Suelto el vaso de agua sobre la barra. Arriba se escucha un caos lo que provoca un sentimiento angustiante y creciente en el ápice de mi pecho. Justo cuando estoy por subir, los gritos cesan y Rainer aparece por el umbral.
-Vamonos. - sus ojos están rojizos y si eso no fuese suficiente, sus manos tiemblan.
No protesto, lo sigo por la sala hasta la entrada de la residencia aún sin importar el leve dolor en la parte baja de mi abdomen.
«-Ve a mi casa, te espero ahí y trae al puto abogado."
Ordena Rainer en un mensaje de voz.
¿Qué habrá sucedido?
Antes de conducir, la madre de Rainer sale hecha un desastre; su peinado está por un lado y trae el maquillaje completamente corrido. Detrás de ella Rina y Ruel aparecen con el mismo semblante.
Vuelvo mi atención a mi novio quien ni si quiera puede tomar el volante, sus manos tiemblan y no para de intentar insertar la llave sin éxito.
-Rain... -Trago saliva. - ¿Todo bien?
No recibo respuesta.
-Yo puedo conducir y tal vez podamos llevar a Rina y Ruel con nosotros. -Sigue fallando. - Rain...
-¡Basta! -Grita provocando que mi cuerpo reaccione con un leve brico. -¡Lo único que quiero es que dejen de decirme que hacer! - Explota.
-Yo conduciré.-Afirmo sin tomar en serio sus palabras.-Anda, bájate.
-¿Qué no entiendes?, ¡Mierda, presumes tus putos logros y no puedes captar que no necesito que controlen mi maldita vida!
-No me grites. - Vocifero molesta.
--Deja de intentar controlarme, ya no soy un crio y creo que puedo tomar mis propias decisiones...
Nuestra pequeña pelea se ve interrumpida por más gritos; giro mi cabeza llegando en el momento exacto en el que Richard golpea a Ruel.
La puerta resuena por el azote de Rainer y me bajo de inmediato sin importar que mi abdomen arda.
-Suban al auto. -Ordena furioso. -No dejaré que hagan lo mismo con ustedes.
Me apresuro a subir al asiento del conductor, por suerte, Rainer va con sus hermanos atrás; ya que Rina no para de lloriquear.
-Llévanos a casa o alguna maldita parte, sólo usa el gps. -Asiento.
Tomo las llaves y las inserto.
-¿Por qué él no puede entender que la amo? -Chilla. - El amor no tiene que ser limitado, hermano.
-Lo hará, sólo que... Lo tomaste desprevenido. -Bufa la menor de las dos hermanas. -No era el mejor momento y no debiste traerla, al menos no a base de mentiras.
-Ruel y tú pueden tener una relación abierta con una mujer. -Sorbe su nariz. -¿Por qué yo no?
-Llámala, tráela a mi casa y ya veremos cómo resolver el problema. Me Tienes a mí y sabes que daría la vida si un día fuese opcional.
Por el retrovisor observo a Ruel, tampoco luce bien.
-¿Estás bien? - balbuceo en cuanto mi mirada se conecta con la suya; él asiente pero sus ojos no pueden ocultar la verdad.
Han pasado tantas cosas en una sola mañana que apenas puedo creer que sea pasado del medio día.
A petición de Rainer bajamos del auto e ingresamos a pie posterior a haber colocado el sistema de seguridad que resguarda la vivienda. Una vez dentro, Levi reacciona por inercia y sale por el coche.
Me quedo unos segundos observando como un hombre poda el casi nulo césped que adorna la entrada de la casa. Es increíble que para un trabajo tan sencillo contraten personal, aunque técnicamente así funciona; hay personas que nacimos para servir y otras que nacieron para dar sostén económico.
Supiro e ingreso a el penthouse.
Virgen santísima.
Es un caos.
Rina lloriquea sobre uno de los cojines aterciopelados que se encuentran como decoración en el sofá; Rainer a su vez, lucha en llamada con sus abogados; Arrnie prepara un sándwich de ásperos niveles y Ruel, el solo existe.
