SALVANDO MR SKI LOUNGE

By cristipiccola

27.1K 1.2K 573

Nicole Maybank es la mejor patinadora de la isla con un pie en las prรณximas olimpiadas. Connell es el mejor j... More

๐‘ท๐‘ณ๐‘จ๐’€๐‘ณ๐‘ฐ๐‘บ๐‘ป
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ผ๐‘ต๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ซ๐‘ถ๐‘บ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ป๐‘น๐‘ฌ๐‘บ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ช๐‘ผ๐‘จ๐‘ป๐‘น๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ช๐‘ฐ๐‘ต๐‘ช๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘บ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘บ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘บ๐‘ฐ๐‘ฌ๐‘ป๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ถ๐‘ช๐‘ฏ๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ต๐‘ผ๐‘ฌ๐‘ฝ๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ซ๐‘ฐ๐‘ฌ๐’
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ถ๐‘ต๐‘ช๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ซ๐‘ถ๐‘ช๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ป๐‘น๐‘ฌ๐‘ช๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ช๐‘จ๐‘ป๐‘ถ๐‘น๐‘ช๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ธ๐‘ผ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ช๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ซ๐‘ฐ๐‘ฌ๐‘ช๐‘ฐ๐‘บ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘บ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ซ๐‘ฐ๐‘ฌ๐‘ช๐‘ฐ๐‘บ๐‘ฐ๐‘ฌ๐‘ป๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ซ๐‘ฐ๐‘ฌ๐‘ช๐‘ฐ๐‘ถ๐‘ช๐‘ฏ๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ซ๐‘ฐ๐‘ฌ๐‘ช๐‘ฐ๐‘ต๐‘ผ๐‘ฌ๐‘ฝ๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘ผ๐‘ต๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘ซ๐‘ถ๐‘บ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘ป๐‘น๐‘ฌ๐‘บ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘ช๐‘ผ๐‘จ๐‘ป๐‘น๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘ช๐‘ฐ๐‘ต๐‘ช๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘บ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘บ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘บ๐‘ฐ๐‘ฌ๐‘ป๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘ถ๐‘ช๐‘ฏ๐‘ถ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ฝ๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘ฐ๐‘ต๐‘ผ๐‘ฌ๐‘ฝ๐‘ฌ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ป๐‘น๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘จ
๐‘ช๐‘จ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ป๐‘ผ๐‘ณ๐‘ถ ๐‘ป๐‘น๐‘ฌ๐‘ฐ๐‘ต๐‘ป๐‘จ ๐’€ ๐‘ผ๐‘ต๐‘ถ
๐‘ฌ๐‘ท๐‘ฐ๐‘ณ๐‘ถ๐‘ฎ๐‘ถ
๐‘จ๐‘ฎ๐‘น๐‘จ๐‘ซ๐‘ฌ๐‘ช๐‘ฐ๐‘ด๐‘ฐ๐‘ฌ๐‘ต๐‘ป๐‘ถ๐‘บ

๐‘ท๐‘น๐‘ถ๐‘ณ๐‘ถ๐‘ฎ๐‘ถ

1.7K 69 22
By cristipiccola

"𝙿𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛 𝚎𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚛𝚘"

NICOLE MAYBANK

El entrenamiento de hoy había sido uno de los más duros desde que me apunté hace ya más de un año y medio. Había estado entrenando día y noche con la intención de alcanzar el mismo nivel que el resto de patinadores que compartían categoría. Y lo había conseguido. Lo que significaba que, de ahora en adelante, los entrenamientos iban a ser mucho más intensos. Lo de hoy había sido puro calentamiento, según mi entrenadora.

La alarma que indicaba el cambio de equipo, me había pillado ya fuera de la pista. El pabellón era utilizado por ambos equipos, el de hockey y el de patinaje. Cada semana, nos cambiábamos el turno para usar la pista. Una semana entrenamos nosotros primero y otra ellos. Hoy nos había tocado a nosotros. Me despedí de mis compañeros y puse rumbo a los vestuarios. Papá estaría a punto de llegar y aun no me había cambiado.

