Sergio estaba asustado de que todo fuera un sueño.
Su vida se sentía extraña últimamente, el día anterior parecía irreal porque nunca espero que una derrota lo llevara a ganar más que un trofeo.
Y la verdad no se permitió sentirse mal por el partido de ayer, no cuando tenía algo que lo hizo dormir con una sonrisa en su rostro y le dejó dando vueltas en su cama como un tonto.
Se sentía mejor que cualquier logro, título o trofeo que haya obtenido en toda su vida, ni siquiera la copa del mundo lo hizo sentir como se sentía porque su amor era demasiado puro para compararse.
Y no importaba si después de todo aquel momento de victoria haya sido regañado como a un niño después de un berrinche, porque nunca se había sentido tan feliz que no pudo borrarse la sonrisa aún con el rostro enojado de Luka en frente. Y la verdad, fue bastante gracioso ver la reacción del croata cuando lo invitó a su casa como una cita en medio de toda la riña.
Así que cuando se despertó, se sentía irreal de cierta manera, pero el corazón agregado en los «Buenos días» de Luka lo hizo saber que todo era verdad y no podía sentirse mejor que nunca.
<Lukita3
Buenos días 🤍
buenos días lukita mío 💓💗💖
💘💞💕💘💖💞💗💞❤️
✔️✔️
Tal vez había exagerado, pero su corazón estaba apunto de explotar y no sabía cómo expresarlo más que vomitando en los corazones de su teclado. Así que se levantó a prepararse para su día haciendo competencia con el brillo del sol.
...
- "Invité a Lukita a cocinar y cenar juntos"- Sergio le dijo a Marcelo porque su amigo de una manera u otra siempre estaba apoyándolo y lo hacía sentir confiado.
Estaban ambos solos secándose después de un baño frío luego del entrenamiento matutino, ese día el equipo terminaría su práctica antes de lo normal para poder tomar un descanso del juego anterior. Además de no tener un juego bastante significativo cerca, Sergio ni siquiera estaba convocado al siguiente partido como titular o suplente.
- "Eso suena como una buena cita"- escuchó decir a Marcelo mientras se secaba las piernas con una toalla.
- "No es realmente una cita"- aclaró, porque aunque sí lo era, había prometido no decirle nada a nadie y Sergio no quería ir en contra de la confianza y los límites de Luka.
- "Llámalo como quieras, igualmente deberías de darle un presente"- y Sergio frunció el ceño porque últimamente a Marcelo solo se le ocurría dar regalos como muestra de afecto.
- "Te gusta mucho eso de dar regalos"-.
- "Claro, es mi lenguaje de amor"- Sergio soltó una risa leve mientras se colocaba su ropa.
- "Mmh, ¿y qué se te viene a la mente que pueda conseguir rápido antes de las 5?"- preguntó con duda mientras terminaba de ponerse su camisa.
- "Flores"-.
- "¿Flores?"-.
- "Sí y amarillas"-.
- "¿Y amarillas por qué?"- Marcelo a veces tenía ideas extrañas pero que le llamaban la atención, consideraba esta como una de ellas.
- "Leí que a las chicas le gustaban y más en primavera"-.
- "Luka no es una chica"- y era verdad, porque si lo fuera entonces no tendrían una cita a escondidas de sus amigos y no estarían evitando la atención como la plaga. Aun tendrían su privacidad porque sabía que a Luka le gustaba mantener su vida personal en privado, pero no estaría el miedo de ser descubiertos como si estuvieran cometiendo algún tipo de crimen.
- "Pero a todos nos gustan las flores, ¿no crees?"-.
Esa era la razón por la que ahora estaba conduciendo hacia alguna florería en Madrid en lugar de irse a su hogar. Sergio no creía que a todos les gustaran las flores, pero creía que era una linda muestra de afecto.
Así que entró en un local lleno de todo tipo de plantas tanto fuera como dentro, esperando no llamar la atención de la gente como para vender su imagen en redes sociales o la prensa. Solo estaba recogiendo flores amarillas, no era la gran cosa y aún así a la "Marca" le encantaría ponerlo de portada.
