METAMORFOSIS MAGICA

Oleh Foxbook01

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En un mundo sin magia, el joven Alex, tras una muerte prematura, renace como un slime con habilidades asombro... Lebih Banyak

INFANCIA INESPERADA
SOMBRAS DESVELADAS
LA PROMESA DE LA PROTECCIÓN
ENCANTO EN LA ALDEA ÉLFICA
VOCES SILENCIOSAS DEL PASADO
LA PROMESA
TORMENTA DE EMOCIONES
UNIÓN Y CELEBRACIÓN
VÍNCULOS ETERNOS
DESCUBRIMIENTOS Y SORPRESAS
FURIA EN GEL
PREPARÁNDONOS PARA LA TORMENTA
OPERACIÓN NOCTURNA
EL ÚLTIMO ASALTO
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DESAFÍOS EN LA ESCUELA
ALIANZAS INESPERADAS
ENCUENTROS Y DESENCUENTROS
RENACIENDO PODERES
MAGIA E INVENTOS FAMILIARES
INNOVACIONES Y DESAFÍOS
GALA DE SUEÑOS
VÍNCULOS ENTRELAZADOS
HILOS ENTRELAZADOS
FURIA DESATADA
RESURGIR Y VELOCIDAD

NEGOCIACIONES PELIGROSAS

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Oleh Foxbook01

Alice se concentró y, con un destello, se transformó en el Coloslime, una masa gelatinosa de proporciones gigantescas. Su color rosa vibrante destacaba en la penumbra del campamento. La criatura avanzó con paso seguro hacia el único hombre lobo capturado, que observaba con sorpresa y algo de temor.

Isabella, Emily y Lyara se mantenían alerta, observando cómo Alice se aproximaba al prisionero. Isabella le indicó a Alice que hablara con él para tranquilizarlo y obtener la información que necesitaban.

Con una voz serena pero imponente, Alice dijo: "No te preocupes, no estoy aquí para hacerte daño. Solo queremos ayudar a los soldados que están atrapados. ¿Puedes decirnos cómo podemos liberarlos?" El hombre lobo, aún sorprendido por la apariencia de Alice, asintió y comenzó a explicar la situación.

Mientras tanto, el campamento de mujeres lobo observaba con cautela desde la distancia, intrigadas por la presencia de la extraña criatura rosa que se acercaba a su compañero.

Alice, con compasión en sus ojos, escuchó la desgarradora historia del hombre lobo. Enterándose de que las mujeres lobo lo tenían atado como si fuera una mascota, solo por su capacidad de reproducción y despreciándolo por su debilidad, Alice sintió una profunda tristeza por él.

—No te preocupes —le aseguró Alice con determinación—. Te sacaré de aquí y te llevaremos a nuestra ciudad, donde podrás vivir una vida digna y feliz. Pero antes, necesitaré tu ayuda para negociar con las mujeres lobo y rescatar a los soldados.

El hombre lobo, cansado de ser humillado y sintiendo una chispa de esperanza en las palabras de Alice, asintió decidido. Juntos, idearon un plan para enfrentarse a las mujeres lobo y liberar a los soldados atrapados. La alianza entre Alice y el hombre lobo se forjó en la adversidad, con la promesa de un futuro mejor para ambos.

Alice compartió el plan con el hombre lobo, una estrategia audaz que involucraba amenazar a las mujeres lobo con comérselo si no obedecían. Ante la preocupación y el temor en los ojos del chico, Alice le aseguró que estaría a salvo en su estómago, ya que ella podía elegir selectivamente lo que digeriría.

—No te preocupes —dijo Alice con una sonrisa tranquilizadora—. Solo lo usaré como una amenaza, y tú estarás a salvo. Pero necesito que actúes asustado, ¿entendido?

Con el plan establecido, Alice desató al hombre lobo y lo llevó en su mano con cuidado, como si fuera un juguete. Aunque la situación era tensa, la determinación en los ojos de Alice dejaba claro que haría lo necesario para rescatar a los soldados y cumplir su promesa de llevar al hombre lobo a un lugar mejor.

Mientras la imponente Coloslime avanzaba hacia el campamento de las mujeres lobo, las demás chicas decidieron dar un rodeo estratégico para rescatar a los soldados sin alertar a las criaturas.

Alice, con el hombre lobo a su lado, se dirigía con confianza hacia las mujeres lobo. Cuando se acercaron, las mujeres lobo se percataron de la presencia del extraño hombre lobo a su lado y se acercaron con curiosidad y desdén.

