El suave corazón de Hyunjin no ha parado de sufrir la ausencia de su novio los últimos treinta días.
Desde la última vez que habían hablado por teléfono había transcurrido un mes completo, sin embargo, a pesar de que ambos parecían estar realmente afectados por la distancia, todo estaba mejorando considerablemente.
La comunicación entre los dos había mejorado muchísimo, Félix había pasado de escribir dos o tres veces al día, a contarle cada detalle de su día al rubio, pues por mucho que Hyunjin le había insistido antes en que conversar le haría bien, él no se había percatado de que tenía razón hasta que realmente lo había hecho.
Ahora, Hyunjin tenía que dedicarle unas cuantas horas del día a ponerle atención al chat de su novio, pues Félix había adquirido la costumbre de enviarle audios, pero no audios de cualquier tipo, ni dos o tres.
El menor se levantaba y lo primero que hacía era comenzar a grabar audios para su novio, lo saludaba con aquella voz profunda y adormilada, mientras le contaba si había tenido algún sueño o si se había levantado con dolor de espalda o algo parecido.
Posteriormente se llevaba el celular hacia el baño, y se lo llevaba de compañía a lavarse los dientes y la cara, le explicaba qué ropa iba a ponerse, y después se lo llevaba también a la cocina para preparar un café y desayunar.
Era así como terminaba con un mínimo de veinte audios de su novio, con un contenido no necesariamente relevante, pero que sin dudas terminaba formando temas de conversación después de un rato.
Félix decía que podría llamarlo, pero generalmente Hyunjin estaba en el trabajo, y cuando no, él estaba reunido con su familia y no le parecía adecuado permanecer en llamada con el rubio en esa situación.
De cualquier modo, Hyunjin agradecía que fuese notorio el hecho de que Félix se encontraba más tranquilo, verlo recuperar su aspecto hablador le causaba calma, y si por él fuese, escucharía sus quince audios de veinte minutos sin descanso tan solo para poder disfrutar de su voz, prefiriendo eso por sobre no saber nada de él.
Claro que, en todo el asunto de la mejoría que había estado teniendo el azabache, estaba infuyendo una persona en específico que ahora él consideraba alguien importante.
Félix tenía un mejor amigo, un joven igualmente australiano que vivía a solo unas horas de diferencia de su ciudad, el muchacho estaba próximo a recibirse como psicólogo y había tomado las riendas del aspecto emocional del más pequeño al comenzar a atenderlo para tratar de sacarlo de aquel bache emocional.
Él no conocía al tal Christopher, pero lo cierto es que estaba realmente agradecido con él por aparecer en el momento justo para sacar a su novio de la sombra de su tristeza.
—. ¡Jinnie! — Hyunjin se sobresalta y accidentalmente derrama sobre la encimera la cucharada de café instantáneo que pretendía poner en su taza, estaba preparándose el desayuno, y realmente estaba esperando que su novio lo recibiera con aquella carita adormilada y la voz suave por haberse recién despertado en el momento en el que decidió responder su inesperada videollamada.
Tras escuchar su voz animada, el rubio se asoma hacia la cámara completamente sorprendido, y esboza una sonrisita confundida mientras limpia el pequeño desastre que ha hecho en la encimera, probando una nueva oportunidad para prepararse su café.
—. Te tengo una buena noticia. — Habla el azabache, sonriendo con amplitud y comiendo un tazón de cereales.
El mayor lo mira con cierta duda y se acerca el celular mientras bebe el primer trago de su café de la mañana. — Debe ser muy buena, tienes la energía en el techo.
Félix se ríe.
—. Tienes que peinarte. — Y cuando su novio lo mira todavía más confundido que antes, explica. — Voy a presentarte a mi familia.
Es en ese instante cuando las mejillas de Hyunjin se colorean de un rubor bastante potente, los nervios se apoderan de él casi de inmediato, y después de soltar una risita y escuchar que Félix le insiste porque está hablando completamente en serio, se levanta de su lugar con torpeza y realmente se acomoda un poco el cabello y la ropa, sentandose un poco tenso en el sofá cuando el azabache le pide esperar.
Félix deja el celular en un punto fijo sobre su mesa, y cuando escucha las voces de varias personas él mueve un pie con algo de ansiedad, sin embargo, el adorable cachorro que había conocido un mes antes se asoma frente a la cámara y parece reconocerlo, pues comienza a saltar y ladrar mientras agita la colita.
El menor carga al perrito apenas regresa a su lugar frente a la cámara, y aunque se nota nervioso, las tres personas que se sientan a su alrededor se ven tal vez demasiado relajadas para lo que realmente está sucediendo.
Es temprano, y a Hyunjin le preocupa que quizás tenga cara de haberse levantado hace muy poco, pero la sonrisa que tiene su novio es tan deslumbrante que cualquiera de sus preocupaciones se mantiene en segundo plano.
—. Jinnie, ellos son mis padres. — Inicia el azabache, haciéndose a un lado en la cámara para darle espacio a los dos adultos en la sala.
La madre de Félix es ver la misma cara redonda y pecosa de su novio, con la tez un poco más oscura y un flequillo bastante jovial.
Su padre por otro lado es un hombre más grande de lo que él se había esperado, pero tiene esa mirada amplia y luminosa que le ha heredado al azabache.
Él sonríe nerviosamente y hace una pequeña reverencia, saludando con su mano un poco después y presentándose a sí mismo con un inglés muy básico y torpe.
Félix se encarga de hacer las labores de intérprete durante la pequeña conversación que tienen, primero le presenta a su hermana pequeña, quien es muy linda a pesar de parecerse más a su padre que a su madre, y lo ayuda un poco con la pronunciación correcta de sus nombres.
