۫ ִ✮ 𝐀𝐮 𝐜𝐨𝐥𝐥𝐞𝐠𝐞 | 𝐌𝐨𝐝𝐞𝐫𝐧𝐨.
En donde llevas una vida normal con tu novio, hasta que llega alguien a demostrarte las cosas equivocadas en las que estas.
Tu novio ha desaparecido nuevamente mientras estaban de fiesta y no es hasta que...
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Tu bolígrafo golpea constantemente contra tu tabla de apuntes mientras comienzas a incomodarte mirando a tu paciente delante tuyo, paras el movimiento una vez que registras como dirige sus ojos a los tuyos curvando sus labios en una sonrisa cínica. Probablemente Devan debería de estar siendo atendido por un psiquiatra, pero no, se encuentra en tus manos lastimosamente.
-Ya le dije todo lo que recuerdo doctora... —La mención de tu título sólo hace que tu sien palpite disgustada, trabajar en un psiquiátrico siendo psicóloga no era algo a lo que aspirabas, pero bueno, te encuentras aquí.
-Bien, dejemos la sesión por hoy —Suspiras cansada haciendo una ligera mueca por el olor a humedad del hospital, te inclinas un poco hacia tu derecha para poder presionar el botón plateado avisando a tus compañeros que saquen al paciente por ti y lo lleven a su celda.
El sonido estruendoso de la alarma es bastante fuerte y horrible como para hacer que un bebé o niño esté llorando, pero no tú, no los locos que están aquí y mucho menos los demás doctores.
Cuando el click de tu puerta te pone alerta miras de reojo a los policías llevarse a Devan, un cruce de sus ojos azules con los tuyos basta para que él te envíe un beso con una sonrisa, sonrisa que no duró por mucho antes de que un oficial lo golpeara para dejarlo inconsciente.
Ignoras la escena frente a ti y sales de la habitación en la que te encontrabas cerrando la puerta de acero con tu credencial especial para el hospital. Te diriges hacia tu área privada mirando el oscuro pasillo solitario y frío como siempre, esta vez tu piel escuece como si tú cuerpo quisiera advertirte algo pero lo ignoras tragando saliva y comenzado a caminar por el.
El sonido de tus tacones resuena por todo el lugar vacío. Odiabas los Viernes por una buena razón y era el hecho de que todo el hospital estaba completamente vacío a excepción de los pacientes, policías y solo otro compañero de trabajo que no encontrabas por ningún lado.
Mirando por los círculos transparentes de cada puerta gris te obligas a no mostrar muecas en tu cara, el primer paciente estaba haciendo unas flexiones en el suelo, el segundo fue más asqueroso de ver ya que se encontraba vomitando sus manos y viendo el vómito como si no pudiera creer lo que estaba pasando.
