Los años continúan pasando y mi mente sigue viajando al recuerdo que formamos hace décadas atrás.
Todo sigue intacto; tu sonrisa, tu voz, la imagen de tu rostro, lo que compartimos y el latir de mi corazón.
Ha pasado tiempo. Han pasado personas. Ha pasado experiencia... Pero tu sigues aquí. Latiendo en el recuerdo que nos une. Porque a pesar de todo, alguna vez fuimos. Y eso es lo que hoy me hace sonreír.
Cada tanto regreso al cuaderno que fue refugio de mi amor, de mis sonrisas, de mis lágrimas, de mi dolor y también de mi agradecimiento. Y cada vez que vuelvo, llegan a mi todos los recuerdos.
Sonrío. Quiero mucho nuestro recuerdo.
Pero también me pregunto, ¿Qué hubiera pasado si...?
Lo sé. Es en vano. La vida ha pasado y nosotros nos quedamos congelados en esos recuerdos de décadas atrás. No somos los mismos, estoy segura de eso.
La historia que pudo haber sido, no fue.
Pero lo que si fue, aun me hace latir. Y es lo que hace que confíe en la magia de la vida, lo que hace que reconecte de manera profunda con el sentir descontrolado de aquellos años de juventud.
No sé si alguna vez volví a latir así, a desear tanto que alguien apareciera para reescribir lo que quedó pendiente.
Aun te pienso. Aun te recuerdo. Ya no espero que regreses.
El tiempo que pasó ha sido demasiado.
Pero una vez más, vuelvo al cuaderno. Y vuelvo a recordar...