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Jimin había logrado el primer paso de su plan. Convencer a Yoongi de llevarlo hasta la misión del embarcadero.
El Omega necesitaba confirmar sus sospechas y aunque sabía perfectamente que se estaría arriesgando demasiado y no solo él, sino que estaría arriesgando a toda la mafia de ser detenidos, necesitaba salir de todas sus dudas. Aunque también le quedaba muy claro que posiblemente Agust no haga nada si lo ve entre medio de la mafia, o eso quiere creer él.
Por el momento, se encontraba en la habitación del líder, este último lo había enviado a cambiarse de ropa después que terminó de comer y le dijo que lo esperaría abajo para enseñarle solo lo básico de disparar un arma por si la situación se le presentaba y después le enseñaría más a fondo, pues deseaba que Jimin aprendiera a utilizar armas y defenderse si la situación lo amerita.
El Omega se encontraba en el closet decidiendo que ponerse. Toda la vestimenta de Min era negra, era poca la ropa de otros tonos, busco y busco, hasta que encontró el conjunto perfecto. Unos pantalones de cuero negros que se acentuaron perfectamente a su cadera con una camisa blanca que dejaba ver sus clavículas, se puso unos tenis que afortunadamente era de su talla y cuando estuvo listo salió y sonrió al ver el conjunto perfecto en su espectacular cuerpo.
La puerta de la habitación fue tocada y Jimin decidió ignorar a quien sea que esté molestando. Sin embargo, está se abrió un par de segundos después. Jimin bufo fastidiado cuando sintió el aroma de Taehyung y como este ingresaba a la habitación, no dijo nada y se concentro en acomodar su cabello frente al espejo, tomo un par de joyas sencillas que combinaron con su vestimenta, tenía muy en claro que Yoongi no sé molestaría por tomar sus cosas. Amaba eso.
- Jimin - Llamo el peliazul y fue ignorado - Necesito hablar contigo - No obtuvo repuesta - Por favor.
El pelinegro suspiro y cuando estaba a punto de colocar un poco de maquillaje en su rostro, se volteó. Primero se pregunto, ¿Por qué Suga tenía maquillaje en su tocador?, Le resto importancia y siguió colocándose un poco, volteandose nuevamente al espejo y olvidando que tenía la intención de responderle a Tae. Pero su belleza era primordial en ese instante.
- Jimin - Llamo nuevamente el peliazul, quizá hasta él mismo sintiendo fastidio de si mismo por ser tan insistente, pero no lo culpen, él solo se preocupa por el bienestar de Jimin.
- Habla de una buena vez Kim - Gruño el pelinegro y se colocó un poco de brillo labial, muy sutil.
- ¿Por qué siempre has sido así conmigo?, No entiendo. He tratado de protejerte, incluso rompí una que otra regla en la comisaría por ti, he arriesgado mi carrera por ti, he intentado ayudarte, sacarte del infierno en el que parecias vivir, vine a parar a este lugar por ti, yo... Solo quiero entenderte, cuidarte y que podamos ser amigos.
Jimin lo escucho atento, dejó de observarse en el espejo y se volteó. Taehyung siempre admiraría la belleza natural del chico, es hermoso por dónde sea que lo vea, pero nunca entenderá porque jamás logra descifrar las miradas de este.
- Primero que nada. Jamás te pedí que arriesgues tu carrera por mi, tu lo hiciste por tu propia cuenta. Segundo, yo no te pedí que te metieras en mi mierda e intentaras sacarme de ella. Tercero, no necesito la mierda llamada amigos, estoy bien solo, sin que se atraviesen obstáculos en mi podrida vida, ni tú, ni Suga, jamás lograrán nada de mí. Entiende de una buena vez, que en mi vida, solo decido yo y si te quiero lejos de ella, al menos respeta mi deseo.
Kim Taehyung sintió como si un puñal acabará de ser clavado en su pecho. De pronto un horrible nudo se formó en su garganta, su corazón se oprimio y sus ojitos amenazaron con inundarse de lágrimas.
