✓DEMON'S FEARS ⎯⎯ ᴛᴡᴅ

By OrdinaryRu

199K 18.5K 3.6K

𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗮𝗹𝗸𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗲𝗮𝗱 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 [terminada en 2022] Riley apenas puede soportar su propia... More

Inicio
chapter I
chapter II
chapter III
chapter IV
chapter V
chapter VI
chapter VII
chapter VIII
chapter IX
chapter X
chapter XI
chapter XII
chapter XIII
chapter XIV
chapter XV
chapter XVI
chapter XVII
chapter XVIII
chapter XIX
chapter XX
chapter XXI
chapter XXII
chapter XXIII
chapter XXIV
chapter XXV
chapter XXVI
chapter XXVII
chapter XXVIII
chapter XXIX
chapter XXX
chapter XXXI
chapter XXXII
chapter XXXIII
chapter XXXIV
chapter XXXV
chapter XXXVI
chapter XXXVII
chapter XXXVIII
chapter XXXIX
chapter XL
chapter XLI
chapter XLII
chapter XLIII
chapter XLIV
chapter XLV
chapter XLVI
chapter XLVII
chapter XLVIII
chapter XLIX
chapter L
chapter LI
chapter LII
chapter LIII
chapter LIV
chapter LV
chapter LVI
chapter LVII
chapter LVIII
chapter LIX
chapter LX
chapter LXI +18
chapter LXII
chapter LXIII +18
chapter LXIV
chapter LXV
chapter LXVI
chapter LXVII
chapter LXVIII
chapter LXIX
the end?
epilogue I
epilogue II

chapter LXX

603 39 28
By OrdinaryRu

POV Rick

— Siento lo de tu moto. 

Daryl la observó en la parte trasera, despegando tan solo unos segundos sus ojos de la carretera. Gruñó, irritado.

— La arreglaré en el Santuario. —asentí, y el vaivén nervioso en mi pierna terminó por exasperarlo— Inténtalo de nuevo, estamos más cerca.

Dudé, porque no quería llevarme de nuevo la decepción de no oír nada a través de la radio. El silencio, la estática... era horrible, porque dejaba completa libertad a mi imaginación. Nos faltaban unos pocos kilómetros para llegar, después de llevar toda la mañana en el coche.

— ¿Riley? —llevé la radio a mis labios y, de nuevo, nada— Aquí Rick, ¿hay... hay alguien en el Santuario? 

Daryl golpeó el volante con frustración, atrayendo mi mirada sin quererlo a una de sus muñecas. Cuando se percató de que mis ojos se habían clavado en el pañuelo rojo de Riley, se revolvió, incómodo. 

No me sentía enfadado con él, ni molesto en lo más mínimo, era mi hermano, y lo quería. 

Estuvimos en la carretera unos minutos más, en completo silencio, hasta que las interferencias en la radio nos pusieron rígidos de golpe a los dos.

— ...Grimes... —fruncí el ceño ante la voz de Abraham, apenas logrando entender mi propio nombre entre tanto ruido— ¿Dónde... e-estás...?

Me sentí desconcertado por su pregunta, pero incluso así alcancé a responder.

— Cerca de la A-73. —respondí recibiendo un asentimiento de Daryl— ¿Por qué no funcion-

— Bien, bien... —me cortó aliviado, y el ruido de fondo empezó a discernirse como un alboroto de gente— Síguela hasta la intersección. —un disparo retumbó a través de la radio— Tienen a Riley y a Jesús.

Minutos antes...

POV Riley

— Te he dicho que te termines el desayuno. —resoplé al ver a Lily, saltándose varios escalones para alcanzarnos a mi hermano y a mí.

— Esto es más importante que mis tortitas. —argumentó atrapando mi mano.

Finalmente, llegamos al piso superior, cercano a la azotea, donde se encontraba todo el cableado y maquinaría que ponía en marcha la radio. Un hombre nos esperaba al otro lado de la puerta, ya trasteando para intentar encontrar cuál era el problema. Lo reconocí al instante. 

— Frank. —saludé, recibiendo un muy nervioso asentimiento por su parte. 

