Cautivo | Kookv (omegaverse)

By jeonTH2

1.1M 140K 50.8K

Taehyung tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Vivió en una pesadil... More

C00 P.P
C01
C02
C03
C04
C05
C06
C07
C08
C09
C10
C11
C12
C13
C14
C15
C16
C17
C18
C19
C21
C22
C23
C24
C25
C26
C27
C28
C29
C30
C31
C32
C33
C34
C35
C36
C37
C38
C39
C40
END
✾•Agradecimientos•✾

C20

25.5K 3.3K 1.4K
By jeonTH2


"𝙇𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙨𝙤𝙣 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙚𝙣 𝙨𝙚𝙧 "


𝘛𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘢𝘣𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘭𝘭𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘣𝘢𝘳𝘳𝘪𝘰𝘴 𝘮𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘚𝘦𝘰𝘶𝘭. 𝘌𝘯 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘢𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘳𝘢 𝘱𝘰𝘣𝘳𝘦𝘻𝘢, 𝘦𝘭 𝘣𝘢𝘳𝘳𝘪𝘰 𝘯𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘪́𝘢 𝘵𝘢𝘯 𝘱𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘤𝘰́𝘮𝘰 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪́𝘢, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘢𝘭 𝘯𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭 𝘳𝘦𝘴𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘚𝘦𝘰𝘶𝘭, 𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘪𝘥𝘦𝘳𝘢𝘣𝘢 𝘱𝘰𝘣𝘳𝘦.

𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘺 𝘦́𝘭 𝘷𝘪𝘷𝘪́𝘢𝘯 𝘦𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘻𝘰𝘯𝘢𝘴 𝘮𝘢𝘴 𝘣𝘢𝘳𝘢𝘵𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘚𝘦𝘰𝘶𝘭. 𝘡𝘰𝘯𝘢𝘴 𝘢 𝘭𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘦𝘴 𝘦𝘳𝘢 𝘧𝘢𝘤𝘪𝘭 𝘢𝘤𝘤𝘦𝘥𝘦𝘳 𝘺 𝘱𝘢𝘨𝘢𝘳. 𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘲𝘶𝘪𝘴𝘰 𝘮𝘶𝘥𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘢 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘳𝘢 𝘦𝘷𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳 𝘦𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘷𝘪𝘯𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘴𝘦𝘳𝘪́𝘢 𝘮𝘢𝘴 𝘦𝘤𝘰𝘯𝘰́𝘮𝘪𝘤𝘰.

𝘌𝘭 𝘴𝘦 𝘤𝘳𝘪́𝘰 𝘢𝘭𝘭𝘪́, 𝘺 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘥𝘰 𝘵𝘰𝘥𝘢 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳, 𝘢𝘴𝘪́ 𝘲𝘶𝘦 𝘪𝘳𝘴𝘦, 𝘯𝘰 𝘦𝘳𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘰𝘱𝘤𝘪𝘰́𝘯.

— 𝘛𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨.— 𝘛𝘢𝘦 𝘷𝘰𝘭𝘵𝘦𝘰́.

𝘚𝘰𝘯𝘳𝘪𝘰́.— 𝘚𝘳. 𝘠𝘢𝘯𝘨.— 𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘰́ 𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘴𝘦𝘯̃𝘰𝘳𝘢 𝘴𝘦 𝘢𝘤𝘦𝘳𝘤𝘢𝘳𝘢 𝘢 𝘦́𝘭.— ¿𝘊𝘰𝘮𝘰 𝘩𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰?

— 𝘉𝘪𝘦𝘯. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰.

— ¿𝘚𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘣𝘪𝘦𝘯?— 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘰́ 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘰𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯.

— 𝘕𝘰, 𝘯𝘰. 𝘔𝘪 𝘴𝘢𝘭𝘶𝘥 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘣𝘪𝘦𝘯. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘮𝘪 𝘤𝘢𝘴𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘶𝘺 𝘤𝘢𝘭𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘴𝘰 𝘴𝘢𝘭𝘪́ 𝘢 𝘥𝘢𝘳 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘶𝘦𝘭𝘵𝘢.

— 𝘠𝘢 𝘷𝘦𝘰. 𝘚𝘪́, 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢 𝘤𝘢𝘭𝘰𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘵𝘦𝘮𝘱𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢.

— 𝘛𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘪𝘳 𝘩𝘰𝘺 𝘢 𝘢𝘳𝘳𝘦𝘨𝘭𝘢𝘳 𝘮𝘪 𝘢𝘪𝘳𝘦 𝘢𝘤𝘰𝘯𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘧𝘶𝘦.— 𝘛𝘢𝘦 𝘧𝘳𝘶𝘯𝘤𝘪𝘰́ 𝘦𝘭 𝘤𝘦𝘯̃𝘰. 𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘧𝘢𝘭𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘢 𝘶𝘯 𝘥𝘪́𝘢 𝘥𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰. 𝘚𝘪 𝘥𝘦𝘤𝘪́𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘳𝘪́𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘰, 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘤𝘪́𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘱𝘳𝘰𝘯𝘰́𝘴𝘵𝘪𝘤𝘰.