Una chica de aproximadamente veinte años aparece de la nada, confundida, analizo cada facción para intentar reconocerla o relacionar su rostro, mas no lo consigo. Ella calza unos jeans rotos con apariencia desgastada y una camiseta obscura con el logotipo "i'm Hungy, DON'T TOUCH ME", también utiliza unas botas militares y en la poca piel descubierta resaltan centenar de tatuajes exóticos.
-¡No puede ser! - Resuella Arrnie soltando el pan de la cima. -¡Gema Wallas está frente a mí!
-¡G! -Chilla la menor de los Greenwood, corre hacia ella y se sube sobre su regazo.
Todo mi sistema Nerviso en conjunto lleva a la conclusión de que la chica es la pareja o lo que sea que es, de Rina.
-¿Ella es tu maldita novia? Joder, no te culpo por cambiarte de bando. -Prosigue el imbécil del mejor amigo de mi novio. -Deberías cantar para animar el ambiente, ¡No! Algo mejor, yo cantaré contigo beutiful lady.
-¡Arnie! -Se queja Rainer, de hecho, ya había tardado demasiado en no hacerlo.
-Está bien, pediré la comida... - Fingidamente hace un gesto de tristeza.
Mis ojos van hacia Ruel una vez que se levanta y comienza a caminar.
En estos días he notado que la atención sobre recae sobre su hermana e inclusive en ocasiones en sus hermanos, pero él, la mayoría del tiempo solo cede ante los demás y se queda en silencio. No seré parte de ellos, Ruel es tan importante como lo es cada hijo de Richard Greenwood.
Sin llamar mucho la atención, me levanto a hutadillas, lo sigo desde lejos sin perderlo, espero un par de minutos y después entro al gimnasio.
La forma en que golpea el saco, cada golpe y resoplido me toman desprevenida, no esperaba verlo de esa forma; es casi como si se tratase de otra persona ajena al adolescente que estaba en silencio admirando a su hermana hacer rabietas. Aunque eso explica su musculatura.
-Necesito privacidad. - Su voz es reacia y tensa. Denota molestia.
No golpea aunque tampoco me observa.
- Solo quería conversar y...
-¡Qué me dejes tranquilo! -Grita y golpea el saco sin medir su fuerza . -¡Mierda! ¡Él tiene razón, las mujeres no sirven para nada!
Bingo.
Si hay algo afectando sus pensamiento.
-¿Rainer piensa eso?. - Me acerco lentamente.
Rezo porque no sea así.
-¡Qué te vayas! - Amenaza mostrando el guante.
Respiro hondo.
Es solo su sistema de defensa, por dentro debe necesitarlo y para eso vine.
Por las buenas no funcionó, tal vez por las malas.
-Deja de golpear el saco así, vas a lastimarte. - Rueda los ojos.
-¡Mierda, no eres mi puta madre!
-No, no soy tu madre, porque si lo fuera ya te habría dado una maldita bofetada al referirte así de mí. -Respondo firme, él resopla.
-Entonces tendrías que golpear a tu novio, no a mí.-Hundo mis cejas.
-No estoy hablando de Rainer, pero si no te tranquilizas, lo llamaré.
-¿Qué no entiendes? - Da un golpe al aire avanzando hacia mi dirección.
Mi cuerpo salta asustado y mi abdomen siente ardor nuevamente.
-¿Te sientes bien? -Me pregunta preocupado y volviendo a su estado natural... -¡Mierda, lo siento! ¡Mierda!
Tomo asiento en una silla cercana.
-¡Mierda! ¡Olvidé lo del embarazo! ¡Lo siento! -su voz vuelve a ser la misma de siempre. - Rainer no va a perdonarmelo, realmente lo siento.
Poso mi mano en su espalda.
-Yo estoy bien, pero tú, no. Anda, estoy aquí.- Aprovecho su cercanía e intervengo.
Se levanta.
