𝐒𝐎𝐘 𝐁𝐄𝐓𝐀 | 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚�...

By maddenys

2.1M 185K 125K

Dónde los hermanos Haitani se enamoran a su corta edad de doce y trece años, de una simple Beta. ❒Smut, Drama... More

Prólogo
01
02
03
04
05
06
07
08
Especial de Navidad
09
10
11
12
13
14
15
16
17
Especial de San Valentín
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
GOOD ENDING

BAD ENDING

25.1K 1.7K 1K
By maddenys

Ese día.

Aquel día en el cuál todo cambio.....lo recuerdo perfectamente.

"-Kazutora te buscan- le avisaron.

-Con permiso, vuelvo en cinco minutos- pude escuchar que dijo.

Cuando la puerta volvió abrirse apareció Kazutora, pude ver que se sorprendió, pero rápidamente cambio a un semblante serio al vernos.

-¿Le pasó algo a ______ o a los mellizos?- pregunto sin rodeos.

-Buenas tardes a ti también- dije con una sonrisa en los labios -Y contestando a tu pregunta, no, no les sucedió nada a ellos-

-Ran, ve al grano- dijo Rindou -Vinimos a buscarte a ti, tenemos algo importante que enseñarte- hablo Rindou con tono serio.

Sinceramente la incomodidad se notaba desde muy lejos, estaba tratando que la situación no sea tan incómoda entre nosotros, pero ellos no ayudaban.

-No me interesa nada de lo que ustedes me puedan enseñar, me voy- dijo.

-Espera.....realmente si te interesa, es sobre Takemichi, tú y nosotros dos sabemos lo que pasó en realidad- hable.

Pude ver cómo su cuerpo se quedó inmóvil.

-¿Que realmente es lo que quieren?- Kazutora parecía realmente afectado de tan sólo escuchar el nombre "Takemichi".

-Lo sabrás, pero no podemos hablar aquí- dijo Rindou -Sube al auto, hablaremos ahí-

Pensé que se opondría o simplemente se iría, pero para mi sorpresa hizo caso a Rindou.

Abrí mi carro, yo me senté al frente, kazutora a mi costado y Rindou atrás.

El interior del auto estaba en un completo silencio, era tan asfixiante, así que para romper ese incómodo momento fuí el primero en hablar.

-Bien comenzaré, nosotros tenemos dos videos en dónde se demuestra al verdadero culpable del asesinato de Takemichi- dije -Y bien, sabemos perfectamente que tú no eres el asesino-

-¿Ustedes como diablos saben eso? Lo que le sucedió a la pareja de Mikey fue antes de que se creará esa maldita organización ¿Entonces como lo saben?-

-Tenemos contactos, aparte no es un gran secreto que para todos tú seas "el asesino de Takemichi", más estando en Bonten nos enteramos de todo- hablo Rindou.

-¿Entonces que más esperan? Muestren esos videos a Mikey- dijo Kazutora.

-No es tan fácil, más si Sanzu esta al pendiente de cualquier movimiento que hagamos- dije -Es por eso que te daremos los CD's a tí, tú los guardaras, cuándo sea el momento adecuado yo te llamaré y tú le entregarás personalmente esos videos a Mikey- dije.

-¡¿Por qué no ahora?! ¡¿Por qué tengo que esperar a que tu me llames para recién poder entregar esos CD's?! Kazutora en todo momento se ponía a la defensiva y eso me estaba empezando a inquietar, escuche una risa sarcástica de parte de él -¿Realmente creen que porque ahora estás en una organización de mierda, tienen el derecho de manejarme a su antojo? Solo porque tienen esos videos, para todos soy el asesino de takemichi, ya ni siquiera me importa limpiar mi nombre, quédense que sus estúpidos videos, me largo- dijo Kazutora abriendo del auto, pero antes que saliera lo detuve.

-Kazutora.........- dije.

-Por favor ayúdanos, en este momento eres la única persona en quién podemos confiar esos videos- para mi sorpresa Rindou habló, realmente me sorprendió, ya que después de todo él era el primero en estar en desacuerdo en hablar con Kazutora -Si Ran te esta pidiendo que esperes su llamada para que recién entregues esos videos a Mikey, es porque es nuestra única oportunidad para salirnos de Bonten- dijo Rindou.

Kazutora cerró la puerta del auto y habló.

-Nuestra intención es salir de Bonten y comenzar una nueva vida desde cero con _______ y nuestros hijos, esos vídeos es nuestra única salida- respire hondo y seguí hablando -Se que somos egoístas al pedirte que esperes mi llamada, después de todo esos vídeos demuestran tu inocencia, pero comprende que si no hacemos correctamente las cosas es probable que jamás podamos salir de Bonten- dije con frustración.

-Recién ahora quieren hacer las cosas bien, cuando desaparecieron dos años por completo y ahora vienen como si nada......-

-No pudimos, no queríamos que _________ salga lastimada, no creas que para nosotros fue fácil, durante esos dos años todo lo que podíamos hacer es trabajar como esclavos y rezar para que _______ se encuentre bien- dijo Rindou.

-Ja.......y sabes todo lo que ella sufrió, todas las noches que lloro por ustedes esperando que volvieran, echándose la culpa, cuando lo único que ella hizo fue amarlos........y ustedes solo la dejaron- dijo Kazutora.

¿Me dolía? claro que lo hacía, después de todo jamás podre perdonarme todo lo que hicimos pasar a __________.

Y tampoco podía molestarme con Kazutora, depués de todo decía la verdad, pero él jamás podrá entender lo que nosotros vivimos, teníamos tan solo dos opciones: escapar de Bonten y ir con ________ mientras la poníamos en peligro, en ese entonces ni siquiera teníamos dinero suficiente para darle una vida decente o la otra opción, la cuál era quedarnos en Bonten y volvernos fuerte, ahorrar dinero y crear un plan para salir de ahí, así evitando que ella corriera peligro y elegimos la segunda opción, a pesar lo mucho que nos doliera.

-¿Y que sabes tú? créeme que tu jamás podrás entender todo lo que vivimos ahí dentro, jamás podrás entender las millones de veces que nos preguntábamos si debíamos volver, pero no lo hicimos, porque no queriamos poner a ________ en peligro ¡No te atrevas ni siquiera a mencionar que no nos dolió dejarla, por que ni siquiera comprendes como nos sentimos!- dijo Rindou, se notaba que estaba alterado al igual que Kazutora.

-¡Si de verdad la amaban hubieran hecho lo imposible para volver con ella hace mucho tiempo, él único que estuvo con ella cuándo se encontraba gestando fui yo, cuando tenía algún antojo, pero le daba vergüenza pedir era yo quién le compraba todo lo que quería, fui yo quién estuvo en el parto de los mellizos, y fui yo quién estuvo cuidando de ella y los niños durante estos dos años!- un nudo se formó en mi garganta, ni siquiera podía hablar, realmente me hubiera gustado que las cosas nunca hubieran sucedido así -SI USTEDES NUNCA HUBIERAN APARECIDO TAL VEZ ________Y YO......-

Antes que Kazutora pudiera terminar de hablar el celular de Rindou sonó interrumpiendolo, pero era más que obvio lo que iba a decir.

Rindou sin dejar de mirar a Kazutora contesto su celular, luego de un par de palabras colgó.

-Ran tenemos trabajo por realizar, ahora- dijo apartando la mirada de Kazutora y ahora me miraba a mí.

-Entiendo- dije -¿Podrías adelantarte? Te alcanzare en unos minutos-

Rindou tardo unos minutos en responder, pero suspiro con cansancio cuando le di una mirada "que todo estaría bien".

-Bien, me retiro- dijo abriendo la puerta del carro -Si ocurre algo me llamas- dijo saliendo de mi auto.

Vi como Rindou subía a su auto y se marchaba con una velocidad aceptable.

Solo quedábamos Kazutora y yo.

