Cautivo | Kookv (omegaverse)

De jeonTH2

1M 132K 47.1K

Taehyung tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Vivió en una pesadil... Mai multe

C00 P.P
C01
C02
C03
C04
C05
C06
C07
C08
C09
C10
C11
C12
C13
C14
C15
C16
C17
C18
C19
C20
C21
C22
C23
C24
C25
C26
C27
C28
C29
C30
C31
C32
C33
C34
C35
C36
C37
C38
C40
END
✾•Agradecimientos•✾

C39

23.1K 2.5K 1K
De jeonTH2

𝘾𝙤𝙣𝙩𝙚𝙤 𝙧𝙚𝙜𝙧𝙚𝙨𝙞𝙫𝙤.

A Jungkook le había tomado casi cuarenta minutos explicar cada parte del plan, en que posición estaría cada quien, y cuál era su principal objetivo desde dicha posición. El plan no tenía demasiada profundidad pero era muy preciso, capaz de llegar a obtener lo que se estaba buscando. Un punto clave de todo el plan, era que todos llevarían antifaz, esto, para poder identificar sin problemas a que mafia pertenecía la persona. Sí, se sabía que ayudaba a la mafia de los rebeldes, pero ninguno de ellos se atrevería a entrar a dicha fiesta, así que tendría que haber una mafia aliada, que hiciera el trabajo desde dentro.

— Pero, ¿cómo sabremos cuál es nuestro objetivo si todos llevarán antifaz?— se atrevió a preguntar por primera vez Mattia.

— Eso será fácil, ¿por qué?, porque la invitación a cada mafia llevará los antifaces que deberán usar. Todos usarán los mismos, incluso los de la mafia Mitó, la única diferencia será la punta de los listones de dicho antifaz, el cual será de un color diferente para cada mafia— explicó Jungkook.

— ¿Entonces por qué no simplemente dejar los antifaces de lado, y dejar que muestren sus caras?— interrogó Max con un tono de obviedad.

— Porque queremos a un pez gordo, no a un simple pececillo, y uno de esos no se acercara con tanta facilidad si Taehyung puede hacer una identificación facial después.

— Ese un buen punto.

— Creo que todo a quedado claro, pueden retirarse, el plan empieza desde ya.

— Sí, Ahmed— Max y Mattia se marcharon después de reverencial.

Taehyung giró para irse también.

— ¿Taehyung, a donde vas?— le preguntó con duda— ¿No vas a almorzar conmigo?

— También tengo cosas que hacer, lo siento— le respondió sin mirarlo.

— Espera un momento...— le pidió, pero Taehyung no le hizo caso y siguió su camino.

El alfa intentó seguirlo, pero para cuando estaba en el pasillo el omega ya no estaba. Siguió caminando para ver si lo encontraba, pero nada. Siguió los rastros de su aroma, el cual lo guió hasta su habitación. Encontró a Taehyung sentado en la cama dándole la espalda a la puerta.

— Taehyung, ¿qué fue eso?, ¿por qué me dejaste la palabra en la boca?— se adentró a la habitación, pero para cuando el rostro del omega le fue visible, se dio cuenta de que estaba llorando.— ¿Taehyung?— se acercó. Miró las manos del omega las cuales acariciaban algo, observó con atención para tratar de identificar que era lo que tenía entre las manos, eran dos pequeñitos calcetines de bebe, color azul con bordados anaranjados, los cuales tenían una pequeña tarjeta color rosa atada a ellos, que tenía escrito una frase: "Serás el mejor padre del mundo". Ese había sido el regalo de Mattia.

— Cuando...— empezó decir sin apartar la mirada de los pequeños y coloridos calcetines— Cuando dijiste que le habías dicho al círculo, como trampa, que yo estaba en espera, no pude evitar sentir este vacío en el pecho, y en mi vientre. Por mi mente pasaron toda clase de escenarios, de mis hijos, de nuestros, hijos. Serias un grandioso padre, los amarías, los amaríamos tanto, yo... sé que no estamos en momento de poder tener hijos, por todo lo que está pasando con la mafia rebelde, pero no puedo evitarlo, mi lobo, me rasguña por dentro por la necesidad de tener a tus cachorros, y... no puedo negar que yo...

— Taehyung, desde el primer momento en que lo dije, no sabes las ganas que tenía que mis palabras fuesen verídicas, y que aquí— tocó su vientre—, llevarás a nuestros cachorros. Pero todo a su tiempo, no tienes que afligirte por eso, amore mio— lo rodeó con sus brazos, y lo atrajo hasta su pecho.

