Cautivo | Kookv (omegaverse)

Bởi jeonTH2

1M 132K 47.1K

Taehyung tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Vivió en una pesadil... Xem Thêm

C00 P.P
C01
C02
C03
C04
C05
C06
C07
C08
C09
C10
C11
C12
C13
C14
C15
C16
C17
C18
C19
C20
C21
C22
C23
C24
C26
C27
C28
C29
C30
C31
C32
C33
C34
C35
C36
C37
C38
C39
C40
END
✾•Agradecimientos•✾

C25

21.8K 3.1K 1.8K
Bởi jeonTH2

Phiara estaba en su habitación, abriendo los cajones desesperadamente, sacando lo que sea que lograra agarrar. También estaba bajando toda la ropa de su closet, y metiéndola en un pequeño bolso maletero. Necesitaba salir de ahí, y lo necesitaba hacer, ya. Muy pronto Taehyung colapsaría y todos en la mansión serían inmovilizados. Ella ya no podía estar ahí para cuando eso pasara. Y aunque ella no fue quien ejecutó el plan, sino que envió a unos de los guardias a hacerlo. Y tenía la coartada de que siempre estuvo en el palacio y no se movió de ahí, no sabía si el guardia ya había sido capturado, tampoco si estaba vivo, y menos si había soltado la lengua.

Pero conociendo los métodos de tortura de Jungkook, definitivamente, si el guardia no había hablado, hablaría muy pronto, y darían con ella. Sabía que a Jungkook no se le podía mentir, era totalmente imposible. Y pobre de aquel que intentara hacerlo, porque él tampoco las perdonaba. Tomó las últimas cosas y se dispuso a salir de la habitación. Se detuvo en la puerta y sacó la cabeza para asegurarse de que no hubiera nadie en los pasillos.

Cuando estuvo totalmente segura de que no había nadie, salió. Caminó, o mejor dicho, trotó por los pasillos hasta llegar a la puerta de servicio que lo llevaría al jardín trasero y desde ahí, idearía otro plan para poder evadir a los hombres de Jungkook o buscar la manera de traspasar el bosque, sin morir en el intento. Abrió la puerta y solo logró sacar un pie cuando...

— Phiara.— llamó Max.

— Maximus.— lanzó el bolso que Max aún no había visto, y regresó adentro, viendo cómo la puerta se cerraba de golpe por la brisa que había afuera.

— ¿A donde vas?— preguntó mientras se acercaba.

— Yo... voy a... regar las flores.

— ¿Regar las flores? Ya es muy tarde para eso ¿no crees?

— Es que olvide hacerlo más temprano, ya sabes que hoy es un día muy despierto en la mansión, ya sabes, muchas cosas que hacer, a veces las cosas se olvidan.— intentaba excusarse.

— Ya veo. Sabes que, hoy amanecí de buen humor.— le sonrió.— Se me antoja algo así como...— fingió tener duda— Regar flores, si, eso se me antoja.— logró empujar un poco la puerta para abrirla pero Phiara se atravesó en medio.

— No, no, no, cómo crees. Yo me encargo. Es mi trabajo.

— Vaya.— sonrió orgulloso— Que buena empleada eres Phiara.— acarició su cabello— Seguro es por eso que Ahmed te mando a llamar.

Palideció.— ¿Ahmed... me llama?

— Así es. Pero no tienes razones para ponerte así de nerviosa ¿no es así, Phiara?
¿O si?— frunció el ceño, y luego le sonrío levemente

— No, para nada.

— Tranquila. No es como si fuese la primera vez que lo ves.— la guió con su mano para que Phiara avanzara.— Vamos.— Phiara asintió con temor, y caminó con mucha duda y lentitud. Cómo si no quisiera llegar. Max siguió su paso sin apresurarla. Cuando estuvieron en la puerta, Phiara no abrió, ni siquiera lo intentó.— ¿Que esperas? Tal vez te darán un bono por tu buen desempeño. Tu tranquila.— abrió la puerta por ella y la empujó hacia adentro, pero no con la suficiente fuerza como para que cayera. Y cuando estuvo dentro, cerró la puerta tras ella, dejándola a solas con Jungkook. Phiara se sobresaltó por el golpe de la puerta al cerrarse.

— Ah-med... ¿Solicitó mi presencia?— preguntó intentando verse calmada.

— Así es.— confirmó— ¿Por qué te quedas ahí parada? Ven y siéntate.— Phiara avanzó, pero aunque intentaba evitarlo, el sudor que ahora corría por su frente, era evidencia del pánico que sentía.— Mucho calor ¿no es cierto?— le preguntó al verla sudar. La omega asintió. Se sentó.

