You bring me home (Charles Gi...

By Renaor

38.5K 2.4K 2.3K

Ella una chica cualquiera que viendo una serie se enamora del protagonista. El un actor que interpreta a un... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Extra Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Anuncio
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82

Capítulo 72

153 8 4
By Renaor

Despierto por las inmensas ganas de orinar que tenía, pero había un peso que imposibilitaban el moverme, al abrir los ojos me doy cuenta que un par de brazos y unas piernas eran lo que no me lo permitía.

-Charlie.- llamó

-Charlie.- le vuelvo a decir intentando moverme.

-Charles Gillespie.- lo llamo por su nombre completo moviéndome de manera más brusca.

-5 minutos más mamá.- me responde por fin.

-Nada que mamá, déjame salir estoy que me hago pipi.- le digo.

-No.- me dice.

-Charlie estoy hablando enserio, si no te mueves me orinaré.- le digo.

-No me importa.- me responde.

-Por favor Charlie déjame salir.- le digo moviéndome.

-Déjame dormir.- me dice.

-Te dejo dormir si tu me dejas ir al baño.- le digo.

-No.- me respondo.

-Charles Gillespie, estoy hablando enserio, te mueves o no te vuelvo a hablar.- le digo.

-Esta bien, pero tu y yo sabemos que no duras ni un minuto sin hablarme.- me responde finalmente soltándome.

Apenas siento que ya me puedo mover con total libertad salgo corriendo al baño, tropezándome con las zapatillas de Charlie en el camino.

-¿Qué te pasó?.- me dice Charlie riendo.

-Fue tu culpa.- le digo parándome y corriendo al baño.

Al llegar al baño y poder orinar fue un alivio, ese momento entraría a los más satisfactorios de la vida.

-Eso es de lo mejor que me ha pasado.- le digo volviendo a acostarme.

-¿Mejor que yo?.- me pregunta.

-¿Todo tiene que ver contigo?.- le pregunto.

-No me respondas, me respondo solo, nada es mejor que yo.- me dice.

-Hablaba el egocéntrico.- le digo riendo.

-¿Fue mucho?.- me pregunta.

-Haz tenido peores.- le respondo.

-Te quiero.- me dice dándome un beso en la frente.

-Yo más.- le respondo.

-¿Yo más qué?.- me pregunta.

-Yo te quiero más.- le digo sonriendo.

-Eso me gusta escuchar.- me responde.- Eres preciosa.- me dice acariciando mis mejillas que en ese instante se pusieron rojas.

-No me digas eso.- le digo avergonzada escondiéndome en su cuello.

-Solo te estoy diciendo la verdad.- me dice tomando mi cara y acariciando nuevamente mis mejillas.

-¿Te encanta verme sonrojada no es así?.- le pregunto sin poder sacar la sonrisa de mi rostro.

-Me encanta ser yo la persona que tiene ese efecto en ti.- me responde.

-¿Ah si?.- le pregunto.

-Claro que si, y espero ser siempre yo.- me dice por fin besando mis labios.

-Deja de ser tan pero tan lindo.- le digo dándole muchos besos en el rostro.

-Es lo que te mereces.- me dice.

-¿Sabes lo que tú te mereces?.- le digo pasando mis brazos por sus hombros.

-¿Qué?.- me pregunta acercando nuestros rostros.

-Te mereces todo el amor del mundo entero.- le digo viendo el especial brillo que tienen sus ojos.

-Y estoy seguro de que tú serás quien me entregará todo el amor del mundo entero.- me responde juntando nuestras frentes, causando que nuestras narices se juntaran como si fuera un beso esquimal.

-Mi yo de hace 5 años no podría creer a mi yo de ahora.- le digo.

-¿Por qué?.- me pregunta.

-Porque cuando veíamos películas y veía escenas como estas decía que yo nunca sería así, que era vergonzoso actuar así y muchas más cosas.- le explico.

-El amor hace cosas sorprendentes.- me dice.

-Me doy cuenta ¿Qué haces hoy?.- le pregunto.

-¿Que haremos hoy?.- me devuelve la pregunta.

-Tengo clases a las 11 y luego a las 2 ir a dar la última clase en el otro curso, como lo que hicimos el martes.- le respondo.

-¿Quieres que te acompañe?.- me pregunta.

-Claro que quiero que me acompañes.- le digo.

-Entonces vamos, si tú me dices salta, yo salto.- me dice.

-Y si tú me dices salta, yo también salto.- le respondo acariciando su mejilla.

-¿Qué están haciendo?.- dice Adara entrando a la pieza.

-¿Sabías que se golpea la puerta antes de entrar?.- le pregunto.

