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~ Especial Yoonmin ~
- ¿Dónde quieres ir mi bello ángel? ¿Si eres consciente del significado de este pasillo verdad? - El Alfa sonreía ladino.
- Lo sé perfectamente Alfa - Jimin le lanzó una mirada seductora y Min mordió su labio inferior.
Eran altas horas de la noche. Cerca de la 1:00am y Jimin despertó en medio de la noche y así mismo despertó a su Alfa al tener algunos pensamientos un tanto calientes.
¿Por qué negarse a disfrutar cuando ambos lo desean?
Tenían solo tres meses desde que habían acabado con sus enemigos y desde entonces pasaban la mayor parte del tiempo ocupados, pocas veces en la noche intimaban. Así que Jimin, aún sabiendo que el siguiente día tenían mucho trabajo por delante, no le importó. Él deseaba su noche apasionada con su Alfa.
Así que lo llevaría... A la habitación de juegos.
Aquella área estaba prohibida para el resto de la mafia. Los únicos que sabían sobre lo que está tenía adentro, eran el mismo Suga y Jimin, los creadores de aquella habitación. Por esa razón nadie se atrevía acercarse.
Una vez Tae lo intento, sin saber que había ahí, afortunadamente Hope lo saco pronto de aquella área.
Pues la habitación roja, era un área portadora de muchos juegos sexuales de la pareja. Tenían todo lo inimaginable. Desde un simple látigo, esposas de cuero amarradas en cada esquina de la cama, un tubo para bailes eróticos, un toro de madera que definitivamente Jimin querría probar algún día. Pero esa noche intentaría disfrutar más a su Alfa.
Cuándo entraron a la habitación y Jimin prendió únicamente las luces rojas. Sonrió y se volteó hacia su Alfa.
El Omega tomo la iniciativa, se adueñó completamente de los delgados labios de su Alfa, lo contramino contra la puerta y ante el acto, el menor cerro con seguro. Min llevó sus grandes manos hasta el muy bien dotado trasero de su Omega, lo amasó a su gusto y se fascinó ante los jadeos y suspiros tembloroso que su chico soltaba.
Esa noche no solo harían el amor. Ellos tendrían el sexo más salvaje de sus vidas.
El Alfa alzó a su Omega y este enrrollo sus piernas alrededor de la cadera de su Alfa. Jimin llevaba puesto únicamente una camisa de vestir de su Alfa con los botones necesarios abotonados, mientras que Min solo alcanzó a ponerse unos pantalones negros que se había quitado el día anterior antes de meterse a la cama solo en boxer y caer como tumba a la cama.
Así que se podía decir que sus vestimentas no serían un impedimento para disfrutarse.
Min llevo hasta la cama a su chico, lo dejo caer al centro de esta y Jimin río encantado por la acción. Abrió sus piernas y él Alfa relamio sus labios ante la exquisitez rosada que le mostraba su Omega sin vergüenza alguna. Tan húmedo y listo para él.
Entonces Min comenzó a subirse a la cama y acercarse lentamente hasta su Omega, fue humedeciendo su cuerpo con sus besos húmedos. El Alfa repartía beso tras beso, desde los muslos, piernas, abdomen, pecho, cuello, clavículas y hombros de su sensual Omega.
- ¿Estás listo para lo que pretendo hacerte mi amor? - Pregunto un ansioso Yoongi, al subir sus besos a la mandíbula de su Omega y apegar sus hombrias intencionalmente y hacer jadear al menor.
- Mgh~ Yoon... Lo estoy~ - Jadeo el Omega por la desesperación.
- Entonces mi amor... - El Alfa subió las manos de su Omega hasta arriba de su cabeza y entrelazo sus manos, para luego susurrarle al oído - Ve aquel tubo y baila para mí.
Jimin gimió alto ante la simulación de un par de embestidas que le dió su Alfa aún con aquel pantalón. Estaba encantado, húmedo, necesitado y muy caliente. Pero su Alfa prácticamente le ordenó bailarle, ¿Quién mierda era él para negarse ante tal maravilla?
Jimin sonrió ladino, mordió sutilmente su labio y apreso los labios de su Alfa, mordiendolos en el proceso y al separarse escuchar un exquisito chasquido y un hilo de saliva unirlos.
