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- Entonces... ¿Me estás diciendo que Kim Seokjin además de ser mi tío es un Omega?
Namjoon suspiro rendido. Se suponía que no debía decir nada, pero solo quería salir de ahí y regresar a los brazos de su Omega y no sabía el porque pero notaba más sensato a Suga que a su amigo que es tan cabeza dura.
No quería imaginarse como debía estar en ese momento sin Jimin y sin saber cómo encontrarlo al Omega y a él. Pero sobre todo, no debía imaginar lo devastado que debía estar Seokjin, extrañaba a su lindo Omega.
- Oye Namjoon - Llamo Jimin la atención del Alfa - ¿Seokjin y tú son destinados?
- Lo somos - Dijo con orgullo el Alfa y Jimin sonrió.
- Si... nosotros te dejamos ir con él, ¿Siempre estarás de su lado a pesar de saber que podría matar a tu mejor amigo y a mi Alfa? - Suga se puso en alerta, no porque pueda matarlo Seokjin, porque la verdad es que lo duda, sino porque su hermoso ángel estaba pensando en liberal al supuesto rehén.
- Seokjin es mi Omega destinado y si yo logro dejar todo en sus manos, todo lo que tenga que ver con su mafia, se que no tendría porque meterse con ustedes. Solo necesito la firma del anciano en los documentos que ya tenía listos. El día que tú nos dsecuestraste - Se dirigió a Yoongi - Pude haberlo convencido, pude lograr con engaños que firmará esos papeles.
- No lo lograrias de todas formas. El maldito anciano es inteligente, no firmaría jamás nada sin antes leer, pero si lo que quieres es que herede únicamente a Seokjin, todo lo que posee así será, yo no necesito nada de los Kim, tampoco creo que Agust lo quiera. Él tiene un sentido de justicia demasiado... él. Así que prepararé los papeles y haré que los firme.
- ¿Entonces... Me dejaras ir? - Pregunto con cierta ilusión.
- Lo pensaré - RM volteó a ver a Jimin y este le sonrió, asintiendo un poco.
Aquel gesto de cierta forma alivio al Alfa, quería regresar con su Omega, no estaba listo para morir, no en manos del gemelo de su mejor amigo, sería como si este mismo lo este matando y pensar en ello le causa terror.
- Por cierto - Jimin detuvo sus pasos - No necesitábamos saber los detalles de tus noches apasionadas junto a Seokjin.
Sin más, Jimin se fue junto a su Alfa. Namjoon sonrió y suspiro tembloroso, pensar en su bonito chico le aliviaba un poco, no quería perderlo y por ayudarlo a seguir guardando el secreto de que es un Omega, nunca lo pudo marcar y ahora se arrepiente. Pero en parte le alivia saber que su bonito chico no pudo sentir su dolor ante cada golpe, pero no sé imagina el que su Omega debe estar sintiendo al no tenerlo a su lado.
Una hora más tarde, Jackson entro junto a otros dos hombres a la sala de tortura. Namjoon de espanto y pensó que lo matarían, que su historia no logro convencer en nada a Suga y que había enviado aquellos tipos a matarlo.
- No por favor, no... - Rogó y se hizo pequeño en su lugar, esperando algún golpe.
Sin embargo, nada de eso sucedió, contrario a eso, sintió como las cadenas eran desatadas, para después colocar una frazada sobre sus hombros y levantarlo de la silla.
- No sé cómo lograste convencer a los jefes. Pero me han ordenado que te saque de aquí y además, que te lleve a una habitación privada y que curen tus heridas - Comento con desinterés Jackson, no estando de acuerdo en cumplir aquella orden, pero tampoco podía negarse a sus jefes.
Namjoon ahora se sentía sumamente aliviado y de alguna forma se sentía en deuda con Jimin y Suga, sobre todo con Jimin, pues estaba seguro que él había convencido a Suga para que lo sacará de ahí.
Lo llevaron con cuidado hasta una habitación de la segunda planta, lo dejaron sobre una silla y después los tres hombres salieron de la habitación, dejándolo bajo llave. Namjoon observó por la ventana, el brillante sol, que parecía estar siendo oculto por una gris nube que anunciaba una pronta tormenta.
Unos pocos minutos después, la puerta fue abierta y por ella entro un Omega. Namjoon lo vió entrar con una bandeja llena de medicamentos en ella.
