Jungkook
Cuando veo a Tae salir corriendo, mi primer instinto es salir tras él, pero me aguanto las ganas.
- ¡Jungkook! ¿Qué haces aquí? - me pregunta Yoongi antes de abrazarme.
Le devuelvo el abrazo, contento. Nos miro a ambos con los hijos de Tae y Jimin en brazos y sonrío, porque se siente malditamente correcto.
- Hacerte caso y no perder más el tiempo - le digo agarrando su nuca.
- Jungkook, Jungkook, ¿sabes que Yoongi le ha pedido a papá Jimin que se case con él? - suela de pronto Yoko.
- ¿Qué? - miro a mi amigo alucinado. - ¿Qué has hecho?
- Seguir mi propio consejo - me guiña un ojo Yoongi.
- ¿Y qué ha contestado vuestro padre? - les pregunto a los niños, que parecen muy contentos.
- He dicho que sí - llega Jimin hasta nosotros y le da la mano a Yoongi, que se la estrecha con ternura.
- Felicidades chicos. Realmente me alegro infinitamente por vosotros - sonrío.
- Gracias - me contestan, tímidos.
Miro al interior del hotel, en busca de Tae, pero no hay ni rastro de él. Estoy deseando contarle que, por fin, soy libre. Y ahora que Jimin va a casarse con Yoongi, no hay nada ni nadie que se interponga en nuestra felicidad.
- No queremos ser un incordio, Kim - oigo a mi padre charlar con el padre de Tae.
- General, es Noche Vieja. No queda ni una sola habitación en todo el valle. Nosotros tenemos una habitación libre. ¿Y qué es eso de ser un incordio? Estamos encantados de que estéis aquí. No se hable más - da por zanjada la discusión agarrándonos a mi padre y a mí por los hombros. - Vamos a instalaros ahora mismo.
Tras agradecerle su hospitalidad, seguimos al Sr. Kim hasta su villa. Es una verdadera maravilla. Tiene toda una pared y parte del techo de la sala de cristal y permite ver las impresionantes vistas. Además, empieza a nevar. Los niños me llevan a ver su habitación mientras mi padre lleva nuestro equipaje a nuestro dormitorio. Yugyeom y BamBam me miran con recelo, sobre todo el primero y me río porque sé positivamente que van a ser un hueso duro de roer.
De pronto se abre la puerta de enfrente y sale Tae, al oír la voz de sus hijos. En cuanto me ve, sus preciosos ojos se abren desmesuradamente.
- ¡Papá! - le llama Yoko. - Mira quién ha venido- dice señalándome.
- Hola Taehyung - me acerco a él.
- ¿Qué haces aquí? - me susurra con el ceño fruncido.
- Ven a ver la habitación, hijo - me llama mi padre, saliendo de otra de las habitaciones. - Es una preciosidad.
Tae pone una cara de decepción que intenta disimular en cuanto mi padre le abraza y le explica que su padre nos ha invitado a pasar la Noche Vieja con ellos. Su mirada permanece clavada en la habitación, como si esperara a que alguien saliera de ella.
- Ella no está aquí - le susurro al oído y gira la cabeza para mirarme. - Se acabó, Tae.
- Bueno, venga - nos interrumpe el Sr. Kim - Es hora de prepararnos y nos vayamos de fiesta - grita alegre.
Veo a Jimin y a Yoongi despedirse de todos entre risitas y no reprimo las ganas de preguntar.
- ¿A dónde vais vosotros dos? - pregunto levantando una ceja.
- A nuestra suite - me contesta Yoongi en el mismo tono.
- Si os organizáis os puede dar tiempo a... - dice Nam como si tal cosa.
- ¡NAM! - le gritan Jin, Tae y Jimin antes de que avabe la frase y el aludido se descojona.
- Teniente Min, Soldado Park, esto no lo hacen por ustedes... ¡Lo hacen por la marina! - les dice mi padre cuadrándose, pero con una sonrisa pícara en la boca.
Todos los militares presentes nos cuadramos ante el General, incluido Jimin, que está totalmente rojo y , cómo no, Yoko, feliz de mostrarle respeto a mi padre.