Lentamente va perdiendo tensión, y en cuestión de un rato, parecen conversar animadamente entre los cinco, en compañía del cachorro que más de una vez estuvo acercándose para olfatear la cámara al escuchar la voz del rubio.
—. Mamá dice que eres muy guapo. — Le dice Félix de repente, soltando una risita y ruborizándose. — Dice que tienes una cara linda y que pareces un buen muchacho, y que tienes un buen tamaño para protegerme.
Hyunjin se ríe y aunque se pone rojo, agradece educadamente, sintiendo esa calidez en su corazón que le hace sentir el orgullo de lucir como la persona que quiere ser para Félix.
Un instante después, el menor le pone atención a las palabras de su padre y vuelve a mirar hacia la cámara para transmitirlas hacia su novio. — Y papá dice que te agradece por quererme y cuidarme, que se siente feliz de que seas una persona correcta y que te confía la labor de sostenerme fuerte cada que ellos no puedan.
Una vez más, Hyunjin agradece y sonríe, manifestando su gratitud por el apoyo que recibe de parte de la familia del menor, asegurando que va a cuidarlo y protegerlo en todos los sentidos posibles mientras se asegura de llenarlo de amor.
En algún punto los ojos de Félix se llenan de pequeñas lágrimas, por lo que sus familiares acuden a abrazarlo inmediatamente y no es hasta que se calma que lo dejan tranquilo.
Los padres del menor anuncian que van a retirarse ya que prepararán el almuerzo juntos, pero la hermana pequeña de su novio sonríe y se hace espacio junto a él, más cerca de la cámara.
La dulce chica por suerte también tiene conocimiento de su idioma, de modo que Félix ya no debe traducir las conversaciones y se relaja un poco más.
Olivia, la hermanita de su novio, parece mucho más interesada en mantener una conversación con él, así que después de disculparse unos segundos, va a la cocina por galletas y regresa frente al celular, para compartir la merienda de media mañana junto al par de hermanos, quienes comen una gelatina.
—. Oh, pues... No soy de palabras tan cursis, pero también quería agradecerte. — Ella le habla a Hyunjin, y el pecoso la mira con atención. — Félix es muy frágil e inocente en muchos aspectos, a veces se equivoca o puede comportarse de forma incorrecta cuando trata de no lastimar a los demás, pero lo hace de buena fé y es muy puro de corazón, por eso quería agradecerte por tenerle tanta paciencia, me parece que es un lindo gesto de amor.
Por segunda vez durante la llamada, Félix necesita frotarse los ojos para secarse las lágrimas, sin embargo se siente cálido y tranquilo cuando ve en Hyunjin esa mirada pacífica y repleta de afecto.
—. Agradezco mucho la confianza que me dan para cuidar de él, sé lo frágil que es, y sé que es muy sensible y blandito, por eso me he propuesto protegerlo y darle todo lo que se merece al ser una persona tan dulce.
Olivia sonríe y mira a su hermano. — Él te ama.
—. Y yo lo amo a él.
Ella suelta una risita repleta de ternura, y con mucha energía le da una mirada alegre al rubio. — Tienes que sentirte importante, Félix ha tenido muchos novios, pero es la primera vez que nos presenta uno.
Hyunjin alza una ceja con picardía y se ríe mientras mira a su novio. — Vaya, que honor.
Félix se encoge de hombros y procura ocultar su rostro ruborizado, sin embargo, tiene que abandonar la llamada por un instante ya que su madre le ha pedido un favor, así que por un momento Olivia y Hyunjin se quedan solos en la videollamada.
Ella suspira y se acerca un poco. — Oye... Por favor protege mucho a mi hermano, ¿si?
El rubio asiente y levanta su meñique como símbolo de promesa. — Siempre voy a hacer todo lo que esté en mis manos por cuidar de él, justo ahora está lejos, y lo extraño mucho, pero también estoy esforzándome para que no se sienta solo.
—. Estás haciendo un buen trabajo. — La sonrisa nostálgica de la chica tiene mucho parecido con la del azabache, pero es un poco más chiquita. — Félix siempre se esfuerza por cuidar a los demás, no suele buscar apoyo en nadie, pero él parece muy cercano a ti, es comunicativo, así que es lindo ver cómo se refugia en alguien que vale la pena.
Hyunjin frunce un poco el entrecejo cuando escucha esa frase, y no se abstiene de preguntar. — ¿Él no es así siempre?
Olivia niega.
—. Te lo estoy diciendo, eres especial para él. Félix solo se refugia en dos personas, la primera es Christopher, ¿quién crees que es el otro afortunado?
El mayor se ríe y nota cómo su corazón late un poco más fuerte que de costumbre, de verdad se sentía afortunado, así que le es imposible no poner una sonrisa tonta cuando Félix vuelve a tomar lugar junto a su hermana.
Ella sin embargo agita su mano como despedida y comienza a levantarse. — Si bueno, como te decía, Félix te es súper fiel, está loquito por ti. — Dice y se ríe, más cuando ve a su hermano colorarse por completo al oírla. — Como sea, mi apreciado, íntimo y querido amigo Hyunjin, asegúrate de descansar muy bien hoy para recibir a mi hermano.
Y sin muchas explicaciones, sale del encuadre de la cámara.
Hyunjin a pesar de haber tenido una conversación muy grata, luce muy confundido después de la forma en la que Olivia se había despedido, por lo que busca respuestas en los ojos de su novio.
—. ¿Recibir?
Félix suelta una risita tímida y se levanta con el celular en mano, camina un poco, y termina agachándose junto a un par de maletas, mirándolo con una sonrisita llena de emoción y nervios. — Mi vuelo sale en tres horas, ¿pasas a recogerme?