-¿Sabías que no me interesa?.- me pregunta.

-Imagínate entrabas y estábamos en una situación comprometedora.- le digo.

-¿Más comprometedora que esto? Lo único que realmente les falta es estar sin ropa.- me responde.

-Claro que no.- le digo.

-Amelia tu cuerpo esta encima del de Charlie y sus labios están a centímetros de tocarse.- me dice Adara.

-Así también se puede conversar.- le dice Charlie.

-Nada que nada, un centímetro más y le tocabas el trasero a mi hermana.- dice Adara acostándose a nuestro lado.

-Mírame.- le dice Charlie bajando su mano a mi trasero.

-No en mi presencia idiota.- le dice Adara golpeando su mano.

-¿No?.- le pregunta Charlie.

-No.- le responde mi hermana.

-Te mostrare algo entonces.- le dice Charlie.

-¿Qué cosa?.- le pregunta Adara.

-Esto.- le dice poniendo ambas manos en mi trasero.

-No hagas eso.- le dice ahora golpeándole ambas manos.

-Molestarte se ha vuelto mi pasatiempo favorito.- le dice Charlie a Adara.

-Tú estás disfrutando con esto.- me dice mi hermana.

-No me quejo.- le digo riéndome.

-Ya me aburrí de sus cochinadas, levántense que ya son las 9 y querida hermana tienes clase.- dice Adara parándose de la cama.

-¿Tú no deberías estar en la escuela?.- le pregunta Charlie.

-Ya no hay más escuela para mi.- le responde Adara.- Vengan a tomar desayuno.- termina de decir antes de cerrar la puerta.

-Ya escuchaste a la jefa.- le digo a Charlie.

-¿Sabes lo otro que dijo la jefa? Que disfrutabas que tocara tú trasero.- me dice.

-¿Quién me cambio al Charlie tierno por este pervertido?.- pregunto mientras me rio.

-¿Por que dices eso creí que te gustaba que te tocará el trasero.- me responde Charlie.

-No seas idiota.- le respondo golpeando su pecho.

-Vamos a desayunar princesa.- me dice tomando mi mano.

-No puedo con estos cambios tuyos, un día más y te declaro un bipolar.- le digo riendo mientras salíamos de la pieza.

-Ya me pusieron al tanto de lo que pasó.- dijo mamá cuando llegamos a la cocina.

-ADARA.- le digo a mi hermana toda avergonzada.

-Era broma.- me dice riendo.

-¿Cómo que broma?.- le pregunto.

-Solo le dije que dijera esa frase.- dice aún riendo.

-Idiota, casi se me salió el corazón.- le digo.

-Ahora quiero saber, ¿Qué fue lo que paso?. pregunta mamá.

-Nada que necesite saber suegrita.- le dice Charlie dándole un abrazo.

-Mejor tomemos desayuno.- les digo para evitar la vergüenza que esta conversación nos traería.

-¿Cómo les fue ayer con Peter?.- pregunta mi mamá.

-Súper.- le respondo comiéndome mis cereales.

-Gracias por la información, despertaste bien comunicativa.- me dice mamá.

-Quizá Charlie le comió la lengua.- dice mi hermana riendo.

-Deja de hablar idioteces.- le digo a Adara.

-Nos fue bien, comimos pizza, helados y fuimos al parque.- le responde Charlie a mi madre.

-Gracias Charlie, tanto te costaba decir eso.- me dice mamá.

-Que pesada.- le digo cruzándome de brazos.

-Dale ángel, no te enojes.- me dice Charlie besando mi mejilla.

-Bueno.- le digo sonriendo y continuo comiendo mis cereales.

-Igual que niña pequeña.- me molesta mi hermana a lo que respondo sacándole la lengua.

-¿Y cómo estuvo Peter? ¿No se puso celoso en algún momento?.- pregunta mi madre.

-Según yo estuvo bastante bien, en un principio le costó pero luego se fue soltando.- le respondo.

-Si, al principio pensé que me quería asesinar.- les dice Charlie.

-Es que Peter se volvió muy cercano a Ame, entonces se podía poner como pequeño sobreprotector.- dice Adara.

-Los hubieran visto formando equipo cuando vino el de la pizza.- les digo a mi mamá y hermana.

-Contexto.- dice mi hermana.

-Por favor no, no lo quiero recordar.- dice Charlie.

-Si Charlie no lo quiere escuchar, entonces esto vale oro, necesito saber todo.- dice Adara.

-Eres muy mala.- le dice Charlie.

-Así me conociste y aún así me quisiste.- le dice Adara.

