Seduciendo Un Alfa |NamJin|

By nayechwan18

724K 73.7K 86.3K

SeokJin no quiere casarse. SeokJin no quiere enamorarse. Pero él ama los retos. Y NamJoon es el mejor reto p... More

ADVERTENCIA
PRÓLOGO
1: Seduciendo Un Alfa.
2: Plan para seducir a un alfa.
3: Una boca placentera.
4: El verdadero Kim SeokJin.
5: El nuero perfecto.
6: Dedos calientes y agiles.
7: Un repentino rival.
8: Los celos no son una opción.
9: Un beso no debería ser tan bueno.
10: Una puta recién follada.
11. Secretos entre amigos.
12: Nadie puede odiarte como yo.
13: No finjas ser lindo.
14: Duerme conmigo.
15: Una pequeña excepción.
16: Conflicto entre omegas.
18: La temperatura perfecta.
19: Pequeños accidentes.
20: Traicionar tu confianza.
21: La cúspide de su tolerancia.
22: Una pareja de recién casados.
23: Los ojos del amor.
24: Desde la primera vez que nos vimos.
25: No hables con desconocidos.
26: Profundamente enamorados.
27: Tu luna y mis estrellas.
28: Dime que eres mío.
29: Remanentes de un calor.
30: Tres pruebas no son suficientes.
31: Promesa.
32: Escenas de besos.
33: Soy tuyo.
34: Soy especial.
35: Destino.
36: Sueño de concepción.
37: Las historias se repiten.
38: El hijo del viejo zorro.
39: El principio del fin.
40: Confianza quebrantada.
41: Está bien si lloras.
42: Por primera vez.
43: Hay belleza en los desastres.
44: Fruto de su amor.
45: El arcoíris después de la tormenta.
46: Un Futuro Juntos.
Final: Amando Un Alfa.
EPÍLOGO
EXTRA 1
EXTRA 2
Extra 3
• AGRADECIMIENTOS E INFORMACIÓN •

17. ¡No somos novios!

12.3K 1.2K 1.4K
By nayechwan18



SeokJin no era un omega enfermizo. Él normalmente no solía enfermarse mucho. Tal vez dos o tres veces al año cuando era más joven. Pero siempre fue bastante saludable.

Sin embargo, en cuanto se hablaba de su capacidad física, era un tema totalmente distinto. SeokJin siempre ha sido de contextura delgada, incluso si iba al gimnasio a diario, no conseguiría ganar mucha masa muscular. Él prácticamente era la contraparte de Jeon Jungkook, quien parecía ganar masa muscular muy fácilmente. Por lo tanto, aunque SeokJin no suele enfermarse mucho, podía terminar como ahora: enfermándose solo por el trabajo físico que realizó durante esas tres semanas sin comer y dormir adecuadamente. Él no lograba tolerar bien el cansancio físico. SeokJin a veces odiaba su cuerpo por esto tanto como lo amaba.

—Él estará bien. Solo necesita descansar.

SeokJin escuchó al doctor de su familia informarle a su madre. Pero ni siquiera giró el rostro para mirar al hombre. Su cabeza y cuello estaban pulsando gravemente con dolor.

—¡¿Está seguro, doctor?! —JiEun, que estaba sentada en su cama, cuestionó a su doctor con alarma y preocupación. La mujer había estado muy preocupada desde que el manager de SeokJin lo trajo a casa esa tarde porque tenía mucha fiebre—. ¡¿Mi hijo estará bien?! ¡¿No es nada grave?!

—Es solo estrés, mala alimentación y agotamiento —aseguró el doctor mientras recogía sus cosas—. Los omegas con la fisiología de su hijo no pueden tolerar una gran cantidad de agotamiento físico y mental.

SeokJin se quiso reír de eso, pero no tenía energías para reírse, y el doctor estaba en lo cierto. Repentinamente, se sentía totalmente drenado de su usual ímpetu y vivacidad. Le dolía la cabeza, su cuerpo se sentía muy pesado y estaba deprimido. Pero, desde luego, fue su propia culpa terminar así, aunque odiaba sentirse enfermo.

No obstante, fue la primera vez que SeokJin se esforzó tanto por una persona que no era él mismo, ya sea por capricho o complacencia, pero logró conseguir el dinero para el regalo de NamJoon y mucho más. Sin embargo, al final, hubo un gran problema: la pintura que iba a comprar para el alfa fue vendido a alguien más el día anterior. ¡Y él no lo soportó!

Tal vez por esto SeokJin se sintió tan enojado, cansado y molesto que hasta terminó con fiebre. Y su cuerpo, que era naturalmente delicado, colapsó por la fiebre ese mismo jueves por la tarde.

—¡¿Mala alimentación?! —JiEun inquirió con sorpresa e incredulidad. Ella miró a su hijo y acarició su rostro con inquietud. Estaba preocupada, pero no era la primera vez que Jin se enfermaba por sobreesfuerzo, aunque había pasado mucho tiempo desde la última vez—. Mi hijo come muy bien, doctor Shi. ¿Cómo es eso posible...?

—Probablemente, ha estado dejando algunas comidas al día en estos últimos días —el doctor explicó, tratando de adivinar lo que SeokJin hizo en esas últimas tres semanas, y acertando totalmente con su razonamiento—. Eso pudo provocar que el estrés lo agotará más de lo normal.

Jin inhaló profundamente, sintiendo mucho sueño. Pero el doctor no mintió. Su manager y él estuvieron tan ajetreados con todos los trabajos que habían aceptado que él, como máximo, comió solo una o dos comidas al día. Además, su trabajo requería que estuviera delgado. A veces, tal vez demasiado. Siempre fue un arma de doble filo.

—Solo permítale descansar adecuadamente —el doctor Shi dijo cuando finalmente estaba por irse. Su padre estaba de pie en la puerta de su dormitorio para acompañar al hombre a la salida de la casa. Pero SeokJin sintió que su padre lo miró con suficiencia, un claro «te lo dije» en su mirada, que le hizo enojar en demasía—. Estará bien mañana o el sábado. Dele los analgésicos que le recete, sirven para la fiebre y el dolor. También lo ayudarán a descansar mejor.

SeokJin esperaba estar en excelente condiciones para el sábado. Simplemente, no podía quedarse acostado en esa cama todo el día. Pero su cabeza parecía estar naufragando en un mar interminable y nebuloso. Tenía tanto sueño que creyó estar a punto de desmayarse.

Cuando el doctor finalmente se fue, y la habitación se quedó en silencio, su madre se acercó a él para quitar la compresa fría de su frente, revisando otra vez su temperatura.

—Oh, mi querido bebé... —la omega lo arrulló y secó su frente suavemente con un paño húmedo. SeokJin se dejó consentir por su mamá únicamente porque estaba cansado, no porque fuera un niño mimado como NamJoon solía afirmar—. ¡Solo mira lo pálido que estás! ¿Por qué no me dijiste que necesitabas dinero? ¡Tu madre te lo habría dado de inmediato!

SeokJin cerró los ojos y se encogió de hombros ligeramente. En realidad, pensó en acudir a su madre después de su discusión con su papá, era probable que la mujer le hubiera dado el dinero para ayudarlo, pero no le gustaba pedirle dinero a su mamá. Honestamente, prefería que JiEun guardará sus ahorros para sí misma. Él siempre podía conseguir suficiente dinero si se esforzaba en vender su imagen.

