𝐋𝐄𝐒

𝒮𝟤:𝐸𝓅𝟨 : 𝐻𝑒 𝒸𝑜𝓂𝑒𝓈 𝒻𝑜𝓇 𝓎𝑜𝓊

ᛪ

MISS ME? — as much as i do.

♰ ᴛᴡ: Violencia.

﹒﹢﹒ te recomiendo poner cualquiera de estas canciones a largo del capituló, esto es opcional

ᴛʜᴇ ᴍᴏɴꜱᴛᴇʀ - ᴇᴍɪɴᴇᴍ, ʀɪʜᴀɴɴᴀ
ᴄᴏɴꜱᴜᴍᴇ - ᴄʜᴀꜱᴇ ᴀᴛʟᴀɴᴛɪᴄ, ɢᴏᴏɴ ᴅᴇꜱ ɢᴀʀᴄᴏɴꜱ*
ɪ ᴅᴏɴ'ᴛ ᴡᴀɴɴᴀ ᴅᴏ ᴛʜɪꜱ ᴀɴʏᴍᴏʀᴇ - xxxᴛᴇɴᴛᴀᴄɪᴏɴ

4 semanas, ha pasado un jodido mes desde que has estado en esta cabaña. El olor lúgubre y almizclado te abraza impidiéndote odiar el lugar e impidiéndote irte de el.

Dirías qué tal como su dueño, pero la verdad está lejos de ser esa.

Miras a Satoru frente a ti analizando su próximo movimiento en el juego de ajedrez postrado en la pequeña mesa donde te encuentras sentada al contrario de él. Sus largos dedos finos juguetean con el caballo blanco en su mano y sus ojos celestes aprecian todas las pequeñas posibilidades que tiene para ganarte.

Suspiras largamente dirigiendo tu fría mirada seca al ventanal que muestra los diversos troncos de pinos gigantes fuera de ustedes. No sientes nada, tu mente, corazón y alma no se pueden permitir sentir nada después de haber sentido todo.

Las traiciones, las verdades, la realidad te golpea fuertemente.

Tu realidad.

Si decidieras huir... ¿A dónde irías?.

No tienes amigos en los que puedas confiar, no tienes una vida a la que puedas aspirar a recordar y no tienes una casa a la que puedas volver. Satoru sabe eso perfectamente, es por eso que nunca le importo usar la fuerza contigo.

Estás sola.

Así que lo único que puedes hacer es acostumbrarte y adaptarte a la situación actual.

¿Para qué luchar?.

¿Qué ganas?.

Nada.

Absolutamente N A D A.

| ᴜɴ ᴍᴇꜱ ᴀᴛʀÁꜱ |

Parpadeas por un segundo recomponiéndote obligando a tu cuerpo y a tus defensas a no flaquear por ningún motivo. Tu cerebro no formula respuestas si no su contraparte, cuando miras a esos ojos color cielo que tanto adorabas es cuando tu boca seca se abre y permite salir ásperamente la primera de tus tantas preguntas.

-¿Por qué no estoy atada? —Preguntas aún con un hilo casi invisible de esperanza ya exasperada no entendiendo el juego en el que te está involucrando Satoru.

No responde.

Sus ojos te escanean como si se tratase de un jaguar acechando a un ciervo indefenso, no quieres llamarte así pero en estos momentos no te queda nada que pedir más que rezar como si fueras una devota total por la palabra de Dios.

Tienes miedo. Satoru te da miedo.

Esperas y esperas a que acabe de inspeccionarte con esos ojos azules y fríos como el antártico antes de que eleve una de sus finas cejas blancas con diversión en la comisura de sus labios.

-¿Quieres estar atada? —Su sonrisa ladina se convierte rápidamente en una de dientes completos haciendo que en sus ojos se vea el reflejo de un brillo de adoración en tu dirección.

Satoru no avanza, sus pies se quedan pegados en el lugar desde donde te analiza. Su misma sonrisa te hace poner la piel de gallina mientras que retrocedes aún sentada en el sofá cálido debajo tuyo. Satoru no parece interesado de hacer un movimiento en falso pero tú no podías estar segura de eso.

-¿N-no? —Juras que estás tratando de recolectar toda la saliva que puedes para darle una saciedad de algo a tu dura garganta seca que se esfuerza más de lo que puedes darle crédito para que siquiera pueda salir una oración completa sin tartamudear en ella.

