🚬 ENTRE DOS ALFAS 🚬 ~YM~ ||...

By FGyoonmin7

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Park Jimin es un Omega de 22 años con problemas personales, depresión y una descontrolada ansiedad por consum... More

🚬 ¡ACLARACIONES! 🚬
🚬 BOOKTRAILER 🚬
🚬 PRÓLOGO 🚬
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🚬 65 🚬
🚬 66 🚬
🚬 67 🚬
🚬 68 🚬
🚬 69 🚬
🚬 FINAL 🚬
🚬 EPÍLOGO 🚬
🚬 EXTRA¹ 🚬

🚬 34 🚬

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By FGyoonmin7

- Yoon...

- Minnie...

La tensión comenzo a subir en cuestión de segundos entre la pareja. El ambiente era intenso, fogoso y sus cuerpos eran calientes a un nivel increíble.

Yoongi, por su parte sentía que no podía retener por mucho tiempo a su ansioso lobo, su cuerpo y celo le estaban exigiendo arremeter contra el bello Omega frente a él, tomarlo en ese mismo instante y hacerlo suyo en todas las maneras posibles. Pero lograba controlarse hasta cierto punto, ya que por nada del mundo se permitiría a si mismo forzar a su Omega, si este aún no se siente listo.

Sin embargo Jimin sentía a su lobo aullar de anticipación, obviamente no quería parecer un Omega depravado o urgido por estar entre los brazos de su Alfa, pero la verdad era que es justo lo que desea, tanto él como su lobo desean con todo el sentido de la palabra, poder entregarse a su amado Alfa en cuerpo y alma y justo había llegado el momento más esperado por él y ese sensual monumento que está frente a él.

Suga no sabía que hacer, quería evitar a toda costa hacer sentir a su pareja que está forzado u obligado a estar con él. Claramente no es así, pero teme que su Omega sienta eso, aunque él no sabe que Jimin lo desea más que nada en el mundo.

El pelinegro Omega pareció darse cuenta de ello, así que pensó en tomar la iniciativa y así lo hizo.

Comenzó a caminar directamente hacía su Alfa, quien solo le mantenía la mirada, intensa y feroz una mirada que solo demostraba el deseo tan grande por su Omega, así que fue justo eso lo que incentivo al menor a actuar según su parecer, a lanzarse a su Alfa y ser él quien tome el control de la situación si el momento lo amerita.

Cuando estuvo frente a frente con su amado Alfa, no dudo en llevar sus dos manos a los pectorales de su Alfa y apegarse a él sin miedo alguno. Suga trafro grueso y sintió como las manitas de su chico quemaban con intensidad su piel y eso... Le encantó.

El mayor con cierta duda y temblor en sus manos, al no saber si podía controlarse más tiempo, las llevo hasta la fina cintura de su Omega y las dejo ahí posadas, esperando poder obtener la autorización de su ángel para poder poseerlo en cuerpo y alma en ese mismo instante.

Jimin sonrió ladino al sentir como su Alfa presiono levemente en su cintura y eso le dió la señal que quería. Así que pensando en jugar un poco, subió sus manos hasta el cuello de su Alfa y las fue deslizando lentamente hasta el nacimiento del cabello de su pareja, después regresando por el mismo camino inicial hasta el marcado abdomen de este mismo, repitiendo la acción una vez más. Min solo pudo cerrar sus ojos un segundo, retuvo el aire con demasiada dificultad y después la fue soltando lentamente.

- Ji-min... - Y vaya que el gran Min Yoongi no podía resistir más.

- Dime mi bello Alfa - Sonrió ladino el Omega. Él sabía lo que hacía y le estaba encantando provocar a ese hermoso hombre.

- Amor... Yo... - Volvió a suspirar con dificultad - Por favor... - Rogó.

- ¿Por favor que cariño? - Y justo esas palabras son las que detonaron todo dentro del Alfa que no podía resistir un segundo más.

