Seduciendo Un Alfa |NamJin|

By nayechwan18

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SeokJin no quiere casarse. SeokJin no quiere enamorarse. Pero él ama los retos. Y NamJoon es el mejor reto p... More

ADVERTENCIA
PRÓLOGO
1: Seduciendo Un Alfa.
2: Plan para seducir a un alfa.
3: Una boca placentera.
4: El verdadero Kim SeokJin.
5: El nuero perfecto.
6: Dedos calientes y agiles.
7: Un repentino rival.
8: Los celos no son una opción.
9: Un beso no debería ser tan bueno.
10: Una puta recién follada.
11. Secretos entre amigos.
12: Nadie puede odiarte como yo.
13: No finjas ser lindo.
14: Duerme conmigo.
15: Una pequeña excepción.
16: Conflicto entre omegas.
17. ¡No somos novios!
18: La temperatura perfecta.
19: Pequeños accidentes.
20: Traicionar tu confianza.
21: La cúspide de su tolerancia.
23: Los ojos del amor.
24: Desde la primera vez que nos vimos.
25: No hables con desconocidos.
26: Profundamente enamorados.
27: Tu luna y mis estrellas.
28: Dime que eres mío.
29: Remanentes de un calor.
30: Tres pruebas no son suficientes.
31: Promesa.
32: Escenas de besos.
33: Soy tuyo.
34: Soy especial.
35: Destino.
36: Sueño de concepción.
37: Las historias se repiten.
38: El hijo del viejo zorro.
39: El principio del fin.
40: Confianza quebrantada.
41: Está bien si lloras.
42: Por primera vez.
43: Hay belleza en los desastres.
44: Fruto de su amor.
45: El arcoíris después de la tormenta.
46: Un Futuro Juntos.
Final: Amando Un Alfa.
EPÍLOGO
EXTRA 1
EXTRA 2
Extra 3
• AGRADECIMIENTOS E INFORMACIÓN •

22: Una pareja de recién casados.

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By nayechwan18



Si NamJoon tuviera que escoger entre las situaciones que más le disgustaban en una relación, definitivamente, escogería en primer lugar las peleas sin conclusión.

Tales situaciones, generalmente, siempre fueron muy engorrosas y agobiantes sin importar el motivo. Especialmente, porque le hacían sobrepensar en exceso. Y él odiaba discurrir entre un flujo de pensamientos de poco provecho y sin sentido. Sin embargo, a pesar de sus inmensos esfuerzos por ignorar, o deshacerse de estos pensamientos, que fueron intrusivos y muy irritantes, simplemente no pudo; ellos volvían una y otra vez, ocupando mucho de su tiempo, e interfiriendo con su rutina diaria.

Fue demasiado estresante.

Pero NamJoon no era una persona que creyera que toda relación estaba exceptúa de discusiones y peleas. El hecho de creer en eso fue ingenuo. En realidad, él consideraba que los desacuerdos eran una parte significativa de una relación. Incluso los verdaderos compañeros, ya parejas establecidas y enlazadas, que realmente se amaban, tenían conflictos. Entonces, ¿qué podía esperar de una relación como la de ellos?

Anteriormente, cuando conoció a Kim SeokJin y su verdadera personalidad, el simple hecho de estar en desacuerdo con el omega fue tan intenso como atractivo. Le gustó llevarle la contraria y molestar al pequeño manipulador casi tanto como SeokJin disfrutaba hacer lo mismo con él. Pero estas últimas discusiones entre ellos carecían totalmente de tales sentimientos; no fueron provocadoras, ni atrayentes. No hubo la típica tensión sexual y tampoco se sintió divertido. Y estas fueron las principales razones por la que, honestamente, NamJoon no podía dejar de sentirse incómodo con todo esto.

Pero, por lo visto, el fascinante deseo y la hechizante atracción con sus desacuerdos solo sucedió gracias a la alta tensión sexual entre ellos a inicios de su arreglo. Después de sus dos últimas disputas, desafortunadamente, NamJoon se dio cuenta que ahora no le causaba nada más que inquietud e irritación. Y esto fue insostenible para ambos.

Pero, de nuevo, ¿qué clase de pareja no tenía desacuerdos? Él pensó para sí mismo con mucha insistencia durante esos días.

Una relación normal a menudo también tenía conflictos. Y NamJoon no era un ignorante, mucho menos un idiota, siempre ha sabido perfectamente bien que una pareja sin conflictos y desacuerdos, de hecho, no era algo natural; ninguna pareja podría estar de acuerdo siempre en cada aspecto, en cada detalle y matiz de su día a día. Esta clase de relaciones siempre fue un claro ejemplo de desequilibrio de poder. Y aunque él amaba el poder, de muchas formas que no eran saludables, la tan sola idea de pensar en SeokJin sucumbiendo a él y a todos sus deseos, como solo un pequeño muñeco sin conciencia propia, le enfermaba de sobremanera. No le gustaban los muñecos, tampoco las marionetas.

Kang Jooha fue un muñeco en algún momento de su relación. Nunca se atrevió a llevarle la contraria, o a expresar sus verdaderos sentimientos, por el simple motivo de no arruinar su relación. Y fue eso, de hecho, lo que siempre incomodó a NamJoon. Entonces, por supuesto, él terminó descubriendo la verdadera naturaleza del omega de una forma no muy agradable para ninguno de los dos. Después de todo, incluso si amaba el control, y obviamente tenía su propia opinión demasiado enaltecida, le gustaba ver a las personas tomar acciones propias y pensar por sí mismas.

Pero aunque había aceptado, con mucha resistencia, que SeokJin y él tenían una relación, lo que sea que fuera esto, aún no tenía un nombre. En muchas formas, fue totalmente diferente a su relación con Jooha. Sin embargo, sin importar como quiera llamarlo en el futuro, una relación continuaba siendo una relación.

Aceptó que pelear y discutir era normal. También aceptó que le preocupaba el estado informal de su relación con SeokJin. Pero todo esto no quería decir que apreciara estas situaciones.

Sin embargo, NamJoon decidió ignorarlo.

Cualquier sentimiento que tuviera al respecto, por muchos motivos obvios, decidió retenerlos y olvidarse de ellos por el momento. Cuando volviera de Japón, entonces, tendría tiempo para estructurar correctamente el futuro de lo que sea que tenía con SeokJin.

Y ahora, esa mañana del viernes, a comienzos de octubre, NamJoon se encontraba a punto de tomar un vuelo a Japón de una semana sin haber vuelto a cruzar más de unas cuantas oraciones por chat con el omega desde que discutieron esa noche. Pero evitó pensarlo. No profundizó demasiado en la forma en la que esta situación continuaba estresándolo. Si lo hacía, temía no sentirse a gusto con el resultado.

Él hizo que alistaran su jet privado para temprano en la mañana en el aeropuerto internacional de Incheon. Necesitaba llegar temprano a Tokio para arreglar algunos asuntos pendientes y revisar su itinerario de toda la semana. También tendría una cena informal con sus socios intermediarios, el señor Tanaka y su esposa, esa misma noche, para presentarle a su esposo falso y charlar un poco acerca de cómo tratar con el señor Takahashi, su futuro socio en común, y la principal persona con la que NamJoon necesitaba establecer una buena relación durante sus reuniones.

Por lo tanto, cuando NamJoon se bajó de su auto y despidió a su chofer, lo primero que hizo fue preguntar acerca del actor que había contratado para este viaje, que ya debería estar allí. Su secretaria y el jefe de su equipo de seguridad lo estaban acompañando, otros se encontraban preparando todo lo relacionado a su seguridad a bordo del avión, pero no vio al actor.

—¿Dónde está ese omega? —Él le preguntó a su secretaria y al jefe de seguridad que estaban de pie detrás de él—. Debería haber estado aquí hace diez minutos.

—Oh, sí. Él ya está aquí, señor —respondió la mujer con una expresión serena. Ella se paró a su lado y dijo—: Lo envié a tomar asiento. ¿Desea que lo busque?

—Tráelo aquí —NamJoon estuvo de acuerdo y miró su reloj inteligente para asegurarse que estaban dentro de su horario—. Necesito asegurarme de que es adecuado.

La mujer asintió en respuesta y se fue a buscar al actor. NamJoon volvió a mirar la hora en su reloj, y sin pensarlo mucho, también revisó su bandeja de mensajes, tal vez esperando encontrarse con un nuevo mensaje de ese omega molesto, pero no hubo nada desde el día anterior, cuando SeokJin le escribió repentinamente en la noche para desearle un buen viaje. NamJoon definitivamente pensó que era extraño, pero el omega no le respondió cuando él le pidió hablar, esperando que pudieran reunirse antes de su vuelo.

—Señor, ¿está esperando a su asistente? —el jefe de seguridad preguntó llamando su atención—. Me acaban de comunicar que está en la parte delantera del aeropuerto y se encuentra buscándolo.

NamJoon arqueó una ceja con confusión y después recordó que Jungkook no le había entregado los anillos de matrimonio que le envió a comprar el día anterior. Probablemente, el omega había corrido apresuradamente al aeropuerto para llevar los anillos de enlace.

—Jefe Choi, dígale a alguno de sus hombres que lo traigan hasta aquí —él ordenó.

Su jefe de seguridad asintió y se alejó para dar algunas órdenes. NamJoon giró el rostro y observó a su secretaria acercarse junto al actor. El muchacho estaba arrastrando su maleta con una mano, mientras caminaba para acercarse a él con una sonrisa jovial en los labios. Pero NamJoon no pudo ofrecerle nada más que una larga y escrutadora mirada. Naturalmente, no había sonrisas de su parte, ni mucho menos saludos calurosos, cuando se trataba de un desconocido.

—Es un placer conocerlo, presidente Kim. —El omega se inclinó respetuosamente para saludarlo. Él parecía estar lo suficientemente feliz como para fingir no sentirse incómodo ante su presencia—. Mi nombre es Lee MinYi, el actor de KTH Entertainment, espero poder desempeñar bien mi papel.