—Mamá, al final el problema no fue el dinero... —SeokJin murmuró con cansancio al recordar su acalorada discusión con el vendedor de la pintura al descubrir que la habían vendido a alguien más. No quería discutir sobre eso ahora—. De todas formas, me duele mucho la cabeza y tengo sueño... quiero dormir.

Afortunadamente, la omega suspiro y decidió no regañarlo. Luego, ella se inclinó para besar su frente y arroparlo.

—Está bien, cariño —ella dijo poniéndose de pie y tomando la compresa fría para llevársela—. Duerme todo lo que quieras. Yo me encargaré de todo.

SeokJin vio a su madre apagar las luces y salir de su dormitorio. Entonces, él finalmente se quedó dormido, pensando inquietamente cómo modificar su plan ahora. Pero durmió tanto que perdió la noción del tiempo. Y en las únicas ocasiones en que despertó, fue cuando su madre le llevó su comida a la habitación, le instó a tomarse las pastillas y para ir al baño.

Él prácticamente hibernó como un jodido oso.

. . .

—¡SeokJin-ah, levántate!

SeokJin sintió un poco de dolor en la vista cuando abrió los ojos lentamente y la luz del bombillo lo golpeó. No sabía cuánto tiempo había estado durmiendo pero su cuerpo ya no se sentía tan agotado como antes. En realidad, se sentía totalmente renovado, salido de un sueño reparador, aunque muy perezoso para pararse de la cama. Por lo mismo, deseaba continuar acostado, así que se negó profundamente a levantarse.

—Mamá... ¿por qué gritas? —él preguntó con voz ronca. Se masajeó las sienes y tomó su frazada para taparse por completo otra vez—. Apaga la luz, me molesta.

Pero JiEun agarró la frazada y la jaló hasta dejarlo totalmente descubierto y con frío. SeokJin resopló con enojo y abrió los ojos otra vez para mirar a la mujer. Sin embargo, su madre tenía una expresión irritada, un tanto preocupada también. Él no comprendió porque ella le estaba molestando de esta manera después de instar a que descansara todo el tiempo que quisiera.

—¡Aigoo, solo mira tu cara! —JiEun gritó con asombro y sostuvo el rostro de SeokJin en sus manos para verlo de un lado a otro—. ¡¿Qué haremos ahora?!

Ella provocó que SeokJin tuviera que apartar sus manos de su rostro con enojo para que lo soltara y le diera un respiro. ¡¿Qué le pasaba tan de repente?!

—¡Mamá!, ¡¿puedes soltarme?!

Pero la omega negó con la cabeza con una expresión más preocupada. Ella parecía estar a punto de un colapso. —¡Pareces un panda! —JiEun chilló y se movió de un lado a otro por la habitación de SeokJin—. ¿Cómo puedo dejar que te vea con esta apariencia de vagabundo...?

SeokJin la miró con perplejidad al escuchar la comparación.

—¡Mamá! ¡Vete y déjame solo! —él se quejó, ofendido y agraviado, por lo que la mujer estaba diciendo acerca de su apariencia. ¡Él no podía estar tan mal! Solo había dormido por alrededor de un día.

No obstante, JiEun parecía estar decidida a sacarlo de la cama a como dé lugar. —¡Kim SeokJin! ¿Cuánto más planeas dormir? —ella interrogó con desconcierto y enojo—. ¡Llevas tirado en esa cama desde el jueves en la noche! ¡Y ya es sábado por la tarde!

SeokJin se cruzó de brazos de mal humor. No le veía ningún problema a quedarse en cama durante un día completo cuando uno estaba enfermo. Era normal que estuviera un poco cansado... —¡¿Dijiste sábado en la tarde...?! —él gritó con incredulidad y sus quejas internas se detuvieron cuando captó la palabra clave dentro de los reclamos de la omega.

Todo el rostro de SeokJin se volvió pálido de repente. Él giró el rostro con rapidez, causando que le doliera el cuello por la rigidez en sus músculos, y observó su reloj de mesa: sábado, 12 de septiembre.

¡Era sábado doce de septiembre! ¡SeokJin se olvidó totalmente del cumpleaños de Kim NamJoon!

¡Él jodidamente se olvidó del cumpleaños de NamJoon, a pesar de que estuvo tres semanas completas trabajando hasta el agotamiento para poder comprarle un maldito regalo caro!

SeokJin quiso llorar.

¡¿Cómo diablos pudo quedarse en cama desde el jueves en la noche hasta el sábado en la tarde por una pequeña fiebre?!

¡Fue inaudito!

—¡Es sábado doce de septiembre! —él exclamó con perplejidad—. ¡¿Cómo pudiste dejarme dormir hasta tan tarde?!

JiEun le dio una mirada desconcertada.

—¡Me dijiste que irías a su casa el domingo, no el sábado! —ella le reclamó. Luego, se sentó en la cama de SeokJin y se abanicó con sus propias manos, como si estuviera a punto de sufrir un golpe de calor—. ¡Y ahora NamJoon-ah viene para acá! ¡Él viene a verte!

Él la miró más conmocionado que antes. Las palabras de la omega lo dejaron estático por unos segundos.

¿Kim NamJoon venía a verlo...?

—¡¿Por qué se supone que viene a verme?! —él se llevó las manos a su cabello enmarañado y empezó a buscar su celular con desesperación. No entendía qué demonios estaba sucediendo ahora. Kim NamJoon nunca había ido a verlo antes—. ¡¿Y por qué no lo dijiste antes?!

SeokJin encontró su celular, pero el aparato estaba totalmente descargado. Probablemente, estuvo apagado desde el jueves en la tarde. Y ahora no tenía forma de comunicarse en ese mismo instante con el alfa para inventar una excusa y pedirle que viniera en otra ocasión más oportuna.

—¿Quizás porque estás enfermo...? —JiEun dijo con ironía en su voz. Pero SeokJin necesitaba saber cómo se supone que NamJoon sabía que él estaba enfermo. Gracias al cielo, su madre pareció leer la interrogante en su expresión, porque ella continuó hablando—. Parece que se comunicó con Hoseok-ah y él le dijo que estabas enfermo. Entonces, acaba de llamar para avisar que está cerca de aquí y le gustaría pasar a verte. Por supuesto, le dije que es más que bienvenido en nuestra casa. —JiEun sonrió con entusiasmo, cambiando totalmente de expresión, mientras se ponía de pie con una sonrisa brillante en los labios—. Creí que todavía solo tenías algo casual con él, pero parece que las cosas ya no son así... ¡Realmente me sorprendes, hijo!

SeokJin estaba más desconcertado que antes por esta abrupta declaración. ¡Por supuesto que aún solo tenía algo casual con NamJoon! Sin embargo, el hombre estaba en todo el derecho de ser cordial e ir a visitarlo si quería, ¡incluso si era su cumpleaños y lo menos que haría una persona normal es ir a ver a un enfermo...! Pero SeokJin decidió enloquecer más tarde por esto. Lo importante era prepararse para recibir a NamJoon en su casa ahora.

Él corrió a mirarse al espejo, necesitando comprobar que no estaba tan mal, como su madre había afirmado. Pero SeokJin se quedó completamente horrorizado con lo que vio.

