Sin Amor - Fanfic Namor

By Xime_Stark_Moon

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¿Cuentos? ¿Leyendas? ¿Dioses? ¿Amor? Todo en lo que no creía Olivia le fue mostrado, en tan poco tiempo y sin... More

Personajes Playlist
Aclaraciones
I . Necesito un barco
II . Candidatos
III . La última vez
IV . ¿Leyenda o Realidad?
V . ¡Monstruos!
VI . Karma
VII . Nuevo Hogar
VIII . Cartas
IX . Recuerdos
X . ¿Quieres contarme?
XI . Muerta
XII . Luna
XIII . Celos
XIV . Su mujer
XV . Sacrificio
XVI . Propiedad
XVII . Me encantas
XVIII . Conquista
XIX . Asesina
XX . Protegerte
XXI . Dioses
XXII . Cariño
XXIII . Arrepentimiento
XXIV . Verla feliz
XXV . Futura esposa
XXVI . Venganza
XXVII . De acuerdo al plan
XXVIII . Nuevo huracán
XXIX . Tú y tu arrepentimiento hablando
XXX . Futuro
XXXI . Rival
XXXII . Sueños
XXXIII . El tiempo en el multiverso
XXXIV . Pantera negra
XXXV . Lo que es principio no es final
XXXVI . Talokan
XXXVII . Miedos
XXXVIII . Mi vida entera por sacarte de las penumbras
XXXIX . La otra mujer
XL . Despedirnos
XLI . Fuera del mapa
Aviso!!
XLII . Nuestro sueño
XLIII . Gracias
XLIV . Día
XLV . Llorona
XLVI . Hasta abril
XLVII . Dónde nadie puede escuchar su llanto
XLVIII . ¿Quién eres?
L . Acepto
LI . Nueva Reina
LII . Culpas
LIII . Perdónate
LIV . Vuelve
LV . Tesoro
LVI . Nada

XLIX . ¿Jirafita?

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By Xime_Stark_Moon

Ana solo fingió dormir unos minutos para entre la oscuridad de esa cueva levantarse.
Dejó a la bebé de piel morena entre las mantas para que así no cayera al suelo, camino con sumo sigilo hacía el lugar donde Olivia y Namor dormían, ahí estaba él y por suerte dormido después de todas las preocupaciones incluyendo el -No te ama.
Qué aseguró Ana. Logro dormir.

Entró al agua con cuidado y dejó salir a Olivia, ella recordaba bien donde quedaban las celdas bajo las arenas e incluso cómo domar el lugar-Hace un tiempo Namor le había mostrado todo ahí, de pies a cabeza-
Nadó entre esa ciudad en penumbras, llorando de nuevo, estaba muy afectada y sus sentimientos estaban explotando de todas las maneras, porque incluso su miedo de ver a ese hombre lo manifestaba con llanto.

Al llegar al lugar no hubo problemas para que la dejaran pasar, los soldados ya la veían como una Reina así que con reverencia la dejaron pasar y la llevaron a las cárceles de los blancos.
Cuando se vio en ese pasillo largo, a media luz, en arenas, con quejas de hombres y el miedo de ver a ese espectro de su pasado, la invadió por completo el miedo, incluso empatía por la tortura de esos hombres ahí.
Iba viendo los rostros de cada hombre, uno por uno, detallando sus facciones y ojos, los azules del tío Frank eran inconfundibles, no se equivocaría.

Llegó a una celda, con solo un hombre ahí dentro, de rodillas, llorando, mirando hacía arriba, esperando que su Dios lo oyera aún estando varios metros abajo de la superficie.
Sus vestiduras estaban muy dañadas y tenía una densa barba pero aún así entre esa descuidada figura una estrella de David estaba en su cuello así siendo suficiente para reconocerlo.

-¿Frank?-Le hablo nerviosa.

El hombre abrió los ojos y pauso su plegaria, se miraron un momento que fue eterno, el hombre formó un puchero e intentó levantarse y llegar con ella pero la cadena se lo impidió.

