NADINE P.O.V.
-¿Acaso viste a un fantasma?- preguntó mi tía con un vestido de noche en las manos al verme entrar a casa con la respiración agitada, negué con la cabeza y subí a mi habitación para encerrarme
Tomé un libro al azar de mi estante, me quité los tenis y me tumbé en mi cama, cuando ví la portada del libro en mis manos logré reconocerlo de inmediato "El beso del vampiro" un libro de autor alemán, uno de los personajes lleva mi apellido, extraño, pero interesante
Comencé a leerlo sin intención de descansar, cuando llegué a la parte donde la chica da con la casa de mi pariente lejano no existente, comencé a hacerme preguntas: ¿y si el chico nuevo es un vampiro? ¿Y si se mudó aquí como los Cullen que cambian de casa cada cierto tiempo?
-Estoy enloqueciendo- murmuré cerrando el libro y cubriéndome con mi sábana hasta la cabeza; estaba delirando, pensando en excusas tontas, lo mejor era dormir
...
La claridad me despertó mostrándome un nuevo día; me paré, me quité la ropa sucia con la que me quedé dormida y entre al baño para lavarme la cara y los dientes, sin los lentes podía ver bien de cerca, el espejo reflejaba la imagen de una chica de cuerpo promedio, ojos oscuros como los de su padre y cabello castaño como el de su madre, el cual me llegaba poco más arriba de la cintura; extrañaba a mis padres, todos los días, extraño el olor a café temprano en las mañanas y los hotcakes para el desayuno, mi tía y Ashley se preocupan tanto por su peso que ni siquiera hay leche, así que compro la mía aparte
Me quité el resto de ropa y me metí a la ducha a tomar un muy refrescante baño, cuando salí me vestí con mi atuendo de siempre, bajé las escaleras y salí por la puerta principal, esta vez no llevaría bicleta, caminaría, no soy fan del ejercicio, pero nada me costaba hacerlo
Después de unos minutos llegué a mi destino, aunque no estaba tan segura si ese era mi destino: el letrero de "Se vende" ya no estaba, y una camioneta obscura estaba estacionada en el frente
Trate de ignorar esos cambios y seguí derecho a la casa de a lado, toqué la puerta un par de veces sin quitar la mirada de la que alguna vez fué mi casa
-Nidi, pasa- dijo la señora Denton al abrir la puerta
-Buenos... días, señora Denton- dije sonriendo levemente, me dejó entrar y la seguí hasta la cocina
-Ésta semana aprendí a hacer gelatinas de figuras, es fantástico- dijo alegre mientras me servía dos hotcakes en un plato
-¿Compraron la casa?- pregunté en voz baja, la señora Denton suspiró y me miró
-Me temo que sí cariño- dijo tomando mi mano, siempre había soñado en vivir en ella al crecer, hasta pensé en formar una familia en ella; pero después de lo de mis padres, eso ya no pudo ser
-Aún tenía la esperanza de que no se vendiera- dije en voz baja
-Yo tambien- concordó la señora Denton para después tomar de su café
La señora Denton conoció a mis padres recien casados y entabló una gran amistad con ellos; cuando murieron, ella tuvo mi custodia temporal, hasta que mi tía apareció
-¿Qué hiciste ésta semana?- preguntó cambiando de tema, entonces le conté todo con lujo de detalle, excepto lo del chico nuevo
...
-Gracias por todo señora Denton- dije parada frente a su puerta lista para irme
-Tu siempre eres buena compañía, espero verte el sábado-
-Por supuesto- me fuí alejando mientras agitaba mi mano y espere a que cerrara la puerta antes de girarme hacia al frente; fue un gran error no mirar mi camino, porque al hacerlo choqué con un tronco... creo
-¡Auch!- dije al sentir mi trasero estrellarse contra el piso
-Tu eres tonta o te haces- dijo la voz ronca y profunda con la que me choqué, la voz que me hace sobresaltar últimamente
-Perdón- murmuré incorporándome, -tu también debiste fijarte- agregué en voz baja
-¿Qué haces en mi barrio?- preguntó cruzándose de brazos
-Éste no es tu barrio- dije en voz baja
Rió sin gracia, -ésta calle tiene mi nombre- dijo señalándo la acera
-No, ésta calle no es Milenov- aclaré
Hizo un ruído extraño con la legua en los dientes, como en señal de desaprobación, -la postura de ruda no te queda, mucho menos de contestona-
-Yo•yo, no•no te contesté es solo que...- intenté explicar
-Ya- me interrumpió, -tardas mucho en decir las palabras- dijo en tono frustrado, -tus padres no deben aguantarte- ese fué un poco doloroso
-Quizás- murmuré mirando el piso, -lamento haberte molestado- dije sin verlo y lo rodee para seguir mi camino
Tomé rumbo a el parque central, allí, familias y matrimonios con sus hijos se reunían para salir de la rutina, era lindo ver a las familias unidas disfrutando del buen clima y fin de semana
-Como los extraño- susurré al cielo, ni hay peor soledad que estar rodeada de personas y no confiar en nadie...