% ¡ clases personales ! %
—Ya, quita esa cara —dijo SeungMin por séptima vez.
El castaño resopló, sujetando más la mano entrelazada que tenía con la del omega. —Mis calificaciones son un asco.
—Pero no se quedará así, tienes la oportunidad de dar el examen —intentó animarlo, no quería verlo con ese semblante un tanto apagado.
Ambos se encontraban caminando con dirección a un centro comercial luego de que salieron del colegio. SeungMin se las había ingeniado al pedirle a Steven el favor de decirle a sus padres que iban a una "cita" más.
Lo genial era que su familia se había tragado completamente el cuento y ya no tenía más preocupaciones que las de hacer sentir mejor al alfa.
Porque SeungMin lo sabía a pesar de que Chan no lo dijera explícitamente. Y Chan tenía aquel pensamiento rodeando por si cabeza desde el receso.
Se sentía muy poco, alguien bruto.
Porque sí, muchas veces sus compañeros de clases murmuraban, los profesores lo miraban pesadamente luego de cada tarea no dada, o hasta él mismo lo sabía luego de ver sus calificaciones. No obstante, teniendo a SeungMin junto a él, ya no era la mismo. Ya no se trataba solo de él y mandar todo a la mierda.
Una pequeña parte suya quería sobresalir, ser alguien que pudiera estar al mismo alcance de un omega como SeungMin. No ser un idiota que lo único que sabía era ingerir litros de bebidas alcohólicas y manejar motocicletas a excesiva velocidad.
— ¿En serio te gusto?
Cuestionó tan de repente que ambos detuvieron el paso, tomando por sorpresa a SeungMin quien de inmediato lo miró para analizar si era algún tipo de broma.
— ¿Qué? —balbuceó un poco antes de formular una pregunta mejor: —¿Por qué dices algo como eso?
Chan hizo un casi imperceptible mohín, evitando la mirada fija del más pequeño sobre él. SeungMin no tardó mucho en acunarle el rostro para trabajar mejor en el tema de la confianza.
—No es el fin del mundo y nadie es perfecto, ¿de acuerdo? Podemos trabajar en mejorar tus promedios, te ayudaré a estudiar —sus ojitos brillaron repentinamente ante una nueva y maravillosa idea—. Es más, ¡te puedo dar clases personales!
Chan apreció la sonrisita del omega, tomándolo de la cintura para apegarlo un poco más a su pecho. La idea no le desagradaba en lo absoluto.
Demonios. ¿Quién diría que el orgulloso Bang Chan consideraba la idea de aceptar un favor referido a estudiar?
—Y sobre tu absurda pregunta... Claro que me gustas, alfa tonto —confesó algo apenado, escondiendo su rostro en en el cuello del castaño—. Me gustas mucho, y estoy feliz de estar así contigo.
SeungMin también se abrazó al torso adverso y degustó cuando el rico aroma a café fue más intenso al llegar a sus fosas nasales.
—Pero si sigues hablando de esas cosas, definitivamente te golpearé.
El alfa quiso reír ante ese intento de amenaza. No podía darle miedo esa carita enfurruñada y esa boquita en puchero al observarlo.
Claro que a veces SeungMin tenía todo a su favor con su actitud, pero ahora lo admiraba como el omega más precioso que sus ojos pudieron notar.
— ¿Por qué mejor no me besas? —sonrió de lado—. De seguro me borra todo lo estúpido por hoy.
SeungMin volvió a sujetarle las mejillas para darle beso tras beso, cortos y suaves.
Con pesar, terminaron el último en un chasquido para seguir el trayecto. La tarde se pasó en medio de un momento cálido y alegre, despejando preocupaciones y compartiendose los sabores de helados y efímeros besos.
•
Bien, ahora que lo pensaba mejor. Tal vez no era una idea realmente genial. Chan no podía concentrarse teniendo el dulce aroma de SeungMin destilándose por toda su habitación.
Hoy era el primer día, un sábado por la mañana cuando el omega llegó puntualmente para ayudarlo con el tema de no reprobar ese bendito examen general.
—Lo siento, fue mi mamá.