-No? —Una de sus finas cejas blancas se encorva burlándose de tu respuesta o más bien, ¿tanteándola?.

Tu boca vuelve a abrirse pero así como iniciaste esa acción la diste por terminada sellando tus labios en una fina línea blanca acumulada por la presión de estos mientras que niegas de un lado a otro con la cabeza temblando ligeramente cuando Satoru exhala una risa fantasmal bebiendo de tus reacciones.

-Entonces no serás atada —sin ninguna palabra más salió del marco de la puerta, sus pasos resuenan por toda la ¿casa? haciéndote dar cuenta de que realmente no fue tan lejos de donde tú te encuentras, tus ojos se permiten escanear el lugar un poco más antes de que tu expedición visual se vea interrumpida por la presencia de tu ex frente a ti ahora dejando un pequeño vaso de agua en la mesita de estar, —Bebe esto.

Miras al vaso y lo miras a él mostrándole con todo y una mueca en tu rostro la absoluta desconfianza que sientes por él, tu espalda choca contra el respaldo del sillón alejándote lo más posible de esa mesita y de tu ex detrás de ella. Satoru solo está observando tus reacciones sabiendo ya el pensamiento qué hay detrás de tu mente mientras ves el vaso lleno de líquido transparente frente a ti.

Sus largos dedos pálidos juguetean con el aro inicial del vaso circularmente antes de chasquear la lengua y llevarse el objeto a sus labios rosados-morados por el frío dándole un gran trago aún con sus ojos en ti.

Pequeñas gotas de agua se derraman por las comisuras de sus labios y puedes notar como su manzana de Adán sube y baja con cada trago que da haciéndote fruncir las cejas por su comportamiento desesperado. O al menos esa fue tu reacción antes de que en dos pasos estuviera delante de ti acercando el vaso con el contenido restante a tus labios.

Tus brazos te empujan más hacia atrás huyendo de él pero es imposible y eso lo sabes.

-No tiene nada, acabas de ver cómo bebí de ella y tú estás deshidratada —Satoru presiona más el borde del vaso cristalino en tus labios sellados provocando que su ceño se frunza.

Abres la boca para tratar de responder pero él aprovecha la oportunidad tomando con su mano helada tus mejillas manteniendo tu boca abierta mientras vierte el líquido sin sabor dentro de tu boca. El agua fría pasa desde tu lengua hasta tu garganta y te obligas a tragar para no ahogarte, ríos pequeños de esta caen sobre las comisuras de tu boca manchando la sudadera que tenías puesta.

Tus ojos entrecerrados no dejan a los de Satoru mientras deja que te hidrates, esperas el momento en el que seguramente caigas rendida en sus brazos sin conciencia nuevamente.

Nunca llego.

Jadeas en busca de aire una vez que te suelta pero no se aleja, una de sus manos acuna tu rostro pasando su pulgar deliberadamente por tus labios untando el contenido desperdiciado. No te mueves, incluso cuando llega a meter su pulgar a tu cavidad bucal masajeando suavemente tu lengua.

-Eso es todo —su aliento mentolado te hace cosquillas en la punta de tu nariz mientras que sus ojos te adoran con devoción a ti y cada uno de tus movimientos microscópicos, suspiras entrecortadamente cuando su pulgar se presiona en tu lengua impidiéndote hablar y provocando que tu saliva comenzara a salir por las comisuras de tus labios, —¿Cómo no puedes confiar en mi, amor?. Yo no soy tu patético prometido o bueno... Ex prometido.

Tus cejas se juntan en un gesto de molestia ante las palabras de Satoru, intentaste responder ante eso Dios sabe que luchaste por responder pero el agarre que tenía en tu músculo blando no te permitió hacerlo.

-No tienes porque enojarte, no digo nada que no sea verdad —Tus ojos se abren levemente cuando coloca una mano en tu muslo, tiembla, todo su cuerpo tiembla con el primer toque intencional. Esperas a que haga algo y se aproveche de la situación pero no lo hace.

Satoru maldice por lo bajo y se aleja completamente de ti separando su cuerpo del tuyo a excepción por la pequeña telaraña de saliva que unía tu boca a su dedo aún. Cerrando la boca te encontraste tragando una buena cantidad de saliva respirando nuevamente casi como si hubieras pasado años sin hacerlo.

-Choso no-. —Tu pecho sube y baja tratando de controlar tu respiración y emociones mirando a la grande y ancha espalda de Satoru cubierta por un suéter negro, —No metas a mi novio en esto.