-¿Olivia? ¿Jirafita? ¿Eres tú?-Comenzó a llorar de rodillas en el suelo mirando a Olivia.

En su rostro apenas había una expresión, pero sus ojos estaban escarchados de lágrimas. Era él y no había duda, estaba vivo, estaba ahí, reconociéndola y ambos llorando al verse después de 17 largos años.

-Jaap=Abre.-Señala la cerradura de tecnología.

El soldado obedeció abriendo de par en par la cárcel del hombre.

-Je'el u páajtal a biin, Nib óolal=Puedes irte, gracias.-Dijo amable con la voz en un hilo, tratando de no derrumbarse, viendo como ese soldado asentía con el saludo Talokan que ella imitó con sonrisa.

Este hombre de piel azul y que asustaba a Frank se fue, poniéndose en la esquina del pasillo por cualquier peligro para la Reina, cuándo Olivia regresó la vista al hombre que esperaba sus palabras fue invadida de nuevo por esa otra persona que por su debilidad de sentimientos le fue fácil usarla.

-Estás vivo.

-Mi niña, yo..-Ana entro a la celda con coraje.

-¿Por qué no volviste?¿Por qué no escribiste como prometiste?-Seguia de pie, con la voz mostrando un llanto retenido.

-Jirafita, yo.

-No.-Bajo a él pidiendo silencio-.No me digas así, no soy ella, ya no soy más tu niña ¿Me escuchaste?

"El síndrome de personalidad múltiple" es causado por un trauma fuerte mayormente en la niñez, que no fue bien canalizado y por consiguiente el paciente busca alivio de cualquier forma"

Si alguien la hubiese escuchado, si alguien no se hubiera ido, la vida de Olivia no se habría visto truncada, no se habrían creado esas otras personas en su mente. Olivia era libre cuándo estaba con Frank y al irse él la única libre desde ese día fue Ana.

-Olivia, se que me escuchas, no uses conmigo tu escudo.-Rogo en llanto el hombre.

-No soy Olivia, soy Ana y eso soy, no dejaré que tú le hagas más daño ¡Mintiendo!-Entre dientes, con coraje, aún mirándolo a sus pies.

-Ya tienes un nombre, Ana, déjame hablar con Olivia por favor...

Ignorando que él convivio con ambas mujeres, ambas lo querían, ambas le lloraron. Eso solo rompía más a Ana, sentía entonces que nunca le importó a nadie, aún cuándo él sabía de su existencia él la veía como una enfermedad y no una persona, le dolía más que las horribles acciones de su madre porque siempre era la otra.

-¿Y yo? Y yo ¿Qué? ¿Yo no te esperé, no te extrañe, no te llore?-Le gritó, rota-.Yo también merezco una explicación ¡Te despediste de mí antes de irte! ¡Me prometiste que volverías y escribirías! ¡Me pediste que la protegiera!

El hombre bajó la vista al piso comenzando a llorar, sintiendo culpa ante el dolor de la mujer delante. Un momento callados en lo que Ana se calmaba donde su orgullo reino en el silencio.

-No hay razón para que yo te escuche.-Termino diciendo para darle libertad a Olivia.

-Perdóname, Ana.-Pidió Frank en el suelo para subir su rostro así mostrándole a Olivia que era él.

-¿Qué pasó? Eres, eres tú.-Se tiró al piso y soltó en llanto para darle un abrazo fuerte-Estas bien ¿Estás herido?

Al separarse del abrazo, Olivia miro su rostro, no solo una mirada triste guardaba o años, también una dura historia.
Se veía desalineado, delgado, no era el mismo.