-Mira Kazutora........créeme que tengo más que claro todo lo que Rindou y yo perdimos durante esos dos años, jamás podremos recuperar esos años perdidos, pero aún quiero estar junto a la mujer que amo, ver crecer a mis hijos y ser felices a su lado- mire a Kazutora, él también me miraba con seriedad.

Hubo un pequeño silencio, tal vez ambos estabamos pensando y analizando las cosas.

-Se que no te agradamos y tu tampoco eres una de nuestras personas favoritas, pero tengo que pedirte un favor más- dije -No quería decirte esto delante de Rindou, porque no lo quiero preocupar, el día en que yo te llame para que lleves esos CD,s a Mikey, seguramente estaré a nada de morir, así que te pido que cuides a _______ y a mí hijos como lo estabas haciendo, y Rindou.........yo se que él estará bien- sonreí.

Saque los CD's que tenía guardado, y los extendí hacía Kazutora, él en todo este momento no había dicho ni una palabra.....dudo unos segundos, pero al final agarro los CD's.

Cuándo ví que Kazutora tomo los CD's sentí demasiado alivió, porque sabía que el había aceptado todo lo que le dije, aún había esperanza, por lo menos para que Rindou salga de Bonten.

-Aceptó esto, pero recuerda que no lo hago por ti o tu hermano, lo hago por _______ y los mellizos, y ni siquiera pienses en morir.........ella ya sufrió demasiado, no le hagas sufrir más con tu muerte- dijo saliendo del carro, cerrando la puerta en el proceso.

Si tan sólo supieras que no quiero morir, quiero ser feliz........feliz junto a mí ________, mi hermano y mis hijos.

Baje la ventana de mi auto y llame a Kazutora.

-Kazutora una cosa más..........- el volteo y me miro esperando que siga hablando. >>

Pero ya ni siquiera recuerdo que fue la última cosa que le dije luego de que se bajará de mi auto.

-Realmente lo siento Kazutora, pero creo que moriré- susurre, mis labios estaban secos, cada segundo que pasaba perdía sangre, ni siquiera podía mover un dedo porque me dolía todo el cuerpo, no tenía fuerzas ni para pararme, incluyó respirar me dolía.

Me veía tan lamentable, tan ridículo.

Yo realmente intente.........intente de todo para cumplir mi promesa y tener nuestro final feliz.

Un amor que comenzó desde que éramos unos adolescentes y terminó siendo un amor para toda la vida, hasta que la muerte nos separó.

Tosí tan fuerte que juraba que mis pulmones habían explotado, la sangre no dejaba de salir de mi boca, sabía perfectamente que de está no me salvaba, las personas que más amaba en este mundo aparecieron en mis recuerdos, _______, Rindou y mis pequeños.

Con este hermoso pensamiento mi vida poco a poco llegaba a su fin, y estaba más que feliz, porque por lo menos pude verlos una vez más, aunque sea en mis pensamientos.

.

No me importaba empujar a las personas sin disculpame, no tenía tiempo ni siquiera para tenerme, recibí la llamada de Ran mientras estaba cuidando a los mellizos, se suponía que __________ estaba con ellos ¿Que Diablos pasó? ¿Dónde está _________?.

Lo más importante era entregar esos CD's a Mikey, tuve que llamar a Giselle para que se pueda quedar cuidando a los niños, por supuesto que iba a pagarle, ya que era un favor muy aparte de la cafetería.

Lo que más me preocupaba era lo que me había dicho Ran hace unas semanas atrás.

"el día en que yo te llame para que lleves esos CD,s a Mikey, seguramente estaré a nada de morir".

Maldita sea Ran, no puedes morir, no quiero que ________ vuelva a sufrir por culpa de algunos de ustedes, o que los niños..........crezca sin uno de sus padres.

Corrí no importaba si estaba cansado, si mis piernas y pies dolían, ni siquiera podía tomar un taxi porque había un enorme tráfico.

Pero tampoco llegaría a tiempo si iba a pie, me detuve y mire a todos lados, pude ver a un universitario evitando el tráfico mientras iba manejando en su bicicleta, antes que se perdiera de mi vista corrí hacía él y lo detuve.

-Te doy quinientos dólares por tu bicicleta- era todo lo que llevaba en efectivo, aparte de mis tarjetas, pero no creo que en este momento sirvan de mucho las tarjetas, ni siquiera me interesaba la cifra que estaba ofreciendo por su bicicleta, lo más importante era llegar con Mikey.

El chico lo pensó un momento, pero rápidamente aceptó la oferta, después de todo nadie se resistiría a esa cantidad.

Rápidamente le di el dinero y él me dio la bicicleta, comencé a pedalear lo más rápido que podía, en este momento nadie me podía detener.

Cuando me llamó Ran, él me dio la dirección exacta en dónde podía encontrar a Mikey, incluso me dijo que estaría completamente solo, ya que a estas horas, todos los días, siempre va a un mismo bar a contemplar sus penas, lo más importante es que estába completamente solo.

Con sudor en mi frente, y mis manos ligeramente temblando, pude llegar a ese bar en dónde ahora estaría Mikey, realmente me sentía nervioso, hace tantos años que no lo veía, no sé cuál sería su reacción al verme, mi corazón no dejaba de latir con fuerza.

Pero no tenía tiempo para analizar las cosas, así que me baje de la bicicleta mientras le ponía el seguro para que no se caiga, respire con profundidad, mientras me armaba de valor, y entre al bar

Ahora podía recordarlo, este bar que antes era un restaurante de mala muerte, era en dónde nuestra pandillla, la Toman, veníamos a comer ¿El depués de todo este tiempo venía a este lugar? Tal vez en lo más profundo de él aún quería recordar los viejos tiempos.

Mire a mi alrededor y no me fue difícil hallar a Mikey, depués de todo ese bar no era tan grande, estaba sentado junto a la mesa de bebidas.

Camine hacía él, me estaba dando la espalda así que ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia.

Aclare mi garganta y hable.

-Mikey........- el tono de mi voz sonó ronca, hace tantos años que no le llamaba por aquel apodo.

Todo se quedó en silencio, a esta hora de la tarde platicamente el bar estaba vacío, parecía que solo estabamos él y yo aquí.

Mikey volteo y en sus manos sujetaba un arma, me estaba apuntando.

¿Acaso me iba a matar sin haberle dicho nada?

-¿Tú.......te atreviste a venir hasta aquí? Así que solo estás buscando tú muerte- su voz sonó fría, ni siquiera era el tono de voz que algunos años atrás Mikey tenía, era diferente, todo era diferente, el Mikey del pasado jamás regresaría.

-Vine a mostrarte algo......- me interrumpió.

-Sanzu me dijo que te había visto, él te había visto hace unas semanas atrás y me aviso tú paradero actual, me dijo que ahora luego de tantos años podía vengarme del asesino de mi Omega- dijo, mientras aún me apuntaba, su mirada era fría, juraba que la sangre se me estaba helando -¿Pero sabes una cosa? No lo hice, no te busque, ni siquiera se porque no fui hasta tú maldita casa y te mate ahí mismo-

-¡Yo no fuí, yo jamás hubiera matado a un amigo, tanto como Takemichi y tu eran mis amigos!- grite, al mencionar a Takemichi un nudo se formó en mi garganta, jamás pude superar su muerte.

-¿Crees que te creeré? no te iba a buscar, pero ahora que viniste por tu cuenta te haré pagar todo lo que le hiciste a mi destinado-

-¡CRÉEME POR UNA SOLA VEZ, NO FUI YO!- saque los discos de mi mochila y se los enseñe a Mikey -¡TODO ESTE TIEMPO EL ASESINO DE TAKEMICHI ESTUVO A TU LADO!......Todo este tiempo estuvieron compartiendo mesa, le estuviste pagando, le estabas dando tu confianza, todo este tiempo el asesino fue Sanzu-

Makey dejó caer su arma al suelo, incluso tuvo que agarrarse de la baranda de la mesa para no caerse, el shook de la noticia había sido fuerte, pero tenía que ser directo, no tenía tiempo, más si Ran esta muriendo en algún lugar.