Nos mantuvimos frente a su mesa, y tras escuchar los mil tecnicismos que según él estaban causando las interferencias, Jesús me codeó atrayendo mi atención. Estaba cruzado de brazos, con una expresión completamente seria, algo extraño en él.

— ¿Sabes esos presentimientos que tienes tú a veces...?

— Los que siempre ignoras. —repliqué con burla.

Asintió, descruzando sus brazos.

— Pues estoy teniendo uno de esos ahora mismo.

Lily soltó mi mano, y con curiosidad se acercó tras Frank para ver lo que hacía. Sonrió con emoción, como si pudiera entender todo aquel cableado, aunque realmente no lo hacía. La cercanía de la niña puso nervioso al hombre, y una expresión triste y apagada se reflejó en él. Sus ojos, clavados sobre Lily, me pusieron entonces a mí en alerta.

— Lily. —la llamé con dureza, sorprendiéndola— Ven aquí. —confundida, intercaló miradas entre el hombre y yo, hasta finalmente regresar apresuradamente a mi lado— ¿Cómo está tu mujer, Frank? —indagué con el ceño ligeramente fruncido.

— B-bien, gracias por preguntar.

Jesús me observó acercar la mano a la pistola, e inmediatamente hizo lo mismo con cautela.

— ¿Y tu hijo? Charlie era, ¿no? 

Frank no respondió, en cambio, en un movimiento ansioso hizo caer una de sus herramientas.

Sin soltar la mano de Lily, le indiqué con la mirada que tomara el cuchillo de mi cintura, lo hizo al instante, con un temblor evidente en sus manos.

No sabía realmente cómo había descifrado la situación tan rápido, sencillamente lo sentí en su mirada, de disculpa, de horror hacia sí mismo. Frank era un hombre de familia, bueno, leal, recordaba incluso haberlo visto el día que se desató el caos en el Santuario.

— ¿Y dónde están ahora, Frank? —puse a Lily a mi espalda— ¿Dónde está ahora tu familia? 

Alzó los ojos de la radio, y empezó a negar ansiosamente. Justo entonces, la puerta a nuestra espalda se cerró bruscamente. Mi hermano forcejeó con ella, intentando abrirla incluso a golpes, pero nada. 

— Lo siento. —murmuró Frank.

Entonces se abrió la puerta de la azotea, y todas las jodidas piezas encajaron.

— Hola, lobita. —Simon apareció con una radiante sonrisa, seguido de él entraron varios hombres. Uno de ellos alcancé a reconocerlo como el hombre de la noche anterior, el que chocó conmigo en las escaleras— Creo que tenemos que hablar. —siguió, ignorando como era apuntado por mi hermano y por mí— Y siento... —agitó su mano, dándose un poco de aire en la cara— Y siento algo de claustrofobia aquí, ¿por qué no damos un paseo?

— Creo que lo mejor será que te vayas a tom-

— No, no, no. —me interrumpió, atrapando con su brazo los hombros de Frank— He dicho que tenemos que hablar, es cierto. —miró al hombre a su lado un segundo, para luego dirigirse a mí de nuevo— Pero cuando dije hablar, quise decir que tú tienes que escucharme, ¡a mí! —se cabreó, pero incluso así no dejó la sonrisa.

— ¿M-mi hijo? —interrumpió Frank en un tartamudeo— Mi mujer...

Simon se alejó, luciendo verdaderamente sorprendido.

— Ay, cierto. —se golpeó la frente— Qué despistado soy, perdóname. —miró sobre su hombro, a los más de seis hombres que lo acompañaban— Chicos.

Uno de ellos dio un paso al frente, y antes de que pudiera reaccionar voló la cabeza de Frank de un disparo.

— ¡Ey, ey! —nos señaló a mi hermano y a mí cuando nos vio dispuestos a disparar, como unos kamikazes sabiendo que en una habitación tan pequeña, y contra un número que nos triplicaba, teníamos cero posibilidades de sobrevivir— ¿Para qué tomar el riesgo cuando ya está muerto? —señaló el cuerpo del hombre con desdén— Seamos civilizados, ¿de acuerdo?