-No, no, estoy bien mi Jirafita.-Olivia sonrió al oír después de tantos años ese apodo con su acento español, él acaricio su mejilla mojada por las lágrimas así haciéndola verlo, viéndola melancolicamente, guardando en su mente esos nuevos trazos de su rostro adulto. Después reaccióno cayendo en cuenta de dónde estaban y hablo con apresuró y preocupación-¿Y qué haces tú aquí? Con estos demonios ¿Te han hecho algo? En la isla, estabas junto a uno de ellos ¿Quién era él, Jirafita?

-Tío, estoy bien, este es mi hogar y él es el Rey, mi esposo.-Sonrió dulce dejando al hombre barbón sorprendido.

-¿Qué? ¿Pero qué dices? Para empezar ¿Cómo llegaste a este lugar, niña-Atropellando las palabras, preocupado.

-Se que todo esto puede dar miedo, en un principio, pero es gente buena y, la forma en la que llegue, bueno, no recuerdo mucho..

Él no sentía confianza por nada de ahí ¿Casada? Con ese hombre de piel morena y alas en los tobillos, esos seres eran increíbles, que aún no terminaba de digerir cómo aquel hombre se lanzó a él desde el aire con la ayuda de sus alas en los tobillos y como con solo un golpe terminaba con vidas.

-Solo fuí dejada aquí después de una expedición, los nativos nos atacaron, Stark me dejó aquí, todo es tan confuso.-Su frustración de no recordar bien la ocupo y estaba tratando de obtener más información de sus recuerdos, pero eran vidrios de su mente.

-¿Howard Stark?-Completo el nombre sorprendido y al ella asentir, negó enojado-.Mi niña, debe ser horrible este lugar para ti.-Ella negó feliz volviendo a abrazarlo.

-No, no lo es, llegar aquí es lo mejor que me pudo pasar tío, tuve amigos.-El recuerdo de lo que había pasado hace unas horas llegó así quitando su sonrisa de ver a la única persona que le daba infancia a Olivia-.Me enamoré tío-Chillo feliz-.Estoy esperando un hijo del Rey, soy la reina aquí.

Alguien de su pasado, de su familia, por fin sabría lo feliz que sería y era. Era una emoción inexplicable darle la noticia a una de las personas más importantes de su vida, así su embarazo se sentía más completo con él sabiendo su noticia.

-¿Un hijo de ese hombre? Hija ¡No! él te tiene atada, controlada, es un ser despiadado, lo pude ver en sus ojos-Asustado le advirtió.

Pero la advertencia no precisamente debía dársela a esa mujer de ojos miel sino a cualquiera que osara amenazar al Rey. Al mundo del ahora, al mundo del futuro, a una nación entera.

-No tío, no lo es, es mi esposo y nos amamos, es muy dulce conmigo.-Explico con una sonrisa boba que él no imitó.

Para él, Olivia estaba siendo controlada por ese hombre, pudo ver cómo la jalo y para él era muestra suficiente, aparte de la locura que sonaba ser feliz ahí.
Y embarazada, de ese monstruo de orejas en punta y alas en los tobillos ¿Qué ser trairia al mundo?

-Pero y ¿Tú? ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Por qué no escribiste? Nunca volviste.-Las lágrimas en los ojos de Olivia no tardaron en aparecer y el hombre con pena bajo la mirada-Al menos ¿Fuiste feliz?

Y después una sonrisa le dio a la joven, era claro que no era igual a sus otras versiones, porque aún después de todo su sufrimiento le pregunto sobre lo que logró.

-No te escribí porque no me pareció prudente después de lo que pasó y de la manera en que me fui.-Le acarició la mejilla.

Olivia iba a preguntar a qué se refería con lo que pasó, pero aceptó que seguro, así como otras veces, lo había olvidado.

-Pero si, fuí muy feliz.-Lagrimas se generaron en sus ojos y entre su barba una sonrisa de melancolía.

-Debes contarme también.-Limpió las lágrimas del hombre que mostraban lo sucio de su rostro.

-Me casé y tuve un hijo.-Rieron juntos felices.

-¿Cómo se llama el muchacho?-Y ahí la sonrisa de Frank se borró.

