Caminos a Ti.

Oleh Kaos_Salv

290K 27.7K 19.4K

Madison sentía que su vida era bastante común y corriente, al menos, hasta el día en que su novio decide term... Lebih Banyak

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28

Capítulo 6

9.9K 1K 357
Oleh Kaos_Salv

NOAH.

Aunque hubiera deseado poder seguir conociendo a Madison, Hunter me llamó esa noche por una emergencia. La emergencia es que le había ido mal en su cita. Normalmente le hubiera dicho que lo viéramos por la mañana, pero él llamó. Él nunca llama. Busqué a Julie para comentarle rápidamente lo que había pasado y me fui, Hunter no estaba demasiado lejos y llegó en su moto.

—Lamento molestarte. —Él me entregó el casco extra que llevaba.

—Lo considero como devolver la mano luego de todo lo de Carrie. —Subí con algo de incomodidad por mi falda y abracé su cuerpo, mi mayor miedo era caerme.

—¿Quieres ir a dar una vuelta?

—No tengo muchas más opciones. —Lo molesté antes de que él partiera, abracé su cuerpo con más fuerza.

Él no era un loco que iba a toda velocidad, menos cuando íbamos los dos, estuvimos un rato recorriendo la ciudad, luego de un rato lo disfrutabas bastante. Aunque nunca me atrevería a manejar una motocicleta. Eso también parecía ser relajante para Hunter, pero sólo me pedía acompañarlo cuando no quería estar solo con sus pensamientos. Al llegar a nuestro edificio subimos hasta mi departamento y él se quitó su casco arreglando su cabello, yo lo imité, siempre el casco me dejaba un desorden tremendo y nunca podría verme bien como él quitándomelo como si estuviera en un comercial o una película.

—¿Quieres una taza de té? —Pregunté cuando se sentó en el sofá, pero asumí que era un no cuando llevó sus manos a su cara. Él estaba llorando.

Hunter fue al primer hombre que vi llorar sin miedo a que lo vieran.

—No lo entiendo, Noah. ¿Hay algo mal en mí? —Me senté a su lado y posé mi mano en su espalda. —Estoy cansado.

—¿Puedes decirme qué paso?

—Lo de siempre, salí con esta chica, pero cuando intentó besarme escapé. No es que no me gustara, pero no me causaba un interés hacerlo. —Él limpió sus ojos. —No puedo hacerlo, casi nunca puedo hacerlo. Desde que terminé con Zoey hace dos años no puedo hacerlo. Te juro que lo intento.

—No tienes que forzarte, son cosas que pueden pasar. Tú la amabas.

—Pero ya no lo hago. Estoy seguro de eso, sólo la recuerdo cuando me pasan estas cosas. Es como si nadie más me causara interés, pero no es eso, porque las chicas son lindas y agradables, pero cada vez que intentan algo más siempre escapo porque no lo siento correcto. —Por mucho tiempo pensé que Hunter en realidad era gay, no era el estereotipo de un chico heterosexual que se veía como él, pero no era eso. —Empiezo a confirmar que hay algo raro en mí.

—Todos somos diferentes, Hunter.

—No lo entiendes, Noah. Crecí en un mundo en donde siempre me dijeron cómo tenían que ser los hombres, incluso como debíamos pensar, sobre todo de las mujeres. Si bien mi madre y mis hermanas siempre me enseñaron a no seguir completamente eso, el no hacerlo, me hace sentir diferente. Pero para mi ser diferente no es algo bueno. No quiero ser así. No quiero sentirme así. —Sus lágrimas volvieron a salir. —Como odio esto. Sé que quizás no es un gran problema, pero llevarlo por tanto tiempo me hace sentir estancado.

—Hunter, creo que te estas culpando demasiado por algo que no puedes controlar. Hay que entender que existen cosas en nuestras vidas que simplemente no podemos controlar, la gente cree que cuando se trata de ti es algo que puedes controlar porque tomas tus propias decisiones, pero es una gran mentira. Ambos sabemos que no es así, hay cosas que simplemente van más allá de nuestro poder y no está mal sentirte triste por eso, por el contrario, parece lo más lógico como reacción. Pero no dejes que eso te detenga, quizás ahora no funcionó, pero quizás la próxima vez sí. Y si nunca funciona, sabes que eso en realidad es más común de lo que alguien podría imaginarse. No por ser un hombre tienes que regirte por lo que esperan de ti, creo que en el momento que aprendiste a tejer dejaste de guiarte por eso, ¿no?

—Tejer no tiene nada que ver con esto.

—¿Después de todo lo que te dije fue con lo único que te quedaste?

—Más o menos. —Él soltó una pequeña risa. —Mentira, si te escuché. Es sólo que me alegra que seas tan rara como yo para entenderme, es difícil hablar de estas cosas. Es como si todo el mundo quisiera su historia de amor y yo me siento tan lejano a eso, no me gusta estar fuera del sistema.

—No todo el mundo quiere su historia de amor.