NamJoon observó de arriba abajo al omega que TaeHyung había escogido como uno de los mejores candidatos para lo que necesitaba y no sintió nada en particular. Había leído brevemente el nombre del muchacho cuando Jungkook depuró su hoja de vida y le dio el visto bueno. Sin embargo, no lograba recordarlo. Y, a pesar de que le costaba aceptar este reciente descubrimiento, NamJoon tuvo que hacerlo; estuvo tan distraído y fatigado durante toda esa semana que no lograba recordar ni siquiera un nombre tan fácil como ese. Su cabeza era un lío. Sin embargo, sí era honesto consigo mismo, tampoco le importó en lo más mínimo acordarse o no; lo único que le interesó fue que el chico supiera hablar japonés fluidamente, tuviera un perfil bajo y fuera acorde a lo que necesitaba. Y técnicamente, no había nada mal con el omega.

Este tal Lee MinYi parecía joven y agradable. Probablemente, era alrededor de unos seis o siete años menor que él y su altura era buena. Él era casi de la misma edad y estatura de Kim SeokJin... Dejando de lado esos detalles, también era bonito. Tenía el cabello oscuro, piel pálida y un rostro perfilado. Parecía agradable a la vista. Lo suficientemente apreciable como para llenar cualquier estúpido estereotipo de belleza que tuvieran los japoneses. NamJoon no podía quejarse acerca de su apariencia.

Sin embargo, si era objetivo, el rostro de SeokJin era más apreciable a la vista. En general, SeokJin era más bonito y singular. Se vio mejor y desprendió más carisma. Y ni hablar de su innegable química. Él simplemente fue la mejor opción...

Pero Kim SeokJin no tenía nada que ver con esto, NamJoon se recordó a sí mismo con mal humor.

Tomó una decisión y no podía arrepentirse. Tampoco podía permitir que su discusión con ese mocoso malcriado afectará sus buenos hábitos como lo estaba haciendo. Incluso si fue perfectamente consciente de que SeokJin era su mejor opción, NamJoon no quería ponerlos a ninguno de los dos en una situación difícil. Por lo tanto, no importaba que tan molesto estuviera el omega, su decisión sobre esto fue firme. Deseaba evitar cualquier contratiempo inesperado. Y Kim SeokJin en sí, de hecho, podría ser un contratiempo tanto como una distracción.

—También espero que el señor Lee desempeñe bien su papel —él le respondió más frío de lo que solía ser. Fue sumamente desafortunado para este chico que su estado de ánimo no fuera el mejor durante esos días—. No pague para tener un actor ineficaz acompañándome durante toda una semana.

Francamente, NamJoon no solía ser tan tosco y poco cortés con sus empleados. Aunque usualmente era muy directo, también un poco petulante, no era desdeñoso sin ninguna razón. Pero su malhumor siempre ha sido algo que le juega en contra. Y ha estado de mal humor desde hace un tiempo. La discusión con SeokJin de hace cuatro noches atrás solo empeoró la situación. Al siguiente día de esa discusión, y después de tener una conversación matutina, esta vez un poco demasiado cortante por parte del omega, SeokJin se había ido y no se habían vuelto a ver desde entonces. No se verían por toda la siguiente semana tampoco. Y Kim SeokJin se divertiría en su ausencia, como le había dicho. Y todo estaba bien con eso. El omega estaba en todo su derecho de hacer lo que le plazca. ¿Qué hay de malo en eso?

Pero NamJoon no se sintió bien con esto en absoluto.

No le agradaba el pensamiento de SeokJin haciendo cosas imprudentes. En este punto, NamJoon ya comenzaba a conocerlo lo suficientemente bien para adivinar que él haría todo tipo de cosas insensatas solo porque estaba enfadado. Pero NamJoon tuvo que corregir está línea de pensamientos: no debería preocuparse en lo más mínimo por las acciones de SeokJin. No era de su incumbencia lo que el omega hiciera. Tampoco era su deber cuidarlo.

Pero no deber y hacerlo eran cosas muy distintas.

Él lo estaba haciendo. Se estaba preocupando por Kim SeokJin otra vez. A pesar de todo, no podía dejar de sentirse inquieto. Demasiado ansioso y molesto cada vez que recordaba las discusiones entre ellos. SeokJin podía ser una mierda insolente y caprichosa cada vez que quisiera, pero, de alguna forma, ya era parte de su vida. Y él se preocupaba por sus conocidos. Especialmente, por la gente cercana a él. Y pensar en el omega haciéndose daño a sí mismo en un acto imprudente no le agradaba.

¿Qué tan difícil fue para SeokJin entender que él solo le estaba ahorrando malos ratos? ¿Qué estaba cuidando de su seguridad e integridad? Hace dos meses atrás, de hecho, a NamJoon no le habría importado usar al omega para su propia conveniencia. Kim SeokJin no significaba nada para él en ese entonces. Ahora, al pensarlo, simplemente no podía hacerlo.

Fue este el importante cambio en su relación que hizo a NamJoon ser consciente de lo que estaba haciendo; fue esto lo que le llevó a cuestionarse qué tan importante era Kim SeokJin para él ahora...

Todavía no tenía una respuesta.

Sin embargo, no importa si NamJoon confesó sus motivos o no, la reacción del omega fue de esperar. Después de todo, él era el tipo más engorroso e infantil que ha conocido en su vida. No entendía cómo fue capaz de soportarlo hasta ahora.

—No se preocupe, presidente Kim —el omega sonrió frente a él y lo miró por debajo de sus pestañas. NamJoon podría alabar su profesionalidad al seguir mostrándose agradable después del comentario un tanto desagradable que él había hecho—. No lo decepcionare, señor. Estoy seguro que podré hacer todo lo que me pida y mucho más... Después de todo, debo actuar como su pareja...

Él se quedó en silencio ante el descarado coqueteo del omega. Aunque se temió que el actor que contratara terminará coqueteando con él de alguna forma, porque iban a tener que acercarse mucho para ser creíbles, no creyó que este omega hiciera un movimiento tan rápido. Fue demasiado poco profesional y ridículo. ¿Cómo se vería eso si él realmente estuviera en una relación seria? Él no era de ninguna forma un infiel. Odiaba la infidelidad tanto como las mentiras.

Pero, de nuevo, NamJoon tuvo que recordarse a sí mismo que no estaba en una relación seria.

Sin embargo, a pesar de ser perfectamente agradable y muy bonito, Lee MinYi continuaba sin provocarle algo en particular. NamJoon no sintió ninguna clase de atracción o deseo por este omega. Incluso si se sentía tenso, y tal vez demasiado estresado, el omega no lograba despertar alguna emoción o deseo sexual en él. Y fue muy tonto, porque él no era ciego, tampoco estaba atado de manos. No tendría motivos para sentirse mal o culpable si se acostaba con otro omega que no fuera SeokJin.

Y eso le enfureció.

Le enfureció no sentir alguna clase de deseo por este omega bonito y accesible en frente de él. Fue demasiado inverosímil porque, de hecho, podría tener una jodida erección solo con mirar a SeokJin haciendo pucheros.

NamJoon quiso reírse de sí mismo.

¿Qué demonios le estaba pasando? ¿Qué mierda extraña le hizo Kim SeokJin?

NamJoon agachó la cabeza y observó la hora en su reloj para ignorar el comentario del actor. Se estaba empezando a sentir más impaciente que antes con cada nuevo pensamiento. Pero no podía obligarse a sí mismo a tener una aventura solo por querer sacar a otra persona de su cabeza. Y fue una suerte, que ya era la hora de partir, porque no creía ser capaz de guardarse sus comentarios odiosos para sí mismo si el omega volvía a coquetear con él con tanto descaro.

—Es hora de irnos —él anunció para el jefe Choi y el omega frente a él. Su secretaria ya se había marchado—. El avión debería estar preparado para despegar, ¿lo confirmaste?

—Sí, presidente Kim —le respondió el alfa con una expresión serena—. Su avión ya está listo para partir a Japón. El vuelo está previsto para llegar en dos horas.

—Entonces, vamos —él ordenó. Ya no pretendía esperar a Jungkook. Se encargaría de comprar los anillos en Japón junto al anillo de compromiso—. No quiero perder más tiempo.

El jefe de su equipo de seguridad asintió y se dio la vuelta para darle instrucciones a sus subordinados. En cambio, Lee MinYi sonrió y se acercó más a él. NamJoon decidió ignorarlo. Sin embargo, desde que estuvieran dentro de su avión, arreglados y cómodos, empezaría a poner límites con este omega. Pero antes de hacer un comentario al respecto, se detuvo al sentir el característico tono de mensaje que tenía para SeokJin.

Ese omega:

Si te preguntara otra vez, quién es tu mejor opción, ¿escogerías a un desconocido o a mí?

NamJoon frunció el ceño al leer el mensaje de SeokJin. No entendía por qué él todavía continuaba empecinado con lo mismo. Sin embargo, hasta este momento, NamJoon no había pensado con profundidad en por qué el omega parecía tan molesto, pero ahora tenía un pequeño presentimiento...

¿Tal vez SeokJin estaba, de alguna forma, celoso?

Pero el pensamiento de Kim SeokJin, que es orgulloso y engreído, estando celoso por algo tan insustancial, le resultó más entretenido de lo que esperaba.

NamJoon:

Te lo dije antes, sé que eres tú.
Pero también sabes por qué no te lo pedí a ti.

Ese omega:

Es bueno saberlo.
Buen viaje.

NamJoon frunció el ceño ante el desazón en el mensaje de SeokJin. Fue muy obvio que él continuaba enojado. Entonces, por algún motivo, esto no le agrado.

Él apretó su celular entre sus manos y pensó por un momento qué debería escribir para ser más agradable y confortar al omega. El romanticismo no era lo suyo de ninguna forma. Sin embargo, por todo lo que había sucedido entre SeokJin y él en esas últimas semanas, creía que él merecía un par de palabras afables de su parte. Después de todo, no esperaba que SeokJin estuviera feliz durante toda esa semana solo con una desabrida aclaración. Así que, con mucha reticencia y pesar por lo que estaba a punto de decir, terminó escribiendo de todas formas:

Eres más bonito. También eres más carismático y encantador, ¿bien?

Diviértete con tus amigos y no hagas nada imprudente. No vayas a enfermar otra vez. Si quieres hablar, escríbeme. Trataré de responderte siempre que tenga tiempo.

Y si hay algo que quieras, también házmelo saber.

Mantente saludable, Jin.

