Hitomi no Nikki

By YanetUlloaAlvarez

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Ichisaki Hitomi era una chica de 16 años de edad , maltratada emociolamente por sus compañeros y familia .Una... More

SINOPSIS
EL PASADIZO
El Diario de Hitomi
Nuevos Amigos
Nuevos Amigos 2: Explosión del proyecto de Ciencias.
Alucinaciones Añoradas y Lastimadas
"Unexpected Revelations: Unveiling the Surprises of the Night
Nuevo Trabajo en El Café
Conociendo A Yamamura Yuki
Por Aquellas Simples Promesas
¿Que Pensaría Yo de Ellos ?
Escogiendo a Una de Esas Chicas
Sensaciones y Emociones
Sino Es Conmigo No Será Con Nadie
Una Muerte En El Instituto
La Carta Que Nunca

Encuentros en el Supermercado

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By YanetUlloaAlvarez

Después de un breve tiempo, Hitomi se despidió de sus amigas y salió del Instituto. Caminaban apresuradas bajo la lluvia, tratando de comprar suministros para sus casas antes de que oscureciera.

En ese momento, Yagami decidió unirse a ellas con la esperanza de acercarse a Hitomi, aunque sabía que no sería fácil. Antes, nunca había tenido la oportunidad de conocerla profundamente según lo planeado. Siempre tuvo claro que para conquistar a una chica, primero debes ganarte el favor de sus amigas.

Al llegar a la salida, Yagami gritó para llamar la atención de las chicas y lograr que se detuvieran.
- ¡Oigan, paren, esperen por favor! - exclamó Yagami con voz entrecortada, acercándose a ellas.

Hitomi y sus amigas se detuvieron al escucharlo.
- Gracias por detenerse, chicas. ¿Hacia dónde se dirigen? - preguntó Yagami con interés.

- Vamos al supermercado que está cerca de aquí - respondió Nosumi a la pregunta de Yagami.

Hitomi le hizo una seña a Nosumi, recordándole la importancia de la discreción en ciertos asuntos.

Nosumi, al ver la mirada de Hitomi, se dio cuenta de su error y decidió no decir nada más.

- ¿Me permitirían acompañarlas? - preguntó Yagami nuevamente.

Hitomi se tomó un momento para considerar la propuesta de Yagami. Aunque lo apreciaba por su ayuda anterior, era cautelosa al no conocerlo bien y quería proteger la intimidad de sus amigas.
Finalmente, decidió darle una oportunidad.
- ¿Por qué no? - murmuro Hitomi consigo misma.

- Nos dirigimos al supermercado, ¿te gustaría venir con nosotros? - le preguntó Hitomi a Yagami, esperando una respuesta rápida y clara.

- ¡Por supuesto! No seré una molestia, lo prometo - respondió Yagami con determinación y gratitud.

Los cuatro continuaron su camino hacia la parada del Metro con destino al Mercado de Namdaemun (남대문시장). Mientras caminaban, la lluvia se intensificó y rápidamente sacaron sus paraguas. Algunos de ellos compartieron un paraguas entre dos, y decidieron que Yagami y Hitomi compartieran uno mientras las otras chicas caminaban adelante.

Hitomi se sintió frustrada por ser separada de sus amigas, pero decidió que les jugaría una broma más tarde como venganza. Cuando miró a Yagami bajo el paraguas compartido, recordó por qué él había ido a su casa en busca de ella ese día. Se acercó a él y decidió hacer una pregunta.
- Ya que compartimos este paraguas, ¿te importaría si te pregunto algo? - dijo Hitomi mientras se acercaba para evitar mojarse.

- ¡Claro! Estaremos aquí un rato, ¿no? - respondió Yagami sonriendo, acomodándose a su lado.

- ¿Qué querías decirme? Sabes, cuando viniste a buscarme el miércoles. Hasta ahora, no he tenido la oportunidad de aclararlo. - le decía algo nerviosa por su respuesta, sintiendo las gotas frías de la lluvia caer suavemente sobre su piel.
 
- Bueno, quería saber si estarías libre el sábado. Quería invitarte a salir. Ahora seré yo quien te pregunte. ¿Aceptarías ir conmigo? - le preguntó con naturalidad, pero su corazón latía con fuerza y sus mejillas se tornaron de un leve tono rosado.

- Tengo que pensarlo, veré y luego te informo - fue su respuesta, mientras se sentía impactada y un poco sonrojada por la invitación, en este caso, una cita. Su mente estaba llena de pensamientos revoloteando como mariposas en primavera.

- Entiendo, aquí tienes mi número. Llámame cuando puedas - le dijo mirándola mientras le entregaba una tarjeta, justo cuando llegaban a la estación. El sonido de los trenes que se acercaban y el olor a tierra mojada por la lluvia creaban un ambiente mágico alrededor de ellos.

Al llegar a su destino, todos terminamos empapados por igual, ¿pero qué sentido tenía todo esto? Me sentía indignada, ¿o quizás era solo mi manera de desahogarme con alguien que no fueran mis amigas o conmigo misma? Estaba furiosa por el clima y algo consternada porque, gracias a él, alguien me había pedido una cita.

Una vez en el metro, el viaje se volvió largo, con varias paradas antes de llegar a la estación de Namsan (Seoul Station).

Para hacer más llevadero el trayecto, nos sumergimos en una conversación que mantuvo el silencio a raya, hasta que escuchamos que se acercaba nuestro destino.

