Seduciendo Un Alfa |NamJin|

By nayechwan18

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SeokJin no quiere casarse. SeokJin no quiere enamorarse. Pero él ama los retos. Y NamJoon es el mejor reto p... More

ADVERTENCIA
PRÓLOGO
1: Seduciendo Un Alfa.
2: Plan para seducir a un alfa.
3: Una boca placentera.
4: El verdadero Kim SeokJin.
5: El nuero perfecto.
6: Dedos calientes y agiles.
7: Un repentino rival.
8: Los celos no son una opción.
9: Un beso no debería ser tan bueno.
10: Una puta recién follada.
11. Secretos entre amigos.
12: Nadie puede odiarte como yo.
13: No finjas ser lindo.
14: Duerme conmigo.
15: Una pequeña excepción.
16: Conflicto entre omegas.
17. ¡No somos novios!
19: Pequeños accidentes.
20: Traicionar tu confianza.
21: La cúspide de su tolerancia.
22: Una pareja de recién casados.
23: Los ojos del amor.
24: Desde la primera vez que nos vimos.
25: No hables con desconocidos.
26: Profundamente enamorados.
27: Tu luna y mis estrellas.
28: Dime que eres mío.
29: Remanentes de un calor.
30: Tres pruebas no son suficientes.
31: Promesa.
32: Escenas de besos.
33: Soy tuyo.
34: Soy especial.
35: Destino.
36: Sueño de concepción.
37: Las historias se repiten.
38: El hijo del viejo zorro.
39: El principio del fin.
40: Confianza quebrantada.
41: Está bien si lloras.
42: Por primera vez.
43: Hay belleza en los desastres.
44: Fruto de su amor.
45: El arcoíris después de la tormenta.
46: Un Futuro Juntos.
Final: Amando Un Alfa.
EPÍLOGO
EXTRA 1
EXTRA 2
Extra 3
• AGRADECIMIENTOS E INFORMACIÓN •

18: La temperatura perfecta.

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By nayechwan18



La primera vez que NamJoon creyó estar enamorado fue a la edad de diecisiete años.

Estaba en su primer año de escuela superior en ese momento, y se había presentado como un alfa un año atrás. Pero habían pasado quince años desde aquel entonces; casi la mitad de su vida. Era demasiado tiempo para recordar con exactitud la forma en la que se sintió en ese entonces.

¿Cómo se sentía estar enamorado? ¿Qué fue lo que sintió? No lo recordaba. Incluso si era presumible que fue su primer amor, ni siquiera recordaba el nombre de la omega correctamente.

Tal vez ella se llamaba Park Hyerin o Haeryn. Quien sabe. Solo podía recordar que ella era una niña correcta e inteligente para todos en su salón. Sin embargo, en privado, ella era totalmente diferente. Pero la omega no deseaba una relación seria; ella solo deseaba probar que se sentía estar con un alfa por primera vez. NamJoon no volvió a buscarla cuando ella sació su curiosidad con él, sin embargo, pensó en ella por un pequeño corto periodo de tiempo con enojo. Creyó que habían estado enamorados y no resultó ser así. Pero al final, unos meses después, pasaron tantas cosas y conoció tantas nuevas personas que, francamente, ella terminó siendo solo una persona más en sus recuerdos.

Y, por lo mismo, ya no recuerda ese entonces con algún sentimiento especial. Él hizo muchas cosas imprudentes como tatuarse, beber, fumar y coger con cualquier omega o beta lo suficientemente agradable. Esa fue su maldita etapa rebelde; enojado con todas las personas, especialmente con su padre, que lo presionaba sin descanso. No sentía ninguna clase de orgullo al recordar ese tiempo. Normalmente, sentía que el NamJoon de sus tres años de escuela superior era una versión ridícula e inmadura del hombre en el que se convirtió unos años después.

Pero pisar a su yo de ese entonces le ayudó a escalar y convertirse en la persona que es ahora. Todo fue parte de un complejo período de aceptación y maduración.

Por lo mismo, NamJoon dejó de preocuparse por cosas como el amor y el romanticismo hace muchos años atrás. Incluso antes de conocer a Kang Jooha. Él podía decir con seguridad que no era una persona que se enamoraba con facilidad. No le iba el romanticismo de ninguna forma.

Pero el amor y la obsesión no estaban muy lejos el uno del otro. Ambos términos compartían características un tanto similares.

Kim SeokJin, con su molesta e irritante personalidad, había empezado a provocar algo en él demasiado insano. NamJoon conocía perfectamente bien lo que era este sentimiento. Y aunque no estaba obsesionado con el omega, en el interior, temía terminar haciéndolo.

Tocar a Kim SeokJin. Besar a Kim SeokJin. Follar a Kim SeokJin... Todo se estaba volviendo demasiado adictivo e imparable... Y las adiciones eran malas; tan malas como lo eran las obsesiones y el amor.

A NamJoon no le gustó esto de ninguna forma. Pero la abstinencia nunca fue su manera de combatir las adicciones. Se dio cuenta de esto durante las dos semanas en las que no tocó al omega. Por lo tanto, alejarse de SeokJin en este punto, solo provocaba que su hambre por él creciera más...

—¿Me estás escuchando? —SeokJin cuestionó con una ceja arqueada. Él estaba sentado en el asiento del copiloto y lo miraba con una expresión tranquila.

NamJoon le dio una larga mirada cuando se detuvieron en un semáforo y confirmó sus pensamientos.

Simplemente, dejaría que el fuego quemé hasta que no quede nada más. Y cuando solo quedarán las cenizas, ya no habría incandescencia.

NamJoon tenía que empezar a ceder por su propio bien, incluso si le costaba hacerlo.

—Estoy escuchando.

El viaje de camino a su departamento fue bastante tranquilo. Por raro que parezca, SeokJin no hizo, ni dijo nada extraño durante todo el trayecto. En cambio, se sentó en el copiloto con un aspecto pensativo y le dijo a NamJoon que deseaba cocinar, algo así como una cena especial para él, ya que aún quería darle un regalo de cumpleaños.

NamJoon pensó que eso era un poco tonto. La forma en la que SeokJin quería pretender tener una celebración privada con él por su cumpleaños lo era. Pero prefería eso a que el omega gastará su dinero comprando un regalo para él.

—Voy a cocinar para ti... —SeokJin repitió desviando la mirada hacia la ventana. No obstante, el sonrojo en sus orejas delataba su vergüenza—. Deberías sentirte feliz. No hago esto por cualquiera, ¿sabes?

—¿Tú, un perezoso, queriendo cocinar? —NamJoon se burló de él sin apartar los ojos de la calle. Odiaba conducir, a veces era un tanto estresante, pero le había dado la tarde libre a su conductor, así que tuvo que conducir por sí mismo hacia la casa de SeokJin—. Es otra cosa que suena muy inverosímil viniendo de tu parte.

—¡No seas condescendiente! —el omega se quejó. NamJoon lo miró de reojo, notando que SeokJin estaba haciendo ese típico puchero que siempre solía hacer cuando se molestaba—. ¡Puedo cocinar! De hecho, lo hago muy bien.

—¿En serio? —NamJoon estaba bastante curioso al respecto, pero solo estaba diciendo estas palabras para molestar un poco a SeokJin—. ¿Alguien como tú realmente tiene buenas habilidades en la cocina?

—Por supuesto, ¿no recuerdas la cena en casa de tu padre? ¿O crees que todo fue una mentira sobre mis buenas habilidades culinarias? —SeokJin le preguntó en cambio. Él miró a NamJoon con el ceño fruncido, pareciendo extremadamente agraviado ahora—. ¡No era mentira! Tal vez un poco exagerado, pero no una mentira.

—Estoy bastante sorprendido, entonces —él dijo sin parecer para nada sorprendido—. Ya veremos si realmente es cierto.

SeokJin se encogió de hombros y sonrió con suficiencia.

—Te gustará todo lo que pruebes y querrás más —aseguró con un tono suave y burlesco. Bastante parecido al de aquella vez en la cena—. Recuerda mis palabras, Kim NamJoon.

NamJoon sonrió levemente e ignoró su comentario pretencioso. En cambio, recordó algo bastante importante, y frunció el ceño. SeokJin no podría cocinar en su departamento en la condición en que estaba su refrigerador.

—No hay muchos ingredientes en mi casa —él le avisó al omega—. Tendremos que pasar por un supermercado antes.

SeokJin estuvo de acuerdo de inmediato. Y le dijo, siendo tan arrogante como siempre, que no pretendía cocinar con las sobras de su nevera, pero NamJoon no le llevó la contraria. En realidad, le dio la razón. No solía almorzar en su casa, y normalmente pedía a domicilio durante las noches, así que no se preocupaba mucho por mantener su refrigerador equipado con todo lo que un amante de la cocina podría necesitar para hacer una comida.

Y fue así cómo terminaron yendo a un lotte mart de camino a su condominio. Pero NamJoon tuvo que quitarse, molestamente, su abrigo y colocarlo sobre los hombros de SeokJin cuando bajaron de su auto. El omega realmente no había pensado en lo más mínimo que tendrían que hacer una parada como esta.

