ANTES DE LEER
Aún no anoto todos los pedidos que me han hecho, así que no se preocupen si aún no les respondo ajsjjsjs es solo porque he estado bastante ocupada, pero los anotaré próximamente.
Ahora sí...disfruten la lectura 👀
Narras tú
Desperté sintiendo un fuerte dolor de cabeza y fui abriendo los ojos con cuidado debido al sol. Logré ver mis piernas y después levanté la cabeza y logré ver a un hombre dándome la espalda, mientras en una de sus manos sostenía un machete.
–¡Dime dónde tienen las provisiones!– gritó furioso y a sus pies estaba Sadie arrodillada. Lo miró sin decir nada y cuando intenté levantarme noté que mis manos estaban atadas con una soga.
Vi que habían algunos pedazos de vidrio y recordé que me habían quebrado una botella en la cabeza. Estiré un poco mi mano hasta alcanzar uno y comencé a cortar la cuerda, lo hice haciéndome un corte, pero no me importó y me levanté. Esperé unos segundos para estabilizarme y cuando iba a atacar, alguien me puso una soga en el cuello para ahorcarme al jalarla con ambas manos.
–¿Con que ya despertas...– el hombre se giró para mirarme y Sadie aprovechó para desarmar al hombre y darle un machetazo en el cuello.
Yo golpeé a la persona tras de mí en las costillas y me soltó. Rápidamente le di una patada hacia atrás en la rodilla y se cayó quejándose. Vi que la mujer tenía una pistola en el pantalón y cuando iba a tomarla, Sadie le lanzó el machete a la cabeza.
Suspiré mirando a mi novia y luego le sonreí mientras me agachaba para recoger las armas.
–Te ves sexy salpicada con sangre– se rió asintiendo –¿Te dio un puñetazo?– dije apuntando su nariz y asintió.
–¿Te provocó una erección el que te ahorcaran? Cuando yo lo hago se te para en pocos segundos– solté una carcajada y negué mirando mi entrepierna.
–Ella no iba a montarme como tú lo haces, solo quería matarme o volver a dejarme inconsciente– rasqué mi nuca –Deberíamos irnos, por si tienen amigos– me agaché para revisar sus bolsillos y tomé algunas cosas para guardarlas en mi mochila.
–Deben estar buscándonos– asentí y me acerqué a la escotilla, pero cuando me asomé un hombre venía subiendo. De inmediato cerré y Sadie me pasó una tabla pequeña para bloquearla.
–No va a resistir mucho y si uso la pistola no podremos salir en días– mi novia se acercó a la orilla del edificio y me gritó que fuera con ella.
–Vamos a tener que saltar– miré hacia abajo y había otro edificio, así que caeríamos poco más de un metro.
–¿Me harás una mamada si logramos sobrevivir?– me miró y rió asintiendo, así que retrocedimos, acomodamos nuestras mochilas y cuando comenzamos a correr escuchamos la tabla rompiéndose.
Saltamos a la vez y caímos en el edificio. Corrimos hacia la puerta para bajar y la cerramos por dentro, encendí mi linterna y cuando estábamos bajando los pisos escuché algo y le indiqué con mi mano que se detuviera.
Escuchamos con atención y reconocimos un leve gruñido de zombie. La miré y de inmediato me puse delante de ella. Tomé el machete y avanzamos lentamente hasta que llegamos a un lugar donde se veía luz proveniente de una ventana. Fuimos lentamente y vimos a uno parado junto a la ventana.
Tomé un respiro y cuando este se giró le di un machetazo en la parte superior de la cabeza y cuando su cuerpo cayó se rompieron algunas cosas. De inmediato abrí la ventana y escuché cómo se acercaban más.
–Sal, rápido– dije empujándola para que no pensara en dejarme ir a mí primero.
Cuando salió me agarró para que la siguiera y luego la cerró. Nos quedamos en el borde unos segundos y después me indicó que había una escalera cerca. Fuimos con cuidado y dos pasos antes de llegar, Sadie se resbaló.
Le tomé la mano mientras caía y me afirmé del barrote de una ventana. Mis músculos dolieron por el repentino esfuerzo y la miré.