Y el dueño de sus pensamientos actuales ingresó nuevamente, dejando el celular en la esquina de su cama. Chan lo miró con atención, y se quedó congelado cuando el rubio se sentó casualmente en su regazo, específicamente en cierta zona que estaba comenzando a ser sensible porque su ciclo de calor se acercaba.
—Uh, ¿y qué te dijo? —intentó pasar desapercibido, no quería incomodar a SeungMin.
—Pues lo normal: —arrugó su naricita, aburrido del cuidado que consideraba exagerado—. Que a qué hora llegaba, que si Lix y Hyunnie venían conmigo, que si tardaría demasiado.
— ¿Mencionó a Steven?
—Nop, mañana tenemos una cena con su familia y seguro está más preocupada en dar una gran impresión —negó levemente con la cabeza y agarró el lápiz—. Hablar de cenas de negocios me aburre~ ¡Mejor sigamos!
El brinquito nada intencional que dio alteró el lobo de Chan, dejando que un ronco jadeo saliera de los gruesos labios.
SeungMin se tensó y el alfa rápidamente lo levantó con delicadeza de la cintura para que alejarlo un poco de él.
—Channie...
El aludido quiso maldecir al ver el rostro sonrojado del omega, cohibido ante la mezcla de sus aromas.
—Hey, bonito. Estoy bien pero, ahm, será mejor que vuelvas a casa más temprano —se rascó la nuca, estaba nervioso y hasta tal punto podía decir que avergonzado—. Yo...
— ¿Es tu celo, verdad?
Chan calló abruptamente, algunas veces el que SeungMin no tuviera filtros al hablar no ayudaba mucho.
Inhaló hondo antes de contestar: —Tal parece que sí, pero por fortuna me dura solo tres días. Estoy seguro que no tendré necesidad en faltar el lunes.
—Pero no puedes ir así.
SeungMin no quería decirlo en voz alta, pero sabía que el olor de Chan estaría algo intenso en su ciclo. Probablemente muchas omegas irían tras él y no le gustaba.
El castaño arrugó su entrecejo algo confundido. SeungMin se vio en la obligación de justificar sus palabras: —Es que otros omegas pueden seguirte...
—No sé si eso es catalogado como celos o una manera de cuidarme —dijo algo burlón, disipando la tensión inicial. Las dulces feromonas aturdían de buena forma su sistema.
— ¡Hey, no estoy celoso! —se quejó, cruzándose de brazos mientras Chan lo abrazaba por última vez.
—No te preocupes, bebé —besó su mejilla con ternura—. Estaré bien, me echaré un neutralizador de aroma y tomaré pastillas. Pero ni de broma puedo faltar, recuerda que mejorar mi desenvolvimiento académico es la meta.
SeungMin terminó asintiendo y rodeando el cuello del alfa para besarlo castamente. Chan intentó mantener a su lobo a raya del control, no quería asustar al rubio.
—Te veo el lunes entonces, Channie.
—Hasta luego, bonito.
Ambos se aseguraron a que solo el aroma de SeungMin fuera lo único perceptible en su menudo cuerpo, y finalmente el omega tomó un taxi en una aplicación de confianza para dirigirse a su casa.
Chan resopló cansado cuando se encontró nuevamente solo en su habitación. Sus padres llegarían algo tarde y los conocidos síntomas del celo ya estaban apoderándose de su cuerpo.
Fácilmente podría llamar a una amiga u amigo omega para que le diera cierta "ayuda" como solía hacer cada tres meses, pero esa opción ya no estaba más en su lista porque quería a SeungMin y una relación seria por primera vez en su vida.
Deseaba hacer las cosas bien, no arruinarlas.
Por lo que con ese en mente, apagó su celular y gruñó con algo de dolor al tirarse a la cama. Si bien su celo duraba tres días, esos le hacían sufrir como el infierno mismo. Con algo de dificultad sacó las pastillas que estaban metidas en su mesita de noche y tragó dos.
Intentó vagamente dormir un poco, ya sabía que cuando su madre se enterara de su actual condición, vendría a la recámara a cuidarlo como un cachorro hasta que su tortuoso ciclo acabara.
Y lo último que sus ojos proyectaron fue la imagen de su futuro omega y lo precioso que se vería—aún más—teniendo algún día su marca.
Esperar y mejorar, todo valdría la pena porque está enamorado.
Gracias por leer <33.
🤍
090823