Capitulo 23
Lauren Pov.
Por alguna razón Camila se tubo que ir antes y aun estaba intrigada del porque. Pero cuando se despidió de mi con un beso que...joder. Termine olvidando que técnicamente se había ido demasiado rápido, casi huyendo.
Mientras comía unos deliciosos waffles para merendar, mi móvil sonó dando paso a una llamada de Dinah.
Llamada entrante Dedos Largos Jane.
- Hallooo
- HEYY JAUREGUI, NOTICIAS FRESCAS
- ¿Que tan frescas? - pregunte sonriendo
- Muy frescas. ¿Recuerdas que no tenias trabajo? - pregunto Dinah y por supuesto rodé los ojos
- Duuuh pues claro
- Las carreras han vuelto, querida amiga
Mi corazón comenzó a latir muy deprisa, maldita sea, esto era real. No tenia muchas opciones, porque mis estudios eran los necesarios que necesitas para sobrevivir, así que porque no volver a mi antiguo hobby.
- Significa que podre conseguir dinero – dije aliviada pasando una mano por mi pelo, hoy hacia una calor considerable
- Siempre que ganes, ¿recuerdas?
- Recuerdo todo Dedos Largos.
Flashback
Otra carrera ganada, podría ganarme la vida con esto, además de que me encanta saber que gano a otra gente a parte de mis amigos al principio.
Eramos solo nosotras, pero al final el instituto se entero de las carreras y se convirtió en un negocio donde alguien lo dirigía todo. No preguntéis quien, porque no tenia ni idea.
- ¿De donde sacas todo ese dinero? - pregunto mi madre siendo demasiado insistente en el tema.
Suspire una vez mas bebiendome el zumo de naranja, era como una adicción para mí.
- Mama, ya te lo dije. Trabajo en una cafetería – dije simplemente pero por su mirada no se creía mucho mi mentira
- No me gusta que estés con Damon, hija – dijo preocupada y yo fruncí el ceño negando con la cabeza
- Que no te guste el, no significa que tenga que alejarme de el. Yo lo amo mama – dije sincera porque realmente lo hacia, era la primera persona que me enamoro por completo – Damon no tiene nada que ver, en nada. Así que solo se feliz de que tu hija pueda mantenerse ella sola...
Termine mi discurso saliendo de allí, para buscar a mi chico que seguramente se encontraba en el bar de siempre jugando al billar. Era un chico solitario y eso me gustaba mucho porque yo al principio lo era hasta que conocí a Dinah.
Fin de Flashback
- LAUREEEEN – grito al otro lado de la linea impaciente
Reaccione dándome cuenta de que me había quedado en el pasado y ahora nose porque me dolía un poco la cabeza.
- Vamos esta noche a divertirnos – dijo Dinah
- Esta bien, pasame la dirección por whats y trae tu coche
- Duh si no como corres, JAJA
Colgué rodando los ojos.
Una hora después, recibí un whatsapp de Dinah dándome la dirección. Por suerte no estaba muy lejos de aquí y digamos que estaba cerca de donde trabajaba.
Suerte la mía eh.
En fin, cogí mi chaqueta de cuero y suspire saliendo de casa. Cuando me senté en la parada, el cielo se nublo de repente y frunci el ceño algo confusa, pero no le di importancia cuando llego el autobús.
Llovía bastante, casi ni podía creer que cayera tanta agua y demonios así seria imposible conducir el coche de Dinah. Bueno espero controlarlo bien porque realmente estoy ansiosa por subirme a ese coche y darle una buena carrera después de varios años sin conducir.
Tenia un mal presentimiento y me dolía un poco la cabeza, pero intente ignorarlo cuando observe la sonrisa de Dinah.
Justo cuando me iba acercando a ella, alguien sujeto mi muñeca impidiéndome seguir mi camino. Al instante sentí un dolor en mi pecho y mis ojos se sentían algo pesados, es como si esa persona lograra debilitarme por completo.
La vi.
Vi a Camila llorando.
Lo peor de todo, es que ella me hablo y lo que me dijo termino conmigo.
- No lo hagas, no subas. Por favor...no me dejes – susurro con voz rota.
Estaba en shock, no podía articular ninguna palabra, sentía que el mundo se me había caído encima y me había aplastado por las palabras de Camila Cabello.
- Camila, ella estará bien, solo dará una vuelta...
- Si Camz, no te preocupes. Volveré luego – dije sincera besando su frente, para después retirar algunas lágrimas que ya caían sobre su hermoso rostro
- ¿Volverás?
- Siempre volveré a ti.
Ella no sabia lo que pasaría después.
Seguí conduciendo cerca de donde se encontraban ellas para luego volver, pero no pude y simplemente mis manos parecían ir solas. Poco después sentí voces en mi cabeza, creo que me estaba volviendo loca.
Tengo miedo, porque escucho voces.
No puedo dar marcha atrás, necesito seguir.
El miedo me consumió tanto que termine cerrando mis ojos y en mitad de la carretera espere a que ese camión terminara con mi vida.
Grite antes de que este impactara contra mi.
Respire agitadamente, deje mi mirada perdida por un momento.
No ocurrió, el camión nunca llego a impactar. Porque ya lo había hecho, hace un año atrás exactamente.
Nunca hablo con Camila Cabello en el autobús.
Nunca se enamoro de ella.
Nunca le pidió salir.
Y nunca vivió todo aquello que parecía tan real.
Incluso los pensamientos de Camila volvían a ella como si fueran flashbacks.
- Laur, ¡joder esta despierta! – dijo Normani llorando sujetándose a Dinah que también estaba así o peor que ella. Por sus sollozos incontrolables
- ¿Dinah, porque estoy en un hospital? - dije intentando estar calmada pero sintiendo mi pecho doler sin saber que estaba pasando
- ¿No recuerdas nada? - pregunto sorprendida cogiendo mi mano acariciándola.
Negué con la cabeza, dejando que continuara hablando y porque realmente quería saber que demonios había ocurrido.
- Tuviste un accidente de coche, Laur y bueno, estuviste un jodido año en coma – dijo acariciando mi pelo besando mi frente por unos segundos.
Creo que no puedo mas.
¿Porque la maquina pita tanto?
¿Que ocurre?
¿Porque mi respiración esta muy agitada? Casi no puedo respirar.
¿Porque Dinah y Normani me dejan sola?
¿Porque demonios los médicos quieren inyectarme una aguja?
- NADA FUE REAL...QUIERO A CAMILA.... - grite antes de que me inyectaran la aguja, dejándome profundamente dormida.
Me dormí pensando en esa chica.
Se que es real.
Recuerdo haber la visto en ese autobús.
Tengo que encontrarla, quiero pensar que esto es una señal.
A veces la realidad llega a convertirse en solo un sueño del cual tienes que despertar.