-Mi padre volvió a decepcionarme. - Me abrazo cruzandome de brazos. -Su matrimonio fue arreglado, él ni siquiera ama a mi madre, ¡Siento rabia! ¡¿Cómo es que alguien puede ser tan hipócrita?!, mamá lo ama y él solo la usa.
-Pero, Leopold...
-Mi abuelo fundó su imperio, sin embargo, jamás le dio un peso a mi padre y por ello optó por casarse y hacer suya la herencia de los Killeham. En ese entonces mi madre era una chica huerfana que no sabía que hacer con las responsabilidades que se le atribuyeron; Richard la conoció en una fiesta de la Élite Inglesa y supo que era la oportunidad, la engatusó hasta lograr casarse y con el tiempo hacer su propio imperio, pero bajo el nombre de los Greenwood así nadie se enteraría de que una mujer era quien se hacía cargo de los gastos y bueno, el matrimonio en sí. - Sus ojos se tornan de una tonalidad carmesí.
-¿Por qué siento que eso no es lo que acabas de descubrir? - su labio tiembla.
-Lo supe a los quince, Richard me llevó a un pub como regalo de cumpleaños y se le pasaron las copas. - mi boca se curva con desagrado y él se hunde en su mismo. - He estado guardando todo eso hasta hoy que lo escuché decírselo a Rainer, junto con otras cosas que no son importantes.
-¿Seguro? - Pregunto extrañada.
-Sí, seguro. - Traga. - Antes de la reunión tuve una conversación con él, quiere que me case. - Para de caminar. - Mi madre es buena amiga de los monarcas de Dinamarca y ellos tienen una hija un año menor, se cree que tomará el trono en menos de una década y quiere que contraiga matrimonio con ella. Desean prepararme desde antes para ser Rey y asumir el puesto de monarca consorte, aunque yo tendré más poder o eso está en el trato que acordó mi puto padre.
-Eso es demasiado machista.
-En el mundo de mi padre las mujeres son objetos y no tienen poder, solo son piezas en un tablero donde él es el Rey y tiene vigiladas las demás fichas. -Suspira. -No me quiero casar, no la amo.
-¿Tu hermano lo sabe?
-No, ya tiene suficientes problemas.
-Él puede ayudarte.
-No deseo que más personas involucradas. -Niego.
-Está bien. Buscaremos alguna coartada, prometo leerme los protocolos aunque cabe la posibilidad de que la niña te haya olvidado y ahl+
-Imposible. Audrey está enamorada de mí, fuimos muy cercanos en el internado, hasta que viajé a América y ella se quedó.
-No te sientas inolvidable. la niña tal vez ya te superó, ¿hace cuanto no se ven? - Lo piensa.
-Tres años, creo que tenía dieciocho y yo diecisiete. - Sonrío.
-Era una niña, puede que ya no le atraigan los americanos y se haya enamorado de un Austrio.
-Yo estoy más guapo que un simple Austriaco. -Se ofende.
-¿Eso es todo? -Niega. -Apresúrate, hace ya bastante tiempo que estamos hablando y Arnie pidió la comida.
-Tenía una novia y me engañó, pero ya no tiene importancia; estaba molesto porque sentía que pensaba como mi padre y se me comenzaba a quedar el hecho de que las mujeres solo sirven para estar a nuestro favor y si no lo están, no hay porque conservarlas.
-Las mujeres somos más que eso. - Replico exaltada. -Ya veremos como resolvemos lo de la corona, por ahora solo ve a darte un baño.
-Quiero ir por un helado. - Ladeo una sonrisa, entre más conozco a los hermanos de Rainer, mejor me caen. - También quiero un muffin, ¿puedes llevarme?
-Hablaremos con tu hermano, tal vez Levi pueda llevarnos. -Quita sus guantes de sus manos. -Sin embargo, ve a bañarte; transpiraste demasiado.
Ruel se levanta la camiseta y la huele. -Vale, tienes razón.