Habíamos bajado la guardia, buscando al enemigo fuera de nuestros muros, cuando él había estado dentro todo este tiempo. No me hacía falta saber con detalle el cómo Negan había conseguido infiltrar a tanta gente en el Santuario, tan solo tenía la certeza de que iba a ponerle una bala en la cabeza muy pronto.

POV Rick

— ¡Mierda, joder! —Daryl dio un volantazo haciendo patinar las llantas contra el asfalto— Eso no tiene buena pinta.

— ¿Abraham? —lo llamé por la radio, viendo como dejábamos atrás su coche.

Los hombres que perseguíamos lo acababan de sacar de la carretera. Dos furgones, tan grandes que no habían sufrido ni siquiera una abolladura.

— ¡Estoy bien! —jadeó, mientras yo ya asomaba medio cuerpo por la ventanilla, intentando alcanzarles alguna bala en las ruedas— Nos acaban de lanzar un gran cubo de mierda, tíos. 

Negué, con cada uno de mis músculos en tensión.

— Maggie llegará en unos minutos, con refuerzos de Hilltop. —regresé al interior del coche, hastiado porque no podíamos detenerlos, ni acercarnos nosotros— Solo tenemos que mantenernos cerca. —me convencí, recibiendo un asentimiento inseguro por parte de Daryl.

Tras intercalar una mirada entre nosotros, y regresar la vista a la carretera, el único plan que teníamos se fue a la mierda.

Los furgones se separaron, en dos caminos totalmente opuestos en la carretera.

— ¿Rick? —la respiración errática de Daryl me generó aún más ansiedad.

Arrugué la nariz, no pudiendo creer que después de todo, fuera Negan quien nos encontrara a nosotros. Tenía más ganas que nunca, de acabar con él de una vez por todas.

— No lo sé. —admití asqueado.

Y, hasta que no fue inevitable, Daryl se negó a tomar una decisión. Finalmente, y por azar, giramos a la izquierda.

Unos cuantos kilómetros después, una barricada obligó al furgón a detenerse. Salí del coche antes incluso de que frenara por completo. Con el revólver alzado abrí la puerta del piloto, y automáticamente mi dedo apretó el gatillo, llenando las ventanillas de sangre.

Estaba malditamente cabreado, y la rabia fluyó mucho más en mi sistema, cuando sentí el cañón repentino de una pistola en la sien. El copiloto se había ocultado tras el asiento.

Inhalé con profundidad, y aunque sabía que Maggie y los suyos estaban a pocos metros, que Daryl podía estar incluso a mi espalda, quise hacerlo yo mismo. Salvarme a mi mismo, ya que parecía incapaz de salvar a nadie más, ni a Lori, ni a Carl, ni a Riley...

Me aparté a un lado, y el arma se disparó rozándome la sien. El fuerte estallido de la bala me aturdió, dejándome un pitido agudo en el oído. Agarré de la chaqueta al hombre, lanzándolo fuera del furgón. Su cuerpo hizo un golpe seco y duro contra el asfalto.

— Yo que tú no haría ninguna tontería. —Maggie lo encañonó, impidiendo que alzara de nuevo su pistola.

Ahogado, salté fuera del vehículo. En mi camino a la parte trasera, choqué con Daryl, quien no disimuló su expresión preocupada. Lo que me hizo pensar, qué tan poco juicio me restaba. Oí sus pasos a mi espalda, y como contuvo el aliento cuando retiré la cerradura de la puerta. Cuando se abrió, una figura saltó sobre mí, encajándome un golpe en la mandíbula.

— ¡Madre mía! Lo siento, Rick. —Jesús se apartó acelerado, extendiéndome una mano para ponerme en pie. Justo cuando hice el amago de asomarme dentro del furgón, con la esperanza de hallar una segunda figura, continuó hablando:— ¿Mi hermana?

No respondí, y tampoco Daryl, lo que fue respuesta suficiente. 

— ¿Qué hacemos con él? —inquirió Gleen cuando regresé junto al hombre de Negan, ahora arrodillado y desarmado.

Llevé mi mano al revolver, cuando la lógica me hizo bajarla de nuevo.