—¡Hey, chicas lobo! —exclamó Alice, levantando al hombre lobo como si fuera una insignificancia—. ¡Miren lo que encontré! Este chico parece perdido, así que pensé en devolvérselo. Pero, oh, parece que no es bienvenido aquí.

Alice sonrió de manera desafiante, listo para poner su audaz plan en acción y mantener ocupadas a las mujeres lobo mientras sus amigas se movían en las sombras para rescatar a los soldados.

Con determinación, Alice siguió su plan y habló con las mujeres lobo, amenazándolas con comerse al chico si no cumplían sus peticiones. Para dar más énfasis a su actuación, la Coloslime abrió su enorme boca y se acercó lentamente al chico, creando una atmósfera de tensión.

Las mujeres lobo, aunque intentaban fingir que no necesitaban al hombre lobo, no podían evitar mostrar signos de preocupación y nerviosismo. La audacia de Alice estaba surtiendo efecto, y las criaturas se veían cada vez más incómodas con la situación. La colosal figura de Alice y su amenaza inminente mantenían a todas las mujeres lobo en vilo.

Las mujeres lobo, rodeadas por la imponente presencia de la Coloslime, se miraban entre ellas con cierta intranquilidad. Alice, manteniendo la fachada amenazante, habló con voz profunda y resonante, imponiendo su autoridad.

Alice: ¿Así que no lo necesitan? ¿No les importa este "pequeño" aperitivo que tengo aquí?

Mujer Lobo 1: No nos importa. Puedes comértelo si quieres.

Alice, acercándose más al chico con lentitud dramática, notaba la tensión en el aire. Las mujeres lobo, a pesar de su intento de desinterés, no podían evitar mostrar nerviosismo.

Alice: Oh, no me convences. Sé que les importa, y no me gusta que me mientan. ¿No prefieren que este chico viva?

Mujer Lobo 2: No nos importa lo que hagas con él.

Alice: (sonríe de manera siniestra) ¿Seguras de eso? Podría ser un delicioso refrigerio.

Mujer Lobo 3: (dudosa) Tal vez... podríamos hacer un trato.

Alice, satisfecha de haber sembrado la duda, continuó con su actuación, llevando a cabo la negociación con las mujeres lobo para salvar al chico y cumplir su misión de rescatar a los soldados atrapados.

La mujer lobo número 3, decidida a entrar en la negociación, se adelanta y se presenta ante la Coloslime.

Mujer Lobo 3: ¿Qué quieres a cambio de devolverlo?

Alice, con su voz profunda y resonante, responde con frialdad.

Alice: Quiero que entreguen a los caballeros. No necesitan más hombres fuertes.

Mujer Lobo 1: ¡Necesitamos hombres fuertes para transformarlos y reproducirnos!

Alice, cansada de las evasivas, decide actuar. Sin más preámbulos, toma al chico y lo coloca en su boca, comenzando a tragarlo lentamente. Las mujeres lobo, sorprendidas, empiezan a expresar su incredulidad.

Mujer Lobo 2: ¡No te atreverías a comértelo!

El chico, atado y sintiendo la humillación de ser considerado poco más que un objeto, experimenta una mezcla de miedo y desesperación mientras es introducido lentamente en la boca de la Coloslime. La oscura y húmeda cavidad se cierra alrededor de él, y la textura resbaladiza de las paredes internas de la criatura le produce una sensación extraña y desagradable.

A medida que es deslizado hacia el interior, el chico se da cuenta de la enormidad de la boca que lo envuelve, perdiendo gradualmente la visión del exterior. La garganta de la Coloslime se contrae a su alrededor, generando una presión constante que aumenta su sensación de claustrofobia. El sonido amortiguado del entorno exterior se desvanece mientras es arrastrado más profundamente en la oscura caverna interna.

El miedo se mezcla con la conciencia de que está siendo tragado por completo, y la oscuridad lo envuelve por completo. Aunque lucha contra la ansiedad, no puede evitar sentir una extraña curiosidad sobre el destino que le espera al final de este viaje interno, donde quedará a merced de la Coloslime y su inusual habilidad para seleccionar lo que digiere. en un rápido movimiento, atrapa a una mujer lobo antes de que pueda reaccionar.

Alice: ¿Están seguras de eso? Porque podrían ser las próximas.

La situación se torna más intensa mientras Alice utiliza su táctica para reforzar su posición en la negociación por los rehenes.

