antidote ━ tom riddle. ✓

By darthvwder

72.8K 9.1K 751

━━ ⦗ antidote! ⦘ ❝ él destruiría el mundo por ella. ❞ ███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤�... More

INTRODUCCIÓN.
───uno: dolor lujurioso
───dos: dime un secreto
───tres: que la diversión comience
───cuatro: envenenados
───cinco: mi color es carmesí
───seis: veritaserum
───siete: proposición
───nueve: haz que nos escuchen
───diez: odiame o bésame
───once: ¿yo, desesperado?
───doce: canalización y horrocruxes
───trece: debió ser un beso mortal
───catorce: un alma por hades
───EPÍLOGO.

───ocho: ven a jugar

3.4K 491 31
By darthvwder

━━━━ · 。゚☆ .* ☆゚. ━━━━
CAPÍTULO OCHO:
VEN A JUGAR.
━━━━ · 。゚☆ .* ☆゚. ━━━━━━━

TOM NO SABÍA LO QUE LE PASÓ desde que Evelyn entró en esa mansión, es como si hubiera destruido algo dentro de él. Todos los planes que él había creado mientras vivió fueron interrumpidos por ella.

Era imprudente con ella y no podía controlarse a sí mismo, planeó torturarla muchas veces pero cuando la veía, era como si estuviera encantado, bajo un hechizo.

Excepto que él no lo estaba.

Ahora bien, mantener a los padres de Evelyn alejados de ella fue una tarea fácil, ya que Orlov Hawthrone era muy hablador y estaba muy interesado en la forma en el que el Ministerio de Magia se desmononaría. Tom simplemente les dijo que Evelyn estaba haciendo una misión para él y era cierto.

Como era de esperar, después de la charla con los Hawthrones, Tom investigó a ese hombre, Igor, el que estaba tan ansioso por casarse con Evelyn. Sus registos eran claros, al igual que el resto de los magos rusos. Sin embargo, creía lo mismo que Evelyn: era repugnante.

Lo más inteligente que podía hacer Tom sería dejar que Evelyn volviera a Rusia y se casara con ese idiota. De esa manera la sacaría de su hombro y se mantendría en el camino correcto. Sin embargo, no podía simplemente dejarla ir, porque sabía con certeza que iría tras ella.

No podía dejar que se fuera y no podía dejar que se casara con Igor o Nott.

Por eso, pasó mucho tiempo pensando después de que confesó todo, desde el suero de la verdad. De hecho, no confesó nada, solo fue honesta. Pero las palabras sobre la Amortentia lo estaban volviendo loco y no podía evitar la sensación de que desde que Evelyn entró en su vida, todo en lo que podía pensar era en ella.

Tom fue honesto al decir que no quería amar, que era inútil, pero sus palabras de que podía amar de todos modos, lo aterrorizaron. ¿Estaba realmente enamorado de ella? ¿Es por eso que no podía soportar la idea de verla irse y casarse con alguien tan patético como Nott?

Y Tom le mintió, él ya sabía quién era el soplón entre sus seguidores, solo necesitaba tiempo para descubrir qué estaba pasando con él.

—¿Dónde está Tom?—escuchó su voz en la distancia y so corazón comenzó a latir más rápido y dejó escapar un gemido, la frustración se apoderó de él. ¿Cómo podía ser tan débil? ¿Cómo no se dio cuenta de lo que estaba pasando antes y lo detuvo? No podía dejar que ella arruinara sus planes.

Muy pronto, escuchó el eco de sus tacones y un ruso enojado hasta que ella abrió la puerta y entró, con el cabello ligeramente despeino y el abrigo colgando suelto alrededor de su figura.

—Encontré tu suplón.—anunció con una sonrisa descarada miemtras se acercaba a la chimenea, donde colgaba un espejo y jadeó:—Oh, gospadi, nadie me dijo que mi cabello era un desastre.

Observó en silencio cómo ella se arreglaba el cabello con unos movimientos rápidos, su postura ligeramente relajada, su rostro enfocado en la cosa más inútil del mundo.