- Entonces acomodate Alfa~ - Uso una voz seductora el Omega.
Jimin se levantó de la cama y Min se sentó, llevando sus manos atrás y recargando estás mismas en la cama. Con sus piernas abiertas y su miembro más que despierto y ansiando enterrarse en aquel delicioso trasero. Pero no se perdería por nada del mundo todo el espectáculo que su chico le daría.
Jimin camino sensualmente hasta aquel tubo. Sonrió hacía su Alfa y poso sus manos en dicho tubo, comenzó acariciar dicho objeto lentamente, de abajo hacia arriba y viceversa. Luego subió ambas manos en el tubo y dió una corta vuelta alrededor. El Omega veía aquel enorme bulto en los pantalones de su Alfa y lograría desesperarlo muy pronto.
El Omega se poso frente al tubo y llevó sus manos hasta atrás, tomando dicho tubo entre sus manos y se agachó lentamente, abriendo sus piernas en el proceso y dándole una caliente imagen a su Alfa, quien volvió a relamer sus labios.
Min no pudo más, saco a su enorme amigo de sus pantalones y comenzo a masturbarse frente a su Omega. Jimin gimio bajo al verlo, necesitaba aquel enorme pene dentro de él. Cuándo intentó ir hasta su Alfa, este mismo lo detuvo.
- No mi amor. Tú sigue~ - Jimin mordió su labio inferior y siguió moviéndose en el tubo, girando y utilizando toda la flexibilidad de su cuerpo para subir en el tubo y luego deslizarse lentamente de este mismo.
El Omega volvió a subir y se abrazo con piernas y brazos de dicho tubo. Pero soltó un sonoro gemido al sentir como el metal helado rozaba todas sus partes y quedaba fascinado. Entonces Min odio ver cómo aquel maldito metal exitaba a su chico. Así que se quitó los pantalones, quedando desnudo y mientras su chico estaba de espaldas, jadeando más que exitado. Lo sorprendió tomándolo por detrás y apresandolo entre el tubo y su pecho.
- ¿Te exita un simple tubo cariño? - Gimió ronco el Alfa y Jimin jadeo sorprendido.
- Oh Yoon~ - El Omega gimió cuando sintió como el pene de su Alfa se introducia de golpe en su entrada y lo hacía temblar en el proceso.
Sus piernas parecían dos simples gelatinas, entre abrió sus labios por la repentina intromisión. Se aferró de aquel tubo cuando su Alfa levantó la camisa y comenzó a embestirlo con rudeza y le gruñía en el oído con tanta demanda, que Jimin se sentía desfallecer, era la maldita gloria. Exitante, exquisito, tan fogoso como se pudiera imaginar.
- ¡Mierda! - Gruño el Omega cuando su sexy Alfa lo penetró tanto que tocó su punto dulce.
- ¿Eso te gusta mi amor? - Gemia el Alfa en el oído de su Omega mientras seguía penetrandolo, una de sus manos se encontraba en la espalda baja de su chico, la otra se encontraba en el pecho de este, jugando con los pezones del menor y sus labios... Estos estaban entretenidos dejando mordidas en el cuello, oreja y el hombro descubierto de su exquisito Omega.
Vaya que la escena era delirante y exitante.
- Alfa~ - Suspiró tembloroso el Omega cuando sintió que su orgasmo llegaría pronto.
- No mi amor. Aún no - Sonrió un malvado Alfa al salir de su Omega y evitar su orgasmo. Solo quería alargarlo todo lo posible - Ven aquí travieso Minnie.
Jimin quiso enfadarse con su Alfa al sentirse vacío. ¡Su orgasmo estaba a punto de llegar! Pero su Alfa lo detuvo. Pero quedó aún más encantado cuando esté mismo lo llevó hasta la cama.
Min se subió y se recostó en el respaldo de la cama. Min entre abrió sus propias piernas y sonrió ladino a su chico.
- Ven aquí mi cielo. Todo esto es para ti, quiero que lo comas completo Jiminie - La boca de Jimin se hizo agua.