–Déjame ir– dijo y negué de inmediato. Como pude la fui levantando hasta que pudo afirmarse y se impulsó ella sola.
Mi corazón dejó de latir tan rápido cuando ya estuvo a salvo y seguimos avanzando hacia la escalera.
Bajamos rápidamente para después ir a donde teníamos las bicicletas y nos fuimos a uno de nuestros lugares seguros lo más rápido posible.
Llegamos con la respiración agitada y escondimos las bicicletas, nos bajamos y caminamos por los pasillos hasta encontrar nuestro refugio.
Me recosté en el colchón y estuvimos en silencio hasta que nuestras respiraciones se calmaron.
–Gracias– susurró tomando mi mano y entrelacé nuestros dedos.
–Me prometí que te cuidaría sin importar lo que pase– la miré –Sabes que cumplo mis promesas– besé su mano –Gracias, también me salvaste– me sonrió y se levantó, tomó un envase de toallas húmedas y se limpió el rostro, ya que la sangre en este se había secado.
Me senté en la cama para observarla y cuando terminó con su rostro se quitó la camiseta para limpiar una herida en un costado. Recordé la herida en mi mano y me levanté para tomar una toalla, limpié mis manos y miré su vientre, después me arrodillé para limpiar su herida y besé con cuidado su piel.
Se quejó un poco cuando comencé a desinfectarla y después tomé una de las pocas gasas que teníamos para cubrir su herida. La miré hacia arriba y se inclinó para besarme.
–Te amo– sonreí.
–Te amo– acaricié sus piernas –Me encantan tus ojos– se sonrojó levemente mientras desviaba la mirada.
–Eres muy cursi como para estar sobreviviendo en un apocalipsis zombie– sonreí cuando volvió a mirarme.
–¿Cómo sobreviviría si no tuviera nada que me diera ganas de vivir?– acarició mis mejillas y se inclinó nuevamente para besarme.
–Déjame curar tu mano– susurró y me llevó a la cama para que me sentara.
Me desinfectó para después cubrir la herida y después de esto me miró a los ojos. Miró mi entrepierna de reojo y suspiró.
–No tenemos condones...– me quejé.
–Tienes un agujero por el que no quedas embarazada– se rió negando.
–Olvídalo, quedo con problemas para caminar y no nos quedaremos tanto tiempo aquí. Me quejé abrazándola y besé su cuello.
–¿Durmamos unas horas y después volvemos al campamento? Allí tengo dos cajas bien escondidas para que no nos la roben nuestros amigos– me besó y se recostó a mi lado, acariciando mi rostro suavemente, así que llevé mi mano a su cabello para acariciarla un poco.
–Abrázame– dijo y la envolví con mis brazos para dormir.
———
Me desperté y acaricié su espalda, me giré para dejarla bajo mi cuerpo y se quejó cuando comencé a darle besos en la cara para que despertara.
Su estómago sonó y le di un beso para levantarme e ir a mi mochila. Saqué una barra de chocolate y se la ofrecí cuando se sentó en la cama.
–¿Te queda algo para ti?– asentí y la tomó, me miró un momento y frunció su ceño –_____...– suspiré.
–No tengo hambre– mentí y abrió el chocolate para darme la mitad –Mi amor...– me golpeó la pierna levemente.
–Come, necesitamos algo de energía para seguir– suspiré asintiendo –Hay una tienda que aún no revisamos, pero la vez pasada con los demás hicimos que los zombies salieran para eliminarlos, como se nos hizo tarde no vimos si quedaba algo– sonreí ante su rostro de satisfacción al comer.
–Podemos ir, creo que los de ayer ya deben estar muertos– asintió y ordenamos nuestras cosas para salir.
Fuimos en las bicicletas y al llegar a la tienda estaba despejado. Encendimos las linternas y sonreímos al ver que estaba lleno de provisiones.
–Voy a comer hasta que tenga ganas de vomitar, después les avisamos que vengan– reí bloqueando la puerta y ella abrió una de sus galletas favoritas –Odio haber tenido que dejar de ser vegana por esta situación, pero ahora me parece delicioso todo lo que se pueda comer y tenga chocolate– reí mientras revisaba las estanterías y me detuve en una parte que era la mini farmacia del lugar.