—¿Por qué te pusiste esa ropa? —NamJoon se quejó con disgusto mientras veía a SeokJin nuevamente de arriba abajo—. Está haciendo mucho frío y puedes resfriarte, ¿no pensaste en eso?

Kim SeokJin, esa pequeña mierda, replicó con un tono condescendiente: —¿Cómo iba a saber que tendríamos que pasar por un supermercado? ¡No es mi culpa que seas un hombre rico que no mantiene su refrigerador lleno!

NamJoon rodó los ojos después de escucharlo. No entendía por qué a SeokJin le costaba ser metódico y precavido en su vida personal. Pero agarró las solapas de su gabardina y cubrió al omega correctamente con ella. Luego, le abrochó todos los botones, antes de finalmente salir del estacionamiento para entrar en el supermercado. Y ellos terminaron dando vueltas por todo el lotte mart mientras SeokJin buscaba todo lo que iba a usar para la cena. Él incluso decidió comprar un pastel de fresas con crema con la excusa de que no podían celebrar un cumpleaños sin pastel. Y NamJoon no sintió paz mental hasta que finalmente arrastraron su carrito hacia la caja.

—¿Puedo comprar helado? —SeokJin le preguntó cuándo estaban en la caja.

NamJoon lo miró y arqueó una ceja con un poco de exasperación. ¿Qué clase de pregunta era esa?

—Puedes comprar lo que quieras —él le respondió sin mirarlo a la cara, porque se encontraba sacando su billetera para pasarle su tarjeta a la cajera. Luego, hizo una pausa, y cambió de opinión—. Mientras no sea menta con chocolate, todo está bien.

—Odio la menta con chocolate. —SeokJin hizo una mueca de asco y negó con la cabeza.

NamJoon asintió y no dijo nada. Él también odiaba la menta con chocolate.

Kim SeokJin y él tenían algo en común.

. . .

Cuando llegaron al departamento de NamJoon, lo primero que hicieron fue desempacar todas las compras, antes de que SeokJin revisará la cocina en busca de todos los utensilios que iba a necesitar para cocinar.

—Por lo menos tu cocina esta bien equipada —SeokJin observó con una expresión de fingido escrutinio—. No podría soportar saber que te hacen falta utensilios de cocina.

NamJoon estaba sentado en el desayunador. Él se cruzó de brazos y lo observó con las cejas alzadas. Pero decidió ignorar su comentario incisivo y ahondar en otra cuestión.

—¿Qué estás planeando hacer?

SeokJin se dio la vuelta y le miró.

—Cuando lo haga, lo sabrás —él dijo con una sonrisa. Después, abrió uno de los armarios de la cocina y buscó guantes de plástico y un delantal—. Dije que es una cena sorpresa... Al menos que quieras ayudarme, claro.

—Alguien tiene que vigilar que no hagas un desorden en la cocina —NamJoon declaró con su usual tono altanero. Y SeokJin tuvo que reprimir su carácter para no sentirse ofendido ante su comentario.

Era más que obvio que el alfa solo estaba tratando de molestarlo de principio a fin. Sin embargo, SeokJin estaba decidido a no caer en sus provocaciones esa noche; le iba a enseñar a Kim NamJoon de lo capaz que era. Pero el hombre repentinamente se paró del taburete y se dio la vuelta para salir de la cocina.

—¿A dónde vas...? —SeokJin interrogó viendo a NamJoon irse de la estancia.

—Voy a ducharme —él le avisó antes de salir sin agregar más comentarios al respecto.

SeokJin lo observó marcharse con la boca abierta. ¡NamJoon no pretendía ayudarlo!

—¡Debes volver a ayudarme!

Pero el alfa desapareció en el pasillo y no dio una sola señal de pretender volver. SeokJin suspiró con resignación. Bien. Perfecto. Él podía hacer todo él solo. Además, no creía que Kim NamJoon tuviera idea de cómo siquiera pelar una zanahoria. ¡Pero se atrevía a dudar de sus habilidades! ¿Podía ser más descarado?

—¡Ese engreído y odioso alfa! —SeokJin se quejó en voz baja mientras lavaba todos los vegetales que utilizaría—. ¡¿Cómo se atreve?!

Sin embargo, después de un rato, cuando terminó concentrándose en lo que estaba haciendo, SeokJin se olvidó completamente de Kim NamJoon, mientras preparaba sopa de algas y tiras de ternera maceradas en soja, jengibre, azúcar y pimienta negra para el Japchae que planea hacer. ¡Haría el mejor bulgogi Japchae para mostrarle a NamJoon sus buenas habilidades!

Y cuando el hombre en cuestión volvió a la cocina, SeokJin ya se encontraba friendo las tiras de carne, cociendo la sopa de algas e hirviendo los fideos para el Japchae, mientras picaba los vegetales con mucha concentración. No se tomaba a broma la cocina. Fue uno de sus hobbies durante su adolescencia. Sin embargo, cuando sintió el aroma a ginebra del alfa llenar la estancia, la concentración de SeokJin flaqueó y él giró el rostro para mirar al hombre.

NamJoon realmente había ido a ducharse. Su cabello estaba húmedo y un poco alborotado. Además, se había cambiado la ropa formal por una camiseta negra y unos pantalones de algodón. SeokJin no pudo evitar mirar al hombre por un momento demasiado largo...

—¡¿Qué estás haciendo...?! —NamJoon le preguntó con el ceño fruncido y alarma en su voz.

SeokJin frunció el ceño al no entender de qué estaba hablando, hasta que sintió un pequeño ardor en el dedo índice, y soltó el cuchillo con sorpresa al notar que se había cortado.

—Solo... Solo es rasguño —él dijo rápidamente con desconcierto. ¿Cómo pudo distraerse hasta cortarse?

¡Pero él realmente se cortó y ahora estaba sangrando!

NamJoon caminó hacia él con el ceño fruncido y agarró su mano para arrastrarlo hacia el fregadero y abrir la llave para lavar su herida.

—Eres tan descuidado —el alfa le recriminó con molestia. Pero se tomó la molestia de ayudarlo a lavar su herida—. Te enfermas y ahora te cortas...

SeokJin podría decir que no era su semana de suerte, simplemente. Pero evitó hacer comentarios humorísticos y observó a NamJoon con detenimiento. Repentinamente, no pudo evitar sentirse muy extraño... ¿por qué se supone que estaban haciendo esto?

¿Por qué parecían una jodida pareja...?

Las mejillas de SeokJin enrojecieron y él negó con la cabeza para sacar ese pensamiento de su cabeza. ¡Esto fue necesario! Tal vez Kim NamJoon empezaba a tratarlo un poco mejor que antes porque SeokJin le estaba empezando a gustar. ¡Esto era verdaderamente bueno...!

En cambio, él replicó a la defensiva: —Bueno, no es como si quise enfermarse y cortarme. Fueron simples accidentes... —Alejó su mano de NamJoon y se dio la vuelta. Su garganta repentinamente se sentía muy seca y el calor en sus mejillas no desaparecía. Tanto su pecho como su estómago estaban sufriendo de unas extrañas punzadas. Quizás si continuaba enfermo, después de todo.

Sin embargo, NamJoon agarró su brazo y volvió a girarlo. La mirada del alfa sobre él fue aguda y más recriminatoria que antes.

—¿Te vas a poner a la defensiva ahora? —NamJoon lo miró a los ojos y resopló—. Eres siempre tan jodidamente orgulloso...

—¡Puedo ser orgulloso sí quiero! —él espetó con una mueca.

—Sí, sí, puedes serlo. —NamJoon se alejó y fue hasta un armario de dónde sacó una caja que parecía ser un botiquín de primeros auxilios—. Ven aquí, vamos a colocar una curita.

SeokJin hizo un mohín y dudo por un momento. Pero después se acercó lentamente y permitió que el alfa envolviera su dedo en una curita sin hacer contacto visual con él.

—¿Por qué te distrajiste? —NamJoon cuestionó después de terminar.

No obstante, de ninguna manera, SeokJin era tan malditamente desvergonzado para decir: «simplemente, te estaba mirando». Eso sería sumamente bochornoso.

—Me asusté cuando entraste —él mintió con una expresión imperturbable. Entonces, decidió cambiar de tema rápidamente—. ¿Puedes ayudarme a picar esa cebolla?

NamJoon lo miró a la cara fijamente e inquirió sin mucho humor: —¿Cortar una cebolla?

SeokJin entrecerró los ojos y lo miró a la cara. —Claro, es muy fácil... —Él caminó de vuelta a la mesa y le pasó unos guantes de plástico a NamJoon para que no se ensucie las manos—. ¿Al menos que no sepas hacerlo...? Pero eres Kim NamJoon, el señor perfecto, ¿cómo podrías no saber cortar una cebolla?

El alfa hizo una mueca casi imperceptible. Sin embargo, SeokJin sonrió para sí mismo al notarlo, era obvio para él ahora. Kim NamJoon realmente no sabía cómo cocinar.