- Hola. Soy Mark Tuan, soy médico y curare tus heridas, pero para ello, necesito que vayas a darte un baño, ¿bien?, yo prepararé todo aquí. Ve.
Namjoon asintió, se levantó con dificultad y entro al baño, gruñía cada vez que el agua tocaba sus heridas abiertas, aún cuando él agua era cálida, no podía evitar sentir dolor, está misma salía con sangre y pronto su cuerpo se fue viendo más limpio. Una vez se sintió mejor, seco su cuerpo con cuidado, se puso una bata y salió a pasos lentos.
Al levantar la vista, se encontró con un tripié sosteniendo un suero, algunas inyecciones preparadas con medicamentos, gasas y pomadas en la mesita de al lado, con aquel doctor de espaldas, terminando de preparar la cama.
- ¿Todo bien? - Dijo Mark y Rm asintió - Bien, ponte esto y te quedas solo con la bata, se que tienes heridas por todo el cuerpo y necesito sanarlas. No debes verme como tú enemigo, solo soy un doctor, que quiere sanar tus heridas.
Namjoon suspiro rendido y asintió, no podía ponerse a la defensiva, se colocó unos boxer nuevos que Mark le entrego y una vez listo se recostó en la cama. Se espanto al ver al Omega desatar su bata.
- ¿Qué crees que haces? - Dijo con terror.
- Escucha Namjoon-ssi. Soy médico y para mí no es nada extraño ver el cuerpo de las demás personas, necesito que me colabores por favor o las heridas serán peores al pasar las horas, ¿Entiendes?
- Bien - El Alfa bufo y a regañadientes, quitó sus manos y volteó hacia otro lado para reprimir el calor de sus mejillas.
¡Solo su lindo Omega tenía el derecho de verlo sin nada!
Aún así, se dejó curar las heridas. Mark encontró graciosa la situación, pero como siempre, se comportó como todo un profesional, curo las heridas de Namjoon una a una, puso pomada, vendo una que otra, luego le puso una intravenosa y le inyecto medicamentos para el dolor y que pueda dormir mejor.
Unos cuantos minutos después, Namjoon se quedó profundamente dormido, Mark le puso la sábana hasta el pecho, saco sus brazos y tuvo cuidado con el intravenosa. Puso el aire acondicionado a una buena temperatura y cerro una de las cortinas cuando la fuerte tormenta comenzó a caer a cántaros, apago las luces y salió de aquella habitación, dejándola bajo llave como le indico su jefe.
Mark le había tomado la foto que Jimin le pidió. El propósito del Omega era enviársela a Seokjin y hacerle ver qué su Alfa está bien, claro que también le costó convencer a su Alfa de hacer eso. Cuando tuvo la foto en su poder, la envío de un número nuevo, para luego desactivar todo con ayuda de Lisa.
- Líder Kim - Llegó la ama de llaves del Omega - Debe comer algo - Pidió la mujer.
- No tengo hambre. Vete - Ordenó, mientras se enrrollaba más entre sus sábanas.
- Pero solamente come una vez al día y no siempre, por favor, debe comer al menos un poco - La mujer estaba preocupada por la salud de su líder, parecía que cada día todo se caía a pedazos.
Desde que su líder cayó en esa terrible depresión, parecía que nadie podía sacarlo de ahí. La mafia dragones estaba en una de sus mayores crisis, los miembros de la mafia solo se dedicaban a defender su mafia y a su líder de cualquier posible ataque contra ellos. Mientras su líder se hundía, ellos luchaban.
Un día sin nadie preverlo, se enteraron de que su líder no es un beta, sino un Omega, uno con tanto poder como el de un Alfa, no le recriminaron ni juzgaron, pues lo primero que hizo Seokjin fue ordenar la ejecución del comandante a cargo del plan contra la mafia serpientes. Aún cuando recibió miles de súplicas para perdonarle la vida, Kim Seokjin no se tentó la mano y mucho menos el corazón al dispararle en la frente al hombre, matandolo enseguida.
Sus ojos habían dejado la picardía, sus ojos ya no denotaban malicia cuando creaba un plan en contra de alguien, ahora solo se veía una mirada oscura, solitaria, profunda, pero nadie podía describir que era lo que realmente el Omega pensaba.
Desde que ocurrió todo lo anteriormente sucedido con el patriarca, el detective Kim y la mafia serpientes, Kim Seokjin como actual, único líder y jefe de la mafia dragones, no había mostrado su presencia y mucho menos puesto en marcha algún plan para el rescate del patriarca. Mucho menos crear algo en contra de la mafia dragones.