—¿Señor Kim...? —Lee MinYi le llamó con una expresión de duda. Se había olvidado por completo del joven omega.

—¿Hay algún problema? —él preguntó con su mirada todavía en la pantalla de su celular. SeokJin no vio sus últimos mensajes. Sin embargo, en cuanto él los leyera, NamJoon esperaba que estuviera más tranquilo. Por lo que decidió apagar y guardar su celular en su bolsillo otra vez.

—Le estaba preguntando sí le gustaría empezar a familiarizarse con el papel —el omega dijo con una sonrisa en los labios volviendo a llamar su atención—. Creo que sería bueno empezar desde ahora para ser más creíbles, ¿no cree...?

NamJoon lo miró fijamente y arqueó una ceja. No creía que realmente fuera necesario.

—No será necesario.

Pero estas palabras que NamJoon estuvo a punto de vociferar, repentinamente, murieron en su boca, al escuchar la misma frase provenir de alguien más a sus espaldas.

Y él no necesito darse la vuelta, o volver a escuchar una repetición, para saber quién estaba detrás de ellos en ese momento. Esa voz llena de desdén, arrogancia y altanería, naturalmente, sólo podría pertenecer a una sola persona entre toda la gente que NamJoon conocía. Y cada músculo de su cuerpo, desde las puntas de los pies a la cabeza, se puso tan rígido como una placa de metal, cuando se dio la vuelta lentamente para observar a la persona en cuestión.

Kim SeokJin.

Él estaba allí, luciendo tan radiante y orgulloso de sí mismo como siempre, mientras sonreía alegremente. No había una pizca de inseguridad o bochorno en él. De hecho, parecía que estaba bastante feliz de haber llegado a tiempo.

NamJoon se quedó un poco pasmado. El omega simplemente volvió a hacer algo mal con sus pensamientos. Sin embargo, irónicamente, quiso reír a entender por qué SeokJin le había escrito aquella pregunta de repente. Y él fue tan crédulo y tonto, al creer que el omega todavía se sentía triste y molesto por su culpa, que trató de consolarlo con algunas palabras que usualmente nunca diría.

Fue tontamente engañado.

Y eso le hizo sentir indiscutiblemente avergonzado de sí mismo.

—¿Perdón...? —Lee MinYi murmuró viendo a SeokJin con una expresión confusa—. ¿Está hablando conmigo...?

SeokJin se acercó con pasos lentos y seguros a ellos. NamJoon no pudo evitar mirarlo fijamente por unos segundos de arriba abajo otra vez, ahora, dándose cuenta de algo muy importante.

SeokJin lucía un poco diferente.

Pero no fueron los lentes de sol que cubrían sus ojos, o la sonrisa arrogante en sus labios. SeokJin realmente lucía diferente. Se había cambiado su habitual corte de cabello y su pelo no estaba lacio. En realidad, incluso el tono de su cabello era distinto. Tenía el cabello ondulado ahora, casi esponjoso y café, cayendo bonitamente por su frente y enmarcando su pequeño rostro.

Él lucía diferente, y sin embargo, todo estaba perfectamente bien con él.

—¿Hay alguien más enfrente de mí? —SeokJin cuestionó con un poco de ironía mientras se cruzaba de brazos—. Por supuesto que estoy hablando con usted. Sin embargo, si no escucha bien, no tiene de qué preocuparse. Puedo volver a repetir mis palabras otra vez —él sonrió de lado e inclinó la cabeza con falsa inocencia. SeokJin realmente tenía un don para esto—. Dije que no será necesario que lo haga. ¿La razón? Bueno, afortunadamente, sus servicios ya no serán necesarios.

NamJoon observó al omega con una expresión imperturbable. El que SeokJin estuviera en el aeropuerto, a pesar de que no se hablaron en esos últimos cuatro días más que para cruzar un par de palabras, significaba una solo cosa. Sin embargo, NamJoon no sabía si sentirse frustrado, indiferente o muy molesto con esto. Especialmente, no después de la burla que hizo de sí mismo al creer que sería bueno escribirle algo agradable y suave a SeokJin.

Nunca se había sentido tan ridiculizado como ahora.

No obstante, él podría, y de hecho lo estaba haciendo, permitir que el omega haga su pequeño acto.

Lee MinYi, en cambio, sólo le echó una mirada desconcertada de reojo y luego volvió a posar sus ojos sobre SeokJin. Él parecía no entender la situación. De todas formas, nunca lo haría.

Este juego era un baile solo para dos.

—¿Eres Kim SeokJin-ssi...? —él murmuró con una expresión confusa al reconocer a SeokJin. Después, negó con la cabeza y preguntó—: Pero, ¿cómo puede decidir algo así por su propia cuenta...?

—Oh, déjame pensar la respuesta por un momento —SeokJin dijo con una pequeña mueca en los labios llena de falsa confusión. Entonces, como si se tratara de una obra de teatro, en la que él era el protagonista, se quitó las gafas de sol y llevó una mano a su barbilla para fingir pensar. Unos segundos después, como si de repente recordara algo importante, llevó un dedo a sus labios y los abrió con una falsa sorpresa—. Resulta que el presidente Kim no necesita un actor porque me tiene a mí, su mejor opción, ¿lo entiende? Entonces, ahora que estoy aquí, ya no son necesarios sus servicios. —SeokJin giró el rostro y miró únicamente a NamJoon con una sonrisa viciosa en los labios. Había un extraño brillo en sus ojos que delató sus verdaderas intenciones—. ¿Verdad, NamJoon-ah?

NamJoon lo observó fijamente y llevó sus manos a sus bolsillos. El omega le estaba mirando con una sonrisa desafiante y cínica. Y él se sintió gravemente irritado, pero el sentimiento de reconocimiento fue refrescante, porque esto se sentía normal. Ya no importa lo que hiciera, sabía que ya no podía enviar a SeokJin a casa. Entendió perfectamente bien que el omega solo deseaba escuchar que él le diera la razón. Si NamJoon se atrevía a decir que no, era probable que nunca más volviera a ver a Kim SeokJin en su vida, pero si decía que sí, entonces, por supuesto, tendría que llevar al omega consigo a Japón incluso después de estar renuente a hacerlo.

Él no tuvo muchas opciones aquí.

—¿Presidente Kim...? —Lee MinYi murmuró de forma inquisitiva y también lo miró. NamJoon sintió jaqueca al escucharlo.

—Él tiene razón —terminó diciendo sin mirar a SeokJin a la cara. No quería ver la satisfacción del omega acrecentar con sus palabras—. Tus servicios ya no serán necesarios. Disculpa los inconvenientes, Lee MinYi-ssi. Haré que te depositen el segundo pago que se te prometió esta misma mañana.

La expresión del omega cambió drásticamente. Él miró de NamJoon a SeokJin con perplejidad. Entonces, cuando NamJoon se quedó en silencio, él simplemente asintió comprendiendo que estaba siendo despedido. Afortunadamente para él, tendría su pago completo. Se inclinó para hacer una reverencia y se despidió, arrastrando su maleta fuera del lugar para conseguir un taxi.

En cambio, NamJoon se giró para mirar a SeokJin y preguntó con incredulidad: —¿Cómo llegaste aquí...? —No le dijo a SeokJin a qué hora partiría, ni en qué parte del aeropuerto estaría. Sin embargo, sus ojos se posaron detrás del omega, y allí observó la respuesta a su pregunta. Jungkook, ese pequeño traidor, se encontraba cuidando la maleta de SeokJin mientras los veía a ambos con una sonrisa incómoda en los labios—. ¿Tienes algo que explicar, Jeon Jungkook?

—Hola para ti también, NamJoon —SeokJin saludó con una mueca en los labios. Luego, se interpuso entre Jungkook y él. El cinismo natural en sus facciones no tuvo que alterar a NamJoon tanto como lo estaba haciendo—. Jungkook-ah solo me prestó un poco de ayuda. No tienes que molestarte con él.

—¿Por qué me escribiste ese mensaje...? —NamJoon preguntó en cambio. Sin embargo, se dio cuenta que su pregunta era incorrecta y decidió preguntar algo más—: ¿Por qué viniste a pesar de todo lo que te dije?

No obstante, aunque NamJoon estaba preguntando esto, sabía por qué a SeokJin no le importó nada de lo que dijo. No fue tan difícil para él pensar en qué clase de razonamiento había tenido el omega.

NamJoon miró a su primo otra vez, que se encontraba nervioso, y después a SeokJin, que continuaba sonriendo descaradamente a la espera de que él los retara a ambos por lo que habían hecho. Sin embargo, al final, decidió que no perdería su tiempo discutiendo con ninguno de ellos ahora. A diferencia de lo que los dos omegas creían, que probablemente era que él estaba muy molesto, no fue así.

Él se dio la vuelta y se acercó a Jungkook.

—Dame los anillos y encárgate de todo lo demás desde aquí.

—No se preocupe por nada, señor —Jungkook sacó de su bolsillo una cajita de terciopelo azul y se la tendió—. Ya hice todos los arreglos para SeokJin-hyung. También me encargaré de todo lo demás. —Jungkook se giró y observó a SeokJin con un poco de preocupación—. Tengan un buen viaje y regresen bien.

NamJoon asintió y se despidió del omega.

—Vámonos —le dijo a SeokJin con una expresión en blanco—. Se está haciendo tarde.

Pero el omega le miró desconcertado por su inquebrantable calma y luego se dio la vuelta para despedirse de Jungkook y agarrar su maleta. NamJoon empezó a caminar sin importarle si SeokJin se quedaba atrás o no. De reojo, observó cómo él abrazaba y besaba a su primo en la mejilla, antes de correr para alcanzarlo.

—Espera... ¿NamJoon? —SeokJin le llamó con confusión en su voz. Su maleta fue tomada por el Jefe Choi y él se apresuró a caminar a su lado—. ¿No te vas a quejar...?

Pero NamJoon no le respondió.

Él no tenía necesidad de discutir con SeokJin enfrente de sus empleados. Tendría alrededor de dos horas para regañar al omega en la privacidad de su avión.

El omega tendría que hacerse responsable por sus acciones.

. . .