-No sabia en lo que me metía.- dice Charlie.

-¿Qué quieres decir con eso?.- le pregunto ofendida.

-En que tú sacaste todo el amor y dejaste solo odio dentro de tu mamá para que se lo llevara la chucky.- me dice Charlie abrazándome y besando mi mejilla reiteradas veces.

-Me siento bastante ofendida.- dice Adara golpeando a Charlie por debajo de la mesa.

-Eso me dolió.- le dice Charlie.

-A mi también me dolió lo que me dijiste.- le dice Adara.

-Pero si no mentí.- dice Charlie riendo.

-¿Sabes que hermana? Deberíamos dejar botado a Charlie e ir a comer unas ricas pizzas.- me dice Adara.

-Un poco más de respeto, estoy yo.- dice Charlie.

-Pero si no mentí.- me dice Adara imitando lo que Charlie dijo antes.

-Son igual que hermanos.- dice mi mamá por fin diciendo algo.

-Pensé que te habías ido, como no habías dicho nada antes.- le dice mi hermana.

-Difícil que dijera algo si no se callan nunca.- dijo mi mamá.

-Oye, yo ni siquiera hable.- me defiendo.

-Creo que nos perdimos del foco central.- dice Adara.

-Y dele con el tema.- dice mamá.

-Solo quiero saber algo.- dice Adara.

-¿Qué?.- le pregunto.

-Solo respóndeme ¿Era lindo?.- a lo que me quedo callada.- Perfecto, no necesito que digas nada.- dice Adara.

-¿Con que lo encontraste lindo?.- me pregunto Charlie celoso.

-No dije nada.- le respondo.

-A veces el silencio dice más que mil palabras.- dice Charlie serio.

-No seas celoso, si la niña tiene ojos es para mirar.- dice Adara.

-Hija, ya haz silencio que le sale humo de las orejas a Charlie.- le dice mi mamá.

-No te enojes cuñadito, tú sabes que solo a ti te dejaré entrar a la casa.- le dice Adara.

-Más te vale.- le dice Charlie.

-O quizá no.- le dice Adara jugando.

-Tranquilo, yo controlare la puerta.- le dice mi mamá.

-Gracias suegris.- le dice Charlie.

Terminamos de desayunar y cada uno se fue a su habitación, sin embargo Charlie seguía con una cara de 20 metros.

-¿De verdad te enojaste?.- le pregunto a Charlie al llegar a la habitación.

-No me enoje.- dice Charlie con un tono serio.

-Pero te pusiste celoso.- le digo.

-Es inevitable, eres una preciosidad que se que cualquier chico quisiera a su lado.- me dice.

-Que me sigan queriendo a su lado, porque míranos ¿Quién está a mi lado?.- le pregunto.

-Yo.- me responde.

-Exacto, tú estás a mi lado y siempre lo estarás.- le digo abrazándolo por la cintura.

-¿Por qué eres así?.- me pregunta.

-¿Así cómo?.- le devuelvo la pregunta.

-Tan perfecta, que siempre tienes la palabra correcta, lo que necesito escuchar me lo dices.- me responde.

-Es porque tengo una inteligencia artificial en mi cerebro.- le respondo.

-¿Tienes chatgpt en tu cerebro?.- me pregunta riendo.

-Si, me tuve que actualizar e instalármelo.- le respondo riendo.

-Estas loca.- me dice riendo.

-Loca por ti.- le digo buscando mis cosas para ir a clase.

-No te puedes ir sin hacer nada, después de decirme eso.- me dice Charlie siguiéndome.

-¿Y que quieres que haga?.- le pregunto.

-Esto.- me dice tomando mi mentón y uniendo nuestros labios en un beso lento lleno de pasión.

-Consíganse una pieza.- nos dice Adara.

-Estoy en mi pieza.- le digo.

-Bueno, consíguete una cama.- me dice.

-¿Realmente quieres que vaya a mi cama a continuar?.- le pregunto.

-Mejor no, váyanse, no me quiero imaginar a mi hermana gritando.- dice Adara con cara de asco.

-No te la tendrías que imaginar, porque sería en vivo y directo.- le dice Charlie.

-Ay no, no quiero esas imágenes en mi cerebro.- dice Adara.

-Ya mejor nos vamos.- le digo.

-Si, no quiero seguir escuchando lo que vayan a decir.- dice Adara entrando a su dormitorio.

-¿Con que podríamos ir a la cama a continuar?.- me pregunta Charlie en el oído provocando escalofrío en toda mi columna.

-Contrólate.- le digo golpeándolo en el pecho.

-¿Me lo dices a mi o a ti misma?.- me pregunta riendo Charlie.