—¿Quién no puede cortar una cebolla? —el alfa espetó con una expresión indiferente y se paró frente a la tabla de picar. Sin embargo, mientras SeokJin revisaba lo que se estaba cocinando en la estufa, vio de reojo como NamJoon estaba teniendo dificultad para cortar esa simple cebolla.

¡Él jodidamente estaba haciendo picadillo al vegetal sin ninguna gracia ni simetría! SeokJin tuvo que taparse la boca para no reír a carcajadas.

—¡Por dios! —Él gritó cuando no pudo contener más la risa—. ¡Kim NamJoon no sabe cómo cortar una cebolla! ¿No es esto el descubrimiento del siglo? —se burló con entretenimiento—. Realmente tienes una cara gruesa para atreverte a dudar de mis habilidades cuando cortas una cebolla así...

Pero NamJoon le dio una mirada muy seria y soltó el cuchillo. Él estaba tan frustrado que hizo a SeokJin reírse otra vez a carcajadas.

—¿Puedes dejar de reírte tan escandalosamente? —NamJoon reclamó con una mueca—. Tuve que dejarte en tu casa.

SeokJin se acercó a él y besó su mejilla con una sonrisa traviesa. —Te enseñaré a cortar una cebolla y a cocinar. Así tu vida de soltero mejorará cuando te veas en la necesidad de cocinar para ti mismo —anunció pasándole nuevamente el cuchillo al alfa—. Y tendrás que agradecerme por esto algún día, cariño.

NamJoon se quedó en silencio y se dio la vuelta para volver a cortar la cebolla. SeokJin se preguntó con diversión qué estaba pensando el hombre. Pero no hizo más comentarios mordaces y agarró las manos de NamJoon para guiarlo lentamente.

Y fue extraño.

—Tienes que ser más preciso y suave al cortar —él susurró detrás del alfa mientras le ayudaba a rebanar la cebolla. Fue difícil para él controlar la fuerza con la que NamJoon trataba de cortar el vegetal—. Usa este lado del filo del cuchillo... ¿Qué se supone que haces, Joon-ah? —SeokJin se rió y se irguió para colocar su barbilla en el hombro del alfa—. Sí, justo así... Mucho mejor que antes, ¿ves? No es tan difícil...

Pero NamJoon repentinamente se enderezó y giró el rostro para mirarlo a la cara.

SeokJin parpadeó varias veces al no entender la repentina mirada irritada del alfa.

—¿Por qué me miras así...? —él interrogó con una pequeña sonrisa—. Si me sigues mirando así, creeré que me quieres asesinar con ese cuchillo, NamJoon-ah.

—Creo que es lo que menos quiero hacer ahora —NamJoon soltó el cuchillo y se quitó los guantes—. Terminemos con esta tontería.

SeokJin lo miró con incredulidad. ¿Otra vez NamJoon estaba molesto? El hombre podría llenar un frasco si tuviera una moneda cada vez que se irritaba en un día a causa de él.

—¿Y qué quieres hacer a...? —Pero SeokJin no pudo terminar su pregunta. Kim NamJoon agarró su delantal y jaló de él súbitamente.

SeokJin solo pudo sentir el repentino choque entre sus labios y la forma en la que el alfa le dio la vuelta y lo enjauló contra la mesa de la cocina. SeokJin fue besado duramente y gimió cerrando los ojos cuando las manos de NamJoon se deslizaron por sus muslos hasta subir su falda. Este beso estaba lleno de un ímpetu que había sido refrenado durante un buen tiempo. Y NamJoon lo reclinó y abrió sus labios con su lengua, tocando cada parte de su boca. Fue un besó fuerte y necesitado.

¿Cuánto había pasado desde la última vez que tuvieron sexo...? Fue terrible lo sediento que ambos se sentían por tocarse íntimamente otra vez.

—NamJoon... —SeokJin susurró con sus labios brillantes por la saliva cuando el hombre lo cargó y lo sentó sobre la encimera.

NamJoon agarró su barbilla y besó las comisuras de sus labios con ahínco. Su aliento caliente le hacía cosquillas en la piel con cada beso.

—¿Te pusiste la falda para esto...? —el alfa cuestionó con un tono bajo. Sus manos se deslizaron otra vez por sus muslos hasta que agarró los bordes de su falda y la enrolló hasta sus caderas.

—¿La falda...? —SeokJin repitió con incredulidad y luego se rió en voz baja. Agarró el rostro del alfa y le dio un beso rápido antes de apartarse—. En realidad, no... Fue lo primero que encontré. Pero traje algo mejor que esto para más tarde... —él susurró con coquetería mientras deslizaba sus manos por el pecho de NamJoon—. Sin embargo, voy a guardar este conocimiento sobre tu fetiche para después...

—¿Crees que tengo un fetiche con las faldas? —NamJoon preguntó con desconcierto.

—Sí, lo creo. Pero podemos comprobarlo en otra ocasión, cariño —SeokJin se volvió a reír con una sonrisa socarrona. Luego, señaló hacia la estufa e hizo una mueca—. Pero ahora necesito concentrarme en eso... ¿puedes bajarme ya?

NamJoon se separó de él y lo bajó de la mesa. Claro, la cena. ¿Cómo podían olvidarla?

SeokJin sonrió mientras veía al alfa tomar asiento en la isla de la cocina. No culpaba su impaciencia. Él también estaba ansioso por lo que venía después de la cena.

Media hora después, finalmente, SeokJin pudo servir la cena y regodearse de su arduo trabajo. ¡Todo le había salido perfectamente bien!

En cambio, NamJoon le ayudó a poner la mesa sin decir una sola palabra. El hombre había estado bastante silencioso desde que se besaron un rato atrás. Pero SeokJin no se molestó en preguntar al respecto. Naturalmente, dejo que el ameno silencio entre ellos se instalará cómodamente en la sala, porque no deseaba acabar con el buen ánimo. Ellos decidieron comer sentados frente a la mesa baja en el piso. Y cuando SeokJin le sirvió la sopa de algas a NamJoon, que tradicionalmente era el primer platillo que todo cumpleañero debía comer, miró al hombre expectante, esperando ver su reacción cuando probará la sopa.

NamJoon se llevó una cucharada a la boca y SeokJin no pudo evitar preguntar ansiosamente: —¿Qué tal está...? —Le molestaba buscar aprobación, pero necesitaba escuchar a Kim NamJoon decir unas buenas palabras acerca de su comida.

—Sabe bien —NamJoon respondió con una expresión estoica. Pero agarró otra cucharada y se la llevó a la boca—. Debo reconocer que no mentiste...

SeokJin no lo dejó terminar.

—¡Te lo dije! —él gritó mientras se abalanzaba sobre el hombre y rodeaba su cuello con sus brazos lleno de emoción—. ¡Ves que tenía razón...!

NamJoon lo miró con una mueca, pero no hizo nada para alejarlo. Entonces, SeokJin lo soltó y tomó sus palillos para agarrar un poco de carne. Él miró al alfa y llevó los palillos a su boca.

—Prueba esto ahora —SeokJin pidió con entusiasmo. NamJoon resopló con lo que parecía ser resignación. Pero abrió la boca y permitió que SeokJin lo alimentará sin negarse—. La sopa de algas es algo simple. Pero la carne tiene una mejor elaboración... ¿Qué te parece?

NamJoon masticó la carne lentamente para saborear su sabor. Y SeokJin no perdió detalle de sus gestos. Pero el alfa le arrebató los palillos de las manos y tomó un poco de la carne por su cuenta. Entonces, él le miró con una pequeña sonrisa burlesca.

—Creo que tú mismo debes probar tu comida —NamJoon agarró su barbilla y llevó los palillos a su boca. SeokJin se quedó un poco anonadado por unos segundos pero terminó abriendo la boca como en esa ocasión en el parque y el alfa lo alimentó—. Sabe bien, Kim SeokJin. Mucho mejor que la sopa de algas. Y reconozco que no estabas fanfarroneando, ¿eres feliz ahora?

SeokJin tragó y observó fijamente a NamJoon a la cara. Tal vez fue la poca luz en la estancia, o el hecho de que estaban solos ellos dos, viéndose a la ojos y compartiendo una cena preparada por él mismo, pero sintió como si esto fuera la comida más íntima que ha tenido en su vida. De cierta forma, se sintió especial...

El corazón de SeokJin palpitó más que antes.

—Soy feliz ahora... —él respondió con una pequeña sonrisa.

Pero se sentía un poco enfermo...

Le dolía el pecho.  

—Bien —NamJoon asintió y le tendió los palillos—. Comamos antes de que se enfríe.

SeokJin estuvo de acuerdo, mientras trataba de aliviar las molestas punzadas en su pecho, pero esto no funcionó hasta que empezaron a tener charlas ocasionales en medio de la cena. Afortunadamente, había traído las pastillas que le recetó su doctor. Quizás debía tomar una más tarde. Pero logró olvidarse de este contratiempo cuando empezó a quejarse con NamJoon sobre la pintura que le iba a comprar como regalo de cumpleaños y fue vendida a alguien más.