El pequeño avance que tenía tu cuerpo se disipó una vez que Satoru se dio la vuelta mirándote desde arriba en su posición con una sonrisa burlona ya listo para responderte y sabes que las palabras que saldrán de su boca van a destruirte posiblemente.

-¿Yo meterlo en esto? —él niega con la cabeza riendo haciéndote sentir aún más pequeña en tu lugar, sus ojos vuelven a estar en ti en menos de una fracción de segundo junto con todo su cuerpo, rostro a rostro solo unos pequeños centímetros los separan, ambos respirando el aire del otro cuando dice lo que estabas temiendo todo este tiempo, —Él es quien te metió a ti en todo esto, amor.

-Mientes —Te levantas del sillón tambaleando un poco cuando lo haces, inhalas y exhalas estabilizándote reorganizando tus ideas antes de hablar, —Él no es un puto loco como ustedes dos, ¡él no me intentó matar!.

Satoru rueda los ojos dramáticamente casi como si el recuerdo de eso lo quemara por dentro y removiera sus tripas dolorosamente. Después de unos momentos mirándote se sienta en el sofá frente a ti, acomoda sus largos brazos al rededor del respaldo mientras que cruza sus largas piernas indicando que de esa posición cómoda no piensa alejarse.

-Yo no te intenté matar, mi pistola nunca tuvo balas —sonríe al ver como tu compostura se comienza a quebrantar a medida que palabras salen de sus labios casi morados por el clima, —Quería ver hasta dónde llegaba la obsesión de Suguru por ti y bueno... Era lo suficientemente fuerte como para intentar matarme.

-Eh? —Frunces el ceño sabiendo que él sería capaz de eso pero nunca lo contemplaste una vez que huiste de la ciudad, Choso sabía lo que era mejor para ti... Por eso te llevo a ese pueblo.

Estás tan metida en tus pensamientos que ya ni siquiera contemplas ver a tu ex, caes rendida en el sillón espumoso que te recibe como un peluche cariñoso permitiendo que tus músculos se relajen solo por unos segundos.

-¿Quieres saber toda la verdad? —Aún con tu rostro enterrado en tus manos inclinas un poco tu rostro hacia arriba para conectar tus ojos muertos con los serios de Satoru, —Prometo contarte todo, de ti depende si me crees o no.

-No me estés manipulando.

-No te preocupes por eso —Satoru sigue con su expresión en blanco soltando lo último que recuerdas como ignorancia para después ser pisoteada por la realidad de la manera más abrasiva y dura posible— No soy tu prometido, amor.

| ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ |

Pov Satoru

Yo en una relación?

Nunca lo vi venir —de hecho—. Nunca espere actuar por impulso ante algo de la manera en que lo hice. Me sentía tan culpable por Suguru, ¿por qué lo hice?.

Reorganizó mis pensamientos llegando a la verdadera pregunta.

¿Por qué no me importa lo que pase a mi alrededor mientras esté con ella?.

¿Desde cuándo esto se volvió así?.

¿En qué momento yo me volví así?.

Solo habían pasado dos semanas antes de que experimentara la angustiante necesidad de estar con ella —de hacerla mía— no podía mirar la luz del día sin que ella estuviera allí, mis días eran tan sombríos cuando faltaba su presencia a mi lado.

Odiaba cuando esa sonrisa se disolvía cada que alguna idiota del colegio la miraba mal por estar conmigo.

¿Qué acaso no saben qué al qué deberían mirar mal es a mi?.

Cómo siquiera pude lograr que alguien como ella estuviera interesada en mi es un misterio, cuando aceptó ser mi novia sentía como si hubiera aceptado una estafa por correo electrónico y aún así recibir el dinero.

Aún lo siento irreal.

-Satoru —dirijo mis ojos hacia ella cuando su cálida mano me hace cosquillas en la mejilla, quiero agarrar su rostro y besarla hasta que le falte el aire y nuestras respiraciones sean un desastre, pero... ¿En público? no puedo dejar que me vean ser débil, —¿En qué está tu mente?.

Siento a mi costado la mirada de Suguru quemarme y el sentimiento de traición y culpa por mi parte se intensifican masivamente.

Tomó la mano de ella mientras que me levanto rápidamente del comedor ganándome algunas miradas de los seres inferiores a mi... A nosotros y sin más comienzo mi viaje con ella hacia la biblioteca.