-!Es mentira, yo jamás.......yo jamás estaría dando de comer al asesino de mi omega.....¡- Mikey grito lleno de enojo, tanta rabia que había en su interior, el olor de sus feromonas era agrio, demostrando su enojo.

-Mikey estos CD's demuestras la verdad- dije -Hey- llame al cantinero

-Digame- dijo el cantinero.

-¿Tienes alguna TV con reproductor DVD?- pregunté.

-Si, vayan al ese cuarto de ahí- señalo una habitación algo apartada -Ahí encontrarán un reproductor de videos-

Agradecí y le dije a Mikey que me siguiera, para mi sorpresa así lo hizo, abrí la puerta y luego la cerré, ambos estabamos dentro del cuarto.

Encendí la televisión, al igual que el reproductor, puse el primer disco, mis manos comenzaron a temblar, después de todo yo no había visto los videos, no tenía el valor de hacerlo, así que no sabía lo que me esperaba.

Puse play y la grabación dio inicio.

"-¡POR FAVOR DEJAME IR, PROMETO NO LE DIRÉ NADA A MIKEY, TE LO JURO POR LO QUE MÁS QUIERAS!- se podía notar a Takemichi tener las manos encadenadas, completamente desnudo, estaba en un cuarto húmedo y frío.

-¿En serio?- hablo una voz con diversión, una sombra salió de la oscuridad, era Sanzu -¡En serio crees que te dejaré ir con la persona que amo!- agarro con fuerza los cabellos del omega y comenzó a golpear repetidas veces su cabeza contra la mesa -JAMÁS HUBIERAS APARECIDO EN NUESTRAS VIDAS, MI REY Y YO ERAMOS TAN FELICES Y TÚ TUVISTE QUE APARECER ROCIANDO TUS SUCIAS FEROMONAS Y ENGATUZANDOLO- grito.

Takemichi parecía noqueado luego de tantos golpes en la cabeza, las lágrimas no dejaban salir de sus ojos.

-NO ERES NADA LINDO, TUS FEROMONAS HUELEN HORRIBLE, DAS ASCO DE TAN SOLO MIRARTE, ENTONCES DIME ¿EN QUE DIABLOS SE FIJO MI REY DE TÍ?- mi corazón dolía al escuchar esas palabras -Ya lo sé, tal vez tu cuerpo fue lo único en lo que se fijó.........entonces probémoslo- dijo con una sonrisa grande, que a cualquiera le daría miedo.

Sabía lo que venía..........sabía lo que venía y no quería seguir viéndo.

Mire a Mikey, él miraba con atención todo, ni siquiera se movía, estaba inmóvil viendo el video.

Supuse que queria ver el video hasta el final, incluso si le dolía hacerlo.

Saco su miembro, y sin ninguna clase de preparación introdujo su hombría dentro de Takemichi, embestia con fuerza.

Se podía ver sangre resbalar por las piernas de Takemichi, pero a Sanzu ni siquiera le importa y no dejaba de embestir con más fuerza.

-Por favor, sálvame mikey- Takemichi miro a la cámara mientras rogaba ser salvado por su alfa.

-El jamás vendrá, nadie te salvará......- dijo fríamente Sanzu -Como lo suponía, eres un asco ni siquiera logras darme alguna clase de placer-

El video acabo.

Ninguno de los dos dijimos nada por un rato, ambos estabamos procesando todo lo que acabamos de ver.

Levante mi mirada y pude ver lágrimas caer al rostro de Mikey, lloraba en completo silencio, se lo mucho que le dolía.

Estar conviviendo todo este tiempo con el asesino de su pareja y todavía ver ese video........era mucho para él.

Pero para mí sorpresa Mikey hablo.

-Pon el segundo vídeo- dijo sin dejar de ver la pantalla TV, que ahora se encontraba completamente azul.

-Creo que ya es suficiente, ya sabes quién es el asesino, si sigues mirando te lastimaras más- dije con preocupación.

-Dije que pongas el otro maldito video- dijo con autoridad -Quiero ver absolutamente todo lo que le hizo a mí Omega, necesito ver con mis propios ojos absolutamente todo, para hacerle lo mismo a él- dijo con amargura.

No tuve más remedio que poner el segundo CD y el último.

Puse play y la grabación empezó.

En este vídeo Takemichi estaba en el mismo cuarto que en el anterior video, esta vez el cuarto se notaba sucio, y había varías manchas de sangre por dónde quiera que mirará, estaba completamente pálido, sus ojeras eran evidentes, tenía los labios secos, demasiado flaco......diría que estaba completamente desnutrido, incluso tenía algunos huecos en su cabeza a falta de cabello.

Estaba seguro que del primer video al segundo habían pasado varías semanas.

Una puerta se oyó siento abierta, Sanzu entro lentamente caminando al cuarto.

Sus pasos hicieron eco en toda la habitación, al verlo pude observar la mirada aterradora que tenía Takemichi al mirarlo.

Tenía miedo......no, era mucho más que eso, le aterraba estar junto a Sanzu.

"-Ya estas despierto maldito bastardo, sinceramente esto me esta aburriendo, te desmayas por todo, no eres nada divertido- Sanzu se acerco a Takemichi y acarició su cabello, ante el toque el omega se asusto, se notaba que tu cuerpo estaba rígido -¿Sabes? Mikey te anda buscando como loco, aún te sigue buscando y eso me molesta demasiado ¿Por qué seguirá buscando a una basura como tú?- con brusquedad jalo el cabello de Takemichi haciendo que el omega empezará a llorar desenfrenadamente.

Los quejidos de Takemichi se escuchaban durante todo el video.

-Por favor solo mátame- salió su voz en un susurro tan débil y sin fuerza, tal vez era por la falta de agua.

Tan sólo escucharlo me dolía, y ni siquiera podía imaginarme por todo lo que pasó antes de su muerte.

Sus ojos estaban casi sin vida, ese maldito había apagado la luz de Takemichi.

-Lo haré, creeme que lo haré, te aseguró que de esta noche no pasarás- esa maldita sonrisa de psicópata volví a su rostro -Entonces empecemos con tus dedos-

El rostro de Takemichi era absolutamente de pánico.

Sanzu se acercó a la Cámara y la sostuvo, haciendo que solo miremos su rostro.

-Maldita sea, la batería esta baja- se podía ver en su rostro la molestia -No queda de otra, tendremos que grabar desde otra cámara, no hay tiempo de cargar a esta-"

Y el video acabo.

Eso quiere decir que existe otro vídeo en dónde solo muestran la tortura que le hizo a Takemichi.

Mi garganta ardió y las náuseas se apoderaron de mí.

¿Que clase de maldito era para grabar algo así?

La impotencia de no haber podido hecho nada y la culpa invadían mi mente.

Mire a Mikey y este ni siquiera se movía.

-Mikey........- llamé

Ni siquiera me miro.

Ante su silencio hable.

-Estos videos me los entregaron los Haitani para yo poder mostrartelos, durante estos meses ellos estaban buscando las pruebas suficientes para hundir a Sanzu- él levanto su cabeza mirándome, al fin pude tener la atención de Mikey -Sin ellos tu nunca hubieras sabido la verdad-

-Dime que es lo exactamente quieres- su voz sonó ronca y apagada.

-Solo te pido que los dejes ir, que salgan de Bonten- dije -es lo único que te pido-

Se formó un silencio en la habitación, no sabía cómo reaccionaría Mikey y eso me hacía sentir ansioso.