Finalmente, cuando terminaron de cenar, SeokJin buscó el pastel de fresas y lo puso sobre la mesa. Fue una lástima que haya olvidado comprar velas. Pero de todas formas disfrutó el pastel. Tal vez más que el mismo cumpleañero. NamJoon solo se sentó allí, frente a él, y bebió makgeolli en silencio mientras lo veía comer el pastel y escuchaba todo lo que SeokJin hizo en esas dos semanas.

Realmente, SeokJin se sintió feliz al ser escuchado. Y culpo a esta tonta felicidad por la celeridad en los latidos de su corazón. 

. . .

Media hora después, cuando recogieron los trastes y lo metieron en el lavaplatos, SeokJin fue al baño con una excusa para cambiarse de ropa.

Era hora de darle a Kim NamJoon su último regalo de la noche...

SeokJin se miró en el espejo del baño y sonrió complacido al estar seguro de que se veía muy atractivo con la lencería que había comprado especialmente para mostrársela al alfa. El babydoll rojo con transparencias y encaje en el escote era el mismo que Hoseok había dicho que no le sentaba bien. Pero viéndose a sí mismo con el camisón puesto, SeokJin pensó que su amigo estaba totalmente equivocado. Se ajustaba bastante bien a su cuerpo. Además, lo había combinado con unas medias transparentes hasta los muslos del mismo color. Aunque, de todas formas, él era muy atractivo con y sin las prendas, sabía que a NamJoon le gustaba como se veía con lencería después de su primera vez, cuando el alfa rompió su top de encaje en su despacho, y por eso decidió comprar algo especial.

SeokJin se puso labial rojo y salió del baño para volver a la sala. NamJoon estaba sentado en el sofá con una copa de makgeolli en la mano. Aunque SeokJin también había querido beber alcohol, el alfa no se lo permitió, alegando que su madre dijo que SeokJin estaba tomando medicamentos y no debería ser imprudente. SeokJin se quejó por esto, porque estaba seguro que la mujer no dijo eso, pero al final lo dejó pasar.

—¿Qué estabas haciendo...? —NamJoon interrogó cuando él ingresó en la sala. No obstante, el alfa se detuvo cuando alzó la mirada y lo vio fijamente.

SeokJin sonrió con las manos detrás de la espalda. Y caminó lentamente hacia el hombre, contoneando ligeramente sus caderas, hasta detenerse frente a él.

—Te dije que tenía algo mejor que la falda... —él murmuró con una sonrisa y se sentó a horcajadas en el regazo de NamJoon. Entonces, se inclinó y susurró al oído del hombre—: ¿No te gustaría jugar con tu regalo, Joon-ah...?

NamJoon lo observó atentamente y no dijo nada. SeokJin tuvo que contenerse para no reír. La expresión del alfa era todo un dilema ahora. Él realmente parecía estar haciendo un inconmensurable esfuerzo para mantener su expresión inalterable, pero SeokJin podía notar como su manzana de adán subía y bajaba, porque le gustaba todo lo que veía.

—¿Este era tu grandioso plan? —NamJoon cuestionó con calma—. Debo aceptar que hiciste un esfuerzo.

SeokJin sonrió y se inclinó para besar su mandíbula.

—Un te ves muy sexy, Jin-ah. No te mataría, ¿sabes? —él susurró con diversión—. Pero me encanta ver como tratas de permanecer inalterable.

NamJoon frunció el ceño y giró su rostro para mirarlo a los ojos.

—Te ves como una puta... —él declaró en voz baja y un tono seco de repente. Sin embargo, agarró las mejillas de SeokJin con fuerza y lo besó de la misma forma en que hizo su declaración.

SeokJin tuvo que arreglárselas para no reír en medio del beso. Por supuesto, esperar que Kim NamJoon le diera un halago normal tal vez era demasiado, pero SeokJin no lo necesitaba tampoco; sabía exactamente lo mucho que le gustaba al alfa como se veía.

—Al menos, no parezco un mojigato... —él dijo con burla en medio del beso. Y de un momento a otro, se encontró a sí mismo poniéndose de pie, y tomando la mano de alfa para arrastrarlo a la habitación.

NamJoon lo siguió sin decir nada. Entonces, cuando entraron en la recamara, SeokJin hizo que el hombre se parada frente a la cama y se alejó unos pasos de él.

—Déjame tener el control —SeokJin le dijo con una sonrisa en los labios. Luego, agarró las manos del alfa y lo miró a los ojos—. Voy a encargarme de ti...

NamJoon alzó una ceja y resopló con burla.

—¿Cómo esa vez en que decidiste montarme? —él se mofó con ironía.

SeokJin frunció el ceño, pero decidió no molestarse con el recuerdo. De hecho, NamJoon ciertamente le había hecho montarlo en más ocasiones después de aquella vez, pero los recuerdos le hacían sentir humillantemente avergonzado. ¡Jodido bastardo de mierda controlador! ¡¿Cuál era su problema?!

—Bueno, parte del control —él cambió sus palabras y se encogió de hombros. Francamente, no quería todo el control—. Lo tendré hasta que vayamos a la cama...

NamJoon le dio una mirada evaluativa.

—¿Qué pretendes hacer?

—Primero... —SeokJin sonrió y caminó lentamente alrededor del alfa—. Voy a desvestirte. Y quiero que me mires mientras lo hago... —Él agarró el rostro de NamJoon y besó suavemente su barbilla. Después, cuando el alfa se quedó quieto, deslizó sus labios hasta su garganta y nuez de adán—. Pero no puedes tocarme, cariño... No hasta que yo lo diga, ¿entiendes? Si me tocas, vas a deberme algo.

—¿Crees que no puedo controlarme? —NamJoon cuestionó con sarcasmo. Pero su nuez de adán subió y bajó al sentir como SeokJin mordía esa parte de su cuello—. Necesitas algo mejor que esto para que te toque.

—Lo sé... sé que siempre tienes control de ti mismo. —SeokJin se apartó y caminó hasta estar detrás de NamJoon. Él agarró los bordes de su camiseta y la levantó—. Me gusta lo seguro y centrado que eres... siempre tan en control de ti mismo y tus expresiones, ¿verdad...?

Recientemente, SeokJin descubrió que le gustaría ver más de NamJoon sin la máscara de control que solía usar con todo el mundo. Le gustaría ver al alfa siendo más desordenado y menos metódico. Pero no creía que fuera algo fácil de lograr por el momento. Por lo tanto, decidió guardar para sí mismo ese deseo egoísta y se concentró en lo que estaba haciendo en ese momento.

Le sacó la camiseta a NamJoon y la arrojó al suelo. Rodeó su cintura con sus brazos, sintiendo la espalda firme y fuerte del alfa contra su pecho, mientras enterraba su nariz en su nuca e inhalaba su aroma a ginebra profundamente. Se sentía muy embriagado. Todo su cuerpo parecía recobrar energía al llenarse del aroma de NamJoon. Pero no podía solo olfatear al hombre toda la noche. Él deslizó sus manos por el abdomen firme del alfa, sintiendo el músculo duro de su vientre, hasta llegar a su pecho.

—Siempre me ha impresionado tu cuerpo... —él murmuró y presionó sus labios en la parte interna de los omoplatos del alfa. Podía percibir cómo el hombre se tensaba cada vez que dejaba besos y pequeñas lamidas en su espalda—. Trabajas tanto, pero logras mantener tu musculatura... ¿Cómo lo haces, Joonie?

NamJoon se quedó en silencio por unos largos segundos. Pero SeokJin sonrió mientras se erguía para besar los hombros del alfa y acariciar con las yemas de sus dedos los pectorales de NamJoon.

—Hago ejercicio tres veces por semana —el alfa expresó con un tono rígido—. Para trabajar correctamente debo mantenerme saludable, ¿no lo crees?

—Sí, debes mantenerte saludable... —él asintió de acuerdo y caminó hasta estar frente a NamJoon. Los ojos del hombre se posaron en su babydoll otra vez y la forma en la que se asentaba a su figura. A SeokJin le satisfizo ser mirado con tanto deseo. Le gustaba que NamJoon lo mirara de esa forma. Y por lo mismo, envolvió el cuello del alfa con sus brazos y observó cómo las manos del hombre se movían por reflejo para agarrar su cintura o caderas, pero él se detuvo justo a tiempo para no perder el reto. SeokJin sonrió levemente ante esto—. Eso quiere decir que también debes hacer regularmente todo lo que implica mantenerte sano, ¿no?

—Por supuesto... —NamJoon aceptó con el ceño levemente fruncido al sentir cómo las manos de SeokJin se desplazaban lentamente por sus hombros hasta sus brazos.

SeokJin se inclinó hacia delante y besó los pectorales de NamJoon. Alzó el rostro y lamió suavemente una de las tetillas del hombre mientras lo miraba a la cara lascividad. Los ojos del alfa no se apartaron de su boca y su lengua.

—El sexo es una de esas actividades regulares... —SeokJin susurró con diversión y provocación en sus palabras—. Yo te daba sexo regular hasta hace tres semanas. —Él acarició el abdomen de NamJoon hasta llegar al borde de sus pantalones—. ¿Alguien más lo hizo por mí en este tiempo? ¿O fuiste buen alfa y esperaste por mí...?