- Por favor líder Kim...
- ¡Qué no quiero nada mierda!, ¡vete! - El grito de Seokjin espanto a la mujer, quien retrocedió unos pasos, después reverenció y se marchó.
Seokjin se desmoronó, comenzó a llorar de impotencia, con dolor en su pecho, su lobo aullaba desconsolado. Tenía unas ojeras muy marcadas bajo sus ojos, su piel se veía pálida y descuidada, su peso era irregular, parecía mucho más delgado que antes. Había lanzado toda su elegancia y presencia por la ventana, tomando como propio el dolor y la tristeza.
- Perdóname... amor - Sollozaba el Omega - Perdóname por no ser lo suficientemente fuerte para poder traerte de regreso - Decía mientras hacía puño su mano sobre su pecho.
Lloro durante largos minutos, habían momentos en los que parecía ya no tener más lágrimas, hasta que su llanto fue cesando lentamente, mantuvo sus ojos cerrados y cuando creyó que el sueño llegaría hasta su cuerpo, sintió su teléfono vibrar, seguido de ello anunciando un nuevo mensaje. Lo tomo entre sus manos, noto un número desconocido y lo abrió.
*Número desconocido*
Él se está recuperando... pronto regresará contigo, espera un poco más.
[Adjunto fotografía]
La respiración de Jin pareció cortarse en un instante, se levantó de golpe al ver aquella foto de su amado Alfa. Conectado a una intravenosa, con múltiples moretes en sus brazos, se veía mucho más delgado su rostro estaba magullado ante los golpes recibidos, se veía tan tranquilo mientras dormía, que el corazón de Seokjin sintió un enorme alivio y al mismo tiempo dolor al verlo en aquel estado.
Intento llamar al número que le envío aquella fotografía, pero este ya aparecía inexistente.
Una vez más, el Omega se lanzó al llanto y se quedó dormido mientras veía la foto de su Alfa. Él estaba bien, lo estaba, solo debía pensar en crear un plan o hacer algo para que le regresen al único ser que lo mantiene con vida, es lo único que desea.
Descanso largas horas seguidas, tantas de las que no había logrado antes, pues su corazón ahora se encontraba con menos carga al saber que su Alfa estará bien.
Pensó que era momento de dejar el dolor y el llanto atrás y buscar la manera de que su Alfa regrese con él.
Cuando despertó, tomo su teléfono y llamo al número que necesitaba para iniciar un plan.
- Diga - Dijeron al otro lado.
- Agust. Necesito que nos reunamos lo más pronto posible - Indico Seokjin.
- Cuando quieras. Te estaré esperando en mi casa.
El Alfa corto la llamada y siguió observando su jardín a través de la ventana de su oficina en su mansión.
Min Agust había salido del hospital hace unos días. Aún portaba un cabestrillo que sostenía su brazo derecho por la bala recibida en su hombro, su pierna se estaba recuperando de la bala, afortunadamente no había tocado ningún hueso o algo similar, algo que lo aliviaba, pues pronto podría caminar mejor, sin la ayuda de aquel inútil bastón.
El Alfa se encongraba mucho más sereno de lo que se podría creer, al menos él si llevaba sus comidas al día y a la hora indicada, el mayordomo Cha, le recordaba de sus medicamentos y se encargaba de su cuidado.
Agust sabía que pronto recibiría la llamada de Seokjin, aunque se demoro más de lo debido, por fin había llegado. Sabía que en ese momento, Seokjin solo tenía el deseo de acabar con Min Suga y él debía jugar muy bien sus cartas en esta ocasión y no solo dejarse llevar por la venganza o el odio hacía su hermano.
Sabe muy bien que Suga tiene en sus manos a Namjoon y a decir verdad, su mejor amigo es alguien muy importante para él y no permitiría que le hicieran más daño del ya hecho.
La puerta de su oficina fue tocada y pensó que era demasiado pronto como para que Seokjin ya esté ahí, pensó en que quizá podría ser el anciano Cha.
- Adelante.
- Con su permiso joven maestro. Una señorita deseo verlo, espera en la sala, dice que es urgente y de carácter laboral.
- ¿Te dijo como se llama? - Pregunto sin voltearse.
- Solamente me dijo que es la detective Jang - Agust sonrió ladino y asintió.