— ¿𝘕𝘰 𝘴𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘴𝘦𝘯𝘵𝘰?

— 𝘕𝘰, 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘪𝘻𝘰. 𝘗𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳, 𝘥𝘢𝘭𝘦 𝘦𝘭 𝘳𝘦𝘤𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪 𝘮𝘢𝘯̃𝘢𝘯𝘢 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘭𝘰, 𝘭𝘰 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘳𝘦́ 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘢𝘯̃𝘢𝘯𝘢, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘮𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘰. 𝘠𝘢 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘮𝘢𝘴. 𝘛𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢𝘳𝘦́ 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘮𝘢𝘴.

𝘛𝘢𝘦 𝘳𝘦𝘷𝘦𝘳𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰́.— 𝘓𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘭𝘰𝘴 𝘪𝘯𝘤𝘰𝘯𝘷𝘦𝘯𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴. 𝘓𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘦́ 𝘴𝘶 𝘳𝘦𝘤𝘢𝘥𝘰.

— 𝘕𝘰 𝘵𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘦𝘴. 𝘕𝘰𝘴 𝘷𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘮𝘢𝘯̃𝘢𝘯𝘢.

— 𝘘𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘳𝘦𝘴𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘵𝘢𝘳𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘰.

— 𝘎𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴.— 𝘛𝘢𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘦𝘳𝘴𝘦 𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘢𝘭𝘭𝘦𝘫𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘺 𝘱𝘰𝘣𝘭𝘢𝘥𝘰 𝘣𝘢𝘳𝘳𝘪𝘰 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘪́𝘢.

𝘊𝘰𝘳𝘳𝘪𝘰́, 𝘤𝘰𝘳𝘳𝘪𝘰́ 𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢. 𝘊𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪́𝘢 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘭 𝘴𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘢𝘴𝘪𝘴𝘵𝘪𝘥𝘰 𝘢 𝘦𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰. 𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘪́𝘢 𝘶𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘭𝘦, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘳𝘢 𝘦𝘷𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘮𝘢𝘴. 𝘈𝘴𝘪́ 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘤𝘦𝘱𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰𝘴 𝘪𝘯𝘥𝘦𝘱𝘦𝘯𝘥𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘳𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘣𝘢𝘳𝘳𝘪𝘰.

𝘓𝘰𝘴 𝘶́𝘭𝘵𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢𝘯 𝘴𝘪𝘥𝘰 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢. 𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘢𝘥𝘰 𝘨𝘳𝘢𝘷𝘦𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘺 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘳𝘭𝘰 𝘢𝘭 𝘩𝘰𝘴𝘱𝘪𝘵𝘢𝘭 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘴𝘪𝘥𝘰 𝘪𝘯𝘶́𝘵𝘪𝘭, 𝘺𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘭𝘰𝘨𝘳𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘥𝘦𝘵𝘦𝘤𝘵𝘢𝘳 𝘦𝘭 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘭𝘦𝘮𝘢. 𝘠 𝘴𝘪 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘤𝘪́𝘢𝘯, 𝘯𝘰 𝘴𝘢𝘣𝘪́𝘢𝘯 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘶𝘤𝘩𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘤𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘭𝘰 𝘱𝘰𝘥𝘪́𝘢𝘯 𝘢𝘺𝘶𝘥𝘢𝘳 𝘢 𝘴𝘢𝘯𝘢𝘳.

𝘓𝘢 𝘥𝘦𝘤𝘭𝘢𝘳𝘢𝘳𝘰𝘯 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘦𝘥𝘢𝘥 𝘪𝘯𝘤𝘶𝘳𝘢𝘣𝘭𝘦.

𝘓𝘭𝘦𝘨𝘰́ 𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢 𝘴𝘪𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘶𝘴 𝘱𝘶𝘭𝘮𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘭𝘭𝘢𝘳𝘪́𝘢𝘯. 𝘐𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘰́ 𝘢𝘣𝘳𝘪𝘳 𝘭𝘢 𝘱𝘶𝘦𝘳𝘵𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘶𝘦𝘨𝘰 𝘥𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘶𝘦𝘳𝘵𝘢 𝘺𝘢 𝘭𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢. 𝘊𝘰𝘳𝘳𝘪𝘰́ 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘭𝘢 𝘴𝘢𝘭𝘢.

— 𝘗𝘈𝘗𝘈́.— 𝘎𝘳𝘪𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢𝘳 𝘭𝘰𝘤𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳 𝘢 𝘴𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘥𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢.— 𝘗𝘈𝘗𝘈́.— 𝘓𝘰 𝘷𝘪𝘰.

𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘥𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘴𝘶𝘦𝘭𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘩𝘢𝘣𝘪𝘵𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯, 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘪𝘴 𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘰. 𝘗𝘢𝘳𝘦𝘤𝘪́𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘪𝘣𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘵𝘶𝘷𝘰 𝘦𝘭 𝘢𝘵𝘢𝘲𝘶𝘦. 𝘊𝘰𝘳𝘳𝘪𝘰́ 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘦́𝘭. 𝘚𝘦 𝘢𝘳𝘳𝘰𝘥𝘪𝘭𝘭𝘰́ 𝘢 𝘴𝘶 𝘭𝘢𝘥𝘰.

— ¿𝘗𝘢𝘱𝘢?

— 𝘛𝘢𝘦, 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘴𝘵𝘦 𝘩𝘪𝘫𝘰.

— 𝘌𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘢𝘲𝘶𝘪́, 𝘱𝘢𝘱𝘢. 𝘛𝘳𝘢𝘯𝘲𝘶𝘪𝘭𝘰.

— 𝘋𝘦𝘧𝘪𝘯𝘪𝘵𝘪𝘷𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘲𝘶𝘪𝘭𝘰.— 𝘌𝘹𝘤𝘭𝘢𝘮𝘰́ 𝘤𝘢𝘯𝘴𝘢𝘥𝘰.

𝘛𝘢𝘦 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘰́ 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘳𝘴𝘦.— 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢𝘳𝘦́ 𝘢 𝘦𝘮𝘦𝘳𝘨𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘴.— 𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘭𝘰 𝘥𝘦𝘵𝘶𝘷𝘰, 𝘴𝘰𝘴𝘵𝘦𝘯𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘴𝘶 𝘮𝘢𝘯𝘰. 𝘛𝘢𝘦 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘮𝘪𝘳𝘢𝘣𝘢.— 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢𝘳𝘦́ 𝘢...— 𝘚𝘶 𝘷𝘰𝘻 𝘴𝘦 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘰́ 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘤𝘰𝘳𝘵𝘢𝘥𝘢.

— 𝘌𝘴 𝘪𝘯𝘶́𝘵𝘪𝘭, 𝘮𝘪 𝘣𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘢𝘯𝘨𝘦𝘭.

— 𝘕𝘰 𝘭𝘰...— 𝘚𝘰𝘭𝘭𝘰𝘻𝘰́— 𝘦𝘴. 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢𝘳𝘦́ 𝘢 𝘦𝘮𝘦𝘳𝘨𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘴, 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘢𝘣𝘳𝘢𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳.— 𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘵𝘰́ 𝘢𝘶́𝘯 𝘮𝘢𝘴 𝘴𝘶 𝘮𝘢𝘯𝘰.

— 𝘔𝘪́𝘳𝘢𝘮𝘦.— 𝘛𝘢𝘦 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘪𝘻𝘰.— 𝘗𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳 𝘮𝘪́𝘳𝘢𝘮𝘦.— 𝘛𝘢𝘦 𝘷𝘰𝘭𝘵𝘦𝘰 𝘭𝘦𝘯𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰.— 𝘕𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘯 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘯𝘢𝘥𝘢. 𝘠𝘢 𝘯𝘰.

— 𝘗𝘢𝘱𝘢.

— 𝘜𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘴𝘢𝘣𝘦... 𝘚𝘢𝘣𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘺𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘤𝘦𝘳𝘤𝘢. 𝘗𝘦𝘳𝘰...

— 𝘗𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳 𝘯𝘰...

— 𝘓𝘦 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘦𝘻𝘤𝘰 𝘢 𝘭𝘢 𝘋𝘪𝘰𝘴𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢, 𝘱𝘰𝘳 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘪𝘳𝘮𝘦 𝘷𝘦𝘳 𝘢 𝘮𝘪 𝘣𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘢𝘯𝘨𝘦𝘭 — 𝘵𝘰𝘴𝘪𝘰́.— , 𝘢𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘶́𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘷𝘦𝘻.

𝘛𝘢𝘦 𝘦𝘮𝘱𝘦𝘻𝘰́ 𝘢 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘢𝘳 𝘮𝘢𝘴 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦. 𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘭𝘪𝘮𝘱𝘪𝘰 𝘴𝘶𝘴 𝘮𝘦𝘫𝘪𝘭𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘶́𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢𝘴 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘻𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘣𝘢𝘯.

— 𝘓𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰— 𝘝𝘰𝘭𝘷𝘪𝘰́ 𝘢 𝘵𝘰𝘴𝘦𝘳— 𝘓𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰́ 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘮𝘪 𝘯𝘪𝘯̃𝘰. 𝘕𝘰 𝘮𝘦 𝘥𝘢 𝘮𝘪𝘦𝘥𝘰 𝘭𝘢 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦. 𝘓𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘳𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘮𝘦 𝘥𝘶𝘦𝘭𝘦, 𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘵𝘦.