—¡¿Qué paso?! —Julie abrió la puerta rápidamente. —Escapé de la fiesta antes de atraparme más en la conversación con la amiga de Charles, vine lo más rápido que pude. —Ella se sentó al otro lado de Hunter y lo abrazó. —¿Esa chica te hizo algo?

—Julie, me siento invadido.

—No me importa, cuéntale todo a Julie. —Sonreí. Ella era la mejor amiga que podríamos tener, me levanté para ir a la cocina y preparar un poco de té.

Las palabras de Hunter volvieron a mi cabeza, pese a que le dije todo eso, yo a veces, casi siempre, pensaba como Hunter. Era difícil sentirte y ser diferente, por mucho que trataran de promover esa aceptación, eso muchas veces solo te hacía tener una presión de tener que quererte pese a ser diferente. Ser diferente no era algo cool, era algo que muchas veces te hacía sufrir y cuando sabías que era algo que nunca podrías cambiar para tratar de encajar a veces se sentía como una cadena perpetua a mantener un sufrimiento silencioso. Entendía a Hunter, yo también odiaba no tener el control sobre las cosas y, ante todo, odiaba pensar que nunca podría encontrar un amor correcto a causa de ello.

Luego de una charla con Julie, Hunter parecía sentirse mejor, pero nos pidió dormir en nuestro sofá. No era la primera vez que teníamos una conversación como esta, era algo que ya había pasado antes con él. A veces me sentía mal por mentirle y darle esperanzas sobre como las cosas mejorarían cuando yo misma pensaba que mi vida siempre sería igual, pese a que me pasaran buenas cosas, sabía que siempre me sentiría mal.

Cuando pasaron los días tenia la esperanza de tener alguna noticia de Madison, pero eso no llegó, ella no me habló y lo que parecía ser una interacción común como seguirnos en Instagram, no pasó. Quizás ella no estaba lo suficientemente interesada en mi y yo no quería insistir. Entendía que probablemente tenia muchas cosas en su cabeza como para darse cuenta de que yo estaba interesada en ella.

Mi vida volvió a la normalidad, trataba de no pensar en la pelirroja y la verdad es que era muy buena evitando cosas y acumulándolas en un lugar oscuro de mi cerebro. Quería pensar que las cosas serían mejor así.

Con Julie volvimos a nuestra rutina habitual, aunque un día me dijo que no podría ir al gimnasio porque tenía otro compromiso, cuando traté de investigar de qué compromiso hablaba lo evitó a toda costa. Luego le sacaría información, no es como si pudiera escapar porque vivíamos en el mismo lugar, era muy buena invadiendo su habitación hasta que me lo confesara.

—¿Noah? —Me detuve al escuchar mi nombre, no quise girarme porque yo nunca olvidaría esa voz. —Si eres tú, dios casi no te reconozco. Tu cabello ha crecido bastante desde la última vez que nos vimos. —Miré a la castaña que me sonreía, cómo se atrevía a hacer eso luego de todo.

—Hola, Carrie. Regresaste.

—Volví por unos días para algunas fotos, no pensé que una de las primeras personas que vería serias tu. —Traté de apartar la mirada. —Te ves mejor, Noah.

—No es gracias a ti, claramente. —Con toda mi fuerza de voluntad volví a tomar mi camino. Tenía que escapar de ella.

—Noah, me alegra poder encontrarte. —Ella me alcanzo siguiendo mis pasos. —Necesitaba hablar contigo.

—Podías mandar un mensaje.

—Me tienes bloqueada.

—Creo que eso es una respuesta clara a todo mensaje, Carrie.

—Noah, solo dame un momento. —Ella tomó mi brazo con cuidado para detenerme. —Solo necesito unos minutos de tu tiempo.

—No es el momento.

—¿Podemos vernos luego? —Hice una mueca. —Sé que no estaba dentro de tus planes volverme a ver, pero en serio creo que nos debemos una conversación.

—Creo que ya dijiste mucho la ultima vez.

—Noah. —Mire sus ojos cafés que me miraban directamente. —Por favor.

—No tiene sentido volver a hablar las cosas.

—Solo dame unos minutos. Luego de eso no volveré a molestarte si no lo quieres. —Miré mi reloj, esto podría desconfigurar completamente mi rutina. Debía estar en el gimnasio en 10 minutos para mantener mis horarios. —Yo te invito una limonada.

—Solo unos minutos. —Terminé aceptando, caminamos hasta una cafetería que estaba algunas calles más abajo, al menos seguía estando cerca del gimnasio. Unos minutos podría recuperarlos luego. Miré a Carrie quien compraba su café y mi limonada, ella se veía tal cual como el día en que me dejo y eso me hizo sentir mal, para ella nada había cambiado probablemente.

—Una de las chicas de la agencia me dijeron que este es un buen café. —Tomé la limonada que me extendió y ella tomó asiento frente a mí. —Aunque hubiera preferido ir al que solíamos visitar antes, ¿Cómo era que se llamaba?