Sin pensarlo tanto. El Omega se subió a la cama, posándose a un lado, tomo el miembro de su Alfa entre sus manos y cómo si de una paleta se tratase... La lamió desde arriba hasta abajo mientras chorrea y él solo limpia gustoso.
El Alfa gimió ante aquella escena tan exitante. Ladeó un poco la cabeza y vió que tenía muy cerca el trasero de su chico, así que sonrió ladino y llevó su mano hasta ese prominente trasero y comenzó a introducir un dedo en el agujero.
- Ou... Mierda - Gimio Jimin y Min sonrió.
- No te detengas cariño y haz lo tuyo - Demando el Alfa.
Así que el Omega acató la orden. Metió gran parte del enorme pene de su Alfa a su boca, mientas que sus manos jugaban con los testículos de este y los masajeaba. Su boca chupaba, lamía y su lengua hacía maravillas cada que aquel delicioso pene estaba en su exquisita boca.
Así mismo, el Alfa no se quedaba atrás y la misma intensidad que usaba su Omega al estarle comiendo el pene completamente. Así es como él, utilizaba muy bien su mano y al tener tres dedos dentro y masturbarlo completamente. Mientras gruñía, maldecia y jadeaba ante las sensaciones alucinantes, él preparaba a su chico para que pronto lo reciba nuevamente.
Jimin saco todo el pene de su Alfa de su boca y jadeo, sus ojitos estaban nublados, pero ahora no podía detenerse. El presemen de su Alfa era una delicia que gracias a la naturaleza de su aroma podía disfrutar. Ese toque a vino... Lo hacía alucinante y delicioso.
Lo metió una vez más a su boca y movió sus labios, al mismo tiempo que su lengua creaba estrellas fugaces en los ojos del Alfa, por la excitación. Cuándo Min sintió que estaba a nada de correrse, detuvo a su Omega y este volteó a verlo.
Las mejillas sonrojadas, ojitos nublados, respiración irregular, cabello alborotado y un tanto adherido a la frente, pecho levemente sudado. Aún con aquella camisa blanca puesta y está misma haciendo notar el sudor del menor por la forma en que se adhería a su espalda y pecho.
- Recuestate Omega - Demando Min y Jimin ni lento ni perezosos, se recostó al otro lado de la cama y con todas las intenciones que lo caracterizaban en ese preciso instante, abrió sus piernas.
Min sonrió ladino, se acercó como un cazador a su fiera. Como un león a su presa. Sonrió ladino y con una mirada oscura, un aura demandante y aquellas feromonas a exitación y un olor a sexo brotando de sus poros.
El Alfa se poso entre las piernas de su Omega y acercó sus rostros. Jimin gimió bajito al sentir un leve roce entre sus miembros. Aquello fascinó al Alfa.
- ¿Sabes que me exita más? - Pregunto el Alfa con aquel aura dominante.
- ¿Qué...~? - Susurro un exitado Jimin.
- Alargar un exquisito orgasmo - Dijo el Alfa, volteó a su chico y pronto apreso la muñeca derecha de su Omega con aquellas esposas de cuero, luego apreso la izquierda y Jimin abrió en sorpresa sus ojitos y sus labios se abrieron estupefacto por la acción de su Alfa.
- Yoon - Jimin sabía lo que vendría.
- Admítelo mi amor. Está... Es una de tus partes favoritas.
- No... ¡Oh mierda! - Jimin se retorció y gimio alto cuando sintió un latigazo en su redondo trasero.
Luego un segundo latigazo y Jimin estaba fascinado. ¿Cómo mierda podía exitarlo algo como aquello? Un tercer latigazo y el Omega levantaba su trasero en busca de más placer. Un cuarto latigazo y el menor se sentía desfallecer. El quinto latigazo llegó y las nalgas del Omega estaban rojizas, pero él... Las meneaba gustoso, en busca de más.
Min soltó el látigo, llevó sus grandes manos ante ambos perfectos glúteos y los apreso en estás mismas, amaso y acarició. Luego llevo su rostro hasta este y dejó un beso en aquellas preciosas fosas lumbares. Más conocidas como hoyuelos de Venus. Dos hermosos camanances que no todos poseen en la espalda baja de la persona y Jimin los posee.