El pabellón había sido reconstruido hace poco por lo que, todavía no manejaba muy bien los nuevos cambios. Tras dar tres vueltas y abrir puertas sin ton ni son, los encontré. La puerta chirrió un poco al abrirse y casi me doy con ella en la cara. Dentro, un chico me miraba con el ceño fruncido y a medio camino de ponerse la camiseta de entrenamiento de hockey.

—¿Qué haces? —pregunté.

—¿No lo ves? Cambiándome —el chico respondió con obviedad y terminó de ponerse la camiseta—. ¿Qué haces tú?

—Venía a cambiarme, pero estás invadiendo mi vestuario.

—¿Tu vestuario? —preguntó, aguantándose la risa.

—El de chicas —aclaré.

—Ehm... No.

—¿No? No, ¿qué?

—Que este no es el vestuario de chicas.

—Sí —respondí, segura.

—No.

—¿No? —pregunté. Negó. Sentí como las mejillas, que seguramente ya las tenía rojas por culpa del frío, se tornaron aún más rojas de lo habitual. El chico sonrió. Esperaba que no se estuviera riendo de mí porque entonces tendríamos problemas.

—Los letreros están encima de los marcos de las puertas —indicó—. A mí también me ha pasado, no te preocupes —añadió con una sonrisita.

Giré sobre mis talones y salí unos pasos para poder mirar sobre la puerta. Efectivamente, encima del marco, había un cartel en el que se indicaba que era el vestuario de chicos. Bajé la cabeza con rapidez, dándome cuenta de que acababa de hacer el ridículo frente a uno de los chicos del equipo de hockey. Lo que podía significar que en cuanto se encontrara con sus amigos, hablarian de esto y de lo estúpida que he sido.

—Mierda —empiezo a murmurar, totalmente avergonzada—. Mierda, mierda, mierda —agarré la asa de mi macuto y retorcí unos cuantos pasos hasta chocar con una de las columnas.

No dije nada, en cuanto vi que el chico sonreía y se acercaba a mí eché andar para salir de allí, no iba a cambiarme si quiera. No quería verlo más. ¿Por qué tenía que hacer cosas tan vergonzosas por culpa de mi cabezonería?

—¡De nada! —exclamó a mis espaldas con ironía. Me giré para mirarlo. Allí estaba, apoyado en el marco de la puerta y con los brazos cruzados sobre el pecho, con una postura que indicaba que él había ganado en esta absurda conversación—. ¡Soy Connell, por cierto!

Connell. Connell.... ¿Cómo coño era su apellido y por qué me sonaba tanto su nombre? Uno de los chicos de hockey se chocó conmigo, sacándome de la ensoñación en la que estaba conmigo. Murmuré una disculpa y seguí mi camino hasta las puertas de la entrada. Empujé con demasiada fuerza, deseando salir de allí y meterme en la cama para dejar atrás este vergonzoso encontronazo que me acompañará el resto del curso.

Papá ya estaba fuera cuando yo salí. Me dedicó una sonrisa y levantó mi casco para que lo cogiera. Mientras papá le quitaba el patacabras a la moto, no podía parar de mirar hacia la puerta a la vez que me ajustaba mi casco. No quería que me siguiera y estuviera repitiéndome que por ahí no eran los vestuarios de chica. Papá frunció el ceño y me dio un leve empujón, haciendo que trastabillara. Lo miré mal.

—¿Qué te pasa? —preguntó.

—Nada, ¿por? —me subí en la moto y él se giró para buscar mi mirada. No la encontró porque eché la visera hacia abajo.

—No sé, estás rara y eso suele ser dos cosas: Una, mamá y tú planeáis algo contra mí. Dos, mamá y tú estáis enfadadas —enumera papá, sacándome una sonrisa.

—No estamos planeando nada contra ti, ni mamá ni yo estamos enfadadas —me quito el casco y suelto un suspiro—. Es solo que he tenido un encontronazo vergonzoso con un chico y quiero irme a casa para desaparecer —papá sonríe—. ¿Qué te hace tanta gracia?

—Sabes una cosa —negué—. Mamá y yo nos conocimos de esa misma forma.

—¿Metiéndoos en los vestuarios equivocados? —papá abre los ojos sorprendido.

