Durante la semana en que Jimin estuvo inconsciente en la mansión de la mafia. Nadie se atrevió acercarse a la habitación de su líder.
Todos sabían que en aquella lujosa y apartada habitación se encontraba el Omega del líder, en estado delicado. Nadie más que Mark, Lisa, Yoongi y Hoseok sabían el diagnóstico del Omega. Suga ordenó que no dijeran absolutamente nada, pues no deseaba que los miembros de la mafia, supieran la razón de la inconsciencia de su Omega, no permitiría que jugarán a su Omega por sus malas decisiones a sus espaldas.
La vida que Jimin haya tenido antes de conocerlo, es suya y nadie tiene porqué opinar sobre ella. Pero si estaba en sus manos ayudarlo a salir de ese encierro en el que vive, lo haría sin importar que.
Una noche antes de llevarse a cabo la misión en la zona embarcadera, dónde descargarían múltiples suministros. Ocurrió lo que Min estuvo esperando con ansias.
Se encontraba en su habitación junto a Mark. El Omega le explicaba que fuera paciente, que Jimin despertaría en cualquier momento, que había mejorado notablemente gracias a los medicamentos que estuvo suministrándole. Nuevos medicamentos aptos para su cuerpo, nada que sea alterado de sobre manera para no seguir afectado su sistema inmunológico.
- ¿Cuántos días más crees que tarde en despertar? - El Alfa se encontraba desesperado. Ya había transcurrido una semana y su Jimin aún no abría sus ojitos.
- Solo ten paciencia Suga. Puede que despierte en las próximas horas o quizá mañana. Su cuerpo ha reaccionado bien a los medicamentos.
Suga suspiro y asintió. Mark comenzó a preparar los medicamentos que le suministraría al Omega y Suga se aterró al ver aquellas jeringas tan grandes en manos del médico Omega. Comenzó a cuestionarle todo, de porque debían ser tan grandes, porque tanto medicamento, para que servía, en que le ayudaba a su Omega, en fin. Mark se sentía fastidiado, pero al mismo tiempo, entendía la preocupación de su jefe.
Mientras el Alfa y el médico Omega discutían. No sé dieron cuenta del delicado Omega a sus espaldas que comenzaba a recuperar el conocimiento lentamente.
Jimin sintió un fuerte pitido zumbar en sus oídos, su cabeza dolió mucho cuando intento abrir los ojos y una intensa luz lastimo sus ojitos grises. Su garganta se sintió seca de pronto y su cuerpo entumecido. Intento mover sus manos pero le resultó difícil, fue lejanamente consciente de alto atravesando su vena.
El malestar era intenso al inicio, pero se fue disipando poco a poco mediante su conocimiento se iba recobrando. Pronto pudo escuchar la intensa y gruesa voz del Alfa de sus sueños. Creyó que estaba en algún sueño, así que no evito sonreír ladino al sentir paz en su intentior ante la melodiosa voz del guapo Alfa que ha estado siendo dueño de sus sueños cómodos y reconfortantes. Quizá hasta sueños húmedos, pero de eso solo Jimin era consciente.
- Hmn - Se quejo levemente. Pero fue suficiente para obtener la atención de los presentes en la habitación.
- ¡Jimin! - Suga se acercó a la cama y tomo con delicadeza la manita del menor.
Suga presenció cómo el pelinegro lucho para abrir sus ojitos. Hasta que por fin lo logro, el Alfa sonrió encantado y acaricio la suave mejilla del menor, aunque estás eran casi nulas por la falta de alimento, no dudo en acariciar con delicadeza.
- Jimin, no sabes cuánto estuve esperando este momento pequeño - La voz de Min bajo considerablemente y aunque fue reconfortante para Jimin, no pudo evitar sentirse ciertamente atraído por aquella sensual voz.
El Omega lo veía con añoranza, con cariño en su mirada, parecía que Jimin no entendía aún, que había despertado y el estar viendo al Alfa no era un sueño, era la realidad. Suga estaba frente a él, viéndolo con un brillo especial en sus gatunos ojitos.
- Debo... Estar s-oñando - Jimin sintió la dificultad en sus palabras ante la misma resequedad de su garganta.
- No es un sueño cariño. Estás aquí, yo estoy junto a ti. Estás bien y prometo cuidarte el resto de mi vida de ahora en adelante.
Jimin frunció levemente el ceño. No por las palabras del Alfa, sino porque apenas comenzaba a darse cuenta que efectivamente no era un sueño y que el hermoso Alfa es real, levantó la vista y la volteó un poco, intentando ver alrededor.
Se dió cuenta del espacioso lugar, parecía que estaba en la habitación de una suite residencial, incluso la cama era cómoda, con sábanas de seda, la decoración era entre tonos grises, blancos y toques en negro, muy al estilo de aquel guapísimo Alfa.