—Estas perdiendo tus minutos, Carrie. —Ella me miró.

—Era en serio lo de unos minutos. —Asentí. —Bien, entonces seré directa. Quiero pedirte perdón por lo que pasó. Sé que probablemente no merezca tu perdón, pero quiero decirte que lamento las cosas que dije ese día. Hable desde la rabia.

—¿Y qué cambio?

—He pensado las cosas más fríamente, créeme que no hay ni un solo día que no me arrepienta de haber terminado contigo. Vivir en Londres no ha sido de lo mejor, mucho menos al saber que estamos a esta distancia. Cuando me dijeron que me iría a Londres siempre pesé que llegaría allá contigo. —Ella trató de tomar mi mano, pero la aparté rápidamente. —Lo siento, Noah.

—¿Por qué ahora?, ¿por qué apareces luego de meses para decírmelo?, he estado cada maldito día pensando en eso y torturando mi mente. No puedes simplemente aparecerte literalmente en mi camino y decirme todo esto. No es justo.

—Perdón por mi egoísmo. —Carrie tenía esa mirada triste en su cara. —Pero yo también pienso mucho en eso, pensé que estar lejos sería lo mejor para nosotras.

Seguía en mi cama pensando si llamar o no a Carrie, ella estaba trabajando aún en la sesión de fotos para una marca de perfumes, no quería arruinar su momento, quizás podría mandarle un mensaje para saber cómo seguía luego de que discutiéramos por lo mismo de siempre: nuestros tiempos. Para ella era difícil entender el hecho de que trabajara tanto, pero es que necesitaba mantenerme en el medio para seguir creciendo, últimamente me ha ido muy bien y algunas marcas habían empezado a llamarme para trabajar con ellas. Todo parecía ir bien, laboralmente hablando. Cuando no estaba en el trabajo, estaba con Carrie, incluso acompañándola en algunos de sus trabajos como modelo, pero había días que simplemente no quería salir de la cama.

Ese día me había preguntado si podía llevarla al lugar de las fotos, pero ni siquiera le respondí. Buscaba, intentaba y rogaba por tratar de mantener mi atención en ella.

Pero no era fácil.

No me era fácil vivir así.

Pensé que hablarle sería peor, pero ciertamente eso fue suficiente para Carrie. Por la noche ella llegó a mi casa, Julie no estaba ahí pues decidió visitar la casa de su madre, estábamos solas en el salón en un silencio incomodo.

—Carrie, yo...

—Creo que deberíamos terminar. —Soltó. —Noah, te juro que he tratado, pero no puedo seguir así.

—Carrie, si es sobre el tema de los tiempos, podemos encontrar alguna alternativa. Puedo dejar de trabajar un día si es lo que necesitas.

—No es solo sobre eso, últimamente no pareces tú. —Ella tomó mis manos entre las suyas. —Noah, ya no quieres salir de tu habitación. No quieres ir a comer, e incluso cuando te pregunto si quieres que te traiga comida te niegas porque quieres estar sola. Y si quieres estar sola, lo entiendo. Pero si no me lo dices directamente no puedo seguir fingiendo que estoy bien con todo esto.

Yo no quería estar sola.

—Carrie, sabes que esto es difícil también para mí. No es como quisiera estar así, ni tampoco es cómo si te quisiera fuera de mi vida. Es sólo que no me he sentido bien.

—¿Has llamado a tu psiquiatra? —Negué. —Te pedí hace dos meses que lo hicieras, pero pareciera que no te interesa hacerlo, Noah.

—Ya mejoraré, sabes que antes de sentirme así estaba bastante bien. Tú misma dijiste que me veía mejor, de seguro son las fechas. Pasó el aniversario de mi padre y no he podido dejar de pensar en eso.

—Yo tampoco. —Ella soltó mis manos. —Noah, no quiero que tomes las mismas decisiones que él. No podría soportarlo y terminar como tu madre.

—¿Qué dijiste?

—No es lo que quise decir.

—¿Crees que las decisiones que tomó fueron fáciles?, ¿crees que no sé como terminó mi madre? —Sentí como mi rabia empezaba a aparecer. —No vuelvas a decir algo como eso Carrie.

—Pues no es como si tenga más opciones para que entiendas que estas mal, Noah. Estás enferma —Esas palabras se repitieron una y otra vez en mi mente por tantos años que el hecho de que ella lo dijera me hizo sentir que era así, yo estaba enferma y no tenía cura. — y no puedo ayudarte si tú misma no quieres hacerlo. Yo no puedo cargar contigo, Noah. Sabes que te amo, eso no ha cambiado, pero ya no puedo. Ahora mismo es difícil para mi amarte.

—Bien, si eso es lo que tu quieres. —Ella se quedó en silencio mirándome por un momento, como si esperara algo más. —Vete, Carrie.

