SIETE:
Matt y su nueva suculenta
había un ambiente inusual en el departamento de los trillizos Sturniolo. el reloj marcaban pasado las doce del mediodía y era sábado. Nick, el mayor ya estuvo despierto desde un poco temprano, organizándose entre las tareas de la universidad, que se traducía en editar fotos para su última entrega de examen final. Christopher o Chris, se había levantado a las once, y a duras penas salió del lugar temblando en su hoodie con dirección hacia el gimnasio. volvió después de una hora y en este momento miraba con curiosidad a su hermano del medio, quién se paseaba por toda la casa con una escoba en la mano.
todo el día se había pasado acomodándo el piso; asegurándose de llevar toda la ropa sucia a la habitación de limpieza, puso todos los vasos en el lavavajillas y hasta prendió un incienso con un olor que no lograba reconocer. uno, era extraño ver a Matt despierto antes de las 12 del mediodía. dos, era aún más extraño verlo limpiar la casa, ya que él se encargaba mayormente de la ropa y actuar de conductor de uber para sus hermanos.
tres... simplemente era un chico raro.
—¿hoy es un día importante?— preguntó de repente Chris. sus hermanos alzaron la cabeza de sus actividades y lo miraron sin entender. —¿mamá y papá vienen hoy, o algo así?
—¿por qué asumes eso?— preguntó Matt.
—porque pareces un maníaco limpiando todo nuestro departamento, hermano.— frunció el ceño viendo como movía una silla de su lugar, para volver a colocarla en el mismo sitio. Matt lo miró sin entender.
—déjalo, Chris.— respondió Nick, masticándo una gomita ácida, pero también mirándolo con rareza. —mejor para nosotros, nos ahorra la limpieza de la semana.— dijo alegremente.
de repente, la mente del trillizo del medio se encendió. —¡ya sé!— exclamó. —hoy tienes una de tus citas aquí.— tienta y se ríe, viendo como el otro gira los ojos. —¿por qué cambiaste de locación? ¿habrá acción después? ¿Nick y yo deberíamos irnos?
—cállate Chris. no es eso.— se queja.—hoy vienen unos amigos, Nick los conoce.— señala y el mencionado frunce las cejas sin entender. —Melody y Colin, los chicos de la cafetería.— explica.
el rostro de Nick se iluminó con felicidad. —¡oh! ¿en serio, los invitaste?— pregunta con emoción. —me cayeron demasiado bien, es genial que vengan.
—sí, al menos deberíamos tener otros amigos que no seamos nosotros mismos.
—nah, yo estoy bien con ustedes chicos.— dice Chris de forma relajada, descansando sus brazos sobre la mesa.
—nosotros no contigo y tu molesto trasero.— molesta el mayor.
antes de que comience una pelea, Matt decide interrumpir.
—te aseguro que te caeran bien, Chris. solamente no seas un rarito frente a ellos. — promete el anfitrión, finalizando su limpieza y dejando la escoba en su lugar. el menor frunció el ceño ante la palabra "rarito". —iré a bañarme, ¡llegan en media hora!— exclama antes de desaparecer escaleras arriba.
la cocina se llena en silencio, ambos hermanos se miraron entre sí y compartieron un mismo pensamiento. "que chico extraño", dijeron los dos con una mirada.
la realidad era que Matt estaba realmente ansioso por su juntada. después de muchos meses, Melody y Colin eran nuevas personas que le caían extrañamente bien. posterior a la salida en la feria, quería seguir juntándose con ellos y tener más amigos además de sus dos hermanos. además, el chico parecía caerle bien a Nick, pues ambos tenían de que hablar sabiendo sus gustos respectivos, o sea, hombres. así que sí, estaba esforzándose un poco demás al recibir a sus nuevos amigos a su casa.
su mente se paseaba en Melody. la barista de pelo color rubio y ojos azules similares a los suyos. la chica que fue amable con él desde el primer encuentro. quién le servía los mejores espresso y le solía regalar cookies de red velvet. esa quien tenía una extraña libreta amarilla de apego con las hojas salidas y miles de garabatos dentro de ella.
Melody, quien miraba constantemente a Matt pensando que él no se daba cuenta; pero si lo hacía.
—¿ella es especial?— escuchó de repente el trillizo. casi se cae al salir del baño pues la voz de su hermano menor causó que su corazón pare por un milisegundo.
—Chris idiota, casi me da un infarto.— dice tocándose el pecho intentando regular sus latidos cardiacos. se acomoda la toalla en su cintura y camina hacia su habitación, con el otro siguiéndole tal y como un cachorro. —¿a qué te refieres?
—a Melody, ¿porqué la invitaste a casa?— pregunta, y no da el tiempo de responder porque sigue hablando. —porque tienes tus citas fuera de la casa, no te arreglas tanto y ahora no compraste flores.— señala. Matt se pone a pensar a la par de él. —¿ella es diferente?