- Déjala pasar.
El anciano Cha asintió y fue en busca de la Detective. Unos segundos después, la puerta fue tocada una vez más, el señor Cha abrió y dejo entrar a la mujer.
Un fuerte aroma a tierra mojada y cacao inundó las fosas nasales de Min, al menos la tierra mojada fue un poco de su agrado, mientras que el otro no mucho. Sin voltearse supo que aquella mujer seria una carga para él y también... un comodín.
- Tiempo sin verte Min - Comento la mujer.
- Lo mismo digo Heize - Respondió Agust y se volteó lentamente.
Heize sonrió ladina al ver aquel hombre que había estado rondando sus sueños desde hace un muy largo tiempo, le traía muchos recuerdos inolvidables. Aunque le sorprendió un poco verlo en aquel estado.
- Vaya, supongo que el trabajo a sido duro este último tiempo, ¿No? - Comento la mujer.
- Algo así. Toma asiento por favor - Indico y así lo hicieron ambos - Dime, ¿Qué te trae por aquí?, ¿El jefe te envío por el caso de la mafia?
- Un poco de ello si. Pero también por el reciente caso del secuestro de Kim Namjoon, mi inolvidable y entrañable ex novio - Suspiro con dramatismo la mujer.
- Namjoon nunca fue tu novio - Bufó Min - Además, creí que habías sido trasladada a otra academia después de terminar los entrenamientos.
- Me trasladaron, pero ahora me solicitaron como tú refuerzo y cubrir el espacio de Namjoon mientras él regresa, ¿Qué te parece ser un equipo en este trabajo? - Sonreía la mujer con arrogancia.
- No necesito de tu ayuda Heize, puedo solo. No te tendré como una carga y lo sabes muy bien - Dijo sin filtro alguno el Alfa - Siempre fuiste débil y poco hábil en muchos sentidos.
Heize rio divertida, se levantó de su lugar, rodeo el escritorio, se acercó a Agust, giro la silla de este y se sentó sobre sus piernas sin pedir permiso alguno, aunque claro, no logro ninguna reacción en el Alfa.
- ¿Incluso piensas eso de mi en la cama? - Susurro la mujer sobre el oído del Alfa.
- Si tocamos ese tema... Entonces es muy diferente - Afirmó Agust, sin apartar la mirada de la mujer.
- Lo sabía, ¿Por qué no recordamos viejos tiempos?, cómo cuando Namjoon te mando a ti en aquella fiesta para que me acostará contigo creyendo que eras él.
- Vaya que eres muy rencorosa. Pero admite que lo disfrutaste, además mi amigo jamás te quiso, lo sabías y eras demasiado ensimosa.
- Lo sé. Pero desde esa noche mi objetivo cambio, sabes muy bien que me uni a la academia de policías por ti.
Agust sonrió con prepotencia y arrogancia. Siempre supo ese detalle, debía admitir que Heize es una de las mujeres más atractivas que conoce, y aunque sentimentalmente jamás le atrajo, sexualmente lo exitaba demasiado. Cómo en ese instante.
- Siempre lo supe - El Alfa se relamio los labios - ¿Por qué te interesas tanto en mi? Eres una Alfa Heize, ¿No deberías de buscar una Omega sumisa o un beta para ti?
- Por qué me encantan los Alfas que me dominan, me encanta ser sumisa ante ellos y tú... - Tomo en cuello de la camisa del Alfa y se acercó más a él - Eres el indicado para mí.
La camisa de la mujer no dejaba mucho a la imaginación del Alfa, era un poco escotada de los pechos y la falda que llevaba puesta dejaba un poco a relucir sus muslos. Agust es un Alfa débil ante la carne, tiene unos cuantos largos meses sin tener nada de sexo, ¿Por qué negarse ante ello cuando se le ofrece en bandeja de plata?
- ¿Si? - El Alfa jugaría un poco - Entonces arrodíllate y compláceme un poco, ¿Quieres linda?
La mujer sonrió encantada y no dudo en hacer lo que él Alfa le ordenó. Se arrodilló entre las piernas del Alfa, relamio sus labios y comenzó a quitarle el pantalón. Min disfrutaría su momento, necesitaba atención sexual y no se negaría ante tan exquisito banquete. Heize como toda Alfa obediente y sumisa como a ella le encantaba ser, complacería al Alfa en todos los sentidos.