—¿Y cómo lo encontraste?—preguntó Tom, poniéndose de pie.

—¿Lo?—volvió su cabeza rápidamente hacia él, su ojos ligeramente se abrieron mientras su boca se convertía en una sonrisa descarada.—Me hiciste hacer tu trabajo sucio otra vez.

—Te compré tiempo.—le recordó.

—Está bien.—se encogió de hombros.—Fue fácil entrar en la mente de Francis Roe: su mente gritaba la información que necesitaba desde lejos.

—¿Cómo lo conseguiste?—preguntó, acercándose a ella, con las manos en los bolsillos del pantalón.

—Los hombres son idiotas, Tom. Tuve la tentación de mostrarle un poco de mi piel antes de que su mente me alertara con un lugar que seguramente conoces.—contestó con una suave sonrisa.—Pequeño Haglenton.

Si hubiera sido el Tom de hace años, ese nombre le habría causado dolor, dolor puro. Sin embargo, ahora, el recuerdo de la muerte de su padre, de las torturas, solo significaba para él la necesaria tranquilidad que él ya tenía. Nada podía asociarlo con ese muggle ahora ya muerto. Sin embargo, estaba claro que la Orden estaba tratando de averiguar todo sobre él para derrocarlo.

—Bueno, entonces deberíamos irnos.—se arregló el traje mientras caminaba hacia ella, sus ojos muy abiertos se encontraron con los de él, enviando ese calor necesario a través de su cuerpo.

Extendió su mano hacia ella y Evelyn exhaló suavemente, abrazando su abrigo con fuerza alrededor de su cuerpo antes de colocar su mano en la de él y con un fuerte sonido de remolino, ambos terminaron frente a una mansión que se estaba desmoronando lentamemte, rodeada de musgo y muebles rotos a su alrededor. Era un desastre que a nadie le importaba lo suficiente como para limpiarlo.

Tom notó de inmediato cuando la mano de Evelyn dejó la suya, abriendo un anhelo de toque inmediato. Ella caminó lentamente dentro de la polvorienta mansión que estaba cubierta en su mayoría con mantas blancas, las pinturas colgaban de manera desigual en la pared.

—¿Cuándo lo mataste?—ella preguntó, ya que, por supuesto, sabía sobre su pasado y por qué este lugar estaba relacionado con él. Se detuvo frente a una pintura de su padre que compartía exactamente el mismo cabello y ojos que él, pero su estructura facial era diferente.

—Cuando estaba en Hogwarts.—respondió con calma, metiendo la mano en el bolsillo del pantalón y caminando por este salón como si no hubiera matado a su padre y sus abuelos aquí. No vino aquí para sentirse culpable, si fuera por él, los volvería a asesinar. Haría cualquier cosa para no estar asociado con los muggles.

—Hm.—tarareó suavemente, se dio vuelta hacia él, sus tacones crearon fuertes ruidos que resonaron en la habitación. No tenía miedo de ser escuhada, quería que todos la escucharan.

—¿Me dirás por qué no asesinaste a Igor si estás en contra de ese matrimonio?—hizo la pregunta que estaba atascada en la parte posterior de su garganta desde que se enteró del esperado matrimonio de ella.

—Es influyente, no tanto como mi familia. Pero dado que en Rusia solo los magos de sangre pura hacen magia, cada miembro es importante. La ejecución se lleva a cabo cuando se rompen las reglas.—explicó en voz baja, su voz sonaba ligeramente enojada cuando hablaba de él. Debió haberle hecho algo directamente a ella y no solo se trataba de la propuesta de matrimonio.

—¿Lo asesinarías?—preguntó Tom.

—Si.—se encogió de hombros, caminando hacia el colchón blanco que estaba en el suelo.—Él es el tipo de hombre que querías en tus filas. Es brutal, increíblemente brutal.

—¿Estás sugiriendo que lo reclute?—las cejas de Tom se levantaron ligeramente.

Evelyn rio entre dientes.—Podría ser un buen guerrero si pudiera escuchar.

