—Ella se negó a contarlo porque no quería... ella no quería arrastrarme en la culpa que cargaba —Kerim nunca quitó la vista de Bael—, intenté hasta el último momento que ella me acompañara con el Rey cuando iba junto a mi mate a confesarme. Sin embargo, ella se negó en todo momento, ella creía que debía ser castigada. Ella pensaba que estaba protegiéndome, no quería que ensuciara mi relato con su papel en todo esto.
Bael rompió el contacto visual. Era doloroso para él escuchar de Jessy y no quería que eso se viera reflejado en este momento donde podía sentir muchas miradas sobre él.
No pudo evitar cruzar miradas con Liam. Su primo fruncía el ceño y parecía confuso. Bael no tenía el valor para decirle nada.
—Hasta ahora, lo que puedo entender es que usted estuvo muy poco tiempo involucrado en esta situación, según sus palabras, aunque no tengamos ninguna seguridad de eso —el fiscal se paró recto mirando seriamente hacia Kerim—, sin embargo, en el poco tiempo que usted tuvo conocimiento del proceder de las personas más cercanas a usted. Se cometieron muchos actos atroces como el incendio a un orfanato de hombres lobo, una masacre a una villa de cazadores y el terrible suceso en la manada japonesa. Usted mismo entregó material que comprueba no solo la maldad de este grupo, también comprueba toda su participación en estos actos.
Kerim asintió. Algunos murmullos se escucharon en el público.
—Si nos apegamos a su declaración, usted siguió la corriente a todos estos actos por miedo, aunque, nuevamente no tenemos ninguna prueba de esto —prosiguió el fiscal—, solo tengo una última pregunta para usted joven Kerim. En el poco tiempo que fue testigo de estos hechos y ayudó para que se lograran ¿nunca se sintió culpable? ¿nunca sintió remordimiento?
Kerim trago saliva.
—Claro que sí, no podía dormir —Kerim miró al fiscal—, yo... yo me sentía muy culpable...
—¿Y no cree que debería ser castigado por lo que ayudo hacer?
—Fiscal... —Oliver intervino—, si los acusados deben decidir si deben ser castigados o no ¿para qué estamos aquí?
—Solo es una pregunta superficial, su majestad —se explicó el fiscal—, no es más que un cierre de la ronda de preguntas.
—Yo creo que sí —intervino Kerim con algunas lágrimas en los ojos—, si... si hubiera actuado antes tal vez hubiera evitado muchas muertes, no lo sé y jamás lo averiguaré; sin embargo, creo que sí debería ser castigado, si es que ya no lo estoy siendo.
—Que el acusado vuelva a su asiento —Oliver revisó sus papeles—, ahora el futuro alfa de la manada griega, Bastian Moore será interrogado.
Bastian se levantó intentando mostrarse totalmente seguro de sí mismo, aunque por dentro le temblaba todo. Miró hacia su padre, que le dio un asentimiento. Al mirar a Kerim le dio ganas de llorar junto a su mate, que se limpiaba sus lágrimas disimuladamente. No obstante, no podía permitirse llorar en ese momento, necesitaba ser fuerte, necesitaba mostrar que era un futuro alfa.
Empezaron las presentaciones y se consoló en ver una mirada de cariño de parte de su tío Oliver. Después de todo, estaba haciendo esto porque se lo había prometido.
Su tío Alan gruñó algo, Bastian no sabía si sentirse alegre porque su tío Alan estaba gritando abiertamente que le parecía una reverenda estupidez que estén enjuiciándolo y que le parecía humillante. O sentirse presionado porque no se veía muy bien que un juez del tribunal mostrará la ventaja de Bastian tan notoriamente.
Cuando calmaron a Alan, se procedió con el interrogatorio.
—Joven Bastian... —el fiscal se paró en frente de él y a Bastian no le gusto su mirada.
Bastian no era un acusado aquí y ese hombre no era nada a lado de él. Así que la mirada de asco que le dirigió Bastian, le dejaba muy en claro que no estaba hablando con un niño asustado.
—Según la declaración del acusado, usted se enteró que era su mate en un ataque por parte del acusado en la residencia de la manada shirookami...
—¿Ataque? —Bastian bufo con altanería—, bueno, si se puede llamar ataque a que tu mate gruña y te diga que eres su mate como sucede normalmente a todos los hombres lobos del planeta, entonces sí señor fiscal, mi mate me atacó ferozmente lamiéndome la cara.
En el público se escucharon algunas risas, Bastian y el fiscal se miraron a los ojos.
No iba a dejar que la marioneta del alfa turco lo subestimara.