-A ambos, no quiero que mi mamá sepa de estas cosas.- le respondo mientras salimos de la pieza.

-¿Y tú crees que yo creo que eres la virgen maría?.- pregunta mi mamá apareciendo frente a mi, lo que me hace asustarme.

-Casi me dio un paro cardíaco.- le digo.

-Que vergüenza.- dice Charlie.

-Somos todos adultos y estoy segura que todos con una vida sexual activa.- dice mi mamá como si fuera lo más normal del mundo.

-¿Sabes qué? Ya nos vamos, necesito hacer como que nunca escuche esto.- le digo tomando la mano de Charlie.

-Hasta la tarde suegrita.- le dice Charlie a mi madre.

-Nos vemos.- le responde ella.

-Eso fue vergonzoso.- le digo.

-Ni me lo digas.- me dice Charlie

El camino a la universidad se me hizo mil veces más corto porque iba en compañía de Charlie que sin duda hacía todo más divertido, haciendo cientos de payasadas para hacerme reír.

-Eres un bobo.- le digo riéndome de la imitación que hacia de Owen.

-Debes admitir que me sale igual.- me dice Charlie.

-Si.- le digo volviendo a reír.

Al entrar al auditorio que sería donde haríamos el baile final de examen dejo a Charlie sentado y yo me voy a donde está el resto de mis compañeros.

Luego de que la profesora nos diera el apoyo final comenzó el baile y a través de todo este vi a Charlie con una sonrisa de oreja a oreja y juraba que podía ver un brillo en sus ojos.

-Felicitaciones.- me dice Charlie una vez la profesora me dijo que pasé el examen.

-Gracias corazón, pero ahora debemos correr para alcanzar a llegar.- le digo.

-Vamos entonces.- me responde.

Llegamos al salón y aún nos quedaban quince minutos hasta que llegaran todos, por lo que rápidamente tuvimos que ordenar todo y poner comida en las meses al igual que el otro día.

-Igual que el martes yo iré a buscar a los niños a la puerta.- le digo.

-Bueno maestra, yo estaré aquí feliz sentado.- me dice.

-¿Y tan feliz por qué?.- le pregunto levantando una ceja.

-Por nada.- me dice sonriendo.

-Charles Gillespie no me digas que mientras yo voy a ver a los niños tu me ves el trasero.- le digo.

-Entonces no te lo digo.- me responde riendo, causando que yo también ría.

-Eres único Gillespie, único.- le digo besando sus labios y dirigiéndome a la entrada del salón.

Y apenas llego a esta venía caminando Julie, que al verme corre a mis brazos.

-Hola preciosa.- le digo abrazándola.

-Hola.- me dice rodeándome con sus pequeños brazos.

-¿Recuerdas que hablamos hace un tiempo de mi amigo fantasma?.- le pregunto.

-¿No era su novio?.- me pregunta.

-Ese es un secreto entre nosotras dos.- le digo.

-Lo siento.- me responde.

-No hay nada que perdonar mi vida, pero hoy me vino a acompañar.- le digo.

-¿La vino a ver?.- me pregunta.

-Si, y quería conocer a los niños que se robaron mi corazón.- le respondo.

-¿Quién le robo el corazón?.- pregunta Lucas.

-¿Te pueden lobal el colazón?.- pregunta asustado Santiago que venía con su compañero.

-Ustedes no saben nada.- les dice Julie.

-Mis niños, el que te roben el corazón es de una manera no literal, es decir es una expresión, como por ejemplo cuando decimos que nos morimos de hambre, realmente no nos estamos muriendo de hambre, sino que es una exageración.- les explicó mientras saludo de un abrazo a los dos chicos que acaban de llegar.

-¿Y quién se lo robo a usted?.- me pregunta Lucas.

-Ustedes, porque me divierto mucho y me hacen muy feliz.- les respondo.

-La quiero.- me dice Julie abrazándome.

-Yo también la quielo.- dice Santiago sumándose al abrazo.

-Yo igual.- dice Lucas.

-¿Les parece si entramos y esperamos que lleguen sus compañeros?.- les pregunto.

-SIII.- gritan emocionados Lucas y Santiago, que sin esperar nada salieron corriendo a la sala.

-¿Usted cree que me recuerde de la videollamada?.- me pregunta Julie que seguía a mi lado.

Me quedo pensando un momento hasta que recuerdo que hablo con Charlie con videollamada.

-¿Vamos a averiguarlo?.- le pregunto.

-Si.- me responde tomando mi mano.

-¿Qué les pasó?.- les pregunto a Lucas y Santiago que estaban como estatuas en medio del salón.

