Todo se alineó a su favor.
Todo iba a mejor últimamente, podía disfrutar más de las sensaciones y la temporada de las estaciones, las cosas sabían mejor y había mucha más luz, al menos, es una manera de describir como se siente Sergio.
Se despertó con los mensajes de su equipo diciéndoles que se iban a casa esa mañana, probablemente la mayoría con resaca y de mal humor, la idea lo hizo reír y estaba decidido a volver a dormir acomodándose nuevamente en su cama, porque habían sido días cansados de celebraciones y la fiesta nocturna fue buena para cerrar la victoria.
Al menos, ese era el plan, pero fue interrumpido cuando sintió un peso a su lado y mechones de cabello haciéndole picar su nariz, haciéndolo separarse de un tirón y sentarse en su cama como reflejo, confundido por la presencia compartiendo su cama.
Detuvo su atención en la cabellera en sus almohadas y en lugar de relajarse solo hizo a su corazón latir como si corriese un maratón, su Lukita estaba dormido a su lado y la imagen era como ver a un ángel en vivo, aun así se encargó de revisar que ambos estuvieran vestidos porque lo primero que cruzó por su mente al estar en la misma cama es que habían tenido relaciones estando borrachos, agradecía que no fuese así y solo hubiesen dormido juntos, porque la idea de haberse acostado con el otro estando en estado de inconsciencia le sabía mal, algo que ninguno de los dos merecía.
Se recostó de manera que pudiese quedar frente a la cara tranquila del croata, acomodando sus cabellos de algodón grisáceos con cariño detrás de su oreja, apoyado en su brazo para admirar la belleza frente a sus ojos y acariciando sus mejillas con el roce de sus dedos como la porcelana más fina que tuviese en manos.
No pudo evitarlo y dejó sus labios caer sobre la porcelana de sus mejillas, besar el rosa de la resaca en ellos con tanta dedicación, tratando de que su muestra de amor sea perfecta y su fantasma quede marcado por cada uno de ellos, que cada vez que lo vea recuerde los besos que una vez dejó en sus mofletes y su corazón se desborde de cariño por saberlo.
Deposita un beso en la nariz imperfecta pero hermosa de Luka, con el mismo cariño y suavidad por el miedo de romperlo, porque para Sergio era como tener la piedra más hermosa en sus manos y no quería perderla nunca.
El rubio se despierta a causa de sus mimos y se siente mal por haber roto su sueño tan tranquilo, pero sabe que al menos despertó sabiendo que es amado y eso le llena el corazón.
Luka se sienta en la cama y parece pensar lo mismo que él al estar juntos, revisa sus vestimentas y parece calmarse cuando comienza a frotar sus ojos para aclarar su visión, Sergio solo lo observa porque es la mejor vista que pudo tener esa mañana y sus ojos quedaron cautivados por la cara recién despierta.
- "Te ves tan bonito cuando acabas de despertar" - dijo sin morderse la lengua, porque era lo que pensaba y no le avergonzaba hacerlo, estar juntos era mágico y Sergio cree que podría acostumbrarse a las mañanas así.
En cuanto la mano croata cayó nuevamente sobre las sábanas Sergio la tomó entre sus dedos y la acarició con su pulgar, observándolo apretar sus ojos con el puño de su mano libre.
- "Mi cabeza me está matando"- escuchó la voz rasposa matutina de Luka, siempre endulzada por ese acento al que se había acostumbrado. Se llevó la mano contraria hacia sus labios, depositando un beso en ella y le dio vuelta para darle un beso en en la unión de su muñeca y su antebrazo, obteniendo un silencio como respuesta.
- "Dame un segundo voy a por unas pastillas y algo de agua"- dejó la mano entre las sábanas y se apoyó en sus brazos para sentarse en la orilla de la cama, apoyando sus pies descalzos sobre el piso helado buscando sus pantuflas con la mirada y encontrándolas tan rápido como se lanzó a ver.