Lo dejo y vuelvo al desastre, aunque para mi sorpresa solo está Rainer con su laptop y al caminar me encuentro con Rina y su lo que sea en la cocina.
-Te estaba esperando. -Baja el ordenador de su regazo. -Tengo una reunión importante con mis abogados en nueva york, así que saldré de viaje y regresaré el jueves para seguir arreglando toda está basura, llevaré a Arnie.
-Yo...
-También hablé con la anciana, vendrá a cuidarte por estos días a ti y a mis hermanos. - Me interrumpe. -En cuanto llegue iremos con el médico.
-¿Myrthe vendrá? -Asiente.
-Sé que ella no dejará que hagan estupideces. - Asiento.
¿Acaso conoce a esa señora?
Mierda, Myrthe es la parte irracional en mi mente y aquella que me impulsa a salirme de mi zona de confort; no puedo esperar a que conozca a Rina, estos días serán un desastre.
-El duo del desastre está calentando la comida y en lo que arreglo el equipaje pediré que lleven todo. Ya están preparando los habitaciones, solo te pido que nadie tenga acceso a tu habitación, por lo pronto dormirás en mi recamara. Arriba dormirán Ruel y Rina juntos; Gema estará en un hotel y la comunicativa señora Rosewell en la aula de a un lado.
-¿Qué hay que la habitación del final?
-La convertí en mi oficina y tampoco quiero que tengan acceso, aunque a veces Ruel suele meterse a buscar libros.
-¿Terminaste? - Pregunto con los brazos en la cintura.
-Sí, pero no hagas eso porque no quiero olvidarme de la maldita recuperación. -Río y él intenta sonreír.-Acompáñame, haremos mi maleta.
Asiento.
........
Después de una sesión de besos, Rainer accedió en dejarnos ir a comprar postre a Ruel y a mí, tal como lo prometí, aunque con la condición de no despegarnos de Levi y antes irlo a dejar al aeropuerto; por ello vamos en camino los tres. Mi mano va unida a la de Rainer, es extraño pero siento una vibra diferente.
La camioneta se estaciona en la pista, así que bajo con él y lo acompaño hasta las escaleras que dan acceso al avión.
-No uses zapatos de tacón, este viaje es muy importante y no quiero regresar antes. -Arrugo mi nariz divertida. -Me habría gustado que vinieras, pero la salud es primero.
-Basta. - Sonrio - Esto no es una despedida. - Me burlo.
- Corro mucho peligro si este trato se consolida, pero es para mi bien o bueno, nuestro.
-Ya, comienzas a asustarme. -Niega.
-Especulaciones. -Suspira y tira su cabeza hacia atrás como si se olvidase de lo que acaba de decir. -Nos vemos en tres días.
Rainer coloca su mano en mi mejilla antes de comenzar a unir nuestros labios. Lo beso dejando todos mis sentimientos ahí, porque ya es inútil, si siento muchas cosas por el hombre que es mi jefe. Tal vez las cosas no comenzaron con el pie izquierdo, pero no hay nada que diga que se pueden enderezar.
-¡Me voy a terminar el vino! -Chilla la voz de Arnie.
Nos separamos.
-Suerte. - toma mi mano y la besa.
-Suerte. - Repite a modo de contestación.
Él sube al avión.
No espero a que emprenda vuelo, subo a la camioneta y Levi conduce hacia el centro comercial, un supuesto lugar seguro donde podemos comer helado y pasar desapercibidos.
.....
La tarde se ha vuelto eterna jugando con los adolescentes a mi cargo y Myrthe, quien ya arribó la morada de Rain, es increíble, pero la adulta parezco yo.
-¡Gané! - Se levanta mi vecina. - Son lentos e ineptos.
-¡Señora, Rosewell!- Chilla Rina.
-¡¿Cómo acabas de llamarme?! - Cierro los ojos.
-¡Myrthe! - Corrige rápidamente.
-No hay competencia para esta diosa de los juegos de mesa. - Se alaba a si misma. - Deberíamos jugar aquel juego que jugamos, Livvie.