— No soy yo, yo entiendo que aún no es tiempo, pero mi lobo...

— Ok, déjame hablar con tú lobo— se sentó a su lado.

— Yo no sé... como...

— Omega— llamó, casi con voz de mando, pero con diferente tono, sonaba cómo un mando, pero más bien, era un llamado. Y dos segundos después, los ojos del omega se tornaron con ese azul que le había estremecido la piel la primera vez que lo había visto.

— Alfa — dijo emocionado abrazándolo al instante, llenándose de las feromonas de Jungkook—. Mi alfa.

— Mi omega— besó su cabellera, ya que era la única parte que el omega había dejado a su alcance—. Me he enterado que has estado afligiendo a Taehyung.

— ¿Me llamaste para regañarme?— se entristeció.

— No, no fue para...

— ¿Para sermonearme?

— Tampoco...

— ¿Para procrear cachorros?— se animó, brincándole encima, quedando sentado encima de él, a horcadas.

— No, tampoco para eso— Acarició su cabello.

— ¿Entonces para qué?

— Quiero, que dejes de afligir a Taehyung, ¿si?, debes comprender que ahora mismo, no estamos en una situación favorable para que nazcan nuestros cachorros, ¿quieres poner en riesgo a nuestros hijos?— Jungkook sabe que si hubiera un cachorro dentro de Taehyung, los protegería con su vida, pero si servía para sobornar al omega, entonces omitirá esa parte.

— No— escondió la cola—. No quiero eso.

— Mira— puso dos dedos debajo de su barbilla y la alzó—, cuando todo esto pase, prometo que te daré todos los cachorros que quieras.

— ¿Todos los que quiera?— preguntó emocionado.

— Así es.

— Quiero diez— sonreía feliz.

— Esta bi...

— No, mejor quiero veinte— dudó unos segundos—. Veintiuno.

— Crearemos un nuevo Italia con todos los cachorros que tendremos, eh, pero debes dejarlo, a Taehyung, debes dejar de afligirlo, y esperar con paciencia, ¿de acuerdo?, porque si ustedes están mal, yo también lo estoy.

— Yo no quiero que mi alfa esté mal, así que, esta bien, esperare, pero no tardes mucho, no soy bueno esperando.

— No tardaré nada— lo besó—. Mi impaciente omega.

Para cuando Taehyung logró tomar el dominio nuevamente, Jungkook ya iba de salida. Volteó rápidamente hacia él al notar que su lobo brincaba y saltaba hacia todos lados, meneando la cola con auténtica felicidad, mientras gritaba: "Cachorros, cachorros, muchos cachorros". Jungkook se perdió en los pasillos sin darle tiempo a preguntarle nada.

— Ya te dije que no podemos— reprendió a su lobo.

— No ahora, pero sí pronto, muchos cachorros, muchos, muchos— gritaba con emoción, yendo de un lado a otro.

Taehyung miró la puerta desde la que había desaparecido el alfa, pensando en las posibles conversaciones que pudo a ver tenido Jungkook con su lobo como para dejarlo así de feliz y satisfecho. Sonrió al darse cuenta de la facilidad que tenía el alfa para convertir su agonía y tristeza en alegria, tanto la de él, como la de su lobo.

Las horas habían pasado, Jungkook se había ido a la compañía por un par de horas, pero ya estaba de regreso. Había decidido darse un baño antes de ir a la habitación de Taehyung y poder cenar con él. La noche era bastante larga, y la verdad, él ya parecía treintañera virgen en pleno san valentín, necesitaba de su omega con urgencia.

Estaba dejando que el agua escurriera el jabón que estaba en su cuerpo, sintiendo como los mechones de su cabello caían sobre toda su cara. Tenía que cortarse el pelo, pensó. Frunció el ceño con los ojos aún cerrados cuando sus fosas nasales fueron bendecidas por ese delicioso aroma que reconocería a kilómetros. Su omega. Taehyung rodeó su cintura con sus brazos, llevando directamente sus dedos al pecho del alfa, asiendo un tipo de zic zac sobre sus abdominales por la profundidad de los mismos.

— Taehyung— masculló, consumido por el placer que le provocaban las caricias del omega.

— Jungkook— besó su espalda, exactamente en el espacio profundo de la misma. Bajó su mano hasta el miembro del alfa, y este se mordió los labios. Se giró para quedar frente a Tae, el cual regresó su mano a la misma posición, subiendo y bajando con ayuda del agua, haciendo pequeños movimientos circulares—. Tu aroma... es tan...

