Kankey
Desde la tragedia en el salón de clases con el alucinógeno, han transcurrido varias horas y nos vimos obligados a abandonar la clase antes de que terminara. Afortunadamente, la mayoría de los estudiantes comenzaron a recuperarse después de haber inhalado la sustancia. Las clases se interrumpieron debido al incidente, por lo que a la mayoría de nosotros nos enviaron a casa después de que el enfermero Kim nos autorizara a salir.
Oh, los chicos de nuestro grupo en el aula fueron reprendidos por lo ocurrido, parecían ser los responsables. Se pudo intuir que ellos podrían causar este tipo de situaciones en clase. Se dice que terminaron suspendidos por una semana, mientras a nosotros nos trasladaban a un salón contiguo para ser evaluados. Varios de nosotros no habíamos sido atendidos por el enfermero Kim ni presentábamos síntomas.
Personalmente, traté de evitar ser examinado porque no quería que descubrieran el tipo de sangre extraordinaria que corre por mis venas, el cual aún no se ha descubierto en esta época. Por lo tanto, regresé media hora después de que los demás lo hicieran y fingí haber sido atendido para evitar problemas mayores.
En un momento posterior, cuando estaba descansando, tuve una experiencia impactante: vi la figura de una chica familiar en un rincón del salón. Mis ojos comenzaron a lagrimear de angustia al verla, y mi corazón latía fuertemente, sintiendo una desesperación intensa por acercarme a ella, aunque mi cuerpo parecía estar paralizado.
Logré visualizar su rostro lleno de emociones encontradas: alegría, dolor, culpa; era difícil de describir. Mis instintos me impulsaban a secar sus lágrimas, acariciarla, besarla, deseando haber hecho todo eso cuando tuve la oportunidad, con la esperanza de aliviar su sufrimiento.
Lo más triste fue darme cuenta de que ella ni siquiera estaba allí físicamente desde el principio.
En medio de la confusión, escuché las voces burlonas de mis compañeros. Shino, visiblemente alterado, les pidió que se callaran y lo dejaran en paz.
Kankey intervino y recordó lo que Hitomi había escrito en su diario días antes. Comprendió que Shino también estaba siendo acosado y decidió apoyarlo.
Al salir juntos, Kankey observó a los demás compañeros murmurando a sus espaldas sobre lo sucedido. Comprendió por qué Shino tenía dificultades para hacer amigos; sus compañeros solo sentían lástima, nada más.
Mientras llevaba a Shino al aula, este sufrió un ataque de pánico repentino. A pesar de los intentos de Kankey por ayudarlo, Shino estaba paralizado por el miedo, afectado por el humo inhalado durante el incidente.
Kankey se dio cuenta de que Shino no había sido revisado en la enfermería, a pesar de que todos deberíamos haberlo hecho. Decidió llevarlo personalmente, ya que no confiaba en nadie más para cuidar de su amigo en dificultades.
Era extraño, se suponía que todos nosotros ya habíamos pasado por la enfermería para revisión... - Se preguntaba Kankey si su amigo había ido a esa revisión y, por como se veía, no lo creía. Él tenía que llevarlo, no confiaba en los demás y, básicamente, no había nadie en quien confiara para ello.
"Shino, ¿me oyes? Necesito que te pongas de pie. Debes ir a la enfermería, ¿me escuchas?", le dijo Kankey a su amigo. Parecía que su amigo logró escucharlo de alguna forma. Esta era la segunda vez que tenía que lidiar con Shin; de alguna forma, no le molestaba, pero pesaba mucho. En ese momento, una voz femenina se acercó a él y le dijo: "Te ayudo a llevarlo". 👂
Kankey vio a su lado a Yamamura Yuki, una estudiante recién transferida. Ella se ofreció a ayudar a llevar a Shino, incluso después de haber tropezado en los corredores.
"Bueno, no veo por qué no, aunque me resulta algo extraño que quieras ayudarnos. Acabamos de conocernos y, siendo sincero, para mí la confianza es lo primero", dijo Kankey, con ciertas sospechas hacia la chica, aunque no le vendría mal un poco de ayuda. Shino le estaba costando mucho llevarlo.
"Entonces puedo... tengo miles de preguntas y supongo que tú las tienes también. Pero antes que nada, hagamos un trato", respondió astutamente Yuki.
"Bueno, está bien, pero si las preguntas son intensas, mi boca estará sellada", acordó Kankey.
"Trato", respondió ella con conformidad.
"Luego, a las 4:30 pm en el parque, ¿te parece bien? Tengo muchas preguntas a las que necesito respuestas", concluyó Yuki, y se colocó del otro lado para sostener a Shino, conduciéndolos directamente a la enfermería del instituto.