-¿Cuál? - Pregunto retomando el hilo de la conversación. - Hemos jugado demasiados.
-Donde bailamos y te hice pedazos.
-¿Just Dance? - Pregunta Gema y asiento.
-¡Sí!, lo traigo en la maleta, iré por el.
Durante el tiempo que Myrthe se marcha les advierto como son las cosas con ella, no tiene oportunidad de ganarle; ella tiene alma de adolescente.
-¿Te ha llamado mi hermano? - Interrumpe Ruel, es la primera vez que abre la boca pues lleva comiendo desde que regresamos de comprar postres.
-Hablé con él hace como media hora, todo va bien. -Asiente y sigue comiendo.
Myrthe regresa y la ayudan a colocar el juego en la consola sin saber en lo que está apunto de convertirse, están creando un monstruo.
La primera canción es una muy conocida pero que no recuerdo el nombre y la primera contrincante es Gema.
-¡Muévete más! ¿Sólo eso tienes? - Se burla Myrthe. -Tengo más de ochenta años y me muevo más que tu, ¿no te da vergüenza?
-les advertí. -susurro hacia los hermanos Greenwood.
Como es de esperarse, Gema pierde y Myrthe gana.
Así sucesivamente todos participan en contra de la viejita alma de adolescente pero nadie la logra vencer.
-¿Es que, nunca se cansa? -Se queja Ruel.
-Mi culo bailaba como teibolero a tu edad, ¿creés que me voy a cansar por un simple baile infantil?
-¡Basta, la amo! - Anima, Gema bastante divertida desde el sillón al que se botó después de ser vencida.
-Haré de cenar, Vayan poniendo mi telenovela.
Ruel se hace cargo de eso, pues ninguna de las chicas tiene aliento para levantarse.
-Si no soy como esa señora a su edad, significa que fracasé en la vida.
-Realmente la amo, es como una niña en el cuerpo de una anciana.
-¡Te escuche! - Chilla Myrthe volviendo de la cocina con una espátula.
-¡Lo siento! ¡Lo siento! -Gema ríe.
Ruel cambia la programación rápidamente pero hay algo que llama mi atención.
-¿Puedes regresarle cuatro canales? -pido y Él asiente.
«Aún no se sabe la identidad de los tripulantes, pero en cuanto tengamos más noticias les daremos a conocer los detalles».
Suspiro.
-¿Saben cuál es el número de serie del avión familiar? - Rina hunde sus cejas.
-Yo lo tengo en el móvil. -Ruel me observa, creo que comienza a entender a que me refiero.
Sé que no es él, no obstante, necesito reiterar y comprobar que no es.
-150814.
-Yo buscaré la noticia. - Se apresura Gema.
Mi teléfono suena y mi corazón da un vuelco, puede que sea Rainer y mi duda sea resuelta. Levanto la pantalla y observo un número desconocido.
Contesto sin sí quiera demorar. La espina ya está ahí.
«-Buenas noches, hablo con el contacto de emergencia del señor, Rainer GreenWood...
Mi mundo se viene abajo.
Se sentía como una despedida porque lo era...
......
Heeeey!!
Jeje, perdonen por dejarlos nuevamente con la incertidumbre pero prometo que se vienen cosas mejores y bueno, un desarrollo mejor.
Para los que esperan más capítulos narrados por Rain, lamento decirles que por lo pronto no habrá noticias del él, narrando. Incluso estoy pensando en dejarlo para una historia solo para él, ya que hay demasiadas cosas que no saben y que solo él puede contar.
En otro tema, tienen hasta mañana para seguir haciendo sus preguntas, aun lo elijo al ganador de las cinco extras.
Y bueno, creo que es todo.
Así que... Siganme en instagram como @thifany. Books, trato de estar activa y es donde publicaré al ganador.
Sin mas que decir.
Nos vemos pronto.
Muuuy pronto.
Besos.
-Thifany.