¿Qué se hace a los 21? [En Pr...

By AlvaZaar

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La vida requiere de sacrificios y Selisha lo sabe. Es difícil para ella recordar el momento en que cambió sus... More

ANTES DE LEER
Prologo
Besos Artificiales
Feliz Extraño 2023
Dejandome llevar al fin del mundo
Ex-perimentos Bio-logicos
El sueño de una pesadilla
Sal de ahi que te atrapan
Grandes batallas y mejores soldados
Planes y posibles secuestros.
Encuentra, Acecha y Captura
El sol a veces no regresa
Administrando el Entretenimiento
Propuestas y decisiones.
Ahi estabas
Una Banda en un Sombrero
Problemas Musicales
Arnold, deja de sonreir
Frío de confianza
Mentira Sobre Mentira
Confesiones

La Oreja de Van Goh

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By AlvaZaar

¿Por qué el tiempo pasa tan rápido este año?

Me cuestiono viendo lo que tengo adelante insegura.

Las puertas se ven más viejas que la otra vez y es porque esta ocasión es diferente, no es de noche y estamos a algunos pocos metros por lo que podemos ver a más detalle el paso de los años.

Mis amigas afirman que aquel portón es digno de llamarse patrimonio histórico de la ciudad por la antigüedad que muestra y yo solo sonrío.

Desde afuera, aquella casa - si puedo llamarla así- se percibe antigua. Lleva una mano de pintura encima que le trata de disimular diez años menos, como el maquillaje en las señoras que no aceptan haber envejecido.

Unos ventanales amplios a los costados adornan la pared con unos marcos hechos a mano. Quisiera decir que hay más pero ahí acaba todo, así de simple.

No parece un lugar donde Van Goh traería sus retratos.

Se ve demasiado pequeño desde afuera al punto que no pareciera que podrían exponerse cuadros en cantidad.

- ¿Estas segura que es aquí? - pregunta Desi observando aquella edificación preocupada.

No sabré si me han engañado hasta que abran.

- Eso me dijo - respondo no tan alto, algo de duda me a entrado.

Que me haya engañado es un posibilidad, a fin de cuentas es un desconocido. Pero porqué motivo me hace venir ¿Ahora si me quiere secuestrar? ¿Se enteró del valor de mi cerebro?.

- Este lugar parece abandonado - comenta Maggie viendo más de cerca la fachada - miren - dice señalando la ventana más arriba a nuestra estatura. - veamos si hay algo dentro - se acerca 

- ¿Por qué mejor no tocamos? - doy de idea lo más educado y menos invasivo.

¿Por qué siempre optan por lo ilegal cuando se puede hacer de manera legal? Que suben techos, que se meten por la venta o como en este momento, que quieren espiar.

- Y pasar vergüenza?, no - Maggie se niega, era atrevida.

Denise me dedica una mirada para que dejara a Maggie ser y asiento. Me acerco a ella y me empino tratando de ver por la ventana pero es imposible, es muy alta.

Totalmente sin sentido que aquellas ventanas no permitan ver al otro lado. ¿Cuál es su propósito?

- Desi alzame - pide la aun entusiasmada chica por curiosear dentro.

Es más baja que yo, se había empinado unas cuantas veces y, como esperaba, no ha logrado ver ni el borde de la ventana.

- ¿Quieres que te alcé frente a toda esta gente? - Maggie asintió en respuesta - Definitivamente no.

A pesar de sonar algo dura, Mags y yo sabíamos que esa era su forma de decir "Lo siento, no la haré". Por lo que Maggie solo hace un puchero para buscar a su siguiente víctima, yo.

- Tú Shasha, ven ayúdame - ordena la chica, yo niego rotundamente moviendo la cabeza - Mira que tu nos trajiste a este lugar - advierte señalandome - vine de buena manera, dispuesta a treparme a una ventana para saber si no te estan estafando y ¿así ne pagas? - habla decepcionada.

La veo unos segundos para nada de acuerdo. Su rostro entre triste y decepcionado me hacen perder mi posición. Asiento, no puedo resistirme a las palabras tan bien usadas me Mags.

Tengo que preguntarle como hace que la gente la obedezca, excepto Desi que ya desarrollo anticuerpos.

Me dispongo a alzarla, hago fuerza con mis piernas y brazos para levantarla. En eso que la tengo en el aire, las puertas de la vieja casona se abren. Suelto a Maggie de golpe para no ser atrapada en  lo que estabamos a punto de hacer y la chica cae. Oh no. Mag me matará ni bien reaccione.