Con un susurro telepático, la Coloslime se comunica con el chico recién tragado, preguntándole cómo se siente ahora que está en su estómago. La respuesta del chico revela una extraña comodidad en la situación, a pesar de la peculiaridad de su entorno. La Coloslime, satisfecha de que no cause malestar, decide proseguir con su plan.

Sosteniendo a la mujer lobo en su mano con firmeza, la Coloslime repite su amenaza, esta vez con un toque de certeza. La mujer lobo, presenciando la escena de su compañero siendo tragado, no puede evitar sentir un escalofrío de temor al saber que la criatura gigante no dudará en cumplir sus palabras. El ambiente tenso se intensifica mientras la Coloslime espera la reacción de las mujeres lobo ante la inminente posibilidad de ser la siguiente en enfrentarse a la misma suerte.

Ante la imponente presencia de la Coloslime y la amenaza cumplida, las mujeres lobo, sabiendo que no podían vencerla, finalmente se rinden. Bajan sus armas y observan con temor y sumisión cómo la Coloslime sostiene a la mujer lobo en su mano, demostrando su poder indiscutible.

Isabella, sintiendo un profundo orgullo por su hija, se une al esfuerzo de liberar a los soldados atrapados en las jaulas. Con determinación, ayuda a abrir las puertas, liberando a los prisioneros que, agradecidos, salen cautelosos pero aliviados de sus celdas. La victoria se refleja en los ojos de Alice, la Coloslime, mientras observa el resultado de su astucia y valentía.

La mujer lobo, aún en la mano de Alice, sintiéndose culpable por sus acciones, se disculpa con sus compañeras. Entre sus disculpas, pide perdón sinceramente, y las otras mujeres lobo, aunque inicialmente renuentes, finalmente la perdonan. Alice, molesta, les cuestiona por qué no se disculpan también con el chico al que maltrataron.

Al principio, las mujeres lobo repiten que él es un debilucho y no merece sus disculpas. Alice insiste en que digan la verdad y, tras un momento de resistencia, revelan que son duras con él porque están obligadas a producir niños fuertes. Les explican que, si tratan bien a un chico que aparenta ser débil, las obligan a deshacerse de ellas, como ya había sucedido antes con otras.

Alice, después de escuchar la explicación de las mujeres lobo, expulsa al chico de su boca con cuidado, atrapándolo en el aire con una mano antes de que toque el suelo. Con delicadeza, lo baja al suelo y lo coloca junto a la mujer lobo.

Con un tono serio, Alice les ofrece a ambos la oportunidad de disculparse. Mientras el chico la mira con sorpresa, la mujer lobo, consciente de su error, le pide perdón sinceramente. Alice, mostrando compasión, les propone la opción de vivir en la ciudad, donde podrán ser libres y decidir sobre sus propias vidas.

Lyara se acerca a Alice con determinación y le advierte que antes de considerar cualquier oferta, las mujeres lobo deben pagar por sus crímenes. Alice, sin embargo, defiende al chico, argumentando que él no cometió ningún delito. Lyara, con escepticismo, le dice que eso lo decidirá quien los interrogue, ya que el chico podría simplemente estar aparentando ser bueno.

Emily, toma la iniciativa y utiliza sus habilidades para atar a las mujeres lobo y, acto seguido, dispara una bengala que avisa a los soldados de que han cumplido con éxito su misión. La luz ilumina la noche, anunciando el éxito de la operación de rescate.

Alice, al volver a su tamaño original, se encuentra repentinamente desnuda, ya que su aumento de tamaño ha rasgado su ropa. Lyara, rápidamente, corre para cubrirla con lo que encuentra a mano. La expresión de Alice es una mezcla de sorpresa y vergüenza, mientras que las mujeres lobo atadas no pueden contener la risa ante la situación.

Lyara, tratando de proteger la modestia de Alice, busca algo para cubrirla, mientras las mujeres lobo hacen comentarios sarcásticos sobre cómo Alice podría ser la elección perfecta para tener crías. La tensión se mezcla con risas incómodas, creando un ambiente peculiar y desconcertante en ese momento.

El chico, mostrando respeto, se tapa los ojos ante la situación incómoda de Alice. La mujer lobo, comprensiva, le indica a Lyara que dentro hay una manta con la que podría cubrirla.