El Alfa levantó la camisa que aún portaba su Omega y admiró con una sonrisa ladina los tatuajes de la espalda de su chico. Le fascinaba verlos.
El Alfa dejó un beso en cada hoyuelo y luego bajo sus labios hasta cada glúteo de su chico, dónde dejo un par de besos en cada uno. Jimin jadeaba encantado y meneaba su trasero cada que podía.
Claro, aquella camisa del Alfa aún la portaba el Omega y no se la quitaría hasta que el mismísimo Min Yoongi decida hacerlo.
El Alfa tomo ambas nalgas entre sus manos y las abrió, relamio sus labios y bajo su rostro hasta aquella belleza. Sin mucho rodeo, llevó su lengua hasta aquel rosado agujero, el cuál estaba chorreante, palpitante y necesitado, deseando ser atendido.
- ¡Yoongi! - Grito Jimin ante la exitación. Sentía que se volvería loco en cualquier momento por cada una de las sensaciones abrumadoras que su cuerpo estaba experimentado.
Quería correrse, pero su Alfa aún no se lo permitía, así que debía retenerlo un poco más. Mientras el Alfa hacía un excelente trabajo en preparar correctamente a su chico. Jimin no podía ver al estar de espalda, pero no necesitaba verlo, pues sabía que su Alfa estaba haciendo un increíble trabajo.
Lo tenía delirando, gruñendo bajo, jadeando, sudoroso, agitado. El Omega mordía la sábana cuánta vez podía, luego ladeaba el rostro y gemía alto cuando su Alfa metía tres de sus dedos de golpe y luego los sacaba para meter la lengua nuevamente.
Jimin tenía sus labios hinchados, rojizos y húmedos por estarse mordiendo y lamiendo a cada instante. Tenía las manos apresadas en las cadenas de las esposas de cuero. Su trasero estaba en lo alto y sus piernas abiertas todo lo que podía lograr para darle un mejor acceso a su Alfa.
La respiración del Omega era irregular. Pero no podía negar que en cada minuto que pasaba, todo se volvía mucho más candente.
- Mgh... Delicioso~ - Se relamio el Alfa e hizo un sonido obseno al absorber en su boca todo el lubricante natural que expulsó su Omega y él relamio gustoso.
- Mgh~ Yoon... Por favor Alfa~ - Gimió el Omega al menear su trasero.
- ¿Por favor que mi amor? - Pregunto Min mientras se posaba tras su Omega y ponía sus manos en el trasero de este.
- Mételo ya Min. Necesito tú pene dentro de mi, ¡Ahora! - Demando el Omega.
Yoongi río en alto ante la fuerte demanda de su Omega. Le encantaba desesperarlo y que este le pidiera penetrarlo de una forma no tan sutil y mucho menos delicada.
- Como órdenes mi sexy Omega - Respondió Min.
Entonces Jimin entre abrió sus labios y luego soltó un ronco gemido que pareció salir desde lo más recondito de su pecho, al momento en que su Alfa se introdujo en su agujero de una sola estocada. Min elevó la cabeza y cerro sus ojos, suspiro primero y luego jadeo ronco al sentirse tan profundo, aún con sus manos sosteniendo el trasero del Omega.
El menor apretó fuertemente las cadenas entre sus manos y respiro profundo para lo que se venía. Pues el Alfa se había detenido a la primer estocada. Pero pronto... Salió, dejando solo la punta adentro, Jimin lo sintió, para después, meterlo nuevamente de golpe y hacer gruñir y gemir a su Omega en alto.
Así, una, dos... Tres veces más, en las que Jimin podía jurar que quedaría ronco después de ello y como su Alfa tocaba perfectamente su punto más dulce, haciéndole balbucear y delirar de exitación.
Min bajo la mirada y le fascinó ver cómo su pene entraba y salía de aquel delicioso agujero. Sonrió ladino, dejó los juegos solo un par de minutos y comenzó a penetrar a su Omega una y otra vez cada vez más rápido, rudo, fuerte y exitante para ambos.