Apenas la castaña tomó sus cosas y se fue de mi departamento supe que no quería estar sola, subí hasta el piso de Hunter y toqué su puerta hasta que abrió. En cuanto lo vi, lo abracé con fuerza. Él y Julie era lo único que tenía, eran las únicas personas que sentí que entendían como me sentía, y que nunca me dejarían. Ellos siempre se habían quedado conmigo, incluso cuando no quería nada con nadie más, ellos siempre se quedaron. El hecho de que Carrie me hubiera dejado me hizo sentir miserable, pero también supe que era el momento de pedir ayuda.

—¿Y ahora ya no? —Le pregunté.

—Te extraño Noah. —Ella volvió a tratar de tomar mis manos y fui débil, dejé que lo hiciera. —Te he visto en redes sociales y pareces mejor, creo que si tú te sientes mejor podríamos hacer funcionar las cosas. —Solté sus manos.

"Si tú te sientes mejor"

Esas palabras hacían eco en mi mente. ¿Ahora que me sentía bien merecía su amor?, si estuviera mal ella no hubiera vuelto. Ella seguiría lejos de mi vida. Sabía que tampoco podía condicionarla a quedarse conmigo, pero yo no quería volver a pasar lo mismo. No quería sentir que era alguien que necesitaba estar bien siempre. Ya era suficiente la presión que tengo yo misma sobre mí.

—Gracias por tus disculpas, Carrie. —La castaña me observó mientras me levantaba. —Pero las cosas están mejor así, para ambas. No estoy lo suficientemente bien como para estar contigo.

—Noah. Sé que me equivoqué en el pasado, pero tú también estabas mal. No me puedes culpar por todas las cosas que pasaron, ahora ambas estamos mejor y yo aún siento cosas por ti, ¿tú no?

—No se trata de eso, y tampoco te culpo por nada. Tengo muy claro los errores que yo también cometí. —Miré sus ojos cafés, no supe que los extrañé tanto hasta que los volví a ver. Lastima que esos ojos ya no eran los que buscaba. —Las cosas serán mejor así.

—No quiero que sigan así.

—Respeté tu decisión de irte, espero respetes mi decisión de no dejar que vuelvas. —Sus ojos tenían una leve capa cristalina.

—Tú no me pediste que me quedara. Tú solo dejaste que me fuera, y ahora vuelves a hacerlo. Como si yo nunca hubiera importado.

—Pensé que era claro que yo no quería que te fueras, ¿qué se supone que te dijera?, eras la que me pidió terminar.

—Que me dijeras que podíamos mejorar las cosas.

—Quizás sabia que nunca mejorarían. —Carrie apartó su mirada. —Gracias por la limonada, Carrie. Espero te vaya bien. —Ella no respondió y yo me fui, sabía que si me quedaba un poco más había dos opciones. Lloraría por querer volver con ella o lloraría por la rabia que sentía de querer volver con ella.

Había llegado más tarde al gimnasio de lo que me hubiera gustado, pero agradecí que no estuviera demasiado lleno. Me subí a la trotadora y empecé a correr. Corrí hasta que mis piernas dolían y mi respiración quemara.

Estaba enferma y nunca me curaría.

Esas palabras eran las que siempre se repetían en mi cabeza, todas las mañanas que tomaba mis pastillas lo recordaba. Cada vez que mi madre me preguntaba cómo estaba sabía por qué lo preguntaba. Cuando Hunter o Julie trataban de mantenerme con estas rutinas eran para mantenerme lo más estable posible. Y cuando Carrie me dejó me dejo más que claro que esa era mi realidad.

Uno de mis mayores miedos siempre fue que nunca me quisieran por cómo era y que eso imposibilitara a las personas a amarme, quizás una de las razones por la cual me sentía tan cómoda en las redes sociales era porque me permitía fingir algo que no era. O por lo menos que no era la mayor parte del tiempo. Cada persona que dejaba buenos comentarios me hacía pensar que eso no pasaría, que quizás si me mantenía con la imagen que daba en redes sociales la gente me podría querer. Era como si necesitara esa aprobación, por mucho que intentase que no fuera así, esa era mi realidad. Por mucho que intentara hablarlo con mi terapeuta, no cambiaba. Yo no cambiaría por mucho que lo intentara.

Estaba condenada de por vida.

El evento con Carrie me había desestabilizado más de lo que me hubiera gustado, no le dije a Julie ni a Hunter lo que había pasado, creí que no era necesario hacerlo, incluso ello podía provocar más problemas. Eran capaz de ir a buscar a Carrie para gritarle todo lo que yo me guardaba, bueno Julie sería capaz, Hunter probablemente solo verificaría que la mantenga bloqueada y buscaría cada cuenta secundaria que pudiera tener para tenerla lejos de mí.

Pero descubrí que Carrie no era el problema, el problema era yo. Era yo porque Carrie sólo me hizo recordar el hecho de que yo era difícil de amar y no podía culparla por pensar así, yo siempre había pensado así antes de que ella llegara a mi vida. 