— Regresemos al Santuario.

Ya era entrada la noche cuando nos asentamos, cuando la gente dejó de esperar un disparo para regresar a su día a día. Se retiraron cuerpos, hombres de Negan y también obreros, todos en la sala de radio. Era sencillo deducir, que fue allí donde todo se desató, donde Negan encontró una brecha por la que colarse. 

Los nudillos me ardían, se me habían despellejado manchándome de sangre. Daryl abrió la puerta, y por un instante me cegó la luz fuera de la celda. 

— ¿Qué es lo que... —Gleen se detuvo al verme, y dejé de apretar con rabia mis manos para mirarlo— ¿H-ha dicho algo? —continuó, no queriendo saber cuáles eran nuestros métodos para hacerlo hablar.

— Nada. —escupió Daryl por mí.

— Le tiene más miedo a Negan. —rio sin gracia Maggie, tanto enfadada como incrédula— Tenemos que encontrarlas, a Riley y a la niña.

— Lily. —dije sin ánimos.

— A Riley y a Lily. —se corrigió, observándome cautelosa.

— ¿Eh? ¿A dónde vas? —Gleen retuvo a Abraham antes de que entrara a la celda.

— Voy a hacer que se cague en los pantalones. —se soltó de él— Ese capullo hablará, o se quedará sin dientes.

La puerta metálica se cerró tras él, creando un eco eterno en el pasillo.

— ¿Rick? —dijo esta vez Gleen en mi dirección.

Pasé los dedos por mis nudillos, haciendo sin querer una mueca ante el dolor.

— Necesito un momento. 

Caminé por los pasillos, sin rumbo porque realmente no conocía el lugar. Algunos rostros se giraban al verme, desconfiados. El ver tanta gente, corriente, me hizo recordar las palabras de Carl en su carta. 

Tan solo eran familias...

Me detuve ante una puerta, notando que algo tiraba de mí hacia aquella habitación. Había un dibujo infantil hecho en el marco, eran dos lobos, uno mucho más pequeño que el otro.

Abrí la puerta, mientras mi mente me jugaba una mala pasada. Empecé a cuestionarme cada una de mis acciones, cada palabra que me había llevado a este momento. Si hubiera hecho las cosas de otra manera, si hubiera luchado más, si yo hubiera sido más... 

Mis pies me pegaron al suelo cuando vi su guitarra. Recorrí la habitación con detenimiento. Su chaqueta tirada en una de las esquinas, su arco apoyado contra la cama... Me dejé caer sobre el colchón, sin fuerzas. Sentía tanta rabia que tenía el corazón acelerado constantemente, la piel fría y el sistema en alerta. El golpear a aquel hombre no me había drenado ni un ápice de ira, no me había aliviado, ni producido nada. Había sangrado durante horas en la silla, y yo le había amenazado de tantas maneras retorcidas que hasta empecé a sentirme asqueado. ¿Era esto lo que quería Negan? ¿Cabrearme hasta que fallara a su favor? 

— ¿Rick, amigo, estás ahí? —su voz. Me puse en pie, con los dientes apretados y mi mano ya tomando la radio— Sé que estás ahí... —canturreó con burla— Yo sé muchas cosas, creo que hoy te has podido dar cuenta, ¡de cuánta jodida información tengo!

— Negan. 

Resopló una risa al oírme.

— ¡Ahí estás! —se alegró, para después añadir con repentina seriedad— Primero que nada... —tragó con dificultad, y casi consideré que podía llegar a sentir remordimiento de algún tipo— Siento lo de tu chico. —su sinceridad me produjo un calor abrupto. Iba a matarlo— De verdad, fue una putada. Encima... ¿un jodido muerto? Eso sí que es tener mala suerte.

— Cállate. —gruñí— Dime dónde estás. Terminemos con esto.

— ¿Para qué puedas matarme? 

— Sí. —torcí la cabeza con tensión— Te lo prometí. Te mataré, porque esa es la única solución que nos queda.

— ¿Ya no hay tratados de paz, Rick? —bromeó.

— Para ti nunca los hubo. —respondí— Vas a morir, así que disfruta tus últimos días en la tierra, Negan.