-No quiero volverlos a ver en mi vida, al igual que a tí Kazutora, jamás vuelvan aparecer en mi vista- dijo Mikey con firmeza -desde este momento están fuera de Bonten-

Sentí alivio, alivio porque al fin ellos son libres y tanto los mellizos como _______ están fuera de peligro, pero una profunda tristeza inundó mi ser.

Lo sabía perfectamente, sabía que la amistad que una vez tuvimos jamás podría volver hacer lo que antes era, simplemente hay cosas que jamás podríamos perdonarnos y a alguién que jamás podremos olvidar, pero se que aún queda un recuerdo que guardamos con cariño.

Tal vez en lo más profundo de nosotros hay un recuerdo que aún guardamos con cariño, eso es suficiente para mi.

-Entonces este es el adiós Mikey- dije mirándolo por última vez.

Él se volteo dándome la espalda mientras marcaba alquien por su celular, sabía que no diría nada más, así que abrí la puerta, antes de salir completamente del cuarto escuche decir a Mikey.

-Busquen a Sanzu ahora mismo, y traiganlo a mi, lo quiere completamente vivo- podía notar el odio en cada palabra que decía.

Estaba seguro que una vez que lo encuentre, Mikey le hará pagar cada uno de las cosas que le hizo a Takemichi.

Respire con profundidad y salí del cuarto, cerrando a puerta en el proceso.

Salí de ese lugar.

Llame a Ran, su última llamada aún me tenía preocupado.

Pero no contestaba.

-Él no contestará- gire rápidamente al reconocer su voz y me puse alerta a cualquier movimiento que haga -En este momento debe estar muriendo o tal vez ya este muerto- dijo con seriedad.

No dije ninguna palabra, no deje de mirarlo.

-Maldita sea llegue tarde, lo más probable es que ya le hayas mostrado esos videos a Mikey- dijo como si nada, resoplo con frustración.

-Sabes que si entras serás hombre muerto ¿verdad?, Mikey te esta buscando-

-¿Realmente me está buscando? Me siento especial- pude ver una sonrisa en sus labios.

-Te esta buscando para darte la muerte más lenta y dolorosa posible- ¿Realmente no sé daba cuenta en la situación en que en este momento se encontraba?

-Sería demasiado feliz morir a manos de él- dijo pasando por mi lado.

Acaso ¿El mismo se entregaría a Mikey?.

-Por cierto, ¿aún sigues pensando que ahora tendrán todos su final feliz?- pude ver una mirada burlona en sus ojos -Esa mujer, la querida mujer que los Haitani aman, debe estar muerta en este momento- mi corazón se detuvo por unos segundos y mi respiración se volvío pesada -¿Puedes adivinar quién fue el causante de su muerte?-

No, no, no, no, no.

Eso no puede ser posible, seguro me esta diciendo todo eso para molestarme, ella esta bien.

-Tanto los Haitani como esa mujer están muertos, te lo puedo asegurar- dijo caminando hacía la entrada de ese bar -Es una lástima que no tenga tiempo de ir por sus hijos-

Cuando pude reaccionar él ya había desaparecido de mi campo de visión.

No es verdad, nada de lo que me dijo es verdad, ________ esta bien.

Me dije a mi mismo, tratando de mantener la calma.

Volví a llamar llamar a Ran, pero no contestaba, después de unos cuantos timbrillos él contesto el teléfono.

-¡Ran lo logre, están fuera de Bonten!- dije con emoción.

-M-me ale...gro- su voz estaba demasiado débil.

Algo había pasado, pero no había tiempo para una explicación, si estaba herido necesitaba ayuda.

-Dame tu dirección- dije.

Aún estando débil y seguro demasiado herido, me dio su dirección, Ran tenía ganas de vivir,

Antes de ir a su encuentro llame a una ambulancia dando la dirección en dónde se encontraba Ran.

Agarre mi bicicleta y maneje hacía aquella fábrica.

La dirección no era nada cerca, más que había un gráfico horrible, felizmente podía escabullirme con la bicicleta.

Realmente estaba preocupado que la ambulancia no llegue a tiempo.

Luego de un largo camino pude llegar.

Dejé estacionado la bicicleta a un lado y me adentre a la fábrica.

Llamaba al nombre de Ran, pero no tenía respuesta.

Hasta que pude escuchar algunos quejidos, seguí esos sonidos encontrando a Ran.

-¡Ran!- El ni siquiera reaccionaba a mi llamado -Dios, estas perdiendo mucha sangre-

A los lejos se pudo escuchar la sirena de la ambulancia, no estaban tan lejos.

-Por favor resiste, están fuera de Bonten- dije -¿Me escuchaste? Estas fuera de Bonten, así que por favor resiste-

-L-lo lo-graste, grac-ias-

-Escuchame, ellos te están esperando, tienes que resistir- mi desesperación crecía cada vez más.

-M-mi her-mano y yo......jamás f-fuimos infieles, dile e-so a ________, jamás le s-seríamos infieles porque la amamos-

¿Que había pasado exactamente? ¿Donde esta _______ y Rindou?

-M-i her-hermano, cuidalo- su voz era tan débil, sentía que en cualquier momento se iba apagar -_________ y mis h-hijos, por fa-vor c-cuidalos también-

-Basta, tu no debes decirme eso porque tu mismo lo harás, por más que quiera yo jamás podría ser la felicidad de _______, ella necesita a las personas que ama, así que no mueras-

La ambulancia se escuchaba cerca, era cuestión de algunos segundos para que estén acá.

-Bol-sillo, anillo c-compromiso, ca-rta- dijo, casi no podía entender lo que me decía.

¿Deberia buscar en su bolsillo?

Busque en su bolsillo de su saco y pude encontrar una cajita de color rojo.

Cuando estaba apuntó de abrirla el ruido de la ambulancia entrando a la fábrica llamo mi atención.

-¡Ran, llegaron! Solo resiste ellos.......- levante mi mirada y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Ran estaba quieto, con los ojos cerrados........no estaba respirando.

-¡Es por aquí!- unos paramédicos bajaron de la ambulancia y apenas lo miraron se quedaron inmóvil.

Se miraban entre ellos sin hacer nada.

-Hagan algo, por favor- dije desesperado -Hace apenas unos minutos atrás él me estaba hablando-

-Ya no respira- dijo uno de los paramédicos.

Ran había muerto, él esperaba ser salvado, yo no pude hacer nada.

La culpa me estaba calcomiendo.

Subieron el cuerpo de Ran a la camilla.

La carta.

No había sacado la carta que Ran me había dicho que estaba en su bolsillo.

Esperen necesito sacar algo, dije acercandome.

No puede tocar al cuerpo, tenemos que tocar lo menos posible.

Pero la carta.....

Ellos subieron la camilla cerraron la puerta de la ambulancia y se fueron.

En mis manos solo tenía aquel anillo, ese anillo que no podrá dar Ran personalmente.

¿Como es que todo había acabado de esta manera?

Mi celular sonó, y sin ni siquiera ver el nombre conteste.

-Buenas tardes ¿Con el joven Kazutora Haremiya?-

Cuando escuche esa voz desconocida tras el teléfono, un mal presentimiento llegó a mi.

-Él habla- dije.

-Soy el Doctor Yoshio, hace poco acaba de llegar al hospital la señorita ________ ¿La conoce verdad?-

-Si.......- dije.

Solo rogaba que _______ se encontrará bien.

-Ella tuvo un accidente automovilístico, ahora mismo esta por entrar a sala se operación- pude escuchar una gran suspiro por parte del doctor -Sus piernas quedaron atrapados, todo indica que perdió la movilidad de sus piernas, pero haremos todo lo que están en nuestras manos para poder salvarla......-

Mi mente quedo en blanco, no podía moverme, incluso se me estaba complicando respirar.

¡¿Que Diablos era esto?! ¡¿Que Diablos era todo esto?!