La intensa mirada del mayor se poso directamente sobre aquellos ojitos que a simple vista podían parecer los de un corderito inocente, pero en realidad era una mirada cargada de lujuria y  sensualidad. Min supo al instante que su Omega estaba jugando y se estaba divirtiendo mientras lo hacía sufrir.

Las manos de Jimin seguían jugando sobre el abdomen y pecho del Alfa, tardaba líneas y acariciaba a su antojo. Mientras veía directamente a su Alfa, sabiendo que con eso lo provocaba.

- ¿Te diviertes mientras me haces sufrir Park? - El Alfa labio sus labios en anticipación.

Min sonrió ladino al escuchar la suave risilla de su Omega, que era una de pura maldad y que confirmaba sus palabras.

- Un poco - Confirmo Jimin - Dime Alfa, ¿Qué necesitas de mi ahora? - Jimin sabía jugar y lo estaba haciendo.

Así que Min no resistiría más. Apreso el fino cuerpo de su chico entre su cuerpo, lo apego a su pecho y afirmó su agarre, llevó una de sus manos hasta el cuello del Omega y lo agarro con firmeza, fijo sus ojos gatunos en aquellos “inocentes” ojitos y lamió sus propios labios, para después bajar su mirada hasta aquellos pomposos belfos, tan rosas y apetitosos, tan gruesos y deliciosos.

- Solo necesito que aceptes que te haga el amor de todas las maneras posibles durante toda la noche mi bello ángel.

Jimin sonrió una vez más y anticipó lo pronto a suceder. Así que no dudo en estampar sus labios contra los de su Alfa y devorarse la boca uno al otro. El beso era tan intenso como fogoso, los chasquidos eran solo un plus para lo que estaba por venir, los suspiros satisfactorios eran una confirmación a que ambos lo estaban disfrutando.

Unos segundos después, el beso se rompió temporalmente, sus reparaciones ya eran agotadas en ese momento, sus rostros estaban demasiado cerca, sus frentes estaban unidas, Min acaricio la mejilla de su Omega y Jimin no planeaba alejar sus manitas del divino e increíble cuerpo de su Alfa.

- Hazme el amor hasta el amanecer Alfa y no dudes en hacer que está noche sea inolvidable para ambos.

Con aquella confirmación de parte del Omega, Min dió por sentado su plan, y ese era, lograr que su amado Omega disfrute cada roce, cada caricia, cada uno de sus besos, hacerlo recordar cada suspiro y cada minuto que pasarán unidos desde ese instante.

Suga volvió a tomar los labios de su Omega, tomando sus palabras anteriores como la confirmación que necesitaba para dar inicio.

El Alfa fue dando paso tras paso, hasta lograr que su chico chocara contra el borde de la cama, llevó sus manos hasta las caderas de Jimin y acarició el área con la yema de sus dedos, sacando innumerables suspiros de parte del Omega. Sin previo aviso, Min fue subiendo la camisa de su chico, hasta levantarla toda y con permiso de este, sacarla por completo, dejando al descubierto el torso de este mismo.

Jimin olvidó el significado de la vergüenza o pena. Él se entregaría a su Alfa por primera vez, estaba más que listo para ello y si quería que la noche fuese inolvidable, debía poner todo de su parte también y permitirse disfrutar cada segundo de su noche mágica junto al amor de su vida.

Min aprecio un segundo el cuerpo de su chico y pronto volvió apoderarse de sus hermosos belfos, esos que lo tenían vuelto un loco por lo apetitosos que son. Sus manos trabajaron en desabrochar la evilla del pantalón del menor y dejarlo así un segundo. Los besos del Alfa desendieron hasta el cuello del Omega, succionando sin miedo, sabiendo que dejaría unas marcas muy notorias, los humesos besos llegaron hasta el hombro de Jimin, quien mantenía sus ojos cerrados y soltando uno que otro suspiro en señal de satisfacción, las manos de Jimin ahora apretaban con fuerza los hombros de su Alfa, sintiendo sus partes íntimas ya muy despiertas, con su miembro duro y su agujero palpitante y chorreante con lubricante natural.