—Según las declaraciones de los guardias que estuvieron ese día al cuidado de que su mate no escapara...
—¿Los que estaban afuera de la casa y que no vieron nada? —lo interrumpió Bastian.
—Según los informes, su mate lo secuestró y se lo llevó en contra de su voluntad al bosque... —siguió el fiscal intentando no perder la paciencia.
—Mi amigo Natsuki intento separarnos, algo no recomendado por todo el mundo, jamás intentes interceder en un encuentro de mates. Entonces como cualquier hombre lobo transformado, que apenas acababa de conocer a su mate y que se sintió amenazado. Se transformo y me llevo cuál cachorro por el bosque. Cuando se calmó y su parte humana retomó el control, se disculpó mil veces, se puso a llorar desnudo en el suelo hasta que se durmió.
Otras risas se escucharon, Bastian no dejaría que el fiscal dejará a Kerim como un violento, cuando Kerim era por lejos, la persona menos violenta que conocía.
—Después de que fueran llevados nuevamente a la casa de la manada japonesa, usted dejó desde ese instante muy en claro que pensaba proteger a su mate y que quería la custodia legal de este.
—Si, no quería que mi mate siguiera siendo custodiado por otras personas, sé que usted es un simple...— Bastian actuó como si estuviera meditando—, plebeyo, un plebeyo del Reino, pero cómo sabrá, que el mate del futuro alfa de una de las manadas más importantes del mundo sea custodiado y retenido por el gobierno de este Reino, no es muy favorable para la política y las mediciones de poder. Además de que, como un futuro alfa, mi instinto protector salió a flote.
El fiscal retuvo un gruñido, dándose cuenta de que las preguntas ambiguas no servirían con Bastian, decidió ser más directo.
—¿Su mate no le confeso quien realmente era en el bosque un día antes de lo que usted contó?
—Por supuesto que no...
—¿Usted no le proporcionó la opción de huir junto a la joven Jessy esa misma noche?
—¡Claro que no!
—Cuando no vio otro medio para protegerlo, más que decir la verdad, ¿no lo mordió para salvarlo sabiendo que, si lo condenaban a muerte, traería consigo una posible guerra de manadas?
—¿Está usted demente? —Bastian miró enojado al fiscal—. ¿Cómo se atreve a decir tales cosas?
—Fiscal —Oliver habló en su tono de alfa—, está aquí para hacer preguntas, no para proporcionar un juicio, para eso estoy yo.
—Lo siento mucho su majestad —el fiscal hizo una reverencia mostrando el dominio de Oliver—. Solo estoy cerciorando que las sospechas de la fiscalía sean formuladas para poder tener en claro todo lo que pasó en esos días.
—El día que Kerim me llevó al bosque, se quedó desmayado por varias horas. El mismo príncipe Estefan lo encontró en ese estado y fue llevado ante el miembro del escuadrón Dylan para que sea sanado. No supe del encuentro de Kerim con Jessy de aquella noche. Probablemente se encontraron porque el lobo de Kerim estaba muy afectado por mi encuentro y salió a liberarse. Inmediatamente después de que Kerim me confesara todo, lo llevé ante el Rey, porque yo no tenía otra opción. La familia real no solo es para mí eso, son mi familia también, son mi sangre y lo que mi mate me había confesado ponía en peligro no solo mi vida, sino a toda mi familia.
—Si confiaba tanto en su familia ¿Por qué lo mordió?
—Los amo, pero no soy idiota —respondió Bastian con una sonrisa irónica—, por el amor a la diosa luna, todo el coliseo aquí presente sabe que mi tío Alan, al que quiero mucho, por cierto, tiene un carácter muy voluble, acaban de escucharlo demostrarlo antes de que me interrogaran. Sabía que a penas Kerim diera un paso en el palacio, mi tío lo mataría sin escucharlo.
—Si, es cierto —asintió Alan con una risa burlona en la cara—, de hecho, intente hacerlo. Si Bastian no lo hubiera mordido, sería parrillada.
El público estalló en risas y varios reprendieron a Alan.
—Yo no mordí a Kerim para eximirlo de algún juicio, lo mordí para que no lo mataran sin que le hagan uno —prosiguió Bastian—. Jure ante mi Rey que no usaría mi posición para evitar todo este proceso y lo he cumplido. Para mí no hay nada más importante que mi deber y mi familia.
—Eso es todo —Oliver asintió callando al fiscal que iba a volver a hablar—, el interrogatorio era para saber el papel de Bastian en el proceso del acusado, señor fiscal, no para que sea tratado como uno.
El fiscal volvió a asentir volviendo a su asiento.
