𝙉𝙤 𝙝𝙖𝙮 𝙪𝙣 𝙝𝙤𝙮, 𝙨𝙞𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨,
𝙝𝙖𝙮𝙖 𝙚𝙭𝙞𝙨𝙩𝙞𝙙𝙤 𝙪𝙣 𝙖𝙮𝙚𝙧.
Iban en el auto. Ya se había manejado por bastante tiempo, pero Taehyung no tenía ni idea cuanto. Aunque no quisiera, estaba nervioso. En el lugar habría mas mafiosos juntos de los que había visto en su vida. Lo que significaba que el lugar estaría rodeado de sus hombres, armas y muchas mentes malévolas. Lo peor es que él sabía que no tenía porque estarlo. Porque no había nada que le importara menos que convertirse en Harat, y si ese día fuese interrumpido por la mínima cosa, estaría muy agradecido con el universo y sus oportunidades. Al menos, de eso se intentaba convencer a si mismo.
— ¿Estás nervioso?— Jungkook estiró su mano y la colocó encima de la del omega, quien jugaba con ellas encima de sus muslos.
— ¿Por qué debería de estarlo?— exclamó. Pero Jungkook sabía que aunque lo intentara negar, él lo estaba.
— Exacto. No hay razones para estarlo.— le miró directo pero Taehyung no le devolvió la mirada.— Quédate a mi lado, siempre. Y no pasará nada malo. ¿Entiendes?
Tae asintió. Aunque no lo quiso ni lo iba aceptar, las palabras del alfa lo habían tranquilizado. Habían actuado como si el pudiera sentir sus feromonas. Jungkook mantuvo sus manos en la misma posición. Taehyung tampoco se preocupó en retirar la suya o empujar la del contrario. Hasta que estaban llegando al palacio, y Jungkook lo hizo por si solo.
Taehyung miró por la ventana del auto y pensó que ese lugar triplicaba el tamaño de la mansión. Era un palacio, evidentemente tenía que ser grande, aunque nunca se había preocupado en pensar en ese palacio, nunca dudo que así fuera. El palacio contaba con una muralla que albergaba torreones para mejorar defensa, y obviamente contaba con más hombres que la mansión. El palacio intentaba mantener el diseño original. Y en el jardín había un árbol de flor renaciente en su nacimiento, dibujado a cada lado del suelo. Ese era el lugar donde Jungkook debería vivir, y Taehyung lo recordó porque Mattia una vez se lo había contado. Ese era el lugar donde el alfa había nacido y crecido, y a él le intrigaba la razón por la cual el alfa había decidido abandonar ese lugar.
El auto se estacionó frente al palacio. No había mucha gente fuera, y no había ni una sola cámara. Era obvio que no la habría, si la mayoría de las personas en ese lugar estaban siendo buscados por el FBI o La Interpol. Inmediatamente el auto se detuvo, dos hombres se acercaron a cada lado, y abrieron las puertas. El alfa que abrió la puerta de Taehyung se quedó perpetrado por la belleza del omega y lo bien que estaba luciendo ese traje rojo, intentando descaradamente sentir su aroma, cosa que no pudo. Bajó la cabeza de inmediato cuando miró a Jungkook y se dio cuenta que que él ya lo estaba mirando.
— Por aquí por favor.— indicó uno de los hombres. Todos ya estaban adentro. Max y Mattia también, ya que habían llegado antes. Taehyung creyó que entraría y todos estarían disipados por todo el lugar, pero esto fue todo lo contrario. Después de caminar por varios pasillos, lleno de pinturas antiguas en las paredes, habían llegado a una entrada de dos puertas. Se sentía silencioso, lo cual era raro ya que se suponía que era fiesta. Cuando se abrieron las dos puertas se dio cuenta del porqué el silencio. Parecía que iba a casarse. Los invitados estaban a cada lado del salón, dejando un camino bastante espacioso por el cual se suponía tendrían que pasar él y Jungkook. Se quedó varios segundos parado sin hacer nada.