Pronto sus ojitos se detuvieron en un extraño. Era un hombre muy atractivo, con facciones delicadas, una suave mirada y una bonita sonrisa. Jimin supo que era Omega, lo confirmo cuando su suave aroma llegó hasta sus fosas nasales. Regreso los ojitos hasta el Alfa y la bonita sonrisa de este le derritió el corazón.
- ¿Qué... Sucedió? - Pregunto Jimin.
- Casi mueres Jimin. ¿Por qué sigues inyectandote esa cantidad de porquería en la sangre cariño?, ¿Sabés el terror que viví al verte postrado en esa cama y con la piel pálida?, Solo... Quisiera entenderte, sabes que te ocurre, ¿Por qué actúas tan desinteresadamente con tu vida pequeño?
Jimin desvió la mirada de los ojos angustiosos del Alfa. Frunció su ceño con molestia y entonces fragmentos de lo que ocurrió antes de quedar inconsciente llegaron a su mente, en ese momento no planeaba morir, pero quizá es lo que estuvo a punto de ocurrir por las palabras del Alfa, es lo que entendió. Jimin deseaba irse de este mundo y estar con su amigo Nunu, pero quizá aún no era su momento, pues cada vez que lo intentaba, algo se interponia en sus intentos.
- Hablame cariño, ¿Qué ocurre en esa cabecita tuya? - Pregunto suavemente el Alfa.
Vaya que Mark estaba sorprendido. Jamás había visto a su insensible jefe actuar con tanta preocupación hacía nadie en particular. Siempre se mostró desinteresado y aunque le preocupaba todo lo que ocurría con su mafia y los miembros de esta, jamás lo demostraba en su totalidad. Así que era la primera vez que lo veía actuar muy diferente, era como si ese chico lo cambio por completo de la noche a la mañana. Quizá así fue.
El médico Omega. Se acercó a la pareja, pues noto la incomodidad de Jimin al no querer responder las preguntas del Alfa, no deseaba hacerlo, al menos no aún. Quería entender toda la situación, acaba de despertar y aún se encontraba procesando correctamente del lugar donde estaba, como llegó ahí, como fue que el Alfa lo encontró y porque su cuerpo aún se sentía entumecido y débil.
- Jefe, es mejor que lo deje descansar un poco. No es bueno que lo bombardee con preguntas por el momento - Sugirió el doctor.
Suga soltó un suspiro rendido y asintió. Mark tenía razón, debía tomar todo con calma, no quería abrumar a Jimin y mucho menos ser la causa de que esté intenté irse o se sienta sofocado.
- Lo siento cariño. No te haré más preguntas, cuando tú te sientas listo puedes decirme lo que desees, ¿Bien?
Jimin regreso la mirada hacía el Alfa y asintió lentamente, suspiro tembloroso y cerro sus ojitos. A pesar de que acaba de despertar, se sentía cansado, tenía sueño y solo quería dormir por muchas horas.
Sintió un popote entrar en su boca, abrió un poco sus ojos y vio al doctor darle un poco de agua. No dijo nada, bebió lo suficiente y después volvió a cerrar sus ojos, sin darse cuenta fue cayendo una vez más entre el hermoso mundo de los sueños.
Suga velo su sueño durante dos horas, se quedó a su lado, sin moverse una sola vez, hasta que la puerta fue tocada con delicadeza y después fue abierta, gruño molesto por la falta de respeto de quién sea que haya osado a irrumpir en la habitación suya y su Omega. Sin embargo, soltó un bufido cuando vió al oficial peliazul asomarse un poco, seguido de Jungkook.
- ¿Puedo? - Pregunto Tae con voz bajita y Jk creyó derretirse de amor ante la dulzura de su chico.
- Ya estás adentro - Fue la corta respuesta del líder.
Tae rodó los ojos por el hostil comportamiento de aquel mafioso, pero le resto importancia y entro a la habitación. A pasos lentos se acercó a su mejor amigo, suspiro en alivio al verlo con un suave color en sus labios y mejillas que demostraban la mejoría de este.
Cuando se acercó, escuchó un suave gruñido de Min. Pero no le dió impotencia y aún así, se acercó, tomo asiento en la cama y sin dudar tomo entre sus manos la pequeña de su mejor amigo.
- No lo toques - Sonó amenazador.
- ¿Y usted cree que me puede prohibir tocar a mi mejor amigo? - Gruño el Omega peliazul.
- Es mejor que no me retes niño - La mirada de Suga era intensa, le causó escalofríos al peliazul, pero aún así, ni siquiera se inmutó ante sus amenazas.
- Dejé el dramatismo a un lado. Conozco más a Minnie que usted, así que deje de gruñir - Taehyung no le temía a las consecuencias, le importaba poco o nada a quien le estaba hablando de esa forma.
