Cautivo | Kookv (omegaverse)

By jeonTH2

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Taehyung tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Vivió en una pesadil... More

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By jeonTH2

"𝘾𝙤𝙧𝙖𝙯𝙤́𝙣 𝙙𝙚 𝙥𝙖𝙥𝙚𝙡 𝙝𝙞𝙜𝙞𝙚́𝙣𝙞𝙘𝙤"

Tenía una copa en la mano. Y el corazón al lado de la copa. Sentía como su pecho se oprimía cada vez más. Y se le dificultaba respirar. Dejó la copa de lado. Su primer instinto fue buscarlo, pero por más vueltas que dio su mirada, barriendo todo el lugar, no lo encontró. Habían demasiadas personas. Las voces empezaron a escucharse mas fuertes, aunque nadie estuviera gritando. La melodía armoniosa que los músicos tocaban, se hacia más pesada, aunque siguiera igual. Necesitaba salir de ahí lo más rápido posible.

Caminó entre la gente. Evadiendo a todo aquel que se atravesaba en su camino. Todos los que se acercaban a saludarlo, o le sonreían. No era tiempo de ser sociable, necesitaba salir, o explotaría.

Logró llegar al pasillo, y corrió hasta encontrar una puerta que lo llevará afuera, y poder tomar aire puro. Después de un rato no tan largo, encontró una salida. Cuando llego afuera, jadeando, tomó todo el aire que le fue posible, llenando sus pulmones de aire puro, y luego soltándolo suavemente, buscando relajarse, o algo cercano a eso. Pero lejos de eso, se sintió más asfixiado. Al perecer, no era lo que verdaderamente necesitaba. Miró hacia arriba, pero no había estrellas. El cielo estaba gris, anunciando que bendeciría al mundo con agua. Pero estaba ese punto brillante de la luz de la luna detrás de esas nubes grises, gritando que jamás se dejaría apagar.

Iba a regresar adentro, e intentar encontrar a Jungkook nuevamente. Pero antes de hacerlo, se quedó inmóvil y sus ojos se abrieron un poco más de lo normal al escuchar el sonido de un arma cargándose, detrás de él. Volteó lentamente. ¡Por un carajo!

— No te muevas o disparo.— exclamó la omega delante de él, mientras le apuntaba con el arma justo al pecho.

— Oye...— Taehyung no recordaba su nombre. Lo procesó unos segundos antes de que el nombre regresara a su memoria.— Ava ¿cierto?

— Maldito. Eres un maldito.— no se veía para nada a cómo el castaño la conoció aquel día. Había dejado de lado la elegancia. Y su ego se lo habían comido los leones. Se veía cansada, deteriorada, y tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Se veía como una persona consumida por el dolor y la pérdida.

— Tienes que calmarte.— para tener un arma apuntándole justo en el pecho, y sostenida por alguien que no parecía querer dudar en dispararla, Taehyung estaba bastante tranquilo.— Baja el arma.

— Me quitaste todo lo que tenía. Todo por lo que había luchado— lloraba— Yo debería ser quien estuviera en tu lugar. YO DEBERÍA ESTAR CELEBRANDO POR ESO. Me preparé toda la vida para tener ese puesto, y mira, nada.

— Yo no te quite nada. No fui quien me colocó aquí.

— Tu me arrebataste todo.

— Baja el arma, Ava. Te puedes hacer daño.

— ¿Daño? ¿Más daño del que ya me has hecho? no lo creo.— balanceó el arma— Se manejar esta cosa como si fuese una extensión de mi mano. ¿Sabes por qué? Porque me prepare toda la vida para ser Harat. Para ser la líder de la mafia más poderosa, Y MIRA, llegaste tú, y me lo quitaste.

— Ya te dije, yo no te quite nada. Si hubiese sido tuyo, aquí estarías.

— Encima te burlas de mi.— se limpió las lagrimas con las mano contraria. Taehyung aprovecho, y en una maniobra le arrebató el arma y la apuntó. Ava se quedó inmóvil. Ahora los papeles, habían cambiado.— Dispara, HAZLO. No tengo nada que perder. Una bala de esas, no dolerá más que el daño que me has hecho.

— Yo no quiero herirte, Ava. No quiero disparar.

— Tu no lo amas. NO LO AMAS TANTO COMO YO.

— ¿Como puedes estar segura de eso?