Cuando el Alfa se aseguro de dejar las suficientes marchas en el pecho y cuello de su chico, hasta que todo mundo se de cuenta a quien pertenece, decidió recostarlo sobre el centro de la cama. Jimin se sintió tan bien cuando la frialdad de las sábanas tocaron su cuerpo caliente y fogoso, que relamio sus labios, suspiro tembloroso.

Por otro lado, el gran Alfa Min, admiró la belleza de su Omega. Pero sabía que necesitaba ver más allá, así que se acercó a su chico y tomo el borde del pantalón de Jimin, este entendió a la primera, así que elevó las caderas y le permitió a su Alfa deshacerse de sus pantalones.

Las hermosas y voluminosas piernas del Omega quedaron a la vista del Alfa y aunque esté ya había visto a su chico sin ropa y portando nada más unos boxer, no podía negar que siempre que lo veía quedaba impresionado, anonadado y mucho más enamorado.

Relamio sus labios por enésima vez y está vez se deleitó con la belleza de su Omega frente a sus ojos. Lo barrio con la mirada desde la cabeza hasta los pies, ¿Cómo no admirarlo con lujuria en sus ojos?, Su lobo le exigía en cada segundo que se lanzará hasta aquella belleza, pero él quería que todo fuese con delicadeza y que ninguno de los dos olvide ni un detalle por culpa de la calentura.

- Alfa~ - Llamo Jimin con deseo en sus palabras. Él obervaba fijamente a su Alfa y relamia sus labios cada cierto segundo también, deseando y anticipando todo con mucho deseo.

- Déjame admirar lo hermoso que eres mi cielo - La voz de Suga parecía que había bajado una octava, pues era mucho más grave y gruesa, algo que prendió mucho más al Omega.

- Podrás seguir admirandome después, pero ya déjame verte y tocame Alfa - Parecía que en realidad era el Omega que estaba en celo y no el Alfa.

Tomando en cuenta las palabras del Omega, Suga no perdió más tiempo y fue deslizando lentamente los boxer de su Omega entre esas maravillosas piernas. Jimin era sensual, sexy, fogoso y un Omega que hacía delirar de locura al Alfa por la belleza esplendorosa que posee.

Jimin se mantenía con sus brazos sobre su cabeza y las bajaba en cada cierto instante, hasta tocar sus piernas, las cuales las mantenía unidas y provocando a su Alfa, pues no pensaba abrirlas hasta que su mismo Alfa lo haga por él. Jimin sonría ladino ante su travesura de seguir provocando al mayor y lograr que esté por fin lo tome como suyo y dejé de hacerlo esperar tanto.

- Abre esas lindas piernas para mí cariño - Pidió el Alfa y Jimin rio bajito.

- Ah ah - Nego - Lo debes hacer tú Alfa, pero primero debes quitar esa toalla de ahí y dejarme verte - Condicionó.

Suga por su parte sonrió con diversión. Vaya que su Omega sabía lo que hacía y eso lo prendía mucho más. Así que pensó en que ya era momento de dejar de alargar el asunto y hacer lo que en realidad desea.

Poseer a su Omega.

- Como tú digas mi ángel.

El Alfa desenrolló la toalla y la dejo caer, dejando a la vista el enorme amigo que se carga entre las piernas y que impresionó al Omega, pues este se mordió el labio con anticipación y deseo, fue totalmente consciente de cuando su ano lanzó más lubricante natural, ansioso por recibir a ese enorme pene dentro de él. Se veía tan delioso y jugoso que su boca se hizo agua y deseo poder chuparlo, saborearlo entre sus labios. Lo imagino tan bien, que haría su deseo realidad.

Jimin entonces, abrió sus piernas y dejo a la vista su entrada ya mojada y palpitante. Algo que deslumbró al Alfa, quien por su parte se sintió mucho más ansioso. Así que no dudo en lanzarse a su Omega, colocándose entre las piernas de este y ambos soltando un sonoro suspiro cuando sus miembros chocaron entre si y sus pechos fueron uno solo.