¿lo es? usualmente, Matthew hacía todo eso para las chicas con las que salía, pero él no iba a salir con Melody. ¿simplemente se le pasó el detalle de las flores? o sea, esto no se trataba de una cita, ¿por qué debería de incluir flores? ¿sería raro? pensaba que a ella podrían gustarle, además sabía sus flores favoritas. ¿Melody era diferente a las demás? esas y un millón de preguntas más bombardearon la cabeza del castaño, causandole confusión de sus propios sentimientos.
—podría decirse.— admitió finalmente con una sonrisa en el rostro. como trabajo de hermano menor molesto, Chris se encargó de hacerle cosquillas y fastidiarlo diciéndole cosas como "mi futura cuñada" entre otras cosas. justo en ese momento, el timbre de la casa sonó, indicando que los invitados habían llegado.
frente a la puerta del departamento de los trillizos Sturniolo, se encontraba una pareja de amigos tiritando debido al frío y un poco de los nervios. sus mejillas estaban rojas debido al fuerte viento que había entrado sin avisar en la ciudad. la chica rubia traía su pelo escondido bajo un gorro de invierno, doble abrigo y un impermeable encima. el otro también tenía un gorro con un pompón encima, y una maceta pequeña con una planta peculiar en manos. ambos esperando pacientemente a que alguien les abriese la puerta.
—esto es absurdo.— Colin soltó un bufido. —mi ropa es absurda. que hayamos venido es absurdo. esta planta es absurda. los nervios que tengo son absurdos y...— Melody se quedó sin palabras y señaló. —tu gorro es absurdo.
—hey, mi gorro no es absurdo.— se quejó él. —Mel, tranquilízate. ya estamos aquí y nada va a salir mal. es un encuentro de amigos con personas que ya conoces. te prometo que pasará como si nada.— tranquilizó por novena vez en el día.
Melody había sido un manojo de nervios desde que abrió los ojos este sábado, dandose el hecho de que se trataba del día que tenia que visitar a Matthew y a sus hermanos en su departamento. los días normales también estaba nerviosa por el hecho de que iba a simplemente verlo, pero esta vez se sentía diferente. más íntimo, podría decirse. sentía que cada vez estaba dando pasos de bebé con el chico, la pequeña confianza que comenzaban a tenerse se convertía en una bonita amistad. aunque Mel pensaba en otras cosas.
pero estaba decidida, aceptaría tener a Matt de amigo, de forma muy masoquista. solamente porque le gustaba su compañía y no deseaba arruinar las cosas debido a sus apresurados e intensos sentimientos. la chica creció en un ambiente donde debía rogar por el cariño, entonces estaba satisfecha por el sencillo porcentaje de atención que recibía por parte de él. ¿simplemente amigos? si por favor.
alzó la mirada cuando escuchó la puerta abrirse. —hey, hola chicos.
automáticamente, las mejillas de la rubia se encendieron y sus manos volvieron a temblar. ya había mencionado que le gustaba el estilo de vestir del chico, y aunque tenía incluso unas pantuflas acolchadas, se veía bien. no era un outfit muy elaborado, un hoodie acorde a la comodidad de su casa y unos pantalones oscuros. su pelo estaba desacomodado, como la mayoría de veces, pero aún así luciendo bien. lo concluía de nuevo, Matt podría verse bien con cualquier cosa encima.
el chico pasó su mirada amigable desde Colin, hasta Mel; donde se tomó un par de segundos extras para mirarla de pies a cabeza, causando que el rubor de ella aumente. y luego volvió a pasar a su amigo girando la cabeza con confusión al ver el elefante de la habitación, o sea, la planta en la maceta. abrió la boca para preguntar, pero el chico se apresuró en responder.
—no sabíamos que traer, no queríamos venir con las manos vacías. — se excusó. —el café era muy típico, y ustedes no pueden beber alcohol aún. así que... aquí tienes una suculenta.— le entregó el objeto.
Matt esbozó una sonrisa viendo la pequeña planta en sus manos.
—está genial.— respondió, y Melody pudo soltar todo el aire contenido. en el peor de los escenarios que habría imaginado en su cabeza, el trillizo se enojaba y los echaba de la puerta de su casa. ¿porqué? no habría razón alguna. —son las que no necesitan agua, ¿no?— se hizo de lado, dejando pasar a sus amigos.
—probablemente necesite regarse cada tres o cuatro días. así no se seca y le podrán salir flores. es una kalanchoe.— comentó la rubia ingresando. Colin se encargó de darle un corto abrazo de "hombres" y Mel miró el gesto con ternura. que su amigo se esté acercando tan fácilmente era extraño de ver, y estaba orgullosa de que pudo abrir su caparazón de desconfianza.