— 𝘕𝘰 𝘮𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘢𝘴, 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳𝘢 𝘣𝘪𝘦𝘯, 𝘺𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘢𝘴. 𝘚𝘢𝘭𝘥𝘳𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘢𝘭𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘰𝘵𝘳𝘢𝘴.— 𝘐𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘭𝘪𝘮𝘱𝘪𝘢𝘳 𝘭𝘢𝘴 𝘢𝘣𝘶𝘯𝘥𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘭𝘢𝘨𝘳𝘪𝘮𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘢𝘴𝘪 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘷𝘦𝘳.

— 𝘓𝘭𝘦𝘨𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯...

— 𝘕𝘰 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘶𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘪𝘦 𝘮𝘢𝘴. 𝘛𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘢 𝘵𝘪, 𝘯𝘰 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘮𝘢𝘴.

— 𝘠𝘰... 𝘮𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘪𝘳 𝘮𝘪 𝘣𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘢𝘯𝘨𝘦𝘭. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘵𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘮𝘦𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘦...— 𝘙𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘣𝘢 𝘧𝘰𝘳𝘻𝘢𝘥𝘰— 𝘓𝘭𝘦𝘨𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯. 𝘌𝘴𝘦 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯, 𝘵𝘦 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘢 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰, 𝘰 𝘮𝘢𝘴, 𝘥𝘦 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘨𝘰. 𝘛𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘵𝘦𝘨𝘦𝘳𝘢 𝘺 𝘷𝘦𝘭𝘢𝘳𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘵𝘪. 𝘚𝘢𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘣𝘳𝘢 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰...— 𝘚𝘶𝘴𝘱𝘪𝘳𝘰́ 𝘤𝘢𝘯𝘴𝘢𝘥𝘰— 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘵𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘱𝘦𝘭𝘪𝘨𝘳𝘰, 𝘺 𝘴𝘶 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘴𝘦𝘢 𝘦𝘭 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘪𝘦𝘯𝘴𝘦𝘴. 𝘌𝘴𝘦 𝘥𝘪́𝘢 𝘮𝘦 𝘳𝘦𝘣𝘰𝘻𝘢𝘳𝘦́ 𝘥𝘦 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘤𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘦, 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘢𝘣𝘳𝘦́, 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘢 𝘵𝘶 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢. 𝘠 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘵𝘢𝘯 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘳𝘢, 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢, 𝘭𝘦 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘦𝘻𝘤𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘵𝘦. 𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘶𝘦, 𝘥𝘪𝘭𝘦... 𝘥𝘪𝘭𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘦 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘦𝘻𝘤𝘰.

— 𝘗𝘢𝘱𝘪.— 𝘓𝘰 𝘴𝘰𝘴𝘵𝘶𝘷𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢, 𝘤𝘰𝘭𝘰𝘤𝘢𝘯𝘥𝘰𝘭𝘢 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘳𝘦𝘨𝘢𝘻𝘰, 𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘴𝘰𝘴𝘵𝘦𝘯𝘪́𝘢 𝘴𝘶 𝘮𝘢𝘯𝘰.

— 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯 𝘥𝘪𝘭𝘦, 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪 𝘭𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘢 𝘮𝘪 𝘢𝘯𝘨𝘦𝘭, 𝘳𝘦𝘨𝘳𝘦𝘴𝘢𝘳𝘦́ 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘪𝘯𝘪𝘦𝘣𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘳𝘭𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰.— 𝘈𝘤𝘢𝘳𝘪𝘤𝘪𝘰́ 𝘴𝘶 𝘮𝘦𝘫𝘪𝘭𝘭𝘢.— 𝘔𝘪 𝘣𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘢𝘯𝘨𝘦𝘭, 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘵𝘢𝘯 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘰𝘴𝘰. 𝘓𝘢 𝘶́𝘯𝘪𝘤𝘢 𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘳𝘰𝘨𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘮𝘢𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰, 𝘦𝘴 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘶́ 𝘮𝘦 𝘩𝘢𝘴 𝘥𝘢𝘥𝘰 𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳. 𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘶́𝘯𝘪𝘤𝘢 𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘥𝘦 𝘷𝘪𝘥𝘢.

— 𝘠 𝘵𝘶 𝘭𝘢 𝘮𝘪́𝘢, 𝘱𝘢𝘱𝘢.— 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰́ 𝘴𝘶𝘴 𝘧𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴.— 𝘠 𝘵𝘶 𝘭𝘢 𝘮𝘪́𝘢.

— 𝘕𝘰 𝘷𝘦𝘯𝘨𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘮𝘪. 𝘕𝘰 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘷𝘦𝘯𝘪𝘳 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰. 𝘓𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘦𝘯𝘥𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘦𝘯 𝘢𝘥𝘦𝘭𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘪𝘧𝘪́𝘤𝘪𝘭, 𝘭𝘰 𝘴𝘦́. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳 𝘳𝘦𝘴𝘪𝘴𝘵𝘦, 𝘴𝘦 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦.— 𝘚𝘰𝘭𝘭𝘰𝘻𝘰́— 𝘚𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘳𝘢𝘴 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘶́ 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘭 𝘫𝘰𝘷𝘦𝘯𝘤𝘪𝘵𝘰 𝘮𝘢𝘴 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘻𝘤𝘰.

