Min Agust. Un poderoso Alfa de 27 años. Agust es reconocido por la sociedad como un detective de una prestigiosa sede de inteligencia.
El Alfa fue enviado a Corea para resolver un caso de tráfico de drogas, armamento, robo y amenazas hechas por una mafia llamada "Serpientes".
El detective Min dejó de leer el periódico donde se hablaba públicamente de él y la mencionada mafia.
- ¿A quién mierda se le ocurre llamar a una mafia de mierda con el nombre de un animal?, Claro, solo a unos malditos animales que se arrastran al igual que ellos.
El hombre tomo un nuevo cigarrillo de su cajetilla y lo prendió para después inhalar el humo y soltarlo lentamente.
- Necesito que investigues los antecedentes de cada uno de los miembros de esa mafia de porquería - Indicó Agust a su mano derecha. El segundo al mando después de él y en cada una de sus ausencias, encargado.
- Cómo digas. Pero sabes perfectamente que ni siquiera los ineptos detectives de este país han logrado nada - Argumento el contrario.
- Tú mismo lo has dicho RM. Ningún inepto ha logrado eso aún. Pero yo sé que tú puedes hacerlo - Inhaló Min y obsevando a su amigo.
Kim Namjoon, mejor conocido en su ámbito laboral como RM, mano derecha, mejor amigo y segundo al mando después de Min, como el detective atractivo.
El hombre tiene 27 años al igual que Min. Su jerarquía en la sociedad es de un Alfa, fuerte, poderoso, con un aura intensa y poderosa. Namjoon siempre sera la sombra de Agust y claro, por voluntad propia y en realidad a él le gusta estar en los momentos menos inesperados para lograr su objetivo.
- Ya vete, necesito iniciar con mi trabajo - Ordeno Min, mientras mostraba un ademán con su mano.
- Bien. Nos vemos luego.
RM salió de la nueva oficina designada a Min Agust. El nuevo encargado de resolver el caso de la mafia más buscada.
- Necesito resolver esto lo más pronto posible para poder regresar a Estados Unidos y tomarme unas merecidas vacaciones de toda esta mierda - Suspiro mientras inhalaba lo último de su cigarrillo.
Agust tomo otro cigarrillo y con el anterior prendió el nuevo. Esto era un círculo vicioso para él, el cuál jamás pensaba dejar.
Tomo los papeles en sus manos y luego las fotografías que tenía regadas en su escritorio aún sin acomodar. Estás eran borrosas y para nada ayudaban en lo que quería, pero no podía dejar de ver aquellas fotografías en las que solo se podía visualizar a un sujeto con cabello negro y aparentemente un tanto desordenado.
- Debo averiguar quién eres y como mierda es que logras deshacerte de toda la evidencia antes de poder obtenerla - Dijo para sí mismo el Alfa mientras seguía inhalando de su cigarrillo y viendo fijamente aquellas borrosas fotografías.
Min Agust siempre fue un hombre calculador. Digno de su puesto en la sede de inteligencia. Desde que tiene uso de razón ha vivido en Estados Unidos y su madre siempre le obligó a estudiar con mucho esfuerzo y hasta altas horas de la noche.
Su estante siempre estaba lleno de libros sobre leyes y su futura carrera. Su madre nunca le dió paso a elegir nada más y no es como que a él le interesará. Simplemente vivía para complacer a su progenitora en sus deseos de convertirse en un detective.
Agust creció sin una figura paterna, pero su madre siempre tomo el rol de ambos. Le enseño valores y principios, era un hombre recto y entregado a su trabajo, no podía negar que se divertía haciendo lo que hacía. Hasta cierto punto, amaba el olor de las armas, le encantaba atrapar a criminales, pero no había nada más que le encantará como el olor exquisito a dinero.
Min Agust no solo tenía un vicio por el cigarrillo. El Alfa tenía una para nada extraña obsesión con el dinero y como este podía darle todos los lujos que él deseará.
Creció utilizando su idioma natal que es el hangul, además de saber hablar perfectamente el inglés. Ahora que está en Corea, no desea estar en este lugar, su madre siempre le recalcó una y otra vez, que por nada del mundo llegará aceptar trabajos en Seul. Pero ahora que ella no estaba en este mundo, ¿Por qué negarse?, ¿Qué ocultaba su madre en aquel inusual país?
Agust dejó de escarbar en sus pensamientos y decidió comenzar con su trabajo. Necesitaba deshacerse de todas y cada una de esas malditas mafias cuánto antes.
Un par de horas después. Min recibió una carta, por lo cual se extraño, pues no tenía ni un día estando en aquel lugar como para estar recibiendo correos o cartas tan pronto. Tomo el sobre entre sus manos y lo abrió.