Alice, sin embargo, opta por una solución más práctica y menos convencional. Decide transformarse de nuevo en Coloslime, manteniendo la forma hasta que logre conseguir algo de ropa. La masa gelatinosa de color rosa se desliza hacia el suelo y adopta la forma de una especie de manta improvisada, proporcionando así a Alice cierta privacidad mientras busca una solución más permanente.

Isabella, intrigada por la escena, le pregunta a Lyara por qué está cubierta con una manta gelatinosa. Lyara explica que Alice se transformó en Coloslime y le hizo una especie de manta improvisada para cubrirse hasta que encontraran ropa.

Isabella, comprensiva, entra en el campamento y logra encontrar algo de ropa adecuada. Se la entrega a Alice, aunque le queda un poco grande, al menos podría cubrirse. En ese momento, los caballeros llegan y se llevan a las prisioneras, marcando el fin de la misión de rescate.

El chico lobo, con una sonrisa cálida, dirige su mirada hacia Alice y le promete que volverán a verse. Alice, toma esta afirmación como una promesa de amistad, sin embargo, desconoce que el chico lobo se ha enamorado de ella en el proceso. La mirada del joven revela una chispa especial que va más allá de la amistad, aunque por el momento, Alice interpreta su gesto como una expresión de camaradería.

Lyara, con esa sabiduría que solo los años de experiencia pueden proporcionar, observa la conexión especial entre Alice y el chico lobo. Sus ojos no pueden engañarla, y la sonrisa cómplice que se forma en su rostro delata su entendimiento.

Se acerca a Alice con gracia y calidez, reconociendo el dilema emocional en el que se encuentra la joven. Con una sonrisa sabia, Lyara le susurra palabras de consejo, "Ese chico está enamorado de ti, Alice." La expresión de Alice cambia, pasando de la sorpresa a la vergüenza, mientras procesa la información.

La incomodidad se instala en el aire cuando Alice se esfuerza por encontrar las palabras adecuadas. Quiere dejar claro que valora la amistad, pero sus sentimientos románticos no coinciden con los del chico lobo. Es un delicado equilibrio entre respeto y honestidad, ya que no desea herir los sentimientos del joven.

Entre risas nerviosas y gestos tímidos, Alice trata de expresar sus preferencias, revelando que su corazón late por las mujeres. La confesión se mezcla con un rubor en sus mejillas, pero Lyara, con su comprensión maternal, le brinda el apoyo necesario para enfrentar la situación con integridad y respeto.

Alice, ante la confusión de sus propios sentimientos y la presión social, busca refugio en una sonrisa nerviosa. Isabella, siempre atenta a las necesidades de su hija, percibe la incomodidad en esos ojos brillantes.

Con una mirada comprensiva, Isabella se aproxima a Alice y le toca gentilmente el hombro. "No te preocupes, cariño. El amor es complicado y toma tiempo entenderlo," le dice suavemente. Alice, con una mezcla de gratitud y nerviosismo, gira hacia su madre.

Con una expresión de pánico en su rostro, Alice confiesa que no sabe qué hacer porque no le interesan los chicos. Isabella, con un gesto tranquilizador, asegura a su hija que está bien. Le promete que, una vez que superen la situación actual de guerra, estarán allí para explorar y comprender juntas los matices del amor y las relaciones.

Emily, con una sonrisa traviesa, decide romper el hielo bromeando con Alice. "No pasa nada si te gustan las chicas, de hecho, me gusta más así," comenta con ligereza, aunque hay un brillo de verdad en sus ojos.

Alice, sin captar completamente la insinuación, le pregunta a Emily qué quiso decir con eso. Emily, riendo para disimular la tensión, le dice que solo estaba bromeando. Lyara, en silencio, prefiere no agregar nada en ese momento, consciente de que revelar sus sentimientos podría complicar las cosas en el grupo.

En ese preciso momento, un soldado irrumpe en el campamento, visiblemente agitado. Respira profundamente antes de informar con urgencia que han descubierto la ubicación de la base de los hombres y mujeres lobo. "¡Hemos encontrado su guarida! ¡Es hora de actuar!", exclama, sus palabras resonando en el aire.

La noticia genera una mezcla de emoción y tensión en el grupo. Isabella, con determinación en los ojos, toma el mapa que el soldado le entrega. Mientras examina los detalles, una pregunta se cierne en el aire: ¿qué desafíos y secretos aguardan en la guarida de los lobos? Con esa incertidumbre flotando en el ambiente, el siguiente capítulo promete ser una aventura llena de peligros y revelaciones.

continuara

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