Lo último que recuerdo de esa ocasión son sus manos jugando con mi cabello y aferrándose a el mientras que mis labios degustaban su calor, sus gemidos ahogados mientras que la devoraba una y otra vez obligándola a callar a menos que quisiera ser atrapada era una morfina para mi.

No me molestaba la idea de que alguien nos atrapara pero ella no tenía porque saberlo.

Y yo no tenía porque decírselo.

Probablemente ese fue el peor error que pude tomar en toda la relación. Nunca debí de sorprenderme cuando su actitud cambió drásticamente con el paso de los años y las mentiras.

Nunca la pude culpar por lo que hizo, después de todo yo mismo fui quien la orilló a eso con cada mentira dicha...

𓆩 ♱ 𓆪

Otra fiesta más que odio y otra fachada de una noche completa que me da asco mostrar porque no me define en lo absoluto.

Debería estar con mi novia, debería de estar en un restaurante lujoso y tranquilo con ella mientras que cenamos y platicamos hasta quedarnos aburridos sin nada más que hacer, si lo hiciéramos yo no me cansaría de sacar lo mejor de ella hasta que pudiera confirmar que le regale otro día maravilloso.

Eso era mucho soñar.

En su lugar estoy aguantando a una tonta porrista borracha que no puede sostenerse por sí misma. Estoy tragándome el enojo que surge al no saber nada de ella, me pregunto dónde está o en qué piso está al menos pero no tengo ninguna señal.

Miro la pantalla de mi celular debatiendo internamente acerca de si debería escribirle para vernos un momento, aunque sea uno solo, ya mi existencia es lo bastante mala sin ella como para que no pueda apreciarla por al menos algunos segundos.

Esa era mi intención inicial hasta que la porrista cae encima mío balbuceando algunas cosas incoherentes, resopló mientras que la cargo y la dirijo hacia uno de los cuartos de visitas. Las luces del lugar resuenan en mi rostro y cuerpo y una sonrisa falsa mía se desprende saludando a todos los invitados hasta que llego a mi destino.

No me importa ser delicado, ¿por qué lo sería?.

No es ella.

Al momento de dejarla en la cama planeó irme pero soy interrumpido molestamente cuando su blusa se estrella en mi cara, solo dos segundos es lo que duro viendo su espectáculo tonto de seducción antes de que la obligue a dormir arropándola con las cobijas.

Y ahora estoy molesto por tener que cuidar un culo borracho de no ser violado mientras que me pierdo de un buen rato para pasar con green.

Pero seguramente no iba a ser bien recibido por ella al otro día.

Los chismes vuelan, en especial cuando eres tú mismo quien se encarga de esparcirlos.

𓆩 ♱ 𓆪

No debería de sorprenderme.

No debería de estar molesto.

No debería de ser un jodido hipócrita ahora mismo y querer matar a Suguru.

-¿Qué ellos que? —Frunciendo el ceño y tratando de que mi voz quebradiza no se filtre demasiado como para hacer que Choso se burlará de mí, vuelvo a plantear la pregunta esperando y rogando por recibir una respuesta diferente.

-Ellos se acostaron Satoru —Choso menea su cabeza de un lado a otro con falsa decepción, —Ambos te engañaron, te traicionaron.

-Yo nunca la engañe —Mis puños se aprietan tanto hasta el punto en el que la piel de la palma de mi mano se desgarra sacando algunas gotas y ríos de sangre— ¿Por qué ellos?-

-Porque tú le hiciste creer a ambos que la engañabas, incluso luchaste tanto para hacerte creértelo a ti mismo también, pobre Satoru —Miro borrosamente a Choso meterse un cigarro a sus labios mientras que algunas lágrimas caen de mis ojos esparciéndose hasta mis mejillas manchando mi chaqueta, —¿O no es así?.

-¿Cómo lo sabes? —Mi voz se corta pero me obligo a seguir, ya odiándome por permitir que alguien como él me vea en este estado. —¿Cómo sabes que nunca le he sido infiel?.

Choso se ríe sacando el humo de su boca con cada pequeña carcajada burlona que expulsa.

-No todo el mundo se cree tus jueguitos Satoru —Choso niega con la cabeza con un rostro lleno de aflicción falsa, —¿Acaso creías que nadie se enteraría que tus supuestas "aventuras" eran solo porristas o mujeres que cuidabas después de que se pusieran asquerosamente tomadas y que al día siguiente no recordarán nada y pensaran que se acostaron contigo para esparcir el chisme?. Fuiste inteligente, no te quito eso.