-¿Quién es él?.- pregunta Santiago.

-Es un amigo que hoy nos vino a hacer compañía.- le respondo.

-¿Y le gustan los animales?.- me pregunta Lucas.

-¿Y si se lo vas a preguntar tú mismo?.- le digo a este.

-¿Sí?.- me pregunta como si necesitara una confirmación.

-Claro que si.- le digo.

Lucas y Santiago se fueron a hablar con Charlie que me miraba confuso pero apenas vio a los niños acercarse les sonrió con una felicidad genuina.

Seguí recibiendo a todos los niños, sentándolos en sus puestos y explicándoles individualmente que era lo que debían hacer porque eran niños más pequeños.

Recuerdo que con Julie nos había quedado pendiente el hablar con Charlie por lo que la voy a buscar a su puesto.

-¿Vienes conmigo un momento cariño?.- le pregunto al llegar a su lugar.

-¿Hice algo mal?.- me pregunta.

-Claro que no princesa, pero recuerdas que íbamos a hablar con Charlie y al final no lo hicimos.- le digo.

-Es cierto.- me responde.

-¿Quieres ir ahora?.- le pregunto.

-Por favor.- me responde.

-Hola Charlie.- le digo una vez llegamos donde él.

-Hola vida.- me responde este sin mirarme, ya que estaba muy concentrado pintando.

-Te quería presentar a alguien o más bien recordar.- le digo.

-JULIE.- dice Charlie emocionado una vez que se da vuelta.

-¿Me recuerda?.- pregunta emocionada la recién nombrada.

-Claro que si, no me podría olvidar de una niña tan tierna y linda como tú.- le responde Charlie.

-Gracias ¿Qué está haciendo acá?.- le pregunta Julie.

-Vine por tú maestra.- le responde Charlie mirándome.

-¿Por qué?.- le vuelve a preguntar la niña.

-Porque sino la podía perder.- le responde Charlie.

-Yo creo que usted nunca la podría perder, porque ella es muy buena.- le dice Julie.

-Lo es, y además es muy bonita.- le dice Charlie.

-Si, ella siempre nos ayuda.- le comenta Julie.

-Y siempre lo haré.- le digo abrazándola.- Ahora vamos que debes seguir con tú pintura.- le digo a Julie tomándola de la mano.

-Aún no entiendo cómo volvió a ser una persona después de ser un fantasma.- dice Julie.

-Esos son misterios, pero lo más probable es que el amor le haya hecho volver.- le respondo dejándola en su puesto.

-Gracias maestra.- me dice.

-De nada princesa.- le respondo para seguir caminando por la sala.

-Maestra, hoy es nuestra última clase ¿Cierto?.- me pregunta Dominga.

-Si cariño.- le respondo.

-La extrañaré mucho.- me dice abrazándome por mis piernas.

-Yo también te extrañaré mucho, pero nunca te olvidaré.- le digo acariciando su cabello.

-Por lo mismo le quiero dar este dibujo.- me dice entregándome un lienzo.

-Muchas gracias cielo, está precioso, lo pondré en mi dormitorio.- le digo agachándome a su altura y abrazándola.

-¿De verdad?.- me pregunta.

-Claro que si.- le digo

-La quiero maestra.- me dice abrazándome más fuerte.

-Yo también te quiero cielo y muchas gracias por tu obsequio otra vez.- le digo devolviéndole el abrazo y al levantar la vista me fijo en que Charlie esta mirando toda la escena.

Me voy a sentar nuevamente a mi puesto y Charlie aún no quitaba su mirada de mi.

-¿Tanto te gusto que no me dejas de mirar?.- le pregunto riendo.

-Tanto me gustas que me puedo imaginar esa misma escena en estos años con nuestros hijos.- me dice.

-No pienso tener tantos hijos.- le digo riendo.

-Tendremos los que tú quieras que tengamos.- me dice.

-Ayy si pudiera ya te estaría besando.- le digo.

-Soy irresistible.- dice Charlie.

-Y también eres precioso.- le digo.

El resto de la clase se paso entre ayudar a los niños a terminar sus pinturas y recibir muchos abrazos de mis niños.

-¿Qué hiciste cariño?.- le pregunto a Charlie.

-¿Qué hice de qué?.- me pregunta.

-Yo estoy segura que solo tenía un lienzo para cada niño pero todos tenían dos y uno de ellos tenía algo para mi.- le digo.

-Quizá fue santa.- me dice.

-Estoy casi segura que no fue santa, pero si tu eres su representante dile que muchas gracias que ha sido uno de los gestos más lindos que me han dado en la vida.- le digo aguantando las lágrimas.