Min apreso los labios del Omega entre los suyos, mientras su mano derecha tomaba la pierna del menor y la apretaba, acariciaba y rozaba con la yema de sus dedos, siendo así como su brazo izquierdo se apoyaba en la cama y no dejaba caer todo su pesor sobre el Omega. Jimin llevó sus manitas hasta la prominente espalda de su Alfa y apretaba con fuerza cuando sentía como sus miembros se rozaban con las intensidad, dejando marchas rojizas muy intensas en la piel.

El beso había subido de tono, su intensidad y fogosidad era tan grande que perdían el aire con frecuencia, logrando así que los chasquidos fuesen más seguidos. Los besos de Min fueron bajando con necesidad, dejando más marchas en el resto de la piel del Omega, asegurandose que todo el pecho del menor fuese cubierto por sus marcas, mordía, lamia, chupeteaba en cada rincón, sacándole al Omega, gemidos placenteros por sentir aquellos labios calientes sobre su piel ardiente.

- Ah ya Alfa~ - Jimin lo necesitaba con urgencia.

Yoongi sonrió ladino y siguió bajando. Cuando llegó hasta el vientre de su amado Omega, acaricio con sus manos y al mismo tiempo dejo un amoroso beso, deseando de todo corazón que en un futuro un pequeño fruto de su amor pueda crecer sano y salvo dentro de su Omega.

Quizá... Esa noche puedan procrear uno.

Jimin suspiro tembloroso al sentir los constantes besitos tiernos de su Alfa en aquella zona y aunque pensó muy seriamente que quizá ese no era un buen momento para quedar embarazados... Lo anhelo, lo deseo con todo su corazón y se permitió soñar, se permitió ser amado y se permitió pensar en él y el amor de su vida, no en nadie más, no en sus problemas o si era lo correcto o no. Se permitió pensar y sentir que esa es una decisión únicamente de su Alfa y suya y que jamás nadie tiene porque interferir u opinar de si creen que es el momento adecuado o no, porque a la final quien tendrá a ese pequeño es él y quién amará con todo su ser a un posible cachorrito es su Alfa y él.

Teniendo eso en mente, Jimin se permitió sentirse amado y Yoongi se juro amar a su Omega en todos los sentidos posibles.

Los besos del Alfa bajaron hasta el miembro del Omega, el cuál tomo entre sus manos, escuchando el jadeo de su chico, lo lamió, chupo y succionó un par de veces, dejándolo goteante y chorreante, malditamente delicioso. Siendo así, como bajo hasta los muslos del menor, abrió más las piernas de su chico y se aseguro de marchar profundamente aquella área, también mordió, succionó y marco los muslos del Omega. Jimin sentía que sus piernas temblaban cuando su Alfa las elevó un poco sobre sus hombros, sus manos se mantenían firmemente agarradas de la sábana, sintiendo como sus fuerzas se perdían en un instante y regresaban como un rayo sin previo aviso.

Cuando el Alfa dejo perfectamente marcadas las piernas y muslos de su Omega, entonces fue cuando se lanzó aquel apetitoso y chorreante agujero rosa, en dónde lanzó la primera lamida, escuchando satisfactoriamente el gemido de su Omega, quien se retorció en la cama, apretó los dedos de sus pies sobre los hombros del mayor e hizo puños las sábanas en sus manos.

El sabor era exquisito, esa sensación en su paladar de frambuesa y chicle fue deslumbrante, como una explosión de sabores en su boca que lo hizo repetir la acción más de una vez. Escuchando como su Omega se había puesto, fue que decidió introducir su lengua dentro de aquel rosadito agujero, Jimin se sintió en la gloria o tocando el mismísimo infierno, no lo sabía, pero era tan malditamente delicioso que necesitaba de más, él quería mucho más.