Me estiré para alcanzar una caja y sonreí de inmediato al ver el contenido.
–Deja de comer– dije yendo hacia ella y me quité la mochila.
–Pero muero de hambre– le mostré la caja y dejó la bolsa de galletas a un lado de inmediato. Vino hacia mí para besarme y de inmediato metió su mano para acariciarme.
Quité su camiseta para besar sus pechos y después mordí su piel levemente. Iba a besar su vientre y me alejó.
–_____...llevamos como una semana solo masturbándonos, haciéndonos sexo oral o restregándonos...te necesito ahora mismo dentro de mí– asentí rápidamente y me bajó los pantalones mientras yo abría la caja. Revisé la fecha y por suerte aún le quedaba bastante tiempo.
Abrí uno y Sadie me lo quitó de la mano para ponérmelo rápidamente.
–Mmmm...– dije durante el beso –Me encanta cuando estás desesperada– tomé sus manos –Pero me parece que nos falta un poco de juego previo– me miró a los ojos y sin decirme nada entendí que me necesitaba urgentemente.
–Por favor...– susurro y asentí.
Tomé su mano para guiarla a una de las paredes y se apoyó en esta. Bajé sus pantalones y abrió sus piernas para mí. Vi que su humedad se estaba escurriendo un poco por sus piernas y bajé la braga también. Relamí mis labios y me introduje en ella guiando mi miembro con mu mano.
–¡Ah!– fruncí mi ceño.
–Si vuelves a gemir así de fuerte, aunque me encante hacerte gritar...voy a ir muy lento, tanto que vas a odiarme durante este tiempo– asintió y empujé lentamente hasta estar dentro de ella por completo.
Acaricié sus caderas y ella presionó contra mí, provocando mi risa.
–Calma, solo estoy esperando que te acostumbres– dije acariciando sus piernas y presioné contra su cuerpo para estar lo máximo posible dentro de ella.
–Dios mío...puedes ir matando zombies con esa cosa– reí y le di una leve nalgada.
–Andarían todos los zombies buscándome para que les de el placer de morir así– asintió y me afirmé de sus caderas para comenzar a moverme a un ritmo considerable.
–Mmm...me encanta– sonreí mirando hacia abajo para ver cómo entraba y salía de ella.
–Ufff...mierda, no puede ser– me detuve y cerré mis ojos para pensar en otra cosa.
Ella se impulsó hacia atrás y gemí poniendo mi lengua en la parte trasera de mi paladar a la vez que apretaba mis puños y volvía a moverme.
–¿Tan...tan poco vas a durar?– dijo con un tono de burla para fastidiarme –¿Esperé una semana para solo treinta seg...– empujé su cuerpo hasta que chocó con la pared y la ahorqué levemente.
–Cállate– le ordené y bajé una de mis manos a su pecho para apretarlo y comenzar a moverme nuevamente, pero esta vez de forma más rápida.
Llevó su mano a su boca para morderla y así reprimir sus gemidos, pero la tomé para quitarla.
–Reprímelos son ayuda– le di una nalgada y noté una vena en su frente. Su respiración era bastante irregular y su cuello estaba demasiado tenso.
Llevé mi boca a su cuello para besarla y pronto comenzó su orgasmo, pero no me detuve hasta que tuvo el segundo mientras yo también me corría.
La abracé para que no cayera y la atraje a mi cuerpo.
–Me...me encantó– sonreí y besé su mejilla.
–¿Puedes mantenerte de pie?– negó, ya que sus piernas seguían con algunos espasmos –¿Qué tal esos treinta segundos?– me miró y se rió.
–Era para motivarte un poquito– nos miramos a los ojos un momento y me besó con delicadeza.
–¿Sigamos revisando?– asentí y salí de ella, le ayudé a acomodar su ropa y después acomodé la mía.
–Tenemos que llevarnos estas cajas de condones y esconderlas en algún sitio, nuestro grupo es muy caliente y si se enteran de esto los agotarán en una semana– se rió asintiendo.