— ¡Ouch! Casi puedo sentir tu jodido odio Rick, me siento halagado. —resoplé, e inquieto empecé a caminar de un lado para el otro de la habitación— No me has preguntado por ella, ¿debo deducir entonces que te da igual? 

Alcé la radio hacia mis labios, a punto de gritar toda la rabia que tenía atascada, cuando me obligué a mi mismo a no sucumbir a lo que él quería.

— Si le haces algo... —exhalé, calmándome— No puedo prometerte una muerte rápida. 

En aquel momento, y más que nunca, entendí la necesidad de Riley por torturarlo, por vengarse sin ninguna humanidad.

— Ya veo... —respondió con tranquilidad— Entonces decidido. Esta charla era por mera cortesía, Rick. —aguardó con paciencia, sabiendo que eso conseguía alterarme— Estoy en la central hidroeléctrica, creo que podrás encontrarla tú solito. 

— ¿Y me lo dices... así de fácil?

— Así de fácil. —contestó con tono divertido— No me hagas esperar demasiado, Rick, ya sabes lo que ocurre cuando estoy de mal humor.

Se escuchó un chasquido tras sus palabras, la comunicación se había cortado. Me mantuve quieto en mitad de la habitación por unos minutos, sopesando qué hacer. Confiar o no en sus palabras realmente no importaba, era la única pista que teníamos, y no iba a dejar que Riley pasara ni un maldito segundo más cerca de Negan.

Salí decidido en dirección a las celdas, y ni me molesté en hacerme hueco entra la gente, porque esta misma se apartaba al verme. Veían que era alguien a punto de arriesgarlo todo, alguien que ya no discernía entre el bien y el mal. ¿Pero qué era realmente hacer lo correcto? ¿No matar a quien amenaza tu vida? Perdonar era la opción que me había dado mi hijo, pero yo no estaba seguro de ello, no aún al menos.

Al llegar a las celdas se alzaron un par de murmullos, que fueron incrementando a medida que me dirigía sin titubear a una puerta en concreto.

— Abraham ya lo ha intentado, Rick. —intentó apaciguarme Gleen, sin embargo, tuvo que adentrarse conmigo en la oscuridad de la celda, porque yo no me detuve ni para mirarlo.

— Quizás deberíamos llamar al médico. —intervino Maggie a nuestra espalda— Lo habéis destrozado y no hablará si-

Desenfundé el machete, observando los ojos inyectados en sangre de aquel hombre.

Ya no lo necesitamos.

¡Rick! ¡No, espera!

La hoja se atascó con fuerza en su cráneo, obligándome a esforzarme en exceso por desencajarla. Finalmente, tuve que golpear su pecho con mi pie para liberar el machete. Sentí un líquido caliente en la mejilla, me había salpicado. Retiré la sangre con el pulgar, no sintiendo más que indiferencia. Cuando me giré para observar a mis amigos, mi familia, sus expresiones solo me dejaron decir con desconcierto:

— ¿Qué?

━ uhhh, últimos capítulos

¿Cómo creéis que terminará todo? Rick no ha vivido lo mismo que en la serie, por lo que está en más modo salvaje que nunca pero... quién sabe lo qué puede ocurrir

¿Conseguirán matar a Negan? ¿Lo perdonarán?

quiero recordar que el riesgo aún está ahí, cualquiera puede morir... 

Gracias por leer y no olvides votar ♡ ━

Continue Reading

You'll Also Like

25.5K 2.9K 12
Olivia Monroe tenia una vida perfecta; amigos que darían su vida por ella, familia que la amaba con cada fibra de su corazón, popularidad, etc. La ch...
71.4K 6.1K 14
JAMES CONRAD.| Mason Weaver y Eliza Somer nunca creyeron en los monstruos. Y ese fue un error.
1.1K 108 7
Todo comenzó por simple curiosidad
242K 23.7K 64
𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂 𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇 . . . !! 𖥻 ִ ۫ ּ ִ 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈 𝗁𝖺𝗋𝗀𝗋𝖾𝖾𝗏𝖾𝗌 𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 . . . En donde el regreso de Cinco trae co...