- ¡Ah!~ - Jimin curveo su espalda y la elevó un poco cuando dos dedos de su Alfa entraron de golpe a su agujero, al principio sintió un poco de dolor y ardor pero al instante en que sintió la lengua de su Alfa nuevamente, esa sensación cambio drásticamente.

Suga se aseguro de preparar perfectamente a su Omega, introdujo un tercer dedo, masajeo y estiró perfectamente, metió su lengua, saboreó y la movió a su gusto, hasta que creyó que lo había preparado perfectamente, además que esa cantidad de lubricante natural que su Omega lanzaba no era poca y sabía que eso sería de mucha ayuda en ese momento de pasión.

Saliendo de ese pequeño agujero, Min levantó la vista, relamio sus labios y sonrió una vez más. Totalmente satisfecho con el caos que veía en su Omega, estaba fascinado con esa faceta de su chico. Su respiración agitada, labios rojizos, su cabello adherido a su frente y sus manos hechas puño en la sabana. Esa era una imagen digna de retratar.

Tomo los tobillos de su chico que aún estaban sobre sus hombros, los bajo y dejo las piernas de ese totalmente abiertas, fue subiendo de apoco hasta estás nuevamente sobre su Omega y vaya que Jimin deses tener entre sus labios ese grueso pene, pero el aire faltante en sus pulmones no lo dejaba hablar por el increíble oral que acaba de hacerle su Alfa.

Nuevamente sus labios se unieron, besandose fogosamente, Suga necesitaba introducirse en su Omega en ese mismo instante, su erecto miembro estaba goteante y ansioso. Sin embargo, él no se espero sentir la mano de su Omega, tomando su miembro y masajeando con una presión exquisita. Min gruñó entre besos, encantado y el doble de exitado. Se separó del beso con su chico y lo vió fijamente a los ojos, cuando estaba por hablar, Jimin hizo lo impensable.

Llevó sus propios dedos hasta su boca, los lamió, dejándolos húmedos y después los llevo hasta el miembro del Alfa, tomadolo entre su mano, masajeando rápidamente, cubrindolo también con el mismo líquido predeminal de este mismo y humedeciendolo. Min estaba fascinado.

El mismo Jimin, llevó el pene de su Alfa hasta el inicio de su agujero, tomo aire y lo retuvo un segundo, para después soltarlo tembloroso al sentir solamente la punta del pene de su Alfa entrando en su ano.

Yoongi no pensaba hacer sufrir más a su Omega y a él mismo. Poso sus dos antebrazos a los lados de la cabeza de su Omega y como la punta de su pene ya estaba dentro, se fue introduciendo muy lentamente, dejando solo la cuarta parte dentro. Jimin llevó sus manos a la espalda del Alfa y apretó a su antojo, disfrutando de tan intensa acción.

- Si duele cariño, quiero que lo digas, si quieres que me detenga, dime, si no quieres seguir, dime por favor, amor, ¿Bien?

Jimin asintió y fijo su mirada en la de su Alfa. Ambos confiaban uno en el otro, lo saben, los dos lo desean, lo quieren y están muy seguros de ello. Jimin le sonrió, fomo las mejillas de su Alfa y lo beso con necesidad.

Fue entonces que Min, introdujo de golpe su miembro dentro de su Omega, Jimin mordió el labio de su Alfa ante aquella alucinante sensación tan satisfactoria. El beso se cortó un segundo y Jimin bajo sus manos hasta los glúteos del mayor.

- Ah~ Si-gue... - Rogó el Omega en medio del placer.

El Alfa, sabiendo que había dejado pasar los segundos necesarios, comenzó un vaivén lento, suave y dulce, mientras besaba el hombro de su Omega. Jimin suspiraba satisfactorio, encantado con esa dulzura y amor, sus manos acariciaban el trasero del Alfa, así como la espalda de este mismo, sintiéndose tan bien con cada movimiento delicado.