— Porque no lo miras, como él te mira a ti. Y tampoco como yo lo miro a él.— Sollozó— Jungkook es una persona difícil de amar. Nadie puede amar a alguien tan dañado como él. Nadie puede aceptar vivir sin amor toda su vida. Nadie puede amar a un hombre con un pasado tan oscuro como sus ojos. ¡PERO YO SÍ! Yo estaba dispuesta a todo por él.

— YA BASTA. Deja de culparme por algo que yo nunca quise. Y también de intentar asumir mis propios sentimientos en base a estupideces, como si vivieras dentro de mi.

— ¿Crees que debo respetarte solo porque ahora eres Harat? Estás muy equi...

— No porque soy Harat, sino porque soy Kim Taehyung.— en tres movimientos, desalmó el arma, y la lanzó al césped.— Esto se acaba aquí. No hay tema de discusión sostenible. Yo estoy aquí, y tú estás ahí. No hay nada más de que hablar. Ahora soy tu Harat, y no solo eso, soy el Harat de todo el maldito infierno.

— Eres una escoria— le lanzó— Estas con él solo por el poder y el dinero. Nada mas.

— Su poder y su dinero me importan un carajo. Lo que busco más allá de eso.— se pospuso a dejarla sola, pero las palabras de la omega lo detuvieron.

— Los maldigo, a ti, y a toda la escoria de tu familia. Porque eso deben ser, unas escorias, intentando salir del hoyo en el que seguro viven. Maldito...— Taehyung no soporto más y la abofeteó. Uso tanta fuerza que la omega cayó al suelo del camino rocoso en el que estaban parados.

— Con mi familia no-te-metas o no respondo.— exclamó. Lo miró desde arriba, apretando los labios para poder contenerse. Mientras Ava se mantenía en el piso sosteniendo su mejilla por el dolor que sentía, sin contener las lágrimas que ahora salían con más potencia.

— ¿Estás bien?— escuchó su voz detrás de él, pero no volteó. Se mantuvo en la misma posición. Con los manos hechas puño.

— Jungkook...— Ava le llamó. Pronunciando más su llanto y tratando de hacer parecer la escena peor de lo que ya era. Pero lejos de todo lo que esperaba, Jungkook se acercó a Taehyung y sostuvo la misma mano con la que Tae la había golpeado.

— ¿Estás bien?— le analizó la mano buscando que el omega no se haya hecho ningún tipo daño. Taehyung se zafó del agarre del alfa, y se giró.

— Quiero irme de aquí.— empezó a caminar, dejando a la omega y al alfa solos. Jungkook lo observó caminar, pero antes de seguir al omega, se volteó hacia Ava.

— ¿Que carajos haces aquí? La invitación a tu familia a este evento fue retirada, y lo sabes.

— Yo te amo. No renunciare a ti tan fácil.

— Ya veo que no quieres entender por las buenas. Bien. Haré que firmes esa renuncia, aunque la tinta tenga que ser la sangre.— se giró para irse, pero ella se aferró a su pie, casi haciéndolo caer.

—No caigas tan bajo, Ava. El amor no se ruega.

— Que palabras tan hipócritas dices. ¿No es eso acaso lo que estás haciendo? Le estás mendigando amor. Él no te quiere.— tuochè— Sin embargo yo, te ofrezco mi amor incondicional, estoy dispuesta a todo por ti Jungkook.

Se zafó del agarre de la omega.— No me importa lo que estás o lo que no estás dispuesta a hacer, Ava. No eres él. Ni siquiera volviendo a nacer querré algo contigo, porque no-eres-él.— Se marchó. dejándola en el suelo, sumida en su dolor.

Llegó a la entrada del palacio, y vio a Taehyung a lo lejos, sentado en una de las paredes del muro del pequeño puente.

— Ya nos vamos, encárguense ustedes de lo que queda de la fiesta.— hablaba por teléfono, mientras caminaba hacia el omega.

Sí, claro. No habrá ningún problema con eso, pero, ¿por qué se van tan temprano?— le preguntó Jimin.

— Taehyung no se siente muy bien. Tuvimos un inconveniente.

— ¿Qué?— sonó preocupado— ¿que le pasa?

— Luego te cuento. Por mientras, tú y Yoongi, quedan como los anfitriones de la fiesta.

De acuerdo— colgó.