Pase semanas enfocada en mi trabajo y tratando de mantener mi rutina, quería demostrar que podía estar bien incluso cuando había pasado lo de Carrie, quería comprobarme a mi misma que quizás podría manejar mejor las cosas. Quería aprovechar la energía que tenía para tratar de mantener y sentirme útil. Las cosas en mi vida parecían no cambiar, eso era algo bueno, ¿no?

Aunque por las noches me costaba dormir. Yo amaba dormir.

Aunque había perdido el apetito. Me encantaba la comida.

Aunque había empezado a salir más con Hunter con la excusa de que quería que él no sintiera mal por lo que pasaba por su cabeza, o que incluso le preguntaba a Julie si tenía ganas de ir a bailar. Yo detestaba salir.

Luego de que Julie me volviera a rechazar porque tenía que trabajar, convencí a Hunter de ir a beber algo. Aunque él no bebiera por conducir, pero al menos aceptó acompañarme.

—Es raro que quieras beber. —Dijo mientras tomaba su refresco a mi lado en la barra.

—Hay descuentos porque juega el Manchester, no sé cuál de los dos, pero uno. Pensé que te gustaría venir a verlo, te gusta el futbol, ¿no?

—Me gusta verlo en mi casa.

—Te hará bien tomar un poco de aire fresco, ¿además no querías algo de testosterona a tu alrededor?

—Si estas intentando hacerme salir más por lo que hablamos hace casi dos meses puedo decirte que ya me siento mejor. No sigas intentándolo, no es necesario. —Le sonreí.

—Bueno, pero hace mucho no salíamos juntos.

—A tomar algo.

—Si, no hace mal un poco de alcohol de vez en cuando. Es solo recreativo y es una cerveza.

—No deberías beber con tus medicamentos, hacen que un trago se sienta el triple más fuerte.

—No te preocupes, lo tengo bajo control, mamá. —Él me dio una mala mirada.

—Bien, puedes hacer lo que quieras, sólo te lo comentaba. Es algo raro.

—El verano esta fuerte, una cerveza refresca todo.

—Estamos de noche, deja de justificarlo y solo bebe tu cerveza, luego te pediré agua. —Asentí y él volvió a mirar la pantalla. Miré el vaso de cerveza viendo las burbujas subir, nunca entendí bien por qué a la gente le gustaba, la mayoría de las veces sabía horrible, pero quería sentirme como el resto del mundo. Parecía que cuando la gente bebía trataba de olvidar cosas, y ahora podía pasar un buen rato con mi amigo.

Estaba bien.

Estaba bien, ¿no?

Disfrute de ver a Hunter reaccionar con el partido, yo apenas entendía de estas cosas, pero la verdad es que si me sirvió para relajarme. Cuando anotaron un gol y vi a todo el mundo gritar, lo hice con ellos, me pareció algo hasta terapéutico. Aunque Hunter no notó cuando pedí otra cerveza cuando fue al baño, ciertamente beber y tomar medicamentos era una mala idea, lo había olvidado.

—¿Estás segura de que quieres irte en la moto?, podemos pedir un taxi para ti. —El pelinegro preguntó mirándome mientras me ponía el casco. Él si terminó atrapándome cuando mi lengua se sintió un poco más pesada.

—Solo estoy un poco ebria, pero estoy lo suficientemente bien para irnos. Solo estamos a unos minutos de casa, eso es lo bueno de vivir en el centro de la ciudad. —Hunter se acercó para acomodar mi casco y asegurarlo.

—Nos iremos lento, si te sientes mal dímelo. —Asentí. Cuando subimos a la moto abracé su cuerpo y sentí como posó sus manos sobre las mías. —Noah, ¿estás segura de estar bien?

—Te dije que estoy bien, se me pasará.

—Claro. —Sabía que su pregunta iba más allá de eso, pero lo ignoré. Sus manos se fueron al manubrio y yo miré los edificios pasar, íbamos lento.

Pensar en la belleza de la ciudad siempre me había parecido algo tranquilizarlo, pensar que las cosas pese a todo podían verse hermosas cuando le dabas otra perspectiva era algo que Julie en realidad uso como ejemplo para hacerme creer que las cosas podrían mejorar.

Miré la luna por un momento viendo que estaba completa, fue lo ultimo que vi antes de sentir que Hunter movió su motocicleta con brusquedad.

Lo siguiente que supe es que desperté en una cama de hospital y mi cabeza dolía, me sentía algo mareada entre las luces y tuve que cerrar mis ojos un momento por la luz blanca del lugar.

—Dios, por fin despiertas. —Abrí mis ojos y Hunter estaba ahí, llevaba su brazo con un cabestrillo y su ropa estaba sucia.

—¿Por qué me duele todo el cuerpo y por qué estamos en un hospital? —Traté de acomodarme, pero mi cuerpo me dolía.

—Un auto se saltó una luz, pero lo evite a tiempo, nos caímos de la moto y te desmayaste. Pensé que te ibas a morir. —Sus ojos se llenaron de lágrimas. —Dios, pensé que entre tu madre y Julie me matarían, digo, aun lo pienso. Me alegra que en verdad estas bien.