Pronto, Min comenzó a aumentar sus movimientos, ya eran pequeñas y ligeras estocadas, mientras lamía el cuello de Jimin, poco a poco, las embestidas iban subiendo de nivel y ya no eran nada lentas, se volvieron intensas, logrando que en cuestión de minutos la cama se moviera junto a sus movimientos pelvicos tan seguros.

Fue entonces que Jimin ya no solo suspiraba, sino que gemia con toda libertad, se aferraba fuertemente al cuerpo de su Alfa, dejando marcado su piel con sus uñas, mordiendo el hombro o cuello de este cada vez que su punto dulce era tocado con agresividad y al mismo tiempo suavidad, era una combinación de locura, pero tan malditamente exquisita que lograba hacer que Jimin tocará el intenso fuego del infierno por lo delirante y caliente que se sentía.

El Alfa, por su parte, mantenía su rostro entre el cuello de su Omega, suspiraba pesado, jadeaba, gemia y gruñía tan intenso, que Jimin sabía que él también lo estaba disfrutando. Sus embestidas eran cada vez más fuertes, con agresividad, pero una que los tenía a ambos al borde de la locura por lo delicioso que se sentía.

Claro que Min quería cambiar de posición, pero nada como tener bajo su cuerpo a ese ser tan esplendoroso y malditamente caliente. Además que los dos querían vivir y disfrutar la sensación de su primera vez haciendo el amor, juntos y muy unidos.

Muy pronto, los dos comenzaron a sentir un consquilleo en sus vientres bajos. Jimin se aferró más al cuerpo de su Alfa y gimió algo cuando su orgasmo llegó, bañando por completo los abdomenes de ambos con su semen. Pero Suga aún no llegaba y necesitaba con urgencia el permiso de su amado Omega para poder marcarlo.

- Amor... Ah~ - Min gruño con necesidad, sin dejar de embestir con rudeza.

Jimin lo sabía, él sabía perfectamente que es lo que su Alfa deseaba. Así que primero enrollo sus piernas alrededor de la cadera de su Alfa para que esté profundizará más y así lo hizo, sintiendo como cada vez los movimientos aumentaban, le dió la respuesta a su Alfa, que ambos querían.

- Házlo mi amor - Dijo Jimin muy seguro de sus palabras.

Min sonrió más que feliz. Siguió arrementiendo dentro de aquel delicioso agujero y dejó salir sus colmillos. Justo en el momento que su orgasmo llegó a su punto más alto y salió por completo dentro de su Omega, dejando su semilla y su nudo al mismo tiempo. Fue que encajo sus colmillos en la tersa piel del cuello de su amado Omega, creando una marca que tenía un millón de significados para ellos.

Jimin abrió sus ojitos muy enormes al sentir los dientes encajarse en su piel, así como el nudo formándose dentro de él, al mismo tiempo que sentía un líquido caliente cubrirlo por completo. Eran muchas sensaciones en ese instante, pero nada como sentir como su corazón y el de su Alfa se volvían uno solo, el mismo latir, las mismas sensaciones, las mismas emociones. Los dos, ahora siendo uno solo.

Una sensación hermosa y maravillosa.

Min desencajo sus colmillos y lamió la herida hecha en la piel de su hermoso Omega. Sonrió feliz, orgulloso de si mismo al igual que su lobo, los dos, sintiéndose orgullosos de haber logrado marcar a su pequeño Minnie.

Jimin se sentía débil, cansado, agotado, pero feliz, emocionado y sintiéndose como en un lindo sueño en todo todo está bien y desde  ese instante, todo podría ser únicamente felicidad eterna.

El Alfa después de limpiar y lamer la herida, repartió dulces besos en la marca que los une como una pareja oficial. Jimin sonrió al sentir el cosquilleo de los labios del amor de su vida y lo abrazo con más dulzura.

- Te amo mi vida - Susurro Min, sintiendo un enorme nudo en su garganta.

- También te amo mi Alfa - Respondió Jimin, ya sintiendo sus ojitos humedecerse.