De pronto, una voz resonó por los altavoces:

📢 "Anuncio: Pasajeros, nos acercamos a la estación de Namsan."

El sonido agudo y gratificante nos animó, haciéndonos levantar de nuestros asientos.

En pocos segundos, las puertas se abrieron y salimos todos, encaminándonos hacia la salida del metro.

Al salir, nos dimos cuenta de que seguía lloviendo, añadiendo más contratiempos a nuestro día ya ajetreado.

A lo lejos divisamos el supermercado, a unas cuantas calles de distancia desde donde estábamos.

Decidimos apresurarnos para llegar cuanto antes al supermercado y evitar problemas adicionales debido a la lluvia.

Al ingresar, nos sorprendió ver la cantidad de personas abarrotando el lugar, pues no imaginábamos que la lluvia mantuviera tanta afluencia.

Cada una tomó un carrito de la compra y comenzamos a llenarlos con nuestras necesidades básicas. Sin darme cuenta, mi canasta estaba repleta de carne, ramen, fideos instantáneos y encurtidos. Había abastecido el carrito y empezamos una discusión sobre ello.

Nosumi y Kioko tenían en sus carritos sopa espesa, raviolis, verduras, condimentos picantes, salsas, entre otros. Al ver lo que teníamos cada una, decidimos intercambiar lo que la otra no tenía, y aunque vivía con Kioko, era mejor prevenir que lamentar.

Tras compartir lo que faltaba en cada carrito, nos preguntamos por Yagami.

- ¡Oye! ¿Alguna de ustedes ha visto a Yagami? - preguntó Hitomi.

- ¿No estaba contigo? - respondimos ambas.

- ¡Yagami-san! - gritaron Kioko y Nosumi, escudriñando en todas direcciones.

Pero parecía haber desaparecido... ¿a dónde habría ido? Así que nos dispusimos a buscarlo, previo paso por caja para pagar nuestras compras.

Tras un tiempo de búsqueda infructuosa, decidimos dividirnos para cubrir más terreno, dada la amplitud del supermercado.

Nos dividimos en tres grupos: Nosumi se quedaría esperando por si Yagami regresaba, Kioko revisaría la sección de ropa y electrodomésticos, y yo exploraría la de electrónicos y otros productos. Ese era nuestro plan.

Mantendríamos contacto mediante mensajes, y de no tener suerte, nos llamaríamos o regresaríamos al punto de encuentro con Nosumi, marchándonos sin él si era necesario.

Pocos minutos después, mi celular empezó a sonar. Pensé que serían mis amigas, pero era un número desconocido.

📞015-4387

Ahora desde el "P.O.V Yagami":

Tras hablar con Hitomi, Yagami simplemente asintió viéndola alejarse. Tras ese encuentro, su sonrisa se desvaneció, reemplazada por ira y odio.

Yagami no sabía cuánto tiempo más tendría que fingir, especialmente frente a las chicas, en especial con Hitomi. Por eso, se apartó de todas ellas por un tiempo, tratando de evitarlas.

- Esto es una pérdida de tiempo, nada funciona - pensó Yagami mientras caminaba, sintiéndose estresado y alterado, en un estado problemático.

- Tranquilo, aún nos queda la cita. ¿Eso es? - se dijo Yagami, intentando mantener la calma, al darse cuenta de que todo estaría bien, mientras entraba a la tienda de electrónicos.

Yagami entró en el lugar con la intención de relajarse y desconectar, disfrutando de un ambiente mucho más agradable que la compañía de esas chicas, que realmente no merecían la pena. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida cuando, al momento de marcharse, una situación inesperada lo llevó de vuelta a su papel de ser amable con ellas.

Repentinamente, Yagami sintió un golpe en su hombro izquierdo, volteando para encontrarse con un chico que lucía el mismo uniforme que él. Estaba hablando por teléfono y, a causa del choque, su celular se deslizó al suelo, poniendo fin a la llamada. Mientras el chico se agachaba a recoger su dispositivo, levantó la mirada para encontrarse con Yagami. Fue entonces cuando Yagami se dio cuenta de que aquel chico no era otro que Kankey, a quien había visto más temprano en el techo junto a Hitomi.

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¡Hola a todos y todas! 🌟 ¡Espero que estén teniendo un excelente día, tarde o noche! 🌙

¡Aquí estoy de regreso con otro emocionante capítulo de nuestra historia! 📖 ¿Qué les pareció este último episodio? 🤔 ¡Sé que no es una obra maestra, pero siento que logramos mantener el ritmo y la emoción! 💫

¿A quién no le gusta un poco de drama entre Kankey y Yagami, verdad? 😏 ¡Pronto veremos cómo se desarrolla esa relación! 💔

¡Hasta ahora, han sido testigos de que esta historia es todo menos predecible! 🚀 No soy de las escritoras que se conforman con lo típico, ¡aquí hay sorpresas en cada página! 🤩 ¡Espero que ustedes, fieles seguidores de Hitomi, estén disfrutando cada momento y detalle de la trama, que está apenas despegando! 🚀

¡Y para aquellos curiosos que se preguntaban sobre los mensajes que las amigas de Hitomi le enviaron, aquí les dejo un vistazo exclusivo a esos chats que no vieron la luz en el último capítulo! ¡Que los disfruten al máximo! 📱💬

¡Gracias por seguir acompañándonos en esta aventura! ¡Lo mejor está por venir! 🌈💫

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