—¿Te has metido en el baño de los chicos? —se aguanta la risa, pero no con mucho éxito.

—¡Papá!

—Vale, vale —se queda unos minutos en silencio, pero vuelve a intentar contener la carcajada sin mucho éxito—. ¿Te ha limpiado mamá las gafas? —le di un pequeño golpe en el hombro.

—Papá, estoy odiando esta conversación.

—Lo que te quería decir es que mamá y yo también nos conocimos por culpa de un momento vergonzoso.

—¿Qué me quieres decir con eso?

—No pienso alimentarte tus expectativas románticas, para eso está tu madre con sus obras de teatro —los dos sonreímos—. Lo que quiero decir, que no tiene porque ser algo malo tener un momento vergonzoso con alguien. Muchas veces es el comienzo de algo bueno.

—No pienso volver a cruzarme con él. Estoy segurísima que ahora mismo está sentado con sus amigos en el vestuario contándoles lo que ha pasado por mi estúpida cabezonería y, cuando vuelva mañana, todos y cada uno de los jugadores que componen el equipo de hockey sabrán que soy la chica a la que le gusta meterse en los baños de hombres. Todos me tomaran por algo que no soy y será el final de mi reputación académica y deportiva. No me aceptarán en ninguna carrera y tampoco ninguna entrenadora de patinaje querrá saber de mí en los próximos veinte años. Yo quedaré en el olvido mientras él sigue su camino de éxito sin acordarse de que me ha jodido a mí la carrera —tengo que coger un poco de aire después de soltar todo eso. Papá me mira entre la curiosidad y el miedo—. ¿Qué?

—¿Mamá te ha poseído? —fruncí el ceño.

—¿Papá qué dices? Céntrate —chasqueo los dedos frente a su cara. El vuelve en sí.

—John B tiene razón. Siena da miedo.

Vuelvo a ponerme el casco al ver que papá no está en todas sus facultades mentales para mantener esta conversación. Cuando llegamos a casa, soy la primera en entrar, seguida de un padre que parece que ha acabado traumado después de la charla que ha tenido con su única hija.

Mamá sale del despacho, sus gafas de pasta se le resbalan un poco sobre el puente de la nariz y tiene recogido los rizos en un moño bajo, lo que significa que ha tenido un día bastante largo. Es la primera en acercarse a dejarme un beso en la cabeza mientras suelto la ropa sucia en el cesto. Luego se acerca a papá, dejando un suave beso sobre sus labios. Mamá se aparta un poco extrañada.

—¿JJ? —mi padre la mira y se acerca para susurrarle, aunque yo lo escucho perfectamente.

—Acabo de presenciar como tu hija se ha apoderado de tu cuerpo durante unos segundos.

—¿Qué? —me mira mamá buscando ayuda.

—Y yo acabo de presenciar como tu marido no es capaz de tener una charla en condiciones con su hija adolescente —le explico a mamá.

—¡Ves! Es como tú —me señala. Mamá se ríe y le da un par de golpecitos en la mejilla.

—Y tú te estás comportando como el tío John B —papá abre la boca ofendido.

—Siena, tu hija se ha metido en el vestuario de los chicos —le cuenta a mamá.

—¡Papá! —exclamé.

—¿Nicole? —mamá alterna la mirada entre los dos y se coloca frente a nosotros.

—¡Ha sido por equivocación! Han reformado el pabellón y han cambiado los vestuarios de sitio —me cruzo de brazos y miro a papá—. Eres un chivato.

—No vuelvas a compararme con el tío John B.

—¿Y ha pasado algo? —pregunta mamá, pasando de la pataleta de papá.

—Nada, pero estoy segurísima que, ahora mismo, está sentado con sus amigos en el vestuario contándoles lo que ha pasado por mi estúpida cabezonería y, cuando vuelva mañana, todos y cada uno de los jugadores que componen el equipo de hockey sabrán que soy la chica a la que le gusta meterse en los baños de hombres. Todos me tomaran por algo que no soy y será el final de mi reputación académica y deportiva...

—¡¿Ves?! —me interrumpe papá.

—¡JJ, deja hablar a tu hija!

—¡Papá, déjame hablar!