—¿Qué pasa si busco a alguien más? —NamJoon cuestionó con un poco de interés—. No somos exclusivos.

SeokJin asintió de acuerdo y tiró de una de las tetillas del alfa entre sus dientes. Logró sentir a NamJoon ponerse más rígido que antes e inhalar aire. Pero él no se detuvo ahí. Sus labios se deslizaron por todo el pecho y vientre del alfa, dejando pequeños besos y lamidas, hasta llegar a su cinturilla y arrodillarse en el suelo.

—¿Y qué tal estuvo tu nueva puta? ¿Era un omega varón o una hembra? —él inquirió con entretenimiento mientras bajaba lentamente los pantalones de algodón del alfa. SeokJin estaba completamente seguro que NamJoon no había visto a nadie más que él desde que empezaron a tontear entre ellos un mes y medio atrás—. Déjame adivinar: probablemente, fue un chico. Te gustan más los omegas masculinos, ¿verdad?

—Las mujeres son igual de atractivas —NamJoon le dijo sin inmutarse. Pero sus ojos parecían irradiar calor mientras veía a SeokJin arrodillado frente a él—. No tengo preferencias.

—Bien, entonces, ¿fue una chica...? —SeokJin interrogó con más humor que antes. Agarró el dobladillo de los boxer del alfa y los bajó, notando que NamJoon ya estaba muy erecto—. ¿Y qué hiciste con ella...? ¿Te la follaste tan bien como me lo haces a mí...?

SeokJin agarró el miembro duro del alfa entre sus manos y le dio una pequeña mirada. Había extrañado esta polla. Y no sabía que deseaba más en ese momento; si tenerlo en las manos, en la boca o en su agujero... Pero deseaba tener el miembro del alfa en alguna parte de su cuerpo urgentemente. Preferiblemente follándole la boca o el culo.

Él alzó la mirada para ver a NamJoon con una sonrisa coqueta y el alfa lo miró con contemplación desde arriba. —¿Por qué haría esa clase de comparaciones? —NamJoon espetó con voz ronca.

—No hay nada mal en hacer comparaciones... —SeokJin le dio una suave lamida a la punta de su pene y luego se lo llevó a la boca para chuparlo lentamente, antes de dejarlo escapar de su boca con un sonido sucio y volver a hablar—. Entonces, ¿te la chupó como yo te la chupo? ¿Lo hizo tan bien como yo...? —NamJoon se quedó en silencio por un momento. Y SeokJin se respondió a sí mismo—: No lo hizo... —él sonrió con satisfacción. Solo estaba jugando con NamJoon, pero si fuera verdad que el alfa estuvo con alguien más, SeokJin estaría seguro que no fue algo tan especial. Al menos, no como lo era él—. ¿O tal vez imaginaste que era yo haciéndolo...?

—Eres una cosa pretenciosa y muy molesta, ¿sabes? —NamJoon escupió entre dientes con un tono ronco—. No ha habido nadie más, Kim SeokJin... Si lo hubiera, serías el primero en saberlo.

—Lo sé, cariño —él dijo con una expresión descarada y apretó el miembro del alfa entre sus manos—. Si lo hubiera, no estaría tan tranquilo... 

SeokJin le guiñó un ojo al alfa y se llevó toda su longitud a la boca. El chupo la polla de NamJoon tal como le encantaba al hombre; lamió toda su extensión, chupo la punta de su miembro y le dio apretadas succiones. Lo hizo tan bien que NamJoon terminó olvidándose de la regla de no tocarlo y llevó una mano a su nuca para follarle la boca.

Y SeokJin ganó.

NamJoon lo tocó.

Él apartó la mano del hombre de su cabeza y se alejó de él. Entonces, con los labios hinchados y los ojos vidriosos, observó al alfa con entretenimiento y dijo: —Hoy lo dejaremos hasta aquí... —SeokJin deslizó sus manos por el cuerpo de NamJoon mientras se ponía de pie—. Sigo un poco débil y ya me duelen las rodillas, ¿lo olvidas?

NamJoon respiró profundamente y resopló. —¿Cómo olvidar lo debilucho que eres?

SeokJin no lo negó. En cambio, tomó las manos del alfa y lo llevó a la cama en una invitación silenciosa. Y NamJoon lo siguió sin protestar.

Él se recostó en medio de la cama, abriendo los muslos para permitir que el hombre se metiera en medio de sus piernas, y jaló del alfa para que viniera a él. La tela de su babydoll se subió hasta su cintura mientras NamJoon abría más sus muslos para recostarse sobre él.

—Mi cuerpo no está tan bien trabajado como el tuyo, ¿no es un poco injusto llamarme debilucho? —SeokJin bromeó, abrazando el cuello del alfa con sus brazos, pero cuando se inclinó para capturar la boca del hombre en un beso, NamJoon se alejó y lo miró desde arriba con un poco de diversión.

—Ya no tienes el control, ¿lo olvidas? —el alfa dijo con un poco de severidad y humor—. ¿No es hora de que juegue con mi regalo?

SeokJin asintió de acuerdo con eso y acarició los hombros del alfa hasta llegar a sus brazos y deslizar sus dedos por el tatuaje de NamJoon con contemplación. Le encantaba como se veía la tinta negra en sus músculos flexionados. Fue siempre tan caliente...

—Soy todo tuyo por esta noche... —él declaró en voz baja, exhibiendo el punto más íntimo de su cuello para NamJoon, en un acto de sumisión. SeokJin sabía lo mucho que a los alfas les gustaba ver a los omegas inclinar la cabeza y mostrar su cuello por iniciativa propia. Era un acto de confianza y seguridad. También era lascivo y erótico.

Y NamJoon lo miró fijamente con contemplación por un momento. SeokJin podía notar la forma en la que sus músculos se tensaban, y también la manera en la que su respiración se agitó, junto a los latidos de su corazón. A NamJoon le gustaba verlo. Le gustaba que SeokJin se entregara a él. No había forma de que pudiera negarlo cuando lo miraba con tanto calor y fascinación.

SeokJin era suyo por esta noche.

Y tal vez por muchas más.

—¿Solo por esta noche...? —NamJoon cuestionó con un poco de sarcasmo. Pero sus acciones delataron sus verdaderos sentimientos. Él se agachó y enterró su nariz en ese punto odorífero del cuello de SeokJin para embriagarse con su aroma.

Y SeokJin se estremeció al sentir su aliento caliente, demasiado sensible por el toque, hasta gemir cuando NamJoon lo mordisqueó sutilmente en ese lugar. Todo su cuerpo se volvió más sensible ante ese tipo de contacto íntimo. Y su vientre se encogió ante el sentimiento que llenó su cuerpo. Incluso su corazón latió un poco demasiado rápido.

—Eso dependerá de ti... —SeokJin susurró cerrando los ojos cuando sintió al alfa empezar a lamer y chupar su cuello con más ansia—. Pero hoy hay una oferta especial...

NamJoon empujó hacia arriba la tela transparente de su babydoll y llevó su boca hacia el comienzo de su abdomen, besando y mordiendo toda la piel de su vientre, mientras se desplazaba hacia la parte inferior de su cuerpo. SeokJin tuvo que apretar los muslos cuando el alfa beso la punta de su miembro sobre la fina tela de su ropa interior y después agarró los tirantes para bajarlas lentamente por sus piernas.

—Bien... —NamJoon dijo un momento después. El tono seco de su voz no reveló nada a SeokJin. Pero la forma en la que él se volvió a recostar en medio de sus piernas y besó la cara interior de sus muslos le dijo todo lo que necesitaba saber acerca de sus intenciones—. Soy un hombre de negocios. Y siempre hay que aprovechar las buenas ofertas.

Entonces, la espalda de SeokJin se arqueó ante la acción inesperada del alfa y el placer que le provocó. Kim NamJoon tomó su miembro en la boca y empezó a chuparlo mejor de lo que SeokJin nunca había esperado.

—NamJoon-ah... es muy fuerte... —él jadeó llevando una mano al cabello del alfa y tratando de cerrar las piernas. Sin embargo, NamJoon agarró sus muslos con sus brazos y los mantuvo abiertos para él.

El alfa se tomó su tiempo para degustarlo, dándole pequeñas y apretadas succiones en su miembro, mientras observaba todas sus reacciones con mucho deleite e interés. SeokJin tuvo que incorporarse en sus codos para observar al hombre. Pero ver la forma en la que el alfa lo miraba, y la manera en la que chupaba todo su miembro, hizo que se estremeciera y se corriera en su boca vergonzosamente rápido.

Fue humillante.

Y en cuanto NamJoon lo vio tratando de cubrirse el rostro con las manos, lleno de vergüenza por como se había corrido en tan solo dos minutos, el alfa le dio una sonrisa engreída con la mirada y abandonó su pene flácido. SeokJin observó como los labios del hombre brillaban con saliva y su semen.  

NamJoon lo tragó todo y se lamió los labios.