Jungkook terminó de acercarse a Taehyung y el auto llegó inmediatamente. El alfa le hizo señales al chofer para se bajara del auto. El chofer lo hizo.— Vamos— le indicó al castaño, el cual se puso de pie y subió al auto sin siquiera dirigirle la palabra, y mucho menos, la mirada. El azabache lo siguió y también subió al auto. Se emprendieron en el viaje de regreso, el largo y silencioso camino de regreso en el que el alfa lo miraba sin parar y sin temor a chocar contra otro auto por no prestar atención al camino, sin recibir respuesta del omega, más que la ignorancia.

Tal y como el cielo lo había anunciado y para que no le llamen mentiroso, comenzó a llover. Las gotas de agua cubrían el auto, y Taehyung solo miraba las gotas caer en picada en la ventana, mientras lo único que escuchaba era el sonido del parabrisas ir y venir.

— Detén el coche.— le ordenó. El azabache lo miró, y notó cómo las lágrimas corrían por sus mejillas, como si sus ojos se fusionaran con el cielo, y estuvieran creando el mismo fenómeno atmosférico, solo que las lágrimas de Taehyung parecían contener dolor.

— ¿Estás llorando? ¿Que pasa?— le preguntó preocupado.

— Detén el coche.— volvió a repetir. Esta vez su voz se escuchó rota, como cientos de cristales cayendo al suelo y rompiéndose con el impacto. Jungkook lo hizo. No se orilló, solo se detuvo, en medio de la calle. De cualquier forma ese era el camino a la mansión, no era una carretera transitada, porque su único destino era la mansión. Taehyung bajó, y cerró la puerta del auto tras él. Avanzó unos pasos, y se detuvo. Miró hacia arriba, dejando que la lluvia impactará contra su cara. Esperando que la lluvia borrara sus lágrimas, y de paso, también su dolor.

Jungkook salió del auto detrás de él. Sin importarle nada más que el bienestar del omega.— ¿Taehyung que pasa?— el castaño lo vio acercarse.

"Una vida entera evitando este momento, y consiguiendo lograrlo sin esfuerzo. Nadie lo logró. Nadie logró romper las barreras que había creado para protegerme del mundo. Pero llegaste tú, y sin esfuerzo las derrumbaste. Tan fácil, que siento que la barrera realmente estaba hecha de papel higiénico. Ahora siento que voy en picada. Cayendo como una mariposa que muere agitando sus alas"

— ¿Taehyung?— El azabache retiró los mechones de pelo que caían en la cara del omega, y aunque las lagrimas estaban disfrazadas de gotas de lluvia, él pasó sus pulgares por debajo de los ojos del castaño, limpiándolas.— ¿Por qué estás llorando? Dime que te provoca tanto daño, y me asegurare de quitarlo de tu camino.— "Tú".

"En todo el tiempo que llevo a su lado, no me había planteado la posibilidad, de que la misma persona que inyectó el veneno en mis venas, sea la misma que contenga la cura" "Tenías que ser tú"

— Tenías que ser tú.— El omega empezó a golpear el pecho del alfa con las manos hechas puños, mientras gritaba una y otra vez.— Tenías que ser tú.— "Justo tú".

El azabache sostuvo sus dos muñecas, intentando detener al omega.— Taehyung, basta. Te estás haciendo daño.

"No importa que. No te perdonaré. No perdonaré lo que tu familia le hizo a la mía, jamás. Te arrebatare hasta lo último valioso que haya en tu vida"

Jungkook lo jaló y lo envolvió en sus brazos. Rodeando su espalda con una mano, y con la otra, sosteniendo la cabeza del omega. El llanto de Taehyung incremento, tanto, que ahora el sonido salía por su boca. Se aferró a su cintura, se aferró a él. "¡Maldita sea, tenías que ser tú, justo tú"

"Hundiré este barco, aunque eso signifique, que me tenga que hundir con el"

Jungkook se sentía culpable de cierto modo, porque pensaba que la razón del llanto del omega, era por haberlo convertido en líder de una mafia. Pero estaba lejos, muy lejos, de la verdadera razón por la cual Taehyung lloraba. El azabache besó su frente.— Lo siento.— se disculpó, con un tono sincero.— De verdad, lo siento.— "No puedo darte opciones. Porque si te las doy... Elegirás irte".