- Gracias mi pequeño, por esto, por permitirme ser el primero. No sabes cuánto te amo mi cielo - Los ojitos de Min ya soltaban lágrimas de felicidad.

- Te amo Yoon, lo hago con el alma, eres mi Alfa y sabes que siempre serás el único amor de mi vida - Jimin comenzó a dejar cálidos besos en la mejilla de su Alfa.

Entonces el Alfa elevó la mirada y sonriendo, unió los labios con su pareja. Ahora el beso era más lento, suave, cálido, tierno y amoroso. Los cortos besitos los hicieron reír felices, se admiraban uno al otro cuando se separaban por segundos, se veían a los ojos y se daban un besito más, acariciaban sus mejillas y repetían el besito. Se decían te amo y un beso entre cada uno de ellos.

El nudo fue desapareciendo y aunque ellos sabían perfectamente lo que eso significaba, no quisieron tocar el tema, al menos no por el momento, pues solo desean disfrutar de su momento, de su noche entre los brazos de ambos.

Min salió del interior de su Omega y tuvo las intenciones de levantarse e ir por una toalla caliente para limpiar a su pequeño Omega, pero las manitas de este mismo lo detuvieron.

- Iré por una toalla para limpiarte amor - Explico el Alfa.

- No amor, ven - Jimin lo atrajo hacia su cuerpo nuevamente.

Suga hizo caso y se sentó al centro de la cama, Jimin se levantó y se subió a horcajadas sobre su Alfa, sintió el nuevamente despierto miembro de su hombre, sonrió victorioso y sin previo aviso, tomo el pene de este entre su mano y lo metió de golpe en su entrada.

Jimin gimió alto, sintiéndose lleno nuevamente, sintiéndose ansioso por repetir la acción una vez más.

Yoongi gruño satisfecho por sentirse apretado dentro de su Omega, apretó las caderas de este entre sus fuertes manos y sintió las pequeñas manos de su pareja apretar fuertemente sus hombros.

- Oh cariño, no sabes lo que has hecho - Gruño Min cuando Jimin comenzó a moverse nuevamente.

- Solo muéstrame Alfa.

Suga, primero le regaló un beso enorme en su nueva marca a su hermoso ángel. Le repitió las bonitas palabras de ama decirle antes de iniciar una segunda ronda.

- Te amo mi bello ángel.

- Te amo mi Alfa.

Entonces el amor broto más de sus poros, pero un amor más intenso, logrando por segunda vez inundar toda la habitación de sus intensas feromonas a sexo, deseo y amor. Dando inicio nuevamente a las imparables embestidas, unas que no se detendrían pronto.

Los gemidos, jadeos, gruñidos y suspiros acompañaban perfectamente a los chasquidos entre medio de besos, mordidas o chupetones cada que las sensaciones eran alucinantes y exquisitas.

Esa no fue la única vez que hicieron el amor de diferentes formas durante horas. Jimin no se detendría hasta poder probar y tener entre sus labios ese delicioso pene, pero tampoco sentía que tenía la fuerza de tener el pene de su Alfa fuera de su rosado agujero.

Una vez que terminaba su Alfa dentro de él o en alguna parte de su cuerpo, Jimin le exigía volver a entrar, eran han exquisito y adictivo, pero quería ser llenado muchas veces más.

Conoció el sexo por primera vez con su Alfa, así que no pensaba parar pronto, seguiría toda la noche, por horas sin descanso.

Esa noche reforzaron su marca de unión unas cuantas veces más, cada vez que llegaban juntos a un nuevo orgasmo.

Ahora Jimin tenía una nueva obsesión... Hacer el amor con su Alfa.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Muchas veces pienso que mis Lemon son demasiado largos y detallados y a veces no sé si tanto detalle antes del cuchi cuchi les guste. Pero yo amo escribirlos así, siento que son más especiales o algo así🤭  en fin, yo solo espero que les haya gustado mucho este Lemon mis chiquillos.

El Yoonmin ya tiene marca🤧

¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐

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