Capítulo XXI: Party and vision.
Unos días antes...
Lyra se encontraba en el medio del bosque casi al amanecer. Necesitaba paz y tranquilidad para poder hacer lo que tanto Aro Vulturi quería que logrará. Evolucionar su don.
La tarea no era nada sencilla, necesitaba encontrar una forma de estar relajada y visualizar a la persona a la cual quería ver. Era muy complicado y era por eso que debía empezar cuanto antes a hacerlo.
No era la primera vez que lo intentaba, de hecho, hacía más de una semana que lo llevaba practicando después de que los lobos se quedarán a cuidar de Jane.
— Acá vamos.
Susurro. Lyra era una persona que le cuesta rendirse y que cualquier tipo de estas cosas la ve como una competencia. Aunque en este caso estuviera compitiendo contra ella misma.
Se puso la cinta en los ojos y quedó a oscuras. Iba visualizar a su hermana, ya que sería lo más fácil para empezar. Solo debía darle una vuelta y ya lo tendría todo bajo control.
Lo primero que paso fue que empezó a escuchar su voz, cosa que la motivo a cumplir pronto con su meta. Y de repente en ese espacio de completa oscuridad apareció Lily, quien al parecer hablaba de ella.
— Ya te lo dije, amor. Lyra me oculta algo, no es justo.
Se río en cuanto se cruzó de brazos y empezó a hacer gestos infantiles. Con el pasar de los años parecía que los Williams nunca maduraban y se quedaban con comportamientos infantiles. Aunque esa fuera su esencia.
— No te rías, Jack. No soy paranoica.— se tiro al piso.— Vas a ver que luego de que pase todo nos va a escribir o contar un testamento con todo lo que pasó y nosotros nos perdimos.
Su hermana tenía razón, no importaba cuanto tiempo pasará, siempre se enterarian de todo tarde. Al menos en ese siglo que le tocaba vivir con los Cullen.
Todo lo que iba bien de un momento a otro fue interrumpido por el fuerte ruido de un árbol rompiéndose. Lyra se sacó de forma bruta el pañuelo que tenía en el rostro y miro hacia al piso, donde encontró a Mike tirado.
— Eres un idiota, Mike Cullen. Estaba en el momento que espere durante días.
— En verdad lo siento, solo que no quería estar en casa con mi esposa hablándome de ropa. Esta vez tuve la oportunidad de escaparme gracias a Bella.— Mike se levantó del suelo y subió al árbol con ella.— A veces Bella sirve de algo y no es una extra en mi vida.
— ¿Otra vez esta aquí en casa? Dios, saben que Jasper la pasa mal.
— Odias a Bella.
— No. De hecho, no me cae mal. Solo espero que solucione las cosas con Jane y que se de cuenta que la inmortalidad no lo vale todo.— se cruzó de brazos.— Lo único que logra es alejar a su familia. Espero que se de cuenta de eso pronto, si no será demasiado tarde.
— ¿Y si se lo dices tu?
— No vale la pena, es algo que ella misma se debe dar cuenta.
— Entonces cambiemos de tema. ¿Cómo vas con tu don?
— Voy muy bien, hoy llegué a ver a mi hermana por más de dos minutos.— se encogió se hombros.— Creo que es un gran avance.
— ¿Estás de broma? Eres demasiado rápida, creo que ni Aro se imagino que llegarías sola por tu cuenta. Eres genial Lyra.
— Gracias, Mike. Pero tu eres un grandisimo torpe, ¿Cómo fue que te caíste del árbol?
Ahí estaban ambos, juntos como era lo habitual. Los mejores amigos vampiros siempre unidos.
LA NOCHE DE LA FIESTA DE GRADUACION HABIA INICIADO. La primer fiesta de graduación de Jasper y Lyra juntos. La última vez que tuvieron este estilo de reuniones, Jasper la había apartado para pedirle matrimonio.
La casa estaba repleta de personas de su colegio. Un lugar tan tranquilo como aquel se había convertido en un caos total. Era muy raro para los Cullen ver su casa de esa forma.
Pero, Alice, la de la idea, parecía muy feliz con el resultado. Así que nadie se quejaba. Todos guardan silencio y veían lo que sucedía.
— Odio todo esto.— dijo Rosalie poniendo cara de asco mientras veía desde arriba la casa.
— Vamos Rose, no te amargues.— le contesto Lyra pasando un brazo por sus hombros.— Hay que divertirnos, no tendremos esta fiesta hasta dentro de siete años. Hay que aprovechar.