¡Por dios, su madre tenía razón!

Él lucía totalmente como un jodido panda.

Y por supuesto, no en el sentido agradable, porque no se veía adorable como ellos. SeokJin tenía horribles ojeras, estaba pálido y sus labios estaban resecos; sin mencionar que su cabello parecía un nido de gallinas, totalmente enmarañado y desaliñado. Tenía la apariencia de un adicto en abstinencia.

—¡Mamá! —él gritó dramáticamente con lágrimas en los ojos—. ¡Me veo fatal! ¡¿Qué se supone que voy hacer?!

JiEun caminó hasta donde estaba y se paró detrás de él. —Lo sé, cariño —ella dijo con calma, como si estuviera diciéndole te lo dije, mientras peinaba con sus dedos su cabello—. Pero no hay nada que el maquillaje no pueda resolver.

SeokJin se dio una mirada en el espejo y no estuvo muy convencido con esa afirmación. Para tapar sus ojeras y la palidez de su piel tendría que usar mucho cobertor, y no era apropiado que un enfermo usará mucho maquillaje, conociendo a NamJoon, sería totalmente cuestionado por eso. Sin embargo, si usaba solo un poco, no lograría hacer mucho por sus ojeras. Afortunadamente para él, podía explotar otro aspecto de su apariencia con esto: verse lastimero.

No obstante, algo que SeokJin había aprendido con esta inesperada experiencia, es que nunca más volvería a quedarse en cama por más de veinticuatro horas.

—Tengo que trabajar en esto —él aclaró, señalándose a sí mismo, mientras se erguía para ponerse manos a la obra.

—Entonces, date prisa. Toma un baño y arréglate. —La omega le hizo señas con las manos para que se apresurara a entrar al baño—. ¡Tu querida madre detendrá a tu novio hasta que estés listo!

SeokJin se detuvo al escuchar a su mamá.

¿Novio?

Esa palabra sonaba muy ridícula cuando se trataba de Kim NamJoon y él.

¡No eran novios!

—Todavía no es mi novio... —SeokJin susurró pensando profundamente en esto.

Francamente, no estaba en desacuerdo con ser el novio de NamJoon, sería bueno para el plan, pero el alfa no estaba interesado en él todavía de esa forma. SeokJin tendría que trabajar más duro en eso. Pero justamente por esto quiso impresionar a NamJoon con su maravilloso regalo. ¡Uno que ahora no podría conseguir!

—Eso solo es un pequeño detalle, cariño —JiEun respondió con indiferencia—. Él viene a verte porque le importas lo suficiente, ¿no lo crees?

Él analizó las palabras de la omega. A decir verdad, NamJoon era una persona bastante complicada de entender. Sin embargo, teniendo en cuenta las cosas que han compartido hasta ahora, SeokJin creía que su persona no era tan insignificante para el alfa en este punto. Por lo tanto, ciertamente, él muy bien podría importarle un poquito a Kim NamJoon ahora.

Pero SeokJin no sabía que era peor: que NamJoon lo viera con su apariencia de vagabundo o que su madre lo detuviera para charlar.

Decidió preocuparse por lo primero.

—Bien —aceptó y caminó hacia su baño con rapidez—. Dame una señal cuando llegue.

JiEun asintió de acuerdo.

—Date prisa —ella le recordó mientras salía de su habitación—. ¡Sólo podré detenerlo por unos pocos minutos!

SeokJin asintió y corrió al baño para quitarse la ropa y darse una ducha en tiempo récord. Nunca antes se había bañado tan rápido como ahora. Pero fue necesario ganar tiempo. Luego, siguiendo el mismo ritmo, tomó su cepillo de dientes y se lavó la boca. Para, finalmente, correr nuevamente a su habitación para ponerse una pijama limpia, peinar su cabello, colocar un poco de crema hidratante en su rostro y bálsamo labial en sus labios.

Estaba peinando su cabello, quitando todos los nudos y haciéndolo ver impecable otra vez, cuando escuchó la voz de su madre provenir del pasillo. Ella estaba hablando en voz alta para darle una señal. SeokJin dejó el peine y corrió de vuelta a la cama. Se metió debajo de las sábanas y se acomodó adecuadamente. Su aspecto no era el mejor todavía, pero ciertamente estaba mucho mejor que antes. Ya no tenía la apariencia de un adicto en abstinencia o un vagabundo.

—¡Jin-ah!, ¿podemos pasar? —Su madre tocó la puerta y preguntó en voz alta desde afuera.

SeokJin inhaló profundamente y se recostó contra el respaldo de su cama.

—Sí, mamá —él respondió con serenidad. Tan calmado como podía fingir estarlo. Pero los fuertes latidos de su corazón no hacían nada por ayudarlo.

¿Hace cuantos días no ve a Kim NamJoon...?

SeokJin no necesito pensarlo con detenimiento. La última vez que se vieron fue esa noche de karaoke. Pero tampoco tuvo tiempo para pensar cómo ahora se sentía que fue hace bastante tiempo.

La puerta fue abierta de par en par.

Y SeokJin observó con nerviosismo cómo su madre entraba en su habitación, siendo seguida por Kim NamJoon, que parecía tan imperturbable como siempre, vistiendo una gabardina gris y debajo un abrigo negro de cuello alto. Los ojos del alfa inmediatamente se posaron en él. Pero SeokJin sintió una extraña sensación recorrer su cuerpo, siendo ahora muy consciente de que habían pasado casi dos semanas desde que vio al hombre cara a cara por última vez, antes de desviar la mirada. Fue vergonzoso recordar cómo terminó esa noche.

Detrás del alfa, un criado los siguió con una gran canasta de frutas. Él miró con sorpresa el arreglo frutal y abrió los labios con confusión. ¿Kim NamJoon le había comprado fruta...? Normalmente, una canasta de frutas era algo que la gente llevaba a los enfermos que estaban ingresados en los hospitales para desear una pronta recuperación. Pero SeokJin no estaba en un hospital y tampoco estaba tan mal. De todas formas, se sintió extrañamente confundido, porque NamJoon en realidad no había estado cerca de su condominio como le había dicho a su madre por llamada. El alfa definitivamente había pensado en ir a verlo desde un principio y eso provocó que se sintiera más estupefacto con la idea.

¿NamJoon realmente se preocupaba por él...?

Sin embargo, SeokJin decidió que por su paz mental era mejor enviar esos pensamientos a la parte trasera de su mente, y ver el gesto del alfa desde un punto más razonable: esto solo fue un mero acto cortés de parte del hombre, para no llegar con las manos vacías a su casa, después de todo, sería mal visto para alguien en su posición ir a ver a un amigo enfermo con las manos vacías.

¡Pero este pensamiento no calmó de ninguna forma la idea de que Kim NamJoon podría haber estado preocupado por él!

—Puedes ponerlo en su mesa de noche, Minsuk-ssi —su madre le dijo al beta. El hombre se acercó y dejó la canasta en su mesita de noche. Y desde allí, SeokJin olfateó el suave aroma de las frutas frescas y sonrió ligeramente para sí mismo, ignorando todo el intercambio entre su madre y el beta para centrar su mirada otra vez en el alfa.

NamJoon continuaba viéndolo únicamente a él.

