Capítulo XVI: Peacetime.
Después de ese abrazo grupal, entraron a la casa. Lily se las mostró y también los dejo en su habitación. La cual estaba perfectamente acomodada para Lyra, como si estuvieran esperando que llegara en algún momento.
Se pusieron cómodos y fueron a la sala donde los esperaban con una gran sonrisa en el rostro. Su madre parecía ser la más feliz. Hace tiempo necesitaba hablar con Lyra, no podía creer que la tenía enfrente suyo.
— ¿Nos quedaremos toda la tarde sonriendonos?— preguntó divertida Lyra. Haciendo que el resto riera.
Ese era el efecto Lyra que todos extrañaban, una simple broma suyo o su típico sarcasmo hacia alegrar a todo en cuestión de segundos. Definitivamente su llegada se sentía.
— Siempre con ese humor de gatos, nosotros también te extrañamos hermanita.
— No seas así con tu hermana Jack. Yo me pido la primer pregunta.— dijo Esteban como un niño pequeño.— ¿A qué se debe esta maravillosa visita?
— La historia corta o la larga.— preguntó Jasper bastante divertido.
— La larga obviamente, cuenten chismes de calidad pura.— dijo Jack frotando sus manos y poniéndose cómodo en el sillón.
— Tendremos un largo tiempo, así que pónganse cómodos.— los cuatro hicieron caso y Esperaron con ansias que empezarán.— Empieza a contar tu, Jas.
— Bueno, nosotros estábamos muy normales en Forks, hasta que llegaron las hijas del Jerif a quedarse a vivir con el. El problema fue Edward, quien se sentía en un principio demasiado deseoso de la sangre de Bella Swan, la hija mayor.
— Cuánto a que se enamoro de ella.
— Cállate, Jack. Arruinas la historia.— Se quejó Lily pegandole.
— Cuestión de que Edward hizo que Bella se sintiera atraída o tuviera curiosidad sobre el. Desapareció una semana completa y ella lo busco. Luego regreso y Edward la rescato de que un auto la matará. A los días ella descubrió lo que eramos y se lo contó a su hermana. Después de eso se hicieron novios y fueron a nuestra casa junto a la tierna Jane.— Lyra se cruzó de brazos para continuar.— A la semana la llevamos a un partido de Baceball, el cual salió mal debido a que tres vampiros nómadas nos encontraron. El rubio, el cual no recuerdo su nombre, quería beber la sangre de Bella así que nos tuvimos que ir para salvarla. Ella fue a un estudio de Ballet, ya que cayó en una trampa, y tuvimos que matar a James ahí. Pero ahí no termina. En su cumpleaños se corto el dedo con una envoltorio de regalo y generó un caos en la casa. Y por decisión de Edward nos tuvimos que ir de Forks. Esa es la razón resumida de porque estamos aquí.
Los cuatro se los quedaron mirando con los ojos abiertos demasiado grandes. No esperaban para nada aquella situación. Un vampiro y una humana no era para nada común. Además de que rompía muchas de las leyes y era un peligro total no solo para Edward, si no para el clan Cullen.
— ¿Edward con una humana?— preguntó Jack con la boca abierta hasta el piso.— Sabía que era un enfermo mental desde que me leyó la mente, pero nunca pensé que llegaría tan lejos.
— No digas esas cosas de Edward, de seguro esta muy enamorado de esa humana.— Le dijo Lily prgandole en el hombro.— El corazón se puede enamorar de cualquier persona.
— Es entendible tu punto, Lily. Pero esto es muy peligroso.— dijo Julie un poco aturdida por lo que su hija le acababa de decir.— Fue muy inmaduro de parte de Edward, puso en peligro a su familia y rompió miles de normas. Espero que los Vulturi no se enteren de esto. ¿Qué pasó con la humana?
— Edward terminó con ella y simplemente se fue. No sabemos nada aún.— comentó Jasper.