El alfa intentó besarlo, pero se detuvo en sus labios, porque el placer no lo dejaba pensar con claridad. El omega lo estaba haciendo bien, pero necesitaba más, definitivamente, necesitaba más. Lo tomó por el brazo y lo estampó contra el cristal el cual ya estaba bastante empañado, dejando la marca de las manos de Taehyung. Con ayuda de uno de sus pies, empujó las piernas de Taehyung hasta dejarlas más abiertas.

Fue besando su columna vertebral, hasta abandonar a lo que se le podía llamar espalda, mordió el glúteo derecho, y el omega reprimió un grito, porque realmente le había dolido, pero era un dolor placentero. El omega quiso cerrar sus piernas en cuento sintió la lengua del azabache rozar su agujero, pero el alfa sostuvo su muslos y no solo evitó que lo hiciera, también las abrió más de lo que ya estaban, como si quisiera romperlo en dos. El omega apretó los dedos simulando que se sostenía de algo ya que el cristal solo lo hacía resbalar, era una sensación extraña y totalmente nueva para él, nunca nadie había llevado su boca a dicho lugar, la lengua del alfa lamiendo y punzando sobre su entrada, mientras separaba sus glúteos con ambas manos, era la cosa más vergonzosa que había experimentado jamás, pero también era alucinante las ondas eléctricas que enviaba por todo su cuerpo, dejando sus piernas casi sin fuerza, y haciendo incrementar su libido.

El alfa se levantó, apegó su pelvis lo más que pudo, dejando que su miembro chocara contra los glúteos del omega, pero sin introducirlo. Puso dos de sus dedos dentro de la boca de Taehyung, lo más profundo que pudo, y le susurró al oído las siguientes palabras: "chúpalos". El omega obedeció al instante, y empezó a mover su lengua alrededor de los dedos de Jungkook, gimoteando a través de estos, el alfa los sacó y los llevó en dirección a su agujero, introduciéndolos suavemente, para segundos después empezar a moverlos en círculos, y así preparar al omega para su llegada. Taehyung se removió al sentir como los dedos de Jungkook frotaban contra sus paredes, encontrando ese punto exquisito.

El alfa sostuvo sus barbilla y empujó su cabeza hacia atrás, cuando tuvo al alcance la oreja del omega, la mordió, sin dejar de girar sus dedos dentro de él. El omega ya no pudo aguantar más, y eyaculó, llenando el cristal de la bañera con su esperma, clamó fuerte, hasta sentir que se caería, pero el alfa lo sostuvo.

— Ni siquiera tuve que introducirme para que te corrieras— lamió su cuello.

— Lléname, alfa, te necesito, te necesito mucho— expresó gimiendo.

— Justo así— introdujo la punta— ¿Aquí es donde me necesitas?

— S-si, justo...ahí. Por favor— le rogó al darse cuenta que el alfa estaba jugando con él.

— Tengo tantas ganas de ti, que creo que te romperás si tan solo te tocase. No seré amable, Taehyung.

— No te estoy pidiendo que lo seas— murmuró juguetón, se quejó en cuanto sintió como el miembro del alfa se introdujo de una sola estocada.

— Eso es, gime para mí, solo para mí— le dijo contra el oído— quiero que quebrantes el cristal de solo gemir.

— Más por favor, más— el alfa empezó a hacer un juego de ida y vuelta, aumentando y reduciendo la velocidad constantemente, intentando ( y tal vez logrando) volver loco al castaño—. No juegues más, por favor, ya no más.

— ¿Conoces las siete maravillas del mundo, Taehyung?— redujo la velocidad, clavando sus dedos en la pelvis del omega, dejando a sus dos pulgares descansar e hundirse en los hoyuelos de sus espalda baja.

— Sí— verbalizó con esfuerzo.

— Sabias que en realidad son ocho, pero qué hay una que el mundo desconoce su existencia.

— No, pero, ¿Por qué estás intentando darme clases de cultura en este momento?

— Te diré por qué— sin sacar el miembro del interior del omega, sostuvo sus muslos y alzó sus rodillas hasta dejarlas al nivel de su pecho, dejando al omega totalmente en el aire, siendo él quien sostenía todo su peso, el omega se sostuvo de los brazos del azabache.

Jungkook caminó con él en esa misma posición fuera de la regadera, y se colocó frente al gran espejo que había al salir de la misma. Taehyung entró en pánico.

— Jungkook, esto es demasiado, bájame— cerró los ojos de la vergüenza que le daba mirarse a sí mismo en esa posición, cuando el alfa lo había alzaba, nunca imagino que así era cómo se veía.