—Tú te ves peor. —Lo acusé.

—Ya me trataron y me dieron medicamentos, estaba preocupado por ti. Somos vecinos de cama.

—Que tortura, es como si buscaran castigarme. —Volví a cerrar mis ojos.

—Si, sobre lo del castigo. Hay policías afuera y quieren hablar con nosotros, tú finge demencia.

—¿Cómo que quieren hablar con nosotros?, dijiste que el otro auto se saltó una luz.

—Bueno, el hombre que iba manejando dijo que en realidad fuimos nosotros.

—¿No hay cámaras?

—Ha pasado una hora, están investigando. Al otro lo tienen en la otra habitación. —Me senté sobre la cama con cuidado, mi brazo ardía izquierdo ardía un poco más y noté que tenía unas vendas.

Cortaron mi linda blusa para hacerme curaciones. Supongo que una cosa por la otra.

—Llamaré a la enfermera para que confirme que estés bien.

—¿Cómo te atendieron tan rápido?

—Al parecer cuando te trae la policía eres prioridad, aunque cuando me puse a llorar porque pensé que tu madre me mataría pensaron que me dolía demasiado, pero estoy acostumbrado a que se me zafe el hombro. Siempre me pasa.

—Eres un salvaje.

—Llamare a la enfermera. —Pensé que se levantaría, pero solo apretó un botón. —Espero fuera ese el botón y no el de emergencias.

—Hablaré con los policías para irnos a casa, es lo único que necesitamos. —Me levanté con cuidado. Se sintió como una corriente pasara en mí, o más bien un rayo que me cayó encima.

Mamá tenía razón cuando me dijo que subirse a una moto era algo de lo que me arrepentiría para siempre.

—Déjame ayudarte.

—Estoy bien. —Vi sus ojos tristes, sabía que se sentía culpable. —Hunter, tranquilo Julie no te matará.

—Pero tu madre sí.

—No fue tu culpa. —Seguí mi difícil camino hasta la puerta en donde dos policías estaban por fuera de la habitación. —Hola. —Ellos me miraron. —Me preguntaba si ya nos podíamos ir a casa, creo que podemos aclarar las cosas por la mañana. Solo quiero volver a mi cama. —Traté de sonreírles, pero hasta eso me dolía.

—Señorita, por favor vuelva a la cama. Aun tenemos que esperar.

—¿Cuánto tendríamos que esperar?

—Hasta que sea necesario. —Uh, no me gustó su actitud.

—Si pudiera decirme en tiempo cuanto es eso se lo agradecería.

—Por favor, vuelva a la cama.

—No entiendo por qué, si la culpa es del auto que se pasó la luz roja.

—Es algo que esta en investigación, necesitamos confirmar quien fue el responsable para levantar cargos.

—Señor, en serio me gustaría volver a mi casa. —Sabía que si no aparecía en una hora más Julie se volvería loca, más aún cuando viera lo que nos pasó. Bien, quizás ella si podía matar a Hunter. Y mi madre me mataría a mí.

—Vuelva a la cama. —Repitió.

—Hunter, dame mi teléfono. —Lo llamé mirando al policía, en realidad se lo pedí porque no me creí capaz de volver a buscar mis cosas. Él se acercó con mi teléfono, lamente ver como su pantalla estaba rota, era nuevo. Pese a eso logré llamar a Madison. —Van a conocer a mi abogada.

—Claro. —El policía de mala actitud parecía divertido. Eso me irritaba más porque él no entendía el dolor que sentía y menos el estrés emocional que provocó en mi volver a llamar a Madison solo para esto. Al final si la llame cuando necesitaba una abogada.

Con Hunter nos tocó esperar a Madison, él fue a su cama pues al parecer los efectos de la adrenalina se habían y su cuerpo le empezó a doler, lo entendía porque también me dolía el cuerpo y la cabeza. Mi diagnostico no fue grave para mi suerte, y la de él, habíamos tenido suerte de que no íbamos a una gran velocidad y los reflejos de mi amigo. Mientras mi madre no se enterase los dos terminaríamos a salvo, solo tendríamos que convencer a Julie que no se lo comentara, ella tampoco era una fan de la motocicleta de Hunter.

—Noah. —Una pelirroja entró a nuestra habitación, ella llevaba un traje y me pregunte como se podía ver tan bien a medianoche.

—Hola, Madison.

—Dios, ¿qué es lo que ha pasado? —Ella se sentó a mi lado y su primera acción fue tomar mi brazo que estaba vendado. —¿Has manejado en estado de ebriedad?

—Nada de eso. —Dije rápidamente. —Hunter manejaba.

—¿En estado de ebriedad?

—No, nadie bebió. Bueno, yo bebí dos cervezas, pero eso no cambia en nada lo que pasó.

—¿Quién es Hunter?

