𝙐𝙣 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙪𝙣 𝙥𝙤𝙘𝙤 𝙙𝙞𝙛𝙚𝙧𝙚𝙣𝙩𝙚 | Neyson. [En edición]

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Heungmin suspiro entre el cuello de Ney cansado.

Ahora mismo estaban en la habitación del surcoreano solamente los dos.

Estaban de pie enfrente de la cama de aquella habitación gracias a la terquedad de Heungmin al no querer separarse del cuerpo del brasileño.

Las manos del surcoreano estaban recorriendo toda la cintura de Ney con tranquilidad y lentitud.

Su olor a menta empezó a salir más fuerte, sin llegar a ser empalagoso, en toda la habitación.

Heungmin estaba relajándose cómo nunca entre los brazos de su brasileño en tan solo un par de segundos.

Estaba esperando este momento pacientemente toda la mañana y parte de la tarde, su entrenamiento no resultó afectado pero su cuerpo necesitaba el toque de las manos de Neymar.

Daba gracias al cielo que Richarlison acepto cuidar a Davi un par de horas con la única condición, que Neymar no volviera con una marca en su cuello o manchas muy notorias.

Los mosquitos eran realmente molestos pero él no tenía la culpa de eso.

— Heungmin..

El contrario no dio respuesta, en cambio soltó un leve gruñido al escuchar por primera vez su nombre entre los labios de su chico.

Apretó sus manos un poco más entre la cintura del brasileño, sintiendo sus ojos cerrarse poco a poco.

Cómo pudo puso las piernas del chico contrario en sus propias caderas y los pocos pasos que faltaban para llegar al borde de la cama los dio para luego dejar el cuerpo del brasileño debajo del suyo cuando lo acostó en la cama con cuidado.

No quería hacer nada más que dormir apegado a él entre sus piernas.

Pero empezó a ser muy difícil cuando sus fosas nasales percibieron el agradable aroma del omega que estaba debajo de él.

Ahora mismo aquella habitación era una mezcla de piña colada con menta fresca donde el olor del surcoreano reinaba en el entorno.

Intento ignorar sus instintos sexuales contra el cuerpo del brasileño y cerró sus ojos por un momento, intentando que el sueño ganara este vez.

Pero las manos de Ney que empezaron a infiltrase dentro de su camisa hizo que todo su cuerpo se tensara.

No dijo ni hizo nada contra eso, esperando el siguiente movimiento de aquel chico.

— Deberías cambiarte de ropa..

Esas palabras le recordó que por la emoción de ver otra vez al omega olvidó cambiarse de ropa.

— No quiero. — Pronunció Heungmin mientras escondía su rostro en el cuello del chico, en el lugar donde nacían sus feromonas.

Se acomodó entre las piernas ajenas, quitándolas de su cadera para luego pararse de su lugar.

Normalmente llevaba una camisa negra a la talla con unos shorts medianamente corto del mismo color o un tono parecido, y esta vez no era la excepción.

Cuando estuvo de pie quito su camisa lentamente para luego darle la espalda al contrario.

— ¿Qué haces?

Son volteo confundido al escuchar aquella frase. — Dijiste que me cambiara y eso estoy haciendo.

— Ah.. es que tú..

— Me has visto con menos ropa, calla.

— Pero tú..

— ¿Quieres que me cambien enfrente tuyo?

Ney no sabía que decir así que se mantuvo callado mientras escuchaba la risita del alfa presente.

— ¿Qué, quieres seducirme acaso?

— Si lo estuviera haciendo estuviera frotándome contra ti, hermoso.

Aquellas palabras lo dejaron mudo al brasileño, no pensó que le contestaría eso, ni tan siquiera que le respondiera sus palabras.

Entendió que mientras esté con él siempre perdería, pero nunca lo demostraría.

— Haz lo que quieras. — Y nuevamente, Heungmin había ganado contra Neymar, así que agarró el elástico de sus shorts y lo bajo lentamente. — ¿Qué haces?

— Dijiste que podía hacer lo que quisiera..

— ¡Pero no lo decía enserio, tonto!

Pero vaya que no hizo caso y retiró su short haciendo que obviamente, quedara solo en ropa interior. — ¿Me las quito también?

— Dios mío..

Si las miradas tuvieran algún tipo de poder ahora mismo Neymar estuviera poseyendo a Heungmin sin duda alguna.

Así que Heungmin rio ante aquella mirada penetrante encima de su cuerpo y puso sus manos en la orilla de donde comenzaban su ropa interior, doblándola levemente.

— ¡Para! — Chillo Ney mientras buscaba una almohada para ponérsela en la cara para ocultar la "vergüenza" que sentía sobre esta situación, no por ver a Son casi desnudo; sino por cómo el surcoreano estaba empezando a jugar burlonamente contra su cuerpo y mente.

Así que Heungmin hizo caso a su omega por ahora, aprovecharía que estaban solos después de tanto tiempo.