-¡La dirección, deme la dirección del hospital!-

Luego que el doctor me de la dirección agarre la bicicleta y a gran velocidad maneje hacía allá, no me importaba los semáforos en color rojo, ni la velocidad a la que estaba manejando, solo me importa una cosa y era comprobar con mis propios ojos todo lo que me dijo el doctor.

Simplemente en este momento me encontraba en negación, negación a mi realidad.

Hace a penas unas horas atrás ella estaba conmigo y los niños en el departamento ¿Como es posible que ahora este grave?

El miedo manejaba mis pensamientos, tenía miedo de perder a la única persona que confío en mi y me apoyo.

El subor en mi frente resbalaba, mi corazón punzaba dolorosamente y la angustia aún se mantenía en mi.

Llegue al hospital luego de pedalear lo más rápido que podía, fuí a la recepción del hospital y le dije a la enfermera el nombre completo de ________, luego de buscarla me dijo que estaba siendo operada en este momento.

"Por la información que me sale aquí, su estado es grave, sus piernas no responden, si la operación sale bien, es muy probable que no vuelva a caminar"

Eso fue lo único que me dijo la enfermera.

Solo me quedaba esperar en sala de espera, mientas la angustia y desesperación jugaban conmigo.

Vendería la cafetería para pagar las varias operaciones y terapias que tendería, y si eso no alcanza para sus operaciones haré préstamos al Banco, cuando salga del hospital me dedicaré a cuidarla, no importa si no vuelve a caminar, no la dejaré sola.

Renunciare a la banda, primero es el bienestar de _________, también podría meterme a tres trabajos a la vez, incluso............-

-¿Señor Haremiya?-

Salí de mis pensamientos al escuchar ser llamado por mi apellido.

Levante mi vista y vi a un hombre parado a mi lado, todo indicaba que era un doctor.

¿Cuando tiempo había pasado exactamente? ¿Minutos? ¿Horas?

-Digame- detrás de esas palabras había miedo, tenía miedo de lo que me diría.

-Soy el doctor con el cuál hablo por llamada- me quedé callado -La paciente _________ fue operada de emergencia, ya que su condición era grave- hizo una pausa -Ella pudo resistir a la operación, pero lamento informarle que es muy probable que no vuelva hacer la persona de antes, a eso me refiero que no caminará, perdió completamente la movilidad de sus piernas.

Mi corazón se detuvo por varios segundos, mi respiración comenzo a ser pesada, todo a mi alrededor estaba comenzando a dar vueltas, no importa yo la voy a cuidar, lo importante es que esta viva.

-Quiero verla- dije.

El doctor se quedó unos minutos en silencio y resignado decidio llevarme hacía la habitación de ella.

-Sigame- seguí al doctor, hasta que nos detuvimos en un cuarto de puerta azul -Le dejaré a solas para que pueda verla, pero ella aún no se despierta- dijo marchándose.

Estaba parado sin poder tomar el mango de la puerta y abrirla, era un maldito cobarde.

Hace unos minutos atrás decía que estaba bien, mientras este viva todo estaba bien, pero realmente no sé como ella se vaya a tomar la noticia.

Respire profundamente y abrí la puerta, con lentitud camine hacía el interior cerrando la puerta en el proceso.

Sobre una camilla estaba ________ acostada, tenía heridas en su rostro y algunos golpes notorios, producto del accidente.

Se veía realmente mal y me dolía verla en ese estado.

Ya había decidido algo y era renunciar a la banda, _________ necesitaba a alguién quién la cuidará, pero también trabajaría haría lo posible para que ella vuelva a caminar.

Será difícil, pero no la dejaré sola.

.

Abrí mis ojos con lentitud, la luz del sol hizo que se me sea imposible abrirlos por completo, luego de acostumbrarme pude abrirlos completamente.

La habitación era en su totalidad blanca, tenía algunos muebles, una mesa y un TV, me mire y pude darme cuenta que estaba en una camilla, vestida con una bata blanca con puntos verdes.

Aún costado estaba Kazutora, su cabeza estaba recostado sobre la camilla mientras él se mantenía sentado.

Acaricie su cabeza, él apenas sintió mi mano en su cabeza se levantó rápidamente.

Hicimos contacto visual por un rato, ninguno de los dos dijimos nada.

-Despertaste- fue lo que dijo mientras se abalanzó hacía mi y me envolvió en un abrazo acogedor.

Me abrazaba con tanta fuerza, como si no quisiera que desapareciera.

-Kazutora- llame, mi voz sonó un poco ronca -¿Que pasó?- pregunté.

El se separó de mi y volvió a sentarse en la silla.

Intente mover mis piernas, pero no podía.

-Kazutora ¿Que me paso?- dije, él no decía nada y eso me hacía entrar en desesperación.

Y a mi mente vino todo lo que sucedió, vi a los Haitani en el Hotel con esas omegas, iba manejando y de pronto tuve un accidente.

Mi pecho se contrajo ¿Acaso había perdido la movilidad en mis piernas?.

-¿Acaso yo.........quedé paralítica?- con el miedo invadiendo mi cuerpo, me atreví a preguntar -Por favor dime que es mentira- rogue.

-Perdón, yo......no pude protegerte- dijo agarrando mi mano mientras agachada su cabeza -Juro que buscaré una solución, te prometo que volverás a caminar, el doctor me dijo que con terapias tal vez puedas volver a caminar- dijo rápidamente -aún tenemos esperanzas.

Kazutora no tenía la culpa de nada, la única culpable de mi desgracia era yo.

Incluso ahora él tenía que pagar el precio de mis actos.

Calle abruptamente, no dije nada y solo aguante las lágrimas que querían salir, tal vez lo que me estaba pasando me lo merecía.

-¿Dónde están ellos?- pregunte.

Silencio.

-Kazutora ¿Donde están los Haitani?- volví a preguntar.

-Ellos están ocupados ahora mismo- dijo levantándose de la silla, ni siquiera me miraba a los ojos-

-¿No saben del accidente que tuve?-

-Si lo saben, me dijeron que te cuidará hasta que vuelvan- dijo.

¿Acaso ya no les importó? ¿Me cambiaron por alguna de esas omegas con la cuál estuvieron en ese hotel? ¿Ya no me aman?

Mi corazón dolió mientras, mi cabeza se llenaba de preguntas.

Esa corta respuesta que me dio Kazutora, me dejó pensando por mucho.

Tal vez esta vez me volvieron a dejar......me dejaron porque me volví inservible.

Aún así, dentro de mi aún tenía las esperanzas de que ellos volvieran.

Luego de que me despertará, estuve en el hospital por un mes más y ellos no volvieron.

Cuando llegue a mi departamento, todo estaba como lo había dejado, las cosas seguían estando en su mismo lugar, pero aún así algo se sentía diferente.

-Y llegasmos- dijo Kazutora empujando la silla de ruedas mientras cerraba la puerta del departamento.

Apenas mis niños me vieron corrieron torpemente con los brazos abiertos hacía mí, esperando que los cargue.

Como solía hacerlo antes.

Una sonrisa depués de mucho tiempo apareció en mi rostro, pero rápidamente fue apagada cuando intente cargarlos y no podía.

-El doctor dijo que no puedes cargar tanto peso, tu cuerpo no lo permite por las secuelas del accidente- dijo Kazutora.

Kazutora los cargo por mi y los colocó en mis piernas.

De nuevo no dije nada.

-Mamá- mi corazón salto de alegría cuando escuche ese "mamá" de los meliizos.

Parecía como si los hubiera dejado años, me sentía tan pérdida.

¿Qué habían aprendido mis hijos durante todo el tiempo que había estado en el hospital? no estaba enterada de nada.

Con sus pequeños brasitos, me envolvieron mientras me abrazaban, realmente los había extrañado tanto.

Mi pequeña Reiko y mi pequeño Riku, perdón por no poder ser la madre que en algún momento fui, ahora estoy postrada en esta silla de ruedas, no soy la madre que ustedes merecen, ya no podré correr junto a ustedes.