—Yo soy Hunter. —Ella miró a la cortina que estaba entre nosotros y se levantó para moverla mostrando a mi amigo. —Vaya, en serio pensé que no tendría que verte de nuevo.

—Hunter.

—No lo decía de mala manera. —Dijo rápidamente. —No soy un idiota. —Trató de aclararle a la pelirroja que lo miraba.

—Pareces haber terminado peor que Noah.

—Gracias a dios, no habría sabido que hacer si le pasaba algo peor. —Ella nos miró a ambos.

—¿Me pueden decir qué fue lo que pasó? —Ella movió la silla para quedar entre los dos.

—Yo no lo recuerdo mucho. —Fui sincera, ni siquiera estaba prestando atención al momento en que pasó todo. O quizás era la amnesia.

¿Habré perdido la memoria?, o quizás había muerto y todo esto era el cielo. Sería bastante aburrido y desilusionante.

—Un auto se pasó la luz y casi nos impactó, pude mover a tiempo la moto, pero derrapamos.

—¿Les hicieron exámenes toxicológicos? —Él asintió. 

—Solo queremos irnos a casa, Madison. Los policías dicen que nos debemos quedar hasta que puedan dictaminar al responsable. Ni siquiera me interesa demandar al otro imbécil.

—A mí sí. —Hunter aclaró. —Pudimos haber muerto.

—La policía tiene que levantar el informe, es un delito así que independientemente ustedes quieran ser parte demandante, él tendrá que pasar por un juicio. Ustedes tendrán que declarar probablemente, lo que podemos demandar son los costos hospitalarios que necesiten y el arreglo de la moto, y una compensación en el caso de quererla. —Aclaró, debía ser asombroso poder pensar tan rápido en esas cosas. Casi como si le preguntaras a una inteligencia artificial. —En resumen, están en su derecho de demandar y el Estado tiene la obligación de demandarlo también. Ahora, veré la forma de que puedan irse a descansar a casa.

—Muchas gracias. —Hunter soltó un suspiro. —Que suerte tiene Noah, al parecer lo de tener una abogada si sirve de algo. —Tuve que darle una mirada de advertencia a mi amigo.

—Madison. —La llamé cuando se levantó. —Muchas gracias por venir.

—Te debía una. —Ella me sonrió antes de salir a hablar con los policías. Apenas se fue me las arreglé para tirarle una almohada a mi amigo.

—¡Hey, hay un enfermo aquí!

—¿Eres tonto?, ¿cómo se te ocurre decirle esa clase de cosas?

—¿Los medicamentos? —Hizo una mueca. —Solo me pone nervioso, no sé qué debía decirle. Pensé que era un cumplido.

—No, no sonó de esa forma.

—Me disculparé. Ahora lo importante es que tenemos que demandar a ese tipo.

—Acabo de salir de un caso, no me interesa entrar a otro. —Él se levantó con algo de dificultad.

—Pudimos morir por su culpa.

—Lo sé, pero no pasó. No quiero más problemas en mi vida. Tú estas en tu derecho a demandarlo por la moto, pero a mi no me interesa hacer más que las declaraciones a los policías. Quisiera olvidar todo esto. No salimos tan heridos y no sabes qué le pasó al caballero, pudo tener una urgencia.

—Nada justifica lo que pasó.

—Lo sé, pero como te digo, a mí no me interesa.

—No entiendo por qué lo tomas como si hubiera sido tan simple.

—He estado bajo mucho estrés los últimos meses, no sabría cómo manejar más esta situación. —Admití. —Ya escuchaste a Madison, tendrá un juicio de todas formas.

—Bien, lo demandaré yo. —Él parecía enojado, pero no me importó. —¿Qué es lo que te pasa?, has estado rara este ultimo tiempo.

—Nada.

—Te pasa algo.

—Te dije que nada.

—Si algo he aprendido con nuestros años de amistad y el entrenamiento de mis hermanas, es que nunca pasa nada.

—Ya te lo dije, he llevado mucho estrés.

—Pues es lo que también me preocupa, cuando llevas mucho estrés y de pronto quieres salir más seguido no es algo común en ti.

—Quizás solo quiero distraerme, Hunter. No tiene que ser un comportamiento extraño en mí.

—Bien, te daré un voto de confianza. Solo lo decía porque me importas. —Miré sus ojos y sonreí levemente.

Sus palabras me hacían sentir muy diferente a las palabras de Carrie, sabía que él manejaba las cosas con cuidado y que nunca presionaba mucho, pero siempre estaba ahí.

—Ya tienen los videos. —Madison entró con los oficiales y yo miré mal al hombre con el que hablamos para tratar de irnos. —Está todo aclarado, pueden irse y por la mañana deberán ir a la comisaria a confirmar sus declaraciones. ¿No es así, oficiales?

—Si, espero entiendan los protocolos que debemos instruir. —El otro policía habló.

—Bien, nos vamos a casa. —Me moví con cuidado para levantarme, mi cuerpo aun dolía.