-No es nada mi vida, sabía que te gustaría tener un recuerdo de tus niños y por lo mismo creí que la mejor manera de recordarlos era teniendo una pequeña creación de ellos.- me responde.

-Eres el mejor de todo el mundo.- le digo abrazándolo con todas mis fuerzas.

-Tú te mereces todo lo mejor del mundo.- me responde en un susurro.

-Suelte a la maestla.- dice Santiago llegando a nuestro lado.

-¿No crees que la podemos compartir?.- le pregunta Charlie soltándome.

-Bueno.- le responde Santiago rápidamente y se va a jugar con sus compañeros.

-Eso si que fue fácil.- le digo a Charlie.

-Tengo el encanto con los niños.- me responde.

-Si claro.- le digo.

-Te debo decir otra cosa.- me dice Charlie.

-¿Qué otra cosa me podrías decir?.- le pregunto.

-En unos días llegarán a tu casa los cuadros de los niños del otro curso.- me dice Charlie

-¿Qué?.- le pregunto sonriendo.

-Lo que oíste.- me responde.

-¿Cómo hiciste eso?.- le pregunto.

-Tengo mis contactos.- me dice.

-Cuando creí que no te podía querer más llegas con esto.- le digo abrazándolo.

-Es que te mereces esto y mucho más.- me dice.

-Y tu te mereces la vida entera.- le digo.- ¿Y donde voy a poner tantos cuadros?.- le pregunto riendo.

-Para eso tendremos una casa muy grande ángel.- me responde.

-Te quiero.- le digo dándole un beso en la mejilla.

-Te quiero más.- me dice.

Luego de estar ese rato con Charlie y dejar a los niños jugar, al igual que el martes los llame a todos para que nos sacáramos unas fotos con nuestras pinturas. Y como se lo pueden imaginar las despedidas fueron igual de tistes.

-Por fin puedo hacer esto.- le digo a Charlie cuando se fue el último niño.

-¿Que cosa?.- me pregunta.

-Esto.- le respondo acercándome rápidamente y besándolo al mismo tiempo que paso mis manos por su cuello.

El beso era lento, Charlie puso sus manos en mi nuca para así acércame más hacia él, profundizando el beso. Nos separamos cuando ya no teníamos más aire en los pulmones y juntamos nuestras frentes, quedando a centímetros.

-Eso fue intenso.- me dijo.

-Necesitaba mostrarte con acciones todo lo que sentí.- le digo.

-Vaya que sentiste cosas entonces.- me dice.

-Si.- le digo riendo.

-¿Y si lo repetimos?.- me pregunta.

-Tenemos que ordenar.- le digo.

-Que aburrida.- me dice.

-Ordenamos y después vemos.- me dice.

-¿Qué esperas entonces para ordenar?.- me pregunta Charlie parándose.

Ordenamos la sala que quedó igual que en un inicio y guardamos nuestras cosas.

-¿Vamos?.- le pregunto.

-¿A donde?.- me pregunta.

-A donde nuestros pies nos lleven.- le respondo.

-Vamos entonces.- dice entrelazando nuestras manos.

Salimos del colegio y comenzamos a caminar sin rumbo alguno.

-¿Realmente no tenemos destino alguno?.- me pregunta Charlie pasando su mano por mi hombro, intuitivamente entrelazo mi mano con la suya que quedo colgando.

-Totalmente cierto.- le digo riendo.

-No se que opinar de esto.- me dice.

-Tu dijiste que irías conmigo donde fuera.- le digo.

-Nunca pensé que te lo tomarías tan enserio.- me responde.

-Bueno quizá no lo pensé muy bien porque en cualquier minuto me canso.- le digo.

-Es porque eres una perezosa.- me dice.

-Tú me conoces y así me quieres.- le digo.

-Si eres mi perezosa favorita.- me dice haciéndome cariños en mi pelo.

-¿Cual es tu flor favorita?.- le pregunto.

-¿Y eso a que viene?.- me dice riendo.

-Tenía curiosidad.- le digo.

-La margarita.- me dice.

-¿Por qué?.- le pregunto curiosa.

-Porque es una flor compuesta, son dos flores en una.- me responde.

-¿Cómo sabes eso?.- le pregunto riendo.

-Tuve que investigar o crees que elegiría cualquier flor.- me dice.

-¿Sabías que se dice que la margarita es la flor sagrada de la Diosa del amor, la belleza y la fertilidad?.- le pregunto.

-¿Y cómo sabes tú eso?.- me pregunta.