Le bajó los pantalones y el boxer y al ver el tamaño de su pene, tan erecto y jugoso, volvió a relamer sus labios y pronto lo chupo gustosa, sus labios hacían sonidos obscenos, ahuecaba su boca cuando el pene tocaba su mejilla, chupaba y lamía con entusiasmo, mientras sus manos trabajaban en estimular el resto del miembro y los testículos del Alfa.
Min estaba disfrutando, se dejó caer en el respaldo de la silla y cerro sus ojos, imaginando que quien hacía todo aquello era su lindo Jimin, siempre deseo estar con su chico y aunque esté fue arrebatado de su poder demasiado pronto, sabía que lograría tenerlo con él en poco tiempo. Aún cuando Jimin lo rechace incontables veces, él intentaría conquistarlo.
Quizá sería un sueño únicamente para el Alfa.
Agust gruño satisfecho cuando sintió como la mujer le chupaba y mamaba su polla con entusiasmo, lo hacía tan bien, que le trajo viejos recuerdos de cuando se acostó con ella un par de veces más después de que ayudo a Namjoon a quitársela de encima.
Tomo entre su grande y venosa mano el cabello de la Alfa y comenzó a autopenetrarse en su boca, haciendo que la chica se ahogara en el proceso, pero se recompusiera pronto y siguiera en su trabajo. Pronto, el Alfa sintió como estaba a punto de correrse y aumento los movimientos. Hasta que tiro toda su esencia dentro de la boca de la Alfa, quien gustosa y satisfecha lo trago todo.
- Ah~ - Gimió la mujer y lamio sus labios.
Aquel gemido de la Alfa logro que el amigo de Agust despertara nuevamente, sonriendo ladino y con su respiración acompasada, supo que necesitaba más de aquello. Así que aprovecharía el sexo que Heize le podía ofrecer.
- Levántate - Ordenó con su voz de mando y la Alfa acato de inmediato.
Min no dudo en levantarse, voltear a la mujer, con una sola mano y contraminarla contra el escritorio para luego subir su falda. El Alfa de relamio los labios y sonrió al ver que no traía nada de ropa interior debajo.
- Sabías a lo que venías, ¿No? - Su voz estaba ronca de exitación.
- Lo sabía y es todo para ti - Movió el trasero.
Agust dejo ir una nalgada sobre la mejilla trasera de la Alfa y está gimio encantada. Sin esperar más y sin ningún tipo de preparación, Agust agarro su pene y lo introdujo de golpe en la entrada de la mujer, está gimio alto ante tal intromisión, le encantaba, estaba fascinada. El Alfa comenzó a embestir una y otra vez, arremetia sin piedad o control, en ese momento no le dolía ninguna de sus heridas, solo quería sasear sus deseos sexuales y lo estaba haciendo.
Así paso durante los siguientes quince minutos, embistiendo sin piedad alguna a la mujer. Hasta que sintió llegar al punto más alto de su clímax, saco su miembro y dejo salir toda su esencia sobre los glúteos de la Alfa, quien satisfecha se dejó caer sobre el escritorio.
El Alfa subió sus pantalones y se dejó caer sobre su silla. Se sentía acalorado y exhausto, quería más, pero se detendría, al menos Heize le servirá para calmar sus deseos sexuales por un tiempo.
- Es mejor que te vayas. No tardaré en recibir otra visita.
Heize rio, se levantó y recibió las toallas húmedas que le daba el Alfa, limpio todo el desastre ocasionado y después de acomodar sus ropas, se acercó a Min una vez más.
- ¿No será a ninguna otra putita que venga a complacerte no es así? - Min odio esa simple palabra.
- Aunque así fuese, no es de tu incumbencia, ya dejaste en claro para que venías realmente y necesito trabajar, te llamaré cuando te necesite.
- Claro - Heize dejo un rápido beso sobre los labios del Alfa y este no reaccionó - Te juro Agust que haré que te fijes en mi, sin importar mi rango, te juro que no me dolería perder a mi Alfa y juntos ser un delta con tal de estar contigo.
- Estás loca Heize. Es mejor que te vayas - Ordenó y la mujer asintió.
- Adiós cariño.
Heize se despidió con una coqueta sonrisa, le lanzó un beso al Alfa y salió de la oficina, se encontró al mayordomo en la entrada de la mansión y este muy amablemente le abrió la puerta de su auto.
- Que tenga buen viaje detective Jang.