—¿Qué te hizo?—preguntó Tom. El no saber sobre ella lo atormentaba.

Evelyn detuvo sus pasos antes de darse vuelta para mirarlo.—Tal vez un día te lo muestre.

Tom quería decir algo, pero ambos intercambiaron mirada, sabiendo que algo no estaba bien. Él empujó un dedo a su boca, indícándole que se mantuviera en silencio. Ella asintió, ambos escucharon intensamente mientras pasos lentos rodeaban la mansión. Era una trampa.

—Podríamos acabar con ellos.—susurró y Tom sacudió levememte la cabeza, con los ojos distantes por eso era tan fácil descubrir a Francis, porque quería que lo encontraran.

Tom sabía que ambos podían acabar con ellos, pero no ahora. Tom necesitaba estar libre de este crimen para poder insertarse fácilmente en el Ministerio de Magia. Si matara a diez miembros de la Orden, sospecharían de él.

Es por eso que extendió su mano, ya que quería lidiar de esto a su manera. Esas personas fuera de la mansión pagarían con sus gritos tarde o temprano. Ahora, no podía permitir que nadie destruyera su encantador atuendo para reunir más seguidores.

—Podríamos acabar con ellos.—Evelyn repitió de nuevo, con los ojos muy abiertos: era la adrenalina, era la alegría de torturar a alguien. Ella no tenía miedo, él lo sabía.

—Oh, sin ninguna duda.—respondió y se acercó a ella.—Sin embargo, necesito que estén con vida.—susurró, empujando su cuerpo contra el suyo, olvidándose por completo de que estaban a punto de ser atrapados en cualquier momento.

Evelyn estuvo a punto a estar en desacuerdo, así que empujó su mano sobre la de ella y ambos se encontraron con el remolino familiar que los llevó fuera de la manción...

Ambos estaban parados en un callejón fuera de Pequeño Hangleton. La confusión corría por su pecho ya que no recordaba este lugar para nada... debió ser... mierda.

Sus ojos se encontraron con los de ella y ambos entendieron lo mismo. Presionó su espalda contra la pared de ladrillo detrás de ella, las sombras los cubrían a ambos. Alguien estaba bloqueando su magia para que no pudieran salir de ese lugar. La orden estaba realmente desesperada por acabar de esto de una vez por todas.

—¿Reconsiderarías matarlos ahora?—Evelyn siseó sus palabras, moviendo su cabeza suavemente.—Cuanto diez, diez fuentes mágicas... ¿Están realmente bloqueando tu magia?—ella pregutó.

Tom simplemente tarareó mientras giraba hacia el lado donde estaba el callejón sin salida, solo había una puerta que apuntaba a una calle pequeña y ahí era donde terminaba este pequeño pueblo. Rápidamente se movió con ella hacia la puerta y rompió la cerradura con sus propias manos, oh, estaba furioso por esto. Realmente pasó por alto las habilidades de planificación de la Orden.

Pasaron la puerta y entraron en la pequeña calle que estaba repleta de pequeños edificios y tabernas, apretujados en cada uno de ellos como si no hubiera espacio suficiente. Sorprendentemente, esta ciudad se veía mucho mejor después de la primera vez que estuvo aquí: el hedor desapareció y algunos edificios parecían renovados.

—¡Detente!—ella exclamó y él se detuvo al ver la forma en que ella extendía su mano hacia ellos, se escuchó un fuerte zumbido cuando ella empujó su mano hacia atrás, siseando de dolor. La quemó.

Estaban rodeados de magia que era enviada a ambos. Frances esperaba que ambos fueran tras él y alertó a la Orden, ya que esta podría ser su única oportunidad de atraparlos.

Si este borde mágico se hizo para ellos, solo significaba que su magia estaba limitada: no podían abandonar ese lugar hasta que la barrera mágica se levantara. Y dado que este pueblo era pequeño, no tenían dónde esconderse realmente y tenían que actuar ahora.