-Porque esa es la flor favorita de mi madre, a ella le costó mucho quedar embarazada y para ella esta flor simbolizó el haber logrado tenernos y su proceso de la maternidad.- le explico.

-Vaya.- me dice Charlie cómo si lo hubiera dejado sin palabras.

-Te dejé sin palabras.- le digo.

-Si, siempre lo haces ¿Y la tuya?.- me pregunta.

-El girasol.- le respondo segura.

-Tenías la respuesta lista cuando me preguntaste a mi.- me dice riendo.

-No, solo que eso es de lo que más segura estoy.- le digo.

-¿Por qué es tu flor favorita?.- me pregunta.

-Porque para mi representa felicidad, positividad. Tiene ese color amarillo que transmite solo cosas buenas y además tiene una leyenda.- le respondo.

-Entonces eres un girasol.- me responde.

-¿Me parezco a una flor?.- le pregunto.

-Te pareces al amor de mi vida.- me responde sacándome una sonrisa.

-Eres un coqueto.- le digo golpeando su pecho.

-Auch, eso me dolió.- me dijo.

-Eres un exagerado, apenas te toque.- me dice.

-¿Y cual es la leyenda?.- me pregunta.

-Bueno Cuenta la leyenda que una joven ninfa Clytie, hija del dios Océano y la diosa de mar, se enamoró del dios de la luz y el sol, su nombre era Apolo. A tal grado llegaba su amor, que todos los días seguía su recorrido desde que salía de su palacio hasta que llegaba al atardecer por el oeste. Tanto fue su enamoramiento que comenzó a olvidar comer y beber. Y a pesar que no logro ganar su interés por Apolo, poco a poco Clytie comenzó a echar raíces hasta acabar convertida en un bello girasol. Es por esto que es una flor que hasta su fecha continúa siguiendo al sol, sin olvidar su principal objetivo que siempre fue el amor.

-WOW, eso realmente es impresionante.- me dice.

-¿Cierto?.- le digo.

-Me encanta cuando hablas de algo que te apasiona.- me dice.

-¿Por qué?.- le pregunto.

-Tú cara es como si vieras la cosa más maravillosa del mundo, tus ojos brillan y tienes una sonrisa pura.- me responde.

-¿Tanto se nota que me gustan?.- le pregunto.

-Yo diría que estas obsesionada con las flores.- me dice.

-No, simplemente me gustan.- le digo.

-Tanto como me gustas tú.- me responde.

-Deja de ser tan tierno.- le digo.

-Imposible, me encanto tu leyenda.- me dice.

-Gracias, espero que no la olvides.- le respondo.

-Imposible.- me dice.

-Mira.- le digo señalando que llegamos a la misma heladería de ayer.

-¿Tanto caminamos?.- me pregunta sacando su brazo de mi hombro y entrelazando nuestras manos.

-Al parecer nos sumergimos en nuestra conversación.- le digo.

-Y no te cansaste, eso es un milagro.- me dice riendo.

-Eres malo.- le digo con mi clásica cara de ofendida.

- ¿Te habías fijado en esto?.- me pregunta señalando un jardín.

-No.- le digo sorprendida con una sonrisa en mi rostro.

La heladería tenia un jardín, el cual se encontraba lleno de girasoles.

-Es precioso.- le digo admirando el jardín.

-¿Cómo ayer no nos dimos cuenta?.- me pregunta.

-No se, estuvimos en nuestra burbuja.- le digo.

-Entremos.- me dice.

-Hola.- le digo a la misma señora que nos atendió ayer.

-Hola.- me dice ella con su sonrisa.

-Su jardín es hermoso.- le digo.

-¿Te gusto?.- me pregunta.

-Me encanto, los girasoles son mis flores favoritas.- le respondo.

-Las mías también y por eso Daniel me hizo ese jardín como regalo.- me explica.

-Es un magnifico regalo.- le digo.

-Si, cuando lo descubrí llegue a llorar, porque en nuestra primera cita le conté su leyenda.- me dice.

-¿Enserio?.- le pregunto.

-Si ¿Por qué?.- me pregunta.

-Porque yo se la acabo de contar a él.- le explico riendo.

-El destino.- me dice.

-Ya lo creo.- le respondo.

-¿Llevaran lo mismo de ayer?.- me pregunta.

-Si por favor, pero el helado de chocolate es para llevar.- le digo.

-Serían tres mil pesos.- me dice.

Le entrego el dinero y con Charlie vemos como nos hace nuestros helados.

-¿Qué tanto hablaban?.- me susurra Charlie.

-Que te importa sapo.- le digo.

La dueña nos entrega nuestros pedidos y salimos de la tienda.