El Alfa sonrió ladino al encontrar interesante toda aquella situación.
"Señor Min Agust. Es todo un placer recibirlo en nuestro país, por favor reciba mi cordial bienvenida. Sería todo un placer para mí el poder recibirlo en mi humilde morada está noche e invitarlo a cenar. No sé preocupe por la dirección, mi chófer irá personalmente por usted hasta su oficina.
Atte: Kim".
Min bufó y dejó el sobre a un lado. No sabía quién mierda era ese "Kim" tampoco le interesaba saberlo. No pensaba confiarse de nadie. Volteó a ver aquel sobre y noto un sello muy peculiar.
Era un dragón.
Reviso entre sus archivos y... ¡Bingo!
- Así que tú, posiblemente debes ser el jefe de esta famosa mafia llamada dragones - Susurro el Alfa.
La mafia dragones se destacaba por ser una mafia pública, de la cual todo el mundo conocía, pero jamás nunca encontraban nada en contra de ella. Se podía decir que la mafia era la segunda más poderosa en toda Corea después de las serpientes, las cuales aunque si tenían sus varios trapitos al sol que sacar, seguían siendo la mejor y más poderosa.
Min investigo todo lo que pudo de la mafia dragones en un corto tiempo. Los nombres de algunos de la mafia eran totalmente públicos, algunos de ellos incluso trabajaban en los mercados de los pueblos o ciudades. ¿Cómo podían pertenecer a una mafia y al mismo tiempo trabajar como un ciudadano común?
- Bien. Quizá sea hora de jugar - El Alfa tomo sus cosas y salió de su oficina, dejándola bajo llave.
Bajó las gradas del edificio y aunque noto todas las miradas curiosidad puestas en él, lo ignoro. Sabía perfectamente la razón, pero es algo a lo que dejó de tomarle importancia hace muchos años.
La imponencia de Min era inigualable.
Su cabello azabache cómo la noche, largo y bien peinado hacía atrás. El porte del hombre demostraba presencia e intimidaba incluso a Alfas. Su vestimenta negra, limpio y claramente planchado, solo demostraba elegancia y llamaba la atención de muchos Omegas, tanto machos como hembras.
- Si no supiera que soy Alfa igual que tú. Hace tiempo hubiera caído por ti - Bromeó Kim cuando encontró a su amigo quien iba de salida.
- Ya lo creo, ¿Quién no caería? - Rm río nalsalmente y le entregó unos documentos a Min.
- Esto es todo lo que tengo por el momento - Dijo mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo - ¿Tú a dónde vas ahora?
- Tengo un compromiso, quédate en mi lugar mientras tanto. Revisaré esto y tú sigue investigando todo lo que puedas.
- Cómo digas - Le resto importancia el contrario. Era normal que Min le pidiera cualquier favor.
Cada quien tomo un rumbo diferente. Kim se fue a su oficina para seguir trabajando y Min salió del edificio.
Cuando iba saliendo choco accidentalmente con un Omega de cabellera azul. Quién rápidamente se disculpo y salió corriendo hacía adentro.
- Este maldito lugar está lleno de locos - Bufó fastidiado como ya era una costumbre en él.
Al salir del edificio vió a un hombre con su pulcro traje a un costado de un lujoso vehículo. Min saco un nuevo cigarrillo y vió con curiosidad e intensidad aquel hombre que no parecía inmutarse con su fuerte presencia.
- Señor Min - Hablo el hombre. El nombrado asintió y dió una calada a su cigarrillo - Por favor - Señaló el auto mientras abría la puerta de pasajero - El señor Kim espera por ustedes.
Min sonrió ladino y volteó a ver hacía otro lado. Luego regreso su mirada hacía aquel hombre de avanzada edad mientras esperaba pacientemente por él.
Sin decir una sola palabra. Agust entro al auto y luego el chófer. El Alfa no sé sorprendió cuando un vidrio comenzó a subir, dividiendo en lado de conductor con el de pasajero. El auto se puso en marcha y con ello un humo comenzó a salir de todos lados.
Agust simplemente suspiro, apagó su cigarrillo y cerro sus ojos.
Cuando los volvió abrir, se encontraba sentado en un cómodo y lujoso sofá. Su cabeza dolía un poco, se quejó ante el malestar e intento recomponerse rápidamente.
Al lograr ver correctamente. Lo primero que sus ojos gatunos visualizaron, fue una caja de cigarrillos nueva sobre una mesita, un cenicero al lado y un encendedor de oro que llamo mucho su atención, pues siempre quiso uno de esos estando en Estados Unidos y no pudo comprarlo.
- Es todo tuyo - Escucho una voz muy interesante.