Ambos compartieron una mirada y él tuvo que reírse por lo bien que ella podía leerlo. Una vez más, no vio miedo en sus ojos, solo maldad. Parecía disfrutar esto incluso si estaban rodeados. Ella prosperaba ante el peligro y florecía ante él maravillosamente.

—Es hora de actuar.—susurró y sus manos inmediatamente cayeron sobre su traje, obligándolo a quitarse la chaqueta mientras ella se quitaba su abrigo.

—¿Eso es todo lo que necesitaba hacer? ¿Llevarte a una zona de guerra para que saltes sobre mí?—señaló Tom mientras ella le lanzaba una mirada.

—Que estés parado aquí como idiota en medio de la calle no es tu mejor plan, Tom.—le dedicó una suave sonrisa mientras ella arrojaba la chaqueta y su abrigo a un basurero cercano. Su ropa definitivamente no los haría pasar desapercibidos, pero se veían un poco mejor.

Tom no podía contar con los dedos cuántas veces ella lo había llamado idiota o estúpido. Se sintió insultado, se sintió degradado y ciertamente quería que ella pagara. ¿Por qué no podía simplemente decir crucio para torturarla?

Ambos se movieron hacia el callejón sombreado mientras ella se alborotaba el cabello, haciéndolo más desordenado, pero aún así ella parecía más hermosa para él.

—¿Hay una taberna cerca?—preguntó mientras dejaba de alborotar su cabello, su cabeza se movía como si estuviera escuchando intensamente si alguien venía.

Tom la observaba. Por alguna razón, no se sentía tan asustado como se suponía que debía estar, sabiendo que alguien lo superó. Sin embargo, estaba atrapado con ella y disfrutaba cada segundo desde que ella sabía lo que estaba haciendo.

Tom movió lentamente su cabeza hacia el edificio más cercano, con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.—Parece que sabes lo que estás haciendo.

Evelyn le dedicó una sonrisa alisándole la camisa y luciendo muy hermosa mientras desabrochaba los primeros botones.—Estoy improvisando, dorogoy, te sugiero que hagas lo mismo.

Ambos se movieron hacia la puerta de la taberna, pero tan pronto como la tocaron, escucharon pasos detrás de ellos y compartieron una mirada antes de irrumpir en la taberna. Tom cerró la puerta con fuerza detrás de él, creando un ruido sordo cuando se encontró con la atmósfera oscura de la posada.

Un hombre que estaba sentado junto a la barra limpiando vasos, levantó la cabeza para mirarlos, pero antes de que pudiera decir algo, la puerta se abrió de nuevo y entró una mujer con una mirada muy perpleja.

Tom empujó a Evelyn hacia una mesa, observando a la mujer desde lejos, ya que definitvamente podía acabar con ella sin magia. Sin embargo, Evelyn se sentó cómodamente en la mesa, cruzando las piernas mientras le dedicaba al hombre de la taberna una sonrisa encantadora y él, literalmente, se desmayó.

¿Cómo se atrevía a mirar a Evelyn así? ¿Estaba loco?

—Vienen más personas.—tarareó Evelyn tan pronto como los pueblerinos entraron con fuertes gritos y risas y, por supuesto, algunos magos buscándolos.

Tom se apoyó en el asiento, su respiración la cubría y la ola de personas y risas estaban haciendo su trabajo.—Tenemos que entrar en una de las habitaciones.—murmuró y Evelyn asintió con la cabeza, mirando a las escaleras a su lado.

Ambos se levantaron de sus asientos y rápidamente se dirigieron a las escaleras, subiendo al segundo mientras la vieja madera crujía debajo de ellos y los tacones de la mujer no ayudaban con eso.—Quítate esos malditos tacones.

Evelyn entrecerró los ojos hacia él.—Nunca.

Tom se burló en voz alta mientras avanzaban hacia un pequeño pasillo, donde habían muchas puertas y lámparas colgando, creando una atmósfera misteriosa a medida que aumentaba su respiración: la adrenalina estaba trabajando con ellos en esto.