-Se llamaba.-Asintió triste.-Su nombre era Carlo.

-¿Se llamaba?

-Me lo quitaron mi niña, se lo llevaron.-Lloro pegándose a su pecho donde Olivia lo recibió, absorbiendo su tristeza.-Los malditos nazis se lo llevaron.-Lloraba con un dolor que guardaba en su pecho convinado con muchos más sentimientos que apenas estaban escapando-.Yo apenas logre escapar y no tuve de otra más que huir al mar por esos amores que me hicieron mal.

El hombre se sentía en su casa, en un lugar seguro al ver a su niña adulta donde ella está vez era ella la que escuchaba penas.

-Mi esposa murió un año antes, estoy solo, Olivia, solo.-Estaba también roto, viajando en el mar sin un destino claro, hasta que encontró a Olivia.

Ella lo hizo separarse de su abrazo, le sonrió y dio un beso en su mejilla mientras aún lloraba.

-Lo siento mucho.-Ella lloraba por él así que también limpió sus lágrimas.-Quiero que seas feliz o que al menos obtengas tranquilidad.

-Hija, tú también mereces eso y este lugar no lo representa.-Asustado aún, miró atrás de esa reja, la oscuridad y lo desconocido.

-Representa mucho más este lugar para mí, me gustaría mostrarte, pero tienes que irte.

-¿Qué?

-Te ayudaré a salir.-Dijo decidida y se levantó de su lado yendo a la reja entreabierta, nadie en el pasillo, solo el soldado.

El lugar estaba llenó de tecnología y era necesaria para escapar, eso sería aún más sencillo gracias al apenas nulo pero suficiente conocimiento en la tecnología de Talokan.
Cuando Olivia se asomó no vió a nadie y con solo una palabra a la cadena está se soltó de su pie.
Ella lo ayudó a levantarse y caminaron entre los encarcelados directo al cuarto donde había una salida fácil y la tecnología para escapar.
Presionó una cerradura donde el traje salió, uno submarino y grande para protegerlo de la presión marina que lo mataría si no se protegía.

Hace apenas unos días tal lugar le había sido mostrado de pies a cabeza, sabiendo dónde moverse, presionar y usar todo lo perteneciente ahí.
No solo era alguien a quien se le debían de obedecer por parte de los Talokanis, también por toda su tecnología que estaba a su disposición si así lo quería.
Así que el traje salió en vertical y en un solo movimiento se abrió para un cuerpo resguardado llevar.
Y cómo arte de magia de nuevo Ana llegó y así con toda la información se giró al hombre que veía todo con mucha atención creyéndose en otro planeta o muerto.

-Necesito que me pongas mucha atención.-Lo tomó de los brazos conectando con el mar que eran sus ojos-.En Brooklyn está mi casa y todo mi dinero, era el lugar que más me gustaba.-Con melancolía contó lo último para volver a su actitud regañadora-.Escúchame, yo dejé una condición de que al menos que yo firmará un convenio el dinero y todo sería para mí madre pero en el caso de que tú estuvieras, todo, absolutamente todo lo que formé desde estos últimos diez años sería tuyo, cómo ni tú ni mi mamá tomaron lo mío seguramente todo pasó a ser de mi principal socio, Howard Stark, pero él está obligado a que si alguien reclama, devolver todo y hasta el último peso, eso llegarás a hacer tú tío Frank.

-¿Yo?

-Si, tienes que ser feliz al menos con dinero y tetas.-Salió la personalidad de Ana.

-¡Olivia!

-¡Ana joder! Ay que irnos antes de que alguien acusé a la Reina.-Con sarcasmos.

De nuevo llegó Olivia que hizo meterse a Frank dentro de aquel escudo de la presión, corrientes, frío y falta de oxígeno, este era tontamente pesado así que de nuevo con un solo botón el lugar de agua se llenó así activando el traje para hacerlo flotar. Era como si todo ahí estuviera a su favor. Pero no todo.