Aunque había corrido detrás de NamJoon, poniendo su orgullo y dignidad en juego, porque fue significativamente probable que el alfa no cambiara de opinión, SeokJin tenía que aclarar, con cualquier persona que se atreviera a preguntar, que, en realidad, no lo hizo solo porque estaba un poco celoso.

Hubo muchas cosas en juego con este repentino, y muy molesto, viaje a Japón.

En primer lugar, continuaba muy enojado con NamJoon. También lo estaba consigo mismo. Sin embargo, después de la discusión de esa noche, él no había dejado de pensar en todas las implicaciones, muy implícitas, dentro de la relación falsa que había arreglado NamJoon para este viaje...

Dicho de otra forma, SeokJin no era el único omega con las cualidades para seducir a un alfa. Tampoco sería el único interesado en ganarse el favor de NamJoon, un alfa dominante y rico, que estaba irónicamente soltero.

NamJoon tendría que besar y abrazar a este omega con regularidad para ser creíble. La atracción que podía surgir por estas simples acciones fueron inequívocamente inesperadas; solo míralos a ellos dos. Entonces, con mucha frialdad, SeokJin pensó para sí mismo: ¿qué pasaría si a NamJoon le terminaba gustando este actor...?

¡Todos sus planes, de principio a fin, así como el esfuerzo que ha invertido en ese alfa durante esos meses, se irían a la basura por un simple descuido! Y cada vez que pensó en esto, que lo hizo con mucha regularidad, se sintió más molesto que antes.

No podía tolerar de ninguna forma el pensamiento de Kim NamJoon besando, abrazando y presentando a ese actor como su omega.

Fue simplemente muy molesto...

Entonces, debido al constante estrés que le provocaron todos estos pensamientos, SeokJin tuvo que recurrir con mucha urgencia a una sesión terapéutica de masaje y peluquería junto a JiMin y Hoseok. Y aunque sus amigos creyeron que estaba enloqueciendo, porque sus conflictos con NamJoon eran casi inverosímiles y maritales, charlar con ellos le ayudó a darse cuenta de algo muy difícil de aceptar.

Al principio, creyó que solo era su orgullo como actor lo que estaba más herido. No podía soportar pensar que NamJoon creía que alguien más era mejor que él. No quería permitir que el alfa escogiera a otro omega sobre él. Pero JiMin lo miró con descaro y le dijo: «Oh dios, solo cállate, Hyung. Estás celoso como la mierda. ¡Todos aquí pueden decir lo mismo!, ¿verdad?» Entonces, tanto Hoseok como sus estilistas, estuvieron de acuerdo con la afirmación de JiMin.

Él se molestó en demasía por esto. Pero fue entonces cuando se dio cuenta que estaba innegablemente celoso.

Y el descubrir, repentinamente, que es un omega celoso y posesivo no fue algo agradable para SeokJin.

Naturalmente, los celos eran un sentimiento bastante común en las personas ordinarias. HoSeok fue muy celoso e inseguro cuando empezó a salir con YoonGi. Jungkook sentía celos de cualquier persona que coqueteaba con Kim Taehyung. JiMin sentía celos cuando los veía a ellos, sus amigos, pasar más rato con otras personas que con él... De alguna forma, en mayor o menor medida, toda la gente sentía celos, y SeokJin no fue la excepción.

Sin embargo, esta relevante regularidad, no significaba que los celos no estuvieran llenos de sentimientos dispares, desagradables y muy intensos. Los celos fueron una respuesta emocional al miedo de perder algo. Algo que, irónicamente, se asume como tuyo. Que es de tu propiedad. SeokJin lo sabía más que bien.

Pero él nunca sintió celos por un alfa.

Sin embargo, cuando se miró a sí mismo ahora, sintiendo celos e imaginando todo tipo de escenarios entre NamJoon y ese otro omega, solo porque el alfa pasaría toda una semana fingiendo que estaba casado con él, se sintió bastante enfurecido.

Él SeokJin de hace unos meses atrás, ese que se sentía tan orgulloso de no ser tan ordinario e insufrible, se burlaría descaradamente de su yo actual, que fue penoso y muy corriente.

Y sin embargo, incluso si había aceptado maduramente que estaba un poco celoso, en el lío confuso de sus sentimientos, no encontró una razón coherente para estarlo. Después de todo, NamJoon y él no eran una pareja real. Tampoco le gustaba NamJoon. Y mucho menos estaba enamorado de él. Lo más razonable fue su innegable deseo por ser la única persona en los ojos del alfa hasta que todo entre ellos acabará . No le gustaba compartir.

De todas formas, SeokJin también llegó a la conclusión de que si pierde a NamJoon por culpa de su orgullo, de hecho, también perdería su dinero. Entonces, por supuesto, el esfuerzo que ha hecho en estos últimos tres meses sería en vano. Y él, Kim SeokJin, no podía permitir que tal situación sucediera enfrente de sus ojos.

¡Tuvo que tomar medidas drásticas!

Fue así como terminó comunicándose con Jungkook, que fue obviamente responsable de arreglar parte del itinerario del alfa, para enterarse sobre más detalles acerca de este viaje y ver el perfil del actor con el que NamJoon viajaría. ¿Quién era NamJoon para decidir cuál era su límite de tolerancia? ¡Nadie! Solo él mismo sabía cuánto podía tolerar. Y, aunque era muy orgulloso, podía actuar de maravilla y no verse afectado por comentarios o miradas indiscretas.

SeokJin lo decidió.

Sería el único omega al que NamJoon llamaría esposo.

—¿Vas a estar callado todo el viaje? —NamJoon preguntó sin mirarlo fijamente a la cara.

Él alfa había pasado todo el tiempo desde que despegó el avión observando su tableta. No le dio una sola palabra hasta ahora. Y en vista de ello, SeokJin hizo lo mismo con su celular, dándose cuenta que, por algún motivo, NamJoon había eliminado los últimos mensajes que le envió. Fue la primera vez que el alfa borraba un mensaje, y no solo uno, fueron cuatro en total. SeokJin no los vio porque había estado corriendo para llegar a tiempo. Ahora sintió mucha curiosidad y quiso preguntar. Pero decidió ignorar a NamJoon por el bien de su orgullo.

Tomó descaradamente su copa de vino y le dio un largo trago en silencio. De soslayo, pudo ver cómo el alfa levantaba la cabeza para mirarlo, luciendo su usual ceño fruncido en su frente.

—Entonces, ¿este es tu nuevo juego? —NamJoon volvió a cuestionar con un semblante impasible—. ¿Vas a ignorarme durante todo el viaje también?

SeokJin se cruzó de brazos y se encogió de hombros. —Uhmm... Tal vez —Fue lo único que murmuró sin tomarse la molestia de mirar al alfa.

NamJoon lo observó en silencio por un momento. Luego, él dejó su tableta sobre la mesa y dijo: —Bien. Juguemos un poco. —Pero él repentinamente se desabrochó su cinturón y se puso de pie.

SeokJin alzó el rostro para mirarlo a la cara con incredulidad. Sin embargo, NamJoon rodeó la mesa entre sus asientos, y se paró frente a él con su usual porte autoritario.

—¿Qué estás haciendo...? —SeokJin inquirió con confusión.

Pero el alfa se inclinó y apoyó una mano en el respaldo de su asiento. —Vas a dejar de ignorarme y me vas a decir por qué viniste —él ordenó con un tono serio y una expresión severa. Luego, agarró su barbilla y alzó su rostro para mirarlo a los ojos—. Esta vez, no es una petición, ¿entiendes?

SeokJin se sintió un poco acorralado en esta situación. No pudo desviar la mirada a ningún lugar porque NamJoon lo estaba cubriendo con su cuerpo. Entonces, él se relamió los labios y observó al alfa a los ojos con el ceño fruncido, pensando en cómo salir de esta situación.

De ninguna manera podía confesar sus verdaderos motivos. En primer lugar, porque NamJoon no puede enterarse de la razón por la cual lo persigue. En segundo lugar, porque NamJoon tampoco podía enterarse de que estaba celoso.

Eso fue humillarse a sí mismo.

—¿O qué...? —él replicó a la defensiva con una mueca en los labios. Desviar la pregunta fue su mejor opción—. No me detuviste... Eso es porque me quieres aquí, ¿no?

Esto fue una afirmación un poco pretenciosa. Pero el alfa no lo negó. En cambio, él continuó mirándolo de forma imperturbable por unos segundos más, antes de apretar sus mejillas con sus dedos.

—Sabes muy bien qué pasará si no respondes —NamJoon murmuró con seguridad y una mirada intensa sobre su boca. Su amenaza contenía una connotación algo inadecuada. Pero SeokJin sintió un intenso cosquilleo recorrer su cuerpo ante su tono bajo—. Haré que todos en este avión te escuchen, Kim SeokJin...

Él abrió los labios con sorpresa y exhaló audiblemente. ¿Cómo se atrevía este hombre a acorralarlo así...? Sin embargo, el tono de su voz, cada gesto y palabra, se sintió como un viejo recordatorio. Fue casi como si volviera a ese entonces: a los días en que los que se conocieron. Y muy a pesar suyo, SeokJin no pudo evitar imaginar al alfa desabrochando su cinturón, en ese mismo momento, para darle la vuelta y azotar su trasero, hasta hacerlo gemir y confesar... Hasta que el equipo de seguridad, la azafata, el piloto y el copiloto se dieran cuenta de lo que ellos dos estaban haciendo en esa cabina.

Fue bochornoso...

—Eres tan ruin... —él susurró con los labios un poco temblorosos después de tener esa inapropiada imaginación—. ¿Me estás amenazando ahora...?

—¿Amenazando? —NamJoon inquirió con una pequeña sonrisa burlesca haciendo acto de presencia en su boca. Él acarició el labio inferior de SeokJin con su dedo pulgar y lo miró desde arriba con altanería—. Una amenaza es algo desagradable. Sin embargo, percibo que a ti te agrada mucho esta idea.

SeokJin cerró los ojos y exhaló con una sensación extraña recorriendo su piel. Tal vez era cierto cuando la gente decía que la abstinencia te hacía encontrar situaciones extrañas muy atractivas. Pero NamJoon soltó sus mejillas, tan de repente como lo sostuvo, y se apartó de él. Cuando SeokJin volvió a abrir los ojos, para ver qué estaba haciendo el alfa, se encontró con NamJoon sentándose otra vez frente a él con las piernas cruzadas y una mirada burlesca sobre él.