Jimin era un lío de gemidos, mientras el Alfa no se quedaba atrás, él estaba caliente. Mientras la cama comenzó a rechinar ante cada fuerte embestida, Min apreso las caderas de su Omega entre sus manos y ejerció un poco de presión. Al Jimin estar con parte de su pecho pegado a la cama pero su trasero en alto. Min estuvo arrodillado en la cama. Así que levantó una pierna, dejando su pie firme en la cama y siguió penetrando más rápido.
- Yoon~ - Esa era clara advertencia del Omega de que estaba a anda de correrse. Así que Min... Una vez más se salió del interior de su Omega y escuchó el estruendoso berrinche de su Omega, lo cual hizo reír al Alfa.
- ¡Oh, Min Yoongi! - Gruño un enfadado Jimin.
- Lo siento mi amor. Pero aún no - El Alfa solo rozo su pene en la entrada de su chico y beso la espalda baja de este.
Luego el Alfa llevó sus manos hasta cada una de las esposas de su Omega y se las quitó. Lo volteó y Jimin sintió que podía respirar más tranquilo, sonrió creyendo que por fin podría tocar a su Alfa.
- Yoonnie ~ - Puchereo un meloso Jimin.
Yoongi río ante lo adorable que se vió su chico, aún con aquel aspecto todo desaliñado, sus mejillas con un fuerte carmín, sus labios hinchados y sonrojados, su cabello adherido a su frente y perlada.
Pero la ternura del Omega está vez no logro mucho. Pues cuando quiso llevar su mano hasta la mejilla de su Alfa y tocarlo, este mismo la tomo entre sus manos. Dejó un suave beso en al palma de la mano de su chico y volvió amarrarla con las esposas de cuero.
- No Yoon... No me hagas esto... ¡Yoongi! - Refunfuño un molesto Jimin al sentir su otra mano apresarse en la horribles esposas.
- Sabes que siempre te lo recompensó mi amor - Sonrió ladino un malvado Suga.
- Pero Yoon. Quiero tocarte y no me dejas - Puchereo.
Cuándo Min quiso acercarse a besar aquel hermoso puchero. El mismo Jimin colocó rápidamente su pie sobre el pecho de su Alfa, impidiéndole la acción. Entonces Min sonrió nuevamente, poso sus dos manos en el tobillo de su chico y alzó un poco su pie, dejando un suave beso en este. Jimin mordió sutilmente su labio ante aquella acción. Suspiró tembloroso cuando su Alfa comenzó a repartir besos desde su pie, tobillo, pantorrilla, rodilla, pierna... Muslo.
El Alfa bajo entre beso y beso. Tomo las piernas de su Omega y las abrió, Jimin gustoso le dió todo el acceso para que pudiese hacer con él, lo que se le venga en gana y es justo lo que él Alfa haría.
Min tomo el pene de su Omega entre sus labios y Jimin jadeo, sintiéndose cada vez más tembloroso de su cuerpo. El Alfa comenzó a lamer y chupar el miembro de su chico, sintiendo también el delicioso líquido preseminal. Lo metió a su boca y jugo con su lengua, escuchando los gloriosos gemidos de su chico. El Alfa fue sacando el miembro de su Omega lentamente de su boca, hasta hacer un sonido obseno al final.
Fue bajando lentamente hasta dirigirse a la entrada de su chico. Dónde volvió a lamer, metió su lengua y luego comenzó a dejar chupetones, en los muslos internos de su chico. Jimin se retorcía y apretaba los dedos de sus pies en la cama, mientras arqueaba la espalda.
Pronto sintió como su Alfa dejó de estimular en sus partes bajas, levantó un poco la cabeza con dificultad y vió al mayor observarlo lascivamente. Min comenzó a recorrer el cuerpo de su Omega desde los pies hasta ir subiendo lentamente a sus piernas, miembro, vientre bajo, abdomen, pecho y por último el hermoso rostro de su Omega.
Vaya que había creado una verdadera obra de arte con su Omega. Tenía marcas por todo su cuerpo, desde chupetones, mordidas y leves marcas de latigazos.
- Yoonnie~ - Rogó el Omega.
El Alfa sonrió y se acomodo entre las piernas de su Omega. Luego, se fue acercando lentamente hasta su pecho, Jimin gimió bajo cuando sintió nuevamente sus hombrias rozar. Pero el Alfa no hizo lo que él deseo y esperaba ansioso.