Nunca más podré hacerlo.

-Bienvenida, jefa _______- Giselle salió de la cocina, kazutora me había comentado que mientras él se quedaba en el hospital, Giselle se quedaba en casa cuidando a los niños.

Realmente estaba agradecida con ella.

-Gracias, Giselle- dije.

Dos meses pasaron, en dónde trataba de acostumbrarme a mi nueva forma de vida, en dónde todas las noches veía como Kazutora se desvelaba atendiendome a mi y a los mellizos, claramente teníamos ayuda de Giselle, pero solamente en el día, Kazutora se acostaba muy tarde y se despertaba demaciado temprano, casi ni dormía.

Realmente me dolía ver a mi mejor amigo así, casi ni descansaba, ni siquiera era su responsabilidad cuidarme.

Dos meses en que no los veía ni sabia alguna notícia de ellos.

El tiempo solo pasaba para mi, ya ni sabia que hora era, ni en que día estábamos, estaba viviendo porque no podía morir.

Tuve que preguntar a Giselle cuánto tiempo había pasado desde que me había despertado, y me dijo que había pasado tres meses.

Tres meses desde que ellos no aparecían.

¿Realmente se habían ido? ¿Me habían abandonado? Tal vez en este momento lo que sentí por ellos no era solamente tristeza, tal vez los estaba llegando a odiar.

Me dejaban cuando más los necesitaba.

Siempre cuando intentaba preguntarle a Kazutora sobre ellos decía que "estaban ocupados" y rápidamente cambiaba el tema.

Esa noche luego que Giselle se haya ido del departamento, dejó a los niños durmiendo, era el momento de eenfrentarme a Kazutora.

-Kazutora, ya pasaron tres meses ¿Porque no vienen?-

-Talvez estén muy ocupados- dijo desviando la mirada.

Estaba mintiendo, lo sabía por su forma de actuar.

-Eres un mentiroso, dime la verdad- dije.

-Y lo estoy haciendo- ni siquiera podía mirarme a los ojos.

-¡Mentiroso! Por favor deja de mentirme, ni siquiera puedes mirarme a los ojos- mis ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas que por tres meses estaba aguantando -Ellos me abandanron ¿Verdad?-

Por largos minutos hubo un silencio demasiado incómodo, encuche a Kazutora respirar profundamente, se acercó a mi y se arrodilló.

Pude sentir sus manos agarrando las mías, está vez me estaba mirando a los ojos, su rostro estaba serio.

-_________, Ran murió el mismo día de tu accidente- dijo - Y Rindou ahora mismo sigue en coma-

Mi respiración se detuvo, y mi mente por un momento quedo en blanco.

-Y se que vas a querer visitar a Rindou, pero no podemos ir a verlo, luego de la muerte de Ran y que nadie vaya a ver a Rindou en el hospital, los doctores llamaron a la policía, y ellos lo idenfiticaron como Rindou Haitani, uno de los más buscados de Tokyo- dijo Kazutora -Apenas hace unas semanas atrás me acabó de enterar dónde se encontraba Rindou, pero ya era tarde, la policía ya estaba ahí, si vamos de alguna manera nos involucraran- Kazutora llevo su mano a mi rostro y lo acarició, su mirada era triste -Si se llega a despertar del coma será llevado a sentencia y no hay nada que podamos hacer-

Ni siquiera podía decir que Kazutora hizo una broma de mal gusto, sabía que lo que estaba diciendo era verdad.

Lo sabía, porque ellos hace mucho hubieran venido a verme,

-¿Entonces no volverán?- sabía perfectamente cuál sería la respuesta, me estaba negando a ver la realidad -Kazutora, todo es mi culpa......-

-No, no, no lo es- dijo tratando se calmarme -Ran antes que falleciera me dijo que ni Rindou ni él te fueron infieles, jamás te harían eso porque te aman con todo su ser-

Sentía que el aire me faltaba y las lágrimas resbalaban mojando mis mejillas.

-¡SI YO NO HUBIERA HUÍDO, ELLOS ESTARÍAN VIVOS!- al ver que entraba en desesperación, Kazutora me abrazo, mis lágrimas mojaban su polo, pero el alfa no se apartó de mi lado -SI TAN SÓLO ME HUBIERA QUEDADO CON ELLOS-

-¿Sabes? en algún momento ellos no me caían, pero en cuánto pude conocerlos un poco más, pude darme cuenta el gran amor que ellos te tuvieron a ti y los mellizos- Kazutora me abrazaba fuerte, de alguna manera no me sentía sola -Así que a los Haitani no les gustaría que te estés echando la culpa, recuerda que todo lo que hicieron fue para salir de Bonten, para que al fin tengan una bonita famila junto a ti y a los mellizos-

Kazutora se apartó de mi y de su bolsillo saco una pequeña cajita roja.

La colocó en mi mano.

-Esto saque del saco de Ran, también había una carta, pero no pude sacarla a tiempo- Kazutora camino hacía la puerta y la abrió -Creo que necesitas un tiempo a solas, si necesitas alguna cosa estaré en mi recámara- dijo saliendo de mi habitación.

Abrí la cajita roja, mis ojos brillaron cuando vi lo que había dentro de ella, a pesar que una pequeña sonrisa se asomó en mi labios, lágrimas sin parar salían de mis ojos mojando el anillo que se encontraba en la caja.

-Entonces si iban a cumplir su promesa- susurre.

Aquella noche, llore en silencio, no volví a llamar a Kazutora, no quería molestarlo más.

El único que me alumbraba y emitía un poco de sonido en mi recámara era el televisor, tenía poco volumen, pero era audicible para mi, las luces permanecían apagadas.

¿Que hora era? Ni siquiera lo sabía.

Lo único que me trajo a mi realidad fue cuando en el canal de noticias mencionaron el nombre de "Ran Haitani".

"Uno de los más altos mandos de la famosa organización Bonten, hace unos meses atrás fue reportado como muerto, todo indicaba que fue por algún ajuste de cuentas- mire la tv con atención mientras una entrevistadora narraba el caso -Lo que más impacto a los medios fue la misterio carta que encontraron junto al cuerpo, hasta unas horas atrás no sabíamos que tenía escrito, muchos suponían que era alguna carta que perjudicaría a la organización o tal vez una carta dónde aceptada sus crímenes, pues muy pocos se imaginarian que esa carta estaría dirigida a su futura esposa"

Al escuchar lo último me quedé inmóvil ¿Acaso eso era la carta la cuál Kazutora no pudo sacarla a tiempo?.

Esa carta era para mí......

"Hace apenas unas pocas horas la Fiscalía hizo público el contenido de la carta y se reveló que dice lo siguiente"

"Mi amada _________

No somos muy buenos escribiendo nuestros sentimientos, pero creo que te hemos demostrado muchas veces lo mucho que te amamos.

Nos enamoramos de ti sin querer, no sé cuando estos sentimientos hacía tí se fueron fortaleciendo cada vez más, pero cuándo nos dimos cuenta cada vez te extrañabamos más, todo el tiempo pensábamos en tí, y cada vez que estabas con nosotros nos sentíamos en casa, en ese momento nos dimos cuenta que te estábamos amando.

"Amar" tu nos enseñaste hacerlo, gracias a tí comprendimos que es lo que se siente ser amado, nos diste tu amor sin esperar nada a cambió.

Aquellos adolescentes que viste ese día en aquel parque te aman con locura, aman cada parte de tí.

Realmente no podemos imaginar un futuro en dónde no estés tú y nuestros hijos.

Aún recordamos aquella noche en dónde dormimos en ese lugar, nuestro lugar especial. Lo único que nos cubría esa noche eran las numerosas estrellas que nos iluminaban, éramos solo los tres.

Jamás podré olvidar lo nerviosos que nos encontrábamos en ese momento, al entregarte el anillo.