— Quiero que veas, Taehyung, quiero que te veas, y descubras la octava maravilla del mundo, una maravilla que está oculta para el mundo, y sobre todo, prohibida, pero que yo tengo la virtud de hacer mío. Una maravilla, que es solo y únicamente para mí, solo mía— subió y bajó al omega en su miembro, yendo aún más profundo de lo que ya estaba. El castaño clavó sus uñas en los brazos del azabache, intentado concentrar su dolor, placer, y, vergüenza, en otra cosa. Gimoteó dejándose caer hacia atrás—. Abre los ojos, Taehyung.

El omega lo hizo, pero no se miró a sí mismo, sino a Jungkook; como lo miraba con devoción, excitación y deseo, pero sobre todo, con amor, como si fuese la primera vez que lo tuviese dentro de él.

— Mírate, tan rojo como una bella rosa recién cultivada, lleno de lujuria y pasión; mírate y date cuenta por qué no quiero que nadie siquiera te mire, por qué debilitas mis neuronas. Los filosos buscando la manera de definir la perfección, y es tan fácil como pronunciar tu nombre.

Esa noche fue bastante larga, pero ellos sintieron que acortaban las horas con cada estocada, con cada eyaculación, con cada caricia. Ambos perdieron la cuenta de las veces que tocaron la luna esa noche, juntos.

Cuatro dias habían pasado, y ellos ya estaban en el auto camino al lugar donde se celebraría la fiesta, que estaba en el centro de Milán. Después de tener una pequeña disputa, ya que Jungkook no quería que Taehyung fuese a la fiesta con el traje que el omega había elegido, el cual era el traje de espalda descubierta que había descartado para su presentación como Harat. En esa disputa, el omega siempre tuvo todas las de ganar, no por qué estaba en lo correcto, sino porque no daría reverse en su decisión, y de última hora, había ganada.

El omega llevaba un traje de espalda abierta con un collar colgando de el, y cayendo deliberadamente sobre su espalda, además llevaba unas botas de tacón alto, y unos pantalones de ceda casi pegados a la piel. El antifaz le daba el toque a todo el atuendo, haciéndolo lucir misteriosamente exquisito. Jungkook llevaba un traje negro como de costumbre, pero el alfa siempre tenía la manera de hacer lucir los mismos trajes con vibras diferentes.

Se bajaron del auto, y como si fuesen imanes, toda la atención recayó sobre ellos, las personas murmuraban quien sabe que cosas, y Jungkook podía jurar que todos estaban mirando la espalda del omega, lo cual hasta cierto punto, era cierto.

— ¿No tienes frío?— le interrogó el alfa sonriendo.

— No, cariño, estoy bien, gracias— acarició su mejilla.

— ¿Estas seguro?— insistió—. Puedo darte mi abrigo si ese es el caso.

— Il mío alfa, se que lo harías si así lo necesitara, pero, estoy seguro que puedo determinar por mi propio criterio si tengo frío o no, y, estoy bien. Te conozco lo suficiente como para saber cuales son tus intenciones— palmeó su pecho moderadamente.

— Bien, pero quiero que sepas, que estás acabando con la vida de cientos de alfas en este lugar.

— Puedo vivir con eso— empezó a caminar, pero lo pensó mejor y recordó que el alfa no decía cosa por decir, así que se giró para darle la cara— Jungkook Di'varti, tienes prohibido asesinar a nadie.

— Bien— aceptó refunfuñón.

— O, enviarles a asesinar— entrecerró los ojos.

— Ach— giró los ojos.

— ¿Disculpa?— alzó una ceja.

— Que sí, mi flor de las mil décadas, no matare, a nadie— Taehyung se quedó esperando la conclusión— Y tampoco enviaré a nadie a hacerlo.

El rostro le cambió de amenazante a enamorado— Que guapo te ves, amore mio— le depositó un casto beso, y luego con ayuda de su pulgar, limpio la mancha de labial que había dejado en los labios del alfa.— Los treinta te sientan de maravilla— le alagó.

— ¿Acaso no era tan guapo cuando tenía veintinueve?

— Apenas llevas unas horas con treinta, aún ayer, tenías veintinueve, y te veías igual de guapo e imponente que hoy— se tomaron de las manos— Debemos entrar, terminemos esta noche, porque después debo entregarle el regalo al cumpleañero— le guiño el ojo.

El alfa y su lobo se emocionaron, tal vez de más— En ese caso, terminemos con esta tortura lo más rápido que se pueda.