Taehyung alzó la cabeza, aún abrazados. sus miradas se encontraron. Jungkook acarició suavemente su cabello, y volvió a retirar los mechones que parecían no rendirse en tapar la cara del omega. Se acercó tan lento a su cara, que parecía que estaba esperando el permiso del omega, el cual no se movió ni un solo centímetro. Esperando la llegada de los labios ajenos. Se besaron. Abrazados el uno al otro, mientras que el azabache utilizaba su mano para acariciar su cuello. El beso era lento, y definitivamente no llevaba los mismos sentimientos que los anteriores.

Se besaban lento, como queriendo apreciar cada segundo en los que sus labios se encontraban, moviendo la cabeza de un lado al otro, buscando nuevas posiciones. Lo único que los distanciaba eran las gotas de la lluvia que ya habían reducido su velocidad, pero que se colaban entre sus labios sedientos. Jungkook sentía el leve sabor a agua salada, ya casi imperceptible, lo que significaba que el omega ya no lloraba mas.

Taehyung retiró una de sus manos de la espalda del contrario, para posarla en la mano que ahora acariciaba su cuello.— ¿Que tipo de veneno eres? Cada día me tienes mas débil.— susurró el azabache sin alejarse de los labios del contrario. Lo volvió a besar, pero esta vez, el beso fue rápido. Unieron sus frentes— Regresemos a la mansión. Puedes enfermarte por toda esta lluvia.— el omega asintió suavemente. Se alejaron, aunque sus cuerpos le gritaban que no lo hicieran. Subieron al auto.

Jungkook se colocó el cinturón de seguridad. Encendió el auto. Lo miró. Las gotas que caían por toda su cara lo sedujeron. Caían en sus labios, acariciándolos, y burlándose de él. No, unas gotas de lluvia no podían tener más suerte que él, no lo permitirá. Se soltó del agarre del cinturón y puso su mano detrás del cuello de Taehyung. Lo atrajo hacia él, robándole un beso más. El cual el omega respondió de regreso. Se separó y apartó las gotas que intentaban torturarlo de nuevo, pasando el pulgar por los labios sedosos del castaño.— ¿Estás mejor?

Tae asintió más calmado.—Si, lo estoy.— definitivamente lo estaba. Sus labios fueron la goma de borrar que eliminaron sus recuerdos y agonía. sonrió.

— Eso esta mejor.— le sonrió de regreso. Se volvió a colocar el cinturón, y emprendió el corto camino que faltaba para llegar a la mansión.

La mañana había llegado, nueva vez. Pero nada era igual, definitivamente nada lo era. Ahora era Harat oficialmente, pero no tenía ni idea de las obligaciones que tenía por ese título. Así que se despertó como cada mañana. Tomó un baño en la tina, he hizo todo con mucha energía. Se sentía diferente. No podía decir directamente que era felicidad, pero como no recordaba cómo se sentía ese sentimiento, tal vez, lo estaba confundiendo.

No esperó a que Mattia llegara con el desayuno. Primero iría en busca del alfa. No quería verse pegajoso ni mucho menos, pero era algo que su ser pedía, y la verdad, él no estaba en desacuerdo. Caminó por los pasillos observando los cuadros que habían. Se había dado cuenta que los pasillos estaban muy encerrados. Habían pocas ventanas, y la iluminación no era para nada buena. Vio a lo lejos a Max y Mattia, parecían estar discutiendo sobre algo. Estaban tan atentos a eso, que ni se dieron cuenta cuando Taehyung se acercó.

Sonó la garganta para anunciar su presencia.—Buenos días.— Ambos presentes voltearon hacia él, y reverenciaron.

— Buenos días, Harat.— exclamó Max.

— ¡Buenos días, Harat!— saludo Mattia, regalándole la misma sonrisa de siempre.— Ya iba en busca de su desayuno, no tenía porqué bajar.

— No te preocupes, desayunaré después. Voy al despacho de Jungkook.

— Ahmed no está.— Informó Max.

— ¿A donde fue?

— Ahmed se fue ayer después de la media noche, y aún no ha regresado.— informó Mattia detalladamente.

— ¡Mattia!— reclamó Max entre dientes. Habían quedado en que no le mencionarían nada a Taehyung. Por órdenes de Ahmed.

— ¿Sabes donde está, Max?— había algo sospechoso en la actitud de los dos.

— Harat... yo...

— Dime donde está.

— Tengo órdenes directas de no decir donde está.