— 𝘕𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘢.

— 𝘕𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦....𝘛𝘦 𝘢𝘮𝘰.— 𝘋𝘪𝘫𝘰 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘶́𝘭𝘵𝘪𝘮𝘰 𝘴𝘶𝘴𝘱𝘪𝘳𝘰 𝘺 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘳𝘳𝘶𝘮𝘣𝘰́ 𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘣𝘳𝘢𝘻𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘩𝘪𝘫𝘰.

— ¿𝘗𝘢𝘱𝘪? 𝘕𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳, 𝘕𝘖. 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘭𝘪𝘴𝘵𝘰, 𝘢𝘶́𝘯 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘭𝘪𝘴𝘵𝘰. 𝘜𝘯 𝘳𝘢𝘵𝘰 𝘮𝘢𝘴, 𝘲𝘶𝘦́𝘥𝘢𝘵𝘦 𝘶𝘯 𝘳𝘢𝘵𝘰 𝘮𝘢𝘴.— 𝘓𝘰 𝘢𝘣𝘳𝘢𝘻𝘰.— 𝘗𝘈𝘗𝘈.

𝘓𝘢 𝘷𝘦𝘤𝘪𝘯𝘢 𝘴𝘦 𝘢𝘭𝘦𝘳𝘵𝘰́ 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭 𝘭𝘭𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘣𝘢 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰́ 𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢. 𝘌𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰𝘴𝘦 𝘢 𝘛𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨 𝘵𝘦𝘮𝘣𝘭𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘺 𝘈𝘣𝘳𝘢𝘻𝘢𝘥𝘰 𝘢 𝘴𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦. 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘰́ 𝘢 𝘦𝘮𝘦𝘳𝘨𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘴.

— 𝘏𝘰𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦, 6 𝘤𝘰𝘯 13 𝘱𝘮— 𝘪𝘯𝘥𝘪𝘤𝘰́ 𝘦𝘭 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘵𝘶𝘳𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘳𝘳𝘪𝘥𝘰 𝘢𝘭 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘰— 𝘑𝘰𝘷𝘦𝘯, 𝘥𝘦𝘣𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘢𝘳𝘭𝘰.

— 𝘕𝘰.— 𝘛𝘢𝘦 𝘴𝘦 𝘯𝘦𝘨𝘢𝘣𝘢 𝘢 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘢𝘳𝘭𝘰.— 𝘌́𝘭 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘷𝘪𝘷𝘰. 𝘔𝘪́𝘳𝘦𝘭𝘰, 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰.

— 𝘑𝘰𝘷𝘦𝘯.— 𝘌𝘭 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘦𝘳𝘰 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘰́ 𝘧𝘰𝘳𝘻𝘢𝘳𝘭𝘰 𝘢 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘢𝘳𝘭𝘰.

— 𝘕𝘰, 𝘥𝘦́𝘫𝘦𝘯𝘮𝘦. 𝘋𝘌́𝘑𝘌𝘕𝘔𝘌.— 𝘌𝘭 𝘤𝘢𝘴𝘵𝘢𝘯̃𝘰 𝘶𝘵𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘣𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘢 𝘴𝘶 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘻𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘴𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘳𝘢𝘯 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦.

𝘓𝘰𝘴 𝘮𝘦́𝘥𝘪𝘤𝘰𝘴 𝘵𝘶𝘷𝘪𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘶𝘮𝘪𝘯𝘪𝘴𝘵𝘳𝘢𝘳𝘭𝘦 𝘶𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘲𝘶𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘥𝘦𝘣𝘪𝘥𝘰 𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘦𝘴 𝘧𝘶𝘦 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘴𝘪𝘣𝘭𝘦 𝘴𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘳𝘭𝘰.

𝘈𝘭 𝘥𝘪́𝘢 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘛𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘵𝘰́ 𝘦𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘭𝘭𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘩𝘰𝘴𝘱𝘪𝘵𝘢𝘭. 𝘏𝘶𝘦́𝘳𝘧𝘢𝘯𝘰, 𝘴𝘰𝘭𝘰, 𝘺 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘮𝘶𝘺 𝘥𝘪𝘧𝘪́𝘤𝘪𝘭 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘧𝘳𝘰𝘯𝘵𝘢𝘳.

*~*

Taehyung estaba observando el cielo azul de un nuevo amanecer, sentado en los muebles del aposento frente a la ventana.

La puerta se abrió y se cerró, pero el no volteó. Habían pasado dos dias y una noche, pero Jungkook aún no había regresado de Corea. Tae al menos esperaba que hubiese ido al hospital.