- Gracias - Se despidió una alegre Heize. Sin embargo, al salir de la mansión, sintió su corazón romperse.
Ella sabía que la única forma de atraer la atención de Agust era ofreciéndole sexo, si, le encantaba, ella se ofrecía y disfrutaba el momento, pero siempre deseo que el Alfa la viera con otros ojos, pero su naturaleza Alfa le jugo en contra, ella pensaba que la madre luna la odiaba por hacerla Alfa y no una bonita Omega de quién Agust se pueda enamorar.
Aún sabiendo todo ello. Heize siempre se arriesgaba a todo por él, intentaba mostrarse con una faceta diferente y que no rompa más su corazón, pero Agust se lo hacía añicos cada vez que le recordaba para lo único que le serviría y si, ella lo sabía, ella se ofrecía y era consciente de todo ello. ¿Pero como atraer al hombre que te gusta si no es de esa manera?, sobre todo cuando ambos son Alfas.
Es algo con lo que ella sabe, siempre vivirá.
Agust ordenó su escritorio tranquilamente, justo cuando terminó de acomodar su camisa, la puerta de su oficina volvió a ser tocada.
- Adelante - Espero ver al mayordomo, pero en su lugar entro Seokjin - Vaya, no te ves nada bien - Comento el Alfa.
- Ya lo sé - Bufo Jin - ¿Quién era la chica que salió de tu casa? - Jin tomo asiento - Puedo sentir perfectamente el olor a sexo aquí adentro, ¿Calmabas tus calenturas por no tener a Jimin? - Se burló.
- No sabes cuánto detesto saber que eres Omega y puedes sentir aromas. Además, no te importa quien sea ella o que venía hacer.
- Ya se que venía hacer y no quiero pensar en ello. Ahora, necesitamos hablar de algo mucho más importante - Jin puso su teléfono móvil en el escritorio del Alfa y este lo tomo.
Leyo el mensaje y luego vio la foto. Su corazón se detuvo un segundo al ver la imagen de su amigo en aquel estado, pero al mismo tiempo sintió alivio de saber que aún seguía con vida.
- Es momento de que creemos algún plan para traer de regreso a Namjoon - Dijo Seokjin muy seguro de sus palabras.
- ¿Qué pasa con el anciano Kim?, ¿No te importa tu abuelo? - Pregunto el Alfa.
- En lo más mínimo. Si ese maldito viejo ya murió, te juro que yo sería la persona más feliz en la faz de la tierra. Solo me interesa traer de regreso a mi Alfa.
Namjoon asintió muy de acuerdo, él siempre supo que su amigo lograría enamorar a Seokjin, aunque confío en que Namjoon no se enamoraría también, sabe muy bien que su amigo fallo en ese gran detalle. Porque tanto el Omega como el Alfa estaban profundamente enamorados uno del otro y Agust sabía que esto, a la larga les traería problemas a ambos como pareja.
- Bien, ¿Y que tienes en mente? - Cuestionó Min.
- Necesito enfrentar a Suga, darle algo que él quiera a cambio de Namjoon.
- ¿Si sabes que lo que él quiere ya lo tiene en su poder no es así? - Dijo con obviedad el Alfa.
- No si se lo quitamos otra vez - La mirada de Seokjin era demasiado oscura para el gusto de Agust.
- ¿Te refieres a secuestrar a Jimin?, en este momento eso sería algo suicida e imposible de lograr.
- Estás demasiado negativo Agust, ¿Qué mierda ocurre contigo?, ¿Ya no quieres a Jimin para ti?
- Claro que lo quiero. Él estará conmigo, pero le prometí a Jimin que si él lograba irse de mi lado, lo dejaría en paz.
- Jimin no se fue, te lo arrebataron, que es muy diferente. Creí que eras más inteligente que Suga, parece que ya te diste por vencido.
- No es así. Jimin regresará a mi, yo lo sé.
- Entonces colabora en mi plan.
- Habla entonces.
Seokjin estaba por hablar cuando su teléfono sonó, se dió cuenta que era el mismo número desconocido que le envío la fotografía anteriormente. Volteó a ver a Agust y este le insisto a contestar, el Omega así lo hizo, pero lo coloco en alta voz y comenzó a grabar la llamada.
- Diga - Hablo Seokjin.
- Hola Seokjin Hyung - La dulce voz de Jimin se dejó escuchar y el más afectado ante ella fue Agust, quien se sorprendió al escuchar la voz de su chico.