— No tengas miedo. Porque ellos ya lo tienen.— Jungkook le susurró. Taehyung avanzó, comenzó a caminar. Ganándose todas las miradas del salón. Esposas desearon sacarle los ojos a sus alfas, omegas desearon tener el cuerpo o el rostro de Taehyung, otros criticaron por la envidia, pero al final de la noche, todos estaban de acuerdo en algo, Taehyung era el omega más hermoso que jamás habían visto. Algunos miraban con duda porque Taehyung era quien iba delante y Jungkook caminaba detrás de él. Un alfa caminando detrás de un omega. Algo muy poco visto en el mundo, pero nunca visto en el mundo de la mafia. Donde el alfa era quien mandaba, y el que por protección a su hombría y mantenimiento de superioridad, jamás haría.
Taehyung estaba bastante nervioso, no lo negaría. Y es que todos en ese salón tenían toda su atención puesta en él. Y podría notar cómo sus miradas avanzaban al son de su paso. Redujo su velocidad y Jungkook lo vio. Sostuvó la mano del omega para impedir que se detuviera o que saliera corriendo. Y caminaron los dos. Ahora nadie delante de nadie, sino los dos juntos, uno al lado del otro.
Delante de ellos había unos seis escalones y en la cima de estos estaba un anciano de pie, y otros seis sentados. Llevaba una toga, y una bata blanca, y las manos unidas adelante. Enserio parecía una boda. Subió los escalones, paso a paso, y con cada sonido que hacían los tacones de sus zapatos al chocar contra el piso de los escalones, los recuerdos llegaban a su mente. El día de su cumpleaños. Él tomando alcohol. La voz de mando del hombre que lo secuestró. Los días en aquella pequeña habitación. El día que conoció a Jungkook. Todas veces que intentó escapar. Sus labios. Y la inquietante pero tranquila voz del alfa, diciéndole que no tenía porqué tener miedo. Pequeños fragmentos de recuerdos de todos los sucesos que acontecieron en su vida, y que lo habían colocado justo en el lugar donde estaba de pie, ahora.
Para bien o para mal, y a través de tanta historia, ahora estaba ahí. Estaba ahí frente a un anciano que reverenciaba ante él, lo cual le parecía anormal porque según las costumbres de su país, una persona tan mayor no debería estar inclinándose ante un joven, no a ese nivel. Y mucho menos con ese reverencia que parecía expresar tanto respeto. Estaba ahí, al lado de Jungkook. Simplemente, estaba ahí.
Vio cómo Jungkook se alejaba de él y lo miró, y su mirada le decía al alfa que no se alejara, pero eran palabras que el omega jamás pronunciaría. Se tranquilizó cuando el azabache se detuvo, y se puso de pie aún sin bajar los escalones. Dándole su espacio. Lo miró, con esa mirada de "Estoy aquí, y no me ire". Taehyung giró nueva vez hacia el anciano, quien de repente empezó a hablar más fuerte. En italiano.
— Damas y caballeros aquí presente. Líderes de las mafias y sus familias, sean bienvenidos. En esta apremiante noche, quiero llamar su atención, para darle paso y presentarles a este regalo que la diosa luna desde la lejanía de las constelaciones, nos ha enviado.— Todos aplaudieron— Yo, Mafalda Conti, miembro del círculo, tuve el honor de presentar a la antigua Harat, y la vida me a concedido recibir al siguiente. Harat, que significa círculo de agua. Tan calmado y sereno como el agua, y la vez capaz de llevarse al mundo por delante como un tsubnami. Pero no quedándose con ese único significado, también significa "Dueño del dueño". Liderará al lado de Ahmed, guiando a las mafias, como alguna vez el reino gobernó a su pueblo. Buscando la paz, y la igualdad para todos. Y así evitar el conflicto y la destrucción entre las mismas.
Volvieron a aplaudir— Ahmedharat, esta de nuevo aquí. Entre nosotros. El círculo de fuego, liderará con sabiduría y supremacía todas las mafias.— el anciano se giró y con mucha delicadeza, abrió un cristal y tomó una espada que se veía bastante afilada. Taehyung creyó que sería algo como cortase la mano y hacer una promesa de sangre.— Ahora hago entrega de la espada con la cual el primer Harat peleó sus batallas— Y por la cual murió— y junto a su rey consiguieron innumerables victorias.— lo miró. Esta vez, sus palabras se dirigieron a él y no a todos— Una vez esta espada esté en tu manos, tú serás el nuevo Harat de la mafia mitó, y prometerás liderar junto Ahmed, hasta tus últimos días. Cualquier acción contraria, se considerará traición hacia la mafia.— Taehyung no entendió del todo, así que solo alzó las manos (con duda) para recibir lo que se le estaba entregando.