–Podemos dejarlos en nuestro refugio, nadie sabe dónde está– asentí.
–Tomaré uno de los bolsos nuevos de allí y pondré los condones y algunas otras cosas, tú toma en otro golosinas y cosas por el estilo, después llamamos a los demás– asintió –Me gusta esa regla de poder sacar lo que quieras si encuentras algo primero...si no estuviera también lo haría, pero al menos así no me siento mal– rió.
–Deja algunas cajas, no queremos tantos niños– reí asintiendo y había una amplia variedad, así que tomé algunos lubricantes y varias cajas de cada tipo de condones. Después tomé algunas cosas de aseo personal y cuando fui con ella, tenía dos bolsos con nuestras comidas y bebidas favoritas.
–No dejaremos este en el refugio, es el que nos llevaremos al campamento, así creerán que solo tomamos uno– asentí.
–Eres muy inteligente, pelirroja– sonrió –me calientas mucho– se ruborizó un poco y tomé algunos chicles para echar también. Después de eso nos fuimos a nuestro lugar, guardamos las cosas y seguimos nuestro camino al campamento.
———
–Te ves sexy de granjera– levantó su vista hacia mí y se sonrojó levemente.
–¿Oliendo a sudor y a suciedad de vaca?– reí.
–No hueles mal– le extendí mi mano y la tomo, saltando la valla para llegar a mi lado, la atraje a mi cuerpo y puse mi nariz en su cuello ora después dejar un beso –Hueles rico– dije abrazándola y después subí para mirarla a los ojos. Acomodé su cabello y nos sonreímos.
–Te amo– susurré en sus labios.
–¿Por qué me amas?– pensé un momento.
–Por ser pelirroja, tener los ojos azules y por ser tan sexy– levantó su ceja.
–Suéltame– reí negando y la abracé más fuerte.
–Sabes que te amo por tantas razones que no sé cómo resumirlas– acaricié sus mejillas –La única forma que se me ocurre es...por ser tú– me sonrió.
–Me encantas– me besó –¿Vamos a pasear? El bosque está despejado– asentí y tomé mis armas para seguirla.
Fuimos caminando de la mano, en silencio, mientras solo disfrutábamos la compañía de la otra.
–Uh, mira...una seta– dijo corriendo a buscarla y reí –No puede ser, no es comestible– dijo triste.
–Puedes...– reí negando y me miró.
–¿Puedo qué cosa?– sonreí dejando de mirarla y después volví mi vista a ella.
–Puedes comerte esta– apreté mi miembro por sobre el pantalón y me miró seria durante algunos segundos, pero no aguantó la risa.
–Cuando lleguemos a casa– sonreí de inmediato y caminó hacia mí –Gírate– lo hice y la escuché correr.
–¡Sadie!– reímos y la afirmé para que no cayera.
–¡Arre, caballito!– afirmé sus piernas y corrí un poco mientras reíamos. Comencé a perder el equilibrio y caímos sobre unos arbustos. Ella comenzó a hacerme cosquillas y tomé sus manos para detenerla.
–No me gustan las cosquillas– dije posicionándome sobre ella y asintió.
–Lo sé– volvió a hacerme y reí levantándome para correr de ella.
Me alcanzó en unos segundos y me puso de espaldas contra un árbol para comenzar a besarme.
–No huyas de mí– se presionó contra mi cuerpo y mi miembro reaccionó de inmediato –¿Por qué siento como si me fueras a apuñalar?– reí y llevó su mano a mi entrepierna.
–¿Quieres galletas con leche?– me miró confundida –Pero no a la vez, te tomas la leche y después te doy las galletas– frunció su ceño.
–¿Trajiste leche?– reí.
–Mi amor...– dije mirándola a los ojos y levantó sus cejas.
–Oh– soltó una carcajada –Yo pienso con mi cabeza la mayoría del tiempo, no con el clítoris– dijo con sus manos en mi vientre.
–Yo también pienso con la cabeza– asintió.
–Pero con esta– apretó mi entrepierna.