—Eso fue bastante rápido —él dijo con un tono burlesco—. Parece que has estado muy ansioso.

—Por favor... solo cállate —SeokJin se quejó con la respiración alterada y la cara roja de vergüenza—. Es tu culpa por chupar tan fuerte...

Sin embargo, NamJoon lo ignoró y no volvió arriba. El hombre agarró sus caderas y le dio la vuelta repentinamente. SeokJin tuvo que adaptarse a la nueva posición y abrir los muslos cuando sintió al alfa agarrar sus caderas e inclinar su culo hacia arriba.

—¿Dónde prefieres mi boca? —NamJoon interrogó de repente. Su pregunta provocó que SeokJin girada el rostro y lo mirara con confusión—. ¿Adelante o atrás?

Su respiración estaba agitada y su garganta se sentía seca. Responder una pregunta así y en esa posición de repente le hizo quedarse absorto. Él era muy sensible atrás. Pero también lo era adelante. No tenía mucha preferencia. Sin embargo, sí era honesto consigo mismo, le gustaba la boca de NamJoon en cualquier parte de su cuerpo.

—Me gusta tu lengua... —él dijo involuntariamente con una expresión tonta.

—Bien —NamJoon asintió con tranquilidad y acarició su orificio lentamente con las yemas de sus dedos—. Porque planeó darle atención a ambas partes con mi lengua.

—¿También atrás...? —él cuestionó con mortificación mientras apretaba las sabanas entre sus manos.

Pero NamJoon le dio una pequeña sonrisa y abrió sus nalgas con un fuerte agarre sobre sus glúteos.

—Es mi deber jugar con mi regalo adecuadamente, ¿no? —NamJoon susurró con voz ronca. Entonces, él se inclinó sobre su espalda, al mismo tiempo que acariciaba su agujero, y beso su nuca—. Dime, Kim SeokJin, ¿qué tanto te gusta mi lengua dentro de ti...?

—Me gusta... me gusta mucho —él confesó con la voz temblorosa—. Me encanta tu lengua, Joon-ah...

NamJoon sonrió con satisfacción y jaló de su pelo para girar su rostro y besarlo. Fue un beso brusco y sucio; sus dientes chasqueando y sus lenguas enredándose entre sí. El alfa mordisqueó sus labios y forzó su boca con su lengua hasta tomar todo lo que deseaba de él.

Cuando NamJoon soltó su cabello y se incorporó, SeokJin jadeó y apoyó su rostro en el colchón. Su piel ardía y su agujero punzaba con necesidad. Su miembro otra vez estaba duro y el lubricante natural se resbalaba por su perineo. Él estaba tan mojado solo por como NamJoon jugaba un poco con él que no pudo evitar avergonzarse cuando pequeñas gotas de su lubricante cayeron en las sabanas.

Y cuando el alfa lo notó, viendo después sus labios hinchados y su piel sonrojada, él dijo con un tono grave y lleno de diversión: —No podemos permitir que esto se desperdicie... —Y después de decir estas palabras, él se inclinó y barrió todo el líquido resbaladizo en el perineo de SeokJin con su lengua.

SeokJin gimió más fuerte que antes, excitado y tembloroso, por la acción del hombre. Su respiración empezando a fallar. ¿No era este el cumpleaños de NamJoon? ¿Por qué se supone que era él quién estaba recibiendo más placer...?

El problema no es que a SeokJin no le guste esto, le encantaba la lengua del alfa, incluso si el hombre tenía tendencias a torturarlo lentamente. El problema aquí, verdaderamente, es que se supone que es SeokJin quien debería darle placer, no el alfa a él. Sin embargo, ese hombre perverso, parecía encontrar mucho más placer con ponerlo en situaciones bochornosas como esta que en usarlo para satisfacerse.

Pero SeokJin no pudo pensar en esto detenidamente. Cada vez que la lengua caliente del hombre trataba de ingresar en su agujero, como si se tratase de un juego para él, SeokJin perdió lucidez. Kim NamJoon lamió su orificio hasta que su mente parecía no funcionar correctamente. Y el hombre también mordió sus nalgas y dejó chupetones por toda el área, como si tratará de recordarle a SeokJin que era suyo por esa noche, hasta que dejó su piel sensible y pulsante.

—NamJoon... Joonie... —él musitó con la voz temblorosa y la cara presionada contra el colchón. SeokJin sentía que podía volver a correrse tontamente en cualquier momento—. Para... no puedo más... por favor.

Pero el alfa ignoró sus palabras y se apartó para meter dos de sus dedos dentro de él. NamJoon empezó a masturbarlo lentamente con los dedos ahora. 

—Esta cosita no ha sido usada correctamente por mí en mucho tiempo... —NamJoon murmuró con diversión, su voz más ronca y áspera que antes, pero el tono de su voz era extrañamente dulce. Él sacó sus dedos de su orificio y agarró su propio pene para deslizarlo entre las nalgas de SeokJin con mucho morbo—. ¿Uhm...? Parece ansiar tragarse mi polla ahora... ¿Qué debería hacer al respecto?

SeokJin cerró los ojos percibiendo lo duro que estaba el alfa y gimió con frustración por la forma en la que el hombre estaba jugando con él. Por supuesto, fue él quien le dijo a NamJoon que sería su juguete, pero el bastardo se lo había tomado muy en serio... 

—Solo... Solo cállate... —SeokJin respondió con las mejillas sonrojadas y el ceño fruncido—. Y follame ya...

—Si me suplicas, tal vez lo haga... —el alfa canturreó en voz baja. Sostuvo su miembro en una mano y acarició su agujero suavemente con la cabeza de su pene, sin hacer presión, en un acto burlesco hacia SeokJin.

Al sentir esto, él volvió a farfullar con frustración. Pero tomó una bocanada de aire y trató de tranquilizar su respiración. Bien. NamJoon deseaba jugar con él. SeokJin también iba a jugar su juego.

—Joonie, por favor, abre mi agujero con tu polla y fóllame... —él gimió con una fingida voz dulce y necesitada—. ¿Al menos que ya no seas capaz de hacerlo...? ¿Necesitas ayuda, cariño?

—Eres bastante cómico —el alfa espetó con sorna. Luego, él estiró su brazo hacia la mesita de noche y agarró un condón—. Veamos si eres igual de bueno en resistencia.

SeokJin hizo un puchero ante el, obviamente, sarcasmo del alfa. El hombre muy bien sabía que su resistencia era bastante pobre. Pero SeokJin no logró hacer un comentario al respecto. Tomándolo desprevenido, NamJoon entró en él de un solo empujón, provocando que arqueara y jadeara ante la abrupta intromisión.

—¡Espera! —él protestó enterrando la cabeza en una almohada para aliviar la sensación incómoda—. Espera... se siente... Se siente demasiado...

NamJoon peinó su cabello hacia atrás y resopló con el ceño fruncido. El agarre que mantenía sobre las caderas de SeokJin se apretó más que antes mientras aguardaba a que él se acostumbrara. Solo bastó alrededor de tres semanas sin tener sexo con penetración para que SeokJin se sintiera tan estrecho como aquella vez en su despacho.

—Maldición... —NamJoon bufó observando la conexión entre ellos. La tela de su camisón se había enrollado hasta su pecho y su espalda estaba totalmente arqueada. El alfa tenía una perfecta vista de su culo y espalda ahora—. Tu pequeño agujero me molesta tanto como me gusta... ¿Habrá algo en ti con lo que no sea un jodido punto medio?

SeokJin se rio con los ojos vidriosos y negó con la cabeza. Parecía que todo en él le gustaba tanto como le molestaba a Kim NamJoon. Fue inevitable.

NamJoon empezó a embestirlo con movimientos suaves. Él no estaba siendo apresurado en un principio, pero cada embestida era profunda y apuntaba a su próstata. La velocidad del alfa fue aumentando a medida que los segundos pasaban, llegando a un punto donde arremetió contra su sensible agujero de forma impetuosa, haciendo que SeokJin se viera en la necesidad de aferrarse a las sabanas. Y de un momento a otro, uno de los brazos del alfa se envolvió alrededor de su cintura, y él jaló de su cuerpo hasta levantar a SeokJin y presionar su espalda contra su pecho. Con este nuevo cambio de posición, SeokJin parecía estar sentado casi a horcajadas sobre los muslos de NamJoon, mientras era penetrado por detrás con más intensidad.

SeokJin tuvo que agarrar el brazo que rodeaba su cintura y tapar su boca con su otra mano cuando la posición provocó que NamJoon llegará más profundo dentro de él.

—Aah... Joon-ah... uhm... no... —él se quejó tratando de mantenerse erguido. Pero ni una sola de sus palabras fue clara. Y NamJoon aprovechó el momento para agarrar sus mejillas con fuerza y girar su rostro para besar su boca con dureza. 