Las tres nos quedamos viendo en silencio como el chico saca un pequeño letrero y una mesa donde se veían folletos y otras cosas. Cuando parece que el muchacho se a instalado, unas personas comienzan a acercarse.

Veo a Desi hacerme una señal para ir hacia la entrada.

- Me las pagas - habla Maggie adelantándose a donde está Desi.

Camino al lugar y observo el cartel con el letrero que han sacado. Trato de no sonreír mucho, pero me alegra no haber sido estafada por el desconocido.

Si es una exposición de arte fotográfica.

Al llegar nuestro turno, nos acercamos al chico tras la mesa por entradas.

- Buenos dias ¿Puede darme tres entradas? - pregunto amablemente.

- Si, claro - dijo el joven dispuesto a atenderme con una sonrisa - serían quince dólares - informa.

- Quince! - exclama Maggie - ¿Acaso tienen la Oreja de Van Goh en exposición? - murmura lo suficientemente alto para que escucharan.

El chico la observa con un rostro incómodo pero no dice nada. Trato de tomar a la muchacha por el brazo, pero me evita.

- No Selisha, se supone que era accesible - se queja - El chico te...

No logra acabar, Denise la toma del brazo para alejarla y decirle algo para que no se queje de esa manera. Cuando el momento se tranquiliza, le habló al chico.

- Lo siento - susurro - ¿Por persona verdad? - hablo sacando el dinero

- No - interrumpe el joven - las tres entradas - aclara sin evitar mirar de reojo a Maggie.

El rostro de la chica cambia ni bien lo oye, había estado haciendo un drama de más. Por ello es necesario una comunicación asertiva queridos lectores. Sean cautelosos como yo y directas como Denise. Pero nunca atrevidas como Maggie.

Desi palmea suavemente por la espalda a la chica a que había quedado congelada indicándole que había hecho mal. Y Maggie solo atina a tragar saliva y morder su venenosa lengua.

Al recibir el dinero, el joven rodea la muñeca de cada una con lo que se suponía era la pulsera de entrada. Cuando estamos dentro, el lugar se observa mucho más amplio de lo que percibimos con solo ver la fachada. Al centro del lugar hay una zona descubierta donde la luz ingresa. Esa zona esta rodeada por un pasadizo con puertas que dan a distintas salas donde hay fotografías.

- Por aquí - escucho a un hombre alto vestido con un traje negro hablarnos.

Nos indica el camino a la derecha que llevaba a una de las puertas. Agradecemos y nos adentramos al primer cuarto adornado con fotografías en las paredes. Esas aunque no parecían guardar relación, tenían la misma vibra. Eran a color y mostraban naturaleza de diferentes formas y en diferentes momentos. Flora y fauna de distintos lugares, de zonas que no pareciese que en realidad existieran.

Los fotógrafos tiene la capacidad de detener el tiempo en una imagen.

Veo a Selisha ver las fotos sin saber a cual acercarse primero y me rio levemente. Vuando busco a Desi la encuentro congelada frente a una de las fotografías a la que ella se acercó por curiosidad. Me acerco a su lado y me permito detallar lo que ve. La foto no capta nada más que árboles en temporada de invierno, secos y sin hojas, pero lo que te mantiene viéndola era la perspectiva. Una vista desde abajo, siendo testigo de como los arboles quieren llegar al cielo, al sol. Ese momento en el que terminas siendo testigo de lo inmensamente imponentes que se vuelven.

- Es... agobiante - opina Desi sacándome de mis pensamientos. -Pareciera que los árboles me fueran a caer encima en cualquier momento - completa.

No le respondo; no comparto su opinión. Aquella imagen se siente distinta en mi perspectiva, como querer ver la cima, tenerla ahi y nunca lograrlo, frustración.

Dejo a Denise y sigo paseando por otra habitación, las tres no habíamos separado al ver que no mostramos el mismo interés por las mismas fotos. Pero cada cierto rato nos topabamos caminando o viendo alguna imagen.

Otro de las habitaciones que me impacta, es la de fotos sumamente inentendibles. Sabía que existía algo llamado arte abstracto pero no pensé que también existía en la fotografía. Las fotos que vemos en aquella habitación son indescifrables, no parecen portar un sentido perceptible a primera vista, sino que tenías que acercarte y leer la breve descripción para entender la idea.