–Solo cuando estoy contigo...o cuando te estoy mirando...y...y a veces cuando te pienso– sonrió metiendo su mano a mi pantalón para masturbarme lentamente –Además de cuando te sueño...cuando te escucho y...– aumentó un poco su ritmo, sin dejar de mirarme a los ojos.
–¿Y...?– miré sus labios.
–Y cuando te toco...cuando me tocas...Dios...oh cierto, y cuando te huelo...y también cuando te siento...– se me escapó un gemido –Sadie...– comenzó a arrodillarse y bajó mi pantalón para tomar mi miembro y meterlo en su boca –Oh mierda...– me sonrió sin sacarme de su boca.
–Mmmm...– besó la punta y me sonrió –¿Te bañaste esta mañana?– asentí algo atontada por la calentura –Gracias por eso– volvió a meterlo y llevó su mano a mis testículos para acariciarlos.
–Oh Sadie...– acaricié su mejilla y me acomodé –Espera...– comencé a moverme yo y relajó su cuerpo para recibir mis centímetros en su boca.
Me impulsé para entrar más y sus ojos se cristalizaron. Seguí cerca de un minuto y salí de repente para masturbarme frente a su rostro. Ella abrió su boca para mí me corrí, manchando un poco su cara.
Se rió limpiándose para llevarlo a su boca y después besó mi miembro.
–Ahora quiero mis galletas– reí asintiendo y escuché una rama rompiéndose. Me giré de inmediato al escuchar un gruñido y escuché los gritos de Caleb y Gaten.
–¡Te dije que iban a estar de calenturientas!– dijo Gaten cubriendo sus ojos y me sonrojé acomodando mi pantalón rápidamente.
–¡¿Qué hacen aquí?!– dije molesta y se rieron.
–Veníamos a asustarlas, hasta gruñí– reí –Bien ahí, tienes un mástil– me sonrojé levemente y le limpié las mejillas a mi novia.
–Por un momento creí que era nuestro fin, aunque morir luego de una mamada no sería tan malo– mi novia me dio un pequeño golpe y nos reímos.
–Me caen mal...al menos no llegaron hace dos minutos, ahí la vergüenza me hace no volver a hablarles– se giraron para mirarla.
–Están en medio del bosque, no es nuestra culpa– dijo Caleb y tomé la mano de la pelirroja.
–Es que no me resisto a esta belleza– le besé la mejilla –Tienes sabor a...– le susurré y nos reímos.
–Debemos hacer una plantación de piña, para que sea más dulce– sonreí.
–Tú sabes muy rico, deberías darme a probar cuando lleguemos al campamento– me miró.
–¿Quieres que monte tu cara hasta tener un squirt?– susurró y mi miembro reaccionó de inmediato.
–¿Quieren salir a hacer rondas con nos...– Gaten miró mi entrepierna de reojo y me miró a la cara –Mejor solo vamos Caleb y los demás– miré a mi novia.
–Estaremos solas en la casa...Me gusta eso de que montes mi cara– relamió sus labios.
–Pues...la montaré–
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Les gusta Sadie? 🛐
Fue raro escribir algo de un apocalipsis jajajaja, pero creo que quedó bien
Y tengo que decirles que...este OS iba a ser triste por decisión mía, en la parte final un zombie iba a morder a Sadie mientras escapaban y luego Rayis debía matarla antes de que se convirtiera, por pedido de ella, además de que luego tal vez terminaría con su propia vida...
Pero hice una encuesta en instagram y ganó el que no querían drama 😔💔
Yo quería hacerlas llorar JAJAJAJAJAJ mentira...💕
-El próximo one shot es de ¡OLIVIA RODRIGO!
¿DE QUIÉN QUIEREN UN OS? 🤔 Esta vez será de alguien con quien aún no he escrito
-Natalie Portman (__G!p) (Romance adolescente, en el tiempo de cuando grabó el tercer episodio de Star Wars, con 22 años)
-Victoria de Angelis (__G!p, drama y smut)
-Anne Hathaway (__G!p, drama, celos y smut)
-Maya Hawke (Sin G!p, smut y celos)
-Gal Gadot (__G!p)