¿Por qué debía ser tan sensible ante las palabras de Jimin?, ¿Por qué debía seguir rogándole aquel Omega que jamás lo ha aceptado como amigo y jamás lo hará?, ¿Por qué debe seguir escuchando sus humillaciones y desplantes cada vez que intenta ayudarlo?
El oficial se cansó y acepto que Jimin jamás cambiará y jamás lo aceptará como amigo y mucho menos conocido. Así que asintió y se trago el nudo en su garganta, reprimió el pronto llanto y se deshizo del dolor en su pecho.
- Como quieras - Mostró una corta venía, dió media vuelta y se retiró de la habitación.
Jimin cerro sus ojitos un segundo y luego los abrió y se sostuvo del tocador que tenía detrás de él. Volteó la mirada hasta el balcón y trato de evitar a toda costa cualquier sentimiento que quisiera salir de su pecho. No debía ceder, no debía ser débil, no debía aceptar a nadie en su corazón, pues Jimin tenía algo muy en claro.
Sus presentimientos siempre se vuelven realidad y él sentía perfectamente que si mantenía cerca a Taehyung, algo grave podía ocurrirle y él... Considera alguien muy importante aquel insistente oficial.
El Omega presiente que aquella noche algo malo puede ocurrir, siente que algo se saldrá de control, así como sabe que la constante angustia en su pecho, solo es señal de lo inminente. Pero debe ser fuerte y enfrentar lo que sea que venga desde aquella noche en adelante.
El chico termino de arreglarse y después salió de la habitación, nuevamente observó aquel pasillo que únicamente era iluminado por bonitos faroles, pero las cortinas y ventanas seguían cerradas. Bajo las gradas y se encamino hasta el área principal de la mansión, pensó que se lugar es demasiado enorme para alguien tan perezoso como él.
- ¿Jimin? - Se acercó una bonita chica de cabello negro hasta el Omega. El nombrado la volteó a ver y está le sonrió sutilmente - El jefe Min lo espera en el área de entrenamiento.
Jimin asintió y se dejó guiar por la chica, de la cual supo que es la asistente de Suga, se llama Momo y ese título se lo han dado los demás miembros de mafia, no su jefe en si. Pero todos saben que para Suga, la chica es casi su asistente personal, ya que su mano derecha es Hope. Al cual Jimin aún parece no conocer.
Caminaron una corta distancia, Jimin pudo admirar más a fondo todo el lugar, es hermoso, enorme, con muchas cámaras de vigilancia, lo que más le encantó es el aire fresco gracias a todos aquellos árboles y flores, se siente un ambiente fresco y cómodo.
Cuando llegaron al área de entrenamiento, Jimin logro visualizar a Suga, quién se encontraba junto a otro hombre al cual no conoce. Momo lo dejo cuando creyó que ya habían llegado al lugar indicado, le mostró respeto al Omega con una corta venía y se retiró. Jimin camino a pasos lentos hasta aquel par, sonrió ladino cuando Suga se volteó rápidamente al percibir su aroma.
- Hola bonito - Llamo Suga con una hermosa sonrisa en su rostro y sus ojitos gatunos con un especial brillo.
- Hola - Jimin se acercó y le dió una corta mirada al Alfa de cabello platinado, para después regresarla a Suga.
- Te presento a J-Hope. Él es mi mano derecha y mejor amigo - Nombró Suga y Jimin asintió hacía el hombre.
- Es un gusto poder conocerte Jimin - Mostró una bonita sonrisa de oyuelos el Alfa.
- Digo lo mismo - Fueron las cortas palabras de Jimin.
No deseaba seguir haciendo más amigos, no los necesita. Te hacen débil y Jimin no quiere ser alguien débil, Suga puede ser un obstáculo en su miserable mundo, al igual que Agust y prefiere alejarse de ellos antes que su mundo se vea más destruido. Sufriente tiene con saber que está deteriorado desde su nacimiento, se crearon grietas a través de los años y ocurrió un sismo de alta magnitud cuando su amigo Eun-woo se fue de este mundo por culpa de los malditos cigarrillos.