SeokJin se sintió avergonzado.

Sin embargo, por mucho que llevaban conviviendo, NamJoon no terminaba de entender algo sumamente importante. SeokJin no era el tipo de omega que permitía que lo intimiden tan fácilmente. Incluso si le excitaba que NamJoon lo avergonzara de esta forma, simplemente era demasiado orgulloso para aceptarlo. Por lo tanto, él también se desabrochó su cinturón y se puso de pie con la mirada sobre el alfa, decidiendo que también jugaría su mismo juego.

NamJoon lo miró con las cejas arqueadas, esperando ver lo que estaba a punto de hacer, pero SeokJin se acercó a él y agarró su corbata, viéndolo a los ojos con engreimiento, mientras se sentaba lentamente a horcajadas sobre sus muslos. Había más que nada arrogancia en su mirada cuando observó como el alfa se quedó viendo su rostro fijamente. Quizás ambos necesitaban un poco del sentimiento de satisfacción que les inundaba el provocarse entre ellos.

—¿Y por qué no lo haces, NamJoon? —él dijo con una sonrisa descarada y condescendiente en sus labios para molestar al hombre. Luego, enrolló la corbata del alfa en su mano y jaló de ella para juntar sus frentes—. Bájame los pantalones, abofetéame el culo y fóllame tan bien como lo haces en casa... —susurró lentamente y acarició el pecho de NamJoon por encima de su camisa. Entonces, cuando el alfa estuvo a punto de juntar sus bocas, él se alejó y susurró en su oído—: Estoy seguro que todos esos alfas ahí atrás estarán muy gozosos imaginando como me veo mientras gimo... Tal vez incluso quieran charlar conmigo cuando no estés.

SeokJin se rió y le dio una palmadita en la mejilla a NamJoon. Sin embargo, cuando estuvo a punto de bajarse de su regazo, sintió la forma inequívoca en la que los músculos y extremidades del alfa se tensaban después de escuchar su cínica declaración. ¿NamJoon quería jugar con él? Bueno, SeokJin le daría un poco de su propia medicina, porque estaba seguro que a Kim NamJoon, incluso si actuaba indiferente y frío en cuanto a su convenio, no le gustaba el pensamiento de otro alfa coqueteando con él.

Fue muy tonto de parte de NamJoon creer que SeokJin no se daría cuenta de esto; que no descubriría lo posesivo que él era con las cosas que le gustaban.

Y él le gustaba a NamJoon, de cierta forma.

—Realmente eres desvergonzado... —NamJoon murmuró con un poco de recelo en sus palabras. Pero sus manos se apretaron sobre la cintura de SeokJin y no lo dejaron ir—. Pero bien... Veamos si realmente eres tan audaz como aparentas.

NamJoon agarró sus muslos con fuerza y se puso de pie con SeokJin en sus brazos. Él se sorprendió ante la repentina acción del alfa. Sin embargo, el hombre no le bastó con cargarlo de esta forma. ¡NamJoon lo levantó y lo arrojó sobre su hombro como un costal de papás! Entonces, cuando SeokJin estuvo sobre su hombro, él empezó a caminar con dirección a la puerta de la cabina.

SeokJin se quedó atónito.

—¡¿A dónde me llevas...?! —él inquirió con incredulidad. No podía creer que NamJoon estuviera a punto de hacer lo que él estaba pensando.

—¿No querías juzgar? —NamJoon preguntó con falsa preocupación—. Vamos a jugar ahora.

SeokJin abrió y cerró los labios con estupefacción. NamJoon no podía hacerle esto... Sin embargo, cuando observó que el alfa estaba realmente a punto de alcanzar la puerta, empezó a moverse para que él lo bajara.

—¡Bájame! —SeokJin pataleó con las mejillas rojas de vergüenza mientras golpeaba la espalda del hombre—. ¡¿Quieres morir?! ¡Bastardo loco...!

Pero NamJoon le dio, humillantemente, una nalgada y luego lo sostuvo con ambos brazos. Él terminó su trayecto y abrió la puerta hacia el otro compartimiento. SeokJin sintió que su alma empezaba a salir por su boca cuando percibió la indudable mezcla de aromas en esa otra cabina.

NamJoon realmente lo iba a humillar.

Casi de cabeza, y con los ojos entrecerrados, él observó con vergüenza a todo el equipo de seguridad del alfa, que estaban sentados en ese compartimiento del avión.

—¿Señor Kim...? —escuchó a uno de los hombres murmurar cuando se dio cuenta de la presencia de NamJoon en su cabina.

Pero SeokJin sintió que su rostro enrojecía mucho más cuando los otros cuatro hombres, que se encontraban sentados ociosamente, levantaron la cabeza y los observaron por unos segundos con expresiones confundidas, sin entender qué demonios ellos estaban haciendo, antes de pararse rápidamente e inclinar la cabeza para saludar a su jefe.

Él deseó que la tierra se lo tragara.

No obstante, como estaba a kilómetros del suelo, y era prácticamente imposible que la tierra se lo tragara, él fingió hacerse el muerto y cerró los ojos para no ver a nadie a la cara.

¿Qué tan malo era fingir ser un costal inanimado sobre el hombro de NamJoon...?

Pero Kim NamJoon, ese loco altanero y mandón, lo empujó y le hizo abrir los ojos cuando lo puso sobre el suelo otra vez. SeokJin se vio obligado a pararse enfrente de los cinco guardaespaldas y observarlos a la cara con estupefacción.

Tuvo que recordarse a sí mismo, en algún momento, que él era un actor... Un jodido actor. No podía mostrar tanta vergüenza.

—¿El presidente Kim necesita algo? —El jefe de seguridad preguntó con un tono calmado. Él no parecía para nada sorprendido, ni confundido, por su inusual entrada. SeokJin quería robar su paciencia y comprensión ahora.

—Todos ustedes saben por qué voy a Japón —NamJoon habló con un tono terriblemente serio detrás de él. No parecía ser el mismo hombre que estaba tratando de avergonzarlo unos instantes atrás—. Hubo algunos cambios en los planes. Pero no quiero ninguna clase de error o ineptitud de su parte durante esta semana. —Entonces, él puso una mano sobre el hombro de SeokJin, provocando que la atención otra vez se dirigiera a él—. Kim SeokJin será mi omega y mi esposo para todos en Japón a partir de este momento. Y quiero que lo traten y se dirijan a él como tal desde ahora, ¿entendido?

SeokJin giró el rostro y miró al alfa con perplejidad. Francamente, no esperaba que NamJoon lo hubiera traído para presentarlo como su omega y dar un discurso al respecto.

Pero los cinco hombres, que eran mucho más altos y robustos que él, se inclinaron la cabeza para saludarlo como correspondía. Sin embargo, incluso si sabía que esto solo era una falsa, sintió sus mejillas volver a enrojecer cuando escuchó que lo llamaron Sr. Kim. Él sonrió levemente y también hizo una leve inclinación con mucha vergüenza. No se preparó mentalmente para esta clase de situación en lo más mínimo.

¡¿Qué se supone que él debería hacer?!

Pero NamJoon lo agarró de la mano, sacándolo de sus pensamientos, y casi lo arrastró mientras caminaba por el pasillo como si fueran la únicas personas en la cabina. Cuando finalmente llegó al final del compartimiento se detuvo y miró al jefe de seguridad a la cara.

—Si sucede algo, hazte cargo. —él ordenó con un semblante pétreo—. No quiero que nos molesten.

El hombre asintió y dijo: —Como ordene, señor.

Entonces, sin decir algo más, NamJoon cruzó al otro comportamiento, que era más pequeño y se encontraba vacío, y caminó hasta el final del pasillo, donde había una puerta un poco diferente. SeokJin estaba tan pasmado que no hizo nada para alejarse del alfa o caminar por su propia cuenta. Y cuando NamJoon abrió la puerta, empujándolo dentro, fue cuando se dio cuenta que se trataba de un camarote... SeokJin abrió los labios con sorpresa y quiso hablar. Sin embargo, tan rápido como lo cargó anteriormente, el alfa lo arrojó sobre la cama y lo miró desde arriba con una expresión altiva.

—¿Por qué tu rostro está rojo? —NamJoon se burló con un tono cínico en su voz. Él sabía perfectamente bien lo avergonzado que estaba SeokJin, y aun así, se atrevió a preguntar—. Creía que eras lo suficientemente desvergonzado como para no importarte un poco de atención, ¿no?

SeokJin le dio una mirada desdeñosa. Incluso si era desvergonzado por naturaleza, en realidad, él también tenía ciertos límites. Nunca creyó que NamJoon realmente lo cargaría, y lo pasearía por todo el avión, solo para presentarlo arrogantemente ante sus empleados como su omega y luego llevarlo a su camarote. Fue sumamente bochornoso.

—¡Tuviste que avisarme! —SeokJin replicó en su defensa. Se cubrió el rostro con ambas manos y fingió llorar—. Has arruinado mi reputación...

—Quería ver que tan bueno eres improvisando —NamJoon continuó mofándose con una expresión imperturbable. Pero se acercó a él y agarró sus manos para apartarlas de su cara—. Fallaste la primera prueba.

—Eso es tan injusto... —SeokJin volvió a quejarse con un puchero en los labios—. ¡No estaba preparado y ahora todos tendrán una idea equivocada sobre lo que estamos haciendo...!

—¿Por qué tendrían una idea equivocada? —NamJoon interrogó alzando su barbilla con su dedo índice—. No estaba tratando de avergonzarte cuando pedí que nadie nos moleste.

Al entender las palabras implícitas, SeokJin abrió los labios ligeramente con sorpresa y observó al alfa. ¿NamJoon realmente quería hacerlo en un jodido avión...? Bueno. En realidad, ahora no tendrían una idea equivocada sobre lo que ellos estarían haciendo... No obstante, SeokJin se dio cuenta en su mente de algo sumamente importante dentro de las recientes acciones de NamJoon.

Ese bastardo fue bastante ingenioso.

—Te odio... Eres muy insoportable... —él susurró con un poco de resequedad en sus labios. Pudo sentir todo su cuerpo empezar a hormiguear cuando sus ojos se deslizaron hasta la entrepierna del alfa. Incluso a través del pantalón, podía notar la indudable erección del hombre—. ¿Por qué me llevaste realmente ante ellos...?