— Dígame, Ahmed.

— ¿Estás desesperada?

— Un poco, ya sabe que hoy es un día importante, y todos estamos algo ocupados.

Jungkook presionó su labio inferior contra su labio superior y asintio varias veces para luego ponerse de pie. El corazón de la omega dio un punzado. El alfa caminó hasta una mesa pequeña que había a un costado de su escritorio. Y tomó un plato que había sobre la misma. Luego se giró hacia Phiara para quedar frente a ella. La omega palideció cuando vio el contenido del plato. Eran pastelitos, pastelitos de chocolate. Tal vez, los mismos que les había llevado a Taehyung. Jungkook se los ofreció.

— Cada pequeño pastel, contiene una sorpresa en su interior. Elige uno.— No eran los mismos que Phiara les había llevado a Taehyung. Pero de igual forma, Taehyung tampoco los tenía, porque Mattia los había cambiado antes de enviar el desayuno.

— Lo que... pasa es... que yo ya desayune...

— Eli-ge uno, Phiara. Porqué sería trampa que yo eligiese, ya que sé cual es la sorpresa que contiene cada uno.— la omega eligió uno, con miedo. Jungkook notó cómo le temblaba la mano. Cómo sudaba y también como su párpado inferior estaba tenso.— Ahora come.— Phiara no lo hizo— No hay nada que temer, son los mismos pastelitos de chocolate que preparaste con tanto empeño para tu Harat. Ahora come.— el omega mordió y masticó con desconfianza.— traga.— lo hizo. El pequeño pastel le daría una muerte rápida, así que era mejor que quedar en manos del alfa.— ¿Ves? No pasa nada.— dejó el plato de lado.

>> Sabes algo Phiara, el miedo es el peor enemigo del hombre. ¿Sabes porque?— la omega ladeó la cabeza en señal de negación— Porque es muy difícil de ocultar. Además, se dice que no debes sentir miedo cuando un animal está cerca, porque ellos pueden sentir tu miedo, y tu miedo, los alimenta. También los provoca a atacar ya que te ven como presa fácil. Las personas siempre tienen una razón para temer ¿cual es la tuya?

— ¿De que habla?— preguntó nerviosa.

Suspiró cansado— ¿No sabes de que hablo? No pasa nada, nadie te va a juzgar por no saber algo, al fin y al cabo, somos humanos ¿no?

— Si, somos humanos y nos equivocamos.

— Si... Lo somos. ¿Pero sabes cual es el problema con los humanos? que son efímeros. Un dia están vivos, y al siguiente...— hizo un movimiento con las manos como si estuviera haciendo un truco de magia— Ya no.

— Ahmed...— sus ojos se cristalizaron.

— Fueron años, Phiara. Trabajaste durante años aquí, y aun así, no entendiste nada.

— Ahmed yo...

— Te metiste con algo mío, Phiara. Y eso, no lo perdono.

— Escúcheme, por favor.

— El hombre a quien enviaste aquel día, para que lo encerrara ahí, está muerto.— dijo, para luego sacar el alma que estaba en su cintura.— No solo eso. Antes de morir, soltó todo. Sobre cómo lo sedujiste para que aceptara ser parte del plan, y también la estupida cantidad de dinero que ofreciste para hacerlo. Dime una cosa, ¿que tipo de veneno utilizaste?

La omega ya sabía que no tenía escapatoria, estaba ahí, sentada frente al hombre del cual estuvo enamorada durante tantos años, sin ser correspondida ni una sola vez. El hombre al que le habia jurado lealtad, y también al que había traicionado.— Fue... un veneno sencillo y rápido. Solo detendría su corazón sin dejarlo sentir tanto dolor.— miró el arma que Jungkook sostenía.

Jungkook lo notó — ¿Esto? No te preocupes, esto sería una bendición para ti en estos momentos. Ya que esto,— alzó un pastelito— contiene un veneno potente. No el que intentaste darle a Harat, no. Este es mil veces peor.

— ¿Que?— las lágrimas salieron.

— Ese veneno, te matará poco a poco. Te consumirá por dentro, y tardará días en terminar de hacerlo. Irá pudriendo todos tus órganos, y sentirás tanto dolor, que esto que tengo aquí— balanceó el arma— Sera una bendición por la cual rogaras. Te morirás lentamente, hasta agonizar de dolor, y sentir que el infierno está dentro de tus venas.

— Me amenazaron con mi matar a mi familia.— se puso de rodillas— Por favor, Ahmed, perdóneme la vida.