Jungkook solo podía observarlos con cierta diversión. Su Omega es todo un retador, le encanta provocar, su jefe es intenso y ciertamente amargado, le pone de mal humor que no obedezcan a su palabra, pero en su mirada se notaba la diversión en estos mismos al conocer a un Omega tan interesante como Taehyung.
Suga sabía que Jimin y Taehyung tienen algo en común y eso es su forma extrovertida y desinteresada de actuar. Quizá por eso son tan buenos amigos, aunque Jimin aún no lo acepte. Al menos no en voz alta.
- Eres un mocoso mal educado - Escupió Min con sus ojos prendidos en llamas - ¿Nadie te enseño a ser más educado con tus mayores?
- ¿Y a usted nadie le enseño a ser menos amargado? - Lanzó Tae y Jk solo pudo reír bajo, ganándose una mala mirada de su jefe.
- Ya no hay respeto hoy en día. Los mocosos mal educados no saben respetar a sus mayores - Bufo Min.
- Ni los ancianos no sabes respetar la amistad - Le siguió Taehyung.
- ¿Me acabas de decir anciano mocoso malcriado? - Pregunto un indignado Suga.
- Parece que el río estaba pachito - Tae refunfuño por el Alfa mal humorado.
Suga estaba indignado por la gran falta de respeto. No podía creer que un Omega como aquel oficial este osando a faltarle al respeto y Jk no haga o diga nada, es que hoy en día ya nadie sabía respetar rangos. Al menos así, pensaba Min Suga de aquel chiquillo de cabellos azules.
- Mocoso engreído...
- ¿Pueden callarse de una puta vez? - Jimin abrió sus ojitos y lo primero que dijo fue un insulto aquel par que no habían parado de discutir.
- Jimin.
- Minnie.
Taehyung y Suga llamaron a la vez. Ante eso, ambos se voltearon a ver con el ceño fruncido, quizá siempre estarían en desacuerdos, pues uno es el destinado y el otro el mejor amigo, no siempre coincidirían, pero tal vez hagan el intento, solo por Jimin.
- He estado intentando dormir y no lo logro por sus absurdas discusiones, ¿Que son? ¿Niños? - Bufó Jimin - ¿Qué haces aquí Tae?, ¿No deberías estar patrullando las calles? - Suga se rió y Tae se ofendió - ¿Y tú no deberías soltar mi mano ya? Siento que está entumecida porque nunca la sueltas - Esta vez Tae se rió y Suga se ofendió.
- Pero Jimin, no quiero soltarte...
- Al menos hazlo un momento. ¿Ahora sí podemos hablar como personas civilizadas y puedes decirme que hago aquí exactamente?, Es más..., ¿Dónde estoy?, ¿Dónde diablos está tu cicatriz?, ¿Cuántos días llevo inconsciente?, ¿Por qué me duele todo el cuerpo?
Demasiadas preguntas y de todas Suga no tenía repuesta para una en particular.
- ¿De que cicatriz hablas? - Pregunto Min con curiosidad.
Jimin creyó que el Alfa se estaba volviendo loco, él está seguro que vio una cicatriz en su rostro, ¿Quizá las drogas lo estaban haciendo alucinar?, En ese momento Jimin sintió una enorme ansiedad por consumir drogas, necesitaba algo que aliviará la desesperación que comenzaba a sentir, necesitaba aliviar su ansiedad que lo mataba lentamente por dentro.
- Jimin no - Detuvo Tae cuando lo vio comenzar a dañar sus dedos por la necesidad.
El Omega pelinegro frunció el ceño y se disgusto por la negativa. Su cuerpo le pedía un poco de sustancias alucinógenas, algo que lo calmara un poco.
- Necesito salir de aquí ahora mismo - Jimin intento moverse y quitarse la intravenosa, pero Suga no se lo permitió.
- ¿Qué sucede cariño?, ¿Necesitas algo?, Lo traeré para ti, solo dime y te lo daré, pero no te lastimes, ¿Bien?
- ¿Lo que sea? - Los ojitos de Jimin brillaron.
- Si pequeño, lo que sea.
- No - Se negó el peliazul, ganándose una mala mirada de Alfa y Omega.
- Necesito un poco de nicotina - Dijo sin más.
Suga frunció el ceño. Los ojitos brillantes de anticipación del Omega le decían la necesidad que tenía de un poco de droga. Le dolía pensar que tenía que negarse a tal petición cuando acababa de decirle que le daría lo que él quiera, pero no puede darle jamás nada que lastime más su sistema.
- No Jimin - Se negó Min y los ojos de Jimin se enfurecieron, aquel brillo se transformó en odio.
El Omega se soltó bruscamente de la mano del Alfa y comenzó a luchar para arrancarse la intravenosa. Su desesperación y furia eran tan grande que no midió su fuerza y mucho menos las consecuencias.