Así que el corazón de Park Jimin tiene rejas alrededor de su corazón, seguido de un inmenso muro difícil de derribar, él cree fielmente que nadie podrá derribar incluso las paredes de acero que está construyendo.
- ¿Y bien?, ¿Me enseñarás? - Fue directo al grano.
Suga sabe que la actitud de Jimin es inestable, confusa, impredecible. Nunca sabe que ocurrirá, no sabe que pasa por su mente, cuales son sus pensamientos o cuales serán sus siguientes palabras. Le encanta la actitud del chico, pues sabe que con solo esas respuestas, él sabe defenderse de lo que sea. Sin embargo, en esta ocasión lo sintió diferente y no logro descifrar por qué, o que ocurrió en su camino hasta él.
- Tengo que hacer unas cuantas llamadas para la misión. Pero Hope iniciará a enseñarte lo básico y lo que necesitas saber - Explico Min y Jimin asintió.
- Bien.
J-Hope sintió desagradable el poco interés de aquel chico tanto por aprender como por su jefe. Solo logro ver a Jimin unas pocas veces y en todas fue inconsciente o fuera de si, no conocía del todo la actitud del chico, no entendía como es que los demás miembros de la mafia lo adulan diciendo que es increíble, cuando él aún no nota nada en particular. Hope no estuvo durante la mañana, cuando Jimin humilló a Dahyun, así que no conoce nada de él.
En realidad, nadie conoce a Park Jimin. Todos pueden creer conocerlo, pero no saben nada de él.
- Ven por aquí - Hope lo llamo y tomo un par de armas.
Jimin se acercó al Alfa e intento prestarle atención en todo lo que le explicaba. El Omega debía admitir que estaba fascinado con aquellas armas, el Alfa a su lado le explicaba muy bien y fue captando sus indicaciones al pie de la letra.
Mientras que Suga se encontraba unos pasos más alejado, mientras atendía unas llamadas referentes a la misión de esa noche. Aunque sus ojos se encontraban fijos en aquel escultural cuerpo del chico, admirando su belleza. Claro que se dió cuenta al instante en que lo vio llegar, ¿Cómo no? Si él toma siempre toda la atención dónde sea que vaya.
Min admiraba aquel sensual cuerpo, con esos pantalones ajustados a sus caderas y resaltando muy bien su respingón trasero en dónde desea enterrarse muy profundo un día, relamio sus labios en anticipación y siguió subiendo su mirada hasta su espalda, con aquella cintura fina y delicada. El Omega se volteó un poco y puro verlo de perfil, Suga quedó atontado.
El perfil de su Omega es como la de un ángel, fino, delicado y bello. Noto el leve maquillaje que se había colocado, con aquellas joyas que reconoció como suyas, pero que definitivamente se ven mucho mejor en el Omega. Min logro admirar aquella clavícula perfecta en su chico, con ese terso cuello, delicado y blanquesino en dónde un día desea enterrar sus colmillos y dejar su marca en aquella apetitosa piel, reclamandolo como suyo.
Se concentro tanto en admirar a su Omega tan sensual y guapo, mientras sostenía el arma firmemente entre sus delicadas manos y apuntaba directo aquel blanco en el tronco del árbol, que ignoro toda llamada. A pesar de que escuchaba, toda su atención se la llevó su hermoso Omega.
- Cuando estés por disparar, intenta tener suficiente fuerza en tu antebrazo, todo el pesor se dirige hacia ese lugar, tus músculos se pueden tensar si no tienes el control del arma. El impacto de la bala siempre te hará tambalear las primeras veces.
Hope explicaba cada detalle a Jimin y este acataba las indicaciones como debía ser. Escuchaba atento y hacía lo que el Alfa le indicaba al pie de la letra, hasta aprender lo básico y esencial de un arma de fuego. Incluso apunto varias veces aquel tronco y aunque las dos primeras veces fallo, en la tercera logro dar en el centro, sonrió satisfecho por su logro y siguió intentando un par de veces más.