El anciano colocó la espada en sus manos, e inmediatamente el acero tocó su piel, su mente empezó a ser bombardeada con recuerdos. Unas manos, una voz, un rostro. Todo difuminado. Como recuerdos borrosos.
Estoy en espera ¿Su voz?
Soy el alta mas afortunado de todo el globo terráqueo.
Te amo Esa voz.
Por favor resiste, no me dejes Una voz muy triste. Lágrimas en un rostro que no podía ver. Sin mi flor, mi jardín se marchitará.
Me tengo que ir, pero prométeme, que me volverás a encontrar. Encuéntrame alfa.
Esos recuerdos, no le pertenecían. Dejo caer la espada, la cual hizo un fuerte estruendo al llegar al suelo, ganándose la sorpresa de todos en ese lugar. La espada era una reliquia de la familia que únicamente salía a la luz para esa ocupación. No debía regresar rota, ni raspada, y mucho menos dañada. El anciano abrió los ojos como dos platos. Jungkook se acercó rápido a Taehyung pensando que se había cortado.
— ¿Taehyung? ¿Estas bien?— puso el rostro del omega entre sus manos. Y notó que habían lágrimas en su mejilla. Jungkook no pudo pensar en ninguna otra razón. Estaba llorando porque no quería estar ahí, no quería ser Harat de la mafia.— Detendremos todo esto si no te encuentras bien.—Tae negó.
— No sé que me pasó, de repente... nada.— se limpió delicadamente la cara.— Continuemos.
— ¿Seguro?
— Sí.— Jungkook esta vez no se alejó y se quedó a su lado. La espada se le fue entregada nueva vez, y era él quien tendría que llevarla hasta la caja de cristal, la cual no volvería a ser abierta, hasta que la o el proximo Harat llegara.
— Por el poder que me concede la supremacia del antiguo reino, bienvenido Kim Taehyung, Harat de la Mafia Mitó.— Taehyung y Jungkook voltearon. Todos aplaudieron. La personas abrieron paso y formaron una clase de círculo en el centro, porque ahora, tenían que bailar.
Jungkook volteó hacia él, y le ofreció su mano. Tal como lo había hecho aquel día en el muelle— ¿Me permites este baile, Harat?
Taehyung también lo miró y sonrió— Por supuesto que si, Ahmed. Pero esta vez, no te vayas a caer.— Puso su mano encima de la palma del alfa. Y empezaron a bajar las escaleras.
—Ese día caí para que tu no...— suspiró y le sonrió de regreso. Las personas estaban expectantes, ya que nunca lo habían visto sonreír a menos que después de eso te fuera a matar— Esta bien. Pero si llegara a caer, suéltame. No caigas conmigo.
— Si no caiga junto a ti, vuelve a jugar sucio— Y empújame al suelo donde yaces tú.
Se pusieron uno frente al otro, y la melodía de la canción empezó. Se fueron acercando poco a poco, guiándose por la melodía. Cuando estuvieron uno al lado del otro en direcciones contrarias, la mano izquierda de Jungkook se alzó y Tae hizo lo mismo, pero con su mano derecha. Uniendo así sus manos en aire, pero sin entrelazarlas, solo palma con palma. Empezaron a caminar en círculos. Mirándose el uno al otro. Y sin tener mucha conciencia de lo estaban sintiendo en ese momento, ambos se sonrieron. Eran solo ellos dos en ese momento. No importaban todas las personas que estaban ahí, solo estaban ellos dos. La letra empezó a sonar. Se acercaron frente a frente. Jungkook puso su mano en la espalda del omega, y Taehyung en su hombro. Mientras que las otras dos manos se alzaron a nivel de sus cabezas.