Abro y cierro la boca sin saber que decir porque es cierto, incluso yo trate tan desesperadamente de creer que tuve más aventuras para hacerlo más convincente pero solo era una fachada, como siempre.

No era su culpa, de ninguno de los dos.

Pero la traición que ocasionaron en mí, solo complicó las cosas para ellos.

-Como sea necesito un favor —Parpadeo en dirección a Choso esperando a saber qué es lo que quiere a cambio de la información que le acaba de decir.

-¿Qué es?.

Choso expulsa su última calada haciendo que el humo asqueroso se evapore en el frío clima antes de girar su rostro a mi con una sonrisa igual de astuta que él.

-Quiero que te despidas de ella —La confusión se apodera de mí tratando de descifrar a qué se refiere, —Quiero que te acuestes con ella en modo de despedida.

Las lágrimas que caían por mis mejillas se secaban rápidamente al igual que mis labios por el impacto de sus palabras.

¿A qué mierda está jugando el imbécil?.

-¿Por qué haría eso? —Mi cuerpo se tensa cuando Choso envuelve uno de sus brazos en mis hombros riendo suavemente por mi estado de confusión.

-Porque la gente suele sentirse muy culpable si traiciona a una persona que solo le ha mostrado apoyo incondicional y "amor".

-Te dejo que adivines el resto...

| ʜᴀᴄᴇ ᴜɴ ᴍᴇꜱ |

Estás atónita en tu lugar, ya ni siquiera puedes mirar a Satoru a la cara y ya ni siquiera puedes enfocar tus ojos fijamente en algún lugar.

No puedes aferrarte a nada en estos momentos por el temor a que si lo haces te dejen caer de la misma manera que lo han estado haciendo todos a tu alrededor durante toda tu vida.

-Y ¿cómo sé que es verdad lo que me dices? —Tu voz tiembla aferrándose a nada, quieres creer que tienes esperanzas cuando realmente no tienes ninguna pizca de ellas en tu sistema.

Satoru suspira mirándote con dolor o bueno... Supones que es dolor, ya no tienes idea.

¿Cómo puedes creerle después de todo lo que te contó que hizo?.

¿Todas esas inseguridades fueron en vano?.

Miras los ojos de Satoru cerrarse mientras que espera a contestarte, sabes que tiene la respuesta en la punta de su lengua esperando a salir así que ¿¡por qué no lo dice!?. Estás a punto de volver a preguntar hasta que sus palabras te dejan atónita.

-Nobara lo sabía —Ante tu rostro caído Satoru se obliga a continuar ya odiando todo el peso de lo que estás cargando ahora mismo, —Ella me encontró sentado en un sillón cuidando de una porrista dormida, le rogué que no te dijera nada cuando se enteró de que solo eran mentiras las infidelidades y bueno... Nunca te lo contó.

-Mientes —sabes que no lo hace— Ella no... Ella no hubiera querido verme sufrir por mentiras.

-No puedo mentirte ahora, ese fue el trato —Satoru suspira avanzando a donde estás tú a punto de quebrarse en mil pedazos tal cual cristales y vasijas, —Cuando me dejaste le pedí que te hablara cosas buenas de mi, yo me refería a que te contara la verdad pero nunca lo hizo y aunque desconozco sus motivos no voy a culpar a otras personas por haberla cagado yo contigo.

Te rompes.

Lo único que puedes hacer ahora es llorar y tratar de no vomitar por el peso de todo tu pasado y las mentiras en el. Y Choso por supuesto que solo ha estado jugando contigo por tanto tiempo.

¿Qué hiciste mal?.

Nunca hubo una amenaza en tu vida, tu siempre fuiste la piedra en el zapato de los demás. Tu familia, tus amigos, tus parejas.

¿Qué había de malo contigo?.

¿Por qué eras tan tonta?.

Miles de preguntas más se formulan en tu cabeza arañando los recuerdos perfectos y malos que tenías grabados ahí. Todos fueron una mentira siempre, toda tu vida lo ha sido.

Estás tan metida dentro de ti que tienes que parpadear algunas veces para salir de tu trance y poder reconocer a las manos frías de Satoru sostener tu rostro y limpiar con sus pulgares ásperos tus mejillas eliminando las lágrimas que no paran de salir por ningún motivo.

-¿Hay algo más que deba saber? —Ganzas con la voz deshecha ya sabiendo la respuesta que tiene Satoru.