Hoseok se sorprendió de lo rápido que el Omega parecía aprender. Tenía una determinación inquebrantable, la mirada del chico era serena pero al mismo tiempo decidida, el aura de este era un tanto fría. Hope se dió cuenta que Jimin parecía ser un Omega diferente, con una imponencia fuerte, un Omega que parecía odiar al mundo pero que no lo demostraba o bien, un Omega que parecía ocultarse debajo de varias capas protectoras y ocultando al chico que desea ser, pero la vida no lo deja.
- Bien, supongo que estás listo. Después de esta clase tal vez te pueda dar unas cuantas más para que puedas manejar todo tipo de armas - Sugirió Hope.
- Claro - Jimin dejó el arma en su lugar y se volteó hacia Suga, quien ahora si parecía concentrado en aquella llamada - ¿A qué hora incia la misión? - Pregunto, dirigiendo su mirada grisacea hacía el mayor.
- En un par de horas - Hoseok tomo el arma que estaba en una caja y se la dió a Jimin - Está es tuya. Cuando sepas manejarlas al 100% se te dará una mejor que está, con el sello de la mafia.
Jimin la tomo y agradeció. Observó el arma y suspiro, pensó en que toda aquella situación era cómica, tonta y fuera de lugar, incluso río bajo al llegarle un pensamiento inesperado a la mente. Hoseok lo vio extraño, pero no argumento nada.
- Vaya estupidez - Dichas sus palabras, Jimin se alejo de Hoseok y se acercó a Suga.
El Alfa líder, al ver a su Omega acercarse a él, decidió acabar con la llamada y prestarle toda su atención al sensual Omega que se acercaba con aquel arma en mano. Jimin llevó su arma hasta detrás de su pantalón y la ubicó muy bien, sin ningún problema, parecía todo un experto.
- ¿Listo cariño? - Pregunto Suga, guardando su móvil.
- ¿Puedo preguntarte algo?
- Lo que tú quieras cachorro.
- ¿Qué harías si llegará a traicionarte?
Suga frunció el ceño y apretó su mandíbula. ¿Acababa de escuchar bien?
- ¿A qué se debe tan absurda pregunta?, ¿A caso pretendes traicionarme? - Min apretó sus puños e intento no ser violento en contra del Omega, debía tranquilizarse.
- Ni siquiera soy parte de esta mafia Min. Entra en razón - Bufo un Jimin fastidiado - Se supone que tenemos un trato y pienso cumplirlo. Solo es simple curiosidad.
La mirada de Suga era fría, su aroma estaba rozando lo agrio, el aura en ese instante se había vuelto oscuro y amenazador. Hope se dió cuenta de ello y supo que Jimin será el Omega que siempre alteraría todos los sentidos de su jefe, pues el Omega parecía desinteresado, era como si no le importará su jefe, como si lo quisiera lejos de él y no entendía, ¿Cómo es que son destinados si solo su jefe parece mostrar todo el interés del mundo?
Algo no le cuadraba.
- Ten cuidado con lo que preguntas Jimin. Seré muy dosil contigo, pero jamás perdonó una traición - Sentenció - No me tientes Omega, porque por bueno soy bueno. Pero por malo... No me conoces.
La actitud de Jimin era fría, desinteresada, pero por dentro sentía como todos sus sentidos se alteraban y se ponían en alerta. ¿Cómo podía encantarle aquel hombre?, Todo él lo agita inesperadamente, aún cuando su actitud externa sea una, por dentro siente que comienzan a formarse grietas muy evidentes en sus muros construidos alrededor de su corazón.
Jimin sonrió ladino cuando aquel pensamiento anterior llego nuevamente a su mente. ¿Cómo no darse cuenta de ello?, Si lleva más de un día sin la necesidad de ahogarse en drogas desde que el aroma de Suga le parece la mejor nicotina para su sistema. Quiere embriagarse de él, ahogarse en su aroma y disfrutarlo como nunca.
- Como sea - Le resto importancia el menor y se cruzó de brazos, volteando la mirada hacía otro lado.