A la mitad del recorrido nos encontramos con una simulación de un cuarto oscuro. Han adaptado el lugar similar a esas habitaciones donde revelaban fotografías. Las ventanas cerradas, las puertas abiertas pero separadas por tela negra y las paredes llenas de fotografías. En medio una mesa llena de fotos sin revelar, unas fuentes llenas de líquidos y dentro de una esta una foto. Del techo cuelgan otras imágenes y algunas parecen encontrarse a medio revelar. Es totalmente asombrosa aquella adaptación.

Me quedo viendo aquel cuarto pensando en como había llegado acá. Es sorprendente que un pequeño cambio me estuviera conduciendo a esta dirección, a las fotografías.

Salgo de aquel cuarto y el recuerdo de mi fotografía aparece. No la he visto en ningún lado. Quizas no este - pierdo la esperanza -  al menos, espero que una de las obras de aquel chico haya sido escogida. Puede que sea mejor que no salga la mía, mi foto no debería ver la luz.

Al entrar en la penúltima habitación encontramos fotos en blanco y negro. Eso no parece alentador, por el contrario reduce mis posibilidades. Es casi imposible encontrar aquella foto que se percibía hermosa a color en aquellos últimos cuartos donde todo va a escala de grises.

Camino sin observar mucho de las obras, el blanco y negro no era impactante como las fotos a colores, era tétrico.

- Mira Selisha - llama Maggie mi atención

No le hago caso, solo me paseo sin mirar un lugar en concreto.

- Hasta el Ocaso - la escucho murmurar

Sus palabras causan cierto cambio en mi, como si conociera su significado. Volteo a donde está y sin creer lo que veo, voy hacia la foto que mis ojos ven. Me acerco y no puedo evitar ponerme ansiosa al detallar la fotografía con detenimiento. Y sí, ahí estoy. Soy yo.

El impacto es indescriptible, la imagen es sumamente nada de lo que esperé. Pensaba que la fotografía no podía ser más perfecta hasta hace minutos, pero ahora que la veo en grises, me doy cuenta de lo equivocada que estaba. Esa foto no mecesita colores para lo que quiere mostras o reflejar. La tonalidad es perfecta, siente como si el supiera exactamente que hacer pensando en mi, como si hubiera conectado con él.

Detallo más y mas en la imagen como no lo hice al ver su cámara. La fotografía me muestra de espaldas con la capucha puesta, nadie sabría que soy yo, solo ambos. Mi miraba parece ir a aquella pista, frente a mi los autos pasan e infieres que van a gran velocidad por el humo que acentúa un movimiento no presente en la foto. Tras ellos se ven los edificios adornando el fondo y apoderándose de todo lo que continua a la pista junto a un grisáceo cielo.

- Es atemorizante - digo al verla en un susurró que no buscaba escucharse.

Maggie si lo hace y observa la foto ladeandola cabeza. No parece de acuerdo pero no le pregunto, aun no quiero saber lo que piensa de mi foto.

La imagen mía ahí en cuclillas me da cierto temor. La idea de estar ahí, sintiendo la necesidad cruzar aquella avenida pero sin estar segura de que sea lo que realmente quiero...  ir a ese otro lado del mundo gris...

Desi aparece.

- Interesante - dice dando una vista y prestando atención a la descripción.

Hago lo mismo por curiosidad, la pregunta es si esto es lo que él habia pensado al ver esta imagen o al tomarla.

Leo la pequeña descripción.

"Puedes ir y regresar, puedes fallar y reintentar. Siempre hay un puente"

Aquella frase termina afectandome, no de forma hiriente, emocionante o romántica. Se cuela en mi ser de la forma más preocupante y sincera que nunca. Esa foto me muestra como soy sin duda alguna, soy yo, no la chica de altas calificaciones con escaso tiempo para convivencia social y demasiado artículos científicos y libros que leer. Soy yo, la chica que vive por su futuro y el de su familia, que odia decepcionar a sus padres. La foto cobra cada vez más vida ante mis ojos.

Una profunda presión en el pecho que nunca antes había sentido aparece. En cierto punto, mis amigas notan que observo aquel cuadro con más atención y más tiempo de lo debido o quizás notaron aquel detalle en mi mirada, conexión.

Cuando acaban el recorrido, regresan por mi.

- Selisha, ¿te gusto este? - pregunta una cautelosa pero curiosa Maggie - no parece tu estilo.