— Estás muy animada.
— Jasper y yo pasaremos la fiesta con Jane.— respondió muy feliz.— Los amigos de Paul la traerán dentro de poco. De seguro que también aparece el tonto de Jacob.
— Jacob parece ser el único que no te agrada.
— No es que no me agrade. Solo que esta mal besar a las personas a la fuerza, más si tienen novio. Más que no agradarme me da pena.
— Es un chucho. ¿Jane como está?
— Bien, demasiado. Está muy grande, me asombra lo rápido que crece. Tu deberías hablar con ella, desde que nos fuimos rompiste tu vínculo con ella. Emmet también.
— Tu estas muy feliz con ella, no me atrevo a acercarme. Tu tuviste la delicadeza de demasiadas cosas con ella.
— Jane es como mi hija, Rosalie. La amo demasiado como para no tomarme esos momentos con ella. Ella es parte de mi familia.
— ¿Aunque no pases toda tu vida a su lado?
— Si. Y estaría muy feliz de que jamás sea como nosotros, ella merece una vida humana como tanto desea.
— Eres de las mejores personas que conocí, Ly. Seguiré tu consejo. Cuando tenga tiempo hablaré con ella.
Lyra sonrió y después siento como su mano se entrelazaba con la de Jasper. Lo miro y el le estaba sonriendo.
— Ya llegó Jane.
— En ese caso vamos por Jane.
Ambos se despidieron de Rosalie y llegaron rápidamente a donde estaba la pequeña humana. En cuanto los vio los abrazo a ambos, con la mirada de los tres lobos puesta en ellos.
— Hola, chicos.— los saludo Lyra.— Soy Lyra Williams, encantada de conocerlos.
— Así que tu eres la famosa Lyra. Un gusto, soy Embry.— el se acercó a ella y ambos estrecharon sus manos.
— Espero que se dejen de molestar tanto en conocerla después de esto.— les dijo Jane al trío de lobos.— Siempre me molestan cuando hablo de ti.
— Jane, no nos espongas.— le dijo Quil.
Lyra y Jasper se miraron para luego reír, los chicos de la manada eran muy divertidos. Aunque esa felicidad fue mínima, ya que Alice tuvo una mala visión. Cosas malas se acercaban.
Jane paso la noche con ellos y en cuanto termino la fiesta, todos se reunieron para hablar sobre la visión de Alice. Jasper la agarraba por la cintura, mientras que Lyra abrazaba a Jane por el cuello.
Era preocupante el hecho de que los neófitos cambiaron su camino y se dirigieran hacia donde estaban ellos.
— Estarán aquí en cuatro días.
— Podría convertirse en una masacre.
— ¿El instigador?
— No reconocí a ninguno. Aunque hay uno...
— Reconozco su cara. Es local. Riley Biers.
— El chico que papá estaba buscando.— susurró Jane. Lyra lo reconoció gracias a eso al instante. Tal parecía que lo habían convertido.
— El instigador se mantiene alejado.
— Quiere evitar que tu lo veas.
— El ejército está en camino y no estamos preparados.— dijo Jasper, apretando un poco más fuerte su mano en la cintura de su esposa.
— Espera, ¿Qué ejército?— preguntó Jacob.
— Recién nacidos. De los nuestros.
— ¿Qué buscan?
— Estaban pasándose el aroma de Bella y Jane.— dijo Lyra un tanto molesta.
— ¿Bella y Jane? ¿Qué significa esto?
— Significa un convate feroz, con muchas vidas perdidas.
— Bien, cuenten con nosotros.— Jane pareció tensarse un poco en el lugar. Lyra al notarlo empezó a acariciar sus cabellos.
— Los matarían. Olvidenlo.
— No estaba pidiendo permiso.
— ¿Edward?
— No Bella.— La interrumpió Lyra.— Los necesitamos. No sólo tu vida corre riesgo, la de Jane también. Victoria la quiere. Así que, mientras más seamos mejor.
— ¿Crees que Sam accedería a un acuerdo?
— No se necesita un acuerdo si Jane esta involucrada.— contestó este, haciendo que Edward abriera grande sus ojos al descubrir porque Jane pasaba tanto tiempo con los chicos de la manada.
— Los recién nacidos no saben sobre los hombres lobos. Ayudará.— dijo Jasper.
Jane se dio vuelta y abrazo a ambos. Ella estaba aterrada. Pero ambos adultos también lo estaban, eso podría cambiarlo todo. Una batalla se acercaba y debían estar preparados para ello.