— Buenos días, Harat.— Mattia saludó cómo de costumbre.

— Buenos días, Mattia.— Tae le devolvió el saludo.

— Se despertó más temprano de lo normal el día de hoy.— Mattia colocaba los alimentos en una mesita para que Tae pudiera desayunar cómodamente.

— Realmente no he dormido mucho.— En los últimos dos días había preguntado sobre el regreso del azabache. Nadie supo que decir. No quería preguntar nuevamente para no sonar interesado. — Mattia.— Le llamó.

— ¿Si?— El Omega detuvo lo que estaba haciendo para escucharlo.

— ¿Jung... El señor Di'varti ya regreso?

— No, Harat. Lo siento. Pero no se preocupe, él aveces desaparece así, y puede tardar semanas o meses en regresar. Estará bien.

Tae no respondió. Mantuvo su mirada posicionada en el hermoso cielo que esa mañana le brindaba. Ahogándose en la incertidumbre del porqué de la preocupación y el "deseo" de ver al alfa.

Otra persona entró a la habitación.

— Buenos Días, Harat.— Saludo.—Ahmed regresó.— Informó Heedo. Mattia le había pedido que inmediatamente Jungkook regresara, le comunicará. Tae volteó.

El castaño caminó hasta ella.— ¿Donde está?

— Esta en su despacho.

Tae salió de la habitación y caminó todo el largo transcurso hasta el despacho de Jungkook.

Cuando estuvo justo frente a la puerta, dudó. No tenía razones para estar ahí, ni para verlo. Había actuado por impulso. Sin vuelta atrás, abrió la puerta sin más.

Jungkook estaba de espaldas, buscando unos documentos.

— ¿Estás loco? — Jungkook volteó. Tae avanzó hasta estar frente al escritorio.

— ¿De que hablas?

— Te quedaste ahí aún sabiendo que estabas herido y perdiendo sangre. No te importó. 

— Te dije que solo era un...— Jungkook captó.— Espera... ¿Estabas preocupado?

— No.— Intentó actuar indiferente.— Por supuesto que no.

El azabache sonrió.

— ¿Como esta la herida?

— Sanando.

— ¿Al menos fuiste al hospital?

— No, no lo hice. Es solo un rasguño, ya te dije. Sanará solo.

Taehyung dio la vuelta hasta quedar frente a él. Jungkook lo siguió con la mirada.

— Ponte de pie.—Jungkook lo hizo.

Tae empezó a desabrochar su camisa. El azabache se sorprendió pero dejó que hiciera con él lo que quisiese.

— ¿No crees que primero deberías invitarme a una cita?— preguntó Jungkook.— No lo se, con un vaso de agua a la luz de la cocina, me conformo.

— Cállate. Solo quiero revisar la herida.

— Claro. Si te sirve de excusa. Esta bien.

El castaño la desabrocho, botón por botón. Solo retiró la parte del hombro para poder ver la herida lo más que se pudiera, pero el azabache en un movimiento rápido, se la quitó por completo.

Tae se quedó estático. Era una locura el cuerpo de ese hombre. Tenía tatuajes en todo el brazo derecho que parecían extenderse hasta gran parte de la espalda. Estaba totalmente tonificado, como si alguien se hubiera tomado el tiempo de pincelar cada separación de sus perfectos abdominales. Y sus bíceps eran tan grandes que se sentía abrumador el solo pensar en un abrazo.

— No era necesario que te la quitaras toda.— Tae intentaba mantener la compostura.

— Yo solo obedezco órdenes.

Tae frunció el ceño.— ¿Órdenes de quien?

— De tus ojos.— Sonrió ladino.

Tae giró los ojos.— Eres imposible.— Posicionó su atención en la herida. Se asombró. La herida verdaderamente estaba sanando sola. Sin ayuda, sin vendaje, sin nada. Solo su cuerpo contra la herida. Nada mas. Pero de igual manera, se veía descuidada.— Ni siquiera la vendaste.

— Ya te dije...

— Lo hare. Se nota que puede sanar sola. Pero al menos que lo haga correctamente.— Tae se alejó.— Iré por un botiquín de primeros auxilios.— Jungkook lo detuvo sosteniéndolo por el brazo. Se giró, y presionó un botón que había justo encima de su escritorio.

— Phiara.— Llamó.

— ¿𝘚𝘪, 𝘈𝘩𝘮𝘦𝘥?— Se escuchó del otro lado de la bocina.

— Trae un botiquín a mi despacho.

— 𝘌𝘯𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘥𝘢, 𝘈𝘩𝘮𝘦𝘥.

Phiara había llegado rápidamente, ya que pensó que era una emergencia. Tocó la puerta antes de entrar y esperó respuesta.