—¿Por qué crees que realmente lo hice? —NamJoon preguntó con una sonrisa vil en los labios. Él llevó una mano a la nuca de SeokJin y acarició su cabello antes de agarrarlo en un puño—. Vamos, ilumíname, Kim SeokJin.

SeokJin lamió sus propios labios sin dejar de mirar al alfa a los ojos, su corazón estaba empezando a latir un poco rápido, casi al mismo tiempo que sentía la sangre en su cuerpo empezar a calentarse, pero él llevó inconscientemente sus manos a la correa de los pantalones del alfa y empezó a desabrocharla con las palmas sudorosas.

—Incluso si me escuchan gemir, o se sienten atraídos por mí, no se atreverán a hablar conmigo en privado... —SeokJin explicó los pensamientos del alfa con un tono bajo. Al mismo tiempo, desabrochó el botón de los pantalones del hombre y empezó a bajar la cremallera lentamente—. Querías que todos supieran que no me pueden tocar, hablar, ni mirar de forma inapropiada, ¿verdad...?

NamJoon sonrió levemente y acarició otra vez su labio inferior con su pulgar. —Eres muy inteligente cuando te lo propones —él comentó con un poco de sarcasmo en su voz—. Pero, principalmente, te di el valor que vas a necesitar para que te respeten y te traten como me tratan a mí.

—Eres un idiota... —él farfulló con un poco de conmoción.

NamJoon sonrió levemente y después volvió a su usual semblante indiferente. —Basta de charla —él dijo con severidad, mientras presionaba su labio inferior con su dedo y lo instaba a abrir la boca—. Abre la boca o date la vuelta. Tú decides.

SeokJin tragó en seco y lo miró con el ceño fruncido. Él realmente odiaba a este hombre tanto como le gustaba.

Pero manoteó la mano de NamJoon que estaba en su rostro y dijo: —Déjame hacerlo a mí mismo... —Entonces, sin decir muchas palabras, él acarició la erección del alfa sobre su boxer y suspiró ante la sensación de familiaridad.

Maldición, como le gustaba a SeokJin la polla de este hombre.

Él se inclinó y lamió el miembro del alfa por encima de la tela oscura de su ropa interior. La sensación de la tela en su lengua, y la dureza de su pene, le hizo gemir gustosamente. NamJoon estaba tan duro ahora, aunque apenas estaban comenzando, que hizo a SeokJin preguntarse desde cuándo él se sentía tan ansioso por jugar con su boca.

SeokJin agarró el elástico de sus bóxer con una mano y lo jaló para sacar su erección. Tuvo que relamer sus propios labios para calmar la ansiedad de tomar el pene de NamJoon apresuradamente en su boca. Y finalmente, cuando estuvo más tranquilo, deslizó su lengua por toda la extensión de su miembro para empaparlo con su saliva. El sabor familiar y la sanción de la tersa piel de NamJoon le hizo exhalar con satisfacción otra vez.

—Realmente pareces querer tomarte tu tiempo. —NamJoon resopló con un poco de ironía. Sin embargo, a pesar de sus palabras, sus ojos estaban siguiendo todos los movimientos de la boca de SeokJin sobre su miembro.

SeokJin alzó la mirada para verlo a los ojos, mientras envolvía en la calidez de su boca la mitad de su pene de forma lasciva, dándole suaves y apretadas succiones. Él sabía, desde hace mucho tiempo, lo mucho que al alfa le gustaba verlo chuparle la polla. Y cada vez que SeokJin lo hace, no puede evitar recordar, con mucha diversión, qué fue de esta forma como terminó enredándose con Kim NamJoon por primera vez.

Entonces, naturalmente, su lengua y sus labios se deslizaron por la longitud del alfa con mucha experiencia, salivando todo su camino casi hasta la base, porque conoce todo lo que a este hombre le gusta de principio a fin. Un momento después, sostuvo el pene de NamJoon con una mano para masturbarlo, mientras empezaba a chupar con más ahínco, disfrutando como su saliva y el presemen se mezclaban en su boca.

SeokJin todavía tenía un poco de dificultad para hacerle una garganta profunda a NamJoon. Él fue demasiado en todos los sentidos. Sin embargo, sabiendo lo mucho que al alfa le gustaba, siempre lo hacía por él. Le gustaba complacer en esto a NamJoon. Fue algo en lo que se consideraba bueno.

—Parece que lo extrañaste... —NamJoon murmuró con aspereza en su voz. Él acarició la mejilla de SeokJin lentamente con sus dedos.

SeokJin abandonó su miembro y le respondió con una sonrisa de suficiencia: —Es la única parte que me gusta de ti.... Por supuesto que lo extrañe.

NamJoon bufó y después sonrió levemente. Parecía estar de buen humor ahora. Pero la forma en la que continuaba completamente duro en su boca, y sus venas se marcaban en sus manos y cuello, delató lo mucho que necesitaba que SeokJin continuará su trabajo.

Y SeokJin lo hizo con mucho amor.

Él enredó su lengua alrededor del borde sensible de la cabeza del pene del alfa y lamió toda su circunferencia con movimientos circulares, haciendo que cada músculo de NamJoon se tensara, y este maldijera en voz baja. NamJoon soltó una exhalación y colocó una de sus palmas en su nuca para sostener su cabeza, queriendo follar su boca hasta correrse, y SeokJin se lo permitió. Él dejó que el alfa le jalara del pelo y usará su boca como un agujero que necesitaba ser jodido. Normalmente, NamJoon siempre lo dejaba ir a su propio ritmo. Sin embargo, mientras observaba el semblante del alfa, SeokJin entendió que el hombre necesitaba urgentemente esta liberación. Una semana de estrés y abstinencia no fue algo fácil de soportar.

El aroma a ginebra de NamJoon se hizo más fuerte y embriagador, mezclándose perfectamente bien con su floreciente olor a jazmines, mientras sus jadeos y los sonidos de succión llenaban el camarote. Y cuando volvió a mirar al alfa, con los ojos vidriosos y la boca llena con su polla, NamJoon soltó un pequeño gruñido y agarró su cabello para apartarlo.

SeokJin lo miró con aturdimiento y los labios hinchados. Su garganta estaba ardiendo un poco, pero todavía quería la polla de NamJoon en su boca, forzándolo y usándolo como deseara el alfa.

—Abre la boca, bonito... —NamJoon ordenó con voz ronca en cambio.

SeokJin abrió la boca y sacó la lengua, esperando por esto, por todo lo que el alfa deseara darle, mientras lo miraba a los ojos con fascinación.

Y NamJoon no lo hizo esperar, él sostuvo su propio pene y se masturbó, mientras sostenía el cabello de SeokJin para mantenerlo en el mismo lugar. No pasó mucho tiempo antes de que su respiración se volviera rápida y entrecortada, una señal segura de que él se estaba acercando. Entonces, finalmente, SeokJin sintió el semen espeso y caliente brotar a borbotones de su pene.

El alfa se corrió en su cara y pintó su rostro con su semilla.

El líquido resbaló por sus mejillas y su lengua, mojando su piel paulatinamente, pero SeokJin se inclinó y lamió el semen que se deslizaba por la cabeza del pene del hombre, sin dejar que nada se desperdicie, antes de volver a mirarlo a la cara.

Tal vez había sido muy bueno para él, porque NamJoon lo estaba observando con calidez, casi sofocante, en sus ojos. Entonces, él deslizó su pulgar por su comisura lentamente para limpiarlo. SeokJin cerró los ojos y suspiró suavemente por el contacto.

Él no tuvo que apreciar estos pequeños gestos como lo estaba haciendo.

Pero, lamentablemente, lo hizo.

—Quítate el pantalón y date la vuelta... —NamJoon espetó en voz baja—. Todavía no he terminado contigo.

SeokJin rodó los ojos y resopló con una pequeña sonrisa en los labios. Este hombre no podía dejar de ser mandón en ningún momento. Pero él hizo felizmente lo que el alfa le pidió. SeokJin se quitó el pantalón y la ropa interior para él. No obstante, la camisa blanca y el chaleco de lana que llevaba puesto se mantuvieron cubriendo su desnudez, hasta que se dio la vuelta y se recostó para inclinar el culo.

SeokJin giró el rostro y observó como NamJoon lo estaba mirando con una expresión imperturbable. Una sonrisa socarrona surcó sus labios por esto.

—Oh, cariño, no sabes cuánto me gusta que me mires así... —él bromeó con el alfa. Le gustaba como el hombre siempre fingía estar sereno y calmado aunque otras partes de su cuerpo lo delataran—. Me hace sentir escalofríos y excitado al mismo tiempo, ¿sabes?

NamJoon arqueó una ceja, y en vez de responder, acarició su culo con la palma de su mano. SeokJin tuvo que morder su labio inferior al saber que significaba eso, porque el alfa siempre se preocupaba por darle un par de caricias en la zona en la que deseaba marcarlo. Y tal como imagino, repentinamente, el hombre azotó su culo con la cantidad de fuerza necesaria para hacerlo estremecerse y soltar un quejido. Él nunca fue realmente duro con SeokJin, sin embargo, tampoco fue suave. Siempre uso la fuerza justa para proporcionarle más placer que dolor. Pero, después, los dedos de NamJoon se deslizaron lentamente hacia su orificio. Él no tardó mucho para empezar a acariciar los bordes de su agujero con su dedo de enmedio. Y SeokJin ya estaba mojado por la excitación que le provocó chupar su polla, por lo tanto, NamJoon tampoco se demoró en ingresar dos dedos al mismo tiempo.

SeokJin arqueó ligeramente la espalda por la intromisión e inhaló profundamente cuando el alfa empezó a jugar con su orificio, haciendo que su lubricante empezará a resbalar por su perineo lentamente. Sin embargo, parecía que NamJoon no deseaba jugar con él de esta forma durante mucho tiempo. Él tomó el líquido resbaladizo en sus dedos y acarició la parte interior de los mulos de SeokJin para esparcirlo en el lugar.