De pronto, Jimin frunció el ceño, al escuchar el seguro de un encendedor, seguido de un horrible olor a cigarrillo. El Omega apretó su mandíbula y regreso la mirada hacía Min, quien inhalaba de un maldito cigarro como si nada, el Alfa solo estaba intentando calmar sus nervios por lo impredecible que Jimin puede llegar a ser. Pero con eso, tomo un detonante que explotó en el interior del pelinegro Omega.
- Apaga esa mierda - Gruño entre dientes.
Min frunció el entrecejo al ver de pronto una actitud furiosa en el Omega. Dió una última calada sin comprender, lo quito de sus labios y expulsó todo el humo hacia un lado, pero este siempre llego hasta el rostro de Jimin, quien se efurecio más, tomo el maldito cigarro de la mano de Min, lo tiró con furia al piso y se paró en el, hasta deshacerlo por completo.
- En tu maldita vida vuelvas a fumar en mi presencia Min Yoongi - Sentenció mientras lo señalaba con su dedo índice, mostrando un evidente enojo.
Min no entendía el cambio repentino de actitud de Jimin. Se quedó anonadado cuando esté hizo añicos su cigarrillo en el piso.
- ¿Odias el humo a cigarro? - Pregunto Min, intentando comprender.
- Mi mejor amigo y hermano murió por cáncer en los pulmones a causa del maldito cigarrillo, porque fumaba uno tras otro, era un maldito vicio que lo termino arrebatando de mi lado y no pretendo pasar por segunda vez por el mismo calvario.
Jimin tenía su mirada acuosa al mencionar a Eun-woo. Su lobo se sintió desesperado cuando vio a Suga fumar, era un trauma que tanto humano como lobo habían creado y no se iría pronto.
- Lo siento cariño. Te juro que lo volverá a pasar, ¿Si? - Min intento tomar la mano del Omega, pero este prefirió alejarse.
Suga suspiro y decidió dejarlo irse por el momento. Sabía que había tocado un sentimiento importante en el corazón del chico y no quería abrumarlo, quizá con la misión se le pase todo el enojo.
- Hope - Llamo y este llegó a su lado - Ordena a Momo que se deshagan de todos los cigarrillos de mi habitación, de mi oficina y de cualquier maldito cigarro que encuentre en la mansión - Ordenó.
- Ya era hora - Hope salió huyendo cuando vio la mirada amenazadora de su jefe.
Al menos Jimin logro algo muy importante ese día en su frío jefe. Que deje el maldito cigarro.
Claro, Jimin no sabía, que para Agust el fumar era como el pan de cada día y las cosas con él... Serían diferentes.
- ¿Está todo listo? - Pregunto Suga.
- Listo jefe - Respondieron todos.
- Bien. Andando y recuerden cuidarse las espaldas - Todos los miembros de la mafia que participarían en aquella misión comenzaron a subir a las camionetas.
Podría considerarse una simple misión en la que solo irían por más armamento, una misión sencilla de llevar a cabo. Pero desde que el maldito de Kim Seokjin se involucra en cada una de sus misiones y estás se ven en la cuerda floja a punto de fallar por su culpa, deben estar listos para cualquier altercado.
- ¿Listo cachorro? - Se acercó el líder a su Omega.
- Si - Jimin se mantenía un poco distante, aunque agradecía internamente que el aroma a cigarrillo ya no se sintiera en el Alfa.
- No estés molesto conmigo cariño. Te prometo que ya me deshice de todos los cigarrillos en la mansión y no volverás a verme con uno en los labios, ¿Si?, Pero deja de ignorame.
Jimin podía jurar que su corazón se hizo pequeño ante la ternura del Alfa rogándole y aunque ni siquiera se inmutó ante su actitud aniñada, por dentro se estaba derritiendo. Su lobo se revolcaba en su interior al presenciar a su Alfa tan dulce con él.
- Minnie - Llamo y algo se removió en el interior del Omega - ¿Me dejas darte un beso mi bonito cachorro?