— ¿Cual familia? ¡Ah!—se rió— Hablas de esa mujer que está internada en un psiquiátrico por intentar matar a su propia hija, y de ese drogadita del cual no sabes nada desde hace años ¿esa familia? No me hagas reír Phiara. No tienes a nadie en este mundo al cual valga la pena proteger, estás totalmente, sola.— Aunque Jungkook no lo sabía, eso le había dolió más que una bala en la cara. Ella no tenía a nadie en el mundo, estaba sola, y ahora había perdido a la familia que había construido en ese lugar, solo por proteger algo que efectivamente no lo era. Se quedó callada, arrodillada en el suelo, mientras las únicas que gritaban algo, eran las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.—¿Quien fue?

— ¿Que?— levantó la mirada.

— ¿QUIEN CARAJOS TE DIO LA ORDEN?— Phiara se asustó. Pero guardó silencio.— ¿No me vas a decir? Bien.— La tomó por los cabellos y la alzó. Luego con la misma fuerza, la estampó contra el escritorio. La sangre salió de su frente con mucha facilidad y en gran cantidad. Lo hizo nueva vez, pero esta vez, lo que se rompió, fue su nariz. No tenía paciencia para hacer preguntas, y tampoco tiempo que perder. Tampoco la quería matar, porque el veneno debía hacer su trabajo— Dime quien es.— Utilizó su voz de mando para hacer ceder a la omega.

— No se quien es. Solo sé que es hombre y que se hacia llamar "Griollo", nada más. Se comunicaba conmigo por llamadas desde números desconocidos, y también sé que no era el jefe, ya que se refería a alguien más.

— MAX.— el Alfa, quien esperaba detrás de la puerta, entró. Jungkook jaló la omega por un brazo y la lanzó contra el suelo.— Llévatela. Envíela al purgatorio, sin que los empleados te vean, no quiero tensión en el día de hoy.

— Entendido.

— Y luego ve por lo que pedí y tráelo aquí lo más rápido que puedas.

— Así lo haré.— Max la levantó sin delicadeza. Y se la llevo. La sacó por los túneles para no tener que cruzarse con los empleados y luego de dejarla en el auto, realizó la siguiente tarea que le habían encomendado.

Casi una hora después, Max regresó al despacho. Llevaba unos documentos en manos, que estaban en una carpeta negra. Se las entregó.— Aquí esta lo que pidió Ahmed.— Jungkook lo tomó. Todo el despacho estaba limpio y parecía que nada había pasado ahí. El azabache lo abrió y ojeó un poco. Ladeó un poco la cabeza y llevó su mano a la boca, mientras la sostenía con su codo en el escritorio.

— Esto no puede ser.— exclamó, intentando procesar lo que estaba viendo.

— ¿Pasa algo, Ahmed?— preguntó Max, al ver su estado.

— Ve esto.— separó una hoja de las demás, y se la entregó. Luego se puso pie. Y caminó con una mano en la cintura.

— Mmm... Es un dibujo de una flor.

— Sé lo que es, Max.— se giró, y le quitó la hoja, para luego ponérsela en la cara al alfa— La ves bien ¿verdad?

— Si, Ahmed. Lo hago.

— Taehyung tiene un tatuaje de esta flor.— se detuvo antes de decir en donde estaba ubicado el tatuaje, para evitar que el alfa lo imaginara.

— Es una flor, no veo nada de malo.

— Lo que pasa es, que esta flor— balanceó la hoja— Es el sello personal de la familia real Di'varti.

— No veo cuál es el problema. Hay muchas personas obsesionadas con el reinado de Ahmedharat, también en internet...

— No Maximus, no. Esta es una de las tantas reliquias protegidas por la familia. No hay nada en internet, no hay nada en museos ni libros, nada acerca de esta flor. Y esta flor ya está extinta. Era un sello que se utilizaba para tratos totalmente confidenciales y personales de la familia.

— ¿Entonces como...?

— Si, exacto. ¿Cómo? ¿Como es que tiene un tatuaje de una flor de la cual no se sabe nada a menos que pertenezcas a la familia Di'varti? ¿Cómo carajos tiene un tatuaje de esta flor?

— ¿Tu crees que...?

— No creo nada... Pero lo voy a descubrir.

Las horas habían pasado. Y ya casi era la hora de salir para poder llegar al palacio a tiempo. Cecelia ya había asistido a la mansión y le había dejado varías opciones de vestuarios. Se los había probado todos, y definitivamente, se quedaría con el último que se había probado. Era un traje totalmente rojo. Un rojo que resaltaba su piel bronceada. La chaqueta tenía una apertura en su pecho, pero no tan marcada ni tan abierta como el primer traje que se había probado aquel día. Cecelia le había dejado accesorios para cada uno de los trajes. Ese en específico, llevaba un colgante que caía en su pecho con un dije de un tiguere y un anillo en su dedo cordial.