Y para cualquier persona que no estuviera relacionada con el hombre, su expresión sería indescifrable; quizás estaba calmado, o tal vez era completamente indiferente al estado de SeokJin, como si se hubiera visto obligado a venir. Pero SeokJin podía notar en su mirada algo más profundo que eso en cuanto sus ojos se encontraron. No había indiferencia en cómo NamJoon lo veía.

Y él tragó en seco.

—Jin-ah, recuerda dar las gracias —JiEun le recordó, casi como si él fuera un niño, y SeokJin quiso rodar los ojos por esto—. Los dejaré solos para que conversen.

La mujer le guiñó un ojo y salió de su habitación casi corriendo, cerrando la puerta detrás de ella para darles más privacidad. SeokJin soltó un suspiro y miró a NamJoon, pero no tenía palabras que vociferar. Se sentía incómodo. Él no sabía qué decir ahora que estaban a solas. Y por supuesto, el silencio de NamJoon tampoco ayudó en absoluto.

—Han pasado casi dos semanas desde la última vez que nos vimos... —Él habló para romper el silencio. Era lo único que se le ocurriría—. ¿No planeas saludarme? ¿O solo te quedarás mirándome...?

NamJoon no dijo nada de inmediato. Él se acercó lentamente a su cama y lo observó desde arriba con esa mirada que no dejaba nada al descubierto. El corazón de SeokJin se aceleró un poco otra vez, y no entendía porque estaba nervioso solo por como el alfa lo estaba viendo, pero él lo estaba. Tuvo que desviar la mirada nuevamente al no soportar su intensidad.

¡Maldición, todas las personas se enfermaban! Kim NamJoon podría entender que él se haya olvidado de su cumpleaños...

—Te ves terrible. —NamJoon rompió el silencio con su declaración. Su expresión continuaba siendo tan impávida como antes y el tono seco de su voz no le dijo nada en especial a SeokJin. Pero fue todo lo que el alfa dijo antes de volver a quedarse en silencio.

SeokJin lo miró pasmado.

¿Terrible...?

¡Oh, jodida mierda, él realmente tuvo que fingir tener una enfermedad contagiosa e impedir que Kim NamJoon lo viera! SeokJin podría gritar internamente de la frustración ahora.

¡Su madre no tuvo que permitir que este hombre careciente de simpatía fuera a verlo!

No obstante, su rostro enrojeció furiosamente de enojo, y él apartó las sábanas de un tirón, antes de pararse de la cama y observar a NamJoon a los ojos.

—¡¿Quién se ve terrible? ¡Estoy totalmente bien! —él replicó con enojo. Pero NamJoon no se inmutó en lo más mínimo. Él arqueó una ceja y dio un paso hacia él. SeokJin logró notar ese gesto en su mejilla que el alfa hacía cuando algo le molestaba.

—No seas imprudente y vuelve a la cama —NamJoon le ordenó con voz grave. Pero SeokJin no podía creer que el alfa le estaba dando órdenes en su propia casa. ¡En su propia casa! ¡¿Se podía ser más descaro...?!

¡SeokJin quería patearlo!

Sin embargo, al levantarse tan de repente, provocó que se sintiera un poco aturdido, así que permitió que NamJoon lo empujara de vuelta a la cama sin protestar. Su orgullo no se sintió muy bien con esto.

—¿Puedo saber cómo terminaste así? —El alfa inquirió un momento después. Tenía las manos en los bolsillos y lo miraba de arriba abajo con esa expresión suya desdeñosa que tanto irritaba a SeokJin.

Pero él se subió por completo en la cama y se cruzó de brazos. Luego, alzó el rostro y miró a NamJoon con una mueca, mientras declaraba: —Me duele el cuello, no voy a hablar contigo mientras estés ahí parado. Ven y siéntate en mi cama.

—Realmente un omega insoportable... —NamJoon murmuró entre dientes con el ceño fruncido. Pero SeokJin lo escuchó claramente y alzó una ceja. No obstante, el alfa se acercó y se sentó en el borde de la cama como él se lo pidió sin volver a rechistar—. ¿Entonces? ¿Tienes algo que decirme?

SeokJin pensó qué debería contarle a NamJoon ahora. Tenía mucha vergüenza de revelar que estuvo trabajando estas últimas semanas solo para comprarle un regalo de cumpleaños. ¡Su orgullo no le permitía confesar tal cosa a la ligera!

—¿Por qué debo decirte...? —él dijo un poco a la defensiva, desviando la mirada para no encontrarse con los ojos juzgadores del alfa—. Simplemente me enferme. Como cualquier persona normal.

—¿Vas a ser esquivo ahora? —NamJoon cuestionó con lo que parecía ser enfado. Entonces, agarró las mejillas de SeokJin y le giró el rostro—. Mírame a la cara cuando hablamos.

SeokJin frunció el ceño y se vio obligado a mirar al alfa a la cara.

¡¿Pero por qué este hombre no podía respetar a un pobre enfermo?!

—Viniste... ¿Viniste a tratarme mal? —él inquirió con las mejillas aplastadas en un puchero por culpa del agarre del alfa—. ¡Eres... eres tan molesto!

NamJoon rodó los ojos y lo soltó. —Y tú eres tonto y estúpido —él señaló con una mirada de reprimenda—. Eres un pequeño debilucho también.

SeokJin lo miró con perplejidad. —¿Por qué me estás insultando ahora...?

¡Simplemente no entendía por qué Kim NamJoon había ido a su casa solo para insultarlo!

—¿Por qué fuiste tan imprudente? —NamJoon resopló con el ceño fruncido—. No necesitaba un regalo.

Al escuchar su repentina declaración, el rostro de SeokJin enrojeció furiosamente otra vez.

NamJoon lo sabía.

Y el sentimiento humillante de ser expuesto se instaló en la boca de su estómago. Podía escuchar su orgullo fracturándose lentamente como un cristal que había sido golpeado.

—¿Cómo se supone que sabes eso...? —él preguntó en voz baja. Ni siquiera tenía suficiente cara para mirar a NamJoon a los ojos.

Pero él alfa no quería darle una tregua y volvió a girar su rostro para mirarlo a los ojos. —Tu madre inventó una muy increíble historia sobre lo dedicado que fuiste para poder comprarme un regalo de cumpleaños —NamJoon explicó con un poco de ironía en su voz—. Fue una historia bastante inverosímil.

SeokJin se quedó en silencio al escucharlo.

Él iba a matar a su madre. ¡Lo haría! ¡¿Cómo pudo ella ponerlo en esta situación tan incómoda?!

Sin embargo, SeokJin dejó su furia hacia su madre para otro momento, hubo algo más que llamó su atención y le hizo sentir extrañamente molesto. Él se dio cuenta que, probablemente, NamJoon no le creyó a su mamá. Él quizás no creía del todo que SeokJin hiciera eso solo para comprarle un regalo a él. Pero el alfa tenía todos los jodidos motivos para desconfiar; para no creer algo tan absurdo. Primero, su madre había estado mintiendo y diciendo verdades a medias desde el principio, ¿por qué NamJoon tendría que creerle ahora? Segundo, estaban hablando de él, de SeokJin, alguien que aparentaba ser desvergonzado, mezquino y superficial; que nunca se mostró como el tipo de persona que haría algo así por otra, incluso si realmente era capaz de hacerlo. No había ninguna razón para que Kim NamJoon realmente creyera que él hizo tal cosa. Pero saber eso le hizo sentir un poco afligido.