La forma en la que el pene del alfa ingresaba con más vehemencia e intensidad, sobre estimulando su punto dulce hasta los límites, no le permitió a SeokJin ni siquiera decir una oración decente, más que jadear y gemir el nombre de NamJoon, mientras rogaba irónicamente por más y por menos. Su lubricante natural se resbaló por sus muslos hasta mojar los bordes de sus medias. El sonido sucio y resbaladizo de cada estocada llenó la habitación junto a sus gemidos. Y NamJoon masculló un par de maldiciones en su oído mientras empujaba uno de los tirantes de su camisón a un lado y pellizcaba uno de sus pezones.

—Tan bonito y caliente... —el alfa dijo con voz ronca mientras presionaba sus labios contra su cuello. Su brazo se envolvió con más fuerza en su cintura para acercarlo y permitir que SeokJin se apoyara en su pecho—. Mira cómo estás goteando como una perra en celo para mí... ¿Se siente tan bien ser follado así, bonito...?

SeokJin dejó caer su cabeza en el hombro del alfa y cerró los ojos mientras murmuraba palabras afirmativas. Se sentía muy bien. Se sentía tan jodidamente bien que deseo que NamJoon lo anudara y lo hiciera llorar con su nudo. Pero no había posibilidad de tomar el nudo del alfa en él. Al menos, no por ahora...

NamJoon volvió a besarlo de forma caótica y apresurada, haciendo que olvidara esos pensamientos; la saliva resbaló por sus comisuras y sus jadeos perdiéndose en la boca del otro, junto a los sonidos de chasquidos de sus dientes al chocar.

—Me... me voy a correr... —SeokJin anunció. Él realmente tuvo que inhalar profundamente para poder girar su rostro, sonrojado y sudado, para mirar al hombre con un puchero tembloroso—. Por favor... ¡Joonie...!

NamJoon besó su mejilla y agarró su miembro para masturbarlo. El alfa no tuvo que hacer mucho esfuerzo con ello. SeokJin soltó un fuerte gemido y se vino por la sobreestimulación. Al mismo tiempo, todo su cuerpo tembló mientras cerraba los ojos y se arqueaba hacia atrás. Y por algunos segundos, su respiración agitada y los jadeos del alfa, fue lo único que se escuchó en la habitación, hasta que NamJoon también se corrió mientras mordía su hombro. 

Todo fue calma entonces. Y la bruma de su orgasmo inundó sus cerebros por varios segundos.

Pero el alfa lo abrazó contra su pecho y enterró su nariz en su nunca sin salir de él. SeokJin casi ronroneó ante la intimidad de esto. La forma en la que NamJoon besó su hombro y acarició sus brazos le hizo sentir en las nubes. Incluso si sabía que el contacto físico postcoital se acabaría bastante rápido.  

Pero SeokJin pensó que era la primera vez que Kim NamJoon lo abrazaba y besaba después del sexo sin él pedirlo. Y fue agradable.

Unos minutos después, todo volvió a la normalidad.

. . .

Media hora después, cuando terminó de limpiarse y cambiarse a un pijama cómodo que trajo en su bolso, SeokJin se metió bajo las sábanas limpias que el alfa cambió y pretendió dormir. Sin embargo, después de un largo rato en silencio, se abrazó a sí mismo y se dio la vuelta para observar a NamJoon en la otra esquina de la cama.

Una sensación extraña se asentó en su pecho. Se sentía irritado y desconcertado.

No es así cómo deberían ser las cosas. Pero el alfa le estaba dando la espalda, y no parecía querer acercarse a él más de lo que ya lo había hecho anteriormente, cuando terminaron de tener sexo.

¡¿Por qué Kim NamJoon continuaba siendo tan frío?!

—NamJoon-ah... —él llamó al hombre, en voz baja, con un tono un tanto lamentable. Necesitaba fingir correctamente para ser creíble.

El alfa se removió, todavía estando despierto, por supuesto, y se dio la vuelta para mirarlo. —¿Qué sucede? —NamJoon cuestionó con un tono desabrido como era usual—. ¿Por qué todavía estás despierto?

SeokJin frunció los labios. Él podía señalar que NamJoon también continuaba despierto, pero no lo hizo. Tenía algo mejor que eso con lo que discutir.

—Tengo frío... mucho frío, Joon-ah... —SeokJin musitó con un tono de voz tembloroso. Esto era una pequeña mentira, desde luego. Aunque ciertamente tenía frío, no era algo que las sábanas no pudieran remediar—. ¿Tal vez me de fiebre otra vez...?

NamJoon lo miró a través de la penumbra de la habitación. SeokJin podía afirmar con mucha seguridad que el alfa se encontraba frunciendo el ceño. ¡Si a SeokJin le daba fiebre, él sería en parte muy culpable!

—¿Fiebre...? —NamJoon se incorporó y estiró una mano para ponerla sobre su frente. SeokJin mordió su labio inferior y observó como el alfa lo examinaba—. No estás caliente... En realidad, está demasiado frío. ¿Quieres una pastilla?

SeokJin negó con la cabeza con un mohín en los labios. —Tome una cuando estaba en el baño. Ya no puedo tomar más.

—¿Entonces? —NamJoon cuestionó en voz baja. Él estaba siendo más paciente de lo que usualmente era al escuchar que SeokJin podría tener fiebre otra vez—. No puedo dejar que te de fiebre.

SeokJin sonrió levemente. Aunque no fue su intención inicial, por alguna razón, le gustaba ver al alfa preocupado por él. Fue agradable. Pero él fingió estar pensativo y dijo: —Solo tengo mucho frío... Tal vez solamente necesite entrar en calor...

NamJoon lo observó fijamente por un momento. Pero SeokJin notó como el hombre entrecerró los ojos. Tuvo que contener el aliento por unos segundos. Probablemente, el alfa ya sabía que solo estaba buscando una excusa para conseguir lo que quería sin pedirlo.

Sin embargo, NamJoon extendió una mano, y con voz indiferente dijo: —Está bien.

—¿Qué está bien? —SeokJin interrogó sin estar seguro de que estaba aceptando el alfa.

—Podemos olvidarnos de la regla de contacto físico esta noche... —NamJoon se explicó con un tono seco—. Por tu fiebre.

SeokJin sonrió en grande y tuvo que morder su labio inferior para no reír. Claro, por su fiebre. Esa fue una excelente excusa.

Él se movió hasta el medio de la cama y miró a NamJoon a los ojos a la expectativa. ¡Sería la primera vez que dormirían abrazados!

—Date la vuelta —le ordenó él alfa con una expresión desdeñosa.

SeokJin lo miró a la cara sin querer darse la vuelta, pero hizo lo que NamJoon le ordenó. Luego, cuando se quedó quieto, sintió al hombre moverse detrás de él. Y unos segundos después, NamJoon pasó un brazo acogedoramente por encima de su cuerpo, sin decir una sola palabra.

SeokJin se quedó muy quieto.

¿NamJoon estaba haciendo de cuchara grande para él...? La idea le hizo sentir muy extraño. Pero el calor corporal del alfa le hizo sentir cálido, demasiado cómodo. Y la forma en la que su espalda y cuerpo encajaban perfectamente bien contra el cuerpo y pecho de NamJoon fue agradable. Tal vez incluso acogedor...

A SeokJin le gusto un poco esto.

—¿Dormiremos de cucharita? —él cuestionó en voz baja con un tono divertido.

—Esta es una de las mejores formas de mantenerte caliente —NamJoon dijo cortantemente y SeokJin se estremeció un poco al sentir como el pecho del alfa reverberaba detrás de él cuando hablaba—. Ya cállate y duerme.

SeokJin sonrió al sentir la barbilla del alfa sobre su cabeza y cerró los ojos. El brazo de NamJoon se apretó alrededor de sus brazos, prácticamente, aprisionándolo contra su cuerpo, en un abrazo caliente y confortable.

Pero él todavía no quería dormir. Incluso si se encontraba muy cansado.

—Te gané cuando pusiste tu mano sobre mi cabeza, ¿recuerdas? —él habló rompiendo el silencio entre ellos. Sintió a NamJoon hacer un sonido afirmativo y decidió continuar hablando—: Ahora me debes algo...

—¿Qué quieres? —el alfa preguntó lacónicamente. Siempre queriendo ir a punto principal rápido.

SeokJin inhaló aire sintiendo que, tal vez, no era bueno usar esa ventaja para preguntar acerca de algo que era tan personal para el hombre.

—En realidad, hay algo que deseo preguntarte... —él murmuró con un sentimiento molesto en su pecho. No deseaba terminar con el ambiente ameno entre ellos, pero todavía deseaba saber. Se estuvo preguntando acerca de esto durante las últimas dos semanas—. Sin embargo, si no quieres responderme, entonces, no lo hagas. Entendería si no deseas hablar sobre eso conmigo...

La respiración tranquila de NamJoon cambió un poco. Parecía que otra vez estaba atento a él.

—¿Qué quieres saber? —él inquirió en voz baja.

SeokJin pensó que NamJoon y él todavía no tenían la confianza suficiente para hablar de cosas tan personales aquella noche del karaoke. Pero ahora deseaba preguntar, demasiado. Tal vez el alfa estaría más dispuesto a abrirse con él ahora.

