Tal vez, preguntarle a Félix si quizás la mejor opción que tenían en aquellas condiciones de su relación era terminar con la misma, no había sido la mejor opción.
Se sentía estúpido por ignorar las palabras de su mejor amigo, definitivamente haber puesto sobre la mesa la posibilidad de romper su relación con el pecoso solo había significado para este último que lo único que sentía estable en su realidad de ese momento estaba por terminarse.
Hyunjin llevaba alrededor de cuarenta y cinco minutos acurrucado en la pequeña esquina de su habitación que había acondicionado para sentarse en el suelo a dibujar mientras miraba por la ventana, con el rostro lleno de lágrimas, escuchando a Félix llorar desconsoladamente a través de la línea telefónica.
Eran cerca de las dos de la madrugada para él, para Félix era un par de horas más tarde, y él realmente no sabía cómo calmar al azabache mientras solo estaba apretando con fuerza su cojín entre los brazos rascando ansiosamente la textura de su alfombra.
El menor lo había llamado tan solo un par de horas después de recibir el mensaje en el cual él le proponía terminar con su relación, y había estado llorando quien sabe desde cuántos minutos antes de llamarlo, pues cuando él contestó, ya se escuchaban sus sollozos.
Félix tenía mucho dolor brotando de su voz en ese momento, había estado intentando formar frases en repetidas ocasiones, sin embargo la intensidad de su llanto desconsolado solo le permitía balbucear una o dos palabras ahogadas en lágrimas de vez en cuando.
—. Perdón... Perdón, perdón, perdón.
Hyunjin sacudía su cabeza mientras negaba, mordiéndose con fuerza el labio inferior pero sin lograr ocultar sus propios sollozos, que venían a él tan solo con la idea de no poder abrazar a su novio cuando lo escuchaba tan vulnerable, tratando de lidiar con el cargo de consciencia de saber que era todo por su culpa.
Él no había sido realmente consciente de lo mucho que estaba lastimando a Félix hasta que lo escuchó pedir perdón por cosas por las cuales no debería.
Félix tenía muy marcada en el corazón la idea de que era el culpable de haber arruinado su relación, y se castigaba por ello de una forma tan intensa que no podía parar de pedirle disculpas a su novio.
Le pedía perdón por no esforzarse para sacar a flote su relación, y no paraba de culparse y reprocharse mientras parecía estarle implorando que lo perdonara por cientos de cosas que Hyunjin ni siquiera había contemplado antes.
El rubio solloza audiblemente y se presiona el puente de la nariz con los dedos, sin poder dejar de pensar en que si a él el dolor de cabeza lo estaba matando, su novio muy probablemente estaría pasándola mucho peor que él considerando que su relación no era por lo único por lo cual probablemente había estado llorando los últimos días.
Félix toma una fuerte respiración y con la voz temblorosa reúne las palabras que necesita, logrando empujarlas todas fuera de su boca antes de que los intensos sollozos y el dolor que lo estaba consumiendo le hicieran imposible pronunciar cualquier cosa que no fuese una disculpa.
—. Tú... Tú estás en todo el derecho de dejarme, tienes todas las razones para hacerlo. — Desde su habitación, Hyunjin casi puede sentir la forma en la que Félix tiembla. — Pero te amo, así que por favor no termines conmigo sin haberme perdonado antes.
La aflicción de sus palabras hace que Hyunjin también rompa en un llanto doloroso y denso, él sabe que llora por razones muy distintas a las de Félix, pero por sobre todas las cosas, se siente como un imbécil cuando entiende lo mucho que lo ha lastimado.
—. Félix, no...
El menor lo interrumpe con otra retahíla de palabras. — De verdad quisiera no estar mal, quisiera poder darlo todo de mi, y poder darte toda mi atención como siempre y como mereces, pero... I-I can't... I cannot do it and...
Y en el preciso instante en el cual Félix comienza a balbucear en inglés, Hyunjin siente que su corazón se rompe, porque entiende que todo lo que está soportando en ese instante lo empujó a romper la barrera de la conciencia de usar los distintos idiomas que maneja, él ni siquiera es consciente de que ha vuelto a hablar su idioma natal.