La actitud fría de Jimin se quebró. Sus ojitos grises se suavizaron, un bonito brillo apareció en estos y sus brazos se aflojaron, sin darse cuenta, acortó la distancia con el Alfa y este último sonrió victorioso, envolvió entre sus brazos al Omega y ambos se sintieron reconfortados ante su tacto.
- Eres un bebé - Sonrió Min antes de acercar su rostro al de su pequeño cachorro.
Min unió sus labios con los esponjosos de su chico y ambos suspiraron satisfechos al poder sentir sus labios unidos, al principio fue solo un toque, pero Suga fue profundizando el beso, hasta que fue correspondido sin dudar por el pelinegro Omega. Sus labios danzaban a buen ritmo, los chasquidos y movimientos de sus rostros se sincronizaban a la perfección, les encantó sentir sus labios unidos, les encantó poder besarse y saborearse uno al otro.
Suga sabía que su nueva adicción era Park Jimin y este sabía que su nueva droga era Min Suga.
Uno era la tentación del otro.
Uno era la droga del otro.
Uno era la maldición del otro.
Pero ambos se complementaban perfectamente, entonces... ¿Jimin se llegará a sentir del mismo modo con Min Agust así como se siente por Min Suga?
¿Quién era su destinado realmente?
Jimin estaba a punto de descubrirlo.
- Mantente cerca de mi Jimin, por favor cachorro. No te alejes, ¿De acuerdo?
- Está bien - Asintió Jimin. Aunque no prometía nada.
Comenzaron a bajar de las camionetas, los demás que estaban participando en la misión, se habían escondido en diferentes lugares, sabían que la policía estaba cerca, pues ellos mismos decidieron adelantar una hora más la misión. Además de la hora que se les fue arrebatada por culpa de Jin, ellos adelantaron todo y mejoraron su estrategia, tenían poco tiempo para cargar la mercancía e intentar irse antes, aunque sabían que algo saldría mal.
Otro grupo de miembros se acercó al contenedor que tenía la carga, abrieron el primero y pudieron visualizar todo el armamento con maletas que contenía suficiente dinero.
- ¿Está todo completo Cha? - Se acercó Suga al transportador de mercancía.
- Lo está jefe Min - El hombre se notaba nervioso y Jimin pudo darse cuenta de ello.
El Omega sabía que serían solo dos contenedores con mercancía, arma y dinero, según el mismo Suga le había dicho. Pero Jimin fue consciente del tercer contenedor que parecía estar escondido detrás de los primeros dos, los cuales estaban siendo revisados minuciosamente por el resto de la mafia.
El Omega se alejo un poco de Suga y se dirigió hasta aquel tercer contenedor. ¿Por qué había un tercer contenedor si se suponía que solo debían haber dos?
Jimin sabía que algo saldría mal y aunque no conocía a ese tal Seokjin, suponía que esto debía ser obra de ese Beta, así que no dudo en abrir aquel tercer contenedor y después poder decirle a Suga. Sin embargo, nada podía salir como Jimin deseaba.
Al abrir la puerta del tercer contenedor. Jimin supo que todo saldría mal, desde el momento en que un oficial encubierto lo apunto con su arma justo en la frente y sintió el fuerte olor de toda aquella droga introducirse en sus fosas nasales.
Una sensación desesperante comenzó a instalarse en el cuerpo de Jimin. Veía fijamente al oficial, pero el olor a droga lo comenzaban a marear, su garganta se seco, sus manos temblaron y el inmenso deseo de ingerir un poco lo volvió todo más desesperante. Jimin deseaba tener fuerza de voluntad, deseaba sacar su arma y dispararle aquel policía, deseaba gritarle a Suga que todo era una trampa, pero no podía, no cuando solo tiene un día de haber dejado la droga y sabe que es un recorrido extenso antes de sentirse libre de ello.