El había pedido un maquillaje sencillo. Nada que le sobreabundara la cara, y los maquillistas habían acatado la orden. Le colocaron un maquillaje ligero, que dejaba ver perfectamente la tez de la piel, y los hermosos lunares de su cara. Y que solo era capaz de cubrir parcialmente las imperfecciones. Pero como la piel del omega era tan suave y lisa como la porcelana, no había mucho que ocultar. Tan sencillo como estaba, se veía hermoso, y le daba un toque sutil y elegante a su apariencia. Las maquillistas se marcharon después de haber cumplido con su trabajo. Mattia entró a la habitación después de ver marcharse a los omegas. Se quedó inmóvil.

— Se ve...— el omega estaba sin palabras— Esta muy...

Taehyung le sonreía, esperando a que él omega terminara almenos una de sus oraciones, pero no parecía poder lograrlo.— Gracias, Mattia.

— Definitivamente será la envidia de toda la fiesta, Harat. Esta deslumbrante. Podría conseguir lo que sea, tan solo con la belleza de su rostro.

Tae sonrió— ¿Por qué no estás listo?

— ¿Listo para que?— preguntó con duda— ¿Me pidió algo anteriormente? ¿Lo olvide?

— No, tranquilo. Habló de la fiesta. ¿Por qué no estás listo aún?

— ¡Ho! No. Los empleados no vamos a este tipo de eventos, mucho menos a la presentación de unos de nuestros lideres.

— ¿De que hablas? Arréglate, vendrás conmigo.

— ¿Que?— exclamó emocionado— ¿Enserio, Harat?

— Si, por supuesto.

Su sonrisa se desvaneció— Pero... no tengo nada apropiado para usar. Lo siento.—Tae miró hacia atrás donde estaban algunos de los trajes que no usaría. Caminó hasta ellos y tomó uno, era color azul, así que le iría muy bien con la piel del omega. Se lo entregó.

— Prueba esto.

— No, no, no. Cómo cree. Es su ropa. ¿Cómo podría usar yo, su ropa?— el omega empujaba el traje intentando rechazarlo.

— No hay problema, Mattia. Solo puéblatelo.

— No, no, no...

— Mattia, pruébatelo.

— Como usted ordene, Harat.— lo tomó y le pasó por el lado para utilizar el baño como vestidor.

— Eso no fue una orden.— exclamó, para luego resignarse, porque al parecer así funcionaban las cosas. El ya estaba listo, solo le faltaban algunos detalles, pero nada que no se resolviera rápido. El omega salió vistiendo un traje azul marino, que hacía sobresaltar sus hermosos y juguetones ojos verdes.

— ¿Cómo me veo?— preguntó tímido.

— Te ves hermoso, Mattia. Cómo de esperarse.— le sonrió y pasó su mano por la cabeza del omega más joven. Taehyung le hizo un lindo y rápido peinado. Casi una hora después, los dos ya estaban listos. Mattia fue el primero en bajar. Maximus y Jungkook estaban esperando al pie de la escalera a que Taehyung bajara.

— Ahmed— reverenció— Max.— sonrió.

— Estas muy lindo, Mattia.— alagó Max.

— Gracias, Maximus— se sonrojó. bajó la cabeza avergonzado.

— ¿Vienes con nosotros?

— Sí.— le dedicó una sonrisa de felicidad.— Harat me invitó y me dio este traje. ¿No hay ningún problema con eso, Ahmed?

— No. No habría porqué, si es su decisión.— Mattia sonrió, intentado contener la felicidad.

— Eso es ser un hombre con suerte.— Alegó Max— Lo digo por mi. Porque iba a ir sin acompañante. Pero ahora... ¿Quieres ser mi acompañante, Mattia?

— Si, por supuesto.— se rió.

— ¿Ves? Te dije que era un hombre con suerte. Iba a ir solo, pero ahora me acompaña un hermoso omega.

— Max, no digas eso delante de Ahmed.

— Ven.— le ofreció su brazo para que Mattia enredara el suyo. El omega lo hizo.— Te llevaré al auto.—Mattia se dejo llevar.

Jungkook se quedó parado ahí, esperando a que Taehyung bajará. Y de repente, ahí estaba. No había palabras para describir la belleza del omega. Aún no se había creado una palabra que lo definiera en su totalidad. Decir que era "hermoso" era encerrar toda su belleza en una palabra tan simple y vana. Estaba realmente fuera de serie. Se quedó atónito, pensando en la suerte que tenía por tener a un omega como Taehyung a su lado. Pero... ¿realmente lo tenía? No, no lo hacía. Así que no era un tipo con tanta suerte como Max.

