— ¡GOOOOOOOL!
Se escuchaba en toda la cancha después de que Heechan echara el gol definitivo, el gol que podría pasarlos a octavos de finales.
Heungmin estaba eufórico, habían echo una jugada perfectamente maravillosa en menos de cinco minutos.
Sin pensarlo mucho, Son se abalanzó a los brazos de Heechan obligando al último contrario a que lo cargara sin mucho esfuerzo por la clara diferencia de peso entre los dos, aunque Heungmin era un poco más pesado que un chico delgado gracias a aquellos músculos que adornaban bien cada parte que lo necesitaba.
Agarró el rostro del alfa que lo estaba cargando y le sonrió, cómo un padre orgulloso de su hijo. — ¡Lo hiciste Heechan, lo hiciste!
Aunque el peligro de quedar eliminados era muy notorio pero querían festejar por ahora.
Pero cierto brasileño que estaba en una de las gradas no estaba del todo contento con aquella escena, veía casi sin expresión todo lo que estaba sucediendo en ese partido.
Tenía los brazos cruzados mientras esperaba con paciencia que Heungmin se bajará de los brazos de aquel chico, y sin disimulo expreso lo que llaman tener celos.
Pero en vez de eso miro a Heungmin muy cómodo en aquellos brazos, tanto que no se bajo sino hasta que el árbitro le pitó para sacarle una tarjeta amarilla por sacarse la camisa de su uniforme.
No quería aceptarlo pero estaba más que celoso en ese momento, nunca había visto al alfa tan feliz.
Heungmin estaba feliz por el trabajo tan bueno que había desempeñado en ese estadio, si era sincero, no tenía esperanza para ese pase que dio en forma de desesperación para que alguien viniera y ejecutara lo poco que había que hacer, y Heechan lo entendió tan bien que compactaron en dúo para hacer tremenda jugada gloriosa.
Simplemente ellos dos en ese momento, esperando que sus esfuerzos dieran el resultado de su dolor.
Algo que probablemente Heungmin no iba a dejar de presumir por los últimos cinco años.
Faltaba muy poco para que el partido acabara, tan solo unos minutos.
Y mientras esos escasos minutos pasaban se aclaró quién iba a ser el ganador del partido.
Y ese resultado nunca cambió porque hasta el último momento la selección de la República de Corea se mantuvo firme, sin dejar pasar ningún otro gol.
Heungmin estaba frustrado al ver cómo su omega le aplicaba la típica ley de hielo sin razón alguna a su punto de vista, no había hecho nada malo, según él.
Estaba al punto de tirar lágrimas cuando no fue correspondido su afecto y que cuando intento besarlo aquel brasileño hizo su rostro hacia el lado contrario, rechazándolo.
— ¿Qué hice mal? — Pronunció entre varios lloriqueos al ver que Ney todavía seguía ignorándolo.
Estaban en la habitación del brasileño esta vez, nuevamente sin la presencia de Davi.
Heungmin se pudo colar entre la habitación de Ney cuando tocó la puerta de su habitación con curiosidad del saber el por qué no lo había buscado antes, pero cuando Ney le abrió y lo vio ahí le cerró la puerta casi en la cara a no ser por la reacción rápida del surcoreano.
Obviamente el omega lo intento otra vez sin éxito, pues, el alfa ya había entrado en su habitación.
Ney cómo único remedio le dio la espalda, pidiendo que fuera necesario para que se fuera.
Pero la respuesta de Heungmin fue lo contrario, lo abrazo de la cintura y posó su mentón en su hombro, espero por un tiempo q que el brasileño hablara pero al estar en un silencio más bien incomodo intento comenzar él.
— ¿Por qué estás enojado, uhm? — Son estaba realmente enloquecido con esta situación, sabía que no iba a tener una respuesta pero estaba intentando hacerlo.
Quería llorar, aunque había pasado a los octavos de finales tan sólo esa acción de Ney pudo hacer que se entristezca.
Él pensaba que Ney lo iba a recibir con besos y mimos pero fue lo contrario.
No quería estar así con él pero no sabía que hacer, no sabía si irse y dejarlo solo o quedarse y intentar un poco más.
Pero lo único que hizo fue esconder su rostro en el cuello del omega cómo un cachorro que recientemente habían regañado por algo que no había hecho. — ¿Ya no me quieres? — su voz salía entrecortada por pensar lo peor así que le fue imposible no derramar algunas lágrimas cuando nuevamente no recibió respuesta.
Al "entender" la situación se fue alejando poco a poco del cuerpo del contrario dando media vuelta para salir de ahí.
Pero sintió un jalón un poco brusco de parte del omega que hizo que volviera a verlo, esta vez confundido.
Ney sin pensarlo tanto beso los labios del surcoreano llevando sus manos hacia su cuello, apresándolo para que no se escapara de aquel beso.
Heungmin no se iba a separar, no después de esos largos veinte minutos que intento que el chico le diera la atención que quería.
Ney empezó a caminar hacia atrás suyo, poniendo sus manos en la cintura del alfa para dar media vuelta.
Empujó del alfa levemente, sentándolo en la orilla de su cama lentamente obligando a que aquel beso.
Ney se sentó en las piernas del surcoreano con cuidado mientras llevaba una de sus manos hacia su rostro para luego llevarla al cabello ajeno y agarrar un poco de este, con algo de fuerza tiro hacia atrás su mano. — Você gosta daquele menino que estava carregando você? (¿Te gusta ese chico que te estaba cargando?).
Heungmin esta totalmente confundido, no podía ni tan siquiera asimilar lo que trataba de decirle pero por la mano del brasileño pudo entender que estaba reclamando algo.
Todo el cuerpo de Son se tenso tanto al sentir el movimiento de las caderas del contrario, pensó que aquello terminaría cuando no quería ni tan siquiera responderle por tener miedo a que nuevamente empezara a ignorarlo.
Solamente se limitó a soltar pequeños gemidos al sentir cómo parte del trasero del omega estaba frotándose encima de su miembro.
Se escondió en su cuello mientras llevaba sus manos hacia la cintura del chico más pequeño, disfrutando ese momento tan maravilloso después de tener una abstinencia que él mismo se había sentenciado.
— Se você não responder eu paro.. (si no contestas me detengo..)
Por alguna razón Heungmin apretó un poco más fuerte su abrazo, mientras esperaba a que su omega hiciera algo más.
Pensó que Ney le había dado luz verde para seguir de solamente frotes cuando Ney empezó a dar ligeros saltos sobre su ahora sensible miembro medio erecto, cómo era de esperarse, Son no pudo contener aquellos gemidos que querían salir de su garganta contra el cuello del contrario.
Sus manos llegaron un poco más abajo, hacia los muslos del chico para acariciarlos levemente mientras disfrutaba de aquellos prefectos sentones que el brasileño estaba dando.
Pero su emoción se esfumó cuando sintió el cuerpo de Ney abandonar su lugar y pararse. — pense nisso da próxima vez antes de ir para outros braços. (piénsalo la próxima vez antes de irte a otros brazos.)
Sabía que tendría que asistir a algunas clases de portugués para no complicarse la vida cómo ahora lo estaba haciendo.
Y su entrepierna le agradecería mucho que fuera lo antes posible para no quedar nuevamente ansioso por aquella provocación.
Feliz día de los inocentes. 🙊🙊🙊🙊