Realmente no sabia que se suponía que debía hacer, si bien Luka no es ni por cerca su primera relación, nunca había llegado tan lejos como para comprar flores de un color específico y por si mismo, usualmente no le interesaría y las pediría por delivery, pero este era Luka, su Lukita tan amado que se merecía más que el mundo, porque era demasiado para darle el mundo tan asqueroso en el que viven.
Así que vaga por el lugar viendo las plantas como si tuviera la más mínima idea de cómo se llamaban o del tipo que eran, estaba tan perdido como perro en carnaval que sentía que su plan de no llamar la atención no era posible.
- "¿Necesita ayuda?"-.
Escuchó una voz femenina preguntar con amabilidad detrás suyo haciéndolo girar para enfrentarla, era una chica no tan pequeña pero no lo suficientemente alta para llegarle más arriba del hombro, llevaba una jardinera que estaba algo manchada con tierra y un gafete que llevaba "Ema Bosnić" escrito en negro. Se veía joven y suponía que trabajaba en aquel lugar.
- "Sí, eh, necesito unas rosas amarillas, por favor"- y dijo aquello sonando más como una pregunta en lugar de una afirmación.
La chica sonrió con amabilidad y le pidió que la acompañara, tal vez las rosas eran demasiado comunes pero no tenía la mínima idea de flores y agradecía que aquella mujer no tenía la mínima idea de quién era.
- "Estas están recién cortadas"- dijo la mujer mostrándole un ramo de rosas del amarillo más brillante pero natural que había visto, se miraban recién florecidas y muy bien cuidadas- "un regalo perfecto para alguien especial"- y comenzó a toser ahogándose con su propia saliva.
- "Sí, están muy... bien"- sonaba sorprendido y confundido al mismo tiempo ¿realmente era tan obvio?
- "Lo siento, no quise sonar entrometida, es solo que es raro ver a hombres buscar algún tipo de flor en específico y esforzarse en ello, seguro deben ser para alguien muy querido"- era aterrador como había dado en el clavo con algo tan sencillo.
- "Sí, lo es, de hecho. Son para alguien muy especial"- dijo con cariño porque era la verdad, ganándose una risita.
- "Que suerte tiene"- y sonaba feliz por él a pesar de conocerlo solo por unos minutos.
Y el centro de la conversación murió ahí, dejando solo la pregunta por el precio y la compra del presente, asegurándose de agradecer por la ayuda antes de irse con sus flores amarillas hacia su hogar.
Fue una sorpresa bastante graciosa cuando abrió la puerta anunciando la llegada de Luka con las flores entre sus dedos, porque Luka estaba parado en su entrada vestido como siempre, pero también llevaba flores, cree recordar a Modrić decir que se llamaban "nomeolvides", entre sus pálidas manos. Se rieron porque ambos parecían de 17 relajando el ambiente porque seguían siendo solo ellos dos, se dieron un beso de saludo una vez estuvieran las puertas cerradas y Luka se encargó de colocarlas en agua.
...
- "No creo que eso se pueda comer"- dijo Luka con una cara de desagrado.
- "No está tan mal"- defendió alargando la a en «tan».
No sabía cómo se las habían arreglado para cocinar tan mal algo tan sencillo como lo es una pizza. Se había encargado de comprar los ingredientes preparados para que solamente tuvieran que juntarlos, pensó que sería fácil pero entre todo el proceso comenzó una guerra de ingredientes donde fue el único participante, aunque la sonrisa de Luka valía la pena. Ahora sacó la "pizza" del horno, si se puede llamar así, solo para encontrarse con una abominación carbonizada y negra. Supone que son las consecuencias por cocinar cuando los dos dan asco en eso.
- "Tienes salsa de tomate en la cara"- le dijo a Luka con obviedad.
- "¿Por qué será?"-.
- "Ay, Lukita, creo que tendremos que pedir comida"- declaró ignorándolo después de dejar el guante de cocina en la encimera y abrazó a Luka por la espalda apoyando su cabeza en la cabeza del croata, intentando sonar dramático al respecto.