Hyunjin suplica con la voz débil. — Félix, por favor escúchame...
De cualquier forma, su murmullo es demasiado suave como para hacerlo detenerse.
Entre las pocas palabras que Hyunjin puede entender correctamente en el discurso de idiomas cambiantes que suelta Félix, alcanza a comprender que el menor le explica a grandes rasgos la situación y sus razones para comportarse así, conscientemente o no.
La muerte de su abuela había descontrolado las cosas en su casa, y aunque la situación emocional de su padre y su hermana había mejorado y por consecuente ya no estaba presionado encargándose de todo en el hogar y siendo el pilar emocional, hasta ahora él se encontraba finalmente entrando en su etapa de duelo.
Estaba deprimido, deprimido de verdad, todo lo que hacía era llorar, dormir y trabajar, y aparentemente había comenzado a sufrir ataques de ansiedad y de pánico.
Félix se sentía increíblemente solo, su hermana en su desánimo se había dedicado explícitamente a estudiar muy duro, y no estaba dando cabida en su vida a nada que no involucrara el aspecto académico.
Sus padres seguían guardando un luto profundo a pesar de estar más serenos, pero seguían tan frágiles en el aspecto sentimental que continuaban cargándolo con mucho más de lo que él sabía manejar, así que se agotaba dándolo todo por ellos y apenas le quedaba tiempo para estar consigo mismo.
Por tal motivo se quedaba dormido a cada instante, dormía horas y horas, más de un día si es que llegaba a ser posible, no sabía controlar su dolor y lo único que podía hacer era encerrarse y dormir para dejar de sentir por un largo tiempo.
Era principalmente por eso que no respondía a sus mensajes, porque pasaba todo el día dormido y las pocas veces en las que se levantaba era cuando se tomaba un momento para dejarle uno que otro mensaje antes de volver a dormir.
Había dejado de comer bien y se estaba enfermando bastante, por lo que sentía que estaba en una lucha consigo mismo, y lo poco que podía dar, era todo lo que le estaba dando.
—. I know... Yo... Yo sé que no es excusa, pero. — Hyunjin esta vez tiene suficiente fuerza en la voz para detenerlo.
—. ¿No es excusa? Por Dios, Félix. — Él solloza y se frota los ojos. — Si tan solo me hubieses dicho todo esto antes no me habría sido tan difícil entender por qué tan solo no aparecías.
Félix vuelve a llorar, y rechaza la solicitud de Hyunjin cuando él le pide activar su cámara, deseando poder verlo, pues llevaba semanas sin ver su pequeño rostro, y después de saber su estado actual la preocupación por su salud había pasado a otro estrato.
Se sentía pésimo por no haber sabido todo eso antes, y aunque realmente no era su culpa, sentía que había fallado como novio más de una vez, lo único que había hecho había sido presionarlo y empujarlo a una crisis que claramente no estaba necesitando.
—. No entiendo... Eres tan comunicativo, y te gusta tanto hablar, y siempre me has dejado tan claro que necesitas hablar siempre sobre cómo te sientes para evitar que las cosas salgan mal... ¿Por qué llegamos a esto? — Aunque sabe que no es la víctima de la situación, Hyunjin no puede parar sus lágrimas. — ¿Por qué no hablaste conmigo al respecto antes de llegar a este punto?
El menor solloza y expresa un gemido de dolor debido a la migraña. — No tenía ni un solo instante para respirar, Jinnie... No quería molestarte tampoco.
—. Podría haberte escuchado incluso si me llamabas a mitad de la madrugada, Lix.
A pesar de que su novio no lo ve, Félix niega con la cabeza y se aprieta el hoodie a nivel del pecho. — A veces tan solo no quería, he llorado tanto que cuando terminaba no tenía energías para explicar mis razones, y si acaso lo hacía, tan solo no me sentía capaz de volver a llorar mientras te contaba.
Por suerte Hyunjin entiende, y suspira soltando un pequeño siseo cuando nota que le arde la piel de las mejillas luego de tanto frotarse para secar las lágrimas.