-Muchas gracias por todo.- le digo a la señora antes de salir.

-Gracias a ti por hacerme recordar un lindo momento.- me dice con una amable sonrisa.

-Tienes un encanto con todas las personas.- me dice Charlie.

-Es mi poder.- le digo comiendo mi helado.

-Tienes varios poderes.- me dice.

-Para que veas lo que tienes.- le respondo.

El resto del camino a mi casa nos la pasamos riendo y comiendo los helados.

-¿Y ustedes donde andaban?.- pregunta mi madre apenas entramos a la casa.

-Caminando.- le respondo.

-¿A donde fueron a caminar?.- nos pregunta.

-Si soy honesta ni yo lo se, salimos caminando del colegio y no paramos.- le respondo.

-Creí que harían cardio pero no me imaginaba que fuera de esa manera.- dice Adara.

-Cochina.- le digo.

-Vamos a comer mejor.- dice mi madre.

-Yo no quiero tanto.- le respondo.

-¿Por qué?.- me pregunta Adara.

-Comimos helado.- le responde Charlie.

-¿Comieron helado sin mi?.- pregunta Adara ofendida.

-Teníamos que probar para ver si no te morías intoxicada.- le digo.

-Si claro.- me responde Adara.

-Yo quiero comer igual.- dice Charlie.

-Tu eres un barril sin fondo.- le dice Adara.

-Que feo cuñadita y yo que te traía helado.- dice Charlie sacando una bolsa de su bolso.

-Ayy por eso eres mi cuñado favorito.- le dice Adara abrazándolo y quitándole el helado.

-Espero que no se haya derretido.- le susurro a Charlie.

-Si se derritió no importa, se lo come igual.- me responde.

Fuimos a cenar unos fideos que mi madre había preparado y nos la pasamos conversando de cómo había sido nuestro día.

Ya habían pasado unos cuantos minutos desde que terminamos de comer pero seguían conversando, yo ya no podía más, por lo que estaba con los ojos cerrados apoyada en Charlie, mientras este acariciaba mi brazo.

-Te estas durmiendo.- me dice mi mamá.

-Lo siento es que ya estoy muy cansada.- le digo.

-Te hizo mal caminar tanto.- me dice riendo Adara.

-Me hizo muy mal.- le digo.

-Vayan a acostarse.- nos dice mi mamá.

-¿De verdad?.- le pregunto.

-Si, mañana podemos seguir conversando, no te preocupes.- me dice mi madre.

-Entonces vamos a acostarnos.- me dice Charlie poniéndose de pie.

-Vamos.- le digo.

-Buenas noches.- nos dicen mi madre y Adara.

-Buenas noches.- le respondemos.

Luego de lavarnos los dientes y ponernos pijama nos recostamos en mi cama.

-Hasta mañana ángel.- me dice Charlie.

-Hasta mañana cariño.- le digo escondiendo mi cara en su cuello.

-Me gusto el día de hoy.- me dice.

-A mi también.- le digo y siento como se le pone la piel de gallina.- ¿Qué te pasó?.- le pregunto riendo.

-Sabes perfectamente que el cuello es mi debilidad.- me responde.

-No pensé que te causaría algo.- le digo.

-Para que veas lo que provocas en mi.- me dice.

-Ya duérmete mejor.- le digo dejando un beso en su cuello y cerrando los ojos.

-Te quiero princesa.- me dice acariciándome la espalda, siendo eso lo que necesitaba para relajarme y dormirme en un instante.


























Holaaa mi bella gente, ¿Cómo están? He vuelto en gloria y majestad. Nuevo capítulo y espero que les haya gustado, si quieren ver algun escenario o incorporar alguna idea comentenme y lo intentaré✨❣️✨❣️

Continue Reading

You'll Also Like

2.6K 344 6
| 𝙎𝙀𝙊𝙆𝙅𝙄𝙉 𝙃𝘼𝙍𝙀𝙈 Es hermoso cúando recibimos cariño de nuestros padres,verdad? En el mundo hay muchas personas que son tratadas de distin...
100K 4K 86
"No puedes esconderte del amor verdadero." Stefan Salvatore x fem OC Klaus Mikaelson x fem OC [Este libro no es mío, pertenece a @steffysvoid]
8.6K 329 37
Ellos, se conocieron en donde Catalina estaba estudiando su carrera de medicina. Juan Pablo Villamil, es un cantante junto a sus cuatro amigos. Les...
39.5K 2.1K 82
_____, una chica de 19 años, hermana menor de Julian Jordan, ella es una chica inteligente y divertida. Le gusta la música y leer, sus mejores amigas...