Él apartó la mano de NamJoon de su rostro con un manotazo. Se rió con vergüenza y ese sentimiento extraño de amargura instalándose en su pecho, mientras decía: —Y claro, no le creíste. Realmente es algo inverosímil... —Su plan se había arruinado otra vez. Empezaba a sentirse un poco cansado de esto.

NamJoon lo miró por unos segundos a los ojos. Su expresión era calmada. SeokJin quiso volver a desviar la mirada, pero no lo hizo, apreciaba sus mejillas y lo que quedaba de su orgullo. Él sonrió con condescendencia y mantuvo el contacto visual.

—En realidad, decidí creerle esta vez —NamJoon declaró de repente. Sus palabras hicieron que la sonrisa de SeokJin desapareciera—. Incluso si sé que exageró en gran medida, no sentí que mintió.

—¿Por qué le crees...? —él cuestionó en voz baja. Su corazón se sintió un poco pesado en su pecho ahora—. Mi mamá ha mentido mucho sobre mí. Tampoco es algo que yo haría...

—Confío en mi instinto. —NamJoon desvió la mirada y observó su habitación con escrutinio—. No es algo que la versión que conozco de ti haría, desde luego. Pero ser imprudente es algo que sé que eres. Y fuiste tontamente imprudente, aun si tenías buenas intenciones.

SeokJin se sonrojó levemente y mordió su labio inferior para no sonreír con vergüenza. Las palabras del alfa provocaron un extraño sentimiento de exultación en él.

—¿Eso es una ofensa o un halago? —preguntó con una pequeña sonrisa.

—Tal vez ambos... —NamJoon le respondió paulatinamente.

SeokJin se relajó y sonrió abiertamente ahora. Luego, viendo la distancia que había entre él y el alfa, se acercó más sin disimulo. Y NamJoon no hizo nada para alejarse o apartarlo.

—Pero ni siquiera pude comprarte ese regalo... —él murmuró con un poco de pena y un mohín en los labios—. Lo vendieron antes de que consiguiera el dinero, ¿puedes creerlo? ¡Y estaba tan enojado por esto...!

NamJoon se encogió de hombros y rodeó uno de sus tobillos con su mano. A él realmente parecía no importarle el regalo. Pero SeokJin no pudo enojarse por esto. Él inclinó la cabeza con un poco de confusión por la forma en la que los dedos del alfa apretaban ligeramente su tobillo. Le hizo sentir un tanto inquieto...

—No necesito un regalo de ti —fue todo lo que NamJoon dijo un momento después.

—Me ofendería si no te conociera lo suficiente. —SeokJin negó con la cabeza sin sentirse ofendido. Pero sintió los dedos de NamJoon acariciar inconscientemente su piel y se mordió el labio inferior—. De todas formas, mi trabajo no será en vano. Te compraré un regalo apropiado cuando pueda...

—¿Eres tonto? —NamJoon le interrumpió con el ceño fruncido. Pero SeokJin no pudo replicar porque el alfa jaló repentinamente de su tobillo—. Creo que dije que no necesito un regalo...

SeokJin fue tumbado y arrastrado por el repentino jalón. Se sorprendió tanto que le costó adaptarse a la nueva posición. Una de sus piernas estaba detrás de la espalda de NamJoon, mientras que la otra estaba sobre su regazo. Él prácticamente estaba medio a horcajadas sobre el alfa...

—Tal vez sí soy tonto —él resopló con incredulidad y diversión mientras se incorporaba. Quiso obviar el hecho de que NamJoon lo había atraído más cerca, pero no pudo hacerlo—. Pero empiezo a creer que en realidad te gusta mi personalidad...

—No seas pretencioso. —NamJoon rodó los ojos visiblemente. Pero SeokJin se incorporó completamente y agarró el rostro del alfa entre sus manos con una sonrisa burlesca en los labios.

No había dudas. Ahora estaba completamente seguro que NamJoon estaba tan ansioso por tenerlo cerca como él lo estaba. ¡Fueron dos semanas! Tal vez demasiado tiempo para dos personas que, anteriormente, no podían salir de la cama.

—No lo estoy haciendo, NamJoon-ah —él replicó y llevó sus manos al cuello del alfa—. Estoy totalmente seguro de eso... 

Sin embargo, NamJoon no le volvió a responder. Como siempre, él se inclinó y selló sus bocas con un beso. Fue lento al principio, mucho tacto en la forma en la que sus labios se deslizaban entre ellos, porque el alfa estaba siendo indulgente con él. Pero SeokJin abrió más la boca y dejó que la lengua de NamJoon se hundiera suavemente en él, mientras este apoyaba una de sus manos en su espalda y la otra detrás de él en la cama para mantenerlo estable. Y el beso que empezó con debilidad, tomó fuerza lentamente, cuando sus lenguas se encontraron y sus bocas colisionaron con más vehemencia que antes.

SeokJin sintió como si hubiera pasado mucho tiempo desde que no besaba a este hombre; desde que tuvo sus manos en él por última vez... Su cuerpo tiritó ansiosamente por más, porque quería mucho más de NamJoon que solo un beso o una caricia, incluso si era poco aconsejable por el lugar en el que estaban. Pero NamJoon rompió el beso abruptamente y lo miró a los ojos con seriedad.

—No haremos nada —él advirtió con la voz un poco ronca—. Se supone que estás enfermo.

SeokJin frunció los labios con enojo. ¡Él no estaba enfermo! De hecho, tenía mucha energía acumulada, y necesitaba encontrar algo en que descargarla. Pero le pareció muy curioso que el alfa se preocupara por su salud en vez del lugar en donde estaban: la casa de su familia. Pero la tan sola idea de tener sexo en su habitación, hizó a SeokJin excitarse tanto como le asqueó. Él nunca había metido a un alfa en su habitación. El tan solo pensamiento de eso fue desagradable, ¡y su papá lo hubiera matado! Pero decidió dejar sus comentarios al respecto para otra ocasión y miró a NamJoon con una expresión curiosa.

—¿Te preocupaste por mí, NamJoonie? ¿Viniste realmente por eso? —él interrogó con una sonrisa coqueta mientras envolvía sus brazos alrededor del cuello del alfa otra vez—. Eso es tan lindo y considerado de tu parte, presidente Kim, que es casi inconcebible para mí...

NamJoon alejó un poco su rostro del suyo. Pero sus manos sobre la espalda baja y el muslo de SeokJin no se retiraron.

—Sueles molestarme todo el día con tus mensajes sin sentido —él empezó a explicar con un tono desdeñoso. Parecía totalmente ofendido ante la forma en la que SeokJin lo estaba exponiendo—. ¿No sería normal pensar que sucedió algo cuando no vuelves a escribir, ni contestas mis llamadas, durante dos días?

SeokJin parpadeó varias veces ante la increíble explicación del hombre. Era sumamente entrañable como NamJoon también se había acostumbrado a que se escribieran todos los días hasta el punto de extrañarlo. Pero esto también provocó que algo se sintiera mal en él. Inevitablemente, SeokJin pensó como dentro de unos meses esa conexión se esfumaría, y todo esto, lo que sea que estaban haciendo, solo sería un tonto recuerdo; estaba completamente seguro que NamJoon no volvería a querer hablar con él, ni siquiera como amigos, cuando descubriera la verdadera razón por la que se había acercado a él.