Pero apenas vimos tu rostro con una hermosa sonrisa, supimos que éramos correpondidos, esa noche fue muy hermosa para nosotros.

Te hemos amado por muchos años y los tres hemos sufrido mucho, es momento de tener nuestro final feliz ¿Verdad?.
Si estas leyendo esto significa que pudimos salir de Bonten.

Queremos estar a tu lado y amarte por el resto de nuestras vidas, queremos permanecer junto a tí, despertar todas las mañanas y ver que tú estás a nuestro lado.

Y como te lo prometimos hace 6 años atrás, nos gustaría preguntarte algo.

¿Quieres casarte con nosotros?"

Mis lágrimas caían sin poder retenerlas, ya nisiquiera podía controlarlas, tenía ganas de gritar con todas mis fuerzas, pero no podía, no aquí.

Solo salían fuertes hipidos y quejidos, sentía un fuerte dolor en el pecho que ni siquiera me dejaba respirar.

La puerta fue abierta agresivamente por Kazutora.

Con tan solo una mirada basto para que en completo silencio el alfa se acercará a mi y me abrazara.

-Kazutora, yo tengo la culpa, si tan sólo no me hubiera ido......ellos aún seguirían aquí- abrace con fuerza el cuerpo de Kazutora.

-Shh...todo está bien, no tienes la culpa de nada- Kazutora me cargo y me acostó en mi cama, se aseguró de cobijarme bien y posteriormente se echo a mi costado.

Sin dejar de abrazarlo, mientras mis lágrimas caían en silencio, las horas pasaron, ninguno de los dos pudo dormir esa noche.

-Tu tampoco pudiste dormir toda la noche ¿verdad?- pregunto Kazutora.

-No...- respondí.

-________, ya me tengo que ir- dijo levantándose de la cama -Gisselle ya estará viniendo, para cuidar a los niños-

Mire el reloj de la pared de mi cuarto, eran las 5.00am.

-¿Irás a trabajar?- pregunte, aunque la respuesta era obvia.

-Si...., voy alistarme-

-No dormiste nada en toda la noche por estar conmigo ¿Cómo vas a ir a trabajar en ese estado? Debes sentirte cansado- pude sentir un sentimiento de culpa en mi pecho -Perdón, por hacerte pasar por esto-

-Esta bien, no te preocupes, no debes pedirme perdón, yo puedo con todo esto ¿Sabes por qué? Porque se trata de tí- dijo eso con una sonrisa -Ya debo irme, los niños aún están durmiendo, así que trata de dormir tu también- se despidió de mi con un beso en la coronilla y salió de mi habitación.

Las horas pasaron, Giselle llegó y se hizo cargo de los niños, antes que Kazutora se vaya a trabajar me cargo de vuelva a mi silla de ruedas a pedición mía.

En toda la tarde no había salido de mi cuarto, mis ojos estaban rojos y sensibles de tanto llorar, incluso ardían.

Tenia que ir a "ese lugar".

Abrí la puerta de mi habitación con un poco de dificultad para que finalmente salga de mi recámara, Giselle al verme se asombró, seguro daba pena, lástima, eso era lo único que causaba ahora cuando las personas me miraban.

Me dirigí hacía mis pequeños niños, se parecían tanto a ellos, eran como un retrato de los Haitani.

Dejaron de jugar para ir corriendo hacía mi, lamento no poder cargarlos, simplemente no puedo.

Giselle se acercó y cargo a Reiko y Riku, permitiendo así que bese sus cachetes y coronilla a cada uno.

Pude ver sus preciosos ojos, eran del mismo color que de sus padres, simplemente preciosos.

-Pa-pa- dijeron los hermanos.

Mi corazón se detuvo por unos segundos al escuchar eso de mis hijos, sin poder aguantarlo mis ojos se llenaron de lágrimas, era tan débil que ni siquiera podía aguantar las lagrimas frente a mis hijos.

-¿Se encuentra bien?- pregunto Giselle.

-Si- dije mintiendo, no estaba nada bien -Saldré-

-Le acompaño- dijo.

-No, quiero salir sola- pude ver la mirada que puso -Estaré bien, no debes preocuparte- dije.

No espere una respuesta, simplemente salí de casa con un poco de dificultad por la silla de ruedas.

Baje al primer piso gracias al ascensor, cuándo salí por fin de mi departamento a la calle pude ver varias miradas, de lastima, pena incluso de desagradó, yo era el centro de atención.

Odiaba sentirme así.

Seguro mi apariencia era un desastre en este momento.

Pero no me importa, solo necesitan llegar a ese lugar.

Pare un taxi, el taxista me ayudó a subir al auto, le di la dirección, y este arrancó hacia allá.

Hace unas semanas atrás me enteré que Kazutora había renunciado a la banda, ellos estaban apuntó de debutar y él renunció por mi.......incluso estaba buscando algún comprador para vender la cafetería mientras él tenía como tres trabajos.

¿Y todo eso para qué? Para que me pague mis terapias, para que vuelva a caminar, ni siquiera sabíamos con exactitud si podía volver a caminar.

Él estaba sacrificando todo por mí.

No merecía eso.

No merecía ser infeliz por mi.

-Señorita llegamos- dijo el taxista.

Pague y con su ayuda pude volver a la silla de ruedas.

Luego que el taxista me dejará, pude apreciar el lugar y mi corazón comenzó a doler con más intensidad al recortar todos los momentos que pase con ellos aquí.

¿Hace cuanto que no venía aquí? Me hubiera gustado volver con ellos y no sola.

Sola......ahora estoy sola, yo jamás podré volver a verlos, lo más amargo es que la última vez que los ví no fue un recuerdo bonito, la culpa aún me mata por dentro, sin tan sólo hubiera hecho algo......sin tan solo yo no los hubiera dejado.

Me acerqué a ese gran árbol con dificultad, cuándo mis dedos tocaron el tronco un recuerdo en especial se adueñó de mi mente.

Ese recuerdo era ese día que me propusieron matrimonio, con una anillo hecho por ellos.

Ese recuerdo en su momento era feliz, pero ahora tan sólo de recordarlo mi ser se llena de tristeza, ya que jamás podrán cumplir aquella promesa.

Deje ese árbol atrás y me dirigí hacía el mirador, ese mismo mirador en dónde vimos los juegos artificiales.

No había cambiado nada, la vista seguía siendo hermosa.....como aquella vez.

Dijeron que no me volverían a dejar, pero lo volvieron hacer.

Nuestro destino jamás fue estar juntos, aunque intentamos con todas nuestras fuerzas desafiar al destino, simplemente no estamos destinados.

Pero aún así tenía la esperanza que algún día vivamos juntos, como una familia feliz.

-Idiotas.......- sonreí mientras el dolor en mi pecho aumentaba, mis lágrimas resbalaban lentamente por mi rostro, saque la cajita roja que me dio Kazutora, la abrí y de ella saque el anillo.

Recordé las últimas palabras de la carta.

"¿Quieres casarte con nosotros?"

Me puse el anillo mientras sonría.

-Acepto- dije con la voz temblando.

Saque la pequeña navaja que tenía guardada en el bolsillo de mi chaqueta.

Y con fuerza corte mis muñecas.
La sangre comenzo a caer resbalando por mis manos hasta manchar el piso de un rojo carmín.

Por favor Kazutora, persigue tus propios sueño, no me odies por hacer esto, yo ya no tengo salvación y no quiero que te hundas conmigo.

Y con todo mi corazón te ruego que cuides a mis niños.

Quiero que al menos ellos puedan ser felices.

Mientras poco a poco perdía la conciencia y mis ojos se apagaban pude ver un reflejo de los Haitani.

Era un reflejo de nosotros mientras mirábamos los fuegos artificiales.

Aunque solo era parte de mi imaginación, me alegraba verlos por última vez.

Cerré los ojos, mi vista se volvió completamente negra, en ese momento había dejado de existir.

.

