¿Cuentos? ¿Leyendas? ¿Dioses? ¿Amor? Todo en lo que no creía Olivia le fue mostrado, en tan poco tiempo y sin tanto esfuerzo la enamoró.
Era el año 1943, año de guerra para el mundo y ella, pero, el mar yucateco lo ocultó todo y lo volvió felicidad.
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En el agua ya iban todos los soldados con velocidad entusiasta. La trenza larga y pesada de Olivia nadaba con ella y su nerviosismo no le permitía pensar en qué sucedía.
Llegaron, pero está vez, al centro de la ciudad, dónde "el poder del sol en la palma de su mano" iluminaba todo, este sol estaba arriba de la pirámide y el trono del rey estaba arriba de esta.
Esta pirámide era Maya por su forma, con base arriba que servía como altar para Dioses y no a cualquier Dios, Kukulkan. Las pirámides egipcias terminaban en una punta perfecta las Mayas no.
En el lugar ya habían alrededor de cincuenta, entre hombre y mujeres. Namor los esperaba en su trono, imponente, serio, con una lanza lista en sus manos.
—Uláak' ba'ate'el k pa'ta'al=Otra pelea nos espera.—Dijo al ver a ya sus hijos reunidos.
Ahí estaba Kaknab que vio a Olivia para sonreírle una vez más y ella a él.
—Mix juntúul kuxa'an=Ninguno vivo.—Ba'ax yuum Buluc Chabtan este u k utsilo'=Que el Dios Buluc Chabtan esté a nuestro favor.—Hablaba fuerte así todos los escucharían.
¡Tuméen Talokan!=¡Por Talokan!
Todos siguieron al unísono en un grito y Olivia sin entender lo que había dicho Namor.
Líik'ik Talokan!=levántate Talokan!
Todos gritaron una vez más y hicieron reverencia juntando sus muñecas, abriendo las manos, Olivia también lo hizo sin entender su significado.
Namor se levantó de su trono y con impulso nado para todos seguirlo. Llegaron a las afueras de Talokan dónde una ballena los esperaba, Yatzil tomó le la mano a Olivia para mostrarle de dónde agarrarse.
Namor iba en la cabeza de la ballena, dirigiendo todo y con el ceño más fruncido que antes. Siempre era una figura de poder y autoridad pero cuando tenían que ir a pelear, se convertía en el Dios Kꞌuꞌukꞌul Kaan que todos decían que era.
La ballena nadó rápido para ellos soltarse y se fuera por indicacion de Kukulcán para mantenerla segura. Porque al instante hubo una exploción en el agua.
Peces pasaban por ahí que se alejaban del territorio y un delfín herido estaba por unas piedras marinas.
—Bise'ex Talokan=¡Llevenlo a Talokan!—Dijo Namor en un grito para tres hombres cargarlo y llevarlo.
Namor señaló al frente donde se podía ver el barco y mujeres de cabellos largos y hermosas asintieron nadando así allá. El al verlas irse comenzó a mover las manos y los brazos en círculo para que el mar comenzará a ser brusco, mostrando asi su poder ante las aguas marinas.