No obstante, SeokJin no debería sentirse decaído por esto. Era algo de lo que ha estado muy consciente desde que empezó a pensar que Kim NamJoon y él no eran tan incompatibles como creyó en un inicio. Simplemente, debería olvidarse de ello por el momento.

La mayoría de las cosas e historias tenían un final. Kim NamJoon y él ya tenían uno prescrito. Y no había nada en ello por lo cual sentirse triste.

—Entonces, sí te preocupaste por mí... —SeokJin resumió las palabras del alfa con una suave sonrisa y peinó su cabello hacia atrás. No era el momento para pensar en el final todavía—. Es bueno saber que ya no me ves solo como una molestia en tu vida.

—Parece que eso es lo único que te interesa saber —NamJoon espetó con un poco de entretenimiento e irritación en su voz—. Y sigues siendo una molestia. No creo que eso llegue a cambiar.

SeokJin se encogió de hombros con humor. —Bueno, ¿una molestia agradable entonces?

—Solo una molestia —NamJoon le corrigió con ironía.

Pero SeokJin se sentía muy feliz. Lo suficiente como para enterrar sus anteriores pensamientos en el fondo de su mente. Le gustaba la emoción que le provocaba desafiar y llevarle la contraria al alfa cuando eran discusiones amenas como esta.

Él se rió y empujó la cabeza de NamJoon hacia él para volver a besarlo. Esta vez, se fue reclinando lentamente hacia atrás, dejando que el alfa sostuviera su peso en su mano, mientras lo jalaba hacia él. Hasta que su espalda tocó el colchón y NamJoon estaba totalmente sobre él. SeokJin inhaló su aroma profundamente y exhaló cuando el alfa dejó sus labios para besar su mandíbula.

—Si me besas así... no seré capaz de correrte de mi cama, ¿sabes? —SeokJin avisó con diversión y sin aliento.

NamJoon se alejó un poco y lo miró a los ojos. —Entonces, deja de provocarme...

Él quiso burlarse y replicar acerca de cómo NamJoon le estaba echando la culpa por su poco autocontrol. Sin embargo, cuando estuvo a punto de hacerlo, la puerta de su habitación se abrió de repente.

SeokJin empujó a NamJoon del susto y el alfa se puso de pie con un semblante estoico. Pero cuando SeokJin giró el rostro para ver de quién se trataba, creyendo que era su madre otra vez, en realidad, se encontró con el rostro sorprendido de su hermano. El menor miró de él a NamJoon con una expresión perpleja. Luego, cuando cayó en cuenta de que había interrumpido algo muy íntimo, sus mejillas enrojecieron mucho más que antes y miró a SeokJin a la cara con vergüenza.

SeokJin también sintió sus mejillas enrojecerse del bochorno y la indignación. —¡¿Por qué entras sin llamar a mi habitación?! —él le gritó mientras se sentaba en la cama y miraba a su hermano con enojo.

El más joven volvió a mirar a NamJoon. Pero el alfa solo arqueó una ceja mientras lo veía. Entonces, las orejas de su hermano volvieron a enrojecer furiosamente mientras abría y cerraba la boca como un pequeño pez. En sus manos llevaba una bandeja con bocadillos.

—¡Lo siento, hyung! —él gritó con vergüenza—. No... No debí entrar sin tocar...

SeokJin inhaló y exhaló para calmarse. De reojo, miró a NamJoon que no parecía estar muy avergonzado de haber sido encontrado en una posición tan contraproducente con SeokJin, y sintió más enojo que antes.

—¿Dónde están tus modales? —SeokJin cuestionó con un poco de cansancio. Esta vez más calmado que antes—. Deja la bandeja sobre la mesa y saluda apropiadamente.

El hermano menor de SeokJin se apresuró a dejar la bandeja sobre la mesa, antes de volverse hacia NamJoon y hacer una reverencia.

—¡Es un gusto conocerte, cuñado! —dijo el adolescente con una gran sonrisa—. ¡Por favor, cuide de mi hermano!

Pero SeokJin lo miró con la boca abierta.

Incluso NamJoon arqueó las cejas y lo miró con un poco de perplejidad antes de carraspear y murmurar: —Es un gusto conocerte también... —pareciendo estar en conflicto acerca de lo que debería decir.

Pero el más joven asintió y salió corriendo, cerrando la puerta de un portazo, antes de desaparecer.

SeokJin se quedó en silencio después de verlo irse. ¿Por qué su familia tenía que actuar de esa forma en frente de NamJoon? Maldición, no lo libraban de la vergüenza.

—Tu hermano es un poco interesante —NamJoon comentó restándole importancia a lo que el muchacho dijo—. Un niño muy creativo. Parece ser que lo imaginativo viene de familia.

—Oh, solo cállate... —él negó con la cabeza y después se rió—. Somos naturalmente una familia llena de buenas cualidades.

NamJoon se giró y lo miró con una pequeña sonrisa en los labios. SeokJin se sorprendió al mirarlo sonreír tan repentinamente. Pero el alfa carraspeó y volvió a su expresión usualmente imperturbable a los pocos segundos.

—Es hora de que me marche —NamJoon dijo con un tono de voz reflexivo—. No es recomendable que me quede por más tiempo después de lo que vio tu hermano. Sería muy irrespetuoso.

SeokJin quiso negar con la cabeza y decirle que nadie pensaría eso. Bueno, tal vez su padre lo haría, pero su papá no estaba en la casa en ese momento y tampoco lo diría abiertamente. De todas formas, toda su familia sabía que estaba tratando de conquistar a Kim NamJoon, así que nadie interferiría.

Sin embargo, SeokJin miró al alfa y apretó los puños sintiendo un poco de impotencia, porque no podía decir eso. No podía ser tan obvio.

Pero todavía no deseaba despedirse.

—¿Irás a cenar con tu padre...? —preguntó al recordar que el alfa le había dicho que ese día usualmente cenaba en casa de su familia.

—Ese era el plan —NamJoon respondió mientras metía las manos en los bolsillos de su abrigo—. Pero comimos juntos está tarde. Ya no cenaré con ellos.

—Entonces, ¿qué harás ahora? —él inquirió con curiosidad.

NamJoon se encogió de hombros y le dio una mirada evaluativa.

—Probablemente, volveré a mi casa.

SeokJin abrió los ojos y miró al alfa con sorpresa. Tal vez tenía una oportunidad de remediar lo de su regalo fallido...

—¿Y no saldrás con tus amigos...?

—Hoy no —aclaró NamJoon—. Mañana por la noche.

SeokJin se puso de pie y miró al alfa a la cara con determinación. —Llévame contigo esta noche, entonces —pidió con un puchero en los labios. Pero él mismo se sorprendió un poco por su elección de palabras—. Celebremos tu cumpleaños juntos... ¡Ya que no pude comprar ese regalo!

NamJoon lo observó por un momento con incredulidad.

—Estás enfermo —el alfa señaló con el ceño levemente fruncido—. No deberías salir de casa.

SeokJin se rió y se cruzó de brazos.

—¿Quién está enfermo? —él cuestionó con entretenimiento mientras daba un giro—. Descanse demasiado tiempo. ¡Tengo mucha energía ahora!