Yoongi le sonrió ladino y quitó los dos botones que aún permanecían intactos que aún permanecían puestos en la camisa. Luego abrió al camisa, sin quitársela, pues el Omega mantenía sus manos atadas. Min comenzó a dejar una húmeda lamida en todo el pecho y abdomen de su Omega. Logrando que Jimin cerrará sus piernas por la exitación y sus miembros chocarán más
Entonces el Alfa se alzó, y abrió nuevamente las piernas de su Omega. Tomo su pene y lo introdujo de golpe en la entrada de su chico. Jimin arqueó su espalda ante el golpe tan exquisito que volvía a experimentar. Entonces Min tomo las rodillas internas de su Omega entre sus manos, las alzó un poco y comenzó a penetrar, lo embestía ligeramente, luego comenzó a subir el ritmo, logrando hacer que Jimin se convirtiera en un mar de gemidos y sensaciones placenteras.
Jimin se aferraba a las cadenas de las esposas de cuero. Deseando poder tocar a su Alfa. Pero solo logrando gemir, jadear y suspirar tembloroso ante cada fuerte embestida, cada vez siendo más profundas. El Alfa subió las piernas del Omega sobre sus hombros y junto las rodillas de su chico. Jimin chilló de placer. Su cuerpo era empujado con perfección, era el sexo más largo pero placentero que había experimentado en su vida y le valía una mierda el tiempo que llevarán, él, cada segundo necesitaba de más.
Pero también necesitaba con urgencia poder correrse, llegar a su tan ansiado orgasmo.
Yoongi jadeaba y gruñía cada vez que su miembro era atrapado por la entrada de su Omega. Cada vez apretandolo más y sintiendo su orgasmo también demasiado cerca. Así que una vez más salió de su chico, detuvo todos sus movimientos y río nuevamente por las quejas de este mismo.
El Alfa se acercó a su chico y le quitó las esposas, Jimin se sintió libre, movió sus brazos y su sexy Alfa le quitó la camisa. Jimin fue alzado un poco y luego nuevamente recostado. Min beso su cuello y le susurro en el oído.
- Eres libre de hacer lo que quieras mi amor - Susurro. Logrando que la piel del Omega se erizará por completo.
Entonces Min lo penetró de una sola estocada. Jimin se aferró fuertemente de los fuertes brazos de su Alfa y entre abrió sus labios, los cuales al instante fueron apresados por los del mayor. Las estocadas eran como se habían estado manteniendo, rudas, fuertes, cada vez más intensas, haciendo delirar al Omega ante tantas sensaciones abrumadoras.
Entonces Jimin llevó sus manos hasta la espalda de su Alfa y comenzó a rasguñar está misma, dejando evidentes marcas en diferentes partes de la espalda del mayor y en sus brazos. El Omega incluso apreso los glúteos de su Alfa entre sus manos mientras sentía como este movía las caderas y lo penetraba tan delicioso.
Hasta que el tan ansiado orgasmo se acercó. Jimin lo sintió tan presente, que parecía que tenía años esperando.
- No... Te atrevas a detenerte Min - Sentenció el Omega y el Alfa solo pudo reír.
Por qué sí. Se detuvo un segundo, Jimin gruñó en protesta. Pero el Alfa lo alzó y él se sentó sobre la cama, dejando a su Omega sobre su regazo sin salirse y comenzar nuevamente un vaivén. Jimin quedó encantado y comenzó a saltar en el pene de su Alfa, movía sus caderas y se penetraba solo, sintiéndose cada vez más maravillado. Sus manos se movían inquietas por la piel de su Alfa, dejando muchas más marcas en su espalda y jalando el cabello de este mismo cuando su punto dulce era tocado. Los labios del Omega comenzaron a dejar chupetones en el cuello y hombro de su sexy Alfa, sabiendo que dejaría marcas y le encantaría verlas.
Entonces si orgasmo llegó. Jimin gimió al sentir como toda su esencia salía y manchaba los abdomenes de ambos. Su cuerpo temblo anticipadamente y saco todo lo que estuvo reteniendo por mucho tiempo.