Evelyn le dedicó una sonrisa descarada y él podría jurar que se iba a desmayar como el idiota de abajo, pero se mantuvo erguido y tranquilo. Sin embargo, ambos escucharon pasos subiendo hacia ellos, así que lo siguiente que supo fue que Evelyn lo empujó contra la pared y sus manos descansaron sobre sus mejillas mientras apretaba sus labios contra los de él.

Maldito infierno. La mente de Tom inmediatamente se quedó en blanco cuando sus manos agarraron su cintura, respondiendo a su beso de inmediato. Suavemente, inclinó la cabeza hacia un lado mientras los suaves labios de ella se movían a un ritmo perfecto con los suyos: tenían hambre el uno del otro, se deseaban.

Sentía la forma en que sus manos se movieron lentamente hasta su cabello y que ella tiraba un mechón de él, haciéndolo gruñir de placer, sus manos dejaron cálidos senderos en su cuerpo. Escuchó los pasos pasando y sususrros, pero no le importó.

Una vez que dejaron de escuchar el crujido de la madera, Evelyn lo empujó suavemente, dejándolo sentir vacío sin sus labios. Él la miró, viendo la forma en que sus ojos marrones brillaban en la tenue luz, sus labios estaban ligeramente fruncidos mientras parecía sin aliento.

Tom Riddle se dio cuenta de que Evelyn era su veneno y su antídoto. Ella no le hizo nada, no le lanzó un hechizo, era ella. Era solo ella. Tom Riddle estaba enamorado de ella y ya no podía evitarla. No después de saber cómo se ve el cielo cuando sus labios se encontraban.

—Está despejado.—susurró ella, claramente luciendo desaliñada, mientras sus manos se arrastraban suavemente desde su cabello hasta sus hombros mientras su respiración se detenía por su toque.

Él no quería retroceder, ella no lo empujó hacia atrás.

—Improvisando, ¿eh?—preguntó, su voz era ronca y sintió que la forma en que su cuerpo respondía. Ella lo deseaba tanto como él la deseaba a ella. Bien.

Una pequeña sonrisa tiró de sus labios, estaba orgullosa de sí misma. Ella lo empujó a un lado, entrando en la habitación que estaba más cerca de ellos, básicamente pateando la puerta y una vez que entraron en la habitación pequeña... Tom ya no podía manejarse porque sabía lo que tenía que hacer ahora.

No había forna de que él la dejara irse. No había forma de que la dejara casarse con ese idiota ruso.

—Bueno, eso fue emocionante.—dijo, acercándose a la cama que casi ocupaba toda la habitación y se sentó.—Por favor, dime que estoy arriesgando mi vida por ti y tienes un plan para mi.

Tom rio entre dientes, moviéndose hacia la pequeña ventana mientras cerraba las cortinas, trayendo oscuridad a la habitación, ya que la única fuente de luz provenía de debajo de la puerta.—Tengo un plan listo.

Evelyn se levantó y se paró frente a él, apoyándose de espalda contra la pared.—¿Qué plan?—preguntó suavemente, moviendo su cabello de un lado a otro, haciendo que su encantador aroma a naranja sanguina llenara sus pulmones, haciendo que su cuerpo se sintiera débil por unos segundos.

—Haré a Igor Krakov mi seguidor. Y después de que tome su poder, puedes asesinarlo.




+5 COMENTARIOS PARA PRÓXIMO CAPÍTULO :)

━━━━━━━━━━━

Continue Reading

You'll Also Like

13.9K 1.5K 12
Los mejores amigos deben estar en las buenas y en las malas, eso pensó JungKook cuando TaeHyung se casó con el "hombre perfecto" para él. ¿Qué sucede...
320K 24.7K 24
"Ella es amable, un corazón hecho de miel. Se le reserva lo contrario de la miel. Nadie pensaría que estarían juntos. Pero son la luna y el sol el...
514K 23.2K 49
Después de haber roto varios récords a nivel mundial, ser considerada una de las mejores cantantes de la época con respecto al género pop, la cantant...
526K 71.8K 44
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!