—¿acaso esa es la voz de mi mejor amigo Colin?— se escuchó desde adentro del lugar. el mencionado soltó un gritito y corrió hasta donde provenía la voz graciosa de Nick. ambos soltaron una risita al ver al chico entrar de forma veloz.
la rubia quedó parada frente a Matt, quien volvió a dirigir su mirada hacia ella. no supo como actuar, pero el mayor se encargó de esfumar todas sus dudas, acercándose a su rostro y lentamente dejó un suave beso en su mejilla. tuvo que contener la respiración, pues el gesto fue totalmente inesperado, y terminó por mirar sin entender al chico. —te ves muy bonita hoy.— soltó. —pasa, está helando afuera.— terminó por decir.
Melody oprimió su enorme sonrisa.
la tarde se pasó volando. los nuevos invitados se encargaron de terminar de caer bien a los hermanos Sturniolo. Chris y Melody conectaron su energía como dos niños pequeños que eran llevados al parque por primera vez en días, compartieron gustos musicales y su devoción por las bebidas gaseosas. Nick y Colin, como el primer momento hablaban hasta por los codos entre sí de vez en cuando, pero estando aún dentro del círculo que formaron en la sala. Matt miraba con orgullo a sus hermanos por comportarse como personas normales de veinte años, y a sus amigos por terminar de cerrar el significado de dicha palabra. compartieron anécdotas de todas las travesuras que hicieron entre y contra ellos, desde culparse de cosas que no hicieron hasta hacerse pis en la misma cama. un poco muy extraño. Col habló un poco de su infancia y la sorprendente edad desde que comenzó a trabajar en el café de sus padres. a los doce años, ya era un profesional en hacer los mejores mocaccinos de canela.
—¿qué hay de ti, Melody? ¿vives con tus padres?— preguntó Nick. ella tibuteo sin encontrar las palabras para describir su entorno familiar. —es complicado, entiendo.— simplificó con una sonrisa amable.
—un poco, sí.— respondió con una mueca. —vivo sola, así que... no veo a mis padres seguido.— simplemente responde sin querer ir más a fondo. le enseñó una sonrisa forzada al chico y bebió lo que le quedaba de su vaso de agua. se quedaron en silencio por un par de segundos, hasta que ella misma lo rompió levantándose de su lugar. —iré a por más agua.— señaló y rápidamente fue hasta la cocina.
todos la vieron irse y se miraron entre sí. —¿la cagué?— preguntó Nick preocupado.
—no te preocupes, es así siempre cuando le preguntan por sus padres. no eres el primero.— tranquiliza Colin bajo la atenta mirada de todos. —iré a ver...
—voy yo.— dijo Matt y sin esperar respuesta fue a la cocina, encontrándose con la espalda de la chica quién miraba por la ventana. se tomó un segundo para apreciarla y esbozó una sonrisa. se acercó anunciando su presencia carraspeando. —¿estás bien?
—bien, todo bien. no te preocupes.— respondió ella, mirando y enseñándole una sonrisa. sintió la mirada profunda del chico. esa misma mirada que ella hacía cuando intentaba descubrir algo de Matt, intentando sobrepasar hasta su mente e intentar leer sus pensamientos. —estoy bien, Matt.
—lamento que Nick haya preguntado eso.
—fue una pregunta aleatoria. lo hubieras preguntado tú, o Chris.— volvió su mirada hacia el atardecer que comenzaba. —sé que no fue con mala intención.— sonrió amablemente.
algo que a Matt le encantaba de Melody era su actitud risueña. siempre cuando entrabas a la cafetería te recibía su sonrisa de oreja a oreja preguntando como fue tu día y qué te gustaría pedir. o cuando reía con Colin detrás del mostrador. o cuando veía las nuevas flores que traía y una pequeña sonrisa se asomaba. automáticamente te contagiaba esa buena energía que siempre tenía.
—me gusta cuando ríes.— soltó sin poder evitarlo. Mel lo miró y sonrió avergonzada.
—ya me lo habías dicho.
—ya sé, pero nunca está demás recordártelo.— dijo y le empujó con la cadera amistosamente, causando que ella suelta una risita. el momento se sentía tan íntimo, hasta que terminó por cerrarse cuando la mano de Matt encontró la de ella. la tomó y le dió dos suaves apretones, causando que el corazón de Melody se desbordase. miró el gesto sin poder creérselo y volvió a mirarlo sin entender mucho de lo que estaba sucediendo. —¿estás lista para volver?
el gesto y las palabras fueron suficientes para que ella se olvidase de todos sus problemas familiares y asienta con una sonrisa, para que ambos puedan volver a la sala y seguir charlando como si nada hubiese pasado.
—
primero q todo perdón si hay faltas ortográficas 🤧🤧 no tengo la compu y terminé de escribir el cap en el celu
segundoo, VOLVIERON MATT Y MEL CON TODOOO mis hijitos inocentes los quiero mucho. qué opinan de la cita-no-cita de ellos?
les gustó el cap? +2400 palabras tiene
espero que si, y sepan disculpar la tardanza. estoy a full con la facu
nos leemos prontoo (ojalá),
-SAT3LLITE 💞💞💞💞💞