Cuándo el Alfa sintió que estaba a punto de correrse. Saco su pene del agujero de su Omega y comenzó a embestirlo fuera, hasta sacar toda su esencia sobre el trasero de su chico, manchandolo por completo. Con un Jimin agotado sobre su pecho.
El Alfa no espero más y clavo sus colmillos sobre la tersa piel de su amado Omega, renovando su marca. Pero lo que Min no se espero sucedió.
Jimin clavo sus dientes en el cuello de su Alfa, quien gruño ronco ante la dolorosa pero placentera sensación. Su Omega acaba de marcarlo y no una simple marca. Creo un lazo de unión totalmente irrompible entre ambos.
Hasta que creo la marca. El Omega fue consciente de lo que hizo. De pronto Jimin tuvo un poco de miedo. Se alejó un poco del pecho de su Alfa y conecto mirada con este, el mayor estaba sorprendido, pero al instante fue mucho más consciente del miedo que sintió su chico.
- Yoon... - Susurro el Omega. Que aunque estaba agotado y jadeante, también estaba preocupado - Yo... Lo siento... No sé que pasó... - Sus ojitos se nublaron.
- ¿Sabes mi amor que tú acabas de crear un lazo de unión irrompible? - La voz tranquila del mayor hizo dudar a Jimin.
¿Estaba molesto con él o no?
- Si... - Bajo la mirada y sus ojitos se cristalizaron, a punto de derramar lágrimas.
Entonces Min tomo el mentón de su Omega entre sus manos y elevó el rostro de este mismo. Le sonrió cálidamente a su adorado angel y poso sus labios sobre los dulces belfos de su Omega, un beso cortó y cálido.
- No importa si fue intencional mi amor. Te amo Jimin, te amo con el alma mi hermoso ángel y apreciaré toda mi vida el que tú hayas creado una marca en mi cuello, siempre la mostraré con orgullo. ¿De acuerdo mi cielo hermoso? Te amo Minnie.
Los ojitos de Jimin soltaron lágrimas y sonrió encantado con su Alfa. Lo abrazo fuertemente y lloro de felicidad sobre el hombro de este.
- Te amo Yoon, te amo muchísimo mi amor - Respondió un feliz Omega.
Min acarició la espalda desnuda de su chico y cerro sus ojos para luego suspirar. La verdad es que aquella marca lo puso muy feliz y no podía evitar sentir toda las emociones de su chico y las suyas como el mejor regalo del mundo. Sintió a sus lobos siendo uno mismo al igual que sus corazones.
Pero entonces el miembro de Min se volvió a hinchar y Jimin solo sintió como este chocaba sobre sus glúteos. El Omega río por ello.
- ¿Otra ronda mi hermoso gatito? - Sugirió el Omega y Min quedó encantado.
- Las que quieras mi amor - Acepto Min - Pero antes... Debes tomarte la pastilla.
- Lo sé - Jimin le guiño. Se acercó a una mesa y rápidamente se tomó la pastilla, para luego regresar a la cama junto a su Alfa - ¿Qué dices de vendarte los ojos? - Sugirió el Omega y el Alfa quedó maravillado.
- Me encanta la idea - Aceptó.
Una nueva ronda de sexo apasionado dió inicio y parecía que no acabaría pronto.
Aunque ellos anhelan un cachorro. Saben que no es el momento, pues Jimin aún debe esperar alrededor de tres meses para poder quedar en cinta y está dispuesto a respetar las indicaciones de su hermana y Mark.
Por lo pronto... No hay nada ni nadie que detenga todas las fantasías sexuales de la pareja.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este último especial?
Lamento publicarlo hasta ahora, pude haberlo hecho antes, pero recibí visitas y tuve que detenerme un poco y cuando quise publicarlo ya era muy tarde.
Aún así, espero que esté Lemon les haya encantado, pues creo que hasta el momento es uno de los más largos que he escrito y un poco diferente, así que denle mucho amor. ¡Comenten por favor!
¿Qué parte les gustó más?😏
Aquí termina esta maratón mis chiquillos. Pronto vendré con el final y Epílogo. Así que esperenlo dentro de poco🤭
¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