Elevó su vista lentamente y pudo visualizar a un hombre al final de las gradas. Uno, que a simple vista se veía muy atractivo, con un porte delicado, pero imponente, una belleza inigualable y delicado, pero atractivo y que gritaba elegancia a los cuatro vientos.
El hombre tenía una copa de vino entre su mano mientras la balanceaba con elegancia. Comenzó a dar cortos y finos pasos, hasta estar aún más cerca de Min, quién no decía nada, solo obsevaba y calculaba fríamente su entorno.
- Tú debes ser el famoso Kim, ¿No es así? - Hablo Min después de largos minutos y sintiendo su garganta carrasposa, sin tomarle mucha importancia realmente.
- Es un gusto poder conocerlo por fin detective Min. No sabe cuánto he ansiado este momento - Kim tomo asiento frente al Alfa en un fino sofá de terciopelo rojo.
Hasta ese momento Agust pudo presenciar mejor la inigualable belleza de aquel atractivo hombre. ¿Cómo podía ser líder de una mafia con aquel porte y delicadeza? Le parecía realmente absurda la idea.
- Permítame presentarme.
- Adelante - Dijo Min. Quién tomó un cigarrillo y el encendedor. Se acomodo en el sofá y cruzo sus piernas esperando pacientemente mientras inciaba con la primera calada a su cigarrillo.
El contrario le sirvió una copa de vino al detective, quien simplemente obsevaba todo detenidamente sin mucho que argumentar.
- Mi nombre es Kim Seokjin, más conocido como el líder Kim - Se presentó - Como sabrá perfectamente, soy líder de una mafia llamada Dragones y después de una larga espera tengo la dicha de poder conocerlo... Sin confundirlo.
Aquellas últimas palabras le parecieron particularmente extrañas al Alfa. ¿Por qué tendría que confundirlo? Aún así, guardo silencio y siguió escuchando al contrario. Min observo detenidamente cada uno de los movimientos y palabras de Kim, pues siendo detective, jamás debe confiarse de nadie.
- ¿Me dirás cuál es tu grandioso plan de traerme a este lugar?, Sobre todo, ¿Qué necesidad había que me drogaras para llegar hasta aquí.
Jin sonrió ladino y tomo un sorbo a su copa de vino. Luego chasqueo sus dedos y el hombre mayor que anteriormente lo vió como un chófer apareció de un pasillo. El hombre mayor le entregó un sobre y Min lo reconoció rápidamente.
- Esto - Kim lo lanzó al centro de la mesa y Min simplemente lo ignoro - Se todo de cada uno de la mafia serpientes.
Min achico sus ojos al notar la determinación con la que el contrario hablaba. No podía confiar, y sabía muy bien que este hombre traía algo entre manos, delatar a una mafia perteneciendo a otra, es lo que hace todo aquel que tiene sed de venganza.
- Si tanto sabes de ellos, ¿Por qué no los delataste antes? - Pregunto el Alfa.
- Por qué sabía que tú, tarde o temprano vendría hasta aquí y resolvería cada uno de estos misterios que posee la mafia serpientes.
- ¿Si?, ¿Y se puede saber por qué razón esperabas por mi? - Pregunto, calando un poco más de su cigarrillo y después tomando un sorbo de su copa de vino.
Delicioso. Pensó.
- Por qué solo tú, puedes acabar con el líder de la mafia serpientes - Sonrió ladino Kim.
- Eres el maldito líder de una mafia. La segunda más poderosa si no me equivoco, eres un beta de 28 años con un aura imponente y que por lo visto, puede lograr todo lo que quiere con solo chasquear sus dedos, dime. ¿Cuál es tu maldito plan para no querer acabar tu mismo y con tus propias manos con esa asquerosa mafia?
- Cuándo veas al líder de esa maldita mafia. Entenderás, por qué razón he estado esperando por este maldito momento, tantos años - Dijo lentamente el beta.
Agust se sintió atraído por aquel reto que se estaba presentando en su vida. Era un juego y el ama los juegos peligrosos, ¿Por qué no arriesgarse?
La vida le estaba poniendo todo en bandeja de plata. ¿Por qué negarse a tal diversión?
•Ficha Nam•
• Nombre: Kim Namjoon
• Sobre nombre: RM
• Edad: 27 años
• Rango: Alfa
• Aroma: Eucalipto y cidra
• Detective
•Ficha Jin•
• Nombre: Kim Seokjin
• Sobre nombre: Líder Kim
• Edad: 28 años
• Rango: Beta
• No tiene aroma
• Líder de la mafia dragones
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este primer capítulo?
Min Agust apareció y su leíste muy bien la descripción, irás entendiendo un poco. Si viste el booktrailer entonces sabes todo.
¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