—Espera. —Madison se posó frente a mi para detenerme poniendo sus manos sobre mis hombros con cuidado, levanté mi mirada para verla. —Aún tienen que darle el alta y los medicamentos, gestionaré todo. Vuelvan a la cama.

—Pero nos dijeron que estaba todo bien.

—Pero no han firmado el alta. —Me quejé. —Volverán a casa, solo tienes que esperar un rato.

Terminé obedeciendo a Madison, pero era porque mi estado tampoco me permitía escapar o debatir. Cuando el medico llegó nos dio instrucciones de los cuidados que debíamos tener junto a las señales de alerta para volver al hospital en el caso de que nos sintiésemos mal. Unos enfermeros nos llevaron hasta la entrada en unas sillas de rueda, lo cual en verdad agradecí, hizo más fácil las cosas.

—Les pedí un taxi. —La pelirroja estaba junto a un vehículo esperándonos afuera. —Me aseguraré de que lleguen bien a casa.

—Las probabilidades de tener dos accidentes la misma noche deben ser muy difíciles.

—No tientes a la suerte, Hunter. —Le reclamé, con ayuda de los enfermeros pudimos subir al auto.

—¿Dejamos primero a Hunter? —Madison preguntó.

—Vivimos en el mismo edificio. —Ella asintió y le di la dirección al conductor. Quería llegar pronto a casa y esperaba que Julie aun no notara nuestra ausencia.

Cuando llegamos al lugar, Madison nos ayudó a bajar y llegar hasta el elevador, ella era muy amable, hasta me ayudó a mantenerme bien de pie mientras Hunter se apoyaba en la pared del cubículo. Cuando bajamos en mi piso, Hunter bajó con nosotras.

—Me quedaré aquí esta noche, tengo que hablar con Julie. —Comentó. No me parecía una mala idea, por si nuestra amiga nos descubría sería más fácil controlar su reacción.

—Muchas gracias por traernos, Madison. Y por todo.

—Si, muchas gracias, Madison. Has sido muy amable esta noche con nosotros. —Por fin los modales de Hunter volvieron a él.

—Te llamaré por la mañana para que vayamos a la comisaria. —Tuve la intención de invitarla a quedarse por lo tarde que era, pero no me atreví. No sabía cómo tratar a Madison luego de que ella básicamente desapareciera de mi vida.

—¿No quieres quedarte? —Hunter preguntó.

—No, tengo que volver con mi gata. —Dijo cortamente. —Nos vemos por la mañana, Noah. Y Hunter. —Asentí, ella se alejó de mi cuerpo y de pronto sentí algo de frio. No me había dado cuenta lo cálida que era Madison.

—Madison, avísame cuando llegues a casa. —Ella asintió antes de sonreírme.

—Que abogada más amable, y yo pensé que todos eran unos robots. —Hunter comentó apenas ella se marchó y yo abrí la puerta del departamento. —Se preocupa bastante por ti.

—Nos llevamos bien.

—Claro que sí. —Él tenía una sonrisa rara en su rostro. —Ojalá me trataran así, hasta yo buscaría razones para demandar a alguien.

—Creo que el golpe afectó tu cabeza, no entiendo lo que quieres decir.

—Nada. Ahora ve a la cama antes de que Julie despierte. —Él caminó hasta el sofá tirándose sobre este.

—No es necesario, ya estoy despierta. —Como una escena de película, ella salió de su habitación con sus brazos cruzados. —¿Qué mierda les paso?

—Todo lo que diga puede ser usado en nuestra contra. —Mi amigo dijo rápidamente. —Dile a Madison que vuelva, empezará nuestro juicio final. —Rodee mis ojos. 

—Solo un pequeño accidente.

—¿En tu moto?

—No fue nuestra culpa.

—Les dije que esa moto solo nos traería problemas. —Yo empecé a caminar a mi habitación. —¿A dónde vas?

—A dormir, podemos hablar de esto mañana. Solo quiero llegar a mi cama y descansar, mañana tenemos que ir con la policía. —Le aclaré.

—Bien, te llevaré una compresa fría para el moretón que tienes en tu cara.

—¿Y para mí?

—Contigo tendré problemas serios. No pienses que te dejaré descansar esta noche, Hunter.

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

232K 11.2K 66
Anna se muda a Inglaterra para comenzar una nueva vida, va a iniciar su primer semestre en la universidad y en el departamento vecino vive Charlotte...
57K 3.8K 18
Un verano acompañado de un trabajo temporal seria algo que a estas dos uniría. Camil había conseguido por fin un trabajo temporal como niñera en casa...
284K 20.8K 46
Aquella fatídica vez en un húmedo pueblo de la costa caribeña, Luciana pasó un día terrible. Llovía mucho, la asaltaron, la amenazaron con un arma...
34.1M 2.6M 91
Alexandra Carlin, es una chica recién graduada de la universidad, sin éxito en el campo laboral, es contratada por fin como secretaria del presidente...