—Suficiente por hoy —papá desaparece y se mete en la cocina, buscando un poco de paz. Mamá niega con la cabeza y yo pongo los ojos en blanco.

—¿Y qué más ha pasado? —pregunta, tirando de mí hasta su despacho.

—No, no, no. No pienso hablar más, señoría. Ya estoy lo suficientemente avergonzada como para que ahora vengas tú y hagas una obra de teatro con mis desgracias —retrocedí los pasos que habíamos avanzado al ver sus intenciones.

—Pero Nicole... —niego con la cabeza mientras me dirijo a las escaleras. Dispuesta a subir a mi habitación.

—Solo voy a decir que jamás volveré a acercarme a un chico de hockey. A partir de ahora, los odio —y dicho esto subí a mi habitación. Ahora sí, con la intención de desaparecer y dejar atrás el momentazo con el tal Connell y la charla tan rara que he tenido con papá antes de venir aquí. 

---------------------------------------

¡Hola, hola! Pensé que jamás volvería a decir esto, pero... ¡BIENVENIDOS A MI NUEVA HISTORIA! 

Estoy súper nerviosa con esto, sé que muchas de vosotras queréis matarme por haber puesto parte del extra 3 de PDM, pero me parecía muy buen comienzo para la gente que se ha encontrado la historia por primera vez y no tiene ni idea de quienes son estas personas. Así que tendréis que esperar un pelín para el primer capítulo, ¿vale? Espero que no os enfadéis conmigo. Solo os prometo que voy a intentar dejar esta historia a la altura de Punto de Marea y que consigáis enamoraros de Connell y Nicole de la misma manera que lo hicisteis con JJ y con Siena. ¡¿ALGUIEN SE HA EMOCINADO AL SABER QUE VAMOS A VOLVER A LEERLOS?! Necesito un respiro de tanta emoción os lo juro. 

La verdad que tengo poquitas cosas que comentar, sólo os puedo daros la gracias por haber estado ahí siempre y por volver a elegir una de mis historias para que vivan entre vosotras. Es para mí un privilegio saber que hay gente a la que le gusta mis historias y de las que de alguna forma u otra han encontrado su rinconcito de paz y se han visto representadas. GRACIAS, de verdad, os quiero muchísimo. 

En cuanto a actualizaciones, voy a intentar hacerlas lo más pronto posible, pero espero que entendáis que acabo de empezar la universidad y es todo un poco descontrol con respecto a horarios y cosas, así que, si alguna vez tardo más de la cuenta en publicar, que sepáis que no he dejado de lado la historia, simplemente que soy incapaz de sentarme a escribir sin tener tropecientas cosas que hacer. Lo de siempre mis niñas, no se aceptan copias de la historia, ni insultos y todas esas cosas que todas nos sabemos y que odio repetir en cada una de las historias que escribo, así que confío en que nadie se le vaya de las manos y sigamos manteniendo esta paz que reina entre mi "fandom". 

Todo dicho y hecho por hoy. Nos vemos en unos días con el primer capítulo. Espero que os haya ilusión saber de esto y que me dejéis por comentarios vuestras opiniones, expectativas y que tal os parece el título y la portada. Pronto conoceréis el porqué del titulo. Os leo por comentarios como siempre :)

Os quiere, Cris. 

Continue Reading

You'll Also Like

62K 2.7K 32
-Pero sabes que no los soporto!! Sabes perfectamente lo que pienso de ellos, me niego, no lo aceptarรฉ. -Vamos Phoebe! Acepta, yo sรฉ que quieres!! -Ug...
892 175 20
ร‰l ha vuelto y ella no sabe si estรก preparada para volver a verlo. El rencor sigue ganando y los recuerdos harรกn estragos. El tiempo ha hecho efecto...
18.2K 990 102
Una foto en Instagram, ยฟPodrรญa cambiarlo todo? Si, claro que podrรญa. Daily Doff y Jack Avery son un claro ejemplo... Pero ยฟDe quรฉ? De una historia...
532K 23K 46
ยฟComo algo que era incorrecto, algo que estaba mal podรญa sentirse tan bien? sabรญamos que era un error, pero no podรญamos estar sin el otro, no podรญamo...