—Kim SeokJin... —NamJoon se acercó y le agarró del brazo para que se detuviera—. Tu madre dijo que aún debes descansar.

—Conozco mi cuerpo mejor que nadie, Kim NamJoon —él replicó con molestia y se apartó del alfa—. Además, solo estaremos en tu casa. No es como si vayamos a pasear por toda la ciudad o hacer algo que requiera una gran cantidad de esfuerzo...

—Tú sabes mejor que yo por qué quieres venir conmigo —NamJoon entrecerró los ojos y volvió a meter sus manos en su bolsillo.

SeokJin se encogió de hombros con una sonrisa. NamJoon tenía razón, pero no le importaba que sus intenciones fueran expuestas. Él se acercó al alfa y agarró las solapas de su abrigo para mirarlo de cerca.

—Y tú sabes mejor que yo que también lo deseas —susurró con suavidad y entretenimiento. NamJoon no podía desmentir eso—. ¿No me has extrañado?

El alfa se quedó en silencio y miró su rostro por un momento antes de decir: —¿Por qué debería haberte extrañado?

—Si no lo hubieras hecho, no te habrías preocupado cuando no respondí por dos días —él declaró con un toque de arrogancia en su voz—. No tienes forma de negarlo, Joon-ah.

El alfa inhaló profundamente y se apartó de él. Entonces, SeokJin lo vio empezar a caminar hacia la puerta en silencio. No obstante, no hizo nada para detener a NamJoon. Él simplemente sonrió ligeramente sabiendo que había ganado.

—Te esperaré abajo —NamJoon dijo con un tono irritado cuando agarró el pomo de la puerta—. No me hagas esperar mucho.

SeokJin sonrió en grande con mucho placer. Le gustaba lo rápido que Kim NamJoon sucumbió a él y su nuevo capricho. Quizás saber que él estuvo enfermo había ablandado su corazón, después de todo.

—¡Voy a cambiarme de ropa y buscar algunas cosas para llevar! —SeokJin avisó y corrió a su guardarropa. NamJoon hizo un sonido de entendimiento y salió de su habitación sin agregar algo más.

Tal vez SeokJin no pudo comprar ese regalo, sin embargo, al menos, trataría de completar la otra parte de su plan.

¡Le daría a Kim NamJoon otro regalo de cumpleaños!

. . .

NamJoon nunca pretendió terminar yendo a ver a Kim SeokJin durante su cumpleaños. Él podría estar haciendo un sin número de cosas mejores que estar jugando al papel de amante preocupado y complaciente con el omega. Sin embargo, aun si le costaba aceptarlo, aquí estaba: no solo viendo a SeokJin, sino que también esperando por él para irse juntos a su departamento, situación que nunca estuvo en sus planes.

Él realmente tuvo que advertirse a sí mismo que algo como esto podía pasar si iba a ver a SeokJin. No obstante, después de escuchar que el omega estaba enfermo, y que esta era la razón por la que no respondía sus mensajes, sintió que era necesario venir a la casa de Kim SeokJin y comprobar por sí mismo su estado de salud. Pero esta visita no tuvo ninguna razón, ni lógica, de principio a fin; en primer lugar, no tuvo que aceptar llevar a SeokJin con él.

No tenía ningún jodido motivo para jugar al novio con él, pero aceptó hacerlo. Y ahora estaba atrapado en esta situación incómoda con la madre del omega.

—¿Jin-ah se irá contigo...?

Kim JiEun, la madre de SeokJin, lo miró con una expresión confundida. Luego, ella sonrió levemente y frunció el ceño casi al mismo tiempo. Incluso si era obvio que ella era la persona que más deseaba que se formará una relación entre NamJoon y su hijo, parecía no estar muy feliz con la idea de SeokJin fuera de casa, después de haber estado en cama durante dos días. NamJoon entendía perfectamente su preocupación. Pero la señora Kim debería estar consciente de lo irresponsable y caprichoso que era su hijo.

—No se preocupe, señora Kim —NamJoon dijo con un tono sereno. Aunque le desagrada tener que dar explicaciones, casi como si él fuera el novio de SeokJin, no tenía de otra después de haber aceptado. Y siempre ha sido bastante cordial al tratar con sus mayores—. Él vendrá conmigo a mi casa. Y no permitiré que su hijo haga algo imprudente.

Kim JiEun se cruzó de brazos y le dio una larga mirada evaluativa. NamJoon se sintió muy incómodo. No sabía cómo interpretar la mirada de la omega.

—A diferencia de tu padre, sé que la relación entre tú y mi hijo no es algo formal... —ella murmuró con una mueca contrariada—. Pero no me gustaría ver que mi hijo salga herido por esto, ¿sabes?

Al escuchar sus palabras, NamJoon arqueó una ceja con interés. ¿Podría ser que la señora Kim tuviera miedo de que lastimara sentimentalmente a su hijo...?

Tal pensamiento fue tanto irónico como molesto.

Si ella se encontraba preocupada por eso, entonces, necesitaba evaluar mejor a su propio hijo. Kim SeokJin podría ser caprichoso y obstinado cuando deseaba algo. Él quería, por una muy tonta razón, casarse con NamJoon. Pero SeokJin no era de ninguna forma un omega frágil y emocional. Hasta ahora, el SeokJin que ha estado conociendo, no le había dado nada a NamJoon para creer que terminaría rompiendo una de las principales reglas de su arreglo: enamorarse. De todas formas, NamJoon no planeaba permanecer con esto durante el suficiente tiempo como para que eso sucediera. No estaba en sus planes complicar su relación cuando sabía que, lo que sea que SeokJin sintiera por él, era producto de su capricho y obsesión por conseguir todo lo que le gustaba. Y él no estaba feliz con ser una obsesión temporal para alguien.

—SeokJin-ssi y yo nos estamos conociendo —él enfatizó para dar a entender su punto. Ellos no estaban de ninguna manera sintiendo sentimientos entre ellos y complicando su relación—. Entiendo su preocupación, señora. Pero si esto nos llega a dar la impresión de terminar mal, entonces, acabaremos con esto antes de que eso suceda para evitar malentendidos entre nosotros.

—Por supuesto, lo entiendo, no estoy pidiendo que formalice con él, ni nada que ustedes no quieran hacer —JiEun negó con la cabeza con una sonrisa en los labios—. Pero sabes, soy su madre, y no me gustaría que Jin-ah termine mal parado con esto... —Sin embargo, detrás de su sonrisa, NamJoon podía sentir un sentimiento opresivo. Casi como si ella estuviera dándole una advertencia—. Él es un omega, también es actor y modelo, así que su reputación es más frágil. Y es mi deber preocuparme por eso... ¿qué pasa si tienen un accidente? Sería muy mal visto...

NamJoon se quedó en silencio por un momento.

Desde luego, él sabía perfectamente bien lo que Kim JiEun estaba insinuando. Y él también sabía perfectamente bien que la omega lo estaba acorralando ahora. Pero NamJoon odiaba jugar a estos juegos.

En primer lugar, SeokJin y él se estaban cuidando lo suficientemente bien para prevenir accidentes. Esto fue un acuerdo entre ellos desde el principio.