Taehyung bajaba las escaleras, paso a paso, mientras miraba al alfa parado al pie de las escaleras, esperándolo y devolviéndole la mirada. Lucia un elegante traje gris. Y no era de negar que el alfa se veía muy guapo, varonil, y como siempre, imponente. Ese poder de convertir un simple traje de diseñador, en algo tan majestuoso con simplemente usarlo.

"𝘓𝘭𝘦𝘨𝘶𝘦 𝘢𝘲𝘶𝘪́ 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘵𝘳𝘰 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴. 𝘌𝘯 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪 𝘷𝘰𝘭𝘶𝘯𝘵𝘢𝘥 𝘧𝘶𝘪 𝘵𝘳𝘢𝘪́𝘥𝘰 𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘱𝘢𝘪́𝘴. 𝘍𝘶𝘪 𝘰𝘣𝘭𝘪𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘦𝘤𝘦𝘳 𝘢𝘲𝘶𝘪́, 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰 𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘢𝘭𝘧𝘢. 𝘏𝘢𝘤𝘦 𝘴𝘦𝘪𝘴 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴, 𝘦𝘳𝘢 𝘶𝘯 𝘰𝘮𝘦𝘨𝘢 𝘥𝘦 23 𝘢𝘯̃𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘵𝘪𝘷𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘰𝘳𝘮𝘢𝘭, 𝘺 𝘩𝘰𝘺, 𝘢𝘭 𝘱𝘪𝘦 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘤𝘢𝘭𝘦𝘳𝘢𝘴, 𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘦𝘭 𝘭𝘪́𝘥𝘦𝘳 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘢𝘧𝘪𝘢, 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘮𝘪 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘷𝘦𝘳𝘵𝘪𝘳𝘮𝘦 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘏𝘢𝘳𝘢𝘵. 𝘗𝘰𝘳 𝘮𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦́ 𝘦𝘴𝘤𝘢𝘱𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘥𝘦 𝘦́𝘭, 𝘢𝘶́𝘯 𝘴𝘪𝘨𝘰 𝘢𝘲𝘶𝘪́. 𝘕𝘰 𝘮𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢 𝘮𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘮𝘦𝘥𝘪𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘤𝘦𝘱𝘵𝘢𝘳 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘩𝘢 𝘵𝘰𝘤𝘢𝘥𝘰, 𝘺 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪𝘨𝘢 𝘴𝘶 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘪𝘰 𝘤𝘶𝘳𝘴𝘰. 𝘈 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘪𝘳 𝘥𝘦 𝘩𝘰𝘺 𝘺, 𝘦𝘯 𝘵𝘢𝘯 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘩𝘰𝘳𝘢𝘴, 𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘷𝘦𝘳𝘵𝘪𝘳𝘦́ 𝘦𝘯 𝘏𝘢𝘳𝘢𝘵 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘔𝘪𝘵𝘰́, 𝘺 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭 𝘰𝘮𝘦𝘨𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘰 𝘢𝘲𝘶𝘪́ 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘵𝘳𝘰 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴, 𝘮𝘰𝘳𝘪𝘳𝘢"

"𝘔𝘪 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘴 𝘒𝘪𝘮 𝘛𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, 𝘺 𝘴𝘰𝘺, 𝘦𝘭 𝘏𝘢𝘳𝘢𝘵 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘔𝘪𝘵𝘰́"




Que jodido es tener que consolar a la persona que te gusta, porque la persona que le gusta, le rompió el corazón. ¿Por qué amar, duele?

¡Ah, no! No yo. Eso dijo una amiga. A mi solo me gustan mis muchachos. 🚶‍♂️

Nos vemos a la próxima.


No se olviden de respirar.

Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

11K 595 2
"La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce" dijo Aristóteles, fue lo que comento el comandante Jeon mirando al principe Kim. "Esa frase se la d...
777 102 4
bell siempre sintió esa sensación de miedo al estar junto a ella,la zorra lo observaba con una mirada penetrante que solo decia una cosa podrá ella...
47.2K 4.4K 13
Jimin le robó el novio a su mejor amigo en preparatoria, luego Yoongi se cambió de escuela y terminaron, Jimin le pidió perdón a Taehyung y juro no v...
60.4K 4.1K 49
⚠ Queda prohibido hacer cualquier adaptación o traducción sobre el libro⚠ Jungkook un joven omega de 18 años proveniente de una familia muy prestigio...