— Pasa.— Escuchó decir a Jungkook y entró.

Cuando entró se encontró con Taehyung sentado junto al azache, y a Jungkook totalmente desnudo de la parte superior del cuerpo.

Phiara estaba deleitada mirando al azabache. Tanto, que ni siquiera notó la herida en su hombro. Jamás lo había visto tan desnudo. Sabía que cuando hacía ejercicio lo hacía sin camisa pero nunca se había atrevido a mirar de cerca.

Tae lo notó.

— Déjalo ahí.— Le ordenó Tae.— Yo me encargo del resto.

— Emmm.— Volvió en si— Si, claro.

— Ya te puedes retirar.— Exclamó Tae al ver que la omega no pretendía hacerlo.

— Harat, nosotros estamos capacitados, para realizar los primeros auxilios.

— Me alegro, Phiara. Pero como dije, yo me encargo.

— Si, Harat.— Reverenció y se marchó, pero no sin antes darle un último vistazo al alfa.

— Tienes mucha suerte, tus empleados parecen tenerte mucho "Apreció".

— ¿Te refieres a Phiara? No lo sé. Mis empleados son personas que llevan desde mi juventud conmigo, o son hijos de empleados, que se han criado a mis alrededores. Supongo que si. Pero a mi no me importa el "Aprecio", me importa la lealtad. Intentar encontrar esa cualidad hoy en día, es como buscar una aguja en un pajar.

— Ya veo.

— Vaya ¿Estás celoso de mi empleado?

— Claro que no. No tengo porqué. Tú y yo no somos nada para sentir tal cosa.

— Los celos no son un sentimiento que se define por estar en una relación o no. Tal como todas las emociones, solo llegan y se van. Sin razón, sin previo aviso y sin condiciones. No necesitan una validación para sentirse.

>> Los empleados de esta mansión, son como una familia para mi. No los he visto de otra manera, más que así. Pero no soy dueño de los sentimientos de todos los demás. No puedo ordenarles que sentir y que no. Les he dado un límite, y hasta ahora, nadie lo ha sobrepasado.

Taehyung tomó el botiquín. Se giró para quedar frente al hombro herido. Se colocó los guantes para no infectar la herida. Tomó algodón y lo baño en alcohol para luego pasarlo sobre la herida del azabache.

— Aunque es impresionante la manera en la tu cuerpo se cura sin ayuda de segunda mano, de cualquier manera, debiste ir al hospital.

— ¿Y evitar que tú estuvieras aquí terminando de curarme? No lo creo.

Tae no respondió y se centró en soplar la herida para aliviar el ardor en la herida, ardor que el alfa parecía siquiera percibir. ¿Acaso no le dolía?

— ¿No te duele?

— ¿Que cosa?

— La herida.

— No.— "Ya estoy acostumbrado a ellas" quiso decir, pero no lo dijo.

Su vista estaba centrada en el omega que vendaba sus heridas. Se veía tan hermosamente concentrado en curarlo. Nunca había tenido a alguien que se preocupara en vendar sus heridas.

Y lo que el omega estaba curando iba más allá que la herida que en ese momento estaba vendando.

Con su brazo derecho escondió el cabello del omega detrás de su oreja. Ahora Corea era un lugar seguro para él, lo podía dejar ir sin problemas, porque ya no estaba en peligro.

Pero una fuerza mayor lo obligaba a no dejar que el omega se apartara de su lado, una fuerza, con la que él ni siquiera estaba intentando luchar.

— La fiesta sera dentro de una semana.— Tae se detuvo pero no lo miró.

— Ok.— Soltó sin más.

Con la misma mano que había escondido su cabello, acarició su mejilla.

— Hay muchas cosas que debemos preparar antes de. Esta semana será una semana ajetreada.

Jungkook se acerco a él, sin dejar de acariciar su mejilla. Tae mantuvo la vista baja, pero el azabache levantó su barbilla, obligándole a mirarle. Sus miradas se conectaron, y ambos sabían lo que el otro pedía.

Sus rostros se acercaron lo suficiente como para escuchar cómo sus respiraciones chocaban. Pero sus labios solo llegaron a rozarse.

La puerta se abrió de repente y Tae se alejó. Recogió todas las cosas y las entró en el botiquín. Se puso de pie.

— Yo me voy.— Dijo desconcertado.

— Taehyung espera.

Tae no se detuvo.— Con permiso.— Se marchó.

Jungkook posó su mirada en Phiara. La omega sintió la amenaza en la forma en que la miró.

— ¿Por entras sin tocar?

— Lo siento. No pensé que...

— Jamás vuelvas a irrumpir en mi despacho de esa manera. ¿Entendido?

— Entendido. Solo venia a informarle que...

— No me importa. Largo de aquí.

— Pero...

