Una cita, una cita... una cita con Kyuhyun, o al menos eso parecía. Sungmin se miró en el espejo por sexta vez consecutiva, estaba siendo bastante paranoico pero la ocasión lo valía. Kyuhyun había sido bastante directo, "Tú y yo vamos a salir mañana, así que más te vale cancelar todo, conejo". Y lo había llamado conejo. Sus mejillas tomaron un tono rosado, se miró en el espejo una vez más y llevó ambas manos a su boca intentando calmar su respiración.
Estaba listo, faltaban todavía 10 minutos para encontrarse con él en el lobby, y eso hizo que su corazón se acelerara. No quería actuar como idiota frente a él, si se daba cuenta de lo que le pasaba por su culpa, seguramente sería el hazme reír, no... no podía permitirlo ¡Qué vergüenza!
Tomó su mochila, caminó por el pasillo y subió al elevador, entró en él con el nerviosismo a mil. Un piso más abajo se abrió nuevamente, su rostro cambió al ver a Kyuhyun entrando, pareció feliz de verlo, lo saludó mostrando una sonrisa que hizo a Min simplemente voltear hacia otro lado y responder a su saludo.
—Aún faltan ocho minutos —dijo Kyu viendo su reloj de muñeca.
—Sí, me gusta la puntualidad. Uno nunca sabe los imprevistos que puedan surgir—respondió simplemente.
—Entonces nuestra ci... convivio de nuevos amigos comienza ahora —dijo Kyuhyun mordiéndose el labio, había estado a punto de decir cita. Min lo miró de manera extraña por el raro título.
—Está bien. ¿Tu amigo no vendrá? —Kyu le había contado el día de ayer que estaba ahí por Henry, eso hizo que Minnie desechara toda idea de que había ido a buscarlo a él.
—No, somos solo tú y yo —el elevador se abrió y Kyu salió. Min respiró hondo, esperaba sobrevivir a ese día.
***
Visitaron el acuario. Sungmin corría como niño pequeño y fue inevitable para Kyuhyun no sonreír. Se parecía mucho a la sonrisa de Danbi noona, pero la de Min era tan radiante, no podía dejar de verlo. Cuando era pequeño siempre estuvo con noona, y ahora que hacía memoria, Danbi de vez en cuando mencionaba a su hermano en alguna que otra plática, pero nunca jugó con él. La vez que lo encontró en aquella habitación ni siquiera lo vio completamente, tenía pocos momentos de convivencia con Sungmin y ya lo amaba. El problema era cómo decírselo.
—Sungmin hyung, ya es hora —le dijo, y Min caminó hacia él sin perder la sonrisa.
Los dos llevaban mochilas a sus espaldas, Min no sabía por qué pero pronto lo descubrió. Los dos se reunieron con un hombre que los llevó a las afueras de la ciudad, Minnie observó el paisaje, había nevado días atrás, por lo que el suelo estaba cubierto de nieve, había muchos turistas esquiando, escalando y haciendo canotaje.
Sungmin contempló los árboles completamente desnudos, sin hojas que los cubrieran. Ahora entraban al parecer al bosque helado. Todavía era temprano, así que no se veía para nada tenebroso, sino hermoso. Sungmin pudo ver diversas cabañas, había personas haciendo diferentes actividades y pasándolo bien, se preguntaba qué estaban haciendo ahí él y Kyuhyun.
El auto se detuvo unos minutos más, Min y Kyu bajaron para contemplar dónde se encontraban. Era un pequeño lago, el agua todavía estaba en movimiento pero algunas partes de este tenían escarcha. Unos metros atrás estaba una cabaña muy bonita, con ventanales y chimenea, era perfecta. Entonces la sonrisa de Min se borró... ¿qué hacían ahí?, ¿por qué Kyuhyun le había pedido empacar ropa en una mochila? Tragó saliva, no estaba preparado para convivir con Kyuhyun dentro de una cabaña en medio de la nada.
Sungmin miró con horror que el auto y ese hombre se iban alejando. Tragó saliva, no sabía qué decirle. Su corazón se aceleró al sentir que Kyuhyun se paraba a su costado mientras agitaba unas llaves, su olor se filtró por sus fosas nasales, no quería estar ahí, no si se sentía de esa manera, pues supuestamente había hecho ese viaje para olvidarlo, y era todo lo contrario.
—Es un parque, quería acampar en un principio, pero hace bastante frío como para tenerte afuera —explicó contemplando el lugar—. Esa es nuestra cabaña. Dejemos nuestras cosas y salgamos a caminar.
Kyuhyun avanzó pero se detuvo apenas vio que Minnie se había quedado en el mismo sitio, estaba murmurando cosas y su cara estaba roja. Kyu se acercó nuevamente y agitó su mano frente a su rostro. Sungmin se sobresaltó.
—¿Qué tienes?, ¿te sientes mal?
—Ah... no, no es nada. Vamos —Min avanzó, Kyu lo siguió de cerca, el conejo lucía bastante nervioso. Kyuhyun supuso que se sentía incómodo por su presencia, después de todo lo había tratado mal. Le agradecía a Min por aceptar venir con él a pesar de todo.