-  Chicas ya es tiempo de irnos - se acerca Desi.

- Soy yo - murmuro esperando me escuchen, era doloroso admitirlo.

Desi que estaba viendo su celular se detuvo y levantó la mirada con cautela. Maggie fue menos delicada y me plantó los ojos de impresión

- Tu que?

Las miro a ambas y luego vuelvo a verel cuadro. Asiento pero no vuelvo a dirigir mi mirada a ella sino que la paseo por el resto del salón.

- Quedó hermoso - comenta - esperaba a que valiera la pena - Seguí hablando para no enfocarme en la esencia de la foto.

Ellas parecían no creérselo.

- Como rayos llegaste a esta foto? - pregunta Desi sin lograr entender- no consigo crear una historia aceptable.

Rio brevemente ante su incredulidad y ahora si me dirijo a ellas.

- Fue muy de imprevisto - aclaro - pasaba por ahí y me encontré con un chico que parecía un loco pervertido amante de las fotos. Pero solo era un estudiante de fotografía - les cuento

- Oh, el que te invito a esta exposición - se limita a decir Maggie.

Asiento y observo nuevamente la descripción y el titulo. ¿Por qué nunca antes había visto ese puente?

- ¿Él no está aquí? - pregunta Denise.

- No lo sé- murmuro.

Puede que me haya cegado a mi misma. Puede que siempre haya tenido un puente el cual cruzar.

- La foto es muy buena - repite Maggie.

No, el es muy bueno en lo que hace.

- Lo se, da miedo - les digo a ambas.

Da miedo que haya excavado tanto en mis sin conocerlo.

Camino a la salida con ambas chicas aun pensando en aquella fotografía. Hablan de otras cosas hasta que las bancas de la plaza central. Yo sigo pensando, demasiado en realidad. Nunca antes me habia puesto a analizarme.

Me despido de ambas luego de un rato y me quedo unos minutos más.

Respiro antes de ir a tomar un carro para que me lleve a casa, no quiero caminar. Cuando tengo el auto ante mi con la mirada del conductor en espera, cambio drasticamente.

- Lleveme al puente - digo seguro y me adentro en el auto.

Cuando estoy sentada, el carro no se mueve sino que sigue esperando.

- ¿A que puente señorita? - dice expectante y listo para avanzar.

Oh demonios, no lo sé.

Bajo disculpandome con el chofer, el se va molesto por hacerle perder tiempo y dinero.

Sin otra alternativa emprendo el camino al puente a pie. ¿y si me pierdo? ¿Y si no llego? ¿si me secuestran? Esas preguntas van desapareciendo cuando recuerdo la fotografía. Es de día, tengo ventaja.

Me apresuro a seguir aquella ruta que me había llevado a perderme una tarde de sábado. Sigo mi instinto y me adentro entre calles que a esta hora de la mañana se perciben tranquilas. Diviso la misma avenida de la foto y el recuerdo de ese día se aviva en mi mente. Camino y observo, en el mismo espacio y en la misma posición que había adoptado, todo lo que me rodea.

La imagen del chico sobre el puente observando el ocaso aparece entre mus recuerdos.

Estará ahí... esperando?

Es muy improbable encontrarlo esa mañana, pero la curiosidad me gana.

Camino la ruta hacie el puente y cuando estoy algo cerca para ver sobre este, pero lejos para subir, diviso una persona arriba. No me emociono, aun no puedo asegurar que ese sea él. 

Me acerco y subo los escalones en silencio y sin expectativas. Aunque mi corazon esta expectante, trato de permaneces calmada. No hay tantas coincidencias en la vida...

Al llegar arriba, me acerco y poco a poco detallando más en la persona que esta en aquel puente, sobre aquella pista, viendo aquella belleza de presente apoyado sobre el barandal con un estuche de camara colgado.

Si, es...

Es demasiado para asimilar encontrarlo en ese lugar al que iba con cero expectación.

Las palabras, preguntas, comentarios, gritos se empiezan a acumular en mi mente. Tengo demasiadas cosas que averiguar, demasiado que cuestionarle, mucho que saber y un montón de cosas que quiero escuchar. Comprobar si aquella sensación al ver su obra es algo personal, propio, o algo que el quiso reflejar.

Hay muchas cosas, pero ninguna logra concretizarse al punto de ser dicha. Sino que es reemplazada con algo más que una pregunta, es una afirmación.

- Ahí estabas - murmuro.

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