Bastian bajó lentamente del estrado y miró hacia los jueces. En específico, a los ojos del alfa turco. Quería decirle sin palabras que sabía cuál era su maldito juego y que se apartara.
Luke miró al alfa turco también, gruñendo. Con la mirada de su hijo entendió de dónde había salido ese maldito fiscal.
Bastian no quiso ver a los ojos de Kerim esta vez. Se apresuró y volvió a sentarse para ser recibido por sus amigos con palabras de aliento. Natsuki le apretó la mano y hasta Auguste le deseo suerte.
En ese momento los alfas y miembros del consejo discutían. Pudo divisar a su padre maldiciendo por lo bajo, siendo sujetado por el alfa Hiro y mirando con odio al alfa turco.
—Ya que al parecer el tribunal en pleno parece meditar una decisión —empezó a decir Oliver—, se tomará un descanso nuevamente de media hora para tomar otorgar una sentencia.
Todos se levantaron para retirarse nuevamente a las tiendas a las afueras del coliseo. Bastian solo pudo ver a la espalda de Kerim siendo llevado nuevamente a las celdas.
Sus amigos hicieron una redondela a su alrededor, como si quisiera protegerlo de algo.
—¿Lo amas? —preguntó Murat.
Bastian lo miró confundido.
—No seas ridículo —Deniska se echaba aire con un abanico—, lo conoce hace menos de tres semanas y aun no se ha transformado para que sienta la conexión.
—No lo sé, todo ha sucedido muy rápido, pero creo que estoy enamorado de él —respondió Bastian algo aturdido, no se había detenido a pensarlo—, solo sé que lo quiero a salvo ¿pero es imposible no?
—Todo saldrá bien —Natsuki apretó su hombro—, cualquiera que escuchara ese juicio, así no esté de su lado, se daría cuenta que Kerim solo es una víctima de las circunstancias.
—Fue muy valiente de su parte contártelo todo —habló Isaac—, pudiste rechazarlo inmediatamente, pero de igual manera se arriesgó.
—Tus tíos no lo permitirán —asintió Joon—, ya viste a tu tío Alan, está de tu lado. Así como el Rey y todo el escuadrón real.
—Si él no hubiera hablado, no hubieran auxiliado al lobo blanco en el hospital —acotó Auguste—, muchas personas hubieran muerto y no hubieran tenido el tiempo crucial para llevar a la gente del Reino a los refugios, así que no creo que lo condenen a nada grabe.
—No sucederá eso —Murat miro a todos—, no si lo puedo detener.
Murat salió corriendo de la tienda.
—¿Y a ese que le pico? —se preguntó Deniska.
—¿Habrá ido a hablar con su padre? —se preguntó Joon—. El mismo dijo que estaba detrás de un complot ¿no?
—¿Podrá detenerlo? —Auguste se cruzó de brazos—, ese fiscal iba decidido a ir por la cabeza de Kerim, debía tener órdenes concretas.
—Podríamos crear una distracción —propuso Isaac—, entonces Bastian huye con Kerim.
—Aja —Joon puso los ojos en blanco—. ¿Cómo podrían huir de cuatro semidemonios?
—¿Y si le pedimos a esos semidemonios que ayuden a Bastian y Kerim? —se preguntó Deniska.
—Ay por amor a la diosa luna —Natsuki frunció el ceño—, no están ayudando, tontos.
—Gracias chicos —Bastian les sonrió con tristeza—, de verdad aprecio su apoyo.
Cuando el tiempo pasó y todos volvieron a sus lugares. Bastian sentía que iba a vomitar. Su padre volvió a su lugar con los demás miembros del tribunal. Su cara de molestia no le ayudó.
Kerim volvió a su asiento y Bastian tuvo que sujetarse completamente de Natsuki. Los nervios lo estaban consumiendo.
—El tribunal ha tomado una decisión —dijo el Rey Oliver después de que todos volvieran a sus respectivos lugares—. Después de una alargada discusión donde se analizó en conjunto de todo el tribunal, todos los documentos y el relato que hoy escuchamos el día de hoy, proceder a decir el veredicto.
Bastian se iba a desmayar.
—Yo, el Rey Alfa Oliver Moore, te declaro a ti Kerim Bernard, hijo de Leroy Bernard y perteneciente a la manada francesa "Clair de Lune", inocente de todos los cargos presentados. También quedas expulsado de la manada "Clair de Lune" y estás desde este mismo instante a potestad y bajo vigilancia continua por el alfa Luke Moore de la manada principal de Grecia "thánatos grígora", el cual ha jurado que tomará cualquier responsabilidad con cualquier acto que cometas.