- Venga, que se nos echa el tiempo encima - nos azuza el Sr. Kim.
La villa se convierte en un caos. Tae y su hermano detrás de los pequeños para que se bañen. Jin ayudando a sus sobrinos mayores con las pajaritas. Mi padre y el Sr. Kim rememorando batallitas mientras se toman una copa de champán. Yo, decido darme una ducha y ponerme guapo para Taehyung. Una vez listo, voy con los dos patriarcas y acepto gustoso la copa que me ofrecen. En seguida se nos unen Nam y sus cuatro sobrinos. Tocan a la puerta y llegan Jimin y Yoongi. Nam les toma el pelo felicitándoles en nombre de toda la Marina por haber sido tan rápidos, pero todos estamos muy contentos.
- ¡Ya estamos! Perdón por la tardanza - dice Jin, luciendo un esmoquin que le queda perfecto.
- ¡Dios mío! Estás impresionante, bebé - silba Nam al ver a su prometido.
- Gracias - contesta Jin, pero dejo de escucharle en cuanto Tae aparece detrás de él.
Lleva un traje rojo, sin camisa, lo que me permite observar su perfecto pecho. Lleva los ojos pintados y el pelo revuelto. Está para comérselo.
- ¡Guau! - exclama Jimin en cuanto le ve. - Estás...
- ... Impresionante - apuntilla Yoongi.
- No exageréis - sonríe tímidamente Tae al ser el centro de atención de todas las miradas.
Cuando nuestros ojos se cruzan, le devoro de arriba abajo. Nunca ha estado tan guapo como lo está hoy. Al sentirse observado, se muerde el labio nervioso y rápidamente retira la mirada y se refugia en sus hijos mayores.
Te dejo escapar... de momento.
El Sr. Kim nos invita a que le sigamos. La cena es en el mismo resort, por lo que llegamos al gran comedor en seguida. Está precioso, completamente decorado de Navidad, con un gran abeto en el centro, repleto de luces. Nos han preparado una mesa redonda donde cabemos todos. Yoko, quiere sentarse a mi lado, lo que obliga a Taehyung a sentarse al otro lado del niño. Hana también se pide cenar entre Yoongi y Jimin. Mi amigo me mira y me guiña un ojo para infundirme ánimo.
- ¡BamBam! - se acerca un chaval a la mesa y va derecho al aludido, que sonríe a lo grande al verle.
Yugy se tensa al ver al recién llegado. Por instinto miro a Tae. Observa con atención las reacciones de sus hijos y entonces recuerdo su peculiar poder y entiendo que él sabe mejor que nadie lo que está pasando, aunque yo, sin poderes, también me lo puedo imaginar.
- ¡JB! - se levanta BamBam como un resorte, tropezando y cayendo en los brazos de su amigo. - ¡Oh! Lo siento mucho - se disculpa enderezándose a toda velocidad y luciendo un lindo sonrojo.
- ¿Estás bien? - le pregunta el tal JB, arreglándole el traje, cosa que se me antoja demasiado intima.
- Sí, ¿y tú? - sonríe tímidamente. - Déjame que te presente a mi familia. Chicos, este es JB, un amigo. Ellos son mis padres Park Jimin y Kim Taehyung. Él es el teniente Min Yoongi, el... prometido de mi padre - señala a los aludidos.
JB abre los ojos durante un nanosegundo, porque no debe de estar entendiendo nada, pero rápidamente se recompone. BamBam se retuerce las manos, porque se está dando cuenta de lo raro que está sonando todo.
- Este es mi abuelo, Kim Dakho, Ex general de la Marina de Corea del Sur - prosigue. - El General Jeon- le dice agarrando la manga de su amigo como para empatizar en el gran cargo que ostenta mi padre y me resulta adorable lo transparente que es este chico. - Su hijo, el Teniente Jeon - me señala. - Él y mi padre... - parece recordar el beso de la cocina y tengo que ahogar una carcajada, lo que hace que me gane una mirada furiosa de Tae, pero los demás ríen con ganas porque BamBam es realmente divertido.
- Soy un amigo de la familia - ayudo al chico que me sonríe agradecido.