𝘛𝘪 𝘢𝘮𝘰
𝘜𝘯 𝘴𝘰𝘭𝘥𝘰, 𝘵𝘪 𝘢𝘮𝘰
𝘐𝘯 𝘢𝘳𝘪𝘢, 𝘵𝘪 𝘢𝘮𝘰
𝘚𝘦 𝘷𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘵𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘷𝘶𝘰𝘭 𝘥𝘪𝘳𝘦 𝘤𝘩𝘦, 𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢, 𝘭𝘢𝘴𝘤𝘪𝘢𝘮𝘰𝘤𝘪
Taehyung se dejo caer de cintura para arriba, mientras Jungkook lo sostenía. Se volvió a levantar. Sus caras quedaron una frente a la otra. Y se volvieron a sonreír. (𝘛𝘪 𝘰𝘥𝘪𝘰 𝘦 𝘵𝘪 𝘢𝘮𝘰) Empezaron a dar vueltas alrededor de todo el círculo espacioso que le habían dejado. A la velocidad que la melodía de la canción les permitía. Jungkook soltó una de sus manos y con la otra hizo que Taehyung diera vueltas lejos de él para luego regresarlo a su lado de nuevo. Y que el omega está vez quedará de espaldas a él, entrelazando sus manos por delante de él. Bailaron.
Lo volteó para quedar nueva vez frente a él. Y para darle el último toque aquel baile, Taehyung se impulsó sosteniendo su peso de las palmas de Jungkook, y alzó los pies al aire. Mirando al alfa desde arriba, deseando que realmente no hubiera nadie más ahí. Esta vez no se sonrieron. Esta vez, rieron. Mientras Jungkook daba vueltas con el omega al aire. Lo dejo caer en sus brazos , cargándolo de forma nupcial. Y luego dejo que sus pies tocaran el piso. Y cuando se escuchó el último "Ti amo" Taehyung por primera vez, lo besó. Fue solo un beso fugaz, que a Jungkook no le dio tiempo a responder.
Las personas aplaudieron. Y aunque todos pensaban que ese baile les había costado meses de entrenamiento, la verdad era que no. Ellos habían bailado dejándose llevar el uno del otro, sabiendo que debían hacer paso tras paso, con una conexión que ni ellos mismos comprendían, pero que tampoco se preocuparon en preguntar. Bailando al son de sus latidos, y de su sentir.
Después del majestuoso baile, las personas se dispersaron por todo el lugar. Unos hablaban con otros, aprovechando esta ocasión para formal alianzas y mejorar la calidad y posición de sus mafias. Y que mejor opción que aliarse a la mafia más poderosa. Por eso cada líder de Mafia aprovechaba la mínima oportunidad para acercarse a Taehyung y a Jungkook. Los cuales no se habían separado en toda la noche, y el alfa no retiraba la mano de la cintura del omega. Tal vez intentando dejar más claro a todos ahí, que el castaño era suyo, y nadie debía acercarse más de lo permitido.
— ¿Y cuando sera la boda?— preguntó el líder de la mafia italiana Choi, quien estaba parado junto a su esposa.
— ¿Boda?— preguntó Taehyung.
— Por ahora no tenemos planes de tal cosa.— dejo la copa de lado, y sostuvo la cintura del omega.— Si nos disculpan— exclamó el alfa. Se giraron y se fueron.
— ¿Por qué hablan de boda?
— Es normal que después de la presentación se planeé boda lo más rápido que se pueda.— Y también la posibilidad de dejar al omega en cinta— Pero no te preocupes, no habrá boda.
— Por supuesto que no la habrá.— ambos sonreían intentado aparentar que tenían una conversación agradable.
— ¡Oh, ahí están!— Jimin se acercó— Los he estado buscando. Llegamos un poco tarde, pero aquí estamos.— Yoongi venía detrás de él. Los dos alfas se mirarán y se abrazaron. Jimin se acercó y beso la mejilla del castaño de lado a lado. El saludo fue recibido con agrado.
— Mucho tiempo sin verte— dijo el azabache.— ¿Como te fue?
— Muy bien. Logre apaciguar las cosas, antes de que las familias se encontrarán aquí y pudieran desatar una guerra. Un trato justo para ambas mafias.
— Me alegro. Siempre logras tu cometido.
— Así es. Por eso sigo siendo el mejor aliado que has tenido.—Ambos rieron.
— Él es Kim Taehyung.— presentó el azabache. Yoongi extendió la mano y Taehyung la recibió.
— Un placer. Min Yoongi. Mejor amigo de este, y líder de la mafia Min, al lado de este hermoso omega.— Abrazó la cintura de Jimin.
— Un placer.— había algo raro con el recién presentado, pero Taehyung no sabría decir el que.