-Disculpe, aquí vive la señora Senki-

-Oh, soy yo, ¿puedo ofrecerle algo?- dijo aquella señora, por su olor pude afirmar que era una omega.

-Soy Kazutora Hanemiya , amigo de los Haitani-

-¿De mis hijos? Es primera vez que conozco a uno de sus amigos, por favor pasa- abrió más la puerta para poder pasar.

-Gracias- dije entrando a la casa, era una casa muy amplia, estaba completamente limpia.

Pero aún así había un aura de tristeza en la casa.

-Voy a llamarlos para que salgan- dijo con una sonrisa.

¿Ehh?

-¿Disculpe que dijo?- eso no puede ser posible, ellos están......

-Que los llamaré ¿Tal vez te gustaría entrar a su habitación?-

Yo tenía que ver esto, así que acepte y seguí a la mamá de los Haitani hacía su habitación.

Por alguna extraña razón esto me daba mala espina.

Cuando abrió la puerta y me hizo pasar, me quedé inmóvil.

-Oh cariños, un amigo de ustedes les vino a visitar- dijo ella.

-Ellos no son los Haitani, eso son......-

-Señora Senki, no le puedo dejar sola ni un segundo, porque le habré la puerta a desconocidos- dijo un hombre, ni siquiera había notado su olor en la casa por lo asombrado que me encontraba -Soy el doctor personal de la señora Senki, por favor acompañeme un momento- dijo aquel doctor sacándome de la casa casi a rastras.

Cuando llegamos afuera no pude evitar decirle lo que había visto.

-¡Esos de ahí eran muñecos! ¿Por que dicen que son los Haitani?- dije alterado.

Pude escuchar un suspiro de cansancio de parte del doctor.

-Baje la voz, en el pasado digamos que ella no fue una de las mejores madres, por los traumas que ella vivió, se encerró en un mundo en dónde aún sus hijos son niños, y ella les da a esos muñecos todo el amor que no les pudo dar a sus hijos-

-¿Entonces ella no sabe que sus hijos murieron?-

-Creeme que estoy enterado que los señores Haitani fallecieron, pero ella no está acta para saber esa noticia, si llega a saberlo su condición empeoraría-

Aquel día, cuando baje del auto de Ran y este me llamó me pidió una cosa más

-Kazutora una cosa más......por favor cuida de mi madre-

Jamás hubiera imaginado que la señora estaría mal mentalmente, por lo que el doctor me dijo, ella no fue una buena madre.

-Ellos siempre me pagaban puntualmente para que cuide a su madre, pero cuando repentinamente dejaron de hacerlo supe que algo estaba mal, y luego salió en la noticias toda la tragedia- dijo -Los señores Haitani jamás pudieron ver a su madre directamente, porque como le dije ella cree que sus hijos son aún unos niños-

¿Me pregunto qué les habrá hecho a los Haitani? Sin importar cuál sea el motivos, ellos no le guardaban rencor, incluso aunque no podían ver a su madre, pagaban sus cuidados y estaban pendiente de ella.

-Yo......yo seré ahora quién pague sus servicios, así que por favor siga cuidando de ella-

El asintió con la cabeza, aceptando.

-Una pregunta ¿Usted que relación tiene con los Señores Haitani?-

-Solo una promesa que les hice, eso es toda nuestra relación- dije mientras miraba el cielo.

El otoño estaba empezando.

Con un simple hasta luego, me despedí del doctor.

Ahora sólo me faltaría hacer una cosa más antes de irme.

Camine hacía el cementerio.

Esta vez no quería tomar algún transporte, quería apreciar por última vez todo Roppongi, quería que todo se quedará grabado en mi cabeza antes de irme.

Desde lo más insignificante, absolutamente todo quiero llevarlo en mi memoria, de alguna manera este fue el lugar en dónde la conocí.

Entre al cementerio y camine hacía llegar a su tumba.

Y ahí estaba ella.

-Ya han pasado 5 meses desde que decidiste irte, sinceramente la palabra extrañarte se queda muy chico a lo que siento en este momento- dije mirando la lámina que tenía escrito su nombre -Es por eso es que huyó, a dónde quiera que voy en esta cuidad te veo en todos lados y eso solo hace doler mi corazón-

-Hace cuatro meses atrás desconectaron a Rindou, su caso se hizo famoso en todo Internet, ya que la policía estaba a cargo de él, varias personas recolectaron firmas hasta incluso hicieron manifestaciones para que lo desconectaran, no querían vivo a un "narcotraficante" y así sucedió- dije -De todos modos él en todo ese tiempo jamás despertó, incluso si hubiera llegado a despertar sería detenido-

Tome aire y hable.

-Se que sonara feo, pero de algún modo me alegra que no despertará ¿Te imaginas como se sentiría si le dijeran que su amada y su hermano están muertos? Capaz enloqueceria, ahora los tres están juntos- trate de sonreír, pero solo salió una mueca rara.

-También conocí a la mamá de los Haitani, tu suegra, ella actualmente no esta bien mentalmente, pero no hay duda que ama a sus hijos, aunque ya sea demasiado tarde para expresarlo-

Me calle por un momento, realmente tenía muchos sentimientos encontrados, aprete mis puños con fuerza.

-Yo tengo algo que preguntarte.......¿No fuí suficiente? Si tan sólo te hubiera dicho que te quería más que una amiga ¿Te hubieras quedado conmigo? Te extraño demasiado- caí de rodilla ante su tumba y mis lagrimas por fin salieron, luego de no llorar por cinco meses para que los niños no vean lo débil que soy, por fin llore, realmente soy débil, soy demasiado débil y estoy cansado de pretender ser fuerte -Yo hubiera cuidado de ti por el resto de mi vida, si tan sólo te hubieras quedado-

-Por fin pude decirte mis sentimientos, aunque ya es tarde.......lo sé, se perfectamente que hubiera sido rechazado, tu corazón sólo ama a esos dos hombres y pude apreciar lo mucho que ellos te aman a tí, realmente hice de todo para que tu seas feliz con las personas que amas, pero no se pudo-

-Prometo no volver a llorar, o no en frente de los niños, tu muerte siempre la llevaré en mi conciencia, tal vez hubiera podido detenerte si me hubiera quedado ese día contigo o ¿sólo lo hubiera atrasado? Después de todo tu estabas decidida a irte-

-Los niños te extrañan, extrañan a sus padres, pero yo haré todo lo posible para que jamás se olviden de sus rostros siempre les mostraré una fotografía tuya y de los Haitani, ellos siempre sabran quienes fueron sus padres- dije mientras miraba la tumba -Hace poco los mellizos empezaron a caminar sin ayuda, y ya hablan más fluidamente, realmente me hubiera gustado ver la cara que pondrías al verlos-

-Hoy me voy de Roppongi junto a los mellizos y Giselle, ella me está ayudando, me voy a Londres dónde no hay ningún peligro, vendí la cafetería, y tal vez en algunos años más adelante vuelva a la música, por ahora mi prioridad son los niños-

-Tal vez no te visite en un largo tiempo, se que algún día te volveré a ver, entonces hasta que eso suceda hasta luego mi querida amiga- dije levantándome y secando las lagrimas que aún seguían cayendo.

Una hoja de árbol cayó en mi cabeza, de alguna forma eso me tranquilizo, sabía que no estaba solo tu siempre estaras conmigo en mi corazón.

Ahora se feliz amiga, se feliz con las personas que amas.

Las estaciones cambiarán y tu seguirás sin estar aquí, pero al menos ahora eres feliz, en dónde quiera que estés ahora eres feliz junto a ellos.

Fin

Continue Reading

You'll Also Like

61.2K 4.5K 29
sasuke y hinata se conocen desde niños pero nadie lo sabe además tienen una relación secreta pero no los pueden descubrir ya que al ser uchiha y hyug...
450K 45.7K 114
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
507K 69.5K 43
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
174K 8.1K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...