- No te confundas Jeon, tú eres mi esclavo - suelta Nam, que tiene a Jin cogido por los hombros.
- Ellos son mis tíos - sonríe el chico - Kim Namjoon, Capitán de la Marina y su prometido, el Dr. Kim Seokjin.
- Puedes llamarme Jin - le tiende la mano el doctor, siempre tan educado.
-A mí puedes llamarme tío - bromea Nam, golpeando su espalda.
- Los demás, son mis hermanos. Yugyeom, Hana y Yoonkook - termina por fin.
- Un placer. Yo soy JB - saluda el chaval. - Mi familia no es tan divertida - dice con cierta guasa y ya me cae bien. - Pero me encantaría que te conozcan. ¿Te gustaría cenar con nosotros?
- ¿Puedo ir? - baila la mirada entre sus padres, y se nota a la legua que quiere ir con su amigo.
- Claro que sí, cariño - le da permiso el abuelo. - Pero prométeme que vendrás a hacer la cuenta atrás con nosotros.
- ¡Prometido, abuelo! - se agarra de su cuello con fuerza.
- Pórtate bien BamBam - le pide Jimin.
- Y pásalo bien - apuntilla Tae y ambos se quedan embobados mirando a su hijo irse a cinco mesas de distancia, con una sonrisa gigante de oreja a oreja.
- ¡Buen provecho! - nos desea JB antes posar la mano en la cintura de BamBam e indicarle el camino.
En realidad, toda la mesa les está mirando menos Yoongi. Este tiene la mirada clavada en Yugy que mira en dirección de JB, con un claro gesto de desagrado en la cara.
Vaya. ¿A ti no te cae bien nadie, eh Yugy?
La cena es una verdadera delicia. Realmente lo pasamos bien. Hace mucho tiempo que no disfrutaba en una de estas celebraciones. Mi padre está relajado, olvidando por un momento todo el peso que lleva a sus hombros. Y para mí, eso es más que suficiente. Pero, si además, regalo, tengo a Tae sentado a una silla de distancia... pues no puedo pedir más.
Fiel a su palabra, quedando diez minutos para que den las 12 de la noche, BamBam y JB vuelven a la mesa con varias copas y botellas de champán.
- Mis padres quieren invitaros a una copa de champán - nos dice JB, señalando hacia una pareja que nos saluda desde su mesa.
JB y BamBam nos sirven. Todos levantamos las copas en su dirección para agradecerles el detalle. Yugy sale a la terraza sin esperar a nadie. Todos le seguimos para poder ver los fuegos artificiales.
- ¡Es la hora! - chilla emocionado BamBam que está feliz.
- ¡10, 9, 8, 7, 6, ... - contamos en alto.
Aprovechando que todos miran hacia el cielo esperando a que empiece el espectáculo pirotécnico, me acerco a Tae por la espalda y le abrazo cruzando los brazos sobre su tripa.
- Tu eres mi deseo para este año, Taehyung - le susurro en cuello antes de besárselo.
- 2, 1!... ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! - gritan todos a coro.
Antes de que alguien pueda verme, le suelto, porque no quiero que se enfade conmigo. Sus hijos, su padre, sus hermanos le abrazan, pero él tiene la mirada puesta en mí.
- Feliz año nuevo, hijo - me desea mi padre. - Espero que puedas ser, al fin, feliz.
- Yo también lo espero papá - le digo sin dejar de mirar a Tae.
Tomamos un par de botellas de champán y pronto, los niños, empiezan a bostezar.
- Bueno, aquí hay un pobre abuelo que ya está muy cansado. ¿Hay algún voluntario para hacerme compañía? - lloriquea el Sr. Kim para engatusar a sus nietos más pequeños.
- Dos abuelos - finge un bostezo mi padre. - Qué va a ser de nosotros - le sigue el juego.
- ¡Yo! ¡Yo! - se presenta voluntario Yoko. - Yo puedo cuidar de usted, General Jeon - dice con toda la pompa y el boato el enano de la casa.
- Gracias, cadete Kim - le acaricia el pelo mi padre.
- Qué suerte, amigo mío. A mí nadie me quiere - hace drama el Sr. Kim.
