You bring me home (Charles Gillespie)

Capítulo 44

Narra Charlie

Ahora acostado en mi cama sonrió recordando todo lo que paso en el día, en que por fin está acá, la tengo junto a mi, en la habitación de al frente. Cuando salió Owen nunca pensé que eso era lo que fue a buscar.

*Flashback*

Estaba buscando a Owen por todas partes y no lo encuentro así que para dejar de hacer el ridículo caminando de lado a lado lo llamo. Al quinto tono me contesta

-Holaa.- le digo cuando contesta.

-Hola me dice.

-¿Donde estás?.- le pregunto.

-Vine a comprar.- me responde.

-¿Desde cuando hay tanto alboroto? ¿Por que hay tanto ruido?.- le pregunto

-Hay mucho ruido, porque..- no me responde.

-¿Por qué?.- le vuelvo a preguntar

-AHH porque hay mucha gente, ¿Había una oferta? si, había una oferta.- responde Owen.

-¿Había una oferta? Bueno como sea tienes que llegar antes de que cantemos cumpleaños, no te retrases.- le digo.

-Si, ya voy de vuelta, no te preocupes, llegaré antes de que canten, si si.- dice Owen.

-Si, te dejo, no me quiero retrasar más.- me dice antes de cortar.

-Este idiota ni se despide.- digo para mi mismo.

Luego de una media hora llego por fin a la casa, por lo que fui a ver que trajo.

-¿Y las compras idiota?.- le pregunto.

¿Las compras? ¿Qué compras?.- pregunta.

-Las compras en donde había una oferta.- le digo.

-Ahhh es cierto, se me quedaron.- me dice.

-¿Cómo se te quedaron?.- le pregunto.

-Ya sabes se me quedaron.- me dice.

-Bueno, lo que sea.- le digo.

-Ya que llegó por quien lloraban, cantemos.- dice Owen.

Y ahí es cuando comienzan a cantar todos cumpleaños, pude ver a a Jeremy y Caro sonriendo al igual que todos los que estaban frente a mi. Al terminar la canción de cumpleaños pido mis deseos, y al igual que cada año desde que conocí a los idiotas de mis amigos, dicen lo mismo. Cuando por fin sople las velas y los idiotas de mis amigos dejaron de decir estupideces Owen vuelve a hablar.

-Charlie, creo que se cumplió uno de esos deseos.- me dice sonriendo.

-¿A qué te refieres?.- pregunto.

-Date la vuelta.- escucho a una voz decirme.

Esa voz, es ella, esta acá. Rápidamente me doy vuelta y la veo, esta justo parada frente a mi por lo que mis ojos se llenan de lagrimas. Estoy en una especie de shock y al parecer ella también porque no se acerca y yo tampoco.

-¿Estás aquí?.- le pregunto con la voz entre cortada.

-Estoy aquí cariño.- me dice sonriendo, aguantando las lágrimas.

Cuando la escucho decir eso, corro a sus brazos y la abrazo como si alguien me la quisiera arrebatar, rodeo mis brazos en su cintura y ella rodea mi cintura con sus piernas. Definitivamente este es el mejor regalo y el mejor abrazo que me han dado.

-Estas aquí.- le susurro en el oído.

-Lo estoy.- me dice de la misma manera.

-¿Estoy despierto?.- le pregunto mirándolo a los ojos.