— Eso es muy cruel estoy segura de que se debe sentir culpable. Pobre humana. Nadie se merece eso.
— Lily tiene razón, pero si llegan a tener problemas con los Vulturi no se olviden de avisarnos. No son personas fáciles de tratar.
— Hipotenusa, ¿Lyra jugamos a la play? Si ganas te dejo comer el venado más grande.
— Se supone que tu eras el más interesado en esto.— respondió divertida.— Pero no voy a negarme a competir contra ti. Yo siempre ganó.
Ambos se levantaron al mismo tiempo mientras se sentaban en el sillón en frente de la televisión. Los demás rieron un poco. Y Jasper agradecía que Jack hubiera cambiado aquella incomoda situación.
La casa se relajo, solo se escuchaban los gritos de desesperación de Jack. Mientras que Jasper y Julie hablaban sobre las cosas que se hicieron en los años que no se vieron. Y Esteban y Lily se ponían a hacer flores de papel.
Tiempos de paz que tanto Jasper y Lyra necesitaban. Los problemas no los rodeaban y disfrutaban de un ambiente cálido de familia. Estaban felices de haber tomado la decisión de irse con los Williams durante unos meses.
LOS DIAS PASABAN RÁPIDAMENTE EN LA CASA DE LOS WILLIAMS. El tiempo no importaba cuando se trataba de estar a su lado. Las risas corrían por doquier, mientras que Jasper y Lyra podían disfrutar más tiempo juntos.
Se mantenían en contacto con los Cullen. Lo último que sabían era que Edward estaba por Brasil, Rosalie y Emmet se casaron otra vez, y que Carlise, Esme, Alice y Mike estaban en Alaska. Tal y como lo había pensado Lyra, los Cullen se separaron.
Era uno de esos días pacíficos que tanto tenía con Jasper. Estaban ambos en la nieve jugando con ella. Pasando tiempo juntos y molestandose un poco como tanto acostumbraban.
— ¿Armamos un muñeco de nieve?— preguntó divertida Lyra.
— ¿Un muñeco de nieve?
— No te hagas el aburrido, soldado.— Se cruzó de brazos.— Para hacerlo más divertido, el que haga el mejor muñeco de nieve le dirá que hacer durante un día al que pierda.
— Eso pone las cosas más interesantes. Acepto.
— Prepárate para perder, Hale.
— Eso ya lo veremos.
Ambos se agacharon rápidamente y empezaron a crear círculos con la nieve. La más avanzada era Lyra, después de todo, ella era hija de Esteban Williams, un experto haciendo cosas de niños.
Lyra aprovecho para hacer el mejor muñeco, tenía que usar creatividad. Y eso le encantaba. Al cabo de media hora el ganador se vio visto gracias al muñeco de la rubia. El de Jasper a su lado parecía haber sido pisado por un gigante.
Lyra sonrió triunfante, mientras que Jasper se reemplateaba porque acepto si sabía que perdería. Nunca, desde que la conoció, pudo ganarle en algo. Simplemente Lyra era invensible.
— Otra vez tendrás que hacer lo que yo te digo. ¿No te cansas?
— Esta vez me revelaré, no voy a permitir ser tu esclavo otra vez.
Tomo una bola de nieve y se la tiro, haciendo que la rubia se largara a reír.
— ¿Quieres jugar con fuego?
— No me importa morir quemado mientras tu seas el fuego.
Lyra se sintió un poco acelerada y para ocultar su nerviosismo le tiro una bola de nieve a Jasper a la cara. No iba dejar verse de esa forma vulnerable, sería su derrota.
Así empezaron con una guerra de nieve. En esos meses con los Williams habían descubierto que hace tiempo necesitaban tiempo juntos. Gracias a ellos, se sentían como cuando se conocieron. Y ambos podían compartir que aunque las estaciones pasarán ellos se amarian durante toda la eternidad.