— ¿Pero qué?

— Nada.

— Eso pensé. Ahora lárgate.

— Si, Ahmed.

Phiara salió asustada y confundida. Ella había entrado así muchas veces y a él nunca le había molestado. Además, nunca le había hablado de tal manera. Se sentía tan herida que estaba a punto de llorar. Todo por él.

Las horas habían pasado en la mansion Di'varti. Y Tae se encontraba en el salón de música, recostado levemente en el piano. Acariciando su labio inferior suavemente con su dedo índice.

Estaba peliando una batalla que parecía que no ganaría. Una pelea con su cuerpo y el deseo que sentía. Porque después de ser interrumpidos, se sintió decepcionado de que el alfa siquiera llegara a besarlo.

Que más daba aceptarlo. De cualquier forma, la carne es débil, pero el corazón no.

— Harat.— Llamó Mattia pero Tae no respondió. Parecía estar muy hundido en sus pensamientos.— ¿Harat?

Tae dio un salto pequeño.

— ¡Oh, Mattia! disculpa no te escuché.

— Disculpe si lo asuste. Venía a preguntarle si necesitaba algo.

— No. Estoy bien, Gracias.

— Bueno, esta bien. Si necesita algo, por favor llámeme. Los demás empleados no estarán por el resto del día.

— ¿Es su día libre?

— No. Estarán asistiendo en los preparativos para la fiesta de la mafia en el palacio. Así que hasta mañana no estarán.

— ¿Palacio?

— Si. Es el palacio donde reinaron los antiguos reyes. Y donde se supone que debería vivir Ahmed, sino viviera aquí. Cuando le conté la historia no me creyó. Supongo que el palacio me sirve como respaldo.— rió un poco.— Bueno. Estaré abajo por si llega a necesitar algo.

— De acuerdo.

Mattia se retiró.

Minutos después, a Taehyung le había dado sed. Pero a última hora pensó ¿cómo lo llamaría si la mansión era gigantesca? Mattia no lo escucharía. Decidió bajar por si mismo. De cualquier forma, no haría que el omega subirá solo para llevarle un vaso de agua.

La mansión estaba realmente silenciosa. No había nadie. Ni siquiera Mattia parecía estar cerca.

Entró a la cocina y tranquilamente fue por un vaso para tomarse el agua. La sirvió y se sentó en la mesa, mientras pensaba en lo largo que era el camino para solo tomar un vaso de agua.

Escuchó como el seguro de una puerta se cerraba. Volteó. Frunció el ceño. Parecía que la puerta que habían cerrado, era la de la cocina. Se levantó y caminó a paso lento hasta llegar a la puerta, para darse cuenta que, efectivamente, lo habían encerrado en la cocina.

Empezó a golpear la puerta.— ¿MATTIA?— Gritó para intentar localizar al omega.— MATTIA, ME QUEDE ENCERRADO EN LA COCINA.

Nadie respondía.— ¿HAY ALGUIEN AHÍ?— Seguía golpeando la puerta lo más fuerte que podía pero nadie parecía responder.

Después de unos segundos se empezó a dar cuenta que sus golpes se estaban debilitando. Se sentía cada vez más cansado y mareado.

— Matti...— Empezaba a respirar forzado.

Giró hacia las ventanas, podía salir por ahí, pero se veían muy lejos ¿Que era lo que estaba causando esa reacción? Miró hacia la estufa. Ese olor. Definitivamente, era gas. Era una fuga de gas.

Intentó llegar a la estufa, pero le fue difícil y se derrumbó en el suelo antes de poder llegar a ella.

Ya no podía respirar más. Su visión empezó a distorsionarse.

— Jung... Jung...

No pudo terminar de decir.

¿Donde estas?




🎶Recuérdame
hoy me tengo que ir mi amor. 🎶


Más de la mitad de este capítulo estaba listo para el jueves, pero tuve (por primera vez) el llamado "Bloqueo de escritor".  ¡Que locura! 🧘‍♀️

Nos vemos a la próxima.


¡No se olviden de respirar!

Continue Reading

You'll Also Like

14.1K 1.7K 14
❝I'm a reporter, I'm always chasing after good stories. And yours is a fascinating one❞ o ─── En donde después de dejar Gotha...
510K 42.2K 43
Créditos foto de la portada a: humanlouvreart * Con contenido sexual +21 *Contenido de sexo explícito *Lenguaje subido de tono *Palabras obscenas *...
12.3K 657 2
"La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce" dijo Aristóteles, fue lo que comento el comandante Jeon mirando al principe Kim. "Esa frase se la d...
85.2K 7.7K 21
Jeon Jungkook y Kim Taehyung se odian a muerte desde que eran niños, sus amigos, que para suerte de ambos todos se conocian, deciden hacer un plan el...