Una vez más, sentir su propio dolor le hace pensar únicamente qué tan peor será la misma situación para su novio en ese instante.
—. Jinnie. — Félix usa una voz muy suave y débil cuando lo llama. — Eres mi cable a tierra, saber que te tengo y que me esperas, es lo que me da la poquita fuerza que me queda.
Por primera vez en muchos días, el corazón de Hyunjin siente esa calidez familiar que le provoca únicamente le presencia de Félix, y entiende que finalmente lo siente cerca una vez más.
—. No he parado de abrazar mi cojín, no tienes idea lo mucho que he ansiado acurrucarte aquí contra mi pecho.
Félix suelta un ligero sonido que indica que al menos ha sonreído un poco. — Estoy seguro de que eso me haría dejar de pensar, no sabes cuánto te extraño.
Se quedan un instante en silencio, sin embargo a Hyunjin le genera calma poder escuchar la suave respiración del menor, quien finalmente ha dejado de llorar.
—. ¿Lix?
El menor solo hace un ruidito para indicar que lo escucha.
—. Por favor no dejes de comunicarte conmigo... Me importa saber cómo estás, lo que sientes, me preocupa cada cosa de ti, por favor piensa en que estuvimos a punto de terminar por no comunicarnos.
La suavidad con la que Hyunjin le hace aquella petición hace que esta vez no sienta ningún tipo de presión por hablarle, el desahogarse le había sacado una gran cantidad de peso de encima.
Aún así, se escucha afligido cuando le responde. — ¿Y qué debo hacer cuando solo pueda llorar?
—. Entonces llámame y déjame hacerte compañía, no es justo reír juntos y llorar por separado.
Hyunjin insiste una segunda vez en pedirle al menor que active su cámara, y para su desgracia es rechazado de nuevo, ya que aparentemente Félix no se siente en condiciones de ser visto después de haber llorado tanto.
—. Yo... En serio lo siento, de nuevo.
El rubio sonríe débilmente y solo suspira. — ¿Lix?
—. ¿Jinnie?
Después de tanto, Hyunjin usa esa voz suave y ligeramente ronca que suele emplear cada que intenta hacer dormir a su novio.
—. Te amo.
Esa no es la única vez que se lo dice, lo repite quizás más de veinte veces, y se da por bien pagado cuando su novio termina riéndose, él también se sentía con mucho menos peso encima, y estaba aliviado de poder haber aclarado las cosas con el más pequeño.
El amanecer llega mientras ellos conversan, Hyunjin permanece hablando un poco para distraer al pecoso, y luego de unas cuantas horas, él se da cuenta de que el menor se ha quedado dormido a mitad de la llamada.
Se dispone a colgar, pero le deja un mensaje en el cual le agradece su tiempo y su confianza, le recuerda que no tiene nada que perdonar y que está aliviado por haber podido aclarar las cosas, le pide perdón también por haberlo presionado tanto antes, y le repite varias veces que lo ama en medio de los mensajes en los que le pide desayunar al menos algo ligero y salir a tomar un poco de sol.
Más tarde, ya que ya ha amanecido, escucha en la sala el ligero ruido que hace MinHo cada vez que se levanta temprano y decide desayunar cereales, y no tarda en correr rápidamente a su encuentro.
Lo abraza con fuerzas, y aunque el castaño no entiende bien qué sucede, suelta la botella de leche y lo abraza también, sorprendido no solo por ver aquel rostro que indicaba que había llorado por varias horas seguidas, sino porque Hyunjin parece colapsar del alivio entre sus brazos.
—. Perdón, y gracias...
MinHo intenta buscar su mirada para preguntar, pero obtiene una respuesta antes de hacerlo.
—. Sin tus consejos, habría dejado ir a Félix hace semanas... No me habría perdonado jamás por ello. — Hyunjin solloza y esconde el rostro en su cuello. — Te debo tantas.
El mayor suelta una risita y le revuelve el cabello.
—. Págame siendo feliz con él, eso es suficiente.