Entraron al lugar, no habían tantas personas como en la presentación de Harat, porque solo habían invitado a personas exactas de las diferentes mafias, algunas no pudieron asistir, como era el caso de Jimin, quien se encontraba fuera del país, otras porque estaban teniendo problemas, y así sucesivamente. Pasaron la primera hora saludando y hablando con los diferentes líderes de las mafias invitadas, escuchando como los felicitaban por su primer cachorro, a Jungkook por su cumpleaños y a él por el regreso de su lobo. Muchos se preguntaban por qué no podían sentir el aroma a cachorro, pero ellos ya tenían la coartada de el anterior problema con el lobo de Taehyung. El omega ya se había separado de Jungkook dos veces con varias excusas, pero nada había pasado.

Esta era la tercera vez, y su excusa, era ir al baño, si esta vez no funcionaba, significaba que no había nadie ahí, y que todo el plan se había ido en picada. Max y Mattia estaban dispersos por el lugar, para la protección de Taehyung, y para indicar si veían algo fuera de normal, como por ejemplo algo que representara una amenaza, o riesgo para el omega. Todos tenían micrófonos, y audiculares, por tanto, podían escuchar y hablar con él resto. Taehyung iba de camino al baño, estaba nervioso pero no lo demostraba, caminaba seguro, y cada paso que daba parecía detonar su destino.

— Kim Taehyung— escuchó a sus espaldas, y giró, frunció el ceño, porque aunque no podía verle el rostro, sabía perfectamente de quien se trataba. Esperó un poco— Así que ya estás en espera, muy bien hecho.

— Tú, ¿Por qué?, ¿por qué le haces esto?— Jungkook frunció el ceño al escuchar esto a través del audicular.

— Tengo mis razones, mismas que no tengo por qué explicarte— se acercó, pero Taehyung no se dejó intimidar.

De un momento a otro, todos perdieron la señal de Taehyung.

— ¿Taehyung?— llamó Jungkook pero no obtuvo respuesta—. Taehyung, si me escuchas di algo— tampoco obtuvo respuesta— Max, Mattia, vayan hacia los baños, yo ya voy para allá.

— Estoy aquí— dice Mattia— No hay nadie, Ahmed—. Se escuchaba como abría y cerraba las puertas del interior de los baños— No hay rastro de Harat, no está aquí.

Jungkook frenó su paso hacia los baños, y contrario su andar, yéndose en dirección contraria.

— ¿Max?

— Nada, Ahmed, no lo veo, creo que ya no está entre nosotros.

Jungkook corrió entre la multitud, esquivando o empujando, para llegar más fácil a la salida. Logró zafarse de la multitud y dar con el pasillo, el cual estaba totalmente desolado, ni la mínima señal del omega. De repente, la señal en el auricular y micrófono de Taehyung se recuperó.

— Jungkook— escuchó decir al omega.

— ¿Taehyung?— corría—. ¿Donde estas?

— Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, Jungkook, me enseñaste a amar en medio del caos, y...

— No, Taehyung, no— negó—. Resiste un poco, mi amor, ya voy para allá, solo resiste un poco, yo te encontraré, dime que ves a tu alrededor.

— A ti, si cierro los ojos, solo te veo a ti. Quiero que sepas, que nunca, de verdad nunca, te mentí cuando te dije que te amaba— su voz se empezaba a distorsionar.

— Espera un poco, te juro que no tendrás que esperar tanto, te encontraré, lo juro, solo resiste un poco.

— Lo siento, Jungkook, de verdad, lo siento mucho— la señal se perdió por completo.

El alfa frenó bruscamente, transpirando. ¿lo... sentía? ¿Por qué?



🎶No soy quien crees, yo no caí del cielo🎶

Criaturitas, creo que el final de esta hermosa aventura, se está acercando.
5,4,3,2...


Nos vemos a la próxima.


No se olviden de respirar.

Continuă lectura

O să-ți placă și

918K 94.9K 58
JungKook es un Alfa joven, hijo de multimillonarios, muy guapo y sexy, es hermano menor del Omega más conocido, coqueto y sociable de Seoul, soltero...
751K 74.1K 34
jungkook y taehyung son esposos desde hace 4 años pero ambos quieren tener un bebé. ¿el problema? jungkook es alfa y taehyung omega. ¿por qué esto es...
3.2K 463 18
Cada verano hemos sido las dos. Siempre, Catra y Adora. Mejores amigas. Pero tal vez este sea el verano en el que todo cambie. ¿Te imaginas pasar c...
10.9K 593 2
"La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce" dijo Aristóteles, fue lo que comento el comandante Jeon mirando al principe Kim. "Esa frase se la d...