Jimin sintió sus piernas flaquear, sus ojitos se nublaron. Podía jurar que casi percibía el sabor de la nicotina en su paladar, solo bajo un poco la mirada y vio toneladas de droga dentro de contenedor. El pelinegro Omega sabía que era una trampa, pero era débil ante aquel maldito vicio, sus uñas comenzaron a dañar la palma de sus manos hasta casi hacerlas sangrar.
Pronto todo se volvió un caos.
Un estruendo se escuchó cerca de donde se encontraba Jimin, haciendo volar la parte trasera del tercer contenedor. Haciendo que Jimin saliera volando lejos del lugar y cayera cerca de donde se encontraba Min, toda la droga salió volando y grandes cantidades fueron esparcidas por el área. El pelinegro Omega sintió un fuerte pitido zumbar en su oído, un ardor en su brazo derecho y un llamado lejano de su nombre. Había perdido sus sentidos por unos segundos.
El Omega no era consciente del caos que se estaba formando. Mientras Suga intentaba defenderlo del tiroteo y llamaba su nombre, el Omega se encontraba fuera de si. Suga gruñía cada que una bala era dirigida hacía su persona, el humo era abrumador, pues se mezclaba con el polvo de la droga, la visión del Alfa era casi nula, pero se lograba guiar gracias a Hyuna quien era la que le informaba todo a través del intercomunicador.
Todos los miembros de mafia intentaban defenderse a ellos mismos, pero si prioridad era su jefe y el Omega de este. Así que los protegían a toda costa. Hope estaba al lado de su jefe, no entendía como es que de un segundo a otro el caos inicio. Él solo fue consciente de como Jimin abría aquel tercer contenedor y cuando quiso gritarle que se alejara al ver a un policía encubierto apuntarle, el contenedor explotó y el caos inicio.
De pronto, Jimin logro percibir más sonidos, el zumbar de sus oídos se fue alejando, pero fue consciente del sonido de armas siendo disparadas. Se levantó con dificultar y se tambaleó un poco, dió unos cortos pasos aún sintiéndose desorientado, hasta que Suga le gritó.
- ¡Jimin alejate! - La desesperación del Alfa fue palpable, al verlo al centro del tiroteo. ¿En qué momento se levantó y se alejo tanto?
Jimin cerro sus ojitos un segundo y cuando sintió que todo dejo de darle vueltas, los abrió y se vio en medio de un centenar de humo y polvo de droga. Loces rojas saliendo de diferentes direcciones y apuntando un solo objetivo.
Él.
Jimin levanto la mirada de su camisa cuando fue conscientes de los puntos rojos en ella. Frunció el entre cejo y supo que el tiroteo se había detenido y él, era el centro de todo aquel lío.
El pelinegro Omega bufo fastidiado. Vaya mierda en al que estaba metido, ¿Por qué sus presentimientos siempre deben ser reales? De pronto, todo se detuvo una vez más para Jimin, sintió una mezcla de olores que lo abrumaron por un corto segundo y supo que por lo que tanto había esperado, estaba pasando.
Sintió un intenso aroma a madera y vino. Entonces vió a su derecha y vió a Suga, de pie, apuntando directo hacía la izquierda del Omega, con una mirada confusa, pero fría.
Sintió un intenso aroma a madera y café. Volteó su mirada hacía su izquierda en dónde vio a Agust, apuntando directo hacía la derecha de él, con una mirada idéntica a la de Suga, pero con una mínima diferencia. La cicatriz de este en su ojo derecho.
Min Suga y Min Agust se apuntaban uno al otro, con una intensa mirada indescifrable, siendo Jimin... El centro de atención de cada uno de ellos.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
¡A mí me encantó!
¡Los hermanos Min al fin se conocieron!
Desde este momento el drama irá en aumento. No pidan paz cuando la historia es con temática de mafias, así que solo prepárense mis chiquillos, que las sorpresas vienen fuerte.
Solo pido comprensión hacía la actitud de Jimin con todos. Recuerden que él nunca tuvo nada y al único que considero familia una enfermedad se lo arrebato, así que él si tiene justificación a su actitud fría y distante. No quiere sufrir más.
Pero pronto su personaje podrá desarrollarse mucho más.
Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