En la enfermería del instituto, Yuki respondió al enfermero al entrar: "El enfermero , creo que necesitamos su ayuda".
El doctor les indicó que acostaran a Shino y mencionó que las alucinaciones a veces podían ser muy profundas. Acto seguido, revisó la lista de estudiantes de su aula.
"¿Cómo se llama él?", preguntó el enfermero Kim dirigiéndose a ellos.
"Se llama Shin, Yamamoto Shin. ¿Está en su lista de atendidos? Me temo que no. Esto es lo que sucede con los estudiantes; a menudo no acuden a revisiones, aunque sea por su bien. En muchas circunstancias, sucede esto y ¿quién los va a prevenir? Aunque se les diga, terminan sin hacer caso al médico", comentó Kankey preocupado.
El enfermero Kim procedió a revisar a Shino: su pulso, sus ojos y demás, realizando un chequeo normal. Les advirtió que inhalar ciertas sustancias podía llevarlo a un estado de coma, problemas en la vista, entre otros efectos. Sin embargo, no parecía que Shino sufriera de tales problemas, salvo por su debilidad ante la medicación.
"También noto algunas quemaduras de primer grado en su piel, probablemente del accidente. Le colocaré un parche para prevenir infecciones. Su pulso está un poco débil. ¿Está tomando algún medicamento?", preguntó el enfermero Kim.
"Solo para alergias. Aunque en estos días, antes de conocerlo, no era así. Su madre me comentó que a menudo confundía los medicamentos, lo que podría explicar por qué no tolera la medicación", respondió Kankey.
"Está bien, entonces será mejor llevarlo a casa y mantenerlo en cama sin molestarlo. Esa es mi recomendación, según estas indicaciones, por último le haré un examen de sangre", concluyó el enfermero Kim.
Tomando nota de los datos, el enfermero esperó a que alguno de ellos le transmitiera el mensaje a la madre de Shino.
"Espero que con esto se recupere pronto y vuelva para una última revisión", les dijo el enfermero Kim detalladamente.
— Vez siempre ocurre algo estando cerca de nuestro amigo, tendrás que acostumbrarte. Que tal si lo aplasamos para otro día te parece mejor.
— Bien en cuanto todo, concluya nos veremos a esa misma hora hecho.
— Hecho — respondí con la misma emoción.
"Además, noto que en mi lista de atendidos, tú, Minamoto Kankey, no has asistido a la revisión", señaló el enfermero.
Lo cual me lleva a darme cuenta de que la fachada se ha complicado y lo siento más", admitió Yuki.
¿Por qué lo sientes más?", preguntó Kankey, algo desconcertado.
"Pues porque el doctor es mi papá", respondió Yuki, algo culpable por haber mentido, aunque entendía que era por la salud de los demás. En su caso, era un agradecimiento no deseado.
Gracias que bueno que aplaste todo a tiempo, un poco más y quien sabe qué más me esconderás a futuro.
"¡Ahora, ¿qué hago con esto?! El doctor me realizó un examen de rutina como los otros, eso no me molestaba, hasta que me hicieron el examen de sangre. El problema era ese, nadie podía enterarse de qué tipo de sangre tenía. Si ese fuera el caso, me tendrían como sujeto de prueba. Tengo que hacer algo para no levantar sospechas lo más rápido posible, tendré que contarle a alguien esto. Si sigo así, no podré guardar esto por mucho más tiempo, solo tengo que encontrar el momento adecuado. Y la única persona que sería muy incompetente para entenderme es la que ahora estaba inconsciente: Shino.
Al despertar Shino, del subconsciente:
- ¿Dónde... estoy...?
- ¿Qué me pasó...?
Se decía a sí mismo y miraba a su alrededor sin entender nada.
Después de decir eso, estaba a su lado en la camilla de la enfermería, esperando a que despertara, no podría llevarlo de vuelta a casa, no ahora al rato será.
"Ya despertaste, ¿te sientes bien?"
"Pero qué pregunta, supongo que no, jajajaja."
"Enfermero, ya despertó, me asustaste Shino."
Le dije con voz calmada ante su exaltación, llamé al enfermero y enseguida llegó donde nos encontrábamos.
— "Bien, ¿cómo te sientes, Shino? No respondías a nada", le contesté al enfermero.
— "Confuso, ¿qué me sucedió y el fuego? ¿Cómo salimos?" — "Cálmate, te lo iré diciendo en cuanto lleguemos a casa."
"Bueno, enfermero Kim, nos retiramos, gracias por la receta. Lo veremos de nuevo en unos días", respondí basado en una media verdad, pensaba regresar en la noche. Tenía que cambiar el tipo de sangre por cualquier otra corriente."
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