y pasa una mano por su rostro.
-¿Así que estabas escuchando, verdad?-
-No.- Él responde sin rodeos.
-Sí, si estabas escuchando.-
-No, yo no estaba escuchando.-
-Sí, tú lo estabas haciendo.-
-Creo que es hora de que ustedes dos, pájaros del amor, se vayan a dormir.-
River y yo saltamos sobre nuestros lugares al escuchar una voz familiar, que pronto descubro pertenece a Brenda. Ella nos mira con las cejas elevadas, y con una sonrisa descarada plasmada sobre su rostro.
-Mamá.- River suspira, y la mira abriendo sus ojos más de lo normal, claramente avergonzado.
Echo un vistazo a River y Brenda, una carcajada espera ser liberada, pero solo sonrió. Brenda me mira y su sonrisa se amplia.
-¿Qué?- Brenda le responde a River, haciéndole mirada de cachorro abandonado, viéndose demasiado inocente.
River aprieta la mandíbula, antes de que vuelva a centrar su atención en mí.
-Buenas noches.- Dice en voz baja, aun esta avergonzado. Antes de que pueda responderle, él camina por el pasillo, junto a su madre.
Brenda sigue sonriendo, como si existiera alguna broma que solo conocen ellos.
¿De que hablaron cuando entraron en la sala?
Brenda y yo observamos como desaparece por el pasillo, y luego, cuando se ha ido, ella se vuelve hacia mí. Con sus manos detrás de su espalda, ella se inclina hacia mí. Una vez que está a unas cuantas pulgadas de distancia, veo sus ojos, se ve ansiosa y veo un poco de gracia en ellos.
-Debo decir,- Ella comienza, lamiéndose los labios. –Que eres una chica hermosa, inteligente y muy buena persona, y le doy gracias a Dios por eso.- Brenda continúa y una sonrisa se forma en su rostro.
-Pero.- Al decir aquello su cabeza se inclina un poco. –También debo decirte que,- Traga. –Si le haces daño a River, él seguirá siendo mi hijo, pero no estaré muy feliz con eso.- Una expresión seria remplaza la sonrisa amable que me regalaba hace un momento, y aunque me mira muy severamente, no me molesta o me hace sentir incomoda.
-Y, si él hace cualquier cosa para hacerte daño, estaré profundamente disgustada, y él ya sabe eso.- Brenda acaba y respira profundamente.
Sin llegar a hablar en algún momento, yo solo asiento con la cabeza comprensivamente –sin importarme la constante e incómoda sensación que tengo porque acabo de hablar con mi familia.
Quiero decirle a Brenda que tengo un acuerdo con mi padre sobe no salir cuando este en exámenes, pero no lo hago. Y no sé porque no lo hago.
Después de asentir por un momento, desaparece la mirada de seriedad con la que me veía Brenda y me sonríe amistosamente.
-Sé que no le harás daño.- Sonríe de todo corazón.
Sonrío de nuevo.
-Vamos, te acompaño a tu habitación.- Ella dice, saca sus manos y las frota. –Oh Lea, no tienes idea de lo mucho que amo dormir.- Ella me dice y me es imposible el no reír.
Después de compartir un abrazo con Brenda, nos separamos y seguimos nuestro camino hacia la habitación. Nunca me ha gustado tanto la mamá de otra persona como me gusta Brenda.
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DianaIssabel