Sintió el peso de la cama aligerarse y unos pies arrastrarse por el piso hasta tenerlos frente a los suyos, levantó su mirada para ver a sus dueño y fue recibido con un beso en los labios, corto pero perfecto, haciéndolo sentir como si algo hiciera cortocircuito en su cerebro, bajo la mirada suave del rostro recién despertado de Luka.
- "Buenas días"- escuchó salir de los labios rosas levemente hinchados por acabar de despertar, haciendo su corazón brincar en su pecho y el ambiente entrar en calor.
Le dio una sonrisa que arrugó su rostro y cerró sus ojos, mostrando lo feliz que lo hizo sentir algo tan leve y bello, y con sus rostros matutinos llenos de adoración por el otro se levantó de un salto y le devolvió el beso a su pareja tomándolo por su cintura, cálido como el verano a punto de empezar y como sus corazones.
- "Buenos días"- dijo sonriendo en el beso con total ternura, eran un total cliché pero lo amaba y cambió la dirección de sus labios hacia la cabeza del mayor, depositando todo su afecto en su cabello para separarse y salir de la habitación bajo la mirada sonrojada de un Luka sentándose en la cama y sonriendo como él lo hacía, sin saber lo bien que esas sonrisas los hacían sentir.
Se tuvo que detener un segundo para colocar su mano en su pecho y agarrar su ropa con la sonrisa más amplia que su rostro le permitía mostrar, con corazones dibujados en sus ojos y el ambiente a su alrededor tornándose de rosa, no creía merecer algo tan bello pero se prometió aferrarse a ello, porque su amor lo hacía sentir débil bajo la mirada del cielo.
Bajó las escaleras escuchando el rechinar de la madera bajo sus pies y golpeó con las manos el pasamanos con total alegría, haciendo sonar un golpeteo con un ritmo desordenado. La sonrisa se le borró sacando la euforia como un puñetazo en el estomago, cuando entró a su cocina y se encontró a Marcelo y Cristiano en ella, haciendo quién sabe qué.
- "¿Qué hacen aquí?"- dijo seco sonando irritado.
- "¡Buenos días, capi!"- "Buenos días para ti también Sergio"- los escuchó decir al mismo tiempo, Marcelo sonando más feliz que Cris.
- "Pensé que ya se habrían ido"- soltó sin pelos en la lengua porque realmente esperaba que no quedase nadie, tomó un vaso de vidrio de su alacena y lo llenó de agua mientras tanto.
- "Lo hicimos, pero Marcelo quería volver y no tengo mucho más que hacer"- vió a Cris hablar mientras metía cosas a su licuadora, no le dió importancia.
Tomó un trago de agua antes de comenzar a buscar medicina que ayude con el dolor de cabeza- "¿No estás cansado? Han sido días muy activos" - se dirigió a Marcelo.
- "Vamos a relajarnos juntos"- y escuchó un resoplido burlesco a su lado que lo hizo girar a ver al portugués con la mirada en blanco.
- "¿Queda alguien más además de ustedes?"-.
- "No lo creo, no"- llenó nuevamente el vaso de agua y saco dos píldoras más en su mano para llevárselas a Luka.
- "¿Para qué necesitas más?- vió a Cris preguntar mientras observaba su mano, se encogió de hombros como respuesta porque no sabía explicarlo.
- "¡Buenos días, Lukita!"- escuchó el grito de Marcelo y llevó su atención hacia donde provenía el sonido, encontrándose con su novio siendo abrazado por el brasileño con la mirada totalmente confundida sobre él.
Iba a ser un largo día.
...
No se había despegado a Cris o Marce aun cuando Luka se había ido para tomar una ducha y él fue a su cuarto para hacer lo mismo. Incluso salió una hora con Zafiro para caminar y lo único que obtuvo al volver fue a sus amigos en su salón.
No entendía como dos futbolistas de un club tan famoso recién ganador de la Liga no tenían nada que hacer ese día, él tampoco tenía mucho para hacer, pero al menos el 7 era más aclamado para la publicidad que él.