- ¡Jimin! - Intentaba detener inútilmente tanto el Alfa y el peliazul.
- ¡Detente!
El Omega no entendía de palabras. Su pecho subía y bajaba con desesperación, sus oídos zumbaban en un sonido irritante y ensordecedor, su fuerza era inmensa, algo que no podían controlar pues el Omega lanzaba manotazos y patadas sin reparo alguno. En ese momento el dolor de su cuerpo era como si hubiese desaparecido, pues se levantaba con desespero y empujaba al peliazul, lanzaba puñetazos al Alfa y sus gritos desesperantes eran desgarradores tsnto para el Alfa azabache cómo para el Omega peliazul.
Jungkook solo había presenciado todo en silencio y supo que aquel pelinegro Omega tenía una grave dependencia ante las sustancias tóxicas como la droga. Sabía que sería difícil para él salir de esto, pero podría, siempre y cuando sea con la ayuda correcta.
El Alfa, se dió cuenta cuando el Omega en aquella cama estaba listo para lanzarle un manotazo a puño cerrado a su Omega, así que se precipitó y corrio hasta su pareja, lo tomo de la cintura y lo alejó, después ayudo a su jefe a detener al Omega.
Tomo las manos de Jimin entre sus fuertes manos y lo inmovilizo, el Omega aún movía sus piernas sin control alguno, pero Taehyung las tomo con suficiente fuerza. Suga se encontraba en shock, ahora comenzaba a entender el intenso grado de dependencia de su Omega hacía las drogas y como necesitaba urgentemente ayuda profesional.
- Jefe. Acérquese a él y háblele, si es su Omega destinado, su lobo lo escuchará y ayudará al humano a tranquilizarse.
Min asintió, se subió a la cama y poso sus manos sobre las mejillas del Omega, los ojitos de Jimin estaban llorosos, se veía que estaba fuera de si, que no era él en esos momentos, sino que actuaba sus deseos intensos de inyectarse alguna droga en las venas para calmar su ansiedad.
- Jiminie, cálmate cariño - Susurro el Alfa cerca de su oído - Todo estará bien cielo, tú debes ser más fuerte que tú necesidad por esa maldita porquería, se que deseas que alguien te salve de ese infierno cariño, aunque lo niegues e intentes poner un muro protector a tu alrededor, sabes que no es así. Deseas con todo tu corazón ser liberado y yo te ayudaré pequeño, solo déjate ayudar Jiminie, prometo que todo estará bien.
La voz gruesa, pero suave del Alfa fue tranquilizando lentamente al Omega, Jungkook y Taehyung que eran quienes sostenían las extremidades del Omega, se dieron cuenta como el forcejeo de este se iba calmando mediante las palabras del Alfa salían con cariño, con comprensión y una suavidad que era la que Jimin necesitaba escuchar.
Min acariciaba las mejillas del menor y mantenía sus ojos gatunos fijos a los grises del Omega. Jimin parpadeó una, dos, tres veces y luego soltó un suspiro lento y acompasado.
Jungkook fue soltando las manos de Jimin con cuidado, no se alejo, por precaución, por si el Omega entraba en alguna nueva crisis. Tae suspiro aliviado de ver a su amigo un poco mejor, se acercó a su Alfa y este lo abrazo con cariño.
Mientras que Jimin acercó su manita sana hasta la fuerte mano del Alfa y se apoyo más en su toque. Los ojitos vidriosos de Jimin se suavizaron y poco a poco fue comprendiendo las palabras que el Alfa le dijo. Su corazón se oprimio, dolió, porque él no quería esa vida llena de dolor, de soledad, no quería seguir dependiendo de las sustancias tóxicas que se inyecta para mantenerse estable o “cuerdo”. Jimin quiere sentirse libre, querido y protegido y frente a él estaba esa persona que lo ayudaría a salir del oyó sin fondo en el que ha caído.
Sin embargo, sabía que esto no sería fácil, pues se necesita de un largo proceso para poder ser feliz por completo. Él es consciente de ello y no quiere ser el responsable de arruinar la vida del Alfa con sus problemas emocionales, no quiere ser jamás un obstáculo en la vida de nadie.
Eran unos pensamientos erróneos de parte del Omega, pero su mente está demasiado dañada por estar demasiado tiempo en la soledad, aún cuando Kim Taehyung lo ayudo desde que lo conoció, no deseó arruinar la carrera de aquel buen policía que solo hacía su trabajo.
Jimin tenía una mentalidad muy cerrada, que quizá Min Suga ayudé a mejorar o quizá... ¿Min Agust?
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Antes que nada, lamento la demora, lamento si hay errores ortográficos. Apenas terminé de escribir este capítulo, no pude releer antes de publicar, solo espero que sea de su agrado y puedan disfrutarlo.
¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