— Bueno, nos vemos en un rato. Prometí presentarles a mi esposo cuando estuvieran aquí.— Excusó Yoongi. La pareja asintió.
Caminaron un poco entre la gente.— permíteme un momento.— pidió el alfa, y lo dejo un momento solo para luego perderse entre la gente. El tenía una copa en sus manos, y observaba cómo la personas platicaban entre sí. Parecían tan calmados, que probablemente nadie podría diferenciar los buenos de los malos. El no se había dado cuanta que una pareja interracial se había acercado a él.
— Buonasera Harat, ci scusiamo per l'inconveniente (Buenas noches Harat, disculpe la molestia).— Tae volteó, y frunció el ceño, ya que el hombre le estaba hablando en italiano.— Ti abbiamo visto qui da solo e abbiamo avuto il coraggio di venire a parlarti (Lo hemos visto aquí solo, y hemos tomado la valentía de acercarnos a platicar con usted).— Tae no respondió.— Puoi parlare italiano? NO? che incompetenza (¿Sabe hablar italiano? ¿No? Que incompetencia).
La mujer lo miró para que el hombre se callara y no los enterrara más. Pero el hombre se aprovechó del hecho de que Taehyung no sabía Italiano. Y empezó a hablar.
— E' incompetente mettere al comando un coreano che non conosce nemmeno l'italiano". La vecchia Harat era coreana, ma sapeva parlarla. Non può essere, è così stupido. Il mio territorio governato da qualcuno che sa un cazzo di italiano
(Es incompetente poner a cargo a un coreano que ni siquiera sabe italiano. La vieja Harat era coreana, pero podía hablarlo. No puede ser, es tan estúpido. Mi territorio gobernado por alguien que sabe una mierda de italiano.)
— Poche ore fa sono diventato il tuo Harat (Hace unas horas me convertí en tu Harat).— Tenía un arma y tenía que utilizarla— Ora sono il proprietario del terreno su cui cammini. Allora dimmi, chi è nel territorio di chi in questo momento? (Ahora yo soy el dueño del suelo que pisas. Entonces dime ¿quien está en el territorio de quien ahora mismo?)
La mujer empezó a disculparse— Scusa la stupidità di mio marito. Non è nella sua testa, ha bevuto troppo oggi. (Disculpe las estupideces de mi esposo. El no está en sus cábeles, a tomado demasiado el día hoy).
— Abbi cura delle parole di tuo marito, perché puoi diventare una giovanissima vedova. E dopo essere stata arrestata per i suoi errori (Cuida las palabras de tu esposo, porque podrías quedarte viuda muy joven. Y también ser víctima de sus errores)— le pasó por el lado, dejando a la pareja con las disculpas en la boca, y se perdió entre la gente. Llego hasta una mesa donde estaban las bebidas y se dispuso a servirse una copa, hasta que escuchó una voz detrás de él. Una voz que reconoció instantáneamente.
— Kim-Taehyung— dijo el alfa, pausando las palabras. Tae volteó.— ¿Has estado bien?
— ¿Que haces aquí?
— Fui invitado, y no podía perdérmelo por nada del mundo— se sirvió una copa— Cuatro meses. Solo te costaron cuatro meses conseguir convertirte en Harat. ¿Que? ¿Tienes magia entre la piernas?
— Por favor vete.
— Redujiste un plan de años, a tan solo meses. Eres mejor de lo creí.
— Que te vayas te dije— dijo entre dientes.
— Me voy, me voy. Pero recuerda, que el plan sigue en pie. Muy pronto sabrás mi.
Así que has las cosas bien.— se tomó el trago de un solo sorbo y dejó la copa en la mesa— Con su permiso, Harat.— guiño un ojo.
Se había entregado tanto esa noche, que por una milésima de segundo, había olvidado la verdadera razón por la cual estaba ahí.
Surprise.
*manos de jazz*
No sabía cómo se hacía un maratón. Si eran dos o más capítulos, o que diferencia de horas debían tener. Al final del día, hice lo que se me salió de los cojones.
Mi mente>> 🤯 cuando ustedes empiezan a descubrir las cosas. Pero también me pone feliz, porque significa que están entendiendo el punto.
Nos vemos a la próxima.
No se olviden de respirar.