Una vez que los dos chicos dejaron sus pertenencias dentro de la cabaña, Sungmin y Kyuhyun salieron a dar un paseo por el camino que conducía más adentro del bosque, era el único por ahí así que no podrían perderse.
—¿Piensas decirle a tu mamá quién eres en realidad una vez que regreses? —dijo Kyu de pronto, necesitaba saberlo y la plática era escasa.
—No, me quedaré en Canadá, aquí podré ser libre, al menos en lo que cabe, si le digo quién soy, ella se pondrá mal.
—Te lo dije antes, debes hablar con la verdad. Perder un hijo debe ser doloroso, pero si se lo explicas con calma lo entenderá —Min asintió, pero no dijo nada—. ¿Puedes hablarme de noona?
Sungmin asintió nuevamente. Tenía la idea de que Kyuhyun seguía amando a su hermana, así que le diría cómo había sido su vida antes de morir.
—Ella era muy talentosa en las artes musicales, hacía amigos con facilidad y era una maravillosa persona. Tal vez te moleste saber esto, pero ella tenía novio, Kibum, el chico que me quitaste de encima el otro día —Kyuhyun lo recordó—. Ella lo amó, creo que no hubieras tenido oportunidad si estuviera viva.
—Vaya, gracias por decirlo —dijo Kyu con sarcasmo, los dos rieron—. A decir verdad, creo que nunca llegué a amar a tu hermana, era demasiado joven. La admiraba demasiado, la quería mucho, y eran tan bonita que me ponía nervioso, pero solo eso, nunca me gustó realmente. Ahora puedo darme cuenta.
Sungmin no supo que decir ante tal confesión, ¿eso quería decir que no quería a Danbi de una manera romántica?, ¿por qué le contaba eso? Kyuhyun se acomodó el gorro y sonrió con melancolía.
—¿Y cómo te diste cuenta de eso? —se atrevió a preguntar.
—Porque me gusta alguien más. Esta persona me quita el sueño y me hace hacer estupideces —dijo con una sonrisa. Min bajó la mirada decepcionado, Kyu había encontrado a alguien más.
—Pues me alegro por ti —respondió mostrándole una sonrisa falsa. No quería llorar ni estar triste, sabía que eso pasaría.
Caminó más a prisa dejando a Kyuhyun atrás. El chico se desconcertó por su actitud, así que intentó seguirle el paso, pero Minnie lo dejaba cada vez más atrás. Kyu hizo una bola de nieve con sus manos y se la lanzó en la cabeza para detenerlo. Min volteó sorprendido, después infló los cachetes, ligeramente molesto. El conejo tomó nieve y moldeó una perfecta bola que tiró hacia él, pero Kyu la esquivó con facilidad. Sungmin apretó los dientes una vez que escuchó la risa de Kyuhyun.
Así empezó una guerra de bolas de nieve, que en su mayoría golpearon al conejo, pero la risa triunfante de Min se alargó por varios minutos al dar en el blanco luego de infinidad de intentos, la cara de Kyuhyun estaba cubierta de nieve. Kyu corrió hacia él y Min se lanzó a la carrera entre risas y jadeos. El menor lo atrapó.
—De mí no te escapas, conejo malvado —le dijo, Min rio mostrando sus bellos dientes.
—Te lo tienes merecido —los dos forcejearon jugando como niños pequeños.
Entonces ambos resbalaron. Kyuhyun intentó sostener a Min pero cayeron en la blanda nieve, Kyu arriba y Min debajo. Las risas se apagaron, los dos se miraban a los ojos sin importarles el resto del mundo o que precisamente comenzaban a caer copos de nieve.
Sungmin contempló a Kyu, esa nariz rosada por el frío, esos ojos tan hermosos, ese olor que desprendía que alteraba su razón. Por otro lado Kyuhyun hacía lo mismo, los labios rojos de Min a causa del frío lo hacían ver más apetecible, esa carita blanca y bella, esa mirada tan única... Lo necesitaba, no podía permitir que se quedara ahí y no volver a verlo más. Tenía que dejar su orgullo de lado pero no sabía qué palabras usar para hacer que le creyera.
—Kyu... —escuchó de sus labios, Minnie miraba los suyos, así que no lo dudó dos veces. Acercó sus labios y lo besó. Estaban fríos, pero él se encargaría de calentarlos.
Sungmin permaneció estático por unos segundos, estaba completamente paralizado. No se esperaba esa reacción de Kyuhyun ¡Lo besaba! Y él no hacía nada. Cerró sus ojos lentamente y se entregó al momento. Solo por esta vez dejaría de preocuparse, solo por esta vez se permitiría soñar con alguien que no podía tener.
—Me gustas... Por favor considérame, hyung.
-------------------------
Hola. ¡Al fin se confesó! <3 ¿qué le responderá Min? Nos quedan dos capítulos, este fic no tiene epílogo. Voten, por fa!! <3
Liz Covath