En segundo lugar, no pretendía formalizar una relación, con todo el paquete incluido con el omega. Kim SeokJin y él no eran compatibles. Tanto sus intereses, personalidades y trabajos eran totalmente distintos. No estaban hechos para encajar en un mismo molde por mucho tiempo... Incluso si tenían química.

En cambio, muy a pesar suyo, NamJoon dijo entredientes: —Nos estamos conociendo, como le dije anteriormente, señora Kim. Pero si es necesario avanzar, entonces, formalizaremos nuestra relación... Le doy mi palabra de eso. No pretendo que la reputación de su hijo se vea afectada por mi culpa.

NamJoon no creía que algo así llegará a suceder. Pero, al final de cuentas, todas las cosas estaban sujetas a cambios. La relación entre SeokJin y él podía acabar de repente tanto como podría estrecharse de la misma forma. No le gustaba la idea, pero tampoco podía negar la existencia de tal posibilidad. Después de todo, dejando de lado su obviamente terrible personalidad, podría haber pensado en SeokJin como un buen compañero... porque si NamJoon tuviera que dar una opinión acerca del omega, haciendo a un lado sus malas cualidades, diría que Kim SeokJin era un jodido buen partido para cualquier alfa que deseara casarse con él. Y no porque el omega sea hermoso en casi todos los sentidos de la palabra, en realidad, cuando pensaba en él, NamJoon se centraba en la firmeza y confianza que SeokJin tenía en sí mismo y que pocos omegas podían sostener como lo hacía él.

Francamente, Kim SeokJin fue demasiado en todos los sentidos. Y el agua y el fuego no podían mezclarse sin hacerse daño.

La expresión inquieta y escrutadora de Kim JiEun cambió a una relajada y feliz. Irónicamente, NamJoon podía ver de donde provenían los rasgos de la personalidad de SeokJin.

—Entonces, puedo confiar en ti, NamJoon-ah —ella dijo con una sonrisa alegre mientras juntaba sus manos. Luego, pareció pensar en algo, y su expresión se volvió un poco preocupada otra vez—. No quería mencionar esto, pero como veo que te preocupas por mi Seokjinnie, creo que debería hacerlo...

NamJoon quiso bufar al escuchar que la omega tenía algo más que decir. Empezaba a arrepentirse de haber venido a la casa de Kim SeokJin. Sin embargo, como el hombre educado que se supone que es, inclinó la cabeza y pidió conocer de qué se trataba ahora.

—¿Hay algo más que necesite saber, señora Kim?

—Bueno, Jin-ah nunca ha sido muy fuerte físicamente, ¿sabes? —JiEun dijo penosamente. Ella se cruzó de brazos y desvió la mirada—. Por favor, no sea duro con él... Todavía está débil.

NamJoon se quedó perplejo esta vez.

Él no podía creer que la madre de SeokJin le estuviera pidiendo, entrelíneas, que fuera suave con su hijo.

Realmente no tenía palabras para describir los sentimientos que le provocaba cada miembro de la familia de SeokJin, empezando por el mismo omega.

NamJoon nunca tuvo que pasar por una situación como esta antes.

—Señora Kim... —él carraspeó sin encontrar palabras para acabar con esa conversación bochornosa e incómoda—. Lo tendré en cuenta, gracias por el aviso...

JiEun pareció aliviada con su respuesta y la preocupación abandonó su rostro otra vez. NamJoon todavía estaba desconcertado ante los abruptos cambios en la mujer. Ella podía pasar de verse como una omega feliz y agradable, a parecer amenazante y estricta.

—Me agradas, NamJoon-ah —la señora Kim dijo un momento después con una sonrisa—. Incluso si mi Seokjinnie dice que eres arrogante y odioso.

NamJoon arqueó una ceja y se cruzó de brazos. —¿Arrogante y odioso? Vaya, bastante irónico... —No le sorprendía en lo más mínimo que SeokJin hiciera esa clase de comentarios desdeñosos acerca de él.

—¡Sí, suele repetirlo todos los días! —exclamó JiEun con emoción—. Creo que son sus características favoritas de ti...

—¡Mamá! —SeokJin interrumpió cuando ingresó en la sala. Él tenía una expresión mortificada en el rostro—. ¡¿Qué estás diciendo ahora?!

NamJoon observó su rostro por unos segundos y después se tomó la molestia de mirarlo de arriba abajo. El omega se había cambiado el pijama de niñato con el que lo había encontrado, por un jersey corto trenzado de color café y una falda negra de vinipiel con textura. Además, colgando de su brazo, traía un terry tote bag. Él jodidamente no parecía enfermo de ninguna forma ahora; tan solo le bastó con arreglarse un poco para volver a verse reluciente. Y NamJoon no pudo apartar los ojos de sus muslos por algunos segundos.

¿En qué estaba pensando Kim SeokJin...? ¿Quería jugar al juego de la seducción nuevamente?

La expresión de NamJoon se volvió pellizcada.

—¿Por qué no te abrigas mejor? —JiEun se quejó viendo a su hijo de arriba abajo también—. Es de noche y hará frío.

—No saldremos a la calle... —SeokJin replicó en voz baja. Parecía no desear ser escuchado por NamJoon. Pero él escuchó perfectamente bien su conversación—. ¿Puedes dejar de tratarme como un adolescente...? ¡Me estás avergonzado!

—¡Mientras vivas en mi casa seguirá siendo mi deber! —ella objetó con una mueca mientras le jalaba un cachete a su hijo—. No sólo puedes irte con tu novio así.

—¡No somos novios!

SeokJin se quejó en voz alta. Y ellos discutieron por unos segundos más en lo que pretendía ser en voz baja, pero NamJoon continuó escuchando todo el intercambio de la misma forma, y por un momento quiso reír con sorna. Kim SeokJin verdaderamente era como un niño mimado y malcriado. NamJoon siempre tuvo la razón acerca de él.

—¡Ya me voy! —SeokJin gritó y se dio la vuelta para salir corriendo.

NamJoon lo vio irse con una ceja alzada y usó todo su autocontrol para no burlarse de él. Después, se giró para mirar nuevamente a Kim JiEun, quien tenía una expresión de resignación en el rostro.

—Buenas noches, señora Kim —él se despidió con una inclinación de cabeza. Luego, empezó a caminar para alcanzar a SeokJin.

—¡Por favor, cuídalo! —pidió la omega detrás de él mientras se despedía.

NamJoon se detuvo por un momento y frunció levemente el ceño. Por alguna razón, una que le costó mucho entender, sintió que la señora Kim nuevamente le estaba pidiendo algo que estaba fuera de sus manos. En realidad, su pedido no se sintió como algo temporal.

NamJoon sintió como si su petición buscará una promesa.

—Lo haré —él dijo al final.

Tal vez un poco involuntariamente.





Aquí también les dejo una referencia de lo que SeokJin estaba vistiendo. Amo vestir a SeokJin con ropa coqueta y bonita. Creo que es una de las cosas que más disfruto hacer en este fic.

Continue Reading

You'll Also Like

1.1M 156K 78
❥ Primera temporada. ❝Seokjin deseaba con todo su corazón un bebé, estaba tan solo, no servía para el amor, era un hecho. Cada vez envejecía más, de...
1.1M 70.4K 37
Una vez escuché que todo lo que está destinado a ser, será. También escuche que no existe el destino, que es solo una mentira creada en nuestras ment...
175K 10.1K 25
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...
144K 3.8K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...