Ok, eso era aún más sospechoso. ¿Por qué no querría que lo supiera?— Dime donde está.

— Harat, por favor, yo no puedo decirle.

Le daba vergüenza decir lo que iba a decir, pero si tenía que hacerlo, lo haría.— Es una orden.

Max suspiró— Esta bien. Lo llevaré allí.— le Indicó con la mano que siguiera el camino.— Arriesgaré mi vida.— Susurró.

Se subieron al auto y manejaron hasta salir de carretera que llevaba a la mansión. Giraron dos veces a la derecha y una a la izquierda, y ya estaban en el lugar. Tae frunció el ceño al ver que era una pequeña casa. Una casa convencional. Pero en vez de uno, habían dos autos.

— Dijiste que estaba solo.— se dirigió a Max.

— Y no le mentí. Estaba solo.

Suspiró, y se dirigió a la entrada, mientras Max hacia quien sabe que cosa en el auto. Abrió la puerta y se adentró al lugar. Se guió por los sonidos de los golpes en una puerta " que no sea lo que estoy pensando". Giró en un corto pasillo, y ahí estaba, la dueña del segundo auto.

— ¿Quien eres tú?— preguntó la omega.

— La pregunta aquí es ¿quien carajos eres tú?— le preguntó Taehyung con un tono poco agradable.

— Mi nombre es...

— No te pregunté tu nombre. ¿Quien eres?

— Yo soy la persona que ayuda a Ahmed con sus celos.— le lanzó sin más.— Y estoy aquí para cumplir con eso.— Taehyung ocultó todo lo que le provocaron esas palabras.

El castaño se rió levemente— Déjame informarte, que él ya no te necesita. Así que lar-ga-te.

— Quien carajos eres tú para tomar esa decisión.

— Soy quien se me de la gana ser. Es mejor...

Max llegó— ¿Que haces aquí? Te dije que no vinieras. Ahmed desprendió totalmente de ti.

— Pues que me lo diga él— intentó tocar de nuevo, pero antes de que sus nudillos llegaran a la puerta, Taehyung la agarro y le hizo un enganche a su espalda, y la estampó contra la pared al lado de la puerta. provocándole dolor a la omega.

— Acata lo que digo, mientras el reloj en conteo regresivo, no llegue a su final.— Max estaba sorprendido de la casi perfecta técnica de enganche que estaba aplicando Taehyung. Pero no dijo nada.

— Él es la pareja de Ahmed. Es tu Harat, ahora.— Informó Max. La omega abrió lo ojos como dos bombillos.

— ¿Harat?— volvió en si. Sabiendo lo cerca de la muerta que pudo estar.— Lo siento. Por favor, discúlpeme. Me retiraré. En cuento me suelte, me iré.— Taehyung la soltó. Y la omega salió corriendo. Agradecida con la vida por otra oportunidad.

Max le entregó la llave de la puerta— Harat, no es muy seguro que entre ahí. Ahmed es muy agresivo cuando está en su celo. Su lobo no es de fiar.

— Voy a entrar, Max. No importa que.— tomó la llave.— Vete.— Max asintió y se fue.

Metió la llave, y la giró. Algo sonó, indicando que el seguro de la puerta ya no estaba puesto. Dudo un poco en si abrirla o no. Pero lo hizo. Cuando la abrió, lo primero que vio fue a Jungkook sentado en la cama de espaldas a él, pero lo segundo le pareció excesivo. El alfa estaba atado de una sola mano a una cadena, que se adhería a la pared. Jungkook volteó sobre su hombro y sonrió de manera laciva.

— Mi omega.


🏳

He notado que algunas criaturitas tienen problemas con las textos cursivos. He intentado resolverlo pero no se cómo. Leí que era porque las cursivas no funcionaban en todos los tipos de fuentes. Lamento los inconvenientes.

Criaturitas, desde que lees la sinopsis, te puedes dar cuenta que la historia va a contener drama, no exageradamente, pero si. Si no eres una persona que disfrute esta clase de historia, por favor no comentes cosas feas, porque me hacen sentir feito, aunque no quiera.

Por otra lado, gracias a todos los que están apoyando y disfrutando la historia. Gracias por sus comentarios bonitos, porque ustedes me hacen sentir que vale la pena las develadas que me he dado. Les quiero un churro. 💖

Ya me desahogué, bye.
Nos vemos a la próxima.


No se olviden de respirar.

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