- ¡Abuelo! Yo te cuido - le abraza Hana.
Nos despedimos de los cuatro y pasamos a la pista de baile. Un DJ ameniza la velada. BamBam es arrastrado por JB para bailar. Los dos chicos ríen mientras bailan. Su humor contrasta con el de Yugy, que está sentado sólo, en la barra del bar mientras se bebe una birra.
- Voy a hablar con él - dice Jimin.
- Déjanos a nosotros - le pide Yoongi, refiriéndose a él y a mí.
- Yugy está... - Tae empieza a hablar, pero se calla antes de traicionar a su hijo mayor.
- Celoso - termino su frase. - Aún sin tu don, se puede ver de lejos.
- Id a bailar, Tae. Déjanos esto a nosotros - insiste Yoongi antes de despedirse de Jimin con un beso en los labios.
Estoy muy tentado de hacer lo mismo con Tae pero da un paso atrás antes de que pueda acercarme. Me resigno y sigo a Yoongi hasta onde está Yugy.
- ¿Te diviertes? - empieza duro mi amigo.
- La mejor noche de mi vida - contesta igual de sarcástico Yugy.
- ¿Hay algo que te moleste, Yugy? - le pregunto con fingida preocupación.
- Vosotros dos - gruñe antes de darle un trago largo a su botellín de cerveza.
- Vaya - me mira Yoongi. - Y yo que pensaba que quien realmente te molestaba era JB. Estaremos equivocados Kook.
Los ojos de Yugy se desorbitan y nos mira con fiereza. Sus manos están cerradas en dos puños y está a punto de saltarnos encima.
- Mira chico. Acepta el consejo de estos dos viejos, porque ambos hemos estado en tu piel, hace mucho tiempo. Si estás enamorado de él, deja de hacer el gilipollas y díselo - le suelta sin anestesia.
Nos mira de manera alterna, hilando las piezas del puzle en su joven cabeza.
- Sí, nosotros también nos negamos a reconocer lo que sentíamos por tus padres. Yoongi tiene la suerte de que Jimin le ha aceptado y todos estamos felices por ellos, ¿o no? - le pregunto.
- Sí - dice entre dientes.
- Y yo espero recuperar a Tae y quererle y adorarle como se merece. La cagué muchas veces. Demasiadas. Le hice daño y le perdí. Y ahora me tienes aquí, años después, dispuesto a arrastrarme por el suelo para suplicar su perdón. Así que imagina que somos los fantasmas de las navidades futuras, deja esta actitud de mierda que tienes con todo el mundo y haz las cosas bien.
- Pero... - de repente parece otra persona. Pequeño e inseguro. - Es mi hermano.
- Yugy - le pone una mano en el hombro Yoongi. - No lo es. Y esta familia ya es bastante extravegante. Podremos con esto - le guiña un ojo con cierto humor.
- Pero que van a decir Tae y Jimin. El abuelo...
- Pues no van a decir nada. Lo único que queremos es que seáis felices - agrego.
- ¿Y si él no siente lo mismo que yo?
Yoongi y yo nos miramos y sonreímos con la seguridad y el conocimiento que te da la edad, por el mero hecho de haber vivido más tiempo.
- Créenos. Él siente lo mismo que tú - le dice Yoongi.
- ¿Cómo los sabes? - por cómo te mira.
Yoongi pierde la vista en la pista de baile. Ahí está BamBam, mirando en nuestra dirección. Sus ojos siempre buscan a Yugy. La sonrisa que se dibuja en la cara del hijo mayor de Tae no la había visto jamás.
- Ahí lo tienes. Ve a bailar con ellos y diviértete - le empujo.
- Pero antes de las 3 te quiero en la cama, soldado - le vacila Yoongi. - Y nada de nietos, que soy muy joven aún.
- No eres mi padre - le ladra Yugy, pero esta de infinito mejor humor.
- Aún - le saca la lengua Yoongi y le vemos ir en dirección a BamBam. - Vamos a Buscar a tae. Aún tenemos trabajo que hacer.
- Vamos - le digo abrazándole por los hombros.
Eres un tipo estupendo, Teniente Min.