-Si... Él viene por ti.

| ᴘʀᴇꜱᴇɴᴛᴇ |

Pov Satoru

Después de haber pasado el día jugando ajedrez e intercambiando unas cuantas palabras me encuentro ahora recargado en el borde de la puerta del baño mientras que admiro su cuerpo desnudo a espaldas y borroso por el vapor del agua, observó las mil gotas que desfilan a través de el —estoy duro— pero esa sensación no dura una vez que en mi cuerpo se registra alarmantemente el cambio brusco de temperatura dentro de la cabaña.

Cierro suavemente la puerta con el más mínimo cuidado de no alterarla o asustarla, ignorando el sonido de miles de gotas chocando con el suelo me concentro en algo fuera de lo normal.

Lo hay.

Mis pasos no resuenan en absoluto en todo el trayecto que comienzo a trazar hasta la esquina más alejada a la entrada en donde puedes ver todo y nada a la vez.

Mi corazón comienza a acelerarse sabiendo la sorpresa y el impacto que estoy a punto de llevarme en los próximos segundos, una exhalación fantasmal que se siente como pequeñas plumas saliendo de mis labios es lo último que registro antes de que todo se paralice.

Es cuando lo veo a él.

Suguru ya está aquí.

Sus pasos rechinan con el más mínimo sonido acercándose a las escaleras que llevan al sonido del agua cayendo despertando un interés en él. Una sonrisa adorna mi cara notando lo obvio que sigue siendo, después de todo era mi mejor amigo.

El único que he tenido.

-¿Me extrañaste? —Su cuerpo se tensa ignorando y optando por no girarse en mi dirección, está estático en el primer escalón antes de girarse rápidamente sin darme tiempo de reaccionar a el sonido de un disparo, la bala perforó una alacena a mi costado mientras que sigo sin moverme de mi lugar divirtiéndome con la mirada de enojo de Suguru.

-¿Eso fue un si? —Avanzo poco a poco a su dirección y no me pierdo el tambaleo que tiene su cuerpo haciendo que la pistola en sus manos se traquetee furiosamente con miedo al igual que él, —¿Querías recordar los viejos tiempos como cuando me disparaste?.

Frente a él Suguru lo único que puede hacer es temblar. No de miedo. Si no de adrenalina y furia.

Me inclino un poco más haciendo que su espalda choque con la pared dejándolo sin escapatoria, la pistola que antes me daba pesadillas ahora está deshecha en el piso mientras que espero el próximo movimiento de Suguru, esperaba muchas cosas...

No debería de sorprenderme que su gran mano áspera me esté ahorcando intercambiando nuestros lugares mientras que mi cuerpo está indefenso contra la pared.

Tampoco debería de sorprenderme de sentir sus labios estamparse contra los míos con furia antes de morderlos sin darme la oportunidad de reaccionar aún.

-Pensé que te mate —Una respiración profunda lo deja mientras que por su cabeza aparecen mil demonios con los que lucha en este instante, —Nunca serás más importante que ella, —Encorvo una ceja en su dirección porque él sabe que el sentimiento es mutuo. —Pero eres una parte de mi aún así...

-¿Te alegras de que esté vivo para poder matarme? —Suelto una risa ya preocupado de no escuchar el ruido constante de la ducha en el piso superior, —Me hieres Suguru pero no te puedo culpar... ¿Quién puede poner a alguien de prioridad que no sea ella?.

No dejo que responda y le regreso la misma mordida en sus labios hasta hacer que sangren, un gruñido lo deja antes de que me responda el gesto...

La situación ciertamente podría haber sido algo más, pudo llegar a más...

Pero no fue posible ya que puedo notar como bambi está con los labios abiertos y las mejillas sonrojadas mientras que sostiene con toda fuerza su toalla recién salida de la ducha. Puedo sentir el corazón de Suguru acelerarse a un ritmo inhumano solo por verla.

-¿Qué... —Su boca se abre y cierra intentando formular una respuesta coherente, su mano se aferra con tanta fuerza a su toalla impidiéndole dejarse caer pero solo quiero diversión.

Y se que ellos también la quieren.

Y es ahí cuando pronuncio solo una palabra que hace que ambas personas frente a mi y a mi costado se preparen para lo que viene.

-Corre, bambi.

𓆩 ♱ 𓆪

E | Síganme en ig para adelantos de las actualizaciones: lynbichiots ;)
Hasta la próxima bbs