- ¿Jimin? - Seokjin estaba sorprendido.
- Así es. Cuánto tiempo, ¿no? Estoy seguro que debe estar muy sorprendido, pero no sé preocupe, estoy mejor que nunca al lado de mi Alfa. Supongo que debe estarse preguntando sobre la razón de esta llamada.
- Claro, no me esperaba que fueras tu quien llamará, pensé que sería Suga o algún otro miembro de su mafia.
- Sería así. Pero convencí a mi amado Alfa que me dejara hacer esta llamada por mi cuenta y llegar a un acuerdo con usted.
- ¿Acuerdo?, ¿Y de que se supone que tú tendrías que llegar algún acuerdo conmigo?
Min Agust moría por hablar y decirle a Jimin que él es su Alfa y dejé de estarse refiriendo a Suga como tal, pero solo podía concentrarse en lo dulce y tranquila que se escuchaba la vocecita de Jimin, tan diferente a cuando estuvo con él. Pensó seriamente en que quizá si, el lugar indicado de Jimin estaba junto a Suga, pero eso él no lo permitirá, al menos no aún.
- ¿Qué dice de dejarnos entrar a Seul y regresarnos nuestra vida y nuestra mansión a cambio de Namjoon Hyung? - Dijo Jimin con toda la confianza en su voz.
- Debes estar bromeando Jimin y no estoy para juegos, ¿De un día para otro ya te crees parte de esa mafia y dueño de ella?
- Dueño no, parte de ella si. Soy el jefe y líder junto a mi Alfa, ¿Por qué no negociar cuando nosotros queremos algo y usted anhela de regreso a su Alfa?no me agrada la idea de que su lobo llegué a deprimirse por estar separado de su pareja tanto tiempo.
- ¿Cómo demonios sabes que soy Omega? ¿A qué crees que estás jugando Jimin?
- Como lo se es lo de menos. No estoy jugando a nada, ¿acepta o prefiere que la próxima fotografía sea de Hyung pero no dormido exactamente?
- ¿Qué demonios ocurre contigo Park Jimin? - La gruesa y potente voz de Agust sonó con enojo - ¿Qué mierda te ha metido Suga para que actúes y te expreses de esa forma?
El otro lado de la línea se quedó en total silencio por unos cinco segundos. Jimin al otro lado sintió como podía entrar en crisis en cualquier momento al escuchar a Agust pero logró reponerse muy pronto, recibiendo caricias y besos en su hombro de parte de su Alfa.
- Como me comporte o lo que piense y a los acuerdos que llegue no son de su incumbencia detective Min. Si tiene algo en contra de mi mafia, es mejor que lo guarde un poco, porque mi asunto en este instante es con el líder Kim, no con usted. Así que le pediré amablemente que no vuelva a irrumpir.
Seokjin se sorprendió ante la respuesta de Jimin hacía Agust, observó como el Alfa se volvía rojo de la rabia, pero no volvió hablar, logrando que el momento se tornara tenso e incómodo.
- Entonces - Decidió hablar Seokjin - ¿Lo único que quieren es su mansión, regresar a Seul y tener su anterior vida no es así?
- Así es Hyung - Al otro lado de la línea Jimin sonrió con mucha confianza en su voz y expresión.
- Bien, dime cuándo y a qué hora - Comenzó a ceder Seokjin, parecía que todo había sido mucho más fácil de lo que parecía.
- En una semana, en el mismo lugar de siempre, lo veré en el muelle Hyung. Prometo regresarle a su Alfa sano y salvo.
Sin más, Jimin corto la llamada, dejando sin rastro el móvil en su poder. Seokjin pensó en que todo estaba siendo demasiado bueno, pero si la misma mafia serpientes habían sido los creadores de un plan que él mismo tenía en mente, no tenía por qué negarse.
Agust sabía que algo saldría mal. Lo presentía y no específicamente de parte de la mafia serpientes o Seokjin, pero algo no cuadraba en todo aquello.
Quizá... algo mucho más grande estaba por venir.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Lamento si los hice leer un poco de Lemon hetero, pero solo puedo decirles que Heize será un personaje importante. Espero que el capítulo haya sido de su total agrado y que el rumbo de la trama les este gustando.
Cuando me emocionó escribiendo no hay quien me detenga. Y escribo todo lo que llega a mi mente e incluso a veces añado cosillas nuevas que no estaban planeadas y me gustan.
Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