Estaba viéndolos a ambos en su salón cuando el timbre sonó y arrastró los pies en dirección a la puerta encontrándose a Luka detrás de ella vestido de otra manera y oliendo a champú de coco y perfume. La dopamina se volvió a activar en su cerebro y se apoyó en el marcó para admirarlo con una sonrisa algo tonta.
- "Te ves muy... bien"- sonaba extasiado bajo un hechizo.
- "Siempre se viste así"- "Lukita siempre se ve bien" - el romance escapó de su cuerpo y lo dejó girando hacia los dos entrometidos detrás de él con la expresión más amarga que podía hacer su rostro amistoso.
Su día se basó en eso, al menos la mayor parte, intentó ignorarlo integrando a los cuatro viendo algún partido o algo interesante en la televisión, y funcionó, pero no podía ser cercano a Luka por el atento ojo de su amigo goleador.
Entonces nació la idea de comer un helado porque esperaba poder ir solo con el croata y tener un momento juntos, no esperaba terminar comprando helado para todos en realidad.
Y comerse su helado se sintió amargo mientras conducía al coche, tenía a Luka a su lado y a sus dos amigos estrellas en la parte de atrás, cuando llegaron a casa ya todos habían terminados menos el croata que no había ni comido la mitad.
Fueron recibidos por Zafiro que esperó pacientemente su llegada y la saludó con cariño mientras el 7 y el 12 pasaban por su lado para entrar. Se fijó en su pareja detrás de él viéndolo todavía lamer su sorbete con una paciencia que lo estaba inquietando.
- "Comes muy lento"- dijo un hecho bastante notorio y se paró a su lado.
- "Perdón por disfrutar de mi comida, no como tú que solo la absorbes"- hace una mueca de indignación fingiendo que se sintió ofendido por lo que dijo y disfrutó del momento.
- "Se te va a derretir"- se acercó jugando - "déjame ayudarte"- y se acercó aun más con intenciones de robar del helado del contrario.
- "¡No! ¡Sergio!"- exclamó el croata intentando alejarse pero presionó su mano en su espalda baja para mantenerlo firme en su lugar y le robó un buen mordisco llevándose parte del cono con él. - "Eso fue asqueroso, ¡te ensuciaste todo!"- se quedó enfrente de él riéndose por su reacción sintiendo sus orejas acalorarse y olvidando todo a su alrededor.
- "Solo te ayudo a terminar"- se excuso entre risas y se lamió los labios viendo a Luka tomar diferentes tonos de rosa.
- Déjame, solo-"- sus ojos brillaron mientras lo veía llevar su mano fría hacia su mentón, deslizando su pulgar con suavidad por su barbilla limpiando todo rastro del delito.
Se quedaron así por unos segundos, solo viéndose con la mano de Luka ahuecando el rostro de Sergio, entonces todo se volvió a tornar con corazones y Zafiro de sentó entre ellos viéndolos amarse. Se cuestionó si a alguno de los dos les importaba si Ronaldo se enterase de ellos, parecía que no pero realmente no le sorprendería que ya lo supiera.
El ambiente flotó a su alrededor y solo acercó más su cabeza a la mano fría del mediocampista sonriendo con ternura y recibiendo el mismo cariño de su parte.
- "Dejen de ser tan pegajosos frente nuestro"- dijo Cristiano arruinando todo el momento y haciéndolos separarse de un salto con las caras avergonzadas pintándose de calor, escuchó a Marcelo reírse detrás y soltó un resoplido frunciendo el ceño con amargura.
Aún así apreciaba a sus amigos.
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¡Hola! ¿Ya dije que Lukamos mis papás? Porque Lukamos mis papás. Marce y Cris mis tíos, son lo mejor.
Por otro lado, publiqué una nueva historia lukamos pero en un universo escolar, creo que va a ser más angst que lo poco que tiene Perfecto; pueden encontrarla en mi perfil, pero lean las aclaraciones del principio :)
Pobre Vini por cierto, no entiendo porque tanto odio hacia él.
Como siempre, gracias por los comentarios, votos y vistas, nos vemos hasta la próxima actualización :]