-Ba'ax ku beetik in x-ko'olel=¿Qué hace mi Reina?-Llegaron dos soldados adónde ella y su tío trataban de escapar.

-Tu correcto, le máako' jach inocente=Lo correcto, este hombre es inocente.-Informo con actitud firme-K'abéet in acompañen ta tu jáal, u bisa'al le óotsil máako'=Necesito que me acompañen a la orilla a llevar a este pobre hombre.

Ambos hombres se miraron pensando que creían lo mismo.

-Ma' in wa'alike' u bixake' asab in ko'olelo'=No creo que sea lo mejor mi señora.-Uno que aparte de desconfiar por lo dicho de la Reina también de ella.

Pero el otro confiaba plenamente en ella y no le vio nada de malo a tal acción siendo que hace unos segundos lloraba en sus brazos.
Así que como un ciudadano fiel a las palabras de su Rey y a la existencia de su Reina regaño a su compañero volviéndose a él.

-Prometimos que siempre obedeceremos y protegeremos a la reina.-Dijo en Maya así Frank no comprendiendo, regaño a su compañero dejando en segundo plano a la mujer, meditando en realidad el asunto.

-Wa, ba'ale' jump'éel cautivo k'atun yéetel juntúul maldito u te'elo' ka'anal, ma' in wa'alike' bixake' correcto=Si, pero es un cautivo de guerra y un maldito de la superficie, no creo que sea correcto.-Miro de reojo a Olivia que rogaba la ayuda-Teech ku yáalkab yéetel le ko'olelo', le Kexi' waye'=Tú corre con la señora, yo los espero aquí.-Termino por decir si

Así su compañero, Reina y cautivo salieron del lugar. Él sabía que tal acción no era buena pero no podía oponer una indicación de la Reina, lo que si podía hacer era avisar a quién de verdad le preocupaba Talokan, Mactzil.

Así entre las oscuras calles de Talokan andaban aquellos traidores. Sabían que tal lado Oeste estaba desprotegido por soldados y barreras, la tecnología e incluso corrientes artificiales estaban a su favor, faltaba un lado que proteger en esa gran ciudad y la tecnología del traje se sabía guiar así como las corrientes que los llevarían a la orilla del mar.

Estar en ese tortuoso silencio hizo voltear a Frank para no solo ver ese increíble mundo también a Olivia que con el otro soldado guiaba el traje, ella tenía uno de esos vestidos finos, las perlas en su cuello así como el brazalete que había traído a Talokan a las profundidades en su muñeca, ya estaba comenzando a crecer en el hecho de que era la Reina.
Debajo de su labio Frank vió tenía esa llamativa perforación que a él le resultaba extraña.
Aún recordaba cuando abandono a esa niña de trece años y que ahora era una mujer adulta, tan diferente era ahora y ver su físico cambiado e incluso vientre ligeramente abultado por el hijo que felizmente ella había dicho estaba esperando, era increíble de ver, esa posibilidad de felicidad estaba en ella, pero que no acababa de crecer ni de aceptar.

Todo el camino fue sigiloso, nadando sobre las casas para no ser vistos, iluminados por solo las linternas del traje. No era un espectáculo total para los ojos de Frank.

-Tuviste que haber visto el sol de Talokan.-Le dijo feliz Olivia señalando éste que se encontraba dormido con la gente.

Feliz era un decir, sabía que Namor se enojaría. Pero pensaba que lo entendería no pensaba en lo que el pueblo y gobernadores dirían.

Apenas eran horas de la madrugada, pero tuvieron que nadar interminables kilómetros de agua para llegar a un pedazo de tierra que así como a Howard le permitió llegar en tan poco adónde lo esperaban. Brooklyn.

















Hola hola, ya son solo unos cuantos capítulos y esto estará terminado😭.
A quienes están aquí desde el principio tienen mi corazón, los amo mucho.

Espero disfrutes este maratón de capítulos, gracias por todo❤️

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