- "Pensé que ese era el plan principal"- dijo Luka sin prestarle atención mientras tomaba una servilleta de la encimera para limpiarse las manos, dejando al menor reposar sobre él.
- "Ouu"- y recibió una risa en respuesta haciéndolo sonreír - "si quieres puedes ducharte mientras me encargo, creo qué hay ropa tuya de las veces que te has quedado, déjame la busco y la dejare en el baño"-.
- "Hmm, pide lo que sea menos pizza, creo que es suficiente por hoy"- se queja Luka y se aparta del abrazo para irse escaleras arriba.
Sergio amaba que todo siguiera con normalidad entre ellos, pero ahora con un peso menos entre los hombros y con la mente limpia, se sentía mucho mejor que no puede evitar sonreír todo el día aún cuando llama para conseguir pasta para cenar.
Busca la ropa de Luka y toca la puerta antes de entrar para dejarla en uno de los baños de su hogar y se distrae intentando hacer que su cocina se vea menos sucia de lo que estaba. El mes estaba a nada de terminar y con él se acercaba el fin de LaLiga así como el fin de diferentes competiciones que iban liderando, sin duda sentía que este era su año.
Se sentía tan bien, que al recibir su pedido no le molesto que la persona que había llegado de delivery le pidiera un autógrafo, firmó con una sonrisa y se despidió antes de volver a su cocina para sacar los cubiertos en lo que Luka bajaba las escaleras.
- "No creo que esta camiseta sea mía" - escuchó a su espalda y se giró para confirmar que sin duda la prenda que llevaba el croata era demasiado grande para ser de él.
- "Debí confundirla, si quieres voy a buscar-"- y fue interrumpido sin malas intenciones.
- "Está bien, está haciendo calor de todas maneras"- Luka se encoge de hombros y Sergio le lanza una sonrisa.
- "Te queda bien"- agrega.
- "Si mostrar la mitad del pecho es que quede bien, entonces es un concepto muy extraño" -y Sergio se ríe.
- "Comeremos en el patio, si te parece bien"- dice y Luka parpadea hacía él.
- "¿Quieres comer bajo las estrellas? Eso es bastante cursi, me sorprende que no hayas propuesto comer en el sillón en su lugar"- y Sergio le da un codazo mientras lleva los platos hacia fuera seguido por el croata. Le daba la razón, pero quería que fuera más romántico y diferente a lo de siempre, la próxima vez, sin embargo, probablemente terminen comiendo en el sillón.
Y lo siguiente fue una cena llena de charlas y risas entre los dos, como siempre lo hacían, como siempre había sido, pero ahora Sergio podía chocar sus rodillas sin sentirse mal o agarrar el meñique de Luka con el suyo sobre la mesa una vez terminaron de comer sin sentir incomodidad.
Y de una manera u otra logro arrastrar a Luka para acostarse juntos en su patio viendo las estrellas, con la cabeza de Modrić sobre su brazo, cerca uno del otro. Pero Sergio no podía concentrarse en el cielo, no cuando tenía algo que consideraba más bello a su lado, porque Luka se veía perfecto bajo la noche.
- "No ha cambiado nada y se siente como si hubiese cambiado todo"- escucha a Luka decir para ambos revoloteando sus pestañas al cielo.
- "Ahora es nuestro"- asegura con una sonrisa viendo las miles de estrellas reflejadas en los ojos cafés de Luka.
- "Sí, supongo que lo es" -.
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De una manera u otra se me dificulta más lo soft que la angustia, ser aroace no ayuda tampoco. Pero si veo a Sese como alguien cursi.
Me gusta mucho cómo está resultando esta historia, para ser la primera que escribo siento que lo estoy haciendo bastante bien y sin presiones. Tal vez una vez la termine escriba otra porque tengo muchas ideas con este ship, pero todo va a depender de cómo esté mi horario para ese entonces. De igual forma, no creo que está historia tenga más de 30 capítulos.
Como siempre gracias por los votos que ya son 1k :D, también gracias por las vistas y los comentarios, amé leer sus reacciones del capítulo anterior. Nos vemos en la próxima actu ;]