[NARRA HIKORI]
¿¡QUE?!
¿¡COMO QUE IBAN A PELEAR?!
Sentí mi corazón latir más rápido y como comencé a marearme, entrecerre levemente mis ojos tratando de enfocar mi visto pero me era imposible.
No...tenia que huir de ahí lo más rápido posible, pelearian por mi! No quiero estar con ninguno, solo quiero huir de ahí....maldita sea.
Ambos se miraban fijamente, como si estuvieran esperando el ataque del otro, no podía huir ahí, tenía que escapar cuando empiecen a pelear.
— Tienes miedo, puedo olerlo, Shino....es obvio que en esta pelea yo gane... — Agregó Iguro con una sonrisa cínica.
El nombrado soltó una gran risa, como si se estuviera burlando de él.
— ¿¡Yo, tenerte miedo a ti?! Ubícate, obvio que no. — Dijo, de repente, unas largas y filosas garras color morada aparecieron en sus uñas. — Te destrozare...no tendré piedad contra ti, y yo...me quedare con Hikori. —
Ni que fuera un objeto....
Retrocedi con miedo, quería alejarme, estaba esperando el momento indicado para escapar.
[NARRA ESCRITORA]
De repente, ambos demonios corrieron hacia el otro, Kaburamaru se abalanzó hacia Shino con la intención de morderlo, pero el pelinegro con puntas moradas lo esquivo y salto hacia arrib, de un solo tirón le corto la cabeza a la serpiente.
— Creo que se te olvida que puedo volar Iguro-san. — Comento el chico sonriendo algo malicioso.
El pelinegro apretó los dientes molesto, antes de dar un gran salto hacia Shino, ambos comenzaron a atacarse en el aire, Iguro le lanzaba rasguños y Shino ataques con sus alas para alejarlo de él.
Aprovechaste y te diste la vuelta para comenzar a correr con todas tus fuerzas.
Pero, te detuviste en seco al sentir como el árbol temblo, miraste detrás de ti y era Obanai quien había sido aventado por Shino con fuerza hacia la rama.
— ¡¡AGH, YA ME TIENES HARTO MALDITO INSECTO! — Maldijo, chasqueo los dedos y apunto con este al demonio con alas.
Kaburamaru, quien había regenerado su cabeza entendió la orden de su dueño y fue directo hacia Shino para atacarlo.
— Tu serpiente es demasiado lenta. — Soltó un bostezo antes de volver a cortar la cabeza de la serpiente.
Ante eso Iguro puso los ojos en blanco, no podia creerlo, lo admitía, había subestimado a Shino, pensó que sería fácil derrotarlo pero al parecer era todo lo contrario.
No tenía otra opción, tenía que usar su forma final, era la única forma de vencerlo.
Este se dejó caer de rodillas al suelo, con su rostro mirando abajo, sus ojos se comenzaron a tornar de color rojizo, Shino se quedó viendo esto con confusión pero a la vez diversión.
— ¿Ya te rendiste tan facil? — Soltó una risa maliciosa.
Iguro chasqueo nuevamente los dedos, Kaburamaru regenero su cabeza inmediatamente y se acercó al pelinegro.
Tu y Shino miraban esto con confusión, no podías escapar ya que, la rama donde estabas comenzó a vibrar, al igual que en la montaña.
La serpiente se acercó a Obanai, y una vez con el, un humo color negro comenzó a rodearlos, sentiste el ambiente más pesado, ¿¡pero que estabas haciendo viendo!? Necesitabas escapar!!
Te diste la vuelta y comenzaste a correr mientras aquel humo cada vez se expandía más y más.
Shino no perdió la oportunidad, y aunque también estaba confundida se abalanzó hacia el con la intencion de atacarlo, pero apenas toco aquel humo y una presión de aire hizo que volará un poco lejos de ahí ya que se alcanzó a agarrar de una rama.
— ¿¡Pero que carajos esta pasando?! — El demonio con alas se aferro a la rama, y solo podía observar aquel humo como se iba desvaneciendo.
Cuando el humo desapareció por completo, Shino se dio cuenta que Iguro ya no estaba, se puso en defensa mientras miraba a todas partes.
— ¡¡MALDITO INSECTO!! — De repente, escucho un grito, no pudo alcanzar a voltear cuando alguien le dio un fuerte golpe en su espalda haciéndolo perder el equilibrio de sus alas, comenzó a caer de aquella rama.
Tu observaste todo esto con terror, ¿¡Acaso ya lo había matado?! Sentiste tu corazón latir más y cada vez más más fuerte, alzaste la mirada para ver al responsable y te quedaste helada del miedo.
Era Iguro, pero ya no tenia a Kaburamaru a su lado, tenía marcas extrañas en su piel, sus ojos estaban completamente negros pero mantenía sus pupilas del color de cada uno de sus ojos, de su cadera para abajo era una serpiente....se veía mucho más temeroso y poderoso.
Al parecer, esa era su forma final...
Este se deslizó por el árbol con mucha velocidad hacia Shino, el cual estaba débil y con una ala rota en el suelo, la altura de la que había caído era demasiada.
Tu ya no podías seguir viendo aquella pelea, miraste abajo, al ver la altura comenzaste a sentir temor, pero ya no querías seguir ahí.
Ya no había más opción, agarraste valor y tomaste un suspiro, antes de saltar hacia una rama, después de esa saltaste a otra, así fue, hasta que, en un movimiento descuidado, tu pie se resbaló y se doblo, gritaste de dolor antes de comenzar a caer al suelo.
En el proceso de la caída te golpeaste varias voces con las ramas, y una vez que llegaste al suelo, estabas hecha puré de todo tu cuerpo, ardia, dolía, y te habías hecho varias heridas.
— Mierda...,mierda... — Maldeciste tratando de levantarte, pero tus piernas no pudieron aguantar tu peso y caiste de nuevo. — N-Nghh...vamos, Hikori...tienes que.... i-irte de ahí... —
Como pudiste te comenzaste a arrastrar, pero te era bastante imposible, tus piernas y brazos temblaban como gelatina, no podías durar más de 2 segundos parada. No sabias como te irías de ahí....
Mientras más te arrastrabas, menos escuchabas los golpes y ataques de los demonios, y menos podías sentir como el suelo vibraba con cada ataque que daba.
Sin duda tenias un largo camino que recorrer.