—El día del karaoke iba a llamar a un taxi... —él mencionó y sintió como el brazo de NamJoon se tensaba un poco en el abrazó que mantenía sobre él—. Jungkook dijo que no te gustan por un motivo personal... Entonces, recordé el día en que fuiste por mí a la filmación del comercial... Me pregunté si fue por eso que fuiste a esperarme.

—¿Quieres saber cuál es el motivo personal? ¿O si fui a buscarte solamente por ese motivo? —NamJoon cuestionó paulatinamente.

—Si no te molesta contarme, me gustaría escuchar ambos. —Por ahora, SeokJin no sentía que el alfa estuviera reacio a hablar sobre ello.

NamJoon no respondió de inmediato. Él se quedó en silencio durante un tiempo casi demasiado largo. Y el sonido de sus respiraciones fue lo único audible en la habitación. Por un momento, SeokJin creyó que eso era un rotundo no acerca de hablar de su vida privada más allá de lo superficial. Sin embargo, súbitamente, sintió la respiración del alfa sobre su cabello, y se dio cuenta que NamJoon lo estaba olisqueando. El alfa lo atrajo más contra él e hizo que SeokJin recostara la cabeza en su brazo, aprisionándolo más contra su cuerpo.

—Todavía estás muy frío —NamJoon murmuró contra su nuca. Pero SeokJin sintió como si esto fuera una especie de excusa. De todas formas, a cualquier otra cosa, prefirió la excusa.

—Por eso es bueno que tú estés caliente... —él dijo con una sonrisa suave.

NamJoon se volvió a quedar en silencio por un momento. SeokJin ya no creía que el alfa se mantendría callado. Lo podía intuir. Pero el hombre también parecía querer tomarse su tiempo para hablar acerca de lo que SeokJin preguntó.

—Fue cuando tenía doce —NamJoon murmuró de repente. Y SeokJin sintió que se le escapaba el aire al imaginar a un NamJoon con esa edad—. El conductor no pudo ir a recogerme a la escuela. Mi padre llamó un taxi para que pasara a recogerme... Sin embargo, y por lo poco que recuerdo, el taxista era un señor endeudado. La policía dijo que él pensó que no habría muchos problemas con secuestrar a un niño rico de doce años y pedir un rescate.

SeokJin se quedó en silencio sin poder creer lo que el alfa le estaba contando. Había pensado todo tipo de cosas menos un secuestro. Sin embargo, por la forma en la que NamJoon parecía contar esto sin ninguna emoción, podía intuir que las cosas no terminaban allí. Probablemente, ser secuestrado no fue lo peor.

—¿Qué sucedió durante tu secuestro y cuando tiempo lo estuviste...? —él preguntó en un tono bajo. Pero si el alfa decidía que no deseaba continuar hablando acerca de eso, él lo entendería, lo menos que deseaba era incomodar al hombre.

—Cinco meses —NamJoon dijo lacónicamente. Pero SeokJin abrió los labios con incredulidad.

¡¿Cómo pudo haber sido secuestrado durante cinco meses?! Eso era mucho tiempo para un secuestro extorsivo. Fue totalmente extraño.

—Por dios... ¿Cómo te mantuvo secuestrado por cinco meses? ¿No pidió un rescate? ¿Tu familia no hizo nada? ¡Eso es mucho tiempo para un secuestro extorsivo! —SeokJin expresó con conmoción. Olvidó por completo la precaución al hacer todas esas preguntas a la vez.

Y NamJoon se volvió a quedar en silencio durante mucho tiempo. SeokJin nuevamente creyó que él no deseaba responder. Sin embargo, el alfa se removió a sus espaldas y dijo en un tono extremadamente frío: —Me mantuvo por todo ese tiempo porque nunca quiso dinero... Él sólo deseaba torturar psicológicamente a mi padre por haberle arruinado la vida.

SeokJin sintió un sentimiento desagradable en la boca de su estómago. Entonces, nunca fue un secuestro por rescate, sino una venganza contra el padre de NamJoon... Eso explicaba el tiempo que el alfa estuvo cautivo. Y él no sabía que decir al respecto. Ni siquiera podía imaginar las cosas que NamJoon vivió en ese tiempo. Toda su vida vivió bajo la protección de sus padres; lo mimaron, consintieron y sobreprotegieron mucho durante su niñez, así que nunca le pasó algo malo...

—¿Qué le hizo tu padre...? —él preguntó con curiosidad.

—Lo arruinó en todos los términos de la palabra —NamJoon murmuró paulatinamente sin querer dar más detalles. Y SeokJin tampoco quiso saber a profundidad estos detalles—. Me llevó a Ilsan y me encerró en un sótano. Me alimentaba con sobras cada pocos días y amenazaba con matarme si la policía o mi familia intentaban algo... Al final, cuando tuvo suficiente satisfacción de torturar a mi familia, me subió a un taxi y me envió a un hospital regional.

SeokJin se volvió a quedar perplejo. ¿Qué jodida historia espeluznante era esta...? No podía imaginar a un NamJoon de doce años pasando por toda esa mierda y saliendo ileso de ello. ¡Era imposible! NamJoon tuvo que haber desarrollado muchos problemas de salud física y mental después de estar encerrado cinco meses en un sótano.

—¿Qué pasó con él? —SeokJin preguntó con incredulidad—. ¿Y qué sucedió contigo después...?

—Prefirió suicidarse antes que ser atrapado por mi familia... —NamJoon contó con lo que parecía ser un poco de desprecio—. Y yo terminé internado durante un largo tiempo por problemas nutricionales. —él hizo una pausa y volvió a removerse—. Esa es toda la historia. Tu curiosidad ya puede darse por saciada, Kim SeokJin.

SeokJin quiso replicar, pero no tuvo el humor para hacerlo. Al final, solo pudo suspirar y susurrar: —Lo siento...

—¿Por qué lo sientes? —NamJoon cuestionó con un tono grave.

SeokJin tragó en seco y dijo en voz baja: —Es que no puedo imaginar cómo te habrás sentido al vivir todo eso...

—Tampoco quiero que lo imagines —NamJoon resopló con ironía y pellizcó su mejilla—. No quiero que nadie cercano a mí lo haga.

SeokJin frunció los labios y asintió. Las palabras del alfa hicieron que su pecho punzara otra vez con un sentimiento extraño. Pero decidió cerrar los ojos y dormir. Ya no debería decir nada más.

Sin embargo, unos minutos después, él murmuró con un tono bajito: —¿NamJoon-ah...?

—¿Todavía no estás dormido? —el alfa bufó a sus espaldas—. ¿Qué quieres ahora?

—¿Puedo darme la vuelta? —SeokJin preguntó con suavidad.

—¿Para qué quieres darte la vuelta?

—Quiero abrazarte...

NamJoon se quedó en silencio. Y SeokJin pensó que el hombre estaba a punto de empujarlo de vuelta a su esquina y darse la vuelta. Pero en cambio, el alfa dijo con un tono entre molesto y algo más: —No te conté eso para que me tengas pena, SeokJin.

Él negó rápidamente con la cabeza. Por supuesto que no le tenía pena. Eso fue algo que pasó hace muchos años atrás. Ellos ni siquiera se conocían en ese entonces.

—No tengo pena de ti —él replicó con un poco de molestia y diversión.

—Entonces, ¿por qué quieres abrazarme?

SeokJin sonrió ligeramente y dijo con simpleza: —Todavía tengo frío.

NamJoon resopló y negó con la cabeza en silencio.

—Realmente eres desvergonzado.

Pero el brazo sobre él se aflojó y SeokJin se dio la vuelta dentro del abrazo del alfa. Entonces, cuando estuvieron el uno frente al otro, su nariz fue inmediatamente al cuello de NamJoon, y una de sus manos se apoyó en su pecho, mientras que la otra se deslizó por debajo de su brazo hasta su espalda.

SeokJin se sintió mucho mejor ahora que antes.

Fue extrañamente agradable.

—¿Tienes frío ahora? —NamJoon cuestionó con sarcasmo un momento después.

SeokJin alzó el rostro y se encontró con la mirada del alfa. La luz tenue de la lámpara de noche fue lo suficientemente clara para notar algunas emociones en sus ojos. Y aunque la mirada del alfa se sentía como una corriente de agua, fría y profunda, sus brazos eran tibios y acogedores sobre él. Y SeokJin sintió, desafortunadamente, que extrañaría mucho esto en el futuro.

Realmente fue bueno poder mirarse a los ojos e intuir lo que el hombre estaba pensando.

Fue bueno saber que a NamJoon no le desagrada abrazarlo.

También fue bueno darse cuenta que ya no eran solo extraños compartiendo el mismo impetuoso e intoxicante deseo...

—Es la temperatura perfecta ahora... —Fue lo último que dijo esa noche antes de irse a dormir.




Oficialmente, estos dos tontos están en la segunda etapa del amor 🥰

Aquí les dejo que clase de babydoll estaba usando SeokJin . Tuve un gran conflicto porque no sabía como se le decía generalmente a esta prenda. Por ahí leí que es picardías, pero me daba mucha risa escribir picardías.

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