—Esto será rápido —NamJoon avisó cuando apoyó una de sus rodillas sobre el borde de la cama y sostuvo sus caderas con ambas manos—. Desafortunadamente, no hay suficiente tiempo para jugar.

Aunque SeokJin entendió esto, abrió los labios con sorpresa cuando percibió el miembro del alfa meterse entre sus muslos, en vez de en otra parte de su cuerpo que se encontraba muy ansiosa. Parecía ser que, en realidad, NamJoon no tenía planeado ir hasta el final.

—¿No entrarás...? —él preguntó con la voz un poco temblorosa. Pero se sostuvo en sus brazos con tenacidad y esperó a que el alfa hiciera un movimiento—. Dijiste que la próxima vez lo harías...

—No he cambiado de opinión. Pero no hay suficiente tiempo para probar algo nuevo —NamJoon explicó llevando una mano a su barbilla para girar su rostro y verlo a los ojos—. Me temo que si voy hasta el final, entonces, no podré parar durante un tiempo, ¿lo entiendes...? —él terminó confesando con un tono ronco y suave contra su oído. SeokJin sintió su cuerpo estremecerse al entender entrelíneas lo que el alfa trataba de decir—. Ahora, aprieta bien esos muslos, y sé paciente.

El alfa se inclinó y besó su comisura.

SeokJin suspiró y apretó los muslos como él le pidió. NamJoon volvió a erguirse y sostuvo sus caderas con fuerza. Entonces, cuando SeokJin estuvo listo, él empujó dentro de sus muslos, provocando que sus erecciones se rozaran por la repentina embestida. SeokJin se sacudió e hizo todo lo posible por mantener sus piernas apretadas para NamJoon, pero la sensación cálida en su piel, y la excitación por el contacto, solo le hizo gemir y apoyar su cabeza sobre el colchón.

Fue la primera vez que ellos tenían sexo, por así decirlo, de esta manera. Y aunque SeokJin creyó que no se sentiría bien, porque NamJoon estaba follando sus jodidos muslos, al final, sí lo hizo. El alfa arremetió contra él de forma impetuosa, haciendo que SeokJin se viera en la necesidad de aferrarse a las sabanas, mientras NamJoon apretaba por sí mismo sus muslos con fuerza. Su piel enrojeció y ardió. Pero el líquido que resbalaba de su perineo continuó haciendo que los movimientos del alfa fueran satisfactorios.

Él realmente se estremeció y gimió como si NamJoon estuviera jodiendo su agujero.

—Uhm... Joon-ah... ¡Ah! —SeokJin se quejó cuando el alfa se inclinó para mordisquear su oreja y agarrar su pene. NamJoon empezó a masturbarlo al mismo ritmo de sus embestidas—. ¡Esto es tan raro...!

Pero el alfa se rió detrás de él y dijo: —Pero lo estás disfrutando —mientras lo follaba y exhalaba aire caliente contra su oído—. Tus muslos son casi tan buenos como tu agujero...

SeokJin soltó un fuerte gemido cuando NamJoon apretó la punta de su miembro y se vino en la mano del hombre. Al mismo tiempo, NamJoon continuó buscando su propio placer, empujando dentro de sus muslos con fuerza y celeridad, hasta que volvió a correrse por segunda vez entre sus piernas.

SeokJin cayó lánguidamente sobre la cama, la cara interior de sus muslos rojas y mojadas, mientras inhalaba y exhalaba para recuperarse. Sintió a NamJoon erguirse detrás de él y empezar a arreglar su ropa. Pero él solo se recostó boca arriba en la cama y observó el techo del avión con una sensación de vértigo todavía apoderándose de todo su cuerpo.

Cuando volvió a girar el rostro, para tratar de ver que estaba haciendo el alfa, observó que el hombre estaba saliendo del pequeño baño del dormitorio con una toalla en las manos. SeokJin suspiró y quiso reír. Repentinamente, sintió un deja vu: NamJoon con su habitual expresión imperturbable lanzándole una toalla para que se limpie y se de prisa. Por dios, solo fue hace dos meses, pero SeokJin sintió como si hubieran pasado mucho tiempo desde aquel acontecimiento en su despacho.

Y él esperó tranquilamente a que NamJoon le arrojará la toalla, pidiéndole que se de prisa. Después de todo, no sería algo extraño. Sin embargo, el hombre le dio una mirada inexpresiva y se acercó nuevamente a la cama, sentándose en él borde cerca a él.

—Acércate y déjame limpiarte un poco —NamJoon dijo tranquilamente con la toalla en la mano—. Aunque, de todas formas, tendrás que darte un baño después.

SeokJin abrió los labios y lo miró con un poco de sorpresa. Fue un poco inesperado que el alfa se tomara las molestias. Pero él sonrió e hizo lo que el hombre le pidió sin replicar. Entonces, con suavidad, NamJoon pasó la toalla primero por su rostro. Y SeokJin recordó tardíamente que todavía tenía semen seco en la cara. Fue tan gracioso como asqueroso. Pero NamJoon limpió sus mejillas y después el interior de sus muslos. Finalmente, cuando arregló un poco el desastre que era SeokJin, volvió a llevar la toalla al baño.

SeokJin no hizo el esfuerzo de ponerse su ropa interior y pantalones. En cualquier caso, tendría que bañarse antes de que aterrizara el avión.

—Espero que ahora si quieras hablar —NamJoon espetó cuando volvió a la habitación y lo miró con paciencia.

SeokJin se sentó y jaló de su camisa para cubrir su desnudez. Él sonrió y palmeó la cama para que el alfa se sentara a su lado. —Estoy lo suficientemente feliz ahora para responder todas tus preguntas.

NamJoon se acercó a la cama y se sentó contra el respaldar. Él realmente parecía muchísimo más relajado que durante todos los anteriores días. —En primer lugar, ¿por qué viniste a pesar de lo que te dije?

SeokJin se movió para acercarse al alfa y se tomó la libertad de recostar su cabeza sobre el muslo del hombre. NamJoon resopló al verlo hacer esto. No obstante, él se acomodó más adecuadamente para que no tuviera dolor de cuello. SeokJin se lo agradeció internamente.

—Estuve pensando estos días y decidí que yo era mejor que cualquier actor que contrataras. —él dijo finalmente.

Pero NamJoon arqueó una ceja al escuchar su respuesta. —Eres bastante pretencioso —él murmuró con un poco de humor en su voz—. Según tu criterio, ¿por qué serías mejor?

SeokJin se encogió de hombros y bostezó sintiéndose cansado después de correrse. Se había despertado muy temprano para poder llegar a tiempo al aeropuerto.

—Honestamente, con la forma en la que mirabas a ese chico, parecía que te irritaba en vez de gustar... —él comentó recordando como NamJoon estaba mirando al actor cuando Jungkook y él llegaron al lugar. Fue un poco satisfactorio para él darse cuenta que NamJoon no tenía mucho interés en ese omega—. ¿Así es como ibas a fingir estar casado con él...? Eres tan malo actuando. La gente lo habría sabido de inmediato.

—Tú también me irritas —NamJoon contraargumentó con un poco de molestia en su voz al ser expuesto—. ¿Cuál sería la diferencia?

SeokJin se rió a carcajadas y se recostó boca arriba sobre el regazo del alfa para poder mirarlo a la cara. NamJoon estaba deseoso de seguir molestándolo. Pero SeokJin había decidido no enojarse más por tonterías como estas.

—NamJoon-ah... ¿Tengo que decirte la forma en la que me miras? —Él sonrió levemente y lamió sus labios con la punta de la lengua. Los ojos del alfa no abandonaron su cara ni por un instante—. Me miras como si desearas comerme, ¿sabes...? Y eso no dejará dudas acerca de qué clase de relación tenemos tú y yo...

El alfa se quedó en silencio durante un tiempo por su respuesta.

Y SeokJin se preguntó, con mucha curiosidad, qué estaba pensando el hombre. Sin embargo, lo que sea que NamJoon estuviera razonando en esa cabeza suya, al final, se quedaría como un misterio.

—Entonces... —el alfa murmuró unos minutos después volviendo a llamar su atención. Una de sus manos se posó en la pierna de SeokJin y la acarició con lentitud—. Si estás tan seguro de que te miro de esa forma, ¿por qué estabas celoso?

SeokJin abrió y cerró la boca con mucha sorpresa. Pero la sonrisa en los labios del alfa delató lo mucho que estaba disfrutando de atraparlo en su propio juego. Él fue realmente insoportable.

—¡No estaba celoso...! —SeokJin replicó con un poco de vergüenza. Ciertamente, si estuvo celoso—. De qué... ¡¿De qué hablas?!

Sin embargo, incluso si SeokJin quería negarlo, lo observable siempre fue algo obvio.

—Por supuesto... —NamJoon se burló de él y golpeó su frente con la yema de su dedo índice con suavidad—. Entonces, ¿por qué te enojaste tanto? ¿Por qué me evitaste otra vez?

SeokJin se sintió enojado y expuesto. ¡No le gustaba ser señalado!

—¡Eso fue porque heriste mi orgullo! —él le reclamó con las orejas rojas y un mohín en los labios. Se irguió y se arrodilló en la cama para cruzar los brazos y observar al alfa con el ceño fruncido—. Elegiste a un desconocido sobre mí, ¡¿cómo crees que me sentí?!

NamJoon suspiró y desvió la mirada.

—Te expliqué que no se trataba de tu actuación —él le recordó con modulación—. Simplemente, no deseaba involucrarte en esto. Pero ya estás aquí.

—Pero no escuchaste lo que yo quería... —SeokJin replicó en voz baja. Podía entender que NamJoon no deseara exponerlo, sin embargo, el alfa debería entender que él era el único que sabía que era capaz de tolerar—. Tú sabías perfectamente bien, que si realmente deseabas que te creyeran, yo era tu mejor opción, no un desconocido...

NamJoon lo miró por un momento a los ojos y dijo: —Tienes razón. —Pero SeokJin se sintió un poco desconcertado al repentinamente tener la razón—. Eras la mejor opción que tenía para esto desde un principio. Pero no quería usarte... No está en nuestro convenio que te use de esta forma.

Él observó al alfa a los ojos y sintió que la ira se desvanecía rápidamente de él. Con unas simples palabras, NamJoon fue capaz de hacer que algo se agitara en su interior. SeokJin tuvo que desviar la mirada y exhalar para deshacerse de esa emoción confusa que florecía lentamente en su pecho.

—Bien... Lo entiendo. —él asintió con calma y apoyó su cabeza sobre el hombro del alfa para inhalar su aroma disimuladamente—. Ya estoy aquí de todas formas, así que dime lo que tengo que hacer... Esto no tiene nada que ver con nuestro convenio, así que tómalo como algo que hago por ti.

NamJoon pareció estar de acuerdo con dejar de discutir sobre el tema anterior y hablar sobre su plan. Él tampoco parecía querer hacer mucha introspección en cosas innecesarias. Sin embargo, mientras SeokJin esperaba por una respuesta, el alfa metió una mano en el bolsillo de su pantalón y sacó la cajita de terciopelo que Jungkook le entregó cuando se despidieron.

Fueron las argollas de matrimonio.

—En primer lugar, tenemos que empezar a usar los anillos —NamJoon le avisó con una pequeña mueca de insatisfacción. SeokJin quiso burlarse de él por esto, pero cuando el alfa abrió la cajita, sus ojos se mantuvieron en los anillos.

En realidad, SeokJin no se encontraba sorprendido al ver lo brillantes y bonitas que lucían las argollas de matrimonio dentro de la caja de terciopelo... Después de todo, él mismo las escogió.

Honestamente, nunca esperó que Jungkook le pidiera ayuda para elegir las argollas que NamJoon usaría para su matrimonio falso. Pero, en cuanto decidió seguir su plan, le pareció buena idea escoger él mismo el anillo que le gustaría llevar en su dedo anular durante una semana.

Los anillos fueron comprados en una sofisticada joyería de Seúl el día anterior. Estaban hechos de la plata esterlina más fina, eran suaves al tacto, no pesaban y la plata era muy brillante. La banda de la argolla de NamJoon era más gruesa que la suya, sin embargo, la de él tenía siete pequeños diamantes de talla brillante incrustados en la parte frontal. SeokJin creyó que sería demasiado comprar unos anillos tan caros para una falsa de una semana. Sin embargo, a diferencia de él, Jungkook creía que no era así. Al parecer, NamJoon le había entregado un alto presupuesto para gastar en los anillos. El alfa verdaderamente no quería que su esposo falso usará anillos de mala calidad. Por lo tanto, al final, SeokJin escogió las argollas que más le gustaron de todas las que vieron.

Pero esto fue un pequeño secreto entre Jungkook y él.

NamJoon sacó el anillo que SeokJin debería usar y lo miró a la cara, obviamente, esperando que él le diera la mano. SeokJin mordió ligeramente su labio inferior y le tendió su mano. Entonces, lentamente, el alfa le puso la argolla en su dedo anular.

Le quedó perfectamente bien.

Pero hubo una emoción conflictiva al ver el anillo en su dedo anular

—Me queda bien... —él murmuró con una pequeña sonrisa.

NamJoon, por su parte, continuaba viendo su mano con una expresión indescifrable. SeokJin volvió a querer saber qué se encontraba pensando este hombre. Pero después de unos casi eternos segundos, NamJoon soltó su mano y sacó el otro anillo para ponérselo a sí mismo.

SeokJin lo detuvo.

—¿Qué sucede? —el alfa preguntó con confusión.

—¿Me permites...? —él inquirió con un poco de nerviosismo. No entendía por qué deseaba hacer esto. No obstante, después de ver a NamJoon colocando la argolla en su dedo, él también deseaba hacer lo mismo.

El alfa inclinó la cabeza y lo miró con escepticismo. Pero sus ojos viajaron entre el anillo en su mano y el rostro de SeokJin por varios segundos. Finalmente, cuando pareció pensarlo bien, NamJoon le tendió el anillo sin decir nada.

SeokJin sostuvo la mano de NamJoon entre la suya, recordando con mucha confusión la primera vez que conoció a este hombre en el restaurante, porque Kim NamJoon y él fueron casi obligados a tener esa cita a ciegas entre ellos, pero ahora estaba en un jodido avión con dirección a Japón con el alfa por voluntad propia, y fue demasiado irónico como había terminado en esta situación.

El destino realmente tenía un humor terrible.

Pero SeokJin le colocó el anillo a NamJoon en su dedo anular y creyó que esto era correcto.

Que él era el único que debería hacer esto en el futuro.

No le agradó este pensamiento.

—Entonces... volviendo con el tema en cuestión —NamJoon murmuró para llamar su atención. SeokJin soltó su mano y salió de sus ensimismamiento—. Serás mi compañero para todas las personas en Japón —él le recordó y luego sacó su celular de su bolsillo para buscar algo y mostrárselo. Pero SeokJin se quedó pensando en la manera en la que el hombre había dicho que él sería su compañero para todas las personas en Japón—. Habrá cambios en mi plan por tu culpa ahora. —NamJoon señaló con un poco de irritación—. Pero ajustaré la historia para que vaya acorde contigo.

SeokJin rodó los ojos al escuchar que él arruinó su plan y masculló con sarcasmo: —Discúlpame, señor perfección, por arruinar tu increíble plan.

Pero NamJoon le dio una mirada de soslayo y decidió ignorar su comentario sarcástico.

—Estamos recién casados, alrededor de dos meses de matrimonio —él continuó explicando con paciencia y simpleza en cada una de sus palabras—. Nuestro matrimonio todavía no se ha hecho público porque eres un artista en ascenso y sería inconveniente para tu carrera. Pero lo haremos público el próximo año.

—Lo tengo... —SeokJin asintió con un poco de cansancio. Él respiró profundamente y envolvió sus brazos alrededor de uno de los brazos del alfa para recostarse sobre su costado—. Puedo interpretar perfectamente bien a un recién casado... Espero que tú sepas cumplir con tu papel también.

NamJoon asintió sin mucho humor y continuó hablando.

Resulta que esa misma tarde irían a una joyería de lujo en Japón para comprar un nuevo anillo de compromiso para SeokJin, ya que el anterior se había perdido por accidente. NamJoon agregaría a su grupo de seguridad otros miembros más que fueron enviados, cortésmente, por su socio para ponerse a su servicios. Probablemente, ellos eran solo unos espías. Entonces, esta solo fue una fachada para venderse como realmente una pareja de recién casados frente a ellos.

Pero luego, durante la noche, irían a cenar con el señor Tanaka y su esposa. NamJoon los había nombrado como los intermediarios. Por lo tanto, cuando estuvieran en su casa, SeokJin tendría que ser agradable y relacionarse con la señora Tanaka. Si las cosas salían bien, tal como NamJoon lo estaba planeando, entonces, la omega le ofrecería a SeokJin ser la intermediaria entre él y el omega de su futuro socio, durante una fiesta por el cumpleaños de su marido que habría en el hotel donde ellos se estarían hospedando.

Durante la fiesta, por supuesto, NamJoon se relacionaría con el señor Takahashi y su grupo de ejecutivos. En cambio, a diferencia de él, SeokJin trataría con las parejas de estos ejecutivos y vendería su maravillosa relación con NamJoon. No podía quedar dudas acerca de su relación en ese momento. Y esa misma noche, durante la fiesta, fue probable que el señor Takahashi tomará la decisión final acerca de su relación comercial con KNS Inc. Por lo tanto, nada debería arruinarlo.

—¿Solo necesitamos hacer eso...? —SeokJin murmuró con un poco de sorpresa—. No será tan difícil como imagine.

—Espero que así sea. No quiero que esto salga mal —NamJoon expresó con un poco de molestia. Él realmente no estaba a gusto con esto porque fue la primera vez que mentía sobre algo tan importante como su estado civil—. Desde que nos bajemos de este avión nos convertiremos en una pareja casada. Tengo la sospecha de que seremos espiados durante nuestra estadía.

SeokJin se mordió el labio inferior. Aunque ser espiados sonaba espeluznante, NamJoon le había dicho que no pasaría nada del otro mundo como normalmente se veía en las series televisivas, por lo que no estaba tan asustado.

—¿Tendremos seguridad suficiente...? —Él preguntó de todas formas con una mueca en los labios—. Sé que dijiste que tu negocio es legal. Pero es un poco espeluznante...

—Por supuesto —NamJoon respondió de inmediato para calmarlo—. ¿Crees que iría por mi cuenta a Japón? No soy tonto, ni confiado. No tomaría ningún riesgo. Mucho menos ahora que tú te colaste.

Las palabras de NamJoon tuvieron que ofenderle mucho. Sin embargo, SeokJin se sintió un poco enternecido, porque implícitamente el alfa estaba diciendo que aumentaría su seguridad por él. Y el saber que NamJoon realmente se preocupaba por su bienestar, y lo consideraba como una persona importante, hizo que se preguntará a sí mismo en que posición estaba el alfa en su propia vida.

También hizo a SeokJin preguntarse con temor qué haría si NamJoon realmente estaba empezando a quererlo.

Ya no le parecía tan atractivo llevar las cosas demasiado lejos.

Sin embargo, el alfa volvió a llamar su atención, mientras decía: —Ni siquiera el equipo de seguridad japonés puede saber que nuestro matrimonio es una falsa.

SeokJin sonrió y se encogió de hombros con felicidad. —Por mi parte, te aseguro que nadie tendrá dudas de que somos una acaramelada y linda pareja de recién casados —él le guiño un ojo al alfa y se movió para sentarse a horcajadas sobre su regazo. Envolvió el cuello de NamJoon entre sus brazos y se inclinó para dejar un beso sobre sus labios—. Te sorprenderás, cariño... Después de todo, se me da bien actuar contigo.

SeokJin se encargaría personalmente de que no quedaran dudas acerca de que ellos dos eran la perfecta y típica pareja de recién casados.

Haría de esa semana un viaje de luna de miel para NamJoon y él.



Creo que ustedes estaban esperando drama por el actor. Y yo, en cambio, les traje lo contrario hahaha. ¡Nunca tuve planeado hacer drama por ese actor! Como diría SeokJin: él es el único omega que puede ser llamado el compañero de NamJoon ❤️

Aquí les dejo una foto de los anillos.

PD: La parte hot de este capítulo la escribí mientras escuchaba